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Marco Teorico
Marco Teorico
El manual de diagnóstico de los trastornos mentales (DSM IV) define una fobia como “un
temor acusado y persistente que es excesivo o irracional, desencadenado por la presencia o
anticipación de un objeto o situación específicos”. El miedo por otra parte se define como
“una emoción básica común, propia de la evolución humana y necesaria para mantenernos
vivos, puesto que nos alerta de un peligro y nos prepara para el mismo” concepto que de
igual forma se encontró en el manual (DSM IV).
Todos alguna vez en nuestra vida hemos sentido miedo y es algo que se considera normal y
por el contrario la falta de ello podría significar algún problema, esta es una emoción
causada por situaciones o cosas que nos desagradan y nos causan cierta angustia y temor,
por ejemplo podemos tenerle miedo a los perros, a los payasos, a la obscuridad o inclusive
a algunas personas, esta emoción solamente es momentánea, es decir, la podemos percibir
cuando estamos presenciando la situación u objeto, pero en cuanto desaparezca esa
emoción igualmente se esfuma.
Hablar frente a algún auditorio sin siquiera ponerse un poco nervioso es una habilidad con
la que muy pocas personas cuentan y todavía menos las que lo hacen de forma natural.
Dialogar con un público genera ansiedad y nerviosismo, pero existe una población que
vuelve este miedo en algo irracional y excesivo, el simple hecho de responder una pregunta
frente a tanta gente lo paraliza, prefiriendo quedarse con sus dudas antes de ser observado
por todo el auditorio, a esto se le conoce como glosofobia, un trastorno psicológico que
según estadísticas (Adecco Professional, 2015) ¾ partes de la población podría sufrir de
dicha fobia.
Se compone de dos palabras que provienen de raíces griegas, fobia o “phobos”, la cual
significa terror o pánico y gloso o “glossa” que significa lengua. Es así como su
significado se define: miedo excesivo o irracional a hablar frente a algún público; la
“glosofobia” se encuentra dentro de los trastornos psicológicos.
En 1966 Marks y Gelder propusieron que la “glosofobia” era un tipo de fobia social en
donde interferían los otros trastornos de ansiedad y en el año de 1970 Marks la concibió
como una nueva entidad clínica. Fue hasta el año de 1980 cuando el DSM (Manual
diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales) aceptó y considero a la “glosofobia”
como un miedo excesivo e irracional a hablar frente a algún público.
PERFIL DE UN GLOSOFOBICO
Identificar la existencia de glosofobia en una persona, resulta difícil para aquel que desea
hacerlo ya que la reacción de más notoriedad es la ansiedad y esta es una característica que
comparte con otros problemas que no necesariamente corresponden a un trastorno
psicológico. Recordemos que la ansiedad es el resultado emocional de aspectos cognitivos
o subjetivos displicentes, así como de aspectos fisiológicos o corporales generados por la
activación del sistema periférico y como consecuencia directa podemos observar
comportamientos poco comunes.
Como podemos ver, los tres niveles de síntomas pueden influirse entre ellos, es decir que
existe una estrecha relación entre todos, por ejemplo, los síntomas cognitivos influyen
directamente en el agravamiento de los síntomas fisiológicos y en consecuencia éstos
podrán aumentar los síntomas conductuales.
Las personas que padecen glosofobia pueden repetir muchos patrones tanto físicos como
psicológicos, sin embargo, existen ciertas características que distinguen a esta enfermedad,
algunos síntomas que presentan las personas que padecen esta fobia al hablar enfrente de un
conjunto de personas son: sudoración, náuseas o ritmo cardíaco elevado, inseguridad,
miedo a ser juzgado o excesiva presión, lo anterior se puede presentar en mayor o menor
medida pero esta sintomatología siempre está presente bajo dicho contexto.
CAUSAS
¿Por qué una persona llega a desarrollar alguna fobia? Las personas no recuerdan qué los
produjo desarrollar su fobia, especialmente cuando se trata de fobias específicas, sin
embargo las causas pueden ser muchas aunque especialmente están relacionadas con las
experiencias en el pasado y las que ocurren en la infancia son las de mayor relevancia. Una
de las principales causas por las que surge una fobia se debe a que la persona en su infancia
vivió algún acontecimiento traumático, es después cuando se asocia al temor.
Otro factor importante se llega a dar los casos por la genética (Fobias, 2011) puesto que
algunas personas tienden a ser más ansiosas, nerviosas y tensas que otras y algunas
desarrollan con mayor facilidad esta clase de trastornos psicológicos ya que en su código
genético así está predispuesto.
La historia de la humanidad también forma parte esencial de lo que hoy son las fobias más
comunes en el mundo, pues muchas de ellas son causa de los rezagos de un
comportamiento instintivo. A lo largo del tiempo, el ser humano ha temido a ciertos
animales que podrían provocarle algún daño o la muerte, algunos ejemplos de ellos podrían
ser los reptiles, las víboras o los mismos fenómenos meteorológicos como las tormentas
eléctricas; en este caso se nace con una predisposición a desarrollar las fobias ya expuestas.
En otras circunstancias, en cambio, pueden existir uno o varios acontecimientos que los
llevaron a ellas, sobre todo cuando de fobias sociales se trata. Las causas de que una
persona desarrolle glosofobia pueden remitirse a que la persona haya experimentado alguna
situación en donde se le humilló públicamente como burlas de sus compañeros, risas
maliciosas, críticas, etc., y que en su momento hayan herido la autoestima del adolescente.
CONSECUENCIAS
Además de los síntomas negativos que padecen las personas con fobia el momento en el
que se ven enfrentados a la situación temida, este trastorno va provocando graves
consecuencias en la vida cotidiana de los afectados, de manera que, poco a poco, van
restringiéndose sus contactos con los demás, por ejemplo una estable relación de pareja, ya
que se sienten incapaces de mantener una conversación, impactando directamente en su
autoestima.
Por último es importante mencionar que entre los principales problemas que se desarrollan
a largo plazo está el aislamiento y la depresión, como secuela del rechazo social y que
también llega a desencadenar problemas para integrarse activamente en lo laboral, pues
habrá situaciones que no le serán de su agrado y que lo incomodarán como la posible
entrevista, siempre evitando trabajos donde sea necesario el contacto con personas.