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plaquetas (PRP), también llamado plasma rico en factores de crecimiento, y su posible eficacia en
el tratamiento de las lesiones.
Lo primero que es necesario aclarar es que los factores de crecimiento no tienen nada que ver con
las células madre, aunque muchos profesionales emplean indistintamente ambos conceptos.
Muchos atletas famosos – Tiger Woods, el tenista Rafael Nadal, y varios otros – han recibido PRP
para diversos problemas, como las rodillas esguinces y lesiones tendinosas crónicas. Estas
patologías habitualmente han sido tratadas con medicamentos, terapia física, o incluso cirugía.
A pesar de que el PRP ha recibido amplia publicidad, todavía persisten las preguntas sobre el
mismo, tales como:
El PRP es plasma con muchas más plaquetas que lo que se encuentra normalmente en la sangre.
La concentración de plaquetas – y, por lo tanto, la concentración de factores de crecimiento –
puede ser de 5 a 10 veces mayor (o más rico) de lo habitual.
Para desarrollar una preparación de PRP, la sangre primero debe extraerse de un paciente. Se
extraen pequeñas cantidades, entre 30 y 50 centímetros cúbicos. Las plaquetas se separan de
otras células sanguíneas y su concentración se incrementa durante un proceso llamado
centrifugación. A continuación, la concentración de plaquetas se inyecta localmente en el punto
que presenta la patología.
Existen muchos factores de crecimiento, algunos de los cuales tienen funciones conocidas, como
provocar proliferación de los vasos sanguíneos, y otros todavía en estudio. Aunque no es del todo
claro, los estudios de laboratorio han demostrado que el aumento de la concentración de factores
de crecimiento en el PRP puede potencialmente acelerar el proceso de curación.
Para acelerar la curación, el sitio de la lesión se trata con la preparación de PRP. Esto se puede
hacer en una de dos maneras:
• El PRP puede ser inyectado con cuidado en el área lesionada. Por ejemplo, en la tendinitis de
Aquiles, un problema comúnmente visto en los corredores y jugadores de tenis, el tendón puede
hincharse, apareciendo inflamado, y doloroso. Una mezcla de PRP y anestésico local puede ser
inyectado directamente en este tejido inflamado. Después, el dolor en la zona de la inyección
puede aumentar durante la primera semana o dos, y pueden pasar varias semanas antes de que
el paciente se siente un efecto beneficioso.
• El PRP también se puede usar para mejorar la curación después de la cirugía para algunas
lesiones. Por ejemplo, un paciente con un tendón de Aquiles completamente desgarrado puede
requerir cirugía para reparar el tendón. La curación del tendón desgarrado, posiblemente, puede
ser mejorada mediante el tratamiento de la zona lesionada con PRP durante la cirugía. Esto se
realiza mediante la preparación de la PRP de una manera especial en el quirófano que le permite
ser aplicado directamente durante la intervención.
•La edad del paciente (A mayor edad, los factores de crecimiento tienen un efecto menor)
•Si la lesión es aguda (como la de una caída) o crónica (el desarrollo de una lesión con el
tiempo)
5.Fracturas
El PRP se ha utilizado en una forma muy limitada para acelerar la curación de huesos rotos.
Hasta el momento, no ha mostrado ningún beneficio significativo.
Esto se decide en última instancia caso por caso. El médico utilizará los resultados de resonancia
magnética o una ecografía para determinar el número de inyecciones. Típicamente, el médico le
sugerirá entre 1 a 3 inyecciones.
En conclusión, el tratamiento con plasma rico en plaquetas es muy prometedor. Actualmente, sin
embargo, los estudios de investigación para respaldar su eficacia son insuficientes. Aunque el PRP
sí parece ser eficaz en el tratamiento de lesiones tendinosas crónicas sobre el codo, la comunidad
médica necesita más pruebas científicas antes de que pueda determinar si la terapia PRP es
realmente eficaz en otras patologías.
A pesar de que el éxito de la terapia PRP sigue siendo cuestionable, los riesgos asociados a ella
son mínimos: puede haber un aumento del dolor en el sitio de la inyección, pero la incidencia de
otros problemas – infección, daño tisular, lesiones nerviosas – parece que no es diferente de la
asociada a las inyecciones de cortisona.
Dr. Carlos Martín Hernández. Jefe de Servicio COT.
Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza