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Definir Qué Es La Verdad
Definir Qué Es La Verdad
Pero no basta con que un conocimiento sea verdadero; necesitamos poder alcanzar la certeza de que es
verdadero. Esto suscita la cuestión: ¿en qué podemos conocer si un conocimiento es verdadero?. Es la
cuestión del criterio de la verdad. Los datos fenomenológicos no nos dicen nada sobre si existe un
criterio semejante. El fenómeno del conocimiento implica sólo su presunta existencia; pero no su
existencia real.
El conocimiento de la fe se distingue del conocimiento natural de Dios por el principio subjetivo del
conocimiento (la razón ilustrada por la fe), por el medio del conocimiento (la revelación divina) y por el
objeto formal (Dios tal como es conocido a través de la revelación : Dios uno y trino). Ob jeto primordial
de la fe sobrenatural son los misterios de la fe, conocidos únicamente por revelación divina («mysteria
in Deo abscondita, quae, nisi revelata divinitus, innotescere non possunt» ; Dz 1795). La revelación
divina garantiza la certeza infalible de las verdades de la fe (certeza de fe). Tales verdades superan, por
tanto, en certeza a las de razón natural. Ahora bien, en claridad e inteligibilidad (certeza de evidencia)
las verdades de razón natural superan a las verdades de la fe, pues las primeras logramos
comprenderlas internamente y las segundas no. En este sentido hay que entender la frase
frecuentemente citada de Hugo de San Víctor (+ 1141) : que la certeza de la fe está por debajo del
saber (De sacramentis christ. fidei 1 10, 2: «Fidem esse certitudinem quandam animi de rebus
absentibus, supra opinionem et infra scientiam constitutam»); cf. S.th. 2114,8.
¿Cuáles son las 3 preguntas fundamentales que busca responder la filosofía? y ¿desde qué ángulo busca
responderlas?
La primera de ellas era ¿Qué puedo saber?. A responde a esta pregunta, que en el mundo moderno fue
posiblemente el problema que con más urgencia inquietó a todos los filósofos, dedicó su obra Crítica de
la Razón pura. Al margen de lo que este pensador afirmara en esa obra, es claro que al ser humano se le
plantean una gran variedad de preguntas en torno al tema del conocimiento.
¿Qué relación existe entre el conocimiento sensible y el conocimiento intelectual? ¿Puede alguno de
ellos llegar a conocer la realidad tal como es? ¿Cómo tiene que funcionar el pensamiento para alcanzar
la verdad? ¿Existe, de hecho, la posibilidad de llegar a la verdad'
Estas preguntas, planteadas así o de otra manera, son algunas de las que se hace
la filosofía relacionadas con el problema del conocimiento. A la disciplina que se ocupa de esta
responder a esta pregunta se le denomina epistemología (del griego episteme, que significa ciencia) o
teoría del conocimiento.
La segunda de las preguntas que se hacía Kant era "¿Qué debo hacer?". Enfrentarse a ella fue el objetivo
de su Crítica de la Razón práctica, una de las grandes obras en ética.
El tercer tipo de preguntas de Kant giran en torno a "¿Qué me cabe esperar?" lo trata en su Crítica del
Juicio. Son preguntas relacionadas con el universo, la muerte, la nada... La disciplina que se encarga de
estas preguntas es la metafísica.
Y, por último, la cuarta pregunta es una pregunta que puede ser el resumen de las otras tres: "¿Qué es
el hombre?". La disciplina filosófica encargada de esta pregunta es la antropología.
Dualismos son de dos tipos básicos, metafísicas y epistemológicas. Metafísica dualismos admitir dos
sustancias, como el mundo y Dios, o dos principios, como el bien y el mal, como una forma de explicar la
naturaleza de la realidad. El dualismo es lo que diferencia a ambos el materialismo y el idealismo.
Platón nos presenta su visión tricotómica de la estructura del alma: el conductor (auriga) representa la
parte racional o intelectual; el caballo bueno, la parte irascible; el caballo rebelde, la parte concupiscible.
¿Cuáles son las 5 preguntas fundamentales que se ha hecho el hombre a través de las diferentes
culturas?
Existe Dios?
Describa algunos argumentos por la vía del hombre a través de su sola razón por la cual podemos llegar
a la existencia de Dios.
Lo probamos por el principio de causalidad. Se enuncia así: "No hay efecto sin causa "; o bien: "Todo ser
que comienza a existir tiene una causa de sí".
Este principio no se puede probar porque es evidente y se verifica de continuo en la vida cotidiana.
Bastará un ejemplo: no podemos admitir que un edificio o un vestido se hayan hecho a sí mismos; nos
reiríamos de quien nos dijera que aparecieron "de buenas a primeras", sin intervención de un arquitecto
o un sastre.
Pues bien, el mundo es un efecto incomparablemente más complicado que un vestido o un edificio.
Luego, no podemos admitir que haya aparecido sin que un ser le diera existencia. Este ser se llama Dios.
Describa algunos argumentos por la vía del mundo a través de su sola razón por la cual podemos llegar
a la existencia de Dios.
Enunciado: La ley moral exige un legislador superior al hombre. Este legislador es Dios.
lo. Se llama ley moral al conjunto de preceptos que el hombre descubre en su conciencia, que le hacen
distinguir el bien del mal, y le impulsan a obrar el bien y a evitar el mal.
La ley moral tiene tres condiciones: a) obliga a todos los hombres, b) es superior al hombre y c) obliga a
la conciencia.
a) La ley moral obliga a todos los hombres sin excepción alguna; les prescribe, por ejemplo, el respeto a
la vida y a la propiedad ajena; y les prohibe el asesinato y el robo.
b) Es superior al hombre, quien no puede ni desconocerla, ni cambiaría. Así nadie podrá hacer que el
asesinato sea bueno.
c) Obliga en conciencia. Cuando la observamos sentimos satisfacción; cuando la quebrantamos, aun, que
sea ocultamente, remordimiento
Primera Vía
La primera es la vía del movimiento: la realidad del cambio o del movimiento (en sentido aristotélico)
exige necesariamente la existencia de un primer motor inmóvil, porque no es posible fundarse en una
serie infinita de iniciadores del movimiento.
Segunda Vía
La segunda es la vía de las causas eficientes: puesto que las causas eficientes forman una sucesión y
nada es causa eficiente de sí mismo, hay que afirmar la existencia de una primera causa.
Tercera Vía
La tercera es la vía de la contingencia y del ser necesario: como es un hecho que hay seres que existen y
que podrían no existir, esto es, que son contingentes, es forzoso que exista un ser necesario, ya que, de
otra forma, lo posible no sería más que posible.
Cuarta Vía
La cuarta es la vía de los grados de perfección: puesto que todas las cosas existen según grados (de
bondad, verdad, etc.), debe también existir el ser que posee toda perfección en grado sumo, respecto
del cual las demás se comparan y del cual participan.
Quinta Vía
La quinta es la vía teleológica o del orden y la finalidad: existe un diseño o un fin en el mundo, por lo que
ha de existir un ser inteligente que haya pretendido la finalidad que se observa en todo el universo.
El deseo de Dios está inscrito en el corazón del hombre, porque el hombre ha sido creado por Dios y
para Dios; y Dios no cesa de atraer al hombre hacia sí, y sólo en Dios encontrará el hombre la verdad y la
dicha que no cesa de buscar:
«La razón más alta de la dignidad humana consiste en la vocación del hombre a la comunión con Dios. El
hombre es invitado al diálogo con Dios desde su nacimiento; pues no existe sino porque, creado por
Dios por amor, es conservado siempre por amor; y no vive plenamente según la verdad si no reconoce
libremente aquel amor y se entrega a su Creador»