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Dos grupos de adolescentes han sobrevivido a la destrucción nuclear y deben enfrentarse al

devastador panorama de lo que alguna vez fue un lugar habitable, rodeado por un bosque, de
casas perfectas, con patios perfectos, para familias perfectas: La Avellaneda. En este ambiente
James, Ana, Andy, Fisher y Frosty, intentan sobrevivir. Cada uno narra su experiencia en esta
desolación, intentando reconstruir sus vidas, algunos a partir de la nada y otros gracias a los
recuerdos. Cada personaje es protagonista en esta historia, todos comparten importancia en el
relato, se complementan y rechazan mutuamente. Cada voz reflexiona sobre la vida y el sentido
de las cosas. Interactúan entre ellos, se acompañan o destruyen sin compasión.
En el grupo de La Avellaneda está James, él recuerda los cómics que le regalara su padre e
intenta mantener la unión entre sus amigas Andy y Fisher (que después del holocausto ha perdido
la memoria). También está Ana, joven que desaparece en el Pozo, arrastrada por los delirios de la
meth, droga que casi todos consumen alguna vez. James es el único que se salva de probarla,
todos los demás caen.
El otro grupo, liderado por Frosty, quien se quemara y deformara la cara fabricando
metanfetaminas, se denomina “Los huérfanos” y viven en el bosque, consumiendo la droga que
les proporciona Frosty, siendo esclavizados por él.
Muchos intentarán recuperar algo de normalidad en este mundo crudamente desolado, otros
recurrirán a la violencia desatada y otros se marginarán, manteniendo la misma conducta
discriminatoria que la sociedad les entregó. La metanfetamina los separa, los degrada al punto de
convertirlos en zombies. En este escenario también surgirá el amor, la traición y enigmáticas
desapariciones que añadirán aún más tensión al entorno.

Dos grupos de adolescentes han sobrevivido a la destrucción nuclear y deben enfrentarse al


devastador panorama de lo que alguna vez fue un lugar habitable, rodeado por un bosque, de
casas perfectas, con patios perfectos, para familias perfectas: La Avellaneda. En este ambiente
James, Ana, Andy, Fisher y Frosty, intentan sobrevivir. Cada uno narra su experiencia en esta
desolación, intentando reconstruir sus vidas, algunos a partir de la nada y otros gracias a los
recuerdos. Cada personaje es protagonista en esta historia, todos comparten importancia en el
relato, se complementan y rechazan mutuamente. Cada voz reflexiona sobre la vida y el sentido
de las cosas. Interactúan entre ellos, se acompañan o destruyen sin compasión.
En el grupo de La Avellaneda está James, él recuerda los cómics que le regalara su padre e
intenta mantener la unión entre sus amigas Andy y Fisher (que después del holocausto ha perdido
la memoria). También está Ana, joven que desaparece en el Pozo, arrastrada por los delirios de la
meth, droga que casi todos consumen alguna vez. James es el único que se salva de probarla,
todos los demás caen.
El otro grupo, liderado por Frosty, quien se quemara y deformara la cara fabricando
metanfetaminas, se denomina “Los huérfanos” y viven en el bosque, consumiendo la droga que
les proporciona Frosty, siendo esclavizados por él.
Muchos intentarán recuperar algo de normalidad en este mundo crudamente desolado, otros
recurrirán a la violencia desatada y otros se marginarán, manteniendo la misma conducta
discriminatoria que la sociedad les entregó. La metanfetamina los separa, los degrada al punto de
convertirlos en zombies. En este escenario también surgirá el amor, la traición y enigmáticas
desapariciones que añadirán aún más tensión al entorno.

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