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Capítulo Vl

INTERPRETACIÓN DE LA LEY PENAL

SUMARIO: l. Punto de partida. ll. Clases de interpretación de la ley penal. 1.


Según el intérprete. a. lnterpretación auténtica. b. lnterpretación judicial. c. lnter-
pretación doctrinal. 2. Según los medios. a. lnterpretación lingüística. b. lnter-
pretación teleológica. c. lnterpretac¡ón histórica. d. lnterpretación sistemática. 3.
Según los resultádos. a. lnterpretación extensiva. b. lnterpretación restrictiva. c.
lnterpretación progresiva.

L PUNTO DE PARTIDA

La ley penal como fórmula lingüística, concebidaPara normar


un número finito de casos, se construye con signos que denotan y, al
mismo tiempo, connotan algo a lo que debe subsumirse una deter-
minada situación de hecho. El juicio de subsunción que realice el
operador penal, presupone para é1, no solo descubrir el sentido y
propósito de Ia proposición general, cuyos signos constitutivos Pu-
dieron tener significado distinto, sino, determinar si el caso concre-
to, por sus particularidades naturalísticas y circunstanciales, es o no
normati\amente subsumible en dicha hipótesis.
La interpretación de la ley penal apunta a resolver un problema
de significación al modo de "un hacer mediado¡ por el cual el intér-
prete comprende el sentido de un texto que se le ha convertido en
problemático,,(3un), pues "el texto de la norma es problemática para

(36e) LARENZ, Metodolngía il¿ b cimcia d¿l Derecho, cit., p. 308.

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JAVIER VILLA SIEIN

quien lo aplica atendiendo a la aplicabilidad de la norma a un hecho


de tal clase,(370).
Nos dice Ferrrández Carrasquilla que,
"interyrelar en el sentido
amplio, es desentrañar y explicar o comprender el sentido que algo en-
cierra o implica. Interpretar la ley es conocer por comprensión, el senti-
do de sus signos, tomados en su tenor y en su contexto nomativoo(371).
Esta es una tarea compleja -misión principal del Derecho- y
una de sus diferencias específicas con otras ramas del sabe¡ incluida
la lingúística o la filologra, es que el Derecho es un cuerpo de cono-
cimiento normativo.
El Derecho penal objetivo es positivo por su presentación escri-
ta, en modo de proposición lingüística, de modo que su interpreta-
ción, en primer término, pasa por la comprensión del lenguaje usual,
lo mismo que del técnico, pues como dice Wessels "toda interpreta-
ción comienza con el texto de la ley sobre la base del uso natural y
jurídico especial del idioma (interpretación gramatical). Si el texto
es ambiguo se recurre, para a¡rdar la interpretación, a la génesis de
la ley (interpretación histórica) y al total nexo sisremático de la ley
(interpretación sistemática). El punto más importante de la interpre-
tación reside en la cuestión referente a la especial función de protec-
ción, al sentido objetivo y al fin de la ley>{:zzr.
Con un criterio naturalístico y pam hechos, lo claro no necesita in-
terpretación, pero si el criterio es normativo, sí necesitará interpretación,
tanto para hechos como para los asuntos del Derecho, como ocurre cuan-
do se hace uso de las construcciones modernas de imputación objetila.
La interpretación, sin embargo, no por creativa debe desnatu-
ralizar la ley apartándose del texto legal, analogizando su tenor y con-
trariando el principio de no admisibilidad de la analogíar37a).

(370)
Loc. cit.
(37r) FERI{rL\-DEZ CARRAseu ttt-+, Derecln pmalfundamentat, cit., p. g4.
(372)
WESSttt-S,Johannes, Derecho penal. Pañe general traducción Conrado A. Finzi,
6a ed., Depalma, Buenos Aires, 1980, p. 16.
(375)
cfr. s.I-nerr]Nwnrul , Gijnter, Derecho penal. parte general I, rraducción de Gladys
Romero, Edersa, Madrid, 1982, p.38.

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CAPÍULO VI: INTERPRETACIÓN DE LA LEY PENAL

La interpretación no puede escapar del texto sino, a lo máxi-


mo, indagar sobre su contenido oculto procurando un enunciado
con palabras más claras que expresen más precisamente el Punto y
"haciendo hablar a ese sentido oculto"(32+) .
Qué duda cabe que, más allá de la claridad con que el legisla-
dor se exprese, el lenguaje además de dinámico y cambiante des-
cribe realidades complejas "que resulta difícil reproducir de ma-
nera exactarrQTs).
En la lingüística moderna se discierne entre el significado
denotativo de las palabras y el connotativo, pues la palabra es un ins-
trumento del que se valen los humanos Para comunicarse, teniendo
esta una función eminentemente social. Es así que "las Personas pue-
dan y de hecho lo hacen, interpretar las palabras en formas comple-
tamente diferentes y dependiendo de la situación y de la inclinación
psicológica a actuar del indiüduo,(376).
Las palabras, entonces, pueden tener un significado denotativo
y uno connotativo muy diferente, dependiendo de las circunstancias
psicológicas y sociales en que se hallan los contactantes.
El significado denotativo de una palabra es aquel al que se refie-
re la misma en un diccionario común de la lengua. Será significado
connotativo el que se refiere <a un amplio camPo de ideas y de senti
mientos, casi como de tendencias creativas que están ünculadas a
una palabrv¡¡é77¡.
Respecto del signo en que consistan los elementos constituti-
vos de una proposición jurídica, basta decir que "la resPuesta que un
individuo da a un determinado signo, depende a menudo de la

(3za) H¡gq¡HL1,Joachim, DasVerstehenuonfuchtstextem, C.H. Beck, München, 1972,


p. 5.
(3i5) Cfr. ScFTAFF, Adam, Ensayos sobrefilasofia del bnguaje, Barcelona, 1973, p. 99.

(376) Os(noD, Charles, Curso superior dz psicología experimental, método 1 teoría,Tn-


llas, México, 1969, p. 202.
(377) KRECH, David,/CnurcHFIELD, Richard/B¡¡-t-A,cH¡Y, 8 ., Psicologia social,Biblío-

teca Nueva, Madrid, 1995, p. 290.

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JAVIER VILLA STEIN

verbalización implícita que el signo provoca, es deci¡ de su actitud


respecto del objeto significadoo(378). Incluso como decía el gran Sapir
(1920) "los aspectos emotivos de nuestra vida anímica están suficien-
temente expresados en la estructura del idioma".
Los elementos descriptivos del tipo penal, en torno de cuyos
significados pudiera pensarse uniformemente, plantean serios pro-
blemas de significación. Tal es el caso de "matar" que con un criterio
naturalístico se entiende por un acto distinto del que significa, si el
criterio empleado es el normativo. Lo mismo con el concepto de
"ferocidad>, para el caso del asesinato (artículo 108q del Código Pe-
nal), o de conceptos como nviolenciar,, .emoción üolenta", etc.
Respecto de los elementos normativos del tipo, tales como: con-
cubinato (artículo 107n del Código Penal); cón1'uge; omisión y tan-
tos otros, la significación puede resultar más variada.

u. CIASES DE INTERPRETACION DE IÁ. LEY PENAL

La complejidad del tema obliga oponer criterios diferenciados


de clasificación, dado que la ley no es solo una proposición jurídica
sino que, además, tiene un origen legislativo, una historia, un intér-
prete, una forma y una finalidad actual o primigenia.
Según estas consideraciones y criterios las clases de interpretación
son las siguientes: Según el intérprete puede ser auténtica,.judicial o doc-
trinai. Según los medios puede ser iingüística, teleológica, histórica o siste-
mática. Ysegún los resultados puede ser extensir,a, restrictira o progresira.

l. Según el intérprete

a. Interpretación auténtica

Es aquella que realiza el Poder Legislativo del cual surgió la norma.


Puede obrar la interpretación auténtica en los preámbulos, en
la exposición de motivos, y de su recurrencia a ellos surgirá el sentido
de la ley penal.

(378) Os(x)oD, Curso superior de psicología experirnrntal" métotlo y teoría, cit., p. g66.

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CAPÍULO VII INTERPRETACIÓN DE IA LEY PENAL

El órgano legislativo interpreta auténticamente una norma cuan-


do por medio de una ley posterior declara el sentido de la norma
precedente en lo que sería una nueva ley con efecto retroactivo, lo
que puede dar lugar a hipótesis de anticonstitucionalidad tratándose
de materia penal, dado que la ley de interpretación vincula u obliga.
La interpretación auténtica, llamada así por su obligatoriedad,
puede estar expuesta a contingencias concretas y terminar desnatu-
ralizando la ley precedente.

b. Interpretación judicial
Es la que llevan a cabojueces y tribunales con ocasión de aplicar
la ley interpretada al caso singular. Llamada también interpretación
jurisprudencial, no vincula y en ello se distingue de la interpretación
auténtica.
Es usual, y desde luego recomendable cuando no imprescindi-
ble, que jueces y tribunales recurran a la doctrina Para la interpreta-
ción de una ley.

c. Intetpretación doctrinal

Es aquella que realizan los juristas, estudiosos del Derecho,


profesores y publicistas, sin más interés que el desentrañar el senti-
do de la le¡ siendo esa su virtud; mientras que su desventaja es no
ser obligatoria.
Es obvia la importancia que Ia interpretación doctrinal tiene
pues, aunque no obliga ata la inteligencia del juez, compromete su
conciencia y su buena fe; ya que de un derecho estructurado, siste-
mático y serio, no pueden derivar interpretaciones antojadizas o
erráticas y de ello da cuenta la doctrina cuando propicia interpreta-
ciones lógicas y uniformes. oLa ciencia del Derecho facilita, en cierto
modo, el trabajo a la jurisprudencia de los tribunales, al mostrar los
problemas de la interpretación y las vías para su solución"(37e).

(37e) I AR!-\z, Metod,ología d¿ la citncia delDerecln, cit., p. 310.

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2. Según los medios

a. Interpretación lingüísüca

Es claro que el primer estímulo que recibe el intérprete d.e esa


ley penal es su literalidad, es decir, la expresión lingüística empleada
por el legislador para su construcción, lo que ha dado a pensar que
el significado inmediato y literal de las palabras consrirurivas del rex-
to, contienen el sentido espontáneo y natural de la norma. Tál los
siguientes brocardos: ubi I¿x uoluit dixü, ubi noluit tacuit; inclusio unius
exclusio alterius; ubi lex nom distinguit, nec non distinguere debemus; qui
dicit de uno, negat de alterio9so).
El punto sin embargo, es que siendo el lenguaje una estructura
compleja, diferenciada y dinámica, su validez se subordina a espacios
territoriales y temporales específicos que originan modalidades par-
ticulares (v.gr. geográfica, naturales o sociales).
En el Perú, rige el código Penal para toda su extensión territo-
rialya que no existe en nuestro país una'lengua general' pues ,so-
mos un país multilingüe y pluricultural'(38r).
Las lenguas del horizonte cultural andino son: el quechua y el
a]¡rr,ara. El quechua se caracteriza por una gran variedad dialectal
según se da en la sierra central (Ancash, Huánuco, Huancayo, pasco),
o según se trate de las zonas norre (Huaylas), / €n el sur (yungayy
Chinchay).
El a)¿rnara peruano se desarrolla en puno y no tiene la gran va-
riedad dialectal del quechua{3tz).
Las lenguas del horizonte cul[ural arnazónico con más de 50
grupos étnicos, están agrupadas en 11 familias lingüísticas: Arahuaca,

(380)Donde la ley quiso decir algo, ro diio; donde no quiso, se cailó; la inclusión
de uno, exclusión de otro; donde la ley no distingue, nosotros tampoco debemos distin-
guir; quien dice algo de uno, io niega del otro, etc.
(381) Gol)ENZZI,Juan
carlos, Lengta, cultura ¡ región sur Andina pmtana, centro de
Estudios Rurales Andinos Bartolomé de las Casas, Cusco, 1982, p. 7.
(382)
GoDENZZI, Lengua, cultura y región sur and,ina peruana, cit., p. l l.

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CAPiTULO VII INTERPRETACIÓN DE LA LEY PENAL

Cahuapana, HarakmbeL, Huitoto, Jíbaro, Pano, Peba-yagua, Tacana,


Tucan o, Tüp i-guara ní, Zápar o {383\ .
El horizonte criollo peruano se expresa fundamentalmente en
la lengua castellana en sus dos modalidades: andino y ribereñ6{34+).
A lo dicho, es necesario agregar que el Derecho penal peruano
y el hispano americano son eminentemente escritos. Lo es el código,
Iajurisprudencia y la doctrina, sin embargo, la tradición lingüística
de nuestro país -como en miles de lenguas en el mundo-(385) es bási-
camente oral.
Se puede decir que la comunidad indígenas, mayoritariamente,
es ágrafa y multilingüe además, la lengua oficial, el castellano,
se im-
pone fragmentaria y distorsionada (desde la perspectiva del español
general)t586), sobre la primera lengua (quechua, aymara u otra len-
gua), lo que da lugar a una comunidad lingüística rica en posibilida-
des, pero alejada del patrón oficial -estratolectal- del llamado 'caste-
llano culto', representado en el Código Penal.
Es el caso añadir que cada lengua o modalidad dialectal se
organiza muy variadamente, se expresa no solo en su propia sin-
taxis (ordenamiento de las palabras), sino en su particular manera
de ver la realidad(387).
Cada comunidad lingüística -v.gr. quechua o ayrnara- expresa-
rá su historia, intereses, economía, bienes juríclicos en general, de
manera singular y diferente pues qué duda cabe que "la lengua con-
diciona su manera de ver el mundo"(388), todo lo cual habrá de tomar-
se en cuenta con ocasión de interpretar un texto legal penal, lo mis-

(383)Cfr. Cl.nnó¡- Pru-ovrxo, RlBt.tRo v Wrsr: y VARESE, citados por GolEr-zr, Ien-
gua, cultura 1 región sur andina peruantt, cit., p. 12.
(3rJ'1)
GoDE\/I , Lengua, cultura I región sur andina peruanu. cit., p. 12.
(385) C!'RR '\ PAToMINO, Rodolfo, "Aprender castellano en un contexto plurilin-
güe,, en: Lexis. Lima, 1981, pp. 30-50.
Reztista de Lingüística y Literatura, Na 1, PUCP,
(386)
Loc. cit.
1:sz¡ [v11¡, Raúl, l¿s lenguas y su organizcrción Trillas, Madrid, 1981, p. 2.
(388) Loc. cir.

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JAVIER VITLA STEIN

mo que la conducta que lo realiza, pues la conciencia de


antljuridiciciad que modela la culpabilidad es función del horizonre
lingüístico del que procede su protagonista.
El significado connotativo de una palabra, va más allá de su sig-
nificación oficial expresada denotativamente en un diccionario de la
lengua usual(38e).
Hace bien Hurtado Pozo en decir de las palabras que, (son en
su mayor parte ambiguas, vagas; su campo de referencia es indefini-
do, pues, consiste en un núcleo o zona central nítida y en un nebulo-
so círculo exterior de incertidumbreo(3e0).
Analiza el autor citado, cómo es que en unajurisprudencia del
Tiibunal Supremo (3er), se produjo entre los jueces serias dificultades
para la interprelación de un caso de violación de menor que se suscitó
al aplicar al caso el tipo penal de violación de menores, y no coincidir
en la interpretación que debe hacerse de la proposición
"hiciere sufrir
el acto sexual u otro análogo a un menor contenido en dicho tipo".
El punto es que, en los hechos materia de lajurisprudencia aco-
tada, se procesa a un pederasta que hizo de pasivo ante el agraviado
menor de 14 años, que actuó de activo. Tres fueron los argumentos
que fueran esgrimidos {3e2) :
Se trata de atentados contra el pudor del menor de 14 años,
y no de violación pues este no sufrió o padeció el acto sexual,
por el rol de incubo o súcubo del sujeto pasivo.
Se trata de "violación presunta" pues el comportamiento
sexual de activo, aun siendo voluntario, es acto sexual análo-
go con consentimiento üciado de nulo, por la minoridad.

(38e) cfr. ETCHr.:,BERRy, Alfredo, Derecln penal. parte gmeral, Editorial Jurídica de
Chile, Santiago, 1998, p. 85.
(3e0) HL'RIADo Pozo, Manual Derecho penal. parte general cit., p. 181.
d,e

(3el) Sentencia del 2 de octubre de 1973.


(:s2) l!id6¡¡, p. lgZ.

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CAPITUIO VI: INTERPRETACION DE LA tEY PENAL

Se señala en un tercer argumento, que .hacer sufrir el acto


sexual o el análogo>, a un menor, reprime solo al sujeto acti-
vo de dicho acto y no al pasivo, por lo que debe castigarse al
pederasta conforme al código de menores, por incitación a
actos inmorales.
Es claro que estamos frente a un problema de interpretación
lingüística aunque resulte igualmente claro que por sí sola esta inter-
pretación no será suficiente para desentrañar el sentido razonable
de la proposición legal bajo estudio. Será necesario recurrir a otros
modos de interpretación.
Criterios de seguridad jurídicas van de la mano de la claridad
idiomática de las normas. No se pierde üsta que, como dice el profe-
sorJesús Prieto de Pedro "Claridad, precisión y corrección lingüísti-
ca son las tres virtudes cardinales que han de presidir un buen len-
guaje legal"<so:1.

b. Int erpr et ación tele oló gi c a

Ocurre una interpretación teleológica (telos = ftn; Iogos = estu-


dio), cuando se busca el sentido o finalidad de la norma. La ratio legis
importa conocer el "bien jurídico o la clase de los bienes jurídicos
que se tutela".
Como quiera que "la función general del Derecho debe ser el
punto de orientación general para determinar la finalidad objetiva
del contenido de la norma, se debe partir de la protección de los
bienes jurídicos" (3ea).
En suma, y siempre siguiendo a Eser(3e5), el punto es que la in-
terpretación de cada tipo penal nos lleva a desentrañar dos cuestio-

(3e3) PRIETo oe Pnlto,Jesús, Izngun, bngu.o'jey Deruh.o, Civitas, Madrid, 1991, p. 148.
(3e4) EsER, Albin y B¡órur, Burkhardt, Derecho penal. Cuestiones fund,ammtal¿s de ln
teoría d.el d¿kto sobre la base de easos d¿ sentencia, Colex, Madrid, 1995, p. 28.
(3e5) 1,e6. 6i¡.

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JAVIER VILLA STEIN

nes: a) lo relativo al bien jurídico protegido y; b) la manera o mejor


forma de protegerlo considerando las circunstancias actuales.
En caso alguno, Ia ratio /zgzs debe conducir a un sobredimensio-
namiento del ámbito de punibilidad por lo que deberá tonlarse en
cuenta el principio de lesividad del bienjurídico, excluyendo las in-
jerencias mínimas (daños insignificantes).
Demás está decir, que la ratio le$s se subordina a una interpreta-
ción conforme la Constitución.
La interpretación teleológica puede ser subjetiva u objetiva de-
pendiendo de si se busca la ratio legis en la voluntad histórico-psicoló-
gica del legislador (teoría de la voluntad o subjetiva), o si por el con-
trario, se le indaga en el sentido inherente a la ley misma(3e6).
Desde luego que el estado actual de la cuestión es el de propo-
ner que "la meta última de la interpretación no es averiguar lavolun-
tad real del legislador histórico, sino averiguar el significado de la
ley, hoy jurídicamente decisivo" (sszl.

c. Interpretación histffi.ca

Llamada así por cuanto el intérprete, para conocer el senticlo


de la ley, recurre a las fuentes o materiales legislativos (exposición de
motivos, debates parlamentarios, informe de la comisión revisora y
redactora, etc.).
Se trata de conocer la ocassio bgis o contexto histórico.

d. Interpretadón sistemática

En atención a lo que llamamos 'principio de derecho integral',


tal modo de interpretación se da cuando se analiza la norma penal
en el contextojurídico-general de manera que, sin sacrificar la pecu-
liaridad del Derecho penal, se la estudia como coherente y compati-

(3e6) [-ARENZ, Metodolagía d¿ ln ciencia rlel Derecl¿o, cit., p. 312.


(3e7) lbídem, p. 350.

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CNP ULO VI: INIERPREÍACIÓru OE N LEY.PENAL

ble con todo el ordenjurídico en su conjunto. Ejemplo de peculiari-


dad penal lo tenemos en el artículo VII del Titulo Preliminar del
Código Penal, que proscribe la responsabilidad objetiva,lo que no es
coherente con la responsabilidad extracontractual del Derecho civil.

3. Según los resultados


a. Interpretación extensiua
Tal cosa ocurre cuando se le da al texto legal una interpretación
omnicomprensiva de una gran variedad de hipótesis.
La interpretación amplia como también se la denomina, es aque-
lla que maneja significados terminológicos que comprende fenóme-
nos de la esfera marginal de significación de dichos términos o
significantes.
La interpretación amplia no debe caer en la analogíay de darse,
solo en favor del procesad6{lsa).

b. Interpretacihn restriaiua
Ocurre cuando la fórmula lingüística de la norma penal es am-
plia y genérica, de suerte de poder reclamar una variedad de hipóte-
sis conductuales ampliando indebidamente el ámbito de punibilidad.

Una interpretación será restrictiva cuando, en relación con otra


interpretación posible, resulta un ámbito de aplicación más reduci-
clo y más restringido el ámbito de punibilidad.

La interpretación restrictila es en el derecho peruano una garan-


tía constitucional emanada del artículo 139e, numeral g de la Constitu-
ción Política del Perú, que proscribe la analogra en materia criminal.

c. Intetpretación progresiua

Es aquella interpretación que propicia entender la norma en


constante coherencia con el avance de las ciencias y el progreso eco-
nómico social.

(3e8)JrvÉNEZ tn Asúe, Luis, Z¿ Lq 2 el d.zlito. Principios de Derecho penal, Sudamerica-


na, BuenosAires,1976, p. ll8.

139
JAVIER VILLA SfEIN

Se trata de adaptar la ley a la realidad presente empleando para


ello los instrumentos de la modernidad en los diversos órdenes.

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