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Texto extraído de: D. Hartzstein, El entramado de las clases de arte, Una mirada desde el
paradigma de la complejidad, Ficha de cátedra, revisión: Gustavo De Leonardis, Bs As, 2012.
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El paradigma ecológico o de las interacciones sociales
El concepto de Paradigma Ecológico utilizado por Walter Doyle, presentado por Gimeno
Sacristán, hace referencia a un paradigma de investigación didáctica que busca captar y
avanzar en la comprensión de las situaciones de clase como situaciones sociales complejas
que se articulan, se construyen y se definen situacionalmente.
Alicia Camilloni en su libro “El Saber Didáctico” formula una reseña de la historicidad en
la constitución de este paradigma, que nos permite comprender su particularidad (Camilloni
2008).
Desde esta mirada etnográfica, Jackson destaca, como rasgos específicos de la vida en las
aulas: historia, multidimensionalidad, impredecibilidad, y simultaneidad. Este autor
describe con detalle el entorno físico y el contexto social del aula, los patrones interactivos,
las prácticas de la evaluación, las normas y las estrategias de los participantes como
manifestaciones de los significados y características de las interacciones en las clases, y
también destaca la dosis de incertidumbre e indeterminación de la acción docente. De esta
manera se acerca a una mirada holística del devenir de los sucesos en el aula.
Uno de los más destacados investigadores en estos aspectos W. Doyle, emprende una línea
de investigación en el programa de Ecología del Aula, desde una visión social e interactiva
en el aula, donde se refiere a la estructura académica y a la estructura social, la tarea de
gestión del profesor, los procesos de negociación y las formas de mediación del currículo a
través de las tareas de aula.
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Desde Francia, las investigaciones de J.C.Filloux, G.Ferry, E. Enriquez, aportan su mirada
de las clases desde una perspectiva de la psicosociología de los pequeños grupos,
profundizando los estudios del campo de lo grupal y su relación con las situaciones de
clase, y analizando los aspectos transferenciales y los juegos de los deseos que circulan en
ellas.
Otro aporte importante resultan los numerosos enfoques centrados en lo grupal que
destacan el carácter social del aprendizaje, producto del intercambio grupal, e interpretan al
dinamismo y funcionamiento grupal como reflejo de lo institucional y lo social. “Se
incorpora, de este modo, una serie de aspectos al análisis de las estructuras visibles y
latentes de las clases: la estructura de comunicación, y de roles psicosociales, la dinámica
grupal, la historia, los conflictos y resistencias, las fantasías e imágenes, la relación con la
tarea.” (Camilloni 2008). Desde esta perspectiva se promueve entender a la Clase como un
espacio grupal inscripto y reflejo de las dinámicas y significados contextuales, y considerar
al docente como un mediador del saber, observador y organizador o coordinador del trabajo
grupal.
X. Rodríguez retoma las palabra de A. Perez Gómez, para destacar el carácter social de la
vida en las aulas, señalando “el docente y el estudiante son procesadores activos de
información y conocimiento, no solo como individuos particulares, sino como miembros de
una institución que tiene una intencionalidad y una organización que crea un clima de
intercambio, genera roles y patrones de conducta individual, grupal y colectiva,
desarrollando una cultura particular” (L.Sanjurjo y X.Rodríguez, op cit)
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- Entender al conocimiento como una construcción propia de cada situación en particular,
atravesado por los polos de significación social y psíquico.
Por su parte, y en esta misma línea de análisis, María Cristina Davini al explicar que el
aprendizaje está mediado por el contexto donde se desarrolla, el “ ambiente”, que “ no sólo
se refiere a los medios o recursos, sino que incluye, especialmente, las formas de
interacción e intercambios del grupo”……”Finalmente, en los medios escolares o
académicos, las reglas institucionales y la organización de los planes de estudio forman
parte del ambiente, facilitando, orientando limitando la enseñanza y los aprendizajes”
destaca las características del aprendizaje como un proceso de construcción personal
mediado socialmente. Destaca entonces que se puede referir a la metáfora de la “ecología
del aprendizaje”, entendida como el sistema social, ambiente, recursos e interacciones,
que facilitan las condiciones del aprendizaje” (Davini 2008)
Marta Souto define como Actos Pedagógicos, a todas aquellas situaciones en donde se
encuentran alguien que posee un conocimiento, con alguien que busca aprender ese
conocimiento, en torno a la función de transmisión de ese conocimiento, el cual se inscribe
en un contexto que le otorga significación.
“El Acto Pedagógico surge en la interacción entre un sujeto que aprende (individual o
colectivo) y un sujeto que enseña (o un objeto que representa a éste), en función de un
tercer elemento: el contenido. La relación que se establece es a la vez, cognitiva, afectiva y
social. Este tercer componente, lo define y lo diferencia de otros actos sociales, lo ubica
en el nivel instrumental, le da especificidad e identidad como Acto pedagógico.
La relación pedagógica es un proceso en marcha, un devenir, una praxis. Es en este
sentido, un acto. No totalizado ni cristalizado, sino un acto en curso” (Souto, 1993)
Como relación ternaria, cada uno de sus componentes – docente, alumno / s y objeto de
conocimiento - es un medio para la definición del otro, creándose mutuamente la necesidad
del otro, y desarrollando un proceso dialéctico donde en diferentes momentos cada uno
puede constituirse en medio o tercero en la relación de los otros dos componentes. En esta
definición se destaca el carácter vìnculo que se genera entre los tres componentes, siendo
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este un factor constitutivo del acto pedagógico, desplegando en este sentido todas las
alternativas en las tensiones entre acercamiento y separación.
Por estos motivos, dada la complejidad de los procesos y elementos que se entrelazan, cada
situación se plantea como particular, singular y única, siendo imposible establecer una
identificación de patrones, estructuras, dispositivos que puedan ser homologados
idénticamente de una clase a otra.
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El análisis multireferenciado de las situaciones de clase
M. Souto, nos propone analizar y entender la complejidad de las clases desde la
consideración de distintos Polos de significación que atraviesan y significan el polo de la
circulación del conocimiento. De esta manera el Polo de lo Instrumental (o polo de lo
técnico, de lo disciplinar) se acompaña y se intersecta con los significados provenientes de
los Polos de los Social y de lo Psíquico. Así podemos entender y analizar al Acto
Pedagógico como un acto instrumental de circulación del conocimiento, como un acto
social y como un acto psíquico.
Como Acto social podemos entender que “surge en y para una sociedad. Su estructura
refleja la estructura social en la cual se inscribe. El poder social rige el poder
pedagógico” (…) Lo social impregna de significado lo educativo”.
Como Acto psíquico, podemos entender que el mismo está impregnado de las
significaciones psíquicas y afectivas, representaciones y deseos tanto del, o de los que
aprenden como del que enseña, que los estructuran desde el nivel de lo latente.
“Dos polos ocultos, lo social lo inconsciente, dos polos distintos pero complementarios,
dos motores: el deseo inconsciente y la lucha por el poder, que energizan el devenir del
acto pedagógico” (M.Souto, 1993), y podemos agregar, que energizan y orientan el devenir
de lo instrumental, de la circulación del conocimiento.
Se busca de esta manera pensar y entender la “dimensión técnica en conexión con lo social
y con lo psíquico, haciendo eco y resonancia a los significados que circulan en las
prácticas de la enseñanza”.
En síntesis, podemos destacar algunos puntos que hacen a la comprensión de las situaciones
de clase desde esta perspectiva del Paradigma Ecológico:
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Las situaciones de clase determinan:
Una situación de enseñanza y de aprendizaje explícita que define las relaciones entre los
participantes.
Una situación social que se da inscripta en un contexto social e institucional
Un ambiente físico y psicosocial donde se desarrollan las interacciones
Un encuadre o contrato, que establece proyecto de trabajo e induce a sus participantes
roles y formas de comportamiento, normas y códigos de relación, en torno a un objetivo de
conocimiento
Un dispositivo de trabajo en torno al conocimiento donde prevalece el nivel de lo grupal
en las interacciones y en las dinámicas, desarrollando un proceso y una historicidad en
torno a la constitución de la grupalidad y donde el rol del docente se acerca más al
coordinador de un grupo de aprendizaje.
Una situación de intercambio e interrelación que puede es a la vez cognitiva, afectiva y
social, y por lo tanto puede ser considerada desde los Polos Instrumental, Psíquico y Social
Por otra parte, a esta dimensión racional y técnica del conocimiento, constantemente es
atravesada y superpuesta por una dimensión afectiva. Aprender Artes implica traer a
situación el mundo de lo psíquico, la exteriorización de lo emocional y lo volitivo, como
también las relaciones emocionales con el acto creador o de producción artística y con la
autovaloración de cada uno respecto de sus posibilidades de creación artística. Estos
aspectos ponen en juego, intensa y constantemente dimensiones pre o inconscientes
referidas al deseo y al miedo, el auto concepto y la autovaloración.
Por último, también se debe considerar en el aprendizaje de las artes la dimensión social del
conocimiento. Las artes pueden ser entendidas como un discurso de construcción
sociocultural, a partir de los códigos y estructuras comunicacionales propios del contexto
socio cultural de donde procede. Desde esta consideración, aprender Artes se plantea como
una tensión entre la construcción histórica y la demanda de singularidad, innovación y
creación del sujeto que aprende. Tensión marcada por las oposiciones: dependencia y
autonomía, sumisión y liberación, heteroestructuración y autoestructuración entre los
saberes socialmente construidos y los singulares, entre el que enseña y el que aprende.
Así, entender al arte como un canal y un proceso de comunicación organizada desde la
estética y la subjetividad, implica adentrarse en una dimensión diferente a las otras materias
curriculares. Implica encontrar y comprender un nivel de significación compartida (docente
incluido en el proceso) que permita la interacción grupal, en el plano de lo expresivo y lo
comunicacional, sumados a los procesos de adquisición de los conocimientos técnicos
disciplinares propios.
La grupalidad en las clases de arte
En este aspecto es necesario también destacar la dimensión de lo grupal como prevalente y
particular en las clases de arte. Si bien algunas disciplinas artísticas se centran más en la
producción individual (las artes plásticas en la mayoría de las propuestas) otras - música,
teatro y danza - en cambio se centran directamente en la producción compartida y grupal.
Esta característica hace necesario atender a la construcción de la grupalidad en torno al acto
creador, siendo un elemento más en la complejidad del Objeto Epistemológico. Una
actividad artística grupal como sería un coro, requiere de la integración de las participantes
en torno a una mentalidad grupal que permita constituirse como un todo expresándose.
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participe en la construcción artística, poniendo en juegos sus concepciones, deseos y
emocionalidades, acercándose al rol del director de un elenco artístico, estableciendo una
dinámica de clase de proyecto construido conjuntamente.
Como asignatura dentro del campo educativo, las artes suelen vincularse con valoraciones
sociales e institucionales particulares y diferentes de otras asignaturas. Algunas
características particulares desde las consideraciones socio-institucionales:
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Algunas Conclusiones
Las clases de Arte, dada la particular complejidad de su objeto epistemológico de
enseñanza y aprendizaje, y las particulares inscripciones institucionales y particulares
dispositivos educativos que la diferencian de los otros espacios o áreas de estudio, generan
específicas dinámicas áulicas con singulares interrelaciones epistémicas y psico- sociales en
su interior, donde se integran las tensiones entre lo individual y lo social, lo compartido y lo
particular, lo preexistente y lo innovador, conforman estructuras y dinámicas de clase
como situación total, con altos grados de singularidad y especificidad.
En este conjunto aparecen situaciones de clase vinculadas más a lo que se define como
ensayo, exploración o taller, entre otras, donde arte y estructura de clase se interpenetran y
se definen mutuamente.
Estas particularidad, complejidad y singularidad de las situaciones de clases de artes,
necesita ser considerado en su especificidad para poder acercarse a su comprensión y
orientación respecto de la construcción didáctica y la intervención pedagógica. Para la
comprensión de las características particulares de las clases de artes, proponemos entonces
un análisis desde el paradigma de la complejidad, o más específicamente desde un
Paradigma Ecológico que nos permita comprender las múltiples interrelaciones,
proponiendo un tipo análisis multireferenciado desde las consideración de los Polos
Instrumental, Pisco y Social, y partir de dicho análisis, una reconstrucción de la Clase de
Artes como una situación total, particular inscripta en un contexto institucional y social,
identificando su estructura y dinámicas propias.
Bibliografía
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