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Taxonomía de Benjamín Bloom
Taxonomía de Benjamín Bloom
¿Qué es el pensamiento?
Existe tal cantidad de aspectos relacionados con el pensamiento, que dar una
definición resulta difícil. De las muchas definiciones que podrían darse, algunas de
ellas lo consideran como una actividad mental no rutinaria que requiere esfuerzo,
o como lo que ocurre en la experiencia cuando un organismo se enfrenta a un
problema, lo conoce y lo resuelve. Podríamos también definirlo como la capacidad
de anticipar las consecuencias de la conducta sin realizarla.
El pensamiento implica una actividad global del sistema cognitivo con intervención
de los mecanismos de memoria, atención, procesos de comprensión, aprendizaje,
etc. Es una experiencia interna e intrasubjetiva. El pensamiento tiene una serie de
características particulares, que lo diferencian de otros procesos, como, por
ejemplo, que no necesita de la presencia de las cosas para que éstas existan,
pero la más importante es su función de resolver problemas y razonar.
Funcionamiento de la mente humana
El concepto de mente ha ido cambiando considerablemente a lo largo de la
historia. El médico francés La Mettrie fue el primero que concibió la mente como
algo completamente material, el cerebro, provisto de una serie de células
(neuronas), que interconexionadas entre sí hacían funcionar a esa masa física que
es el cerebro. Esta idea dio lugar a principios del siglo XX, a los modelos de
procesamiento de la información, que pretendían establecer paralelismos entre el
cerebro y la informática.
Hasta aproximadamente 1960, muchos psicólogos sobre todo de EEUU,
consideraban el funcionamiento de la mente humana como el de una máquina.
Todas estas teorías obviamente presentan serias limitaciones y es por ello por lo
que se incluyó otro constructo, la consciencia, para poder comprender cómo y por
qué actuamos. Aunque el término conciencia es en cierto modo confuso, existen
algunos estudios científicos, concretamente sobre el sueño, en los que se
intentaba revelar los distintos estados de consciencia e inconsciencia existentes y
que tienen que ver con la mayor o menor actividad cerebral. Colocando unos
electrodos que nos permiten detectar la actividad cerebral, en ciertas zonas del
cerebro, podemos detectar las diferencias de potencial en función del grado de
activación o de consciencia. Cuando el sujeto está totalmente despierto, el cerebro
emite unas ondas determinadas y cuando éste entra en el sueño profundo,
momento en el que no se sueña y cuando cuerpo y mente están más relajados,
las ondas se hacen más grandes y lentas.
Actualmente no hay duda respecto a que todos los procesos mentales
(pensamiento, ideas imaginación, recuerdos, memoria, ilusiones o emociones en
general), son procesos cerebrales, es decir, son un producto del funcionamiento
cerebral. Es cierto sin embargo, que los mecanismos cerebrales que generan
estas actividades mentales, todavía están muy lejos de ser comprendidos por
completo.
Tipos de pensamiento
La psicología cognitiva ha basado fundamentalmente sus investigaciones en tres
aspectos:
- el razonamiento deductivo
- el razonamiento inductivo
- la solución de problemas
El pensamiento deductivo parte de categorías generales para hacer afirmaciones
sobre casos particulares. Va de lo general a lo particular. Es una forma de
razonamiento donde se infiere una conclusión a partir de una o varias premisas. El
filósofo griego Aristóteles, con el fin de reflejar el pensamiento racional, fue el
primero en establecer los principios formales del razonamiento deductivo.
Los 6 Niveles de Pensamiento
Bloom distingue 6 niveles del pensamiento, que ha ordenado en una
jerarquía. Ellos son:
· Conocimiento: Es el simple aprendizaje de datos y hechos.
· Comprensión: La persona puede explicar lo que ha aprendido en sus propias
palabras, hablar sobre su significado, y comparar una idea con otra.
· Aplicación: La persona utiliza un procedimiento o aplica un concepto en
circunstancias nuevas.
· Análisis: La persona descompone algo en sus partes constituyentes y explica
cómo se influyen mutuamente.
· Síntesis: La persona es capaz de seleccionar varios elementos, posiblemente
de diferentes fuentes, y combinarlos de una forma nueva para crear algo original,
o para proponer una solución a un problema.
· Evaluación: Después de realizar un análisis, la persona indica las ventajas y
desventajas de diferentes opciones y señala cuál seleccionaría en determinada
situación, justificando su selección.
Los estudios hechos en los últimos años confirman la naturaleza jerárquica de los
primeros cuatro niveles de Bloom, pero indican que la síntesis, la cual involucra el
pensamiento creativo, y la evaluación, la cual involucra el pensamiento crítico, se
encuentran en un mismo nivel de complejidad.
Desafortunadamente, mucho de lo que pasa por educación consiste en el simple
aprendizaje de nueva información, y no se espera que el alumno hace más que
recordar lo que ha estudiado. Es decir, no pasa del nivel del “conocimiento”.
Sin embargo, el trabajo más profundo de un educador y a cierto grado, todos
somos educadores es enseñar a pensar. Por eso, es importante tomar en cuenta
que podemos influir en los niveles de pensamiento que utiliza una persona por
medio del tipo de preguntas que hacemos.
BENJAMÍN BLOOM
Estos aportes fueron más allá de la taxonomía, pues Bloom también estaba
interesado en el pensamiento y su desarrollo. Sus trabajos con Broder en 1958
sobre el estudio de los procesos mentales de los estudiantes universitarios fue
otra innovación para determinar lo que ocurría en sus cabezas a través de un
proceso de estimulación de la memoria y de las técnicas de pensamiento en voz
alta en las que el entorno tenía el poder de influir en la actuación de los individuos,
mas no el determinismo genético. Creía que no sólo el entorno era importante,
sino que era posible organizar formas para fomentar el aprendizaje. Para él lo
importante en la enseñanza no era comparar a los alumnos, sino que había que
ayudarles a lograr los objetivos establecidos en el `programa de estudio. El
proceso didáctico debía diseñar tareas que llevaran a los estudiantes de manera
progresiva a alcanzar sus metas del currículo. Para alcanzarlos se debía trabajar
con la variable “tiempo”, pues no tenía ningún sentido esperar que todos los
alumnos lograran los objetivos a la misma vez sin atender a las diferencias
individuales. De allí que la misión del educador es disponer las condiciones del
entorno para ayudar a los alumnos.
Bloom ofrecía a sus estudiantes un modelo de estudio indagador. Aceptaba la idea
de que la educación como proceso era un intento de desarrollar el potencial
humano, o, más aún, un intento de hacer posible ese potencial.
Para él, la educación es un ejercicio de optimismo. Era un optimista que tenía en
cuenta los hechos y que concebía los estudios de tal modo que dieran cuerpo a
sus aspiraciones.
La taxonomía de objetivos de la educación de Bloom se basa en la idea de que las
operaciones mentales pueden clasificarse en seis niveles de complejidad
creciente. El desempeño en cada nivel depende del dominio del alumno en el nivel
o los niveles precedentes. Por ejemplo, la capacidad de evaluar —el nivel más alto
de la taxonomía cognitiva— se basa en el supuesto de que el estudiante, para ser
capaz de evaluar, tiene que disponer de la información necesaria, comprender esa
información, ser capaz de aplicarla, de analizarla, de sintetizarla y, finalmente, de
evaluarla. La taxonomía de Bloom no es un mero esquema de clasificación, sino
un intento de ordenar jerárquicamente los procesos cognitivos.
Bloom orientó un gran número de sus investigaciones al estudio de los objetivos
educativos, para proponer la idea de que cualquier tarea favorece en mayor o
menor medida uno de los tres dominios psicológicos principales: cognoscitivo,
afectivo, o psicomotor. El dominio cognoscitivo se ocupa de nuestra capacidad de
procesar y de utilizar la información de una manera significativa. El dominio
afectivo se refiere a las actitudes y a las sensaciones que resultan el proceso de
aprendizaje. El dominio psicomotor implica habilidades motoras o físicas.
Bloom, junto a su grupo de investigación de la Universidad de Chicago, desarrolló
una taxonomía jerárquica de capacidades cognitivas que eran consideradas
necesarias para el aprendizaje y que resultaban útiles para la medida y evaluación
de las capacidades del individuo. Su taxonomía fue diseñada para ayudar a
profesores y a diseñadores educacionales a clasificar objetivos y metas
educacionales. Su teoría estaba basada en la idea que no todos los objetivos
educativos son igualmente deseables. Por ejemplo, la memorización de hechos, si
bien una cualidad importante, no es comparable a la capacidad de analizar o de
evaluar contenidos.
La taxonomía de Bloom la clasificación de los objetivos educativos más usada y
conocida en entornos educativos. Bloom definía tres ámbitos en los que deben
ubicarse los objetivos de la enseñanza:
Teoría de la clasificación
de la Taxonomía
Para crear una buena planificación es necesario tener claro en primer lugar: el
área de aprendizaje; en segundo lugar, que los objetivos estén correctamente
planteados; en tercer lugar, las herramientas de evaluación sean las adecuadas y
por último determinar las actividades a realizar.
Benjamin Bloom, en su taxonomía clasifica y ordena el aprendizaje, facilitando la
acción planificadora de los Docentes.
CAMPO COGNOSCITIVO:
Comprende el área intelectual que abarca las subáreas del conocimiento, la
comprensión, la aplicación, el análisis, la síntesis y la evaluación; donde cabe
destacar que algunas de éstas presentan subdivisiones.
CONOCIMIENTO: Implica conocimiento de hechos específicos y
conocimientos de formas y medios de tratar con los mismos, conocimientos de lo
universal y de las abstracciones específicas de un determinado campo del saber.
Son de modo general, elementos que deben memorizarse.
COMPRENSIÓN: El conocimiento de la compresión concierne el aspecto
más simple del entendimiento que consiste en captar el sentido directo de una
comunicación o de un fenómeno, como la comprensión de una orden escrita u
oral, o la percepción de lo que ocurrió en cualquier hecho particular.