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UNIVERSIDAD MARANO GALVEZ DE GUATEMALA

SEDE SANTA CRUZ QUICHÉ


Curso: Psicoterapia del niño y del adolescente.
VIII ciclo: Licenciatura en Psicología Clínica
código: 3020-132
Fecha: 28/09/19

TEMA: Interpretación del juego y de los dibujos


Licda. Veda Josefina Baquiax Barreno
Interpretación del juego y de los dibujos
Melanie Klein es una de las autoras que profundiza en la
importancia que tiene la interpretación en el espacio terapéutico
y como debe de ser utilizada. Para la autora es fundamental que
el niño deje florecer sus emociones, sean éstas de amor o de odio,
lo importante es poder dar cuenta de las emociones expresadas
por el infante y comprender por otro lado por qué se manifiestan
en ese instante donde se genera la situación de transferencia
El terapeuta debe generar un campo propicio, estimulando que
el niño exprese sus sentimientos, emociones, fantasías y que éstas
por más que sean destructivas y agresivas no deben ser
reprochadas e incitadas por el profesional; se pretende en el
espacio psicoanalítico, entender el psiquismo del infante e
intentar transmitirle que es lo que sucede en él.

La autora destaca que uno de los puntos fundamentales de la


técnica de juego, es el “análisis de transferencia”, donde se puede
observar que en la transferencia con el terapeuta tanto el adulto
como el niño vuelve a hacer presente emociones, fantasías y
situaciones conflictivas ocurridas con anterioridad
M.I. Roux (1993) citada por (López y Ameglio, 1999) define
interpretación como “palabra que da sentidos permitiendo una
imagen, una figuración, una representación y una simbolización”
(p. 90). A partir de nuestras palabras ayudamos a surgir una
representación y una transformación psíquica que forma un
pensamiento posible. Este punto es fundamental, ayudar a
representar y posibilitar la transformación psíquica, son dos
objetivos cruciales de la actividad interpretativa.
Por lo tanto al repetir y comprender dichas emociones que
están estrechamente relacionadas a sus primeros objetos
de deseo y de amor, el profesional podrá considerar la raíz
de la situación que aqueja al infante y reducir o aliviar el
malestar del mismo.
Teniendo en cuenta que el rol del profesional no va a estar
orientado a la traducción de las emociones y fantasías del
niño, se trata de escuchar y habilitar el intercambio entre
analista y paciente, permitiendo que lo expresado por el
infante siga transitando y promueva nuevos sentidos.
Como se aprecia, Blinder y otros (2008) así como
Flesler (2013) y Roux (1993) coinciden en que no hay
que equiparar interpretación a traducción lineal sino
que se esbozan posibilidades en un trabajo conjunto
entre el analista y el niño. No estamos en el lugar del
saber, es el otro quien sabe y nosotros colaboramos
en la apropiación de su saber.
TECNICAS ESENCIALES
Terapia de juego con arena/arenero
Una bandeja con arena, juguetes pequeños, objetos en
miniatura y tal vez un poco de agua son: la base de la terapia con
arenero.
Esta técnica se originó con Margaret Lowenfeld en la década de
1920. Lowenfeld (1979, 1993)
Se puede aplicar a diversidad de clientes, que pueden ser niños,
preadolescentes, adolescentes, adultos, diadas de cuidador-niño,
parejas o familias
Los escenarios en que se puede implementar incluyen
consultorios privados, escuelas, organismos comunitarios,
hospitales, casas-hogar para ancianos, empresas, centros de
internamiento y centros de detención juvenil, entre otros
Es necesario que el cliente cuente con habilidades de
pensamiento abstracto para beneficiarse del procedimiento
típico de la terapia con arenero: construir una escena en el
arenero utilizando miniaturas y reflexionar sobre el significado de
la escena a través de la discusión verbal con el terapeuta. Por lo
general, esto requiere que el cliente tenga un nivel de desarrollo
de al menos 12 años de edad. Los niños más pequeños o los que
presentan regresiones no pueden reflexionar sobre el significado
de este modo Estos clientes pequeños o con regresiones juegan
en la arena con los juguetes de una manera dramática, igual que
lo harían en el cuarto de terapia de juego más tradicional.
Disposición del cuarto, juguetes y materiales de la terapia con arenero
El cuarto para la terapia con arenero tiene tres elementos primarios: una
bandeja con arena, una colección de miniaturas y agua.
se debe ofrecer a cada cliente agua en pequeñas cantidades en la botella
con atomizador.
Juguetes en miniaturas:
• Místicas/espirituales: figuras religiosas, bolas de cristal, oro, cáliz,
pirámide
• Fantasía: magos, pozo de los deseos, dragones, unicornios, dibujos
animados, personajes de películas infantiles, cofres de tesoro
• Personas: grupos familiares, oficios y profesiones, diferentes etapas de la vida,
personajes históricos, soldados, personas de distintas etnias y razas
• Animales: prehistóricos, salvajes/de zoológico, de granja/domésticos, aves,
marinos, insectos
Transportes: carros, camiones, helicópteros, aviones, motocicletas,
camionetas cubiertas
• Construcciones: casas, escuelas, castillos, fortalezas, faros,
iglesias/templos/mezquitas
• Vegetación: árboles (con y sin hojas), arbustos, cactus, flores
• Vallas/puertas/señales: barricadas, vías de tren, semáforos, conos para la
carretera
• Objetos de la naturaleza: conchas marinas, piedras, fósiles, ramitas, zaras
• Objetos del paisaje: sol, luna, estrellas, cuevas, túneles, monumentos,
puentes, buzones
• Objetos variados: artículos para el hogar, herramientas, armas, artículos
médicos, botellas de alcohol
• Herramientas para suavizar y mover la arena: espátula, cepillo
Frecuencia y duración del tratamiento
La frecuencia del uso del arenero depende de las necesidades de
los clientes, de los objetivos terapéuticos y del enfoque del
terapeuta. Éste puede decidir usar el arenero de manera
consistente en todas las sesiones, desde la entrevista inicial hasta
la terminación. Otros lo usan de un modo más selectivo, cuando
tienen un propósito particular, dentro de un plan general de
tratamiento. No hay criterios para limitar su uso, siempre y
cuando los objetivos terapéuticos se cumplan y el cliente siga
involucrado en el proceso. Homeyer y Sweeney (2011, p. 34-43)
sugieren un protocolo de seis pasos:
1. Preparación del cuarto: el arenero se ubica cerca de las
miniaturas con un espacio amplio para que el cliente
camine alrededor de él con libertad. El terapeuta debe
sentarse a un lado, pero lo suficientemente cerca para
observar (e interactuar, si esto es consistente con su
enfoque). Las miniaturas deben colocarse en el estante de
manera apropiada. El terapeuta debe hacer una última
revisión antes de que lleguen los clientes para estar seguro
de que la arena no contiene ningún objeto enterrado y
está relativamente suave, de modo que ofrezca un espacio
neutral para que los clientes empiecen a trabajar.
2. Introducción: el terapeuta hace sugerencias directivas
(por ej.“Muéstrame cómo es ser acosado”) o no directivas
(“Construye una escena en la arena”). La sugerencia tiene
una relación directa con el propósito del terapeuta al usar
el arenero. La sugerencia debe ser clara y formularse de un
modo apropiado para la edad del cliente. Los niños, y
algunos adultos, funcionan de un modo muy concreto; en
este caso, es mejor utilizar un enfoque directivo: “Elige tres
cosas que son como los acosadores en tu vida” o “Elige tres
cosas que representen tu temor.” Cuando lo ha hecho, el
terapeuta dice, “Agrega más cosas para contar la historia.”
3. El cliente crea la escena en el arenero: mientras el cliente
trabaja en la arena, la interacción depende de la manera en que
trabaje el terapeuta. Algunos enfoques son muy interactivos
durante la construcción de la escena, pero otros prefieren que el
cliente termine la escena y después se discute y procesan las
creaciones en el arenero. “Por favor, construye tu escena y
avísame cuando hayas terminado; entonces hablaremos sobre
ella.” Por lo general, esta instrucción es suficiente para establecer
la estructura necesaria. La edad del cliente también puede influir
en la manera en que se estructura la sesión. En el caso de niños
pequeños, lo adecuado para su nivel de desarrollo es que el
terapeuta los siga de manera verbal mientras juegan, como se
hace en la terapia de juego más tradicional
4. Poscreación: cuando el terapeuta prefiere esperar a que el
cliente termine la escena en la arena, se toma un momento para
observarla desde la perspectiva del cliente. Si es posible, el
cliente y el terapeuta se sientan del mismo lado del arenero
desde donde el cliente construyó la escena, y se toman un
momento para estar frente al arenero y pensar con detenimiento
en su significado. Badenoch (2008) y Kestly (2014) recomiendan
al terapeuta tomarse tiempo para ayudar al cliente a tender un
puente entre su trabajo creativo, simbólico y emocional del
hemisferio cerebral derecho
Y el trabajo lógico, secuencial y verbal del hemisferio cerebral izquierdo.
Entonces, el terapeuta escucha al cliente desplegar la historia y el
significado del arenero haciendo preguntas ingeniosas e inquisitivas.
El arenero puede cambiar en este paso. El cliente puede decidir agregar,
mover o cambiar los símbolos a medida que habla sobre la escena. El
terapeuta le puede pedir que elija otro símbolo y que lo agregue al
arenero, por ejemplo, si el cliente habla sobre un concepto importante
evocado por el arenero, pero que no está presente en él. En otras
ocasiones, el terapeuta podría ver un momento oportuno para llevar la
discusión del contenido del arenero y al cliente a un nivel más profundo,
y solicitar un cambio o una nueva escena. Esto puede ofrecer una manera
dinámica y poderosa para trabajar con el cliente.
5. Limpieza del arenero: en este paso hay dos posibilidades.
Algunos terapeutas solicitan al cliente que limpie el arenero. Por
ejemplo, los adlerianos suelen pedir al cliente que saque las
miniaturas y las regrese a los estantes. Esto es parte de una
relación equitativa y del desarrollo del interés social. Otros, como
los jungianos/juego con arena, prefieren dejar la escena del
arenero intacta para honrar el trabajo y para que el cliente se vaya
con la escena aún intacta a nivel psicológico. Esto permite que el
cliente conserve en la mente una imagen visual y que, a menudo,
en la siguiente sesión siga hablando de ella lo que pensó en
intervalo entre las sesiones
6. Documentar la sesión: como todas las sesiones terapéuticas,
las notas clínicas para documentar su contenido son un requisito
ético y legal. La mayor parte de los terapeutas prefieren
fotografiar desde arriba la escena terminada. A otros les gusta
tomar otra foto desde la perspectiva del cliente, quizá, incluso
tomada por éste. Muchos niños quieren conservar la foto de su
escena. El terapeuta debe mantener la seguridad y
confidencialidad de las fotos del teléfono celular. El resto de las
notas de la sesión debe ajustarse a otros formatos usados por el
terapeuta: temas, símbolos o metáforas clave o repetitivas y
significado del arenero para el cliente, entre otros rubros.
ETAPAS Y ESTRATEGIAS DEL TRATAMIENTO
La flexibilidad de la terapia con arenero ofrece a los profesionales de la
salud mental una gran diversidad de aplicaciones
La terapia con arenero puede cubrir algunas de las metas
originales del tratamiento, por lo que se puede incluir en el plan
inicial, por ejemplo, como técnica para construir relaciones. Esto
sería útil con clientes que no van por su propia voluntad, como
algunos adolescentes y personas que asisten por mandato
judicial; también serviría para los clientes que han recibido
información excesiva sobre sus problemas, sienten vergüenza al
respecto o sólo tienen dificultades para expresarse de manera
verbal
Algunos clientes adultos acceden a un nivel más
profundo de su dolor emocional y angustia mediante
las técnicas y actividades vivenciales como el
arenero.
Los clientes que no acuden por su propia voluntad,
sobre todo los adolescentes, quienes con frecuencia
pierden contacto con el lenguaje de las emociones,
encuentran un nuevo modo de comunicarse
Terapia con arenero para diadas padre-hijo
Cuando un niño es atendido por medio de la terapia de juego tradicional,
con frecuencia la inclusión del cuidador para que trabaje junto con el
niño en un arenero de tamaño estándar ofrece información importante y
facilita el proceso. Se puede usar para evaluar nuevas habilidades que se
enseñaron a los padres en consultas previas, o los progresos en la
interacción y comunicación
CONSIDERACIONES NEUROBIOLÓGICAS
Tocar la arena y las miniaturas activa el cerebro inferior. El
sistema límbico recibe la información del tronco cerebral e
identifica una reacción emocional a la arena, y envía el
mensaje al neocortex, el cual decide el significado que le
asigna y la integra (van der Kolk, 2006, p. 279). Los clientes
con ansiedad pueden pasar largos periodos moviendo las
manos entre la arena, dejándola caer entre los dedos o
enterrando las manos en ella. Si el sistema límbico
encuentra agradable y tranquilizante esta experiencia
táctil, la amígdala se calma (Siegel, 1999).
Metáforas e historias en la terapia de juego
La metáfora es el lenguaje del juego: “A través de la comunicación
metafórica, los niños pueden revelar sus preocupaciones, demostrar sus
deseos, expresar sus emociones, obtener una comprensión más clara de
sus experiencias y crear soluciones para sus problemas”
Cualquier terapeuta creativo puede usar metáforas e
historias en la terapia de juego siguiendo estos pasos
(Pernicano, 2014, pp. 26-27):
• Elegir o crear una historia que semeje o retome los
problemas del cliente, sus características (actitudes,
creencias, sentimientos o conductas), la meta o el
propósito de la sesión y, o la fase del tratamiento
En la historia, el personaje debe resolver el conflicto y alcanzar el
resultado deseado (Gil, 2013).
• Adaptar la historia al nivel de desarrollo del niño, de modo que el
material se encuentre dentro de la zona de desarrollo próximo (es decir,
que contenga habilidades que el niño aún no domina, pero que son
alcanzables con la ayuda del terapeuta) (Carlson, 2001).
• Contar o leer la historia con el niño, el cuidador o ambos. Si el niño
sabe leer, se puede turnar con el terapeuta la lectura. Es necesario
reducir parafrasear la historia para un niño pequeño o con periodos de
atención cortos.
• Después de leer, el terapeuta espera a ver qué surge de manera
espontánea antes de hacer observaciones o interpretaciones. Si se
presenta la oportunidad, ayuda al niño a ligar la historia con su propia
experiencia, percepción o sentimientos.
• Mostrar curiosidad recalcando la metáfora, el tema, el
proceso y el resultado de la historia. Se puede hacer
preguntas para clarificar la percepción del niño y, o el
cuidador, como “¿Por qué crees que esto sucedió?,” “¿Qué
le aconsejarías al personaje?” o “¿Qué crees que causó
esto?”
• Pasar a una actividad planeada o dirigida por el cliente
que derive de la historia o su respuesta a la historia
abordando temas, esquemas o sentimientos que aparecen
en ella.
ARTES EXPRESIVAS EN LA TERAPIA DE JUEGO
Artes expresivas en la terapia de juego
La terapia de artes expresivas, también conocida como terapias
creativas, es el uso de los medios artísticos como una forma de
terapia. Arte, música, danza, drama, poesía, narración de cuentos
y otras modalidades expresivas tiene una amplia aplicación en la
terapia de juego
El terapeuta busca oportunidades para fortalecer el espacio
terapéutico. En este contexto, el “espacio terapéutico” se refiere
a las conexiones físicas y emocionales entre el terapeuta y el
cliente, no sólo al espacio físico donde tienen lugar las sesiones.
El terapeuta busca, en todo momento, maneras para
compaginar la terapia de juego y las artes expresivas
En las terapias expresivas incluyen niños y adolescentes en
contextos escolares, centros de rehabilitación o clínicas para
tratamiento del abuso, niños en escenarios médicos u
hospitalarios, y jóvenes encarcelados.
el cuarto de juego debe incluir un cuarto amplio con suficiente
espacio para moverse con libertad.
Debe tener la suficiente privacidad para que el cliente se sienta
seguro al revelar su información y emociones.
Principios en que se basa:
Sensaciones corporales, posturas y gestos reflejan nuestra
historia, nuestra cultura y nuestra manera actual de ser en
el mundo.
profunda relación e ínter juego entre el cuerpo físico, las
emociones y el mundo mental/imaginario
Debe tener estos artículos: Una mesa o un área plana de trabajo
donde el cliente y el terapeuta puedan realizar las actividades de
juego y arte, y estantes para guardar los materiales, juegos de
mesa, títeres y otros juguetes, así como cualquier obra o tarea
que realice el cliente (Kottman, 2011). Además debe haber
objetos naturales (cáscaras, ramitas, arena, piedras), objetos
reciclados (cables, cuerdas, cartulinas, botes de lata), materiales
artísticos en general (pintura, marcadores, papel, arcilla,
pegamento, cinta adhesiva), pañoletas, instrumentos musicales y
de percusión, juguetes comerciales, figuras relacionales
(muñecas, figuras de acción, animales) o ambos.
herramientas
El Cuerpo: Es solo a través del cuerpo que podemos llegar a
conocernos a nosotros mismos y al mundo. Expresión, sanación,
cambio y transformación son actos del cuerpo. ¿Cuál es la
sabiduría que guarda tu cuerpo?
Voz/Sonido: Darle voz a nuestra experiencia, crear los sonidos
que acompañan nuestras danzas, el sonidos de una imagen o de
un sentimiento, la voz del grupo en armonía o desarmonía. Si mi
cuerpo pudiera hablar, ¿qué me diría?, si mis dibujos inspiraran
canciones, ¿qué cantaría?
Dibujo: Nos reta a intentar resolver y darle forma a nuestras
imágenes. ¿Cuáles son los colores, formas, texturas y símbolos de
mi imaginación? ¿Qué quiere ser expresado en mi dibujo?
Diálogo y Narración: Encontrar las palabras, decirlas, expresarlas,
escribirlas se le da voz al mundo interior. ¿Si mi cuerpo pudiera
hablar que me diría? ¿Si mi danza pudiera hablar que expresaría?
¿Si mi dibujo pudiera contar una historia cuál sería? ¿Qué decir?,
¿Cómo decirlo?, ¿Cuáles son las narrativas que creamos?
Improvisación: mantener abiertos, dispuestos a ser sorprendidos,
nada es un error, todo lo que ocurre es fuente para trabajar
creativamente. ¿Qué sucederá?
Reflexión: ¿Qué me está diciendo mi arte? ¿Qué me
evoca? ¿Cómo se conecta a mi vida? ¿Qué estoy
aprendiendo? ¿Qué se interpone en mi camino? ¿Qué me
gustaría hacer diferente? ¿Cuáles son los recursos
disponibles? ¿Cómo puedo y cómo podemos vivir
artísticamente en nuestras relaciones y en nuestras
comunidades?
EL DRAMA EN LA TERAPIA DE JUEGO
El drama en la terapia de juego
Jennings (2010, 2011), terapeuta dramática, creó el modelo
Embodiment-ProjectionRole (EPR, corporificación-proyección- rol), en el
que se integran las interacciones de apego/ sintonización del niño y el
surgimiento del juego de simulación en una perspectiva teórica del
desarrollo del juego dramático.
Este modelo hace una representación gráfica del progreso del juego
dramático desde el nacimiento hasta el séptimo año de vida. De acuerdo
con Jennings, un elemento inicial del juego dramático aparece durante el
embarazo en tanto que la madre empieza a visualizarse/imaginarse
interactuando con su hijo, y luego se comunica con su nonato a pesar de
que no lo pueda ver. De acuerdo con el modelo EPR, los bebés nacen con
la capacidad de dramatizar como lo demuestra su capacidad para
responder a sus cuidadores imitándolos e iniciando sus propias
interacciones de maneras innovadoras.
El juego dramático se puede emplear en intervenciones con
niños de forma individual y con sus familias (Harvey, 2000b,
2003, 2006; Oxford y Weiner, 2003).
El uso del juego de roles en todos sus aspectos es la principal
contribución del juego dramático a la terapia de juego. El
resultado final de esta técnica esencial es que el niño (o el niño y
la familia) utilice de manera espontánea los roles para establecer
una escena dramática de algún modo relacionado con el
problema actual
El juego dramático en el contexto terapéutico implica incorporar
varios de los elementos adaptados del arte dramático creativo,
como el desarrollo de personajes, uso de vestuario y decoración,
diálogo y la narración desarrollada a través de la representación
real.
Las habilidades dramáticas en la terapia de juego incluyen la
capacidad del niño de: a) adoptar roles, b) improvisar escenas
interactivas tanto de manera independiente como negociando con
otros, dirigiendo y representando los roles con un gran número de
personajes, y c) crear un guión o historia empleando escenarios y
accesorios. El terapeuta puede enseñar estas habilidades de una
manera directiva si el cliente no es capaz de ponerlas en práctica.
Entrevista con títere
se proporciona al niño una amplia variedad de títeres, incluyendo personajes de la
realeza (rey, reina, príncipe, princesa), una familia “malvada” (bruja, ogro,
esqueleto, pirata), personajes atemorizantes (dragón) y distintas profesiones
(médico, policía) (Irwin, 1983, 2000, 2014; Irwin y Malloy, 1975). Se pide al niño que
elija algunos títeres y crear una historia de su propia invención. El terapeuta ayuda a
poner en marcha la acción y luego se convierte en el público. Una vez que la historia
se termina, el terapeuta entrevista a los títeres que ocuparon los papeles principales
en la historia. Se pide al niño que responda desde el punto de vista de los
personajes Después, se le pregunta cuál de los personajes es el que más le gustaría
ser y cuál es el que menos. El propósito de esta entrevista es permitir al niño que
proyecte sus respuestas emocionales y temores en los títeres y en la historia
dramática. La entrevista también se puede emplear con familias. Se les pide a todos
los integrantes que inventen juntos una historia; después, el terapeuta les pide que
cada uno se mantenga en el papel de su personaje para elaborar con mayor
profundidad los pensamientos y sentimientos de la representación.
Escenas familiares
Se pide a la familia que utilice varios accesorios para construir
una casa y desarrollar y representar una historia sobre una
familia (Harvey, 2000b). Aproximadamente 20 minutos, se pide a
los cuidadores que salgan del cuarto, mientras que el niño
permanece adentro para crear su propia historia. Entonces, se
pide a los cuidadores que regresen y continúen la acción. Así
como el proceso expresivo implicado en la escena se comparan
entre sí. En situaciones relativamente normales, cada escena se
relaciona con las demás y las complementa. Los niños suelen
continuar con sus propias historias basándose en las que la
familia entera comenzó y, por lo general, se alegran cuando los
cuidadores regresan, por lo que la reunión tiene un matiz
positivo.
Desarrollo y uso de papeles/personajes
Se puede introducir papeles en la acción expresiva cuando el niño y la
familia tienen dificultades para desarrollar de manera espontánea la
respuesta dramática o cuando no pueden representar ningún papel o
personaje en la escena. El terapeuta puede dirigir a los integrantes de la
familia para emplear papeles específicos en su acción dramática
improvisada y, así, construir una escena más completa. Una técnica
consiste en pedir al niño (y a los miembros de la familia) que represente
un papel relacionado con el problema actual. Además, esto ayuda a
desarrollar el papel en una metáfora que tiene una relevancia inmediata.
Monstruo
El monstruo es un juego de roles interactivo que es adecuado
usar cuando el niño presenta ansiedad intensa o conductas
fóbicas (Harvey, 2001). Lo ideal es utilizarla en sesiones con
cuidador y niño o familiares. Se asigna al cuidador el papel de
protector, y se pide a los participantes que construyan una “casa
segura” y que desarrollen modos físicos/dramáticos para trabajar
juntos buscando ahuyentar al monstruo por medio de acciones
como cantar canciones o aventar objetos (p. ej., pañuelos) en
tanto que el terapeuta utiliza un animal grande o títere de
carácter dulce que simula ser un monstruo acercándose. En este
juego, el monstruo nunca puede llegar a la casa y cuidador y niño
siempre logran ahuyentarlo
Superhéroes
En esta actividad, se utiliza el papel de superhéroe en un
escenario dramático para introducir el tema de dominar las
amenazas extremas (Haen y Brannon, 2002; GalloLopez, 2005a;
Haen, 2011). El terapeuta introduce a un superhéroe pidiendo a
los participantes que dibujen una figura que represente las
fortalezas específicas que el personaje debe tener y, luego, que
agregue vestimentas y máscaras para darle vida. Es necesario, el
terapeuta puede detener la acción de una escena e introducir en
ésta el personaje de un superhéroe que influya en el resultado de
la acción. A veces, el participante hace esto de manera
espontánea. Haen (2011) proporciona un panorama general
acerca del pensamiento actual concerniente al lugar de los
superhéroes en la vida de fantasía de los niños.
Consejo Mundial de Lucha Libre (CMLL)
Muchos niños están muy interesados en los combates del CMLL
de México o la WWF de EUA que observan en la televisión. El
terapeuta/director puede pedir a los niños que preparen un
cuadrilátero y nombren algunos animales de carácter dulce como
contrincantes para que comiencen con distintas clases de
contienda. El terapeuta se convierte en locutor de televisión y
narra las acciones. Mientras lo hace, también empieza a
entretejer de manera espontánea los sentimientos que el niño o
el animal de peluche podrían tener al ser lanzados por los aires y
ganar o perder los combates. El locutor también puede
entrevistar a los distintos personajes cuando la lucha termina. En
las intervenciones familiares, los cuidadores pueden participar
como compañeros del mismo bando del niño.
Desarrollo de la historia
La interacción dramática puede extenderse en dramas más completos
utilizando una historia para desarrollar y resolver el conflicto. Medios
alternos como arte y video son de especial utilidad como herramientas
para que el niño y la familia se involucren en el proceso
Viñetas para un programa de televisión
se proporcionan al niño (o familia) seis hojas de papel en blanco. Se pide
a los participantes que inventen un programa de televisión con un
nombre en la primera hoja. (Gallo-Lopez, 2011). Entonces, los
participantes desarrollan una bienvenida y una introducción, y siguen
creando más escenas que describen en cada hoja. El terapeuta puede
asesorarlos en el desarrollo de la historia. Cuando está terminada, se
puede representar la historia y, si es posible, videograbarla para que los
participantes sientan más real el hecho de estar creando un programa de
televisión
Terapia de juego narrativo
Cattanach (2006, 2007) presenta una manera de ayudar al
niño a desarrollar una historia dramática empleando
diversas técnicas narrativas. En este método de trabajo, es
muy útil que el terapeuta se sienta cómodo contando
historias. Para empezar, se proporciona al niño varios
juguetes y se le pide que cuente una historia. Entonces,
niño y terapeuta discuten y representan el drama que
surge. El terapeuta puede añadir otras historias de fuentes
literarias elegidas con cuidado o improvisa historias que
sean congruentes con la propuesta del niño.
En qué puede ayudar el drama en la terapia de juego?
Adicción
Ansiedad
Depresión
Trastornos de la alimentación
Baja autoestima
Dificultades de las relaciones
Esquizofrenia
Juegos mesa en la terapia de juego
Los juegos de mesa son una de las muchas intervenciones que se
utilizan en terapia de juego, pero, con frecuencia, se subestiman
y se utilizan poco. Se definen de acuerdo con el tipo de reglas y
objetos que los conforman. Hay piezas, un tablero, una manera
preestablecida en que los jugadores mueven sus piezas a lo largo
del juego y, en última instancia, alguna meta que se debe
alcanzar. Aunque el terapeuta puede emplear juegos
tradicionales terapéuticos que se consiguen en sitios de internet
para profesionales

terapia de juego con juegos de mesa (TJJT, por sus siglas en inglés).
¿Qué es un juego de mesa en la terapia de juego?
Los juegos de mesa, en general, tienen algunos beneficios en
común. Los que requieren dos o más jugadores automáticamente
se basan en la interacción personal para llevar a cabo un juego
básico. Con frecuencia, esto implica el contacto visual, prestar
atención a las señales verbales y no verbales, la camaradería y las
risas, reprender y bromear –en última instancia, diversión.
Además, los juegos de mesa suelen requerir cierto nivel de
organización, turnos, paciencia, reglas y la manera de ganar y
perder, así como el concepto de justicia. Por naturaleza, también
incluyen algunos componentes educativos fundamentales como
lectura, conteo y reconocimiento de números, formas y letras.
El terapeuta puede evaluar diversos factores: nivel de
dominio de habilidades, tolerancia a la frustración,
habilidades de afrontamiento, capacidades estratégicas,
una estimación aproximada del CI, capacidades de
interacción social, competitividad, respeto a las reglas,
rapport y desarrollo.
¿Por qué usar los juegos de mesa en la terapia de juego?
Reid (2001) afirma que los juegos de mesa pueden
“recurrir a conductas más dirigidas a metas y conlleva un
mayor sentido de seriedad” que otros tipos de juego (p. 2).
Estos juegos también encajan en la explicación de Daniel
Siegel acerca de los procesos y el desarrollo del cerebro
importantes (Siegel, 1999, 2013). Usar la TJJT es una
progresión natural en el trabajo con niños. Schaefer y Reid
(2001) afirman que “los juegos sirven para fortalecer la
alianza terapéutica, facilitar la expresión de la fantasía y
ofrece información importante para el diagnóstico” (p.
viii).
¿Quién usa los juegos de mesa en la terapia?
Por lo general, los niños en la etapa de latencia sienten atracción
por los juegos de mesa y la TJJT. Con frecuencia, el periodo de
latencia se considera que empieza alrededor de los cinco años de
edad y termina con el inicio de la pubertad. En esta etapa, los
niños buscarán la estructura, competencia, conexión, diversión y
emoción de los juegos de mesa en un nivel fundamental. Es un
momento en que están listos en términos de desarrollo para las
tareas que se requieren para jugarlos. Algunos de los aspectos
importantes de estos juegos incluyen la comunicación verbal y no
verbal, espeto mutuo, aprender a compartir, paciencia, tomar
turnos y divertirse en conexión con otros..
¿Cómo usar los juegos de mesa con fines terapéuticos?
Es responsabilidad del terapeuta rastrearlos y trabajar para
comprender qué son y cómo se manifiestan en la vida del
niño. Cuando se observa el cuadro general de los
problemas actuales, la historia conocida del niño, los
ambientes donde se manifiestan las dificultades y lo que
se observa en la terapia de juego, el resultado es un
enfoque completo y útil para ayudar a los niños a superar
sus dificultades
ÁREAS DE EVALUACIÓN EN LA TJJT
Nivel de maestría
En la TJJT, el terapeuta puede evaluar el nivel de dominio
del niño en numerosas áreas. Si el niño rehúye de algún
aspecto de la interacción o de la tarea en turno, eso se
compara con la información de que se dispone sobre el
niño y se determina si se trata de un tema recurrente; si
no es así, esta información se guarda para retomarla en el
futuro.
Tolerancia a la frustración
A menudo, los niños no tienen un nivel saludable de tolerancia a
la frustración y actúan cuando no obtienen lo que desean. En
estos casos, una meta terapéutica suele ser aumentar las
habilidades de afrontamiento de los niños, ayudarles a elaborar
la frustración y a responder de un modo aceptable a nivel social.
El terapeuta puede evaluar el nivel de tolerancia a la frustración
del niño observando cómo reacciona a los movimientos de
terapeuta durante el juego y cuando éste gana. El terapeuta
pueden discutir algunas perspectivas valiosas que ayudarán al
niño a comprender el efecto que tienen en otros a través de sus
conductas y respuestas.
Capacidades estratégicas
Si se trabaja con niños con sobretodación intelectual, esta
categoría puede ser muy útil para entenderlos. Las capacidades
estratégicas se traducen en habilidades importantes en la vida y
ayudan al terapeuta a tener una estimación aproximada –no muy
exacta– de la inteligencia del niño. Aún si no se cumplen los
criterios de la sobredotación intelectual, comprender las
fortalezas y debilidades en esta área ayuda a comprender al niño
y a implementar la intervención. Si un niño muestra una gran
dificultad para ser estratégico, ¿cómo se manifiesta eso en su
mundo académico y cotidiano y en sus relaciones? Si un niño
tiene fortalezas en esta área, ¿cómo pueden ser útiles o
perjudiciales para cubrir sus necesidades de manera apropiada?
Capacidades/estilo de interacción social
Conocer el modo en que los niños se acercan al juego e
interactúan en él constituye información muy útil. Muchos
niños no tienen interacciones satisfactorias, lo cual afecta
su idea del mundo, autoconcepto, autoestima y la
percepción de cómo encajan en la sociedad. Una
combinación dolorosa ocurre cuando el niño, en realidad,
desea estas interacciones positivas, pero no logra llevarlas
a cabo. La TJJT es una herramienta poderosa para evaluar
dónde se presentan estas dificultades y cómo intervenir
para fomentar las habilidades y el procesamiento.
Competitividad
El nivel de competitividad de un niño puede ser una
ventaja o un obstáculo. Si lo impulsa a alcanzar una meta o
a dominar una habilidad o situación, puede ser una
ventaja si mantiene el respeto a los demás jugadores. Las
dificultades radican en la competitividad que obstaculiza la
interacción positiva entre los jugadores, por lo general a
través de las faltas de respeto o las palabras hirientes y
conductas ofensivas.
Nivel de acato de las reglas
La manera en que el niño encaja en su cultura y sociedad
depende en gran parte de acatar las normas básicas. Cada
cultura y sociedad puede definirlas de distinto modo, pero suelen
incluir aspectos de respetar las reglas y tratar bien a los demás.
La TJJT incorpora lo esencial del acato de las normas.

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