Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
2
PÁGINA
Scherezade, Siilvix y Vela30
Scherezade
Scherezade
3
PÁGINA
Scherezade
JAY CROWNOVER
SINOPSIS
PRÓLOGO
CAPÍTULO 1
CAPÍTULO 2
CAPÍTULO 3
CAPÍTULO 4
CAPÍTULO 5
CAPÍTULO 6
CAPÍTULO 7
CAPÍTULO 8
CAPÍTULO 9
CAPÍTULO 10
CAPÍTULO 11
CAPÍTULO 12
CAPÍTULO 13
CAPÍTULO 14
CAPÍTULO 15
CAPÍTULO 16
CAPÍTULO 17
CAPÍTULO 18
CAPÍTULO 19
4
PÁGINA
N
o hay muchas cosas que decir
sobre ella, ama los tatuajes y las
perforaciones e incluso tiene gran
parte de ellos en su cuerpo. No ha visto su color
natural en su cabello desde hace mucho
tiempo.
Vive en Colorado con sus tres perros, los cuales están totalmente locos,
y ama la nieve. Ha sido bartender desde la Universidad, pero su gran sueño
es ser estrella de rock en lugar de escritora, aunque lamentablemente no
tiene el talento para cantar, así que esto es lo que hay. Ama escribir y leer,
sobre todo libros donde los personajes pueden transmitir y hacer que el
lector sienta algo.
5
PÁGINA
N
o te dejes engañar.
No me disculpes.
He visto cosas que nadie debería, hecho cosas de las que nadie
debería hablar. El honor y la conciencia no tienen lugar en mi vida. Pero he
luchado y he sobrevivido. He tenido que hacerlo.
Era un hombre dado a la vida por una mujer alimentada por la rabia y
la ira, en un lugar que se alimentaba de esas mismas cosas. Su causa se
convirtió en propia, y aunque su lucha nunca fue mía, quería hacerla sentir
orgullosa, quería ser un buen hijo, así que dejé que las cosas que la llenaban
y salían de ella sangraran hacia mí. Viví dentro de su odio y animosidad
durante tanto tiempo que era todo lo que conocía. Tomé su causa como
mía. Solo que nada de eso me llevó a la aprobación o adoración de mi
madre. Nunca fui criado ni mimado. En lugar de eso, fui perfeccionado y
moldeado en una cosa que apenas tenía restos de humanidad en su
interior. No había infancia, solo revancha y venganza. Para ella, así era
como yo los honraba a ella y a mi difunto padre. Fue así como me obligó a
honrar una causa que nunca fue mía.
Mi madre era viuda y yo era un hijo sin padre, atrapado entre culturas
y buscando venganza por hechos para los que no tenía concepto. No era
más que un instrumento de destrucción, y a menudo solía destruir cosas que
no entendía, cosas que no le importaban a un niño, a ningún niño. Mamá lo
sabía muy bien, y la seguí ciegamente. Nunca se me permitió una infancia
o cualquier apariencia de una vida feliz sanamente hogareña. Vivíamos en
una zona de guerra y nuestra casa era parte del campo de batalla. Éramos
7
PÁGINA
El resto del mundo escucha palabras como "Guerra Santa", "la Franja
de Gaza", "la tierra prometida", "terrorismo fundamentalista", "luchas
internas", "genocidio" y puede encender la televisión en CNN1 o hacer clic
en un enlace para ver tremendas imágenes de bombas cayendo en el
8
desierto, pero para mí era mí día a día. No era solo parte de una guerra…
PÁGINA
1 CNN: Siglas de Cable News Network (en español: Cadena de Noticias por Cable)
ningún lugar que fuera mío. Los hombres a quienes me entregaron,
básicamente entrenaron a un niño soldado, ya con cuerpos y sangre en sus
manos, trataron de alimentar la furia ciega dentro de mí que mi madre
había encendido al nacer. Trataron de tomar todas las enseñanzas hostiles
y horribles que aprendí al lado de mi madre y me convirtieron en una
máquina que era impulsada solo por la necesidad de luchar por las
costumbres y el país. Trataron de llenarme con el mismo tipo de furia que mi
madre tenía dentro de ella por la pérdida de mi padre, quien había
sacrificado su vida luchando por el lado supuestamente correcto. Siempre
la causa… era todo para estas personas, y nada más que palabras para mí.
Para mí no había ningún lado correcto o incorrecto. No había tierra
prometida y derecho hereditario a la arena que soplaba por todas partes y
picaba mi piel. Todo lo que podía ver era el lado con el recuento de cuerpos
más alto y el lado infligiendo el mayor daño dependiendo de qué día era.
En el momento en que alcancé la mediana edad, no quería tener nada que
ver con nada de eso y mi lealtad a mi madre y su causa estaba lo
suficientemente fracturada como para empezar a ver el mundo más allá de
ello.
nadie. No podía ver a más personas morir en una guerra de la que nunca
2UN: Siglas de United Organization (en español, siglas que significan Organización de las
Naciones Unidas).
habían pedido ser parte. Si el Mossad3 no nos hubiese interceptado, el
camión habría explotado mucho antes de que llegara a terrenos de la
escuela, llevándome a mí y a los devotos reales con la causa. Tenía mi mano
en el gatillo de una ametralladora y estaba más allá de listo para usarla. Los
niños eran inocentes en todo esto y había líneas, incluso entonces, que yo
no cruzaría. Yo no podría —no sería— más utilizado, y estaba finalmente listo
para hacer una postura final y drástica.
Mi plan era morir por mi propia mano y tomar a tantos de los bastardos
que me habían usado, manejado y controlado conmigo al salir. Era la única
manera en que pensaba que estaría libre de la maldita causa que me
colgaba del cuello como un puto albatros, pero entonces el Mossad nos
emboscó, me arrebató de la puerta de la muerte y me ofreció la
oportunidad de desaparecer si me quedaba con el comando en que
estaba, encubierto como un doble agente durante cinco años más. Tomé
su oferta sin mucho de un segundo pensamiento. No tenía más lealtad,
excepto para mí mismo. Desenterraría toda la información y la entregaría sin
ningún reparo, siempre y cuando se me garantizara una salida. Ganar mi
libertad se convirtió en mi único objetivo.
Todo lo que quería era salir, y dejar caer cuerpos para una organización
diferente, más organizada y mejor financiada tenía más sentido si me iban
a dar una salida. Colgaron la zanahoria dorada delante de mí y no pude
decir que no. Anonimato. Libertad. Perdón por cada crimen horrendo del
que pudieran acusarme. Así que perseguí la zanahoria que colgaba delante
de mis ojos hasta que mis piernas fallaran. Firmé para matar a la gente
"correcta" por las razones equivocadas, desde el interior… cualquier cosa
motivada por dinero y los objetivos políticos para mí abofeteaban la
10
mi lado. El lado del luchador. El lado del hombre que pasaba por los
movimientos, no por pasión, sino porque no tenía otra opción. Estaba el lado
de la desesperación, y por ese lado, no había reglas. Había un ejército de
uno, y la guerra que luchaba era por la supervivencia y la auto-
preservación.
Cuando mis cinco años acabaron, apenas estaba en mis veinte años;
el Mossad4 regresó con más misiones, más objetivos, más cosas que
necesitaban mi habilidad especial para manejarlas. Habían invertido
demasiado tiempo y energía en mí para simplemente dejarme desvanecer
en el aire. Se hizo evidente que la única manera en que me escaparía, la
única manera en que dejaba atrás el desierto, era si lo hacía en mis propios
términos. Incluso si esos términos significaban que mi sangre terminaría
manchando la arena del desierto. Mi madre se había quitado la vida hace
mucho tiempo, solo un sacrificio más por una creencia por la que no podía
obligarme a luchar más. No tenía a nadie y nada que perder.
Pero nací en el infierno, así que todo lo que me hicieron ya había sido
hecho.
libertad… hogar de los valientes. Para mí era solo un gran paisaje extenso,
PÁGINA
The Point.
Comencé a moverme hacia ella como si todos esos dioses invisibles que
me pasé la vida matando me llevaran directamente a ella cuando de
repente un hombre dos veces su edad y el triple de su tamaño saltó de su
asiento al lado del escenario y se lanzó sobre la plataforma directamente
hacia la chica. En un abrir y cerrar de ojos estaba encima de ella, ásperas
manos por todo su cuerpo desnudo. La oí gritar. Vi que sus largas
extremidades se agolpaban bajo él. Una neblina roja nublo mi visión y me
olvidé de quedarme quieto y de tener bajo perfil. Me olvidé de ser un
fantasma, y me di cuenta de que podía canalizar la lucha que se había
forjado en mi alma, la lucha que estaba durmiendo intranquila dentro de mí
en ese momento, en la protección de algo tan inocente. Ella despertó la
pelea y la mantuvo viva.
Nos miramos en silencio y supe en ese instante que esta joven mujer
significaría más de lo que cualquier otra cosa en mi vida había significado.
—¿Estás bien?
Era tan joven y sus palabras golpearon dentro de mi tan fuerte que me
dolían. No debería tener que manejarlo en absoluto. Yo era lo opuesto a lo
16
Le di el nombre del hombre que había decidido que iba a ser, Mitad
Oriente Medio, Mitad Estadounidense, cien por ciento de mentira. Yo era
solo un hombre que iba a hacer de este nuevo lugar su hogar. No sabía que
en ese momento iba a requerir tanta sangre y guerra para sobrevivir aquí
como lo había hecho en el desierto.
—¿Qué tal si solo te llamo así aquí en este club? Soy nuevo en la ciudad
pero tengo el presentimiento de que estaremos topándonos el uno con el
otro. Keelyn es un bonito nombre.
Podría luchar por ella incluso si ella pensaba que yo era un monstruo.
Después de todo, ya sabía todo acerca de perseguir una causa perdida.
18
PÁGINA
T
al vez si no hubiera pasado los últimos seis meses sirviendo
panqueques y chocolate grasiento a hípsters ebrios, y evitando las
miradas demasiado curiosas de los policías que les gustaba ir al
comedor para el desayuno temprano en la mañana, me habría dado
cuenta del ominoso cambio en el aire.
Antes de venir a Denver hace seis meses, mis sentidos habían sido
afilados para notar la más ligera amenaza. Antes, cualquier cosa que
pudiera ser peligrosa, que pudiera ponerme en peligro, había hecho
hormiguear mi piel, hecho que todo dentro de mí vibrara con conocimiento.
Ahora me había acomodado a un simple ritmo lúgubre. Cada día era lo
mismo que el anterior y no había ninguna amenaza visible persiguiéndome
constantemente, cazándome, obsesionándome. Dejé caer mi guardia. Me
había vuelto suave, y como resultado el mayor peligro de todos se las arregló
para deslizarse en mi nueva normalidad sin dar ningún tipo de indicio de que
él estaba allí.
Eran ojos malvados. Ojos que veían demasiado y no daban nada. Ojos
con los que soñaba despierta. Ojos que me hacían despertar en un sudor
frío. Ojos que me hacían apagarme por dentro y me sacudían mientras me
hacían un lento repaso desde lo alto de mi cabeza hasta las puntas de mis
horribles zapatos, regresando a mi rostro y permaneciendo allí mientras
luchaba por mantener la compostura.
quería, porque sabía que si lo hacía, me convertiría en nada más que suya
PÁGINA
Me dirigía hacia su mesa con una taza y una jarra de café, cuando una
mano ligera aterrizó en mi brazo. Miré a la bonita policía pelirroja que venía
todo el tiempo. A veces con su pareja u otros policías, pero más a menudo
con su novio. Debían de vivir cerca, porque ella a menudo iba a trabajar
cuando él llegaba. Él dirigía un bar, o un par de ellos, aquí en la ciudad, por
lo que sus horarios eran opuestos, pero parecían estar haciendo que
funcione. Al principio no podía creer que alguien que lucía como ella
llevaba una insignia a propósito o que parecía estar genuinamente
interesada en ser mi amiga. Ella mencionó que teníamos un conocido mutuo
que le había pedido que me checara cuando llegué a la ciudad, pero
ahora parecía tener curiosidad por mí por su cuenta. Era tan encantadora
y divertida, además de que su hombre era un encanto. Rubio y demasiado
guapo para su propio bien, me recordaba a una vieja llama que tenía en
The Point. Estaba íntimamente familiarizada con hombres como él, solo que
el novio de la bonita policía no tenía el mismo tipo de borde despiadado de
los hombres criados en The Point con los que estaba familiarizada. Pero el
encanto sureño tenía su propio tipo de aura peligrosa y sexy que me llevaba
a creer que su historia sería interesante si se molestara en compartirla.
—Sí, solo ocupada. —Le di una débil sonrisa y me detuve para llenar
algunas tazas más de café antes de regresar a la mesa de Nassir con
determinación. Tomé la taza, la puse delante de él y la llené. Le di un
empujón hacia él con un ceño fruncido.
24
»El café es cortesía de la casa. Bébelo y vete. No tengo nada más que
decirte.
PÁGINA
Miró el café y luego volvió a mirarme. Sus cejas se alzaron y la sonrisa
regresó a su boca. Era una mirada tan arrogante. Quería darle una
bofetada a su bello rostro.
—¿Lo haces?
25
club de striptease más popular en The Point, Spanky's. Honor era hermosa.
Sexy. Fuerte. Yo ya no era ninguna de esas cosas, por elección, pero el
recordatorio de la vida que había dejado atrás y la mujer que floreció allí
todavía punzaba. Spanky´s era una colmena de actividad ilegal. Era dirigido
por mafiosos. Era una guarida de pecado y libertinaje. Había sido mi hogar.
Me negaba a extrañarlo o a la chica que había crecido allí, pero con Nassir
justo aquí frente a mí, era mucho más fácil decirlo que hacerlo.
Cuando otras chicas tuvieron que luchar contra los avances del dueño
del club o correr el riesgo de perder turnos, nunca me preocupé. Cuando
otras chicas estaban tan desesperadas por dinero que estaban dispuestas
a hacer trucos y trabajar en posición horizontal, el pensamiento nunca cruzó
mi mente. Cuando me enfermaba y tenía que dejar de trabajar por un
período prolongado de tiempo, se aseguraba de que viera a un médico y
recibiera el tratamiento adecuado, y sabía que él era la única razón por la
que tenía un trabajo al cual volver cuando estuviera mejor. Las strippers que
no podían bailar no eran de ninguna utilidad, y como Spanky´s era uno de
los pocos clubes con una clientela garantizada, sabía que podía ser
26
Extendió la mano y pensé que iba a pasar el dorso de sus dedos sobre
mi mejilla, pero el bastardo engañoso fue directo a mi corazón. Desafortu-
nadamente, su palma aterrizó en lo alto de mi pecho y hacia el lado
derecho donde una bala me había traspasado. Justo donde me había
desgarrado y finalmente mostrado que The Point, y las cosas que yo amaba
en él, iban a ser mi muerte, in importar cuán dura era. Mi corazón trató de
saltar por su mano, y jadeé un poco mientras él me sonreía. Una verdadera
sonrisa. Una que hizo su rostro acentuadamente anguloso más suave, hizo
que sus ojos se derritieran como suaves caramelos. No, mi diablo no iba a
presionarme... Él iba a hacer lo que los demonios hacían mejor. Iba a
tentarme.
—Creo que esta vida es demasiado fácil para ti. No hay ningún reto
aquí. Esperé durante meses porque pensé que ibas a aburrirte. No
27
perteneces aquí, Key, pero si eres feliz aquí, entonces no volveré. Las cosas
están cambiando en The Point. Deberías ser parte de eso.
PÁGINA
Su mano se sentía como si estuviera ardiendo en mi pecho. Parecía que
la fea cicatriz que la bala había dejado atrás se desvanecía mágicamente
y la huella de su mano me marcaría allí en su lugar.
Di un paso atrás y lo sentí un millón de veces más pesado que todos los
pasos que había dado para sacar mi culo de The Point y lejos de él en primer
lugar. Nassir miró su costoso reloj, me dio una última sonrisa y luego
desapareció por la puerta principal. Debería haber sido más fácil respirar
con él fuera. Debería haberme sentido fuerte, segura, pero como siempre,
Nassir cambiaba el mundo a su alrededor.
—¿Ex novio?
—Ni siquiera cerca. —Mi relación con Nassir era más que complicada,
pero nunca habíamos tenido nada más que un agarre de manos. Salí de mi
camino para no tocarlo, para accidentalmente no rozarme contra él, y la
única vez que había tenido sus manos en mí, fue cuando estaba tratando
de detener el sangrado cuando me dispararon, y luego hoy cuando puso
su mano en el mismo lugar—. Solíamos trabajar juntos. Es una indeseable
aparición del pasado.
inclinada contra la puerta principal. No tenía que seguir hablando con ella,
pero era dulce y no sabía nada de mi vida anterior, así que no había juicio
en su mirada chocolate marrón mientras me observaba correr alrededor.
Le devolví una débil sonrisa. Era tan divertido que alguien pensara que
tenía que advertirme sobre cualquier cosa. Solía ser la chica que era la
advertencia. No termines como Keelyn. No hagas las mismas elecciones que
Keelyn. ¿Quieres ser una stripper como Keelyn? ¿Qué tiene que mostrar
Keelyn por una vida de trabajo duro y luchar para sobrevivir? Me tenía a mí
y estaba obligada y decidida a aferrarme a ella hasta mi último aliento.
—Créeme, siempre he tenido cuidado con él. Pero no volverá, así que
no creo que tengas que preocuparte por eso.
Tan pronto como las palabras salieron de mi boca, sentí que iba a caer.
Nunca lo volvería a ver. Nunca volvería a escuchar esa voz humeante y
lenta de nuevo. Nunca volvería a oler ese aroma picante y misterioso. Se
sentía diferente cuando yo había sido quien se alejaba, pero ahora que lo
había alejado, al decirle en términos inequívocos que nunca iba a volver a
casa, se sentía tan terminado. Quemaba peor que la bala que casi me
había matado.
Eso me hizo reír. El sexo y cualquier cosa que tuviera que ver con el sexo
opuesto había sido la última cosa en mi mente hasta el segundo en que
Nassir había aparecido de nuevo en mi vida. Los últimos seis meses habían
29
sido los más largos que jamás había pasado sin un compañero, sin que los
chicos me dijeran que era hermosa y me daban lo que quisiera. Estar sola
PÁGINA
había sido esclarecedor, pero también había hecho que el impacto que
Nassir tuviera en mí fuera mucho más tangible y fuerte. Mi piel todavía
estaba demasiado tensa y mi corazón seguía latiendo demasiado rápido,
demostrando que no era cualquier chico bonito con una sonrisa perversa
que podía volver mi vida patas arriba.
—Tal vez algún día tome la oferta. Ahora mismo necesito terminar mi
turno y fingir que no estoy totalmente enloqueciendo por dentro.
—Bueno. Y para que sepas, estoy muy familiarizada con las cosas que
se pueden esconder en la oscuridad. Si alguna vez quieres hablar de de
dónde vino ese hombre hermoso y por qué te hizo volverte tan blanca como
una sábana, es una historia que me encantaría escuchar.
si tuviera que irme. Esa mirada fue suficiente para que le diera todo lo que
tenía de una vez por todas, y si lo hacía, no quedaría nada de mí. Solo sería
una chica bonita atada a un hombre peligroso y poderoso, y cuando su
vida le cayera encima como estaba obligado a suceder, me quedaría sola
con nada. Eso no era algo que pudiera soportar. Así que por supuesto me
fui, y ahora lo había enviado lejos, asegurándome de que sabía que nunca
volvería a él o a esa vida.
Tenía los ojos muy abiertos en su rostro sucio y podía oler su aliento
rancio mientras se acercaba cada vez más a mí. No sabía qué le pasaba,
pero cuando él retrocedió y me dio un verdadero golpe con su puño, ya
había tenido suficiente. Lo empujé lejos de mí, y cuando él tropezó y cayó
de nuevo en su trasero, puse mis manos en mis caderas y lo miré furiosa.
Maldijo y lo siguiente que supe fue que una roca voló sobre mi cabeza.
Al principio pensé que era solo una pequeña piedra, pero de repente
estaba en el suelo mirando el cielo de la madrugada y podía sentir la sangre
goteando a través de mi rostro. Parpadeé para intentar levantarme, cuando
34
fue corriendo.
Mi cabeza palpitaba. Podía decir por la cantidad de sangre que
escurría, que tenía un corte desagradable y mis costillas estaban gritando
por el golpe. ¿Qué demonios? Esto no debía suceder aquí. Denver debía ser
mi santuario. Si era asaltada en el estacionamiento caminando al trabajo,
bien podría volver a casa... Donde nunca pasaría porque nadie se metía
con la chica que Nassir Gates había reclamado como suya.
Sabía que mi diablo nunca jugaba limpio y que era capaz de hacer
cualquier cosa... independientemente del resultado, para obtener lo que
quería. Presionar no funcionó. Tentar no funcionó. Así que había recurrido a
intentar asustarme para que volviera a casa. El cabrón. Probablemente iba
a tener otra cicatriz que hiciera juego con la de mi pecho.
35
PÁGINA
—M
e sorprendió verte volando solo, jefe. Me
imaginaba que si ella te dijera que tomaras una
caminata, la arrastrarías sobre tu hombro.
—Lo hizo. Me dijo que tenía una rutina, que se apega a ella, y que
parece que lo está haciendo bien por su cuenta. Todo lo que escuché fue
que se deslizó en un patrón predecible, y que eso la hace un objetivo fácil.
Pensé que verme la haría salir.
—Key no es una flor. Es una chica que fue puesta en un camino difícil
muy temprano en su vida y que siempre ha hecho de todo para sobrevivir.
¿Suena familiar?
No contesté.
traseros moverlo a través del piso. Extrañaba las cosas más finas en la vida,
así que con o sin Keelyn aquí para tomar el espacio que mantenía reservado
PÁGINA
—Race le dijo, y el chico sigue diciendo que quiere un pedazo del tipo.
Está emocionado con sus múltiples triunfos y todo el dinero que ha estado
haciendo. Su ego está haciendo decisiones que su cráneo va a pagar
cuando se estrelle en el concreto. Bax le advirtió al chico pero no querrá
escuchar.
—Saca al chico. Me encargaré del ganador. Será una pelea más justa
y Bax no estará sobre mi culo si uno de sus chicos queda destruido. El chico
puede tener la pelea la próxima semana.
Ella me alejó.
Alisó su corbata otra vez y me destelló una sonrisa que tenía un poco
de oro en ella.
le veía el punto. Dejé mis caros zapatos y también mi prístina camisa blanca
PÁGINA
Race estaba al otro lado del ring con el peleador que había traído de
las Vegas. El tipo era enorme, y con una mirada decidida cuando sus ojos
se quedaron en mí, obviamente listo para sumergirse en el negocio. Race
me frunció el ceño, lo cual provocó un encogimiento de hombros en
respuesta. No era como si no pudiera encontrar un compañero nuevo si
terminaba en una pila de huesos rotos después del evento. No malinterpreté
su molestia por preocupación mientras comenzaba a quitarme mi camisa.
Estaba listo para que el resto de mi doliera como lo hizo mi alma cuando
Keelyn me dijo que estaba muerto para ella.
»¿Estás listo para hacer esto, jefe? —Chuck dobló mi camisa en su brazo
y le gruñó a una chica demasiado dispuesta mientras trataba de agarrar mi
brazo mientras hacíamos nuestro camino hacia el ring.
droga que lo hacía resbaloso e impredecible. Iba a ser una brutal pelea de
PÁGINA
44
PÁGINA
E
ste chico era bueno con su boca… y con sus manos.
Era afortunado.
miraba directamente, y cada vez que abría su boca para darme otro
PÁGINA
cumplido, quería gritarle que se callara. Sonaba como si fuera del Medio
Oeste, no como si fuera de otra región que nunca vería. Era incorrecto, y
odiaba a Nassir aún más por hacerlo sentir de esa manera.
Con un suspiro puse mis manos en su pecho y sentí sus músculos tensos
mientras lo empujaba fuera de mí. Salí rápidamente de debajo de él y gateé
46
este chico con un grave caso de bolas azules y eso no era algo que la
mayoría de los hombres, en mi experiencia, fácilmente pasaban por alto. No
necesitaba a la policía en mi caso sobre eso, como estuvo en ello sobre el
corte que todavía estaba en mi frente del ataque en el estacionamiento. La
pelirroja vio demasiado.
En su lugar fui al bar del que su novio poseía una parte y elegí al primer
tipo lindo que parecía que podía darme lo que quería. Pensé que estaba
tras sexo. Pensé que necesitaba llevar un tipo a casa para demostrarme que
estaba en Denver para quedarme, y conseguir algún tipo de vida social era
parte de eso. Pensé que necesitaba demostrarme que no importaba si Nassir
me deseaba, porque también había otros chicos, y otros chicos siempre
eran mejor opción que mi diablo. Y cualquier chico era… al menos eso es lo
que pensaba hasta este mismo momento.
Se la lancé.
—Ehm… está bien. —Se puso de pie y alcanzó su sudadera que le había
quitado en un apuro—. De verdad espero no haber hecho nada malo.
Parecías estar en ello.
—No tienes ni jodida idea. —Había hecho una fortuna de ser una
calientapollas. Era la mejor en hacer a los hombres promesas que nunca
planeaba mantener. Algo así como mi promesa de nunca volver a casa. Me
estremecí al pensarlo.
tranquilo, dijo:
PÁGINA
—¿Un año? Solo has estado fuera durante seis meses, Key.
—Sí, pero Nassir se hizo cargo del club hace un año. ¿Crees que alguien
iba a ir a casa conmigo con él mirando por encima de su hombro? Agh… lo
odio.
Se rio de nuevo.
—Lo es, pero fue su rostro el que estaba imaginando mientras el chico
de esta noche me tocaba, fue su voz la que seguía escuchando en mi oído.
Sé que es terrible en su mayoría y no tiene remordimiento por hacer cosas
sombrías e ilegales, pero parece que no puedo olvidarlo.
—Te dije antes de que te fueras que no hay consideración por lo que el
corazón quiere. En tu caso, suena a que no puedes engañar a tu cuerpo
51
Puse una mano sobre mis ojos y froté bruscamente mis sienes.
—Él me destruirá, Reeve. Se apoderará de mi vida. Todas las elecciones
que he hecho, la forma en que luchado para construir mi vida en mis propios
términos… todo será tiempo y esfuerzo desperdiciado porque él controlará
todo. Me odiaré y entonces eventualmente de verdad empezaré a odiarlo.
—Y eso no podría soportarlo. Mi corazón había sido retorcido por Nassir
durante tanto tiempo que la idea de que realmente dependiera de él para
siempre, hacia enfermar mi estómago.
—A veces tienes que quemarlo todo, nivelarlo todo al suelo, para que
algo nuevo brote de las cenizas.
—Cállate. Solo digo que nunca sabes lo que puede pasar. Incluso
Hades amaba a Perséfone.
Resoplé.
al año.
PÁGINA
—Un gran error. Race me dijo que Nassir le permitió dar exactamente
dos puñetazos, uno a cada lado de su rostro, antes de que tomara al otro
53
tipo de rodillas con algún tipo de loco movimiento de artes marciales y luego
PÁGINA
procedió a hacerlo polvo. La pelea duró tal vez tres minutos cuando Chuck
se metió y quitó a Nassir del tipo antes de que lo matara. Race dijo que si
Chuck no hubiera intervenido, Nassir no se habría detenido.
Le dije lo que había sabido iba a ser la inevitable verdad desde que él
movió el menú y vi ese inolvidable rostro después de seis meses de
extrañarlo.
—Gracias a Dios. Tal vez eso lo regresará a su sitio y pueda volver a estar
en su nivel normal de aterrador y despiadado.
—No volveré por él, Reeve. Volveré por mí. Pensé que podría hacer una
vida aquí pero ni siquiera intenté realmente.
Tarareó un poco.
a alguien siempre y cuando sea la persona correcta, ¿sabes? —Su tono era
tranquilo, pero era seguro y firme—. Oye, tengo que ir a trabajar. Una de las
chicas acaba de intentar subir al escenario borracha hasta el culo y eso es
un gran no-no. Llámame cuando vuelvas a la ciudad y hazme saber si
aceptarás la oferta de Nassir.
Ella estaba a punto de colgar cuando grité su nombre como una loca.
—¿Qué oferta?
—¿Un club?
—Sí. Es enorme y súper lujoso. Es demasiado lindo para The Point, pero
la gente ya está muriendo por entrar. Finalmente decidió abrirlo la próxima
semana. Creo que se dio cuenta de que hablabas en serio cuando dijiste
que no volverías. —Resopló—. Los hombres son tontos.
—¿Qué tipo de club? —Su antiguo club había sido parte club de baile
y parte club de pelea. Era sórdido y suntuoso. No le quedaba bien en
absoluto pero generaba todo tipo de dinero en efectivo, y estuvo enfadado
cuando alguien lo quemó hasta los cimientos.
—Un club de sexo. ¿Qué más? De verdad me tengo que ir. Te extraño,
perra.
Miré la brillante pantalla y no pude decidir si quería reír o lanzar la cosa por
la habitación.
PÁGINA
En mi cabeza lo escuchaba tan claro como si hubiera estado en la
cama junto a mí… “Tengo una propuesta de negocios para ti, Key”.
Su voz, con su débil señal de acento mientras me miraba con esos ojos
color caramelo, no reveló nada. Por supuesto, cuando me ofreció algo más
que sexo y tentación física, fue una oportunidad de meterse en la cama con
él de una forma diferente… una forma que probablemente sería tan sucia y
complicada como la forma tradicional. Solo Nassir tomaría algo que la
gente hacía de todos modos y cobraría por ello. Ya estaba ganando dinero
del club de striptease y de las chicas trabajadoras que buscaba, así que
¿por qué no daría un paso más allá y haría dinero con las personas que
persiguen la oportunidad de satisfacer sus vicios pervertidos? Simplemente
era bueno para los negocios.
Trae tu culo a casa. Deja tu mierda y enviaré a alguien por ella después.
57
PÁGINA
No “Estoy tan feliz” o “gracias a Dios” o “aleluya”. Solo el boleto y la
orden de llevar mi culo a casa. ¿De verdad había esperado algo diferente?
Esto era mi culpa por usar un lugar donde ella conocía a todos como
un lugar de parada. La dejé entrar al apartamento y le ofrecí algo de beber.
Estaba en su uniforme, así que no estaba segura de sí todavía estaba en
servicio o no. Debió haber estado fuera porque tomó la cerveza que le
ofrecí.
amigable
PÁGINA
Suspiré y le di un vistazo.
—No. Esto es lo que realmente soy. Esto es lo que él vino a llevar a casa.
La chica que estaba aquí antes de su visita era una farsante. Pensé que
podía ser ella, aprender a amarla, pero ahora sé que no puedo.
—Sé que suena loco, pero eso es parte del problema. Me voy mañana
por la mañana.
Asentí.
haga feliz.
Le devolví el abrazo y la seguí a la puerta.
—No sé si alguna vez seré feliz, pero me conformaría con estar contenta
y satisfecha.
—Si vas a volver a ese lugar que pone balas en ti y a un hombre del que
no puedes mantenerte lejos, entonces no te conformes con cualquier cosa.
—¿Por qué?
—Por ser normal y mostrarme lo que podía ser una vida normal con
amigos reales. No es algo que olvidaré.
en mí. Estaba hecha para sobresalir no para mezclarme, y volvía a The Point
lista para brillar.
La ciudad y el hombre que lo operaban en la oscuridad eran dos cosas
sin las que no podía vivir y había terminado de tratar de negarme a
cualquiera de ellas. Ambas eran parte de mí, tanto como yo era parte de
ellas. Dejarlas no era algo de una mujer que escribía sus propias reglas y tal
vez su propio camino cuando las cosas se ponían difíciles. No; la mujer que
era, la mujer que pasé mi vida tratando de ser, necesitaba reforzar sus
defensas y luchar por su lugar. Un lugar que no estaba debajo del hombre
a cargo, sino a su lado. No quería un lugar en la cancha en la que Nassir
jugaba; quería un lugar en su equipo.
61
PÁGINA
—¿P
or qué está abierta la nevera?
más que la mayoría de los autos de tamaño medio. Había una pequeña
fortuna situada descuidadamente en el suelo de la nevera, y era suficiente,
en mí ya tenso estado, para hacerme perder los nervios.
—¿En mi oficina?
Ya que estábamos cerrados y todos los empleados tenían tareas
específicas que se suponía estaban atendiendo, sabía que solo podía ser
una persona, y mi corazón se sacudió ante la idea.
—Síp. Le dije que estabas ocupado, pero ella dijo que esperaría.
—Chuck sonrió. Había conocido a Keelyn durante tanto tiempo como yo, y
la mayoría de las veces la trataba como si fuera su hija rebelde más que
como mi perdición. Le gustaba presionar sus botones y ella siempre
presionaba de vuelta.
Chuck frotó una mano sobre su cabeza calva y me dio una extraña
mirada.
—Bueno, nadie estaba en la nevera, excepto yo, y nadie más está ahí
ahora. —No era como si hubiera lugar donde esconderse en la cuadrada
habitación—. Voy a subir. Haz que los asistentes de barman limpien este
desastre y asegúrate que entiendan lo que pasa cuando las cosas no son
hechas correctamente. Alguien necesita pagar por todo este producto
perdido.
Tenía sus piernas cruzadas, y sus tacones, que estaba seguro costaban
lo mismo que mi traje ahora arruinado, estaban apoyados en el borde de mi
escritorio. Era lo más caliente que había visto. Metí mis manos en los bolsillos
de mis pantalones y deseé que la erección que se agitaba a la vida se
asentara. Necesitaba conocer cuál era su agenda antes de intentar hacerla
entender que mi única agenda era ella… y siempre lo había sido. Di unos
cuantos pasos en la habitación y me detuve cuando balanceó sus largas
piernas fuera del escritorio y se puso de pie para poder caminar hacia mí.
tan cerca de ella después de tanto tiempo que no vi que sus dedos se
PÁGINA
—Se suponía que debía asustarte, no poner sus manos en ti. —La ira
contra mí mismo y la situación que creé pincharon mi piel. Su golpe fue mil
veces más merecido que los que dejé que un desconocido me estrellara
por ella. Nunca quise ser responsable de causarle dolor, físico o de otra
manera, y sin embargo eso era exactamente lo que había hecho por mi
propia falta de visión.
de sus cosas. Haría una llamada y me aseguraría de que le diera una visita
PÁGINA
unieron y pagaron sus cuotas de membresía. Todos los hombres tienen una
cerradura, una que está abierta o una que está cerrada. Si la cerradura está
abierta, significa que el caballero está unido, casado, tiene una pareja, pero
todavía está dispuesto a lo que sea y todo. La cerradura cerrada significa
que ese hombre en particular está fuera de los límites y debe
comprometerse con otro miembro en sus propios términos.
Me encogí de hombros.
—Las mujeres tienen las llaves, para las cerraduras y los corazones de
los hombres. ¿No es así siempre?
—¿Así que las mujeres pueden ir por ahí abriendo y cerrando hombres
toda la noche? ¿No tienen reglas?
—Las mujeres hacen todas las reglas cuando se trata de sexo, Key.
Deberías saberlo mejor que nadie. —Quería extender la mano y quitarla del
borde del escritorio para que estuviera sentada en mi regazo—. Tienen la
llave, pero no tienen que usarla, y si un miembro con una cerradura cerrada
no quiere que la liberen, entonces eso es todo. No hay presión. No hay
persuasión. Todo debería ser mutuo y todo está facilitado para los hombres
y mujeres que quieran estar aquí. Estoy pagando una pequeña fortuna por
las personas que conocen esta industria por dentro y por fuera. Construí un
parque de atracciones para adultos donde nada está fuera de los límites.
La gente ama su perversión. La gente ama su sexo.
Le sonreí.
—El sexo es parte de la vida; es necesario y aquí en The Point es
moneda de cambio. La perversión puede dar o tomar dependiendo de la
persona en el otro extremo del mismo. He visto demasiadas torturas y
degradación en mi vida para que el extremo y oscuro lado del sexo sea
atractivo.
—¿Crees que quiero verte tener sexo con otras personas, Key? ¿Crees
que ha sido divertido para mí verte abrirte paso a través de todos los chicos
disponibles y no-tan-disponibles en The Point porque no estabas lista para
mí? —Entrecerré mis ojos hacia ella—. Ahora, ¿cuál de nosotros necesitar
tener alguna responsabilidad?
Se echó hacia atrás y explotó a reír. Repiqueteó tan fuerte que sus ojos
empezaron a llorar.
Fruncí mis cejas porque no tenía idea de lo que estaba hablando. Debe
haber visto mi confusión porque dejó de reír el tiempo suficiente para
informarme.
Estaba perdido.
—La cantidad de dinero que este lugar ya ha generado sin que las
71
puertas estén abiertas es el doble de lo que The Pit sacaba en un mes. Lock
& Key está a punto de ser el banco no oficial de The Point, Key. Ser un
PÁGINA
—Es dinero sucio, Nassir. ¿Qué pasa cuando el club cierre? ¿Qué pasa
cuando alguien queme este lugar hasta el suelo como el último? Quieres
que ponga todos mis huevos en una cesta. Una cesta que sostienes en tus
manos y puedes dejar caer en el segundo que te apetezca.
No confiaba en mí.
Era inteligente.
—¿Puedo hacer lo que quiera, sugerir cambios, usar el dinero que haga
independientemente de lo que quiera incluso si va en contra de lo que tiene
sentido para ti? —Tragó mientras hacía las preguntas y sus manos agarradas
se extendieron y presionaron en mi pecho donde mi corazón estaba
tratando de alcanzar sus manos—. ¿Qué hay de nosotros, Nassir?
Podía destruirla, pero era lo único en el mundo que me hacía débil, así
que podía acabar conmigo sin pensarlo, tan fácilmente. Quería que fuera
mía. Quería que me dejara tenerla de todas las formas concebibles, pero
más que eso, la necesitaba aquí. Necesitaba una vida con ella en esto, así
que, si eso significaba que tenía que hacer una elección, elegía mantenerla
cerca sobre tenerla debajo de mí jadeando mi nombre en erótica
satisfacción, hora tras hora y día tras día.
plazo. No más correr, ni pretender que el césped es más verde en otro lugar,
PÁGINA
—¿No sexo?
Se quejó y se deslizó fuera del escritorio así que estaba imponente sobre
mí en esos tacones asesinos. Me alegré de que estuviera de vuelta en su piel
correcta.
—¿Solo negocios?
Me encogí de hombros.
Silbó.
—Lo tienes. —Odiaría saber que sabía exactamente cuál era su saldo
bancario. Pagué para tener un pirata informático en la nómina. No había
mucho sobre ella que no sabía, por dentro como por fuera.
—Abrimos este fin de semana, así que no tienes mucho tiempo para
decidir.
Sus ojos chispearon con manchitas de carbón y dio un paso más cerca
para poder agacharse y poner sus manos en los brazos de mi silla. Se inclinó
más y más hasta que su boca se estaba cerniendo a un simple centímetro
75
de distancia de la mía. Cuando habló, las palabras bailaron por mis labios y
sabían a victoria y destino.
PÁGINA
—No, no siempre. —Sus labios se presionaron en los míos y tuve que
enroscar mis manos alrededor de los brazos de la silla para evitar agarrarla
a ella.
Se echó hacia atrás y extendió su mano para pasar su dedo por cada
uno de los altos arcos de mis cejas. Era el más suave y gentil toque que había
sentido de otro ser humano y me hizo concentrarme en su pulso aún más
pesado que el de mis venas.
»Oh, y una cosa más… —La sonrisa que me dio puso en agonía mi
erección y me hizo tragar un temor legítimo al grado de malicia y problemas
que veía en ello—. No tengo un lugar donde quedarme ya que salí de
Denver con tanta prisa. No te importa que me quede contigo hasta que
esté instalada, ¿verdad? Si no, siempre puedo llamar a uno de mis viejos
amigos, o a uno de mis antiguos clientes del club.
tocarla, respirarla, soñar con ella desnuda en el trabajo era una cosa. Tratar
de mantener mi deseo en mis pantalones mientras estaba en mi espacio
PÁGINA
privado, mi retiro lejos de este mundo, sería imposible. Pero me tenía
acorralado en una esquina y ella lo sabía.
—Correcto.
Me dio una falsa sonrisa que mostró todos sus dientes y el desafió brilló
en sus ojos. Siempre era feroz y estaba lista para pelear conmigo. No debería
ser del tipo excitante que era.
Suspiré.
—Lo hizo.
—Me sorprende que Nassir haya dejado que un extraño vigile su club
por él.
Ella asintió con la cabeza y llevó sus manos alrededor de su boca para
gritarle al tipo que llamó Booker, que estaría de vuelta dentro de poco.
Simplemente hizo esa cosa de inclinar la cabeza que hacían los chicos y
volvió su atención a su teléfono. No sabía con quién estaba hablando, pero
apuesto a que para cuando saliera del club, la palabra de mi súbita
reaparición estaría por toda la ciudad.
—No puedo creer que vayas a tener un bebé. ¿Estás planeando dejar
81
Ella levanta una ceja oscura y se sentó más erguida en su silla. Jale mi
PÁGINA
—Es un brillante hombre de negocios. Las cosas que hace con el dinero
son fascinantes de ver. Está construyendo su propia infraestructura.
—Lo sé. Es exactamente por lo que quería decirle que lo olvidara, pero
es una oportunidad demasiado buena para dejarla pasar. Es dinero legítimo
sin tener que sacudir mi culo y mostrar mis tetas. —Resoplé—. Bueno, habrá
algo de eso, ya que me quiere para que la gente haga cola en la puerta.
me dejará.
PÁGINA
—Me dijo que no me tocaría. Dijo que será solo negocios y que
mantendrá sus manos fuera. ¿Cómo demonios se supone que debo trabajar
con él y estar a su alrededor cuando regresé, porque no podía estar lejos de
él? Hace que todo sea tan jodidamente duro.
¿No era esa la pregunta del millón? Lancé mis manos al aire y dejé salir
otra risa rota.
—Guau.
Vi sus ojos azules oscurecerse más y casi podía ver algo trabajando en
su cabeza. Reeve no había durado tanto tiempo en las calles por ser
estúpida. Era una astuta joven y tenía un policía caliente y un bebé en
camino para demostrarlo. Pasó sus dedos por el suave bulto delante de ella
y me observó pensativamente.
—Si quieres un campo de juego con él, vas a tener que ponerlo de
rodillas.
84
—También te extrañé.
—El jefe me envió a recogerte. ¿Estás segura de que jugar con él es una
buena idea, niña?
—Es la peor idea que he tenido, pero ha sido una tormenta que se ha
formado durante mucho tiempo y las nubes ya no pueden soportar el peso.
Es hora de un aguacero.
—No puedo estar lejos de él y no puedo vivir una vida donde no sea
más que su bonito adorno. Algo tiene que pasar, Chuck. Tiene que haber
más que deseo y negación entre los dos.
Chuck abrió la puerta, pero antes de que pudiera subir al alto vehículo,
inclinó la cabeza y rozó sus labios sobre mi frente. Cerré los ojos y dejé caer
mi frente para que descansara en el centro de su musculoso pecho.
esqueletos que dejó Novak. En este caso, todo mi dinero está en ti,
pequeña. Siempre has sido escurridiza y decidida. Lo has superado como
nunca lo ha hecho nadie más. Lo mantienes a raya.
—Gracias.
88
La ventana volvió a subir y Chuck me miró por el rabillo del ojo mientras
PÁGINA
chillaba:
—¿Hay guardias armados vigilando su casa? —Jesús, en realidad era
como un villano de Bond o algo así.
Otra que era obvia, fue el camino largo y, sinuoso que llevaba a la
casa. Tenía que tener por lo menos un par de kilómetros de largo, e incluso
con las ventanas oscuras, todo lo que podía ver era una densa capa de
árboles y follaje. Parecía imponente e impenetrable. Nassir se había
construido un castillo en lo profundo de la maldita selva. Era increíble.
—En serio, un tipo que solo usa Armani y Prada no vive en medio del
bosque como un leñador. ¿Qué está pasando aquí?
89
Ella no se presentó, no escatimo otra mirada en mí, solo giró sobre esos
tacones espectaculares y desapareció en alguna parte en el fondo de la
casa.
—Parece agradable.
—Bayla solía trabajar para el jefe en un área diferente. —Alzó las cejas
y asentí con la cabeza, entendiendo. Era una de sus acompañantes.
Descubrí. Las chicas que lucían así realmente solo tenían algunas opciones
cuando se trataba de ganarse la vida en The Point y la mayoría se
involucraban vendiéndose de una manera u otra.
Mientras estaba de pie tan cerca suyo, con él medio vestido, el calor
91
que emanaba de él y me golpeaba, fue casi suficiente para hacer que mis
PÁGINA
—Bueno, estoy aquí ahora, así que no más luchar, que vaya junto con
el no tocar.
detenerte? ¿Alguna vez vas a dejar que uno de nosotros gane? —Me
presioné tan cerca de él que tuvo que aspirar un poco de aire y apoyarme
contra la encimera para mantenerme erguida y apoyar mi peso sin poner
sus manos sobre mí.
93
PÁGINA
A
l segundo en que sus labios tocaron los míos supe que los años
de espera, de deseo, habían valido la pena.
Mis manos dolían por tocarla. Mis dedos temblaban tanto que me
dolieron cuando los apreté en el extremo del tocador de mármol detrás de
ella. Coloqué mis caderas en las suyas para que no hubiera confusión de lo
que estaba sucediendo entre nosotros. Mi polla palpitaba, mi corazón
golpeaba, y todo lo que podía hacer era rozar mis labios sobre los suyos y
rogarle que me dejara entrar.
Fue más que un beso. Era mucho más grande que ella desafiándome.
Era el comienzo de algo que había estado hirviendo a fuego lento bajo la
superficie durante años. Las semillas siempre habían existido en el suelo,
pequeñas e inmaduras, y este beso, este simple toque de la punta de mi
lengua en la suya, era la lluvia que necesitaban para crecer. La forma en
que me jaló, la forma en que movía sus caderas sin descanso contra el bulto
insistente en mis pantalones mientras se presionaba en ella, era el sol que
esos pequeños trozos de nada necesitaban para florecer. Era el mejor de los
malditos juegos previo que alguna vez existió.
El beso duró por lo que pareció una eternidad, y solo me retiré cuando
mis pulmones comenzaron a gritar que necesitaban aire. Me sentía caliente.
Estaba más allá de excitado, y por mucho que quisiera arrastrarla a la cama
o subirla en el tocador y hacerme un espacio entre sus piernas, sabía que
no podía hacer eso. Quería que todas sus partes coincidieran con las mías
95
—He querido poner mis manos en ti desde el comienzo, pero una vez
que estén ahí, nunca van a salir. Vas a tener que pedírmelo, Key. Vas a tener
que hacerme creer que comprendes lo que significa cuando me pidas que
te toque.
Se burló de mí, pero pude ver que mis palabras la hacían sentir
incomoda.
—Para siempre es lo que uno hace de ello. —Para siempre podría ser
una vida intentando corregir un error y desperdiciar una vida porque
estaban llenos de venganza y odio, o podría ser un joven perdido por los
ideales y las creencias de otras personas. Podría ser un solo segundo con la
persona correcta o una eternidad perdida persiguiendo a la equivocada.
—Creo que esto, de algún modo, condición o forma significa que estás
admitiendo que finalmente algo comenzó, y eso es todo lo que me importa.
Puedo aprender a compartir, Key. —Podría tomar algún tiempo. Estaba
acostumbrado a ser codicioso y egoísta con mis cosas y con mi tiempo.
—¿Bayla? No. Vivo solo, pero trabajo mucho y tengo horarios extraños.
Esta es una casa grande, así que alguien tiene que cuidarla. Ella viene y va
como se le antoja. —Me preguntaba si el calor que había visto en su rostro
podría atribuirse a celos. Esa idea puso a mi polla aún más dura de lo que
ya estaba—. ¿Por qué?
Preferiría tener que arrancar todos los dientes de mi rostro con alicates
oxidados que decirle que Bayla efectivamente había estado en mi cama la
mayor parte del tiempo. Key no era tonta, así que sabía que había pasado
mucho, mucho tiempo con mujeres hermosas a través de los años, pero
tener la evidencia justo enfrente de ella, mientras estaba tratando de atarla
a mí con cadenas indestructibles, no me convenía.
—¿Quién soy yo, Key? ¿Quién crees que soy realmente? —Las palabras
sonaron ásperas y salieron de un lugar profundo dentro de mi alma. Quizás
si podía responder esa pregunta, finalmente podría tener algo de paz.
Quizás podría olvidar las cosas horribles que había hecho y las cosas horribles
que estaba obligado a seguir haciendo para mantener mi trono.
había manera de poder limpiarla. Vio esa parte de mí y aún estaba aquí.
PÁGINA
También vio la parte de mí que estaba reservada para ella y solo para
ella. La parte de mí que quería proteger a los inocentes, que quería dar a
los intocables e imperdonables una oportunidad de luchar. Vio la parte de
mí que todavía se las arreglaba para proteger, aun cuando nunca había
conocido la bondad o la dulzura. Era la parte de mí que despertó cuando
me miró desde el escenario cuando solo era una niña.
—Por el tiempo que ella quiera. Sus cosas estarán aquí mañana, y mejor
que se sienta bienvenida. ¿Escuchas lo que te estoy diciendo, Bayla?
—No estoy intentando salvar a nadie. —De hecho, cada vez que
miraba esos nebulosos ojos grises, sentía como si ella era la que intentaba
PÁGINA
salvarme.
Los oscuros ojos de Bayla se alejaron de mi mirada inquisitiva y vi sus
manos retorciéndose en la costosa tela de la camisa que me había quitado.
—Debe ser muy especial. —Su voz era tranquila mientras giraba sobre
sus talones y se dirigía hacia la puerta principal—. Te veré mañana en algún
momento. Déjame saber si tienes instrucciones específicas ahora que tienes
un invitado permanente.
Nunca quise ser responsable por el bienestar de nadie más, nunca quise
ese tipo de responsabilidad, pero el viejo adagio que el sexo vende es muy
cierto, y en última instancia, no podía alejarme de esa cantidad de dinero.
Era impactante lo mucho que me importaba que las chicas fueran
cuidadas, que consiguieran el pago de los servicios prestados, que tuvieran
la última palabra en lo que harían o no harían. Las quería a salvo, sin importar
de dónde venían sus cheques, así que cuando alguna de ellas venía a mí
luego de haber sido golpeada o con una queja sobre un cliente poco
cooperativo, me ponía furioso. Mucho más furioso que cualquiera de los
hombres que intentaban joderme o derribarme en un día cualquiera.
—Síp. Miré las cintas. Fue un chico. Uno de los nuevos camareros. Llevó
las cajas a la nevera y se distrajo con una chica bonita. Tienes un montón
de ellos vagando por ese club y no llevan mucho.
Estuvo realmente muy callado por mucho tiempo. Tanto que pensé que
quizás Chuck me había colgado. Sabía que a veces lo que hacía era
demasiado extremo para él, que a veces le recordaba a Novak, y revolvía
su estómago. Para permanecer en la cima en un lugar como The Point,
tenías que dejar una impresión, incluso si solo era en un chico tonto que se
distrajo por un buen culo en una falda corta. Era la siguiente generación que
venía a utilizar estas calles, y sería condenado si no fueran moldeados por
mi propia mano y mi experiencia.
104
les pediría creer en algo que no les importara, pero les enseñaría a ser
cuidados. Les enseñaría a observarse a sí mismos. Les enseñaría a identificar
una amenaza y reaccionar en consecuencia. Les enseñaría cómo sobrevivir
de la misma manera en que había aprendido a sobrevivir.
Incluso con ella alrededor yo era otra cosa. Nunca se me había dado
la oportunidad de ser algo real que no fuera un asesino, pero con Key en mi
vida, al menos podría fingirlo, controlar mi carácter y pretender ser más un
hombre que un monstruo usando bozal y correa.
—Es bueno para todos que esté de vuelta, pero aún quiero al chico en
mi oficina por la mañana.
—Lo tendré allí. Por cierto, entre a la nevera porque sé que esas
estanterías fueron bien instaladas.
—Sí, lo creo.
—Ten a tus chicos de seguridad con los ojos abiertos. Hazles saber que
todo el mundo debe estar en alerta máxima mientras nos dirigimos al día de
la inauguración.
—Lo tienes. ¿Cómo van las cosas con lo de tener a tu chica en casa?
—Bien, pero no creo que Bayla sea una fanática de la situación actual.
Me interrogó y sabe que no debe hacerlo.
Gruñí.
—No lo hará. Bayla trabaja para mí, nada más. Keelyn es todo, así que
no habrá razón para que nada se ponga interesante.
Me incliné hacia adelante y tiré un poco de su mano, así que tuvo que
acercarse más hacia el borde del escritorio. Jadeó un ruido consternado
cuando comencé a apretar la palma entrelazada con la mía.
Sus ojos se pusieron incluso más abiertos en su, ahora, ruborizado rostro
y estaba jadeando de verdad. Negó con la cabeza de un lado a otro en
una negativa casi de manera cómica. De verdad estaba entrando en
pánico y no podía criticarlo.
Apreté otra vez y otro nudillo se deslizó fuera de su lugar. El niño iba
directamente a llorar y volverse púrpura. Si dependiera de mí, seguiría
adelante. Rompería todos sus dedos y patearía su torpe y arrogante trasero
afuera hasta la calle, pero Chuck me estaba observando cuidadosamente,
así que me detuve. Solté la mano del niño y me recosté en mi silla mientras
él caía sobre sus rodillas al otro lado de mi escritorio.
»Debería despedirte, pero parece que mis socios piensan que puedes
aprender de tu error. ¿Qué dices, Tyler, vas a ser alguna vez tan descuidado
con mi producto de nuevo?
El niño tragó.
—No, señor.
—Bien. Ahora sal de mi oficina. —Se trepó en sus pies y corrió lejos de
mí, hacia Chuck, y desapareció en el ascensor.
Estaba acostumbrada a vender sexo a los clientes que sabían que iban
solos a casa. Era un juego de pelota totalmente diferente cuando los
clientes sabían que cada fantasía, cada deseo que tenían, estaba fuera del
alcance. El aire vibraba con anticipación y las olas de emoción que se
vertían de los ansiosos hombres y mujeres mientras entraban al club eran
suficiente para ahogarse en ellas. Todavía tenía mis dudas sobre el sistema
de candados y llaves de Nassir, pero él tenía un pequeño ejército de
personal de seguridad mezclándose discretamente entre los clientes del
club y la ayuda contratada. Era una atmósfera de todo-se-vale, pero los
hombres en trajes negros cableados con auriculares y luciendo miradas de
ojos fuertes le recordaban a incluso el cliente más escandaloso que todavía
110
—¿Puedo ayudarte?
estrellas que en un club de sexo, pero sus zapatos… oh, reconocería esos
brillantes tacones de aguja negros con sus inconfundibles suelas rojas en
cualquier lugar. La dama tenía excelente gusto en calzado.
Bajó sus ojos detrás de sus gafas y la vi sonrojarse. Levantó sus dedos y
movió la llave de oro que estaba colgando de su cuello. Se veía tan
incómoda como cualquier mujer sola en este tipo de establecimiento podría
lucir.
Miró el chupito y luego a mí. Una media sonrisa tiró de sus labios.
Una vez que volvió a conseguir algo de aire en sus pulmones, me miró a
través de ojos llorosos y explicó:
PÁGINA
—Tengo un trabajo de muy alto estrés y trabajo un montón de horas a
la semana. No estoy realmente buscando una relación o nada serio. Solo
quería ir a algún lugar donde pudiera divertirme, dejar ir un poco el control.
Pensé que este lugar era el ajuste perfecto, pero una vez que llegué aquí, la
idea de pagar dinero duramente ganado para que alguien me ponga
sobre su rodilla y me azote parecía tan barata y tonta —suspiró—. Es solo
ridículo.
—No soy muy buena con los hombres. Soy tímida y tengo un tiempo
duro siguiendo una conversación alrededor de alguien que encuentro
atractivo. Usualmente termino pareciendo una idiota.
que la multitud ganara dinero, pero había algunos que parecían estar
solteros y lucían como si estarían en un buen ajuste para la rubia.
—No necesitas tener una conversación. Todo lo que necesitas hacer es
averiguar si le gusta lo que a ti, y si lo hace y crees que ayudará a encender
tu interruptor, le das la luz verde.
—¿Luzco como la clase que juzga? ¿Y qué es fácil? Tenías que comprar
una membresía, reunir el coraje para entrar aquí, y encontrar el chico
correcto. Todo eso suena como trabajo para mí. Además, lo que pasa en
este club se queda aquí. Eso es parte de la fantasía. Nadie más debería
alguna vez poder opinar en la clase de sexo que elijas tener mientras que
sea entre adultos conscientes.
—¿Me ayudarás?
Asentí.
—Santa mierda.
—Claire.
PÁGINA
—Dile, Claire.
comenzando a entender lo que Nassir quería decir sobre darle vida al club,
cuando encontré a un hombre parado en las sombras de la pista de baile
mientras miraba a un chico bonito vestido en nada más que un hilo dental
girar con la música electrónica a todo volumen a través del sistema de
sonido del club.
—Ve a hablar con él. ¿Qué daño podría hacer? —Solo yo podría
prestar atención más cerca porque el hombre tenía su candado alrededor
de su cuello firmemente cerrado y no era el color designado que indicaba
que estaba aquí por alguna acción sexual del mismo sexo.
Él se hinchó y me escupió:
ella. No pude mirar a otro lado mientras otra imagen mostraba lo que tenía
que ser no menos de seis personas involucradas en un enredo de
extremidades mientras formaban parte en una orgía justo frente a mis ojos.
—Solo las habitaciones por las que la gente paga. Las habitaciones
como a las que enviaste a la rubia, no lo están. —Me levantó una ceja—.
Por cierto, fue agradable eso que hiciste con ella. Eso es exactamente por
lo que te quería a bordo de este club. Entiendes la sexualidad humana y el
temor innato que la gente le tiene mejor que cualquiera que haya
conocido.
—Te das cuenta de que un rey sin gente para controlar es nada más
que un hombre solitario en una silla de lujo, ¿verdad? No puedes tener poder
si no hay sobre quién ejercerlo. La gente y el prestigio van de la mano, Nassir.
—Ignoré la forma en que mis palabras hicieron oscurecer su rostro, y
pregunté—: ¿Por qué solo tener cámaras en las habitaciones por las que la
gente paga?
—Les tiendes una trampa. No saben que los estás filmando. Nunca
estarían de acuerdo con eso.
Suspiré y dejé que mi mirada vagara sobre él. Tenía una camisa gris
oscuro que estaba desabotonada en el cuello y su típica chaqueta y
pantalones cuidadosamente planchados. Si pudiera ver debajo del
escritorio, apuesto a que los zapatos que tenía puestos, cuestan más que los
míos. Mi diablo siempre se vestía impecablemente y siempre se veía
elegante. Ese era su disfraz, pero no me engañaba. Debería estar
acostumbrada al impacto que tenía en mí, pero no lo estaba, y mi pulso
saltó cuando su mirada se posó en mí.
120
—Me había dicho que me vio, pero me preguntaba si era una anomalía en
su mundo.
—Depende de para qué los necesite. Todas las personas en esas
habitaciones sabían en qué se estaban metiendo cuando tiraron su dinero
para satisfacer sus proclividades. Saben que les daré anonimato, un lugar
para hacer lo suyo, y a cambio, cuando necesite un favor, lo proveerán. Es
un intercambio en partes iguales.
Crucé mis brazos sobre mi pecho, lo que empujó mis pechos hacia
arriba y casi sobre la parte superior de la tela. Nassir lo vio y mi cuerpo
reaccionó sin pensarlo. Estar cerca de él siempre me hacía sentir como si me
estuviera moviendo a través de una niebla de tensión sexual y deseo
reprimido. Ponía espeso el aire y podía sentir su mirada en mí como un toque
físico. Era cada vez más difícil convencerme de que no podía hacerlo para
siempre con un hombre como él.
Eso hizo que el férreo control que tenía en mi corazón se deslizara solo
una fracción. Sería muy fácil entregárselo.
—¿Por qué yo, Nassir? No tienes la paciencia suficiente para nada que
no sea perfecto y yo estoy lejos de eso. ¿Por qué esperarías por mí todo este
PÁGINA
—Si no eres tú, ¿entonces quién, Keelyn? ¿Quién más tiene el espíritu
de lucha y la fortaleza para permanecer conmigo en esta ciudad? Posees
una parte de eso justo como yo lo hago. Ganaste tu lugar aquí mientras yo
tomaba el mío, y podrías no querer ser Honor, pero lo tienes en abundancia.
Te preocupas por este lugar y la gente en él. Te preocupas incluso a pesar
de que sabes que no deberías. Eres la única en mi vida por la que alguna
vez ha valido la pena esperar.
Sabía que solo estaba exponiendo los hechos como él los veía, pero
para mí era la cosa más romántica, más profunda, que algún hombre,
cualquier persona alguna vez me había dicho, y como resultado, más de mi
resolución se esfumaba. Quería ser su igual, su pareja perfecta, y eso sonaba
como si me hubiera considerado para ello desde el primer momento, incluso
cuando lo había necesitado para salvarme.
—Cuando eres así de dulce, se hace más difícil el recordar por qué
quiero odiarte. —Comencé a tirar de su cinturón y su estómago tenso se hizo
aún más apretado cuando tuve el cuero abierto y deslicé el botón fuera del
123
hoyo.
PÁGINA
Mi centro se contrajo y ese lugar que dolía por él entre mis piernas se hizo
líquido y suave. Si estuviera a horcajadas sobre él en lugar de sentada a
través de él, estaría moliéndome contra ese turgente equipo que estaba
quemando en mi palma.
Su cabeza rebotó hacia atrás y sus ojos explotaron con brasas color
bronce mientras profería mi nombre.
No dijo nada, pero sí se movió, así que pudo abrir una gaveta de su
escritorio y agarrar algunos Kleenex, por lo que pude limpiarme después de
PÁGINA
Extendió una mano como si fuera a sacar algo del cabello rojo brillante
de mi rostro, pero entonces tiró de ella hacia atrás al último minuto, como si
tocarme pudiera chamuscarlo.
—No tienes que dármelo, porque voy a tomarlo de una manera u otra.
He estado robando retazos por años; estabas muy ocupada luchando
contra mí, determinada a hacer cosas por tu cuenta y sin mí, para notarlo.
de pasar en el bar?
Sus ojos se dispararon a los monitores negros detrás del escritorio y luego
sobre nuestras apariencias arrugadas. Negó con la cabeza y puso sus manos
sobre sus caderas.
127
PÁGINA
E
l ascensor bajó hasta el club que estaba en silencio y la tensión
explotando y rompiendo entre Key y yo era lo suficientemente
eléctrica que podría alimentar a todo el edificio. Chuck me
seguía dando una mirada de reojo que intencionadamente ignoraba. Mis
nervios ya estaban tensos. Hasta la última pizca de autocontrol ya había sido
usada mientras luchaba con cada instinto que tenía con el fin de mantener
mis manos fuera de ella mientras jugaba conmigo, me atormentaba. La
capa de civilidad que llevaba era delgada a lo mucho, y con Key
empujando en ella, golpeando contra ella con el fin de salirse con la suya,
no quedaba mucho para mantenerme a raya.
—No quiero a los policías cerca de este lugar. King usará cualquier
PÁGINA
—Lo sé, pero es un problema que valdrá la pena al final. —Solo tenía
que convencer a Key de eso.
Nos dirigimos por un largo pasillo y a otro ascensor que iba al nivel
inferior del edificio. Antes, cuando había oficinas en la planta inferior era
usada principalmente para guardar archivos y almacenar información. Lo
había convertido en una mini-cárcel de todo tipo. Sabía que habría
problemas. Cada vez que mezclaba sexo, bebida, y no límites, la gente
tendía a perder todas sus inhibiciones y racionalidad básica. Sabía que
habría miembros del club que no querrían seguir las reglas o respetar el club,
así que me aseguré de que hubiera un lugar para lidiar con ellos a mi
manera. Todas las habitaciones estaban hechas de paredes de concreto,
insonorizadas y a prueba de fugas; lo que sea que pasara aquí nunca sería
escuchado en ningún otro lugar en el edificio. Era un lugar aterrador para
estar y podía ver que la pareja secuestrada en este muy imperdonable lugar
sabía eso.
Levanté una ceja y me acerqué para tomar el lugar entre ellos que el
guardia de seguridad había abandonado. Puse mis manos en el borde de
la mesa y me agaché ligeramente. La mujer retrocedió y el esposo dejó que
su cabeza colgara hacia adelante.
—Sí soy un pervertido, ¿qué te hace eso a ti? —Estas eran dos personas
en páginas muy diferentes.
—Ella quería tener un trío… con otra mujer. Se suponía que devolvería
la chispa a nuestro matrimonio. —Era una fantasía bastante común,
especialmente en una unión que era tan obviamente infeliz como esta.
—Es difícil tener un trío con otra mujer cuando tu esposo está
demasiado ocupado empujando su polla por la garganta de un hombre.
embargo, eres obviamente eres la única interesada en estar con otra mujer?
Ambos son ridículos y este no es un lugar para ninguno de los dos.
PÁGINA
—Pagamos una fortuna para ser parte de este club y luego esperamos
por una eternidad para que abriera. —No podía creer que discutiría
conmigo.
—¿Y qué?
El esposo resopló.
—Claro que puedo. No vales la pena por esta ofensa, y esta noche,
con ese tipo, es la primera vez en años que he tenido una erección real sin
tener que tomar una Viagra. Si me quedo contigo, te mataré o a mí, así que
antes de llegar a ese punto, me iré. —Su mirada se movió hacia mí y una
media sonrisa se elevó por la comisura de su boca—. Puede que no creas
que eres un consejero matrimonial, pero arreglaste esta pesadilla de
décadas en veinte minutos. Gracias por liberarme.
Gruñí.
La esperanza no era algo con lo que estaba muy familiarizado, así que
solo tendría que confiar en su palabra.
133
Junto con todas las cosas buenas que estaban pasando, también hubo
algunos molestos reveses realmente que parecían seguir apareciendo, lo
que solidificaba la idea de que alguien estaba tratando de meterse con el
club desde el interior. También era un gran dolor de cabeza que estuviera
pasando la mayor parte de mi tiempo tratando de hacer el control de daños
en lugar de convencer a Key para que cediera ante mí, que es en lo que
realmente quería estar enfocado. Después de que me excitó en mi oficina,
no había puesto sus manos en mí de nuevo, sobre todo porque no tenía una
oportunidad para hacerlo. Los dos estábamos trabajando duro y creo que
ella estaba un poco asustada. Habíamos estado sentados en un barril de
pólvora de deseo reprimido y emoción intacta durante años. Ella encendió
el fósforo y la mecha estaba ardiendo. Creo que ambos sabíamos que la
explosión que nos esperaba cuando nos desatáramos nos cambiaría la vida.
bar se secara por una noche y costó una fortuna la entrega apresurada
durante el fin de semana. Aparentemente alguien había llamado afirmando
PÁGINA
trabajar para mí y canceló la orden justo antes de que se suponía que fuera
entregada. Alguien entró al baño de mujeres y metió camisetas de algodón
en todos los inodoros y luego los descargó todos, causando una inundación
de épicas proporciones y una cuenta de plomería que era excesiva. Lo
hicieron en los dos pisos del edificio, cerrando operaciones por media noche
hasta que pude arreglarlo. El mayor desastre sucedió el viernes por la noche.
Había casa llena, la gente le estaba sacando partido a su fin de semana, el
bar estaba lleno, todas las habitaciones arriba estaban llenas de gente
haciendo lo suyo, y yo estaba finalmente pensando que tomaría un
descanso cuando todo el infierno se soltó en los monitores que estaba
viendo detrás del escritorio.
Vi a uno de los bármanes gritar y saltar en el bar. Pronto los otros dos
siguieron su ejemplo y todos en el bar a rebosar parecían estar perdiendo
sus malditas mentes y saltando sobre cualquier pieza de mobiliario que
pudieran encontrar. Key estaba en el centro del caos, viéndose tan
confundida como yo me sentía. La gente empezó a desbordarse de las
habitaciones privadas en varias etapas de quitarse la ropa, todos con la
misma mirada de pánico en su rostro. Me estaba poniendo de pie para ir a
la planta baja para ver qué demonios pasaba cuando vi a Key gritar
mientras una gigantesca rata negra corría por sus pies. Saltó a su otro pie y
lanzó una mirada a la cámara que sabía la estaba viendo.
—¡Hay cientos de ellas! —No pude escucharla, pero pude ver lo que
estaba diciendo, claro como el día.
—¿Ratas?
—Ya estoy en ello. Key está moviendo a todos en el bar a las puertas
principales. Esto no es bueno para el negocio, jefe.
PÁGINA
—No, mierda. ¿Cómo demonios alguien consiguió pasar cientos de
ratas por nuestra seguridad? —Odiaba cuando alguien se metía con mi
dinero, pero odiaba aún más cuando alguien me engañaba.
—No sé, pero no estoy feliz con ello. Odio las ratas.
—¿En serio nos estamos yendo para simplemente fingir que el club
entero no estaba invadido por ratas como algún tipo de plaga y pestilencia
salida de la Biblia? ¿Qué está pasando, Nassir?
—No estoy seguro. ¿Podemos hablar acerca de esto más tarde? Quiero
una ducha y cinco minutos para calmarme, así no atravieso con mi puño
una pared.
Vi las luces traseras de Key alejarse más y más aún, lo cual era lo que yo
quería. No estaba seguro de por qué la persona detrás de mí estaba
PÁGINA
Todo en lo que podía pensar era en Keelyn diciéndome que mi para siempre
nunca iba a ser tan largo como el de cualquier otra persona y cómo esto
PÁGINA
—No quería que ellos… te… golpearan… les dejé golpearme. —Las
palabras eran pronunciadas con dificultad y no estaba segura de que las
sacaba en el orden correcto. Me encogí un poco de hombros cuando pasó
su pulgar a lo largo de mi labio inferior. Deseaba que pudiera mover mis
manos y que no estuviera colgando con la cabeza hacia abajo.
Me pareció que oía sirenas, pero, pero tal vez era solo el zumbido de
mis oídos. Debo haber dejado que mis ojos se cerraran por todo el camino,
porque mi mejilla picó cuando me dio toda una bofetada a través de ella y
ladró mi nombre en un tono histérico.
—El diablo no muere, Key. Solo regresa a casa. —El infierno siempre
141
estaba esperando.
PÁGINA
Conseguir sacar las palabras tomó lo último de mi energía y no podía
luchar más con la oscuridad que estaba esperando para arrastrarme
debajo de ella.
142
PÁGINA
S
e necesitaron dos paramédicos y un oficial de policía uniformado
para alejarme del auto. Me estaba volviendo loca y no estaba
pensando racionalmente porque Nassir había perdido el
conocimiento, y no podría decir si su pecho seguía subiendo y bajando.
Estaba cubierto de sangre y el auto parecía una lata de refresco triturada.
Estaba demasiado quieto, y si no estaba bromeando conmigo, entonces
sabía que algo estaba realmente, realmente mal con él. Decidí que, si
quitaba los ojos de él y no podía tocarlo, iba a ser arrebatado de mí para
siempre, y eso me envió a un ataque de pánico completo.
de la carretera. Las luces de las sirenas arrojaban todo en una luz misteriosa
y me reprimí un poco cuando vi a otro policía poniendo a una mujer de
PÁGINA
—Ella dijo que arruinó su vida, que su marido la dejó por causa de él.
Está un poco loca y no tiene mucho sentido. Se golpeó la cabeza bastante
cuando golpeó el Bentley, así que podría no estar operando con todos los
cilindros.
Levantó las manos y pude verlas temblar. Iba a atraerme hacia él, pero
en el último segundo se detuvo y las dejó caer a sus costados sin fuerza.
Incluso tan maltrecho y apenas sosteniéndose erguido como estaba, su
voluntad para mantenerme, para desafiarme, era más fuerte que el dolor
claramente estampado en su rostro.
—No voy a ir al hospital. —Nassir tropezó un poco y casi nos tiró a ambos
al suelo. Lo apreté más fuerte mientras tomábamos un paso lento a la vez.
El chico obviamente pensó que era una mala idea, pero como
finalmente llegamos a la cresta de la colina, solo sacudió su cabeza en
derrota.
—Está bien, puedes rehusar la futura atención médica, pero tienes que
entender que no es recomendable. Necesitas ver al doctor. Vas a tener que
firmar un formulario de rechazo de asistencia médica antes de que
podamos dejarte ir de la escena.
Nassir jaló muy duro de un lado y tomó todas mis fuerzas para
mantenerlo derecho. Pensé que por su propio bien tal vez debería meterlo
en la parte trasera de la ambulancia. Sus dedos se curvaron alrededor de
los míos donde yo estaba agarrando su mano y abandoné esa idea. Sabía
que no estaba forzando a Nassir a hacer algo que no quisiera hacer.
—Es la esposa que fue tras su marido con la botella de cerveza. Es todo
un personaje, pero no pensé que fuera tan estúpida como para venir por
mí.
—Quiero ir a casa.
PÁGINA
Tragué un poco porque había sido testigo del actuar de Nassir de
muchas maneras diferentes, pero vulnerable y expuesto era nuevo. Lo había
visto así una vez antes, mientras me sostenía cuando sangré por todo el piso
del club de striptease cuando mi ciudad me jodió fuerte. Fue la mirada que
me hizo huir y fue esa misma mirada la que me trajo de vuelta a él. Parecía
llegar hasta el fondo dentro de mí y sacudir la última de las reservas que
había almacenado para luchar contra él y resistir. Sangre, lesión, daño,
violencia, decepción y riesgo eran las cosas que hacían de The Point lo que
era. Eran una constante. Esas cosas malas sucederían con certeza e
inevitablemente; lo que no estaba garantizado, lo que no era común, era
encontrar a alguien en este lugar que te hiciera sentir especial y seguro. Era
casi inaudito tropezar con alguien que te hiciera sentir que valías la pena y
que te dijera una y otra vez que lucharían por ti. Llegar a través de un
hombre poderoso que estaba dispuesto a esperar hasta que estuviera lista
para él era como venir sobre un tesoro escondido en un montón de basura.
de lo que lo había sentido antes. Sentí que mi corazón se deslizaba hasta los
dedos de mis pies y luego saltó de regreso hacia atrás y trató de golpear
PÁGINA
Sacudí la cabeza.
—No lucho batallas que no puedo ganar. —Lo cual era una mentira
porque había estado luchando contra Nassir durante años y estaba a punto
de perder todo lo que tenía por el hombre—. Lo vigilaré.
—Él tiene una cabeza muy dura. —Nassir debe haberme escuchado
porque me dio una mirada sucia y me empujó fuera del auto.
—Vámonos.
Se arrastró y cojeó hasta el lado del pasajero del auto entró sin ayuda
o alguna otra palabra. Me encogí de hombros hacia el policía y el
paramédico y tomé la tarjeta que me entregó el policía, una tarjeta con su
número impreso y el número de la compañía de remolque que estaba
arrastrando el mutilado auto. También dijo que podrían necesitar hablar con
Nassir cuando decidieran exactamente qué cargos iban a presentar contra
la desquiciada conductora. Les dije que podían esperar hasta que se sintiera
mejor y que podrían ponerse en contacto conmigo si necesitaban algo
mientras tanto. Ahora que me había dado cuenta de que Nassir era tan mío
149
—¿Qué tan mal herido realmente estás? —Mantuve la voz baja y sus
dedos se movieron alrededor de los míos, indicando que no estaba tan bien.
Nunca había querido saber dónde había estado antes de venir aquí.
No podía imaginar ningún lugar más feo y más peligroso que esta ciudad,
pero Nassir nunca parecía pensar que The Point era tan malo. No podía
imaginar nada peor y sabía que debía temer y no amar al hombre que era
capaz de sobrevivirlo.
—No, pero un día lo haré. ¿Crees que la mujer tuvo algo que ver con
las ratas? Parece altamente coincidente que las ratas y el accidente
sucedieran en la misma noche.
150
—Cierto. Y si quería ir tras de mí, todo lo que tenía que hacer era esperar
hasta que saliera del trabajo. No necesitaba cerrar el negocio. Hijo de puta,
¿cuántas personas están tratando de joderme? —Sonaba frustrado y
enfadado.
Me di cuenta de que estaba hablando de mí, pero bajó del auto con
un gemido antes de que pudiera formar una respuesta. Salí rápidamente
detrás de él y lo alcancé cuando llegó a la puerta principal. Alcanzó la
manija, pero la puerta se abrió antes de que hiciera contacto. Bayla estaba
de pie al otro lado y jadeó cuando lo vio.
Pasó por delante sin decir una palabra y se dirigió hacia las escaleras
que conducían a la suite principal. Su oscura mirada aterrizó en mí, pesada
y acusatoria.
—¿Qué le pasó?
La otra mujer se puso rígida y lanzó hacia atrás su larga caída de oscuro
cabello. Se estaba preparando para una pelea, pero no le di la oportunidad
de empezar. Levanté una mano y me incliné más cerca de modo que
estábamos casi nariz a nariz mientras le gruñía en voz baja:
Me miró caminar hacia las escaleras que llevaban a Nassir, y dijo algo
en un idioma extranjero cuando salió por la puerta principal. Uno de estos
152
días tendría que preguntarle a Nassir qué decía y en qué idioma lo decía.
Cuando llegué a su habitación no me sorprendió ver que todo el espacio
PÁGINA
—Grosero.
Se rio secamente.
153
—¿Crees que tienes elección? Te dije que una vez que pusiera mis
manos en ti, no se quitarían.
—Estás herido, Nassir. No iré a ningún lugar. El sexo puede esperar hasta
que los dos podamos disfrutarlo. —Salió de mis pantalones cuando se
reunieron alrededor de mis tobillos y sus ojos recuperaron algo de su usual
fuego cuando vio que no había estado usando nada debajo de la muy
ajustada tela.
con mis dedos. No puedo ver la parte superior de mi cabeza, así que
necesito que pongas una o dos puntadas para mantener cerrada la
cortada.
—No. Solo acaba con eso. —Me miró desde debajo de sus espesas
cejas y me dijo—: Nunca tuve control antes de tomarlo por mi cuenta. Casi
morí por conseguirlo, así que ahora soy protector sobre mantenerlo. Al igual
155
que nunca tuve una razón real para luchar por algo hasta ti. Quería que
permanecieras inocente para siempre, aunque sabía que no podías.
PÁGINA
Mordí mi labio tan fuerte que pensé podría romper la piel. Enhebré la
aguja y la sostuve en mi mano y solo miré la parte superior de su cabeza por
otros minutos. Vi sus hombros subir y bajar mientras esperaba impaciente-
mente a que comenzara.
—Eres un mentiroso.
—¡Listo! —Me quité los guantes y coloqué la aguja e hijo abajo junto al
lavabo. Chillé cuando sus manos estaban de repente bajo el fondo de la
bata y rozando la parte de atrás de mis piernas.
156
apretaron mis nalgas y su lengua se lanzó hacia afuera para lamer la suave
superficie de mi herida de bala. —Mi cabeza duele. —Su voz estaba débil y
cansada. Froté mis dedos debajo de su cabello mojado en la base de su
cuello. Movió su rostro y usó la punta de su nariz para empujar fuera de su
camino la pesada tela cubriendo mis pechos. Mi columna se puso rígida
cuando mi pezón fue de repente succionado en el calor de su boca.
—Tengo que tocarte, Key. Tengo que tenerte. Todo se volvió negro
cuando estuve colgando ahí atrapado y el mundo estaba al revés, y todo
lo que podía pensar era “no puedo jodidamente morir sin tocarla, sin saber
cómo se siente”. Toda la horrible mierda que he visto y hecho, y ese sería mi
único pesar.
—He pasado toda mi vida herido. Al escuchar que puedo tenerte, que
eres mía, es la primera vez que el dolor se ha detenido. No tienes idea de las
batallas que he luchado para estar aquí esperando a que estés lista para
mí, Keelyn. Lo único que me alejaría de ti ahora es el final.
157
Una irónica sonrisa torció mis labios cuando sentí su polla estirarse y
contraerse bajo la tela de la toalla manteniéndome alejada de su erección.
—Solo tenemos que tomarlo con calma, ¿de acuerdo? —Me vi
obligada a dar un paso atrás mientras se ponía fluidamente de pie delante
de mí, empujando mi bata prestada por el resto del camino fuera de mí
mientras iba. Su boca tocó la mía y el deseo me golpeó como un puñetazo
en el estómago, y sus manos se envolvieron alrededor de mi cintura y tiró de
mí contra él, así que podía sentir cada dura y necesitada línea de su cuerpo
llamando al mío.
158
PÁGINA
M
i cabeza se sentía como si fuera a explotar. El puñado de
Tylenol que había tragado antes de mi ducha no estaba
haciendo nada para detener las palpitaciones y el dolor que
estaba golpeando tan constante como un tambor detrás de mis ojos y en
mis orejas. El hecho de que mi corazón estuviera tan estruendoso, y mi polla
estuviera tan dura que dolía porque tenía a una Keelyn muy desnuda frente
a mí, no estaba ayudando a mi nivel de comodidad para nada. Me obligué
a enfocarme en toda esa piel suave, en esos altos y coquetos pechos con
sus pezones perfectamente rosados, en aquellas largas piernas, tonificadas
y elegantes de bailarina, en esos mechones salvajes de cabello rojo, y en la
forma en que sus ojos grises se suavizaban y oscurecían como una nube de
tormenta mientras me miraba.
hasta que estuvo en su espalda y pude trepar sobre ella. Quería dominarla.
Quería hacerla mía. Quería poseerla. Pero cuando doblé la cabeza para
reclamar esa boca atrevida, mi visión periférica se volvió borrosa y algo que
se sentía como un atizador caliente atravesó mi cabeza. Gemí antes de que
pudiera hacer contacto con sus dulces labios y tuve que rodar a mi espalda
para hacer que la habitación dejara de girar.
—Te dije que no iré a ninguna parte. —Sonaba tan tranquila y calmada,
mientras sentía como un fuego salvaje de dolor y deseo ardía
incontrolablemente dentro de mí.
lengua se introdujo entre mis labios y tocó la mía, y cualquier queja que
pueda tener se había ahogado bajo su toque. Ahora que podía tocarla de
nuevo, sentía como si no tuviera suficientes manos para poner en todas las
partes que quería tocarla.
»Besas mejor que la mayoría de los jodidos hombres. —Su voz estaba
ronca y contenía una nota de humor en ella. Podría no haber estado en mi
máximo, pero ella seguía excitada. Podía sentir donde estaba húmeda y
caliente entre sus piernas donde estaba encaramada sobre mi abdomen
apretado, y decidí que mientras tocar era agradable, probarla sería incluso
mejor. La bese nuevamente, esta vez con una mordida, y moví mis manos a
la curva de sus caderas de manera que pudiera comenzar a moverla sobre
mi cuerpo.
Su rubor viajó hasta sus lugares más íntimos y me hizo sonreír contra su suave
piel. Sentí a sus muslos estremecerse y me miró con una mezcla de inquietud
PÁGINA
—No creo que sea tan buena idea. —Sus palabras decían una cosa,
pero cuando arrastré una mano entre nosotros, de manera que pudiera
separar sus pliegues resbaladizos para llegar a su clítoris, se estremeció sobre
mí y una de sus manos aterrizó en la parte superior de mi cabeza. Me
estremecí porque enterró sus uñas en la herida que acababa de coser e
inmediatamente las quitó—. ¡Ves! —gritó las palabras, más porque había
terminado de hablar y usé mi lengua para atacarla que porque realmente
estaba molesta o preocupada sobre mi bienestar.
Sabía como cada sueño que había tenido. Era cálida y cremosa. Era
suave y flexible. Era picante y dulce al mismo tiempo. Era codiciosa, pero
con cada tirón de su cuerpo alrededor de mi lengua mientras la lamía,
murmuró mi nombre e intentó de asegurarse que no estaba haciéndome
daño o poniendo demasiado de su peso en mí mientras la devoraba.
pecho subir y bajar al mismo tiempo que cada giro y arrastre de mi toque.
Tenía sus manos en sus pechos y tenía sus pezones aferrados entre sus dedos
PÁGINA
Le sonreí.
—Dices eso, pero puedo ver las líneas de dolor alrededor de tus ojos y
deberías estar sonriendo porque acabo de decirte que eres el mejor que he
PÁGINA
Oh, demonios no. No iba a llegar tan lejos, tengo su sabor dentro de mi
boca y sus manos en mi polla, y no entraré en ella. Si coloca su boca en
cualquier lugar cerca de esa dolorosa erección iba a terminar en un
segundo y no iba a poder reclamarla como mía. No iba a estar un segundo
más sin tenerla.
Como la había tomado con cero delicadezas, sabía que no estaba tan
cerca del borde como yo, así que para ponerla al día volví a poner mis
dedos entre sus piernas donde estábamos unidos y presioné su clítoris con la
yema de mi pulgar. Hizo un ruido de sorpresa en su garganta, y
definitivamente agregó un poco de velocidad a sus golpes y movimientos,
cuando comencé a frotar con fuerza pequeños círculos alrededor de ese
pequeño botón caliente. Una de sus manos se enredó en mi cabello y la
otra descansaba contra mi mejilla. Era la conexión más íntima que había
tenido alguna vez con otro ser humano en toda mi vida, y cuando me sonrió,
había terminado. La atraje hacia mí y rodé para que estuviera debajo mío.
—¿Estás vivo?
La verdad era que no había estado vivo hasta este mismo instante.
—Estás tomando la píldora. Estoy limpio. Estás limpia. Todo está bien.
Además, cuando dije que nada se interpondría entre nosotros, eso incluye
el látex.
Cerré mis ojos otra vez mientras comenzaba a gritar indignada junto a
mí.
—Sé todo lo que hay que saber sobre ti, Key. Eres lo único que siempre
166
Pasé una mano sobre su cabello y curvé los dedos en la parte de atrás
de su cuello.
—Lo vales todo, eso significa que no dejo nada al azar cuando se trata
de ti.
Nunca pude controlarla, y ese es el por qué era perfecta para mí. Había
pasado demasiado tiempo estando bajo el pulgar de otras personas. Su
feroz independencia y su sed por estar libre de cualquier restricción llamaba
a la parte de mí que había sido aplastada y destruida mientras era
arrastrado como una marioneta asesina suspendida por cuerdas ensangren-
tadas.
—No estás en mi mundo, Key, eres el centro de él. Siempre lo has sido.
Eso significa que quiero cuidarte, no controlarte, pero mis métodos en todo
son extremos. No sé cómo hacerlo de otra manera. Ahora, ¿podemos
disfrutar del hecho de que esperamos años y años para follar y fue todo lo
que se suponía que sería, si no más? Pero ahora mismo, necesito descansar
por unos minutos. Mis orejas están zumbando tan fuerte que apenas puedo
escucharte.
en sueños también.
Me desperté a la mañana siguiente con Key extendida sobre mí. Quiero
decir, estaba completamente cubriéndome, y su cabello estaba todo sobre
mi rostro. Tenía una rodilla entre mis piernas y mi erección matutina no podía
estar más feliz ante la situación; lamentablemente, mi teléfono estaba
vibrando en algún lugar en el piso de madera en mis pantalones, donde
habían sido descuidadamente lanzados fuera de la cama durante mi prisa
para entrar en ella anoche.
molestarse en tocar.
PÁGINA
—¿No cierras la puerta de enfrente?, ¿Tienes a alguien molestando en
tu nuevo club y alguien intentando sacarte del camino, y dejas tu fortaleza
desprotegida?
Mi cabeza aún dolía, pero era más un latido sordo que los cortes
afilados de dolor de ayer. Sentía que las suturas picaban y apretaban en mi
cuero cabelludo y mi hombro, y la parte superior de mi pecho estaba de un
maravilloso tono púrpura, donde el cinturón de seguridad me había
mantenido en el auto en el momento del impacto. Ignoré a Race y me dirigí
a la cocina para conseguir una botella de agua y tal vez algo para
desayunar. Me siguió aún luciendo molesto.
Race asintió.
—Estoy seguro de que Chuck te dijo sobre las cosas que están
169
—Tiene que ser alguien de adentro. Uno de los miembros del club o uno
170
—Síp. Podría ser un buen lugar para comenzar. Tal vez pueda encontrar
algún tipo de conexión que me perdí. —Me levanté de la encimera y me
giré hacia la nevera. Mi estómago gruñó, haciéndome saber que un hombre
no podía vivir solo con agua y sexo alucinante—. ¿Quieres algo para comer?
Me encogí de hombros.
—Es demasiado viejo para ella. Es demasiado duro para ella. Está
171
demasiado metido en esta vida para ella. Está demasiado jodido para ella.
Está demasiado… todo para ella. Puede ir a la universidad y conocer a un
PÁGINA
chico agradable que juegue lacrosse o que le gusten las tiras cómicas o
algo así. Merece algo mejor de lo que puede conseguir aquí. Es
suficientemente joven para tener una oportunidad de algo mejor de lo que
le espera aquí.
Saqué una sartén de acero y algo de tocino y huevos y los puse junto
a la estufa. Las palabras de Key acerca de tomar las decisiones por ella
flotaron en mi cabeza.
—Es una chica fuerte, y se metió hasta lo más profundo muy joven.
Quizás sabe más sobre lo que le conviene de lo que le das crédito. Estoy
seguro de que cualquier persona responsable por ahí le aconsejaría a Brysen
que no eres exactamente un caballero de brillante armadura y, sin
embargo, la cuidas como si fuera algún tipo de joya preciosa. Nadie va a
172
quererla mejor que tú, y eres un criminal, Race. No somos ni mejores ni peores
que Booker. —Eso realmente no era cierto —sabía a ciencia cierta que era
PÁGINA
mucho peor que el ex convicto marcado— pero no tenía que compartir eso
con el hombre que necesitaba para dirigir mi empresa. Ya no confiaba en
mí. No quería que estuviera demasiado asustado de mí y de mi pasado, solo
prudentemente receloso como ya era.
—Lo que sea. No hay nada malo en querer algo más para aquellos que
nos importan. ¿No es por eso que permites que Keelyn huya de ti? Siempre
has estado atrapado por ella, pero le diste una oportunidad para algo más.
—Sabía que no había nada ahí afuera que fuera mejor para ella que
yo. Solo tenía que averiguarlo por ella misma.
Resopló.
Su lugar en la isla fue tomado por una visión mucho más bonita. Estaba
usando una de mis camisas y nada más, y aunque su cabello rojo brillante
estaba todo parado sobre su cabeza como llamas artificiales, aún era la
cosa más hermosa en el mundo.
173
—¿Quieres comer?
PÁGINA
Asintió somnolienta y bostezó. Cuando estiró sus brazos sobre la cabeza,
quería sacar la isla del suelo con mis propias manos para echar un vistazo
de cuan alto subía la camisa por sus piernas.
—¿Cómo está tu cabeza? —Su voz aún estaba llena de sueño e hizo
que mi polla se sacudiera y mi piel se apretara.
Rio un poco y lo sentí hasta el fondo de mis entrañas. Decidí que quizás
un hombre podía vivir solo de sexo alucinante porque estaba mucho más
hambriento de ella de lo que estaba de comida. Saqué la sartén del fuego
y me dirigí hacia ella.
174
PÁGINA
C
ada cosa sucia que nos habíamos negado el uno al otro
estaba viva en su sonrisa mientras se dirigía hacia mí.
Despojado de su armadura de trapos normalmente elegantes,
y descompuesto en sus partes más básicas, Nassir era mucho más peligroso.
Este era real. El hombre bajo el artificio… era hermoso y feroz. Crudo, abierto,
y completamente sin pulir.
Hui.
—Siempre iré por ti, Key. No importa lo rápido que corras o lo lejos que
vayas. Siempre estaré detrás de ti.
atrapado en sus callosas manos. El áspero roce de su piel por mis sensibles
pezones me hizo arrastrar una aguda respiración y enroscar mis manos
PÁGINA
alrededor del borde del escalón delante de mí. No era la posición más
cómoda para estar, las escaleras eran duras debajo de mis rodillas y estaba
arqueada en un complicado ángulo, pero con él de pie a unos pasos
debajo de mí y mirándome como si fuera a devorarme de una bocanada,
no tenía prisa por pedirle que me dejara.
Apretó cada pecho y movió sus manos así que cada pezón estaba
atrapado entre sus dedos índices y medios. Pellizcó los fruncidos picos con
suficiente fuerza que me hizo inhalar aire entre mis dientes en una mezcla de
placer y dolor que era lo suficientemente fuerte para hacer que mi cabeza
girara. Sus labios aterrizaron en la parte posterior de mi cuello y el raspar de
su incipiente barba por mi piel hizo que mi columna se arquera en respuesta.
Ese era un punto caliente para mí y él estaba aprovechando al máximo el
hecho de que estaba inmóvil y flexible delante de él. Su talentosa lengua
arrastró un húmedo camino hasta el centro de mi columna, lo que me hizo
temblar de placer y gimotear casi en protesta mientras sus manos se ponían
aún más impacientes en mis pechos. Era una línea muy fina entre nosotros y
suficiente para hacerlo doler tan bien, y Nassir la estaba caminando como
un profesional.
—Me gusta que te guste esto. —Soltó uno de mis pezones y el repentino
flujo de sangre en el anteriormente atrapado pico hizo que mis ojos se
cerraran. Rozó su pulgar a lo largo de la parte inferior de mi pecho y dejó
que sus dedos bailaran y saltaran por mi agitado estómago hacia mí ya
resbaladizo y deseoso centro.
algo así. Mi experiencia sexual era vasta y variada. No había mucho que no
había intentado o estado interesada en un momento u otro, pero nada ni
PÁGINA
nadie se acercó a desatar el tipo de respuesta que este hombre hacía. Era
como si todo mi ser hubiera estado esperando a que él viniera y me mostrara
lo que realmente significaba desear, necesitar.
hacia el toque, dejé a mis ojos revolotear para cerrarse por la estimulación
dual, una traviesa y la otra tan dulce que tenía a mi garganta atascada con
emoción. Era demasiado para absorber. Me preguntaba si el sexo con él
siempre iba a ser algo que se sentía como si estaba rasgando mi alma y
corazón en dos y luego poniéndolos juntos de nuevo firmemente con él en
los lugares que siempre habían estado rotos y desgarrados.
Una de sus oscuras cejas se levantó y pensé que iba a discutir o a decir
algo que indudablemente me molestaría, pero solo tiró de mis caderas más
cerca, jalando más cerca mis rodillas al borde del escalón, y comenzó a
trabajar hacia abajo sus pantalones negros de dormir alrededor de sus
magras caderas. Cuando su polla saltó libre, hizo agua mi boca. Había visto
infinidad de pollas en mi vida y tenía un vasto conocimiento de ellas para
saber que ninguna polla jamás debería ser considerada hermosa, pero la de
Nassir lo era. Como el resto de él, en cierto modo tenía una elegancia brutal
con su color oscuro y su ansiosa cabeza ya filtrando una gota de líquido pre
seminal. Era grande y lo bastante gruesa para hacer las cosas interesantes,
y cuando usó su pulgar para inclinar hacia abajo la rígida longitud de modo
que podía alinearse a sí mismo con mi entrada, no pude contener un suspiro
de satisfacción.
acomodaba por todo el camino dentro de mí. Se sentía como ser marcada
desde adentro hacia afuera. Se sentía como que él se estaba haciendo un
lugar para sí mismo dentro de mi cuerpo que nadie más sería capaz de llenar
jamás. Se sentía como que me estaba mostrando algún secreto oculto sobre
el sexo y la unión que yo había perdido a lo largo del camino. Se sentía
profundo y peligroso.
Era caliente. Era caótico. Era bestial. Era ruidoso. Era un poco rudo. Era
bastante sucio. Era mejor de lo que cualquier cosa antes de ello había sido.
Era todo que había estado ausente en el sexo cuando lo tuve con alguien
que no era él. Quería gritar. Quería llorar. Quería decirle que no se detuviera
nunca y al mismo tiempo rogarle que simplemente terminara con todo. No
hice nada de eso. Solo repetía su nombre una y otra vez y trataba de
aferrarme a todo lo que estaba sintiendo, de manera que pudiera recordar
este momento para siempre.
orgásmicas.
PÁGINA
»¿Cómo es que nunca supe que tenías esto antes de esa noche en que
181
amabilidad materna. Para ella yo era solo una herramienta, un arma, y ella
me usó como tal. La Hambruna no significa solo falta de comida. Estaba
hambriento de cualquier tipo de interacción humana. Estaba famélico de
hacer cualquier tipo de elección y decisión que fuera mía.
Estaba llorando. Podía sentir las calientes lágrimas bajar por mis mejillas.
Envolví mis brazos alrededor de su cintura y me moví hacia adelante para
poder presionar mi húmedo rostro contra su espalda tatuada. El diablo
existía porque su vida había sido horrible y no sobreviviría en ningún otro
lugar sino en el infierno. Era todo lo que conocía.
»Me dices que soy un monstruo del control, y lo soy, pero solo porque
tengo que serlo. Luché para estar en control de mi propia vida, para tener
un futuro lejos de cualquier persona y todos los que solo querían usarme para
matar. Siento que, si aflojo mi agarre sobre ese control tan difícil de
conseguir, podría perderlo. Las cosas que he hecho… —Sacudió nueva-
mente su cabeza—. He visto el final de los días, Key. He sido el hombre detrás
de ellos. No puedo permitir que nada de eso me alcance aquí, así que
mantengo mis negocios y esta ciudad en un agarre de hierro para
protegerlo. ¿Entiendes lo que estoy tratando de decirte?
—Entiendo que haces lo que haces porque crees que tienes que
hacerlo, y eso es lo suficientemente bueno para mí, Nassir.
hiciera llover sangre, así que eso es lo que hice. —Extendió la mano y puso
sus manos sobre mis hombros y se aseguró de que lo estaba mirando
PÁGINA
»Era libre, pero no tenía nada por lo que vivir, sin enfoque, sin impulso y
sin razón de ser. No tenía habilidades más allá de causar la muerte y la
destrucción y estaba cayendo rápidamente en un lugar donde estaba
seguro de que todo lo que iba a ser era el medio para el fin de otra
persona… Pero entonces tropecé en The Point y me encontré contigo.
embriagador.
»¿De acuerdo?
Una vez que se había ido, solté el aliento que estaba conteniendo y me
senté pesadamente en el asiento del inodoro. Me estremecí un poco
mientras los músculos a los que les había dado un entrenamiento exhaustivo
tanto anoche como más temprano en las escaleras me hicieron saber que
estaban allí y agradablemente sensibles.
años o por qué mi incapacidad para salvarme de ese cliente tocón había
sido suficiente para hacerme su causa, pero estaba agradecida de que las
cosas hubieran funcionado de esa manera.
Ahora sabía que él iba a dar tanto como iba a tomar y que tenía que
ser merecedora de todo —bueno y malo— y no estaba cien por ciento
segura de que estaba a la altura de la tarea. Su mal era aterrador, pero
estaba acostumbrada. Su bien era devastador, y cada vez que me
mostraba un pedazo de él, no podía ver nada más. Me quejé en voz baja
con cada mala palabra que podía pensar mientras me recomponía para ir
a desayunar.
187
PÁGINA
T
omó dos días quitar las alimañas y limpiar el club. Eso era un
montón de dinero por el inodoro y un montón de irritación que no
tuve donde llevar salvo que con Key. Afortunadamente, estaba
hecha de material fuerte y podía tomar todo, desde mi humor hosco y
agudo hasta el sexo menos que delicado que seguía haciéndole. Me puso
los ojos en blanco un montón y me dijo que dejara de lloriquear por cosas
que no podía controlar. Me quejé con ella hasta que se puso de rodillas
frente a mí y envolvió esa atrevida boca alrededor de mi polla y olvidé que
alguna vez me sentí enojado y estresado. Hizo que estar atrapado en casa
por dos días fuera tolerable, y cerrar el negocio y The Point se sienta como
algo natural. Aquí en mi refugio en la montaña, solo éramos ella y yo, y eso
era todo lo que dejé que me importara, en momentos de tranquilidad,
cuando me sonreía o me insultaba para ir tras ella.
muerto y sobre lo injusto que era que la mujer escapara solo con un jalón de
orejas. Estaba convencida de que era una conspiración porque yo era un
PÁGINA
—¿El club o The Point? —Me acerqué a ella para apretar el botón del
ascensor e introducir el código para que subiera a mi oficina.
—El bien estuvo disfrazado de mal todo este tiempo, pero ahora puedo
verlo todo muy claramente.
—Lo malo solo es bueno para ti, Key. Deberías recordarlo. —Solo
porque la dejé entrar en mí, dentro de todo lo que hice, no significaba que
iba a ser tan transparente para los demás como lo era para ella. De hecho,
ahora que estaba dentro, estaba más dispuesto a hacer lo que sea para
mantenerla allí, sin importar cuán feas o extremas pudieran llegar a ser esas
acciones. Como siempre, las consecuencias están condenadas, como yo.
pesadas gafas de marco negro, que me dejaron saber que no era el típico
cerebrito tecnológico.
—Stark —dije su nombre en saludo e incliné mi cabeza en la dirección
de Key para una presentación—. Esta es Keelyn. Está conmigo. —No sabía si
dije esto con el fin de hacer mi reclamo o con el fin de eludir cualquier
pregunta de por qué estaba aquí. De cualquier manera, estaba conmigo
de ahora en adelante.
—Entré en el negocio, así que estoy tan ansiosa como Nassir por ver si
encontraste algo que nos puede ayudar a poner fin a todas estas tonterías.
No podemos permitirnos cerrar por más tiempo.
—Bueno, creo que descubrimos cómo fueron traídas las ratas al club.
Este camión repartidor de licor se detiene y para descargar diez cajas en el
muelle trasero y luego se va sin conseguir ninguna firma o comprobar si
alguien viene para llevar la entrega dentro. El camión se detiene, descarga
y luego se va. Las cajas se están jodidamente moviendo. Quiero decir que
esa mierda está bailando como si estuviera viva. El conductor obviamente
es hombre, pero él tiene una gorra y un overol, así que es imposible conseguir
una visión clara de quién es. Stark ha estado trabajando en ello por más de
una hora.
»Una hora después, uno de los camareros sale a fumar, ve las cajas
apiladas, y consigue una plataforma móvil para transportarlas todas adentro
por la puerta trasera.
—Así que trajo las cajas llenas de ratas dentro, pero ¿las dejó salir a
todas? Quiero decir, si abrió la primera caja pensando que era alcohol y
encontró un montón de roedores asquerosos adentro, ¿por qué no alertaría
a alguien? ¿Por qué abriría todas las cajas y causaría tanto desastre?
Chuck gruñó.
—Sí. Ingresó todas las cajas y luego las abrió. Incluso las arrojó dentro
de los conductos HVAC5. Así es como entraron en las habitaciones privadas.
Así que revisé las cintas de las noches del resto de los incidentes y encontré
esto.
5
Conductos usados para calefacción, aire acondicionado o ventilación.
—Hijo de puta. —Pasé mis manos por mi cabello y comencé a caminar
de un lado a otro—. ¿Está arruinando mi negocio porque jodí su mano?
Me encogí de hombros.
una charla con él. —Ni siquiera quería expresar todas las razones por las que
alguien que conocí antes de encontrar mi camino a The Point querría
PÁGINA
Gruñí.
Stark cruzó los brazos sobre su pecho y bajó las cejas sobre sus oscuros
ojos grises.
PÁGINA
—No todos los chicos de computadoras son socialmente ineptos. Al
igual que no todas las strippers son fáciles.
—Esto no es sobre control o mantenerte fuera del negocio del club, Key.
Esto es acerca de mí el manejando lo que necesita ser manejado y
mantener tus manos limpias. Protegeré lo que es mío. Siempre lo hago.
—Yo también.
—Esta parte del negocio es cosa mía. Si las cosas se ponen feas y
alguien termina muerto o detrás de las rejas, no serás tú, nunca. No
negociaré eso contigo. —Incliné la cabeza en dirección de Stark—. Hazme
196
Puse mis manos en sus caderas y la acerqué para que nuestras pelvis
estuvieran alineadas. Estaba duro. Ella estaba débil y temblando de rabia.
Si no tuviera mierda que hacer, estaría subiendo su corta falda y dándole a
más cámaras un espectáculo aún más gráfico, y le dije eso.
197
Nunca me disculpé. Por ninguna de las cosas que había hecho, porque
para mí una disculpa era tan eficaz como dar una palmada en una bandita
sobre una herida de bala.
Dejó salir un sonido molesto y cruzó los brazos sobre su pecho. Sus ojos
grises se transformaron desde una niebla a una tormenta completa.
contar. Cuando me desnudo contigo o para ti, quiero que signifique más
que eso.
Maldije. Cuando dejó de pelear conmigo y me enseñó su parte más
vulnerable, me hizo ver lo real y verdaderamente horrible que podía ser
incluso con alguien con quien desesperadamente quería ser el mejor.
Extendí la mano y saqué el cabello que cubría la mitad de su rostro de modo
que estábamos mirándonos el uno al otro.
—No vas a lastimarla, ¿O sí? —Tragó cuando le dije que quería que me
permitiera entrar a casa de la mujer.
199
Subió a su auto y se alejó sin mirarme, así que crucé la calle y me dirigí
hacia la puerta principal. Puse la llave en la cerradura y la empujé
lentamente de modo que si estaba en casa no la alertaría del allanamiento
de morada para nada sutil. Una vez que tuve la puerta completamente
abierta, entré en la casa y escuché cualquier señal de vida. Todas las luces
estaban apagadas y no podía escuchar ningún televisor o cualquier otra
cosa que indicaría que había alguien en casa, pero me deslicé por el resto
de la estructura de dos dormitorios solo para asegurarme de que en verdad
estaba solo. Cuando en mi búsqueda de la dueña de la casa no encontré
nada, regresé a la sala de estar y me instalé para esperar a mi víctima.
Me pregunté si así era como se sentía mi casa para Key. No tenía ningún
200
No tenía corazón para hablar; al menos no lo había tenido hasta que ella
pidió quedarse allí. Ahora la sentía en cada pared, cada pieza de azulejo,
y la veía reflejada en mí en cada cristal. Había sido una bonita armazón
antes de que apareciera para llenarla de vida. No creo que alguien pudiera
discutir que me había llenado de vida también.
Si fuera del tipo que pone los ojos en blanco, lo haría. La sobrepasé,
deseando que se sintiera enjaulada y atrapada.
—Realmente me gustaba ese auto que destrozaste. Pero más que eso,
si no hubiera estado solo y hubieras lastimado a alguien que me importaba
con toda tu locura, no habría fin a lo lejos que iría para hacerte sufrir. Creo
que no entiendes con quién estás tratando, así que permite que te exponga
esto en términos que debas entender. —Incliné mi cabeza cerca de su oído
y dejé que mi voz descendiera y los indicios de mi lengua materna se
filtraran—. He asesinado a culpables e inocentes por igual y nunca me
detuve a pensar en la diferencia. Soy un hombre que ha hecho y hará lo
que sea necesario para permanecer en la parte superior, y eso me hace
más peligroso de lo que puedes imaginar. No gané mi puesto, lo tomé.
—Era exagerado, pero también era cierto—. No tomo a la ligera a las
personas que me amenazan a mí o a mi negocio, así que tienes dos
opciones. Puedes desaparecer o puedo hacerte desaparecer. Depende de
ti.
»Cualquiera de las opciones que elijas, tomaré todo ese dinero que has
estado robando de tu jefe en el banco, después de dejar que los tan útiles
chicos de azul, sepan de tus dedos pegajosos.
Le di un agudo asentimiento.
A veces olvidaba que él era de algún otro lugar. A veces olvidaba que
tenía toda una historia antes de The Point. Antes de mí. Pero entonces él diría
algo así o murmuraría cosas en un idioma diferente cuando estaba distraído
y yo recordaría que él era exactamente como los vehículos que él prefería.
Importado. Rápido. Todo un espectáculo y extravagante. Quería algo que
causara una impresión y no me molesté en decirle que podría estar en una
minivan y lograr eso. De hecho, tan pronto como salió del Honda tuvo un
enjambre de vendedores por todas partes, zumbando como abejas bien
vestidas.
irradiaba sexo y todas las cosas de las que las chicas buenas no hablaban
cuando alguien más estaba alrededor. También sabía que esto hacía que
la gente me subestimara constantemente.
—¿Qué te parece? —Su voz fue baja y la pregunta solo para mis oídos.
Me encogí de hombros.
Me reprimí por eso, pero tuve que moverme mientras me guiaba hacia
un Audi que parecía algo futurista. No era de extrañar que Ana estuviera
lista para todos los juegos de Christian. El auto era caliente y definitivamente
un baja bragas. Nassir debe haber visto en mi cara mi aversión al extraño
diseño de burbuja porque solo rio entre dientes y se movió hacia un
Mercedes que parecía algo que James Bond conduciría. Sacudió la cabeza
cuando le dije mis pensamientos y me dijo que Bond manejaba un Aston
Martin y mencionó que también podíamos mirarlos. Solo le puse mis ojos en
blanco y continué dejándole arrastrarme alrededor de la sala de exposición.
Todos los autos parecían iguales. Elegantes, sexys y muy caros. No podía
creer que no estuviera preocupado por el costo, pero a medida que
pasaba la hora me di cuenta de que estaba esperando que yo encontrara
algo que realmente me gustara. Tuve que jalarlo por las solapas de la
206
minivan y seguir siendo el hombre más peligrosamente sexy que jamás había
conocido.
Eso hizo que sus cejas oscuras se arrugaran sobre sus ojos color
caramelo y su boca se torciera en una mueca de disgusto.
—No estoy manejando una minivan, nunca, pero sí quiero algo que sea
tan robusto como el Bentley, ¿qué tal si probamos una Range Rover?
—Solo las llaves. No necesito que nos acompañes. —El tono de Nassir
no dejaba lugar a discusiones, pero el vendedor no entendió el
memorándum.
207
hablar con el tipo para conseguir un precio más bajo. Yo era una excelente
regateadora.
Las negras cejas de Nassir se alzaron y la comisura de su boca cayó en
una mueca que había hecho que muchos huyeran en la otra dirección.
—Si quieres que lo compre, entonces hazlo. —El tipo miró por encima
del hombro a sus compañeros y de repente todos estaban muy ocupados
con sus teléfonos celulares u otros clientes. Tragó saliva y volvió su atención
hacia nosotros.
Nassir suspiró.
—Gracias. Puedo hacer las cuentas. —No pude contener la risa que
tropezó en mis labios ante el seco sarcasmo en su voz acentuada.
El vendedor volvió y dijo que su gerente aceptó tomar los cuarenta mil
dólares como un depósito, siempre y cuando Nassir accediera a llenar un
documento que tuviera toda su información, como si el robo de autos fuera
realmente algo que Nassir quisiera añadir a su lista de actividades delictivas.
Ya tenía las manos llenas con extorsión, chantaje, prostitución, lavado de
dinero, juegos de azar y peleas ilegales, y cualquier otra cosa en la que
tuviera sus dedos de la que no estaba contándome.
clasificarse como aburrida, y esa era una cosa más que me hizo sentir más
segura de lo que se suponía que debía estar justo al lado de él mientras
PÁGINA
pudiera estarlo.
Se subió al asiento del conductor y se retiró del estacionamiento. El
interior de piel era muy agradable y también lo eran todos los dispositivos de
alta tecnología y perillas en el tablero. Froté los dedos sobre la piel y lo miré
por el rabillo del ojo.
—¿Qué?
—El interior es exactamente del mismo color que tus ojos. Ese gris
parece una nube de lluvia construyéndose en el cielo.
la puse entre mis piernas, donde arrastré nuestros nudillos hacia arriba en mi
tembloroso muslo hasta llegar al punto dulce. Lo oí gemir suavemente
cuando sus manos no encontraron nada más que carne cálida y dispuesta.
Ya estaba húmeda, y cuando lo sintió, desenredó nuestras manos y siguió
explorando por sí mismo. No tenía ni idea de cómo mantuvo la camioneta
recta en la carretera mientras usaba sus dedos para ampliar mis pliegues y
deslizarse dentro de mi apertura.
Sin decir una palabra, pateó para abrir la puerta de su lado del auto y
bajó al asfalto. Se quitó la chaqueta de su traje y la aventó en el asiento a
PÁGINA
mi lado. Con sus ojos calientes por mi culpa, subí el borde de mi falda y usé
mis propios dedos para continuar donde él lo había dejado. Me balanceé
ante el primer roce de mis propios dedos sobre la carne que él ya había
trabajado y sensibilizado con su áspera caricia. Me gruñó y enrolló las
mangas de su camisa de lino y siguió observándome mientras mis ojos se
hundían hasta la mitad y mi cabeza caía de golpe contra la ventana.
Ambos encajamos.
No iba a haber ninguna acrobacia loca o cualquier posición inventiva,
pero ambos definitivamente encajamos y sus manos eran ásperas e
impacientes mientras alcanzaba mi falda y empujaba el tejido hasta lo más
alto posible. Afortunadamente, el material era elástico; de lo contrario no
había manera de que hubiera sido capaz de estrujar sobre la curva de mi
culo donde sus manos aterrizaron. Levantó una ceja hacia mí y me dio una
sonrisa que cortó directo en mi corazón como una cuchilla afilada.
Maniobró sobre sus rodillas entre mis piernas, una de las cuales estaba
tendida a lo largo de los asientos y la otra estaba colocada sobre el borde,
mi pie apoyado en el suelo.
obtener más contacto, pero se retiró y luego avanzó de nuevo para golpear
mi clítoris con la cabeza de su erección. Envió placer pasando por todas las
terminaciones nerviosas que tenía e hizo difícil pensar lo suficiente como
para responder a su pregunta. Observó mi rostro y debió haber visto lo
mucho que me gustaba lo que estaba haciendo porque continuó mecién-
dose contra mí y burlándose sin entrar.
Sus caderas se aceleraron y tiré de mis manos. Tan bien como se sentía,
necesitaba más. Los dos estábamos vestidos casi siempre con nuestras
partes más íntimas y privadas conectando. Se sentía increíblemente bien,
pero necesitaba más de lo que podía darme y pude ver que lo sabía.
Me dijo algo en ese otro idioma que deslizó y luego se retiró lo suficiente
para poder alinearse con la codiciosa apertura de mi cuerpo. Sus ojos se
encendieron como un fusible e inclinó la cabeza hacia abajo de modo que
su boca aterrizó en la mía.
Traté de usar mis caderas para hacer que se metiera en mí, ya que mis
manos todavía estaban encerradas en las suyas, pero se alejó y continuó
cerniéndose justo fuera de donde yo más lo necesitaba. Le fruncí el ceño y
quité mi pierna que estaba colgando sobre el borde del asiento para
envolverla alrededor de su cintura. Me dio suficiente fuerza para empujar la
punta de su hinchada polla dentro de mi expectante canal, pero él era
demasiado fuerte para nada más que eso.
Hundí los dientes en su labio inferior con la suficiente fuerza como para
tirar su cabeza hacia atrás. Lo fulminé con la mirada.
214
Tiré de mis manos hasta que él las soltó para que pudiera entrelazar mis
dedos en su largo y sedoso cabello.
Empezó a moverse con golpes largos y profundos que sacaba casi todo
el camino fuera de mi cuerpo y luego lo golpeaba dentro de nuevo. Hizo
que mi cabeza rebotara contra la puerta del auto, pero no me importaba.
suficiente, y Nassir, al estar tan a tono con todo acerca de mí, lo sabía.
Sacó una de mis manos de su cabello y enredó nuestros dedos juntos
como lo habían estado cuando comencé todo hace unos momentos. Frotó
el dorso de sus nudillos a través del hueso de mi pecho y hacia el centro de
mi cuerpo en donde estábamos unidos. Frotó círculos en mi vientre con el
dorso de mi mano y luego arrastró nuestros dedos al lugar donde su carne
mucho más oscura estaba resbaladiza con humedad, brillante de deseo y
moviéndose rítmicamente dentro y fuera de mi cuerpo.
Dijo algo que no entendí en mi pecho y luego me besó justo entre los
pechos mientras se ponía de rodillas. Cuando salió de mí, ambos gemimos
en decepción ante la falta de conexión.
219
PÁGINA
7Quid pro quo: “Una cosa por otra” y hace referencia a una equivocación que consiste
en tomar una cosa por otra o a una persona por otra.
M
iré al niño que Stark metió en el asiento frente a mi escritorio
con los ojos entrecerrados. No podía decir si el cuerpo era
masculino o femenino con la suciedad recubriendo su rostro
y la ropa desgastada que colgaba en capas sueltas en un cuerpo delgado
y delicado. Los ojos de medianoche me miraban fijamente, ardiendo con
irritación en un rostro que probablemente era demasiado refinado y suave
para pertenecer a un hombre. Aunque había rasgos de la ascendencia
asiática en las facciones, era tan imposible decir con certeza la etnicidad
del niño como lo era decir el género de él/ella.
de Stark.
—Ayudaste a un joven a fingir ser alguien que no es para que pudiera
entrar en mi club. No me importa quién seas o qué leyes rompiste
ayudándolo. Solo quiero un nombre real y un lugar donde pueda
encontrarlo. El señor Finch y yo tenemos una larga conversación retrasada.
Las cosas en el club habían estado corriendo como un reloj desde que
el saboteador había sido revelado. No hubo más incidentes. No más
sabotaje, e incluso los patrones habían estado con un mejor comporta-
miento. La cereza en mi pastel profesional fue cuando compré mi auto
nuevo con el dinero que había tomado de la mujer que trató de matarme.
Había dejado silenciosamente la ciudad, por una vez, tomando la decisión
correcta. También tenía a todos los chicos de Chuck y el resto de mi
seguridad en mis otros lugares en alerta máxima, en caso de que el impostor
fuera estúpido o lo suficientemente valiente como para mostrar su rostro
ahora que tenía que saber que sabíamos quién estaba detrás de la
destrucción.
El sucio niño de la calla cruzó los brazos flacos sobre su delgado pecho
y solo me miró fijamente. El hecho de que esos ojos no vacilaron o incluso se
movieron nerviosamente, tenía un poco de admiración goteando en mi
impaciencia por acabar con esto para poder encontrar al impostor.
Stark maldijo y fulminó al niño, que parecía ajeno a toda la furia siendo
dirigida hacia él.
—Tampoco pude conseguir que hablara conmigo. Pensé que tal vez
tendrías más suerte. Destruyo cosas con códigos, no con armas o mis manos.
—¿No?
La voz era clara y decididamente femenina, así que decidí que el niño
tenía que ser una mujer joven. Eso hizo aún más impresionante el hecho de
que Stark estuviera llevando heridas de batalla.
cabeza para mirarlo, el gorro de lana cubriendo su cabeza cayó y los ríos
de largo cabello negro cayeron alrededor de su sucio rostro. Vi un destello
PÁGINA
—Es fácil desaparecer en las calles. —Su tono era frío, pero pude ver
una aguda inteligencia brillando en su oscura mirada.
—Mira, he estado viviendo en las calles y corriendo desde que era una
niña. Conozco las reglas en un lugar como este y la primera es mirar por ti
mismo en primer lugar. Cuando escuché que Nassir Gates estaba buscando
a quienquiera que ayudara a alguien a entrar en su nuevo club, supe que
suficiente dinero y suficientes grandes amenazas iban a pasar alrededor,
que mi nombre iba a surgir. Solo pensé que tendría algo de diversión en mi
camino aquí.
Stark gruñó.
Ella inclinó su cabeza hacia atrás y sonrió y pude ver que era
223
—Tenías grandes cosas. No hay nada como un tipo que conoce sus
procesadores.
—Si ibas a venir a ver a Nassir de todos modos, ¿por qué me asaltaste?
¿Por qué me golpeaste en el rostro y me golpeaste con una lámpara?
—Ahora Stark sonaba como un niño petulante.
Levantó los hombros y los dejó caer. Traté de no hacer una mueca ante
la nube de polvo que su movimiento soltó.
—Tú irrumpiste mi casa y secuestraste todas mis cosas. Por supuesto que
te agarré. —Sonaba tan exasperado que toda la cosa hubiera sido divertida
si tuviera más tiempo y cualquier tipo de paciencia en absoluto—. Ya no me
necesitas, ¿verdad, Gates? Necesito salir de aquí.
Solo quiero que me dejes en paz y que olvides cómo luzco y cualquier parte
que jugué con Tyler metiéndose con tu club.
PÁGINA
Estaba hablando tan rápido que era casi difícil mantenerse al día con
ella, pero noté que se había referido a mi intruso como un niño, haciéndome
preguntarme cuántos años tenía ella. Parecía que no podía tener más de
dieciséis o diecisiete años.
—Tu amigo dijo que tenía una mala vida en casa. ¿Menciona dónde
vivía la familia del niño?
»Por lo que vale, parecía un niño bastante agradable. Solo vino como
si realmente quisiera encontrar un trabajo para ayudar a su familia a salir de
PÁGINA
La pequeña indirecta estaba allí, pero la dejé ir. El niño se había metido
conmigo usando tácticas del patio de la escuela cuando yo estaba
acostumbrado a la guerra absoluta. Estábamos luchando diferentes tipos
de batallas, pero si había aprendido algo del desierto y de mi vida allí, era
que la persona más modesta podía ser la mayor amenaza. Los asesinos no
eran sellados con una gran letra A en el centro de sus frentes. Más a menudo
que no, venían con sonrisas encantadoras y un amistoso apretón de manos
justo antes de poner una bala entre tus ojos o una bomba debajo del asiento
delantero de tu auto. No iba a subestimar al niño no importa cuán inofensivo
o tonto pareciera.
La vida era dura en la calle. Era aún más difícil cuando eres una mujer.
Si yo salía, sacudía suficientes jaulas y dejaba caer su nombre cuando lo
hiciera, ambos sabíamos que sería una verdadera sentencia de muerte para
ella a menos que tomara el dinero que iba a ganar con las cosas que le
había sacado de Stark y huyera. La comprensión de lo que le estaba
227
—Su nombre es Squirrel8. Y eso es en serio todo lo que conozco sobre él.
PÁGINA
—Los niños reciben sus nombres en la calle por una razón. Busca a un
niño que parece que podría estar traficando comida en sus mejillas.
También tiene un tatuaje en la parte posterior de su cuello de algo que
parece que podría ser un tamia o una ardilla. No va a querer hablar contigo.
Esos niños se van a esparcir cuando te vean venir.
—¿Qué? —No podía formar más palabras que eso mientras veía a uno
de los policías acercarse a Chuck, quien todavía tenía su teléfono en la
oreja. El policía se detuvo frente a mi jefe de seguridad y le oí preguntarle
dónde estaba yo. En el video vi a Chuck vacilar por un segundo, pero como
reconocí la voz profunda cuando el policía habló, le dije a Chuck que
siguiera adelante y lo llevara a mi oficina mientras sus cohortes seguían
empujando sus narices y armas en cada rincón de mi club.
—¿Por qué tienes una redada en mi club, policía? —Puse mis manos en
el borde del escritorio para evitar golpearlo en el rostro.
Titus entrecerró sus ojos y su odio jurado hacia mí y lo que hacía para
mantener viva esta ciudad resplandeció en su mirada como la llama azul
de un soplete.
Si pensaba que iba a darle las gracias mientras mi club estaba siendo
destrozado, tenía otra cosa por venir. Le levanté las cejas y le di una sonrisa
especulativa.
»Aquí no hay drogas. No tengo mis manos en esas cosas. Los chicos que
las mueven y venden responden a gente en otros países, y no me gusta la
falta de control que da a una operación. También dejo que Keelyn y Race
230
Las propias cejas oscuras de Titus se elevaron hasta casi tocar la banda
de la gorra negra que cubría su frente.
—¿Por qué?
Una vez que las puertas se abrieron a mi prisión de concreto, vi que los
ojos de Titus se abrían y su irritación crecía. Me disparó una mirada dura
mientras caminábamos del ascensor al pasillo estéril.
—Tú y tus chicos me han costado otro valioso día de trabajo, policía.
que de alguna manera te las arreglaste para conseguir rebasando las leyes
de anti solicitación probablemente se deban a una buena y exquisita
PÁGINA
fregada.
Su broma hizo reír a Chuck, pero una vez que llegamos al piso principal
y sacudimos a todo el mundo afuera, la risa murió en su garganta. Mientras
el agua continuaba a chorro, la vista de la mitad de la fuerza policial y todo
mi personal temblando de frío cerró cualquier humor que encontró en la
situación.
Pensé que el gran detective iba a lanzarse hacia mí, pero Chuck se
interpuso entre nosotros y puso una mano en el pecho cubierto de Kevlar
del hombre.
—Uno de estos días me darás una razón que no pueda ignorar para
encerrarte, Gates.
nunca tuve ninguna intención de pasar tiempo en las rejas. Toda mi vida
antes de The Point había sido una larga y horrible sentencia en prisión, así
PÁGINA
Le sonreí de nuevo.
235
PÁGINA
9
Juego de palabras con Squirrel el nombre del chico que va a buscar, que en español
Squirrel es Ardilla.
R
ealmente estaba empezando a odiar las palabras "tengo que
hacerme cargo de algo". Cada vez que Nassir me decía eso,
significaba que él estaba fuera de contacto y hasta el cuello de
problemas. Eso estaba probando todo mi autocontrol para no
bombardearlo con preguntas sobre lo que estaba en su agenda para la
noche, ya que cambió su atuendo a muy-bien-vestido-Nassir de jeans
negros, un suéter de punto negro y botas negras de aspecto pesado. No
había un logo o una etiqueta que ver, y cuando retorció su largo cabello
hacia arriba en un perfectamente enroscado man-bun en la parte posterior
de su cabeza, supe que pasaba algo. Nunca hacía nada con su cabello, y
una vez que estuvo atado y fuera del camino, todo lo que quería hacer era
jalarlo hacia abajo y estropearlo. Me besó de salida y me dijo que no
esperara, lo cual me hizo querer patearlo. Creí que me mantendría
informada si era algo que necesitaba saber, algo que me afectara o al club,
pero viéndolo salir a hacer sabía Dios qué o sabía Dios con quién, era difícil
cuando estábamos tan recién asentados en compartir esta vida juntos.
era la razón por la que lo había retenido durante tanto tiempo en primer
lugar. La ansiedad de lo que yo iba a hacer si algo realmente le pasaba
PÁGINA
mientras él hacía lo que hacía, hizo que mi piel se sintiera como si fuera de
un tamaño demasiado pequeño para mi cuerpo entero y yo parecía no
poder quedarme quieta.
Apestaba que el club estuviera inundado porque eso me dejó sin nada
que hacer y demasiado tiempo en mis manos. Comencé a preguntarme por
las chicas que se habían mudado del club de striptease al nuevo club. Me
preguntaba si, si alguien les hubiera ofrecido una salida, una manera de salir,
la habrían tomado. A tan pocas personas en esta ciudad, especialmente a
las mujeres, siquiera se les ofrecía la oportunidad de experimentar la vida
más allá de las duras calles y la desmoronada economía que mantenía a
The Point como era, y aunque Nassir tenía su propio tipo de ruta de escape
en el lugar para las mujeres que protegía, no les estaba ofreciendo nada
fuera de los límites de la ciudad. Incluso después de haber limpiado Spanky's
y convertirlo en el Empire, aun así eran un poco más que cambios cosmé-
ticos. Debería haber una salida para aquellas que la quisieran y empecé a
preguntarme si la forma en que podía ayudar a mi comunidad era liberar a
aquellas mujeres que nunca habían tenido la oportunidad de sobrevivir.
—Trabajando.
Sentí que mis cejas se alzaron ante su tono ronco, pero incliné la cabeza
hacia un lado y le pregunté:
Terminé de caminar por las escaleras hasta que estuve justo encima de
ella y pude ver la furia que mis palabras habían encendido dentro de ella.
Estaba temblando solo un poquito, y sus mejillas eran de un rojo brillante.
Levanté una ceja y le di una sonrisa real, aunque era aguda y tenía
muchos dientes en ella.
Sabía que eso iba a molestarla. Yo era la única a quien Nassir había
dejado entrar. Yo era a la que había estado esperando mientras él llevaba
a Bayla a la cama y luego la desechaba a ella y a todas los demás tan
239
pronto como estuve lista para él. No sabía su historia, pero me había dado
suficientes pistas para decirme que era tan fea como la de Nassir, así que
PÁGINA
»No sé de dónde eres ni dónde has estado, pero yo soy de The Point, y
te aseguro que eso significa que sé cómo pelear por lo que quiero. No soy
nada fácil, cariño. No dejes que los tacones altos y las faldas cortas te
engañen.
Ella jaló liberando su mano y dio un tambaleante paso atrás de mí. Creo
que el hecho de que estuviera listo para ir cara a cara con ella por el
hombre que ambas queríamos la sorprendió.
—Él se merece más. —Para ella era así de simple. A pesar de que Nassir
no era necesariamente un buen hombre, a pesar de que él había matado,
había causado destrucción y caos desde el momento en que llegó al
mundo, se merecía más porque la había salvado y le ofreció una
oportunidad de una vida mejor. Para ella, yo no era suficiente y nunca lo
sería.
—De todas formas no deberías estar aquí. Es mucho más allá de las
240
—Me llamó y me dijo que viniera a recoger uno de sus trajes. Dijo que
algo pasó en el club y que tiene que ir a la tintorería.
Fui un idiota. Sabía mejor que nada que no debía darle la espalda a un
enemigo y esta joven era posiblemente el enemigo más dedicado que
jamás había tenido en mi vida. Sabía que ella me odiaba, odiaba que
hubiera usurpado su lugar y su papel en esta palaciega casa de montaña.
241
Lo que no sabía era que ella debía tener un deseo de muerte muy
predominante porque cuando sentí sus manos en mi espalda, retorciéndose
PÁGINA
Lo reclamé.
Lo entendí.
Lo gané.
Lo amaba.
Esa fue una amenaza que finalmente llegó a través de ella. La idea de
que él fuera quien la enviara lejos, de que la echara a un lado por lo que
había ocurrido esta noche, fue lo que la hizo huir en la noche. Cuando Nassir
llegara a casa iba a tener que preguntarle cuál era la historia de la chica
porque debió haber sido bastante mala para que eso fuera lo que
finalmente llegó a través de ella. Sin decir otra palabra, giró sobre sus talones
y se marchó sin molestarse en cerrar la puerta principal detrás de ella.
—¿Qué pasó?
Me froté la frente.
—¿Qué estás haciendo aquí, Reeve? ¿Titus sabe dónde estás? Si viene
a buscarte y Nassir llega a casa y encuentra al policía aquí, no va a ser
bonito para ninguno de nosotros después de lo que pasó en el club hoy.
—Yo no quería tratar de explicar lo que había sucedido con la ama de
llaves. Iba a ser bastante complicado decirle a Nassir que la chica tenía que
irse sin que él recurriera a medidas drásticas para deshacerse de ella.
—Es por eso que estoy aquí. Yo estaba tan enojada con Titus cuando
me habló de la redada en el club. Nos metimos en una pelea enorme y
245
ambos dijimos algunas cosas bastante desagradables. Tuve que irme antes
de que empeorara. Le dije que iba a venir a verte, pero eso no significa que
PÁGINA
—Tal vez solo quería evitar que tuvieras que tomar esa decisión. Quiero
decir que sabe que amas tu trabajo y que no dice mucho sobre el hecho
de que recibes tu sueldo de un señor del crimen. Tal vez no quería verte
atrapada entre él y Nassir. —A Nassir le gustaba tener a Reeve a cargo del
club, pero él no hacía nada sin esperar algo a cambio. Se habría sentido
molesto al saber que ella sabía de Titus y la redada de la policía sin darle un
tipo de advertencia. No estaba segura de que lo llevara tan lejos como para
despedirla o quitarle el club de striptease, pero lo conocía lo suficiente-
mente bien como para no poner nada más allá de él.
246
—¿Cómo manejas saber que tu hombre está en la calle todos los días
con un número incontable de personas tratando de hacerle daño o peor?
Cada vez que sale de la casa, ¿cómo no te aferras a él y tratas de hacer
que se quede? Especialmente ahora con un bebé en camino. ¿No te
preocupas constantemente por lo que vas a hacer si le sucede algo?
—Todavía estaba tan preocupado por dejar a Nassir tener todo lo que yo
era, y luego quedarme sola cuando él se fuera.
una suave sonrisa se inclinó por los bordes de su boca—. Deberían venir con
claras etiquetas de advertencia. No es que importaría porque nuestros
PÁGINA
—Es bueno tener miedo. Te mantiene con cuidado, y con un tipo como
Nassir, tener cuidado es la única manera de ser. Nunca se hace más fácil
porque este lugar que todos llamamos hogar nunca se hace más fácil.
—¿Por qué no? No había nadie alrededor para ofrecernos una salida
cuando podríamos haber usado una. ¿Por qué no puedo ser la persona que
tiene la puerta abierta a una vida mejor?
—No hay nadie en quienes ese tipo de chicas podrían confiar más que
en ti. Si crees que puedes hacer una diferencia, si crees que esto es tu algo
PÁGINA
más, entonces yo digo que lo hagas. Puedes ser como un hada madrina,
solo que en lugar de una varita, vienes equipada con tacones de mil
dólares.
—No sé si sea así, pero solía pensar que quizás solo un mejor club para
las bailarinas era suficiente, o una manera diferente para que puedan ganar
dinero. Ahora estoy pensando más y más lejos de mi propia puerta trasera.
Me habría encantado hacer que Denver funcionara pero nunca se sintió
como un hogar. Esa oportunidad debería ser dada a alguien que lo
agradecería.
—Puedo preguntar por ahí y ver lo que piensan las chicas del club.
Algunas nunca se irán, pero apuesto a que hay algunas que saltarían ante
la oportunidad de vivir una vida diferente. Me voy antes de que Titus pierda
su paciencia y tome por asalto el castillo. Gracias por hacerme ver que sus
acciones descabelladas eran realmente bastante dulces. Los chicos
pueden ser tan estúpidos a veces.
—No hay problema. Gracias por hacerme ver que el amor tiene que
ser más poderoso que el miedo. Es algo que tendré que tratar de hacer que
funcione.
—Se necesita una mujer valiente para amar a la clase de hombres que
amamos, Key, pero ellos tienen que ser tan valientes como para amarnos
de vuelta. Estamos en las mismas calles que ellos. Estamos peleando la
misma pelea. Es igual de peligroso para ellos perder a una de nosotros
debido a esta vida. Es por eso que trabajan tan duro para hacerlo mejor
como ellos lo hacen. Recuerda eso.
Veo al niño que he estado buscando. Volveré pronto. Estate lista para mí.
Estaba consiguiendo duras miradas por el rabillo del ojo y escuché las
palabras “policía” y “narco” susurradas en voz alta por más de un niño
despistado. No sabía cómo cualquiera, incluso los jóvenes e inocentes,
podían alguna vez confundirme con uno de los tipos buenos, pero siempre
y cuando se salieran de mi camino y me dejaran llegar a mi objetivo, no me
molestaría en corregirlos.
Luché con el impulso de cruzarle el rostro con una bofetada por su total
estupidez y en lugar de ello puse una mano en el centro de su pecho y lo
empujé hacia atrás. Estaba tan vuelto un desastre que perdió el equilibrio y
se volcó sobre su espalda en el sucio suelo del bar.
Una vez que tuve su muñeca agarrada con fuerza en mi mano, tiré de
ella hacia el frente de su cuerpo, dándole vuelta, así que su espalda estaba
hacia mi frente y mi mano se envolvía completa y firmemente alrededor de
su garganta. Moví al niño hacia las puertas que conducían al callejón trasero
a un lado del bar. Lo escuché resollar y vi el borde de sus muy hinchadas
mejillas ya comenzando a volverse rojo brillante por la falta de oxígeno.
—Si luchas solo haces peores las cosas. Solo quiero hablar contigo.
—Tenía mis dedos lo suficientemente apretados como para sentir el aire
atrapado en sus pulmones. Unos dedos se clavaban en mis manos, pero
simplemente me mantuve moviendo al niño a través de las puertas, y una
vez que estuvimos fuera, lo acorralé contra la pared de ladrillos y lo sostuve
ahí. Entrecerré mis ojos y le dije—: Escucha, Squirrel, tengo preguntas y tienes
las respuestas. Dime lo que quiero saber y desaparezco y puedes regresar
para aspirar y actuar como un idiota. ¿Suena como un plan?
Impaciente, espeté:
dedos sucios para acariciar el círculo de marcas rojas que le había dejado
alrededor de su cuello.
PÁGINA
—Tyler French.
Eso fue decepcionante. Pensaba que una vez que tuviera un nombre, una
línea clara entre quién era el niño y cualquier razón que yo le hubiera dado
PÁGINA
El niño se movió otra vez y sus ojos miraron lejos de mí y luego de nuevo
hacia mí.
—¿Qué más?
—¿Lo ayudaste?
El niño negó con la cabeza y parecía que tal vez iba a llorar.
—No lo sé, hombre. Andamos por las calles. Saltamos trenes. Dormimos
en viviendas ocupadas ilegalmente y bajo puentes. No es como que
tenemos direcciones.
Gruñí.
Estaba vivo con bichos y roedores. El olor era tan penetrante que
prácticamente podía verlo colgando en el aire frente a mí. Olía como a
257
que volteara.
Escuché la voz gritando el nombre “Tyler” y entonces una letanía de
maldiciones mientras elegía cuidadosamente mi camino a través del
laberinto de basura y porquería. La voz estaba articulada con dificultad y
sonaba cruel, así que no podía culpar al niño por querer salir de este agujero
infernal. Solo no sabía cómo todo esto venía a tener algo que ver conmigo.
Encontré la mirada furiosa del hombre con otra igual. Este era un
momento en el que las consecuencias de mis acciones estaban mirándome
directamente a la cara y tenía que rendir cuentas de las cosas que había
hecho. Fui el que puso toda esta miseria en movimiento hace todos esos
años al dejar que al monstruo que estaba entrenado para ser se le soltara la
correa. Al mostrar mi verdadero rostro había alejado a Key y había enviado
al hijo de este hombre a un camino de venganza que no podía culparle por
escoger.
—Tienen que ser quemadas. Incluso en The Point hay algunos lugares
que son peores que otros. Juro que esta noche los vi todos. ¿Qué quieres
decir con que te estás mudando? ¿No estabas aquí ya?
—Quiero decir que me mudé. Mis cosas ahora están con las tuyas y no
puedes echarme cuando peleemos… lo cual haremos.
—Me llevó mucho tiempo traerte hasta aquí. Nunca podría echarte.
—Dejé salir un “uff” cuando ella se estrelló contra mi parte frontal y tuve que
poner mis manos en su cintura para evitar caernos hacia atrás, en la ducha
abierta—. Y me dijiste que no es pelear… es juego previo.
Gruñí un poco cuando me empujó hacia atrás, bajo el rocío del agua,
por lo que toda la espuma enjuagada bajaba por mi piel y hacia la baldosa
debajo de nuestros pies. Sus ojos grises estaban luminosos mientras
levantaba su mirada hacia mí y era una bruma de la que no quería escapar
nunca.
265
mi propia miseria?
—No. —Se inclinó hacia adelante y presionó sus labios en el centro de
mi pecho, donde mi corazón hacía su mejor esfuerzo para devolverle el
beso—. Tú, viendo a alguien como una persona, como un ser humano que
es producto de su ambiente. Tú, siendo capaz de reconocer sus motivos y la
validez de ellos. Eso es nuevo.
—Las cosas suaves pueden ser más difíciles de romper que las rígidas.
Tienen más para dar y se recuperan más rápido.
Tarareé en acuerdo.
—Claro que lo hice. —Era pura perversidad ese brillo que salía de sus
ojos mientras se dejaba caer sobre sus rodillas frente a mí y se inclinaba hacia
adelante para presionar el más suave, más dulce beso en la parte inferior
de mi polla, donde salía hacia mi estómago. Gruñí y se movió para presionar
besos ligeros como mariposas a todo lo largo de un lado y entonces bajar
por el otro antes de meter la longitud entera dentro del calor envolvente de
266
su boca. Eso me hizo poner los ojos en blanco y estaba bastante seguro de
que era el mejor beso que alguna vez había recibido en mi vida.
PÁGINA
Ya tenía mi mano en la parte posterior de su cabeza, así que le dejé
establecer un ritmo que funcionara para ella y me recosté, de modo que mi
espalda estaba contra la pared de la ducha. Estaba caliente, resbaladiza y
tan malditamente sexy que sentía temblar mis piernas. Enroscó una mano
alrededor de mi cadera para hacer palanca mientras se balanceaba de
arriba hacia abajo, yendo más profundo y tomando dentro más de mí con
cada pasada. Eso hacía a mis abdominales ponerse tensos y a mis pelotas
apretarse. Hacía que mi columna vertebral se bloqueara y mi piel se erizara.
Giró su lengua alrededor de la rolliza cabeza y creo que incluso hubo un
suave raspar de dientes involucrado en un momento. Todo lo que sabía era
que se sentía como ser adorado. Como ser honrado. Como si ella quería
estar exactamente donde estaba, y cuando su mano libre se puso creativa
y desapareció entre mis piernas, de modo que podía acariciar y trazar mi
sensible saco, estaba bastante seguro de que era la primera vez que este
diablo particular veía el cielo.
No duré mucho después de eso. Gruñí su nombre y eso hizo eco en las
paredes de baldosas mientras me vaciaba en el fondo de su garganta.
Cuando me recosté rendido contra la pared, sintiéndome agotado,
inestable y determinado a ser merecedor de todas las cosas que esta mujer
me diera, la levanté sobre sus pies y sujeté su trasero mientras me besaba
debajo de la barbilla con una sonrisa descarada en su lindo rostro.
Eso me hizo ladrar una risa mientras envolvía un brazo alrededor de ella
y la levantaba fuera de sus pies. Solo me tomaría un minuto para recargar,
así que podía devolverle el beso.
demás a mi alrededor.
PÁGINA
270
PÁGINA
—N
o olvides que tengo que dejar todo eso en la
lavandería en algún momento de esta tarde.
necesitaba una salida para no sentir que su única opción era tirar de la cola
del diablo. Quería hacer ese tipo de diferencia y sabía que Nassir me
PÁGINA
Realmente lo hacía.
Él era tan espinoso sobre cosas así. En realidad era un poco lindo…
bueno, tan lindo como un hombre que era todo sobre el sexo y peligro
personificado podría ser.
—Sé por qué quieres herirme, entiendo por qué piensas que me quieres
muerto, y no puedo decir que te culpe.
—No tienes ni idea de por lo que nos ha hecho pasar. —El niño sonaba
como si fuera a llorar.
El niño gruñó algo bajo y furioso cuando Nassir alzó las manos y las
apartó de su pecho. El niño se movió lentamente para salir de la camioneta,
276
la pistola a solo unos centímetros del centro del pecho de Nassir. Casi
tocándolo. El niño se pasó la mano libre sobre la boca y sus ojos comenzaron
PÁGINA
Nassir me dedicó una mirada dura por encima del hombro y se volvió
para concentrar toda su atención en el adolescente armado.
—Hasta que puse mis manos sobre el viejo y estuviste atrapado en una
casa con él. —Nassir sonaba resignado y arrepentido. Sus palabras eran
pesadas y su postura era arrepentida. Realmente sentía lo que le había
sucedido al niño por sus acciones, incluso si habían sido hechas para
salvarme.
propias armas.
—Entiendo por qué te sientes de esa manera, realmente lo hago, pero
si me matas, si jalas el gatillo, estás haciendo una elección que no puedes
deshacer. Estás haciendo exactamente lo que tu viejo te preparó para
hacer. Estás actuando como nada más que el monstruo que empecé a
construir hace tantos años.
—¿Cómo se supone que sea otra cosa que esto? —La voz del niño se
elevó y oí pánico y algo salvaje en él—. No terminé la preparatoria. No tengo
278
Salí del lado del conductor en el auto y caí de rodillas justo al lado de
Nassir. No podía decir dónde había penetrado la bala porque había tanta
sangre en su pecho. La blanca tela de su camisa se estaba volviendo
completamente carmesí y no se movía en absoluto. Empujé los costados de
su chaqueta de traje fuera del camino mientras buscaba un lugar para
poner presión. Lo estaba viendo morir justo delante de mí. De repente, todos
esos años de luchar por ser independiente, de luchar por hacerlo por mi
cuenta, se sintieron perdidos y estúpidos. Estaba más de mil con él de lo que
nunca lo había estado y ahora me sentía como si estuviera perdiendo una
de las mejores partes de mí.
—Ya llamé a la policía. Tienen a los médicos con ellos, jefe, así que te
quedas ahí.
—No puedo ver dónde está herido, ¿Y tú? —Sentí que necesitaba
ejercer presión sobre la herida, detener el flujo de sangre que salía del
279
hombre que amaba, pero era inútil y todo lo que podía hacer era agarrar
su mano sin vida y aferrarme a ella. Sus dedos ni siquiera se contraían
PÁGINA
Gimió bajo y profundo, pero significaba que todavía estaba vivo, así
que lo tomaría. A la distancia, finalmente se podrían escuchar los sonidos de
las sirenas. No era como si asistir a dos víctimas de un tiroteo fuera algo nuevo
o digno de una prisa extra en The Point.
—Ella solo vio a dos personas recibir un tiro a ni siquiera tres metros por
delante de ella y uno de ellos es su hombre. ¿Puedes darle un descanso?
pequeño banco duro para poder mantener los ojos pegados a lo que le
estaba sucediendo a mi ahora moribundo diablo. Nassir debía de estar en
muy mal estado porque aunque había dos médicos y eran mucho más
grandes que yo, ninguno quería perder el tiempo discutiendo conmigo. En
vez de eso, cerraron las puertas y comenzaron a trabajar frenéticamente en
él.
Le habían roto la camisa y podía ver que Chuck tenía razón. El niño
había logrado sacar más de un disparo. Había un agujero perfectamente
redondo en lo alto de su hombro, casi en el mismo punto en donde yo había
tomado una bala, pero también había uno más abajo y más hacia el centro
de su pecho. Desde donde yo estaba sentada, parecía que era
exactamente donde estaría su corazón.
Comencé a cantar "no, no, no, no" una y otra vez mientras los dos
hombres corrían y murmuraban cosas entre sí que no sonaban alentadoras.
—Él estaba muerto en la escena. —Su mirada saltó hacia mí—. Parece
que tuvo mucha suerte de salir ilesa de allí.
Oh, no estaba muy ilesa. La única persona en el mundo que sabía que
amaría toda mi vida y a la que me entregaría completamente, estaba
luchando por seguir con vida y podía verlo perder la batalla con cada
minuto que pasaba. Era muy inquietante que Nassir pudiera sobrevivir a la
guerra, sus propios comienzos deformados a manos de un fanático, las
282
imagen.
Dejé caer mi cabeza en mis manos y tiré el frente de mi cabello tan
fuerte que me dolió.
—Voy a apreciar cualquier momento que tenga con él, incluso si ese
tiempo se está acabando justo delante de mí.
Despotriqué.
Me enfurecí.
—Me estoy riendo porque tuve casi la misma conversación con Nassir
cuando te dispararon.
Eso hizo que mi corazón cayera y las palabras de Reeve acerca de que
nuestros hombres estuvieran tan asustados de que algo malo nos fuera a
pasar, flotaron como humo a través de mis tumultuosos pensamientos.
—¿Por qué tomaría ese riesgo, Chuck? ¿Por qué se sacrificaría así?
—Lo hizo porque todo el amor que le mostraste le probó que podía
284
Tragué saliva y sentí una oleada de lágrimas. Amaba que Nassir fuera
PÁGINA
un chico de verdad, pero odiaba que eso significara que él era tan
vulnerable y frágil como el resto de nosotros, y no pude evitar tener el fugaz
pensamiento de que los robots y marionetas no sangraban.
Nassir tenía que reponerse. The Point no había visto el tipo de infierno
en la tierra que seguiría si no lo hacía.
285
PÁGINA
H
abía estado en el resbaladizo borde de la muerte más de una
vez en mis veintisiete años de vida. Me habían disparado,
apuñalado, explotado, muerto de hambre, golpeado e incluso
tenía mis propias manos en la mezcla cediendo en la debilidad y la
sobredosis solo para dejar de ver los cuerpos caer y la sangre fluir. Todas las
veces que llamé a la puerta de la muerte, la recepción fue exactamente la
que uno podría haber esperado. Vi los campos de las almas perdidas que
había cultivado. Vi a mi madre, e incluso en su estado incorpóreo, sentía la
decepción que todavía la rodeaba porque no había cumplido con todo mi
potencial como asesino y vengador. Finalmente tuve un cara a cara con mi
padre, y en mi estado de limbo me condenó por no ser un hombre de fe o
convicción. Antes, cuando había estado entre la vida y la muerte, cada
acción y sus consecuencias subsiguientes se desarrollaban ante mí,
burlándose de mí con el conocimiento de cómo todas las cosas que ponía
en movimiento llegarían eventualmente a un círculo completo. La violencia
y la venganza no ocurrían en un vacío, y como todo dentro de mí peleaba
por luchar por la vida, la pérdida que estaba sintiendo se mezclaba con el
dolor que era un recordatorio constante de que no había escapatoria de
toda una vida de fechorías.
Toqué a la puerta, probablemente más duro que nunca antes, pero por
alguna razón la muerte no respondía. Nadie respondía. Así que solo estaba
PÁGINA
Incluso cuando ella no era mía, aun así había amor. Era espinoso y a
veces incómodo. Era demasiado grande para caber en cualquier lugar. Era
complejo y a menudo escondido detrás de cosas que eran más fáciles de
identificar, como la lujuria, la ira y la frustración, pero a pesar de todo eso,
pude ver ahora que era amor y lo extrañaba a muerte mientras estaba
perdido aquí en esta nada.
Esto...
Esta nada.
Este vacío.
Este agujero.
287
Esto era en realidad un infierno, y seguro, tal vez lo mereciera por todas
PÁGINA
las cosas malas que había hecho en el pasado, pero eso no hacía que al
saberlo fuera más fácil de aceptar o que la lucha contra la constante
negrura fuera menos ardua.
Justo cuando pensé que era hora de darme por vencido, tiempo de
rendirse a la oscuridad y dejar que el pozo de nada me tome, sentí algo...
algo penetrante y horrible.
Ardí por días. Más caliente que cualquier fuego, más brillante que
cualquier estrella, más furioso que cualquier tipo de llama hambrienta. El
dolor se alimentó de mí y luego, de algún modo, de alguna manera, eso
tomó todo lo que tenía para dar y ardió y todo lo que quedó de mí fue
ceniza. Luz y ceniza mullida que flotó en suave aliento, aliento que susurró a
través de mi estéril alma. Oí una voz llamar mi nombre una y otra vez y los
restos de quien yo era se recogieron rápidamente y traté de perseguir el
ruido.
288
Yo estaba muy incómodo, pero cuando finalmente logré abrir mis ojos,
estaba mirando hacia el día nublado más bonito que había visto. El cielo
estaba tempestuoso y había lluvia cayendo de las nubes y aterrizando en
mi cara, pero aun así fue la cosa más bienvenida en la que había fijado mis
ojos.
míos. Cuando lo hizo, me dijo lo cerca que estuve de morir ante sus ojos. Una
de las balas había roto mi clavícula y la que impactó en el centro de mi
PÁGINA
Cuando finalmente pude hablar sin toser ni sentir que mi garganta era
un río de dolor ardiente y que mis palabras estaban hechas de cuchillas de
afeitar, le pregunté acerca de su cabello.
—Nunca más quiero ver el color de la sangre. Cada vez que me miraba
en el espejo... todo ese rojo. Todo lo que podía ver era toda esa sangre
fluyendo fuera de ti. Ya no podía soportarlo.
Ahora su cabello era del color del visón. Parecía sofisticada, todavía
sexy y coqueta en ese corte irregular que colgaba más de un lado que del
otro, pero la hacía parecer más refinada de lo que se había visto antes. Tal
vez un poco más crecida y madura, y después de todo lo que había
presenciado, ¿cómo no podía serlo?
Le dije sobre morir. Le expliqué cómo estaba allí, listo para cruzar el
umbral, pero esta vez nadie estuvo allí para abrir la puerta. Le dije acerca
de cómo no había nada. Cómo estaba atascado y vacío. Le dije que lo
único que tenía sentido en todo eso era ella. Le dije que en la nada todavía
estaba el recuerdo de cómo me sentía por ella. Le dije que cuando me
quemaba en la pira de dolor y agonía, recordé que su amor valía la pena y
291
luego le dije que era lo que necesitaba para vivir. Que ella era por lo que
siempre había vivido.
PÁGINA
Ella estaba llorando lágrimas silenciosas. Podía sentirlas golpeando mi
piel donde la ropa del hospital estaba retorcida entre nosotros. Encontré su
mano con la mía y la apreté.
buena vida. Ella era tan jodidamente impresionante. La quería porque era
mi igual de muchas maneras, pero la amaba entera y completamente
PÁGINA
Ella era la única con las que Race iba con preguntas acerca del club y
las chicas. Ella era la que estaba escribiendo cheques y poniendo dinero
mientras yo estaba sentado. Estaba cuidando de mi imperio mientras yo no
293
temer en mi lugar, y riéndose me dijo que era mucho mejor que yo. La gente
estaba demasiado aturdida por sus miradas explosivas y su brillante sonrisa
al ser amenazados por ella. Les robó a los ciegos y los manipuló y ni siquiera
supieron lo que estaba sucediendo. Me dijo que en el tipo de negociaciones
en las que yo normalmente dejaba a las personas haciéndose pipí o jurando
derrocarme, ella en cambio los dejaba agradeciéndole. Eso me hizo amarla
aún más. Si ella me perdiera, tendría algo que construí, algo que me dio vida
para aferrarme. Mi legado cuidaría de ella, y ella cuidaría de ello, mucho
tiempo después de que me hubiera ido.
—Te ves realmente pálido. —Se inclinó y pasó sus dedos a través de mi
cabello. Giré mi rostro ante su toque y besé su palma—. Si puedo ver lo
294
blanco que estás bajo toda esa piel dorada, hay un problema.
—Estoy bien. Tienes que volver a la ciudad con Chuck y recoger tu auto.
PÁGINA
Chuck asintió.
—Sip, jefe. Eres un desastre. Deja que tu dama cuide de ti. Haré que un
par de mis chicos lo recojan y traigan aquí.
Yo no tenía la fuerza para discutir, así que solo extendí mi brazo bueno
y ella se sentó y se acurrucó en mi costado. Así nos sentamos en silencio por
mucho tiempo. Apreciando el tiempo y el hecho de que ambos teníamos
más de él, y que podíamos pasarlo juntos.
—Tenías que saber que él iba a apretar el gatillo. Él sentía que no tenía
nada que perder. —Su voz era suave y su corazón estaba en ella.
—He sido él. Tenía que ofrecerle la elección. Una elección fue algo que
nunca tuve, y ahora, después de ti, me gustaría pensar que haría la correcta
si estuviera en ese lugar otra vez.
Ella suspiró.
—Tal vez, pero necesitas saber que si vas a donde sea que vayas me
llevarás contigo, Nassir.
—Igual.
PÁGINA
No pude contener un bostezo que era lo suficientemente grande como
para que mi mandíbula chasqueara incómodamente. Curvé mi brazo
alrededor de ella más apretado y pregunté:
»Voy a subir y trabajar en algunas cosas que Race me pidió que mirara.
Algo está mal con las chicas en el salón de masajes. Me dijo que
últimamente habían visto una ligera caída en los negocios y él quería que
me dedicara a averiguar por qué. Solo grita si me necesitas, ¿de acuerdo?
pensé que lo era hasta que me di cuenta de que los labios eran incorrectos,
el tacto estaba apagado, y también había algo frío y filoso apretado contra
PÁGINA
el lado de mi cuello.
Mis ojos se abrieron de golpe y se encontraron con un par medianoche
que tenía partes iguales de locura y amor flotando en sus oscuras
profundidades. Bayla era una mujer pequeña, pero el cuchillo que tenía en
la mano era cualquier cosa excepto eso, y en mi estado actual, lanzarla
lejos de mi sin que me abriera la garganta podría resultar más fácil decirlo
que hacerlo.
—He estado esperando por siempre que volvieras para así poder verte.
Te extrañé mucho. Sabía que ella iba a arruinarte. Mira este desastre. Esto
nunca sucedió antes de ella. Tú eras el que hacía que los hombres sangraran
no el hombre sangrando. —Ella se subió encima de mí y traté de no gritar de
dolor mientras su rodilla se hundía en el lado con la clavícula destrozada. Eso
dolió como un hijo de puta—. Ella te rompió. —Sonaba furiosa y triste al
mismo tiempo.
—Esto fue mi culpa. Yo hice esto. Las elecciones que hice, las cosas que
hice, todo me trajo aquí, Bayla. Key no tiene nada que ver con eso. Yo
siempre estuve dañado. Nací de esa manera.
—No nacimos rotos, Nassir. Las personas malas ponen sus manos sobre
297
Rodé del sofá con un ruido sordo y oí a Key llamarme de nuevo. Esta
vez su voz estaba más cerca y llena de preocupación.
Maldije y luché para ponerme de pie. No fue fácil con la sala girando
y solo teniendo un lado funcionando, por no mencionar que me sentía como
si fuera a vomitar por el dolor.
»¡Bayla tiene un cuchillo! ¡Tienes que salir de aquí! —No estaba seguro
de que algo de ello tuviera sentido. Sonaba y me sentía loco. Mi cuerpo era
mi propio enemigo y me estaba poniendo más frustrado de lo que había
estado en mi vida.
—¿No te despedí? —La voz de Key era dura, pero no sonó sorprendida
en absoluto. Me arrastré por el suelo, pero solo me acerqué lo suficiente para
poder ver la parte inferior de sus piernas antes de que tuviera que tomar un
segundo para recuperar el aliento. El despido era nuevo para mí, pero de
nuevo, había estado preocupado tratando de no morir.
—Voy a matarte —dijo Bayla con tanta convicción y certeza que hizo
que mi corazón lesionado golpeara con fuerza en mi pecho.
más.
PÁGINA
—Ya lo habías intentado una vez antes. ¿Recuerdas lo bien que salió
para ti? Tienes que irte, Bayla. Lo nuevo de Nassir es dar a la gente opciones,
así que voy a dejarte tener una. Vete o toma mi oferta para ir a otro lugar y
empezar de nuevo. Él es mío. Esta vida es mía y no hay lugar para ti en ella.
Nunca lo habrá.
Ella dio un grito de guerra y comenzó a correr por los escalones. Maldije
y grité el nombre de Key mientras cojeaba hacia adelante, pero todo eso
se ahogó mientras un arma era disparada y llenaba el interior de mi casa
con el ruido y el olor acre de la pólvora. Vi el cuchillo caer y repiquetear por
los escalones y a Bayla agarrando su hombro y doblada en una pequeña
bola mientras la sangre empujaba a través de sus dedos. Los pies descalzos
y las largas piernas de Key se deslizaron por el resto de los escalones y mis
ojos se agrandaron cuando vi la pistola negra que sostenía en su mano. Se
puso en cuclillas enfrente de la otra mujer y alargó la mano para levantar su
rostro por su barbilla.
mismo ultimátum que había usado contra la última mujer que había estado
causando un dolor de cabeza en mi vida. Key tenía más que un pequeño
PÁGINA
—Te amo —susurró las palabras y pensé que Key iba a dispararle de
nuevo.
Oírme decirle que sus sentimientos eran un error debe haber finalmente
pasado a través de ella. Se levantó, lanzó una mirada anhelante hacia mí,
y luego apresuradamente me pasó y salió por la puerta. No sabía qué tipo
de oferta le había hecho Key a la mujer antes de esta noche, y cuando
dejara de sentir como que todo mi cuerpo estaba por vomitar, iba a hacer
que me lo contara todo. No me sorprendió que Key tuviera planes propios
para nuestra ciudad.
—En realidad, fue Booker. Race dijo que no quería ninguna parte de
poner un arma en mis manos. Dijo que era lo suficientemente peligrosa
como era. Se lo pedí a Chuck y me dijo que era algo que tú querías
mostrarme cómo hacer: manejar un arma y protegerme a mí misma. Pensé
que sería mejor estar preparada ya que alguien siempre está tratando de
derribar de su trono a mi diablo, por lo que Reeve sugirió a Booker y él se
sumó. Al parecer soy natural, lo que es algo bueno cuando todo el cielo y
la tierra están tratando de arrebatarme al hombre que amo. Nunca voy a
301
—Entonces, esa charla que querías tener sobre Bayla antes de que
todo el infierno se soltara… tal vez quieras ponerme al corriente sobre eso
ahora.
Eso era lo que era ser un hombre deshonroso con un pasado horrible en
una ciudad destrozada. Las consecuencias nunca parecieron terminar y
tenía una vida entera de ellas disparando por mí.
302
PÁGINA
Cuatro meses después…
L
os dos hombres frente a mí en el ascensor estaban hablando en
un lenguaje que no entendía. Eso sucedía un montón con el tipo
de gente con la que Nassir hacía negocios. Estos hombres en
particular eran de Europa Oriental, y sabía lo suficiente y podía decir por la
manera en que me estaban mirando que no estaban hablando acerca de
los fabulosos tacones púrpura Michael Kors decorando mis pies.
Les sonreí de regreso cuando las puertas zumbaron para abrirse y revelaron
la lujosa oficina, con Nassir sobre su proverbial trono, y Chuck y varios de sus
PÁGINA
respecto a lo que estaban haciendo. Si no hubiera sido por una de las chicas
jóvenes que traficaban escapándose y corriendo hacia Noe y pidiéndole
PÁGINA
Estos eran los adinerados. Los hombres que decidían dónde montar un
negocio y cuánto gastar para poner en marcha una operación. Eran los que
pagaban a los traficantes de humanos por cuerpos calientes y hacían que
los clientes pagaran cuando terminaban. Estos eran los tipos que no podían
rechazar una oportunidad para encontrarse con el hombre a cargo de los
sectores subterráneos de la ciudad cuando se corriera la voz de que él
305
podría tener una oferta para hacerles. La codicia hacía estúpida a la gente.
le dijo a Nassir:
—Hacemos lo que tú haces.
Sentí a Nassir tensarse, y sabía que si pudiera ver su rostro, sus ojos
dorados estarían entrecerrados.
—No. Ustedes fuerzan a las mujeres a tener sexo y luego toman las
ganancias de su sufrimiento. Las mantienen cautivas y las torturan. Yo
simplemente soy un hombre que le ofrece a la gente una opción.
despojando hasta los huesos todo lo que ustedes tienen mientras hablamos.
No habrá más chicas, no más clientes y no más alternativas para que hagan
dinero a partir del sufrimiento de los demás.
—¿En serio? ¿Todo lo que dijo fue que podía mostrarme cómo es un
verdadero hombre?
Resopló.
Esta relación nuestra era una cosa tan extraña y evolutiva. Algunas
veces parecíamos una típica pareja casada, sentándonos en el sofá
mirando películas juntos —la primera que lo hice sentarse a ver fue Pinocho;
obviamente— discutiendo respecto a de quién era el turno de lavar los
platos, haciendo el amor suave y dulcemente mientras nos decíamos el uno
al otro cuán felices éramos juntos. Otros días lidiábamos con gente tratando
de matarnos, intentando arrestarnos, tratando de meterse entre nosotros y
hacernos más débiles porque éramos invencibles como una unidad. La
ciudad no tenía idea de qué pasaría cuando Hades le entregara más de la
mitad del inframundo a Perséfone. Ella entró por su cuenta y fue imparable.
Esos eran los días que follábamos, nos desgarrábamos el uno al otro, no
podíamos tener suficiente mientras tratábamos de meter en cada segundo
de cada día tanta vida y tiempo como teníamos juntos. Ambos éramos
igualmente agradecidos y codiciosos. Nunca era lo mismo y nunca era
aburrido. Cada día dejaba una marca, un recuerdo que yo estaba feliz de
conservar, y podía decir que el número de buenos recuerdos estaba
superando al número de los venenosos del pasado. Cada día, sin importar
309
qué tipo de día iba a ser, lo enfrentaba estando orgullosa de tener un lugar
al lado de Nassir, y nunca me arrepentía de hacer ese último compromiso
PÁGINA
con él.
Mi anillo brillaba mientras rozaba mis dedos a través de su elevado
pómulo.
—No tan bien como te ves sobre mí, Gates. —Ronroneé las palabras
PÁGINA
Agarró mi tobillo otra vez y esta vez maniobró mi pierna hacia arriba,
312
—¿Alguna vez te he dicho cuán feliz estoy de que tus años de bailar te
hicieran tan flexible?
Como dije, no era la primera vez que este escritorio había sido utilizado para
negocios divertidos en lugar de negocios reales. Ahora estábamos
PÁGINA
preparados. Ambos nos limpiamos y nos ubicamos de nuevo dentro de
nuestra ropa. Me besó duro en la boca y tiró de mí hacia sus piernas.
Gruñó.
—Booker. Esa niña apenas es legal, y una vez que lo sea, la mierda va
a golpear el ventilador.
Me reí.
Se rio un poco.
—Bueno, hay algunas cosas por las que vale la pena esperar. Si se
supone que sucedan, entonces lo harán cuando el tiempo sea el correcto.
O solo iban a tener que hacer el tiempo correcto para ellos, como
habíamos hecho nosotros. Sería interesante ver cómo se desarrollaba todo
eso una vez que la impresionante adolescente saliera de debajo de la
mirada vigilante de Race.
—¿Cuál es el problema?
—La chica que te traje, la niña callejera que tenía la información del
niño que estabas buscando, está desaparecida.
—Acaba de traernos una chica. Ella es la razón por la que Nassir fue
capaz de sacar a los europeos orientales de The Point.
—Entonces, tal vez ella esté bien. Solo quisiera saberlo con certeza. Las
cosas con las que me estaba pidiendo que la ayudara… —Negó con la
cabeza—. Sonaban como muy malas noticias.
Stark asintió.
—Sí. Noe dice que la chica está en pésimo estado. Supongo que el
alcalde es un imbécil desastroso y la chica necesita salir de la casa y de la
ciudad. Noe quería que yo hackeara una base de datos del gobierno y
bajara un montón de registros militares sellados del tipo. Le dije que no,
principalmente por ser un cretino debido a que ella empeñó todas mis
cosas. Pero como dije, tuve un cambio de actitud y ahora no la puedo
encontrar. Creo que pudiera estar en problemas, pero si ustedes la acaban
de ver, tal vez no es tan malo como lo estoy haciendo ver.
316
Gemí.
PÁGINA
—Esto es The Point… probablemente sea peor de lo que crees que es.
Dos semanas es mucho tiempo para estar desaparecida.
Asintió lentamente.
solo lo mejor que tenía. Pasaría cada segundo de cada día que tuviéramos
juntos dándole eso a él.
PÁGINA
PÁGINA
318