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A cada alimento estable y seguro le es inherente una cierta serie de barreras que difieren en calidad
e intensidad según el producto particular. Las barreras deben mantener bajo control la población
"normal" de microorganismos en el alimento. Los microorganismos presentes en el producto, no
deberían poder vencer ("saltar") las barreras; de otro modo, el alimento se alterará.
Las principales barreras son el aw y los conservantes, otras barreras de menor importancia son la
temperatura de almacenamiento, el pH y el Eh. Estas 5 barreras son suficientes para inhibir el
número y tipo de microorganismos usualmente asociados a un alimento.
El efecto sinérgico se puede lograr si las barreras tienen impacto en distintas partes de la célula
(membrana, ADN, sistemas enzimáticos, pH, aw, Eh) afectando así la homeostasis de los
microorganismos en varios sentidos. En términos prácticos, esto significa que es más efectivo usar
distintos conservantes en cantidades pequeñas que solo un conservante en cantidades mayores, ya
que distintos conservantes podrían tener impacto en distintos puntos de la célula bacteriana, y así
actuar sinérgicamente.
BARRERAS DE CALIDAD Y SEGURIDAD
• Altas temperaturas
• Bajas temperaturas
• Actividad de agua
• Acidez
• Potencial redox
• Microorganismos competitivos (Bacterias Ácido Lácticas - BAL)
• Conservantes (nitrito, sorbato, sulfito).
Así mismo, han sido identificadas más de 40 barreras de uso potencial para alimentos de origen
animal o vegetal, que mejoran la estabilidad y/o calidad de dichos productos, incluyendo:
DESCRIPCIÓN DE BARRERAS
Dado que la prevención del deterioro y el mantenimiento de la calidad óptima de un alimento suelen
ser acciones opuestas, para mantener la calidad óptima se combinan varias barreras y cada una de
ellas se mantiene en su menor intensidad posible. Se debe tener en cuenta que la legislación
alimentaria es distinta en los distintos países, particularmente en cuanto al uso de aditivos.
Además del propósito de cocción y cambio de propiedades, el principal objetivo de los procesos
térmicos en la elaboración de alimentos es inactivar destruir microorganismos y/o enzimas. Si se
aplica para destruir microorganismos, es necesario proteger al alimento contra la recontaminación
por medio de envases y recipientes sellados herméticamente.
• Esterilización
• Pasteurización
• Escaldado
• Temperatura de almacenamiento
• El almacenamiento a temperatura ambiente no es una barrera.
• Temperatura de refrigeración.
• Temperatura de congelación.
• Radiación
Radiación ultravioleta: Se utilizan longitudes de onda por debajo de 450nm. La longitud de onda
más efectiva para destruir microorganismos es 260nm. La fuente más común de UV es la lámpara
de mercurio de baja presión, con aproximadamente 80 % de emisión UV a 254 nm. Las bacterias
Gram negativas son eliminadas, mientras que las esporas y mohos son mucho más resistentes. Se
usa para descontaminación de aire e incluso líquidos (en capas finas de cómo máximo 1cm). Puede
destruir microbios en superficies, si estas son directamente irradiadas y fueron previamente
limpiadas de forma efectiva. Se usa para esterilizar envases y no se usa como única barrera.
Radiación iónica y (irradiación): Se caracteriza por un contenido energético muy alto. Puede matar
microorganismos permitiendo que el producto mantenga sus características de alimento fresco luego
de ser irradiado. Las desventajas son la aparición de ciertos sabores externos y, particularmente que
la mayoría de los consumidores son muy escépticos del método. Debe combinarse con otras
barreras dado que la legislación prescribe una dosis máxima que no es suficiente para matar esporas
e incluso está prohibida en muchos países.
Energía electromagnética
Resultan de campos de voltaje eléctrico que invierten su polaridad millones de veces por segundo.
Radiofrecuencia: Se caracteriza por utilizar frecuencias de 1-500 MHz. Útil como método de
conservación templado, pudiendo inactivar microorganismos alteradores afectando mínimamente la
calidad del producto. Suele usarse para descongelado, pero no se aplica como única barrera.
Ultra Alta Presión (UHP): Los alimentos tratados bajo ultra alta presión (> 3000 Bar) experimentan
cambios físico-químicos que los llevan a una mayor vida útil, debido a la inactivación de enzimas y
microorganismos El nivel de inactivación de los microorganismos depende de varias propiedades
inherentes (pH, aw y T°) del producto y la muerte se debe a la destrucción de la membrana celular
de los mismos. Las bacterias Gram negativas se inactivan a 3000 bar, mohos y levaduras a 4000
Bar, bacterias Gram positivas a 6000 Bar y las esporas bacterianas más resistentes a 12000 Bar o
con una combinación de ultra alta presión y alta temperatura. Este tratamiento se utiliza en productos
a base de frutas y debe combinarse con otras barreras (pH, T, envasado).
Ultrasonido: Vibraciones de frecuencia muy alta (no percibidas por el oído humano) que producen
ciclos de compresión y expansión, y el fenómeno de cavitación. La implosión genera zonas con muy
alta presión y temperatura, que pueden afectar la estructura celular. El efecto letal en
microorganismos es muy bajo y, en el caso de esporas, insignificante. Debido a la intensidad
requerida y su efecto dañino en las características del producto, no se aplica como única barrera.
Envasado: Para la mayoría de los alimentos, el envasado es necesario para preservar su calidad y
protegerlos contra el daño durante el almacenamiento y la distribución. Actúa como barrera para
prevenir la entrada de microorganismos, insectos, suciedad, etc., e incluso contra la transferencia o
pasaje de vapor de agua, gases y aroma.
Envasado al vacío: El envase se evacua y cierra dejando una cantidad muy pequeña de aire,
especialmente O2, en contacto con el alimento. En muchos casos, la concentración de CO 2 aumenta
considerablemente, retrasando el proceso y determinando el tipo de microorganismo que puede
crecer. El envase debe tener muy baja permeabilidad al O 2 y otros gases. Se debe tener especial
cuidado en el proceso térmico, ya que en estas condiciones crecen microorganismos anaerobios
como Clostridium botulinum.
Envasado aséptico: Los alimentos luego del proceso térmico, se transfieren a recipientes estériles
y herméticamente sellados bajo condiciones asépticas. Normalmente el envasado aséptico es una
combinación de varias barreras.
Revestimientos comestibles: Dan al alimento una capa superficial protectora (por ej. El encerado
de frutas). En la actualidad los revestimientos comestibles que protegen al alimento contra el
deterioro por microorganismos, así como contra la pérdida de calidad, se desarrollan en base a
proteínas, almidones, ceras, lípidos, etc. Además, se desarrollan revestimientos que incluyen
compuestos antioxidantes y antimicrobianos de grado alimenticio. Esto permitirá usar cantidades
reducidas de aditivos, porque los revestimientos se fijan a la superficie del producto, que es donde
se requiere la principal protección. El envasado siempre se usa en combinación con otras barreras,
con la excepción de frutas, como por ej. las naranjas.
El aire está constituido por un 78% de nitrógeno, 21% de oxígeno y el resto por dióxido de carbono,
y otros gases. Una modificación producida en estas proporciones modificaría sensiblemente la
actividad respiratoria de los alimentos. Un aumento en la concentración de CO 2 (tiene cierto efecto
antimicrobiano) y/o una disminución de la de O 2, disminuiría la actividad respiratoria, alargando la
vida útil de los alimentos. Sin embargo, los cambios deben ser controlados exhaustivamente para
evitar alteraciones fisiológicas en tejidos vivos, o alteraciones microbianas debido a la proliferación
de microorganismos anaeróbicos.
Aquellas en las que la concentración de O2 y CO2 ha sido modificada hasta la obtención de una
concentración total igual a la del O2 en el aire (21%) y aquellas en las que la concentración total de
O2 y CO2 se ha reducido hasta una concentración final de 4.5%.
Los productos se almacenan en espacios herméticos con atmósfera modificada, creada por el
proceso de respiración de los productos. El nivel de O2 disminuye y el nivel de CO2 aumenta. El total
de estos dos gases es alrededor del 20 %. El almacenamiento en atmósfera modificada sólo se
utiliza para almacenamiento refrigerado de frutas y hortalizas.
Se utiliza en alimentos que maduran después de su recolección y se deterioran con rapidez incluso
a su temperatura óptima de almacenamiento. La composición gaseosa de la mezcla debe ser vigilada
cuidadosamente, los sistemas más modernos son monitoreados con computadoras. Los depósitos
de atmósfera controlada poseen una humedad relativa más elevada (90-95%) que los frigoríficos
normales, porque así los alimentos se mantienen frescos por más tiempo y se reducen las pérdidas.
Los efectos sobre e alimento del almacenaje en atmósfera controlada perdura aún después de este.
Las composiciones gaseosas óptimas deberán ser determinadas para cada alimento, (las cuales se
hallan tabuladas a tales efectos), al igual que la construcción del depósito, las instalaciones y su
manejo.
Desventajas:
✓ Las bajas concentraciones de O2 y las elevadas concentraciones de CO2 requeridas para inhibir
el crecimiento de bacterias resultan tóxicas para muchos alimentos.
✓ Las condiciones pueden provocar un aumento en la concentración de etileno, acelerando la
maduración y provocando alteraciones fisiológicas.
✓ Una descompensación en la composición gaseosa puede provocar cambios en la actividad
bioquímica de los tejidos, produciendo sabores externos o produciendo pérdidas de los aromas
propios del alimento.
✓ La mayoría de las frutas y verduras tienen un límite de tolerancia a la composición de la
atmósfera, dependiendo del tipo de cultivo, grado de madurez, y las condiciones durante el
almacenamiento.
✓ Diferentes cultivos de la misma especie responden de manera desigual frente a las mismas
concentraciones.
Se crea en el envase una atmósfera con composición de gas diferente al aire atmosférico. El volumen
del producto es casi igual que el volumen del aire en el envase. Los gases más importantes son el
O2 y el CO2. El envase debe tener muy baja permeabilidad a los gases, excepto para frutas y
vegetales frescos, donde se necesita una cierta permeabilidad para prevenir condiciones anaerobias.
En el envasado en atmósfera modificada de productos que respiran ("vivos") como frutas y hortalizas
frescas, una vez que la atmósfera cambia al nivel deseado, la tasa de respiración de los productos
debería igualar la difusión de gases a través del material del envase para lograr una atmósfera
equilibrada. La concentración de O2 debe mantenerse suficientemente alta para impedir la
respiración anaerobia. Dado que la tasa de respiración y la permeabilidad de gas cambia con la
temperatura, el envasado en atmósfera modificada para productos que respiran es complicado.
El alimento se envasa en un material con la adecuada permeabilidad al vapor de H 2O, O2, N2 y CO2
y una vez envasado y antes del cierre, se sustituye el aire por una mezcla controlada de gases. Los
cambios en esa composición durante el almacenamiento dependerá de:
Reducción del desperdicio a través de la distribución y mejoras en la calidad a nivel del consumidor
(aumento del valor agregado del alimento).
Bajo condiciones óptimas de MAP, la alta calidad de los alimentos puede durar por muchos más días
o semanas, sin causar riesgos de salud.
Los consumidores hoy en día buscan productos de alta calidad, frescos, mínimamente procesados,
con pocos conservantes y seguros. El MAP es un buen método para satisfacer tales demandas.
O2: Previene el crecimiento de microorganismos anaerobios obligatorios, muchos de los cuales son
tóxicos.
Para extender el tiempo de vida de los productos MAP es importante tener el número de
microorganismos patógenos bajo.
Los prerrequisitos adicionales para una buena aplicación de la tecnología MAP para productos que
no respiran, son una alta calidad de las materias primas, producción higiénica y un buen sistema de
diseño.
El producto se almacena a temperatura de refrigeración bajo una presión de 10 a 100 mBar, y con
frecuencia con circulación constante de aire fresco a alta humedad relativa (80 – 100 % ). El O2
disponible para el producto es mucho más bajo de lo normal y el tiempo de almacenamiento de
productos hortícolas puede prolongarse considerablemente. Se usa en combinación con otras
barreras.
Microestructura:
Los productos de charcutería y embutidos curados en seco, como el chorizo tipo español, embutido
semi-seco popular en algunos países europeos, y usado principalmente como tentempié durante
actividades al aire o salami Genoa son embutidos fermentados, los cuales caen en una de dos
categorías: secos o semi-secos.
Los embutidos semi-secos son típicamente totalmente cocidos, ligeramente secos y tienen una
textura más suave comparada con los embutidos secos. Los productos de charcutería. Los
embutidos como “summer sausage” (un producto fermentado) bologna libanesa y thuringer son
ejemplos de embutidos semi-secos. Los embutidos curados secos perderán 60-80% de su peso
original, tienen una textura más firme y se toman más tiempo en elaborar debido al proceso se
secado.
Estos productos artesanales se ven muy simples de hacer, pero bajo las condiciones erróneas
pueden convertirse en peligros de inocuidad alimentaria. Por lo que es importante entender
totalmente la ciencia detrás de la supervivencia bacteriana para crear un producto inocuo.
Existen más de 60 diferentes obstáculos que pueden ser agregados a los alimentos. Sin embargo,
reducir el pH y bajar la actividad de agua son las principales maneras de conservar los embutidos
curados en seco de charcutería. Es importante entender cómo el pH y la actividad de agua afectan
a los patógenos cuando se elaboran este tipo de productos embutidos.
El crecimiento bacteriano ocurre en cuatro diferentes etapas o fases: la fase lag, la fase log, la fase
estacionaria y la fase de muere.
-La fase lag es el tiempo en el cual la bacteria se está ajustando a su ambiente y la célula está
madurando, pero no es capaz de dividirse e incrementar en número.
-La fase log, algunas veces conocida como la fase logarítmica o exponencial, es la fase más temida
para los procesadores de la carne durante la curva del crecimiento bacteriano. Bajo las condiciones
adecuadas, la bacteria dobla su población a una tasa de crecimiento consistente, algunas veces tan
rápido como en 20 minutos.
Fundamentos de la fermentación
La fermentación es uno de los métodos de conservación más antiguos, y es uno de los obstáculos
más usados en la elaboración de embutidos curados secos. La fermentación de la carne se logra
con la adición de bacterias “buenas” e inocuas, mejor conocidas como cultivos iniciadores, los cuales
causan una reducción del pH (más ácido).
Esta reducción en pH es importante, ya que la mayoría de las bacterias, incluyendo las bacterias
patógenas, no pueden sobrevivir en un ambiente ácido. Además, una rápida caída de pH es deseada
durante la fermentación, puesto que algunas bacterias, tales como Salmonella, pueden hacerse
tolerantes al ácido durante una lenta caída de pH. Los problemas pueden ocurrir en los productos
cárnicos fermentados porque la Salmonella puede sobrevivir niveles de pH tan bajos como 3.8, y
niveles mínimos de actividad de agua de 0.94.
Para complicar aún más las cosas, cuando es ingerida, la Salmonella resistente al ácido puede
sobrevivir el ambiente ácido del estómago, y colonizar el tracto gastrointestinal inferior, causando
serios problemas de salud. Entonces, un declive rápido de pH a 4.6 es ideal para prevenir que
la Salmonella, así como otros patógenos y bacterias de descomposición, se hagan tolerantes al
ácido. Los procesadores de la carne necesitan usar el cultivo iniciador correcto, ya que algunos de
ellos fermentan muy lentamente y pueden así crear un peligro de inocuidad alimentaria cuando se
elabora charcutería.
La función de las enzimas y el transporte de nutrientes dentro de las células bacterianas son inhibidos
a un pH bajo. Cuando los microorganismos son colocados en un ambiente no favorable, su habilidad
de proliferación depende de su habilidad de llevar el pH a un nivel más neutral. Cuando las células
bacterianas están en ambientes ácidos, balancear los iones de hidrógeno se hace extremadamente
importante para componentes celulares clave para funcionar, como son el ATP (adenosín trifosfato)
y el ADN (ácido desoxirribonucleico). La descarboxilasa de aminoácidos funciona mejor a pH de 4.0
y pierde su funcionalidad a pH de 5.5, lo cual causa un ajuste espontáneo de pH hacia la neutralidad.
El mantener un pH neutral depende de las reacciones de los portadores para la descarboxilación de
los aminoácidos, requiriendo la presencia de muchas descarboxilasas.
Actividad de agua
Otro obstáculo principal que puede ser utilizado en la producción de embutidos curados secos es la
reducción de la actividad de agua durante la fase de secado de la producción. La actividad de agua
se puede definir como la cantidad de agua libre disponible para el crecimiento bacteriano. La carne
fresca tiene una actividad de agua relativamente alta de 0.99, aportando suficiente agua libre para
que las bacterias crezcan bien.
La actividad de agua es uno de los vehículos más importantes para el crecimiento microbiano y la
sobrevivencia en productos cárnicos fermentados. Los productos fermentados secos y semi-secos
son considerados “listos para su consumo”, por lo que no necesitan un tratamiento de calor antes de
su consumo; entonces, los procesadores de la carne deben asegurarse de que el proceso de
producción usa ingredientes que no contiene patógenos presentes. Solamente unas cuantas células
de Salmonella o E. coli productora de toxina shiga (STEC, por sus siglas en inglés) pueden ser
suficientes para causar enfermedad. Estos patógenos pueden sobrevivir y crecer en ambientes de
bajos niveles de actividad de agua, bajo pH y altos niveles de sal.
El valor mínimo de actividad de agua para el crecimiento de la mayoría de las bacterias patógenas
es por debajo de 0.87. Niveles más bajos de actividad de agua interfieren con las actividades
fisiológicas necesarias para la división celular, afectando así la fase log de crecimiento. La Comisión
Internacional de Especificaciones Microbiológicas para Alimentos reportó que Staphyloccocus
aureus puede sobrevivir a una actividad de agua de 0.83. Afortunadamente, a este nivel reducido de
actividad de agua, Staphyloccocus aureus no puede producir toxinas.