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CONVOCATORIA 2019
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Programa Niños, Niñas y Adolescentes en Situación de Calle
Oficina Nacional de Calle
3
Í NDICE
1. PRESENTACIÓN .............................................................................................................. 6
2. ANTECEDENTES............................................................................................................ 11
3. MARCO CONCEPTUAL .................................................................................................. 16
3.1) Enfoque de Desarrollo Humano ........................................................................................ 16
3.2) Enfoque de Derechos y la Convención de Derechos del Niño(a) ......................................... 18
3.2.1) Prevención, Promoción y Protección: Una mirada desde la Convención de Derechos del
Niño. ...................................................................................................................................... 22
4. ENFOQUES DE INTERVENCIÓN PARA NIÑOS, NIÑAS Y ADOLESCENTES EN SITUACIÓN
DE CALLE ......................................................................................................................... 23
4.1) Factores Protectores ........................................................................................................ 24
4.2) Enfoque Sociocomunitario................................................................................................ 29
4.3) Género e Interculturalidad ............................................................................................... 31
4.4) Vulnerabilidad ................................................................................................................. 35
4.5) Intervención en Crisis ....................................................................................................... 37
4.6) Enfoque de Reducción de Daños ....................................................................................... 41
5) PRINCIPIOS ORIENTADORES ......................................................................................... 44
5.1) Apoyo flexible y continúo en el proceso de acompañamiento............................................ 44
5.2) Relación de Ayuda en el proceso de acompañamiento ...................................................... 45
5.3) Confidencialidad, Buen Trato y No discriminación ............................................................. 47
6. DESCRIPCIÓN DE LOS COMPONENTES DEL SUSBSISTEMA SEGURIDADES Y
OPORTUNIDADES ............................................................................................................ 49
6.1) Acompañamiento Psicosocial .................................................................................... 49
6.2) Servicios y Prestaciones Sociales ............................................................................... 50
7) ESTRATEGIA METODOLÓGICA DEL PROGRAMA .................................................................... 51
7.1) Descripción del Componente de Acompañamiento Psicosocial .......................................... 52
7.2) Estructura del Acompañamiento Psicosocial ..................................................................... 54
7.3) Descriptor de las Etapas del Proceso de Acompañamiento Psicosocial .............................. 54
8) ETAPAS DEL ACOMPAÑAMIENTO PSICOSOCIAL ................................................................... 56
8.1) Etapa I: Elegibilidad y Diagnóstico: .................................................................................... 56
8.2) Etapa II: Profundización Diagnóstica: ................................................................................ 58
8.3) Etapa III Ejecución ............................................................................................................ 62
8.4) Etapa IV: Consolidación y egreso....................................................................................... 63
4
8.4.1) Formas de Evaluación Etapa de Consolidación y Egreso .................................................. 65
8.5) Modalidades de Encuentro Durante el Proceso de Acompañamiento ................................ 66
8.5.1) Consideraciones para los Encuentros en sus Diversas Modalidades ................................. 66
9) DESCRIPCIÓN DE LAS LÍNEAS DE INTERVENCIÓN DEL ACOMPAÑAMIENTO PSICOSOCIAL ....... 68
9.1) Línea de Intervención por Rango etario con NNA .............................................................. 68
9.1.1) Niños y niñas entre 5 a 9 años de edad........................................................................... 69
9.1.2) Orientaciones para la línea de intervención por Rango Etario ......................................... 71
9.1.3) Niños y niñas entre 10 a 13 años de edad ....................................................................... 72
9.1.4) Orientaciones para la línea de Intervención ................................................................... 73
9.1.5) Niños y niñas entre 14 a 18 años de edad ....................................................................... 74
9.1.6) Orientaciones para la línea de intervención.................................................................... 76
9.2) Línea de Intervención para la Revinculación ...................................................................... 78
9.2.1) Revinculación con residencias u hogares ........................................................................ 81
9.3) Línea Gestión de Redes y Complementariedad Programática............................................. 83
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1. PRESENTACIÓN
El presente Manual ha sido elaborado con el fin de entregar una guía metodológica
de orientación y soporte a los equipos que implementan el Acompañamiento Psicosocial
del Programa Niños, Niñas y Adolescentes en Situación de Calle (NNASC). Dicho Programa
es parte del Sistema Intersectorial de Protección Social; específicamente corresponde a
una oferta programática que depende del Ministerio de Desarrollo Social, ejecutado a
través de la Oficina Nacional de Calle
Para lograr este propósito, los componentes disponibles para los NNA que
participan del Programa son:
a. Acompañamiento Psicosocial, implementado por equipos
ejecutores.
b. Oferta de programas sociales y servicios de apoyo.
6
Para cumplir con esto, el componente de Acompañamiento Psicosocial que se
describe en los capítulos de este documento, centra su acción en el levantamiento de
acciones preventivas y de protección social a través de un apoyo personalizado que se
despliega bajo la figura de tutor(a) psicosocial y un gestor(a) de redes, quienes serán los
encargados(as) de acompañar al NNA enmarcando la totalidad de las intervenciones en la
lógica de la protección social, la que se concibe como una oportunidad para restituir los
derechos de los NNA, o en su defecto, cuando ya ha sido víctima de otras vulneraciones,
atenuar sus consecuencias, buscando que el NNA fortalezca su capacidad de autonomía-.
Por lo tanto, es indispensable conocer las condiciones de los niños, niñas y adolescentes,
en sus contextos social, cultural, comunitario y relacional con el fin de identificar aquellos
compromisos biopsicosociales que les afectan producto de la vida en calle y que se
relacionan, en la mayoría de los casos, con la agudización de problemáticas sociales
previas a dicha situación. Así el proceso de Acompañamiento se funda en la mirada de los
niños, niñas y adolescentes como sujetos de derecho, esto implica reconocer que tienen
derechos que deben ser respetados y garantizados; que participan, se vinculan, poseen
redes y cohabitan espacios comunitarios que les dotan de herramientas, les permiten
sobreponerse a dificultades y fortalecer sus capacidades.
7
En el año 2004 a través de la Ley 19.968 se realiza la implementación de la justicia
especializada en materias de familia. En el año 2005 se promulga la Ley 20.084
correspondiente a la legislación especial sobre responsabilidad penal adolescente. En el
año 2009 se crea el Subsistema de Protección Integral a la Infancia Chile Crece Contigo. El
año 2011 se promulga la ley N° 20.545 correspondiente al fortalecimiento de la protección
a la maternidad, extensión del post natal para las madres e incorporación del permiso
post natal parental.
Por otra parte y en relación a los compromisos asumidos por el Estado en el marco
de la Agenda 2030 de Objetivos de Desarrollo Sostenible, la meta 16.2 propone
poner fin al maltrato, la explotación, la trata y todas las formas de violencia y tortura
contra los niños (siendo considerada la situación de calle como una forma de violencia
multifactorial). Adicional a esto, en el Plan de Acción de Niñez y Adolescencia 2018-
2025, coordinado por el Ministerio de Desarrollo Social, se propone el “desarrollo de una
estrategia para la erradicación de los niños, niñas y adolescentes en situación de calle”.
8
En marzo de 2018, el Ministerio de Desarrollo Social, impulsa la creación de la
Oficina Nacional de Calle, instancia encargada de coordinar todas las acciones y
prestaciones sociales dirigidas a las personas en situación de calle. En este contexto, y
con el fin de alcanzar los objetivos comprometidos en el Plan de Acción de Niñez y
Adolescencia en el marco de la Política de Niñez 2018- 2021, en el mes septiembre de
conforma la Mesa Nacional Conteo de NNASC instancia en la que participan diversas
instituciones públicas y privadas con el fin de realizar la cuantificación a nivel nacional de
los niños, niñas y adolescentes en situación de calle. Durante el mes de octubre, se
conforman las Mesa Regionales para convocar actores territoriales relevantes y levantar
información pertinente para el levantamiento.
En abril del 2018, el presidente Sebastian Piñera convoca a una Mesa de trabajo
para un Acuerdo Nacional por la Infancia. El objetivo de esta mesa fue poner a los niños
en el primer lugar de las prioridades del Gobierno. El 30 de mayo la mesa entregó 94
propuestas concretas de corto, mediano y largo plazo. De este modo, las medidas
número 92 y 93 de dicho acuerdo están referidas específicamente a la situación de los
niños, niñas y adolescentes en situación de calle.
Medida 93: La Política Nacional de Calle tendrá como uno de sus objetivos que
Chile sea un país sin niños, niñas y adolescentes en situación de calle.
9
3. La familia y las redes como parte integral del proceso
Los niños, niñas y adolescentes no están solos. La familia y las instituciones tienen
un rol esencial en la tarea de proveerles cuidados y protección. Si bien muchas de las
circunstancias que inciden en que un niño, niña o adolescente se encuentre en situación
de calle, tienen relación con el quebrantamiento de los vínculos afectivos con su familia y
la vivencia de graves procesos de exclusión y ruptura a nivel familiar e institucional. Por
ello, el trabajo realizado por el Programa debe propender a la revinculación de los NNA
con sus redes protectoras y con la reconstrucción de relaciones significativas y bien
tratantes que permitan su desarrollo y autonomía, acorde con la etapa del ciclo vital en la
que se encuentren.
10
2. ANTECEDENTES
2.1. Niñez en Situación de Calle como una Vulneración de Derechos Humanos
La acción estatal en relación a la infancia tiene como punto de inflexión la firma de
la Convención sobre los Derechos del Niño (en adelante, la Convención o CDN), que Chile
ratifica en agosto de 1990. Dicha Convención materializa la denominada Doctrina de la
Protección Integral a la Infancia y la difusión de sus planteamientos tensionó el marco
político, institucional y legal vigente. “Desde un plano conceptual, la introducción de una
concepción del niño/a como sujeto de derechos, implicaba un cambio paradigmático que,
de aplicarse, significaría una profunda renovación de la relación entre Estado, familia e
infancia”1 (Farías, 2003, p. 187).
1
Revista de Derechos del Niño Número 2 (2003). Programa de Derechos del Niño del Centro de Investigaciones Jurídicas
de la Universidad Diego Portales. Fondo de Naciones Unidas para la Infancia. Oficina de Área de Argentina, Chile,
Uruguay.
Farías, A. (2003). El difícil camino hacia la construcción del niño como sujeto de derechos. Revista de Derechos del Niño,
(2), 187.
11
invisibilización ha contribuido a la ausencia de una política pública integral, que establezca
estrategias consistentes para abordar esta temática
a) Aclarar la obligación de los Estados de aplicar un enfoque basado en los derechos del
niño a las estrategias e iniciativas en favor de los niños de la calle;
2
Naciones Unidas prepara actualmente una Observación General sobre la Niñez en Situación de Calle, para orientar a los
Estados en el establecimiento de mecanismos de detección, monitoreo y respuesta más eficaces, desde un enfoque de
derechos de la niñez.
3
Ministerio de Desarrollo Social. (2012). En Chile Todos Contamos. Catastro Personas en Situación de Calle.
12
Las personas en situación de calle conforman un grupo social que durante años
estuvo ausente de la política social chilena. Es así, como en el año 2005, se realiza el
Primer Catastro de Personas en Situación de Calle, donde se encuestó a 7.254 personas
en 80 comunas de Chile. Luego, en el año 2011, se realiza el Segundo Catastro en 220
comunas del país, el que tuvo como objetivo “levantar y sistematizar información en
ámbitos relevantes sobre Personas en Situación de Calle a nivel nacional, que sirvan a
MIDEPLAN y a la sociedad en su conjunto como insumo referente, válido y confiable
para el diseño de una Política Nacional a favor de dicho grupo objetivo”.4
Este Catastro, permitió dar cuenta que en Chile existen 12.255 personas en
situación de calle, de las cuales 725 son niños, niñas y adolescentes, representando al
6,4% del total de personas catastradas. En este mismo instrumento se realiza la
definición operativa, que rige actualmente en el Ministerio, y que define a los niños,
niñas y adolescentes en situación de calle de la siguiente manera:
- Niños, niñas y adolescentes que pernoctan en calle sin la presencia de un
adulto significativo, participantes en los programas especializados
ambulatorios o residenciales.
Según los datos del Catastro, los NNA se concentran principalmente en la Región
Metropolitana (50,8%), seguida por Biobío (8,9%), Valparaíso (6,9%), Antofagasta
(6,3%) y Tarapacá (5,1%). Del total de NNA encuestados, el 50.9% de los NNA indicó
haber vivido en algún centro u hogar de niños.
Respecto de las razones por las cuales llegaron a la situación de calle, señalaron:
a) Problemas con su familia (46.7%), aunque un 61.6% de los NNA
encuestados refiere mantener contacto con su familia.
b) Problemas económicos (12.5%)
c) Consumo de drogas (10.9%).
4
Ibíd.
13
Respecto de su situación educativa, esta se caracteriza por presentar un promedio
de 4,9 años de escolaridad. Existe un 58% que reportó no asistir al colegio, y la mayor
concentración de niños y niñas de quienes reportan no asistir a algún establecimiento de
educación (70%) corresponde a quienes declaran dormir de forma habitual en la calle o
la vía pública. Por otro lado, de aquellos niños y niñas que suelen pernoctar en los
centros del SENAME o su red de colaboradores, un 11% declara asistir al colegio; un 60%
declara haber repetido algún curso en su vida, igual porcentaje indicó haber dejado de
asistir al colegio, un 17% de los cuales dejó de asistir entre uno y dos años.
De este modo, y a la luz de los datos entregados por el Catastro (2011), la
población de niños, niñas y adolescentes que habita en situación de calle corresponde a
un grupo que por sus características se encuentra muy vulnerable y desprotegido frente
a las contingencias de vivir en la calle. En segundo lugar, se trata de un grupo con
dinámicas diferentes a las de los adultos, en la forma en que sobreviven en la calle, las
relaciones que establecen con sus familias y los problemas de salud que presentan.
Los niños, niñas y adolescentes se encuentran más expuestos frente a los riesgos
que implican habitar en la calle, entre los cuales destaca la violencia, el maltrato, las
enfermedades y accidentes; por lo tanto, su situación muchas veces es aún más precaria
que la de los adultos que viven en la calle. A lo anterior hay que agregar que, a diferencia
de los adultos en situación de calle, los niños y niñas presentan mayor movilidad
espacial: duermen en diferentes espacios durante el día, tales como puentes, plazas,
casas abandonadas, centros comerciales, laderas de carreteras, etc.
Una de las conductas más observadas y generalizadas en los niños, niñas y
adolescentes en situación de calle corresponde al consumo de alcohol y drogas.
Diferentes estudios sostienen que hay una relación importante entre habitar en calle y el
consumo de sustancias nocivas. Según Forselledo (2002), los niños consumen drogas y/o
alcohol por diferentes motivos. Algunos lo hacen como vía de escape ante la dura
realidad en la que se encuentran; otros como medio para quitar el hambre o aliviar
tensiones. También se asocia el consumo con una forma de integración social: si los
niños se juntan con otros niños que ingieren drogas, es probable que también consuman
para pertenecer al grupo (Forselledo, 2002). El consumo de drogas y alcohol en
particular es un tema sumamente relevante de ahondar y profundizar. Este hábito ha
cambiado significativamente con respecto a los niños de la calle del pasado: antes los
niños consumían más tolueno (neoprén), mientras que hoy comienza a masificarse el
consumo de pasta base. Esto ha traído nuevas dificultades en el trabajo de intervención.
14
Los múltiples riesgos que conlleva el consumo problemático de drogas —en
especial a tan temprana edad—, así como el aumento y los cambios del tipo de
consumo, encienden una luz de alerta para este grupo de la población, cuyas
proyecciones de vida se ven disminuidas y su salud amenazada por el deterioro
creciente que implica esta práctica. Un último elemento que caracteriza a los niños,
niñas y jóvenes en situación de calle refiere a la fuerte exclusión social; el vivir en la
calle no solo implica estar fuera del ámbito familiar, sino también de un sistema
completo que incluye la educación, programas especializados y múltiples servicios
básicos que garantizan su desarrollo integral. Los niños no son parte de las escuelas,
no acuden a centros de salud, ni se vinculan con sus municipios.
Es importante considerar que el abordaje específico de esta población, ha estado
bajo la responsabilidad del Servicio Nacional de Menores (SENAME), quien se ha
encargado de generar programas para su protección y según los antecedentes
recogidos, hasta enero del 2014 por el Observatorio Metropolitano de Calle, existía un
total de 648 niños, niñas y adolescentes atendidos por los programas especializados de
esta entidad (desde junio de 2010).5
En relación a esto, y según los datos entregados por SENAME, a abril del
presente año6, entre su oferta de prestaciones se distinguen ocho iniciativas para
NNA en situación de calle, denominadas Programas Especializados en Calle (PEC).
Estos abarcan tres regiones, (Metropolitana con seis comunas, Maule y Los Lagos con
una comuna cada región).
En esta misma línea, una iniciativa que se desarrolla desde el año 2015 desde el
Ministerio de Desarrollo Social, es el diseño y ejecución del Programa de Apoyo para
Niños, Niñas y Adolescentes en Situación de Calle, el cual permite abordar la
problemática en aquellas regiones, donde SENAME no tenía oferta a través de sus
programas especializados.
Este Programa se orienta a mejorar las condiciones de vida y posibilitar la salida
de la situación de calle de los NNA, a través de la ejecución de un modelo de
intervención que propone una serie de actividades complementarias al accionar de
otros organismos públicos y privados, promoviendo su inclusión social
5
Centro Políticas Públicas Universidad Católica. (2014) Graves vulneraciones de derecho en la infancia y adolescencia:
situación de calle y explotación sexual comercial.
6
Información entregada por SENAME para la elaboración del Estudio de Costos del Servicio Nacional de Protección
Especializada.
15
3. MARCO CONCEPTUAL
La infancia y adolescencia son dos etapas tanto decisivas como vulnerables para la
vida de todo ser humano. Su adecuada atención y cuidado se reconocen como esenciales
en la evolución de los individuos, sin embargo, es frecuente notar que su importancia
intrínseca pierda protagonismo frente a su rol “preparatorio” para la adultez. En este
contexto, el enfoque de desarrollo humano puede, sin duda, ayudar a cambiar esa visión
limitada debido a que plantea la ampliación de las formas en cómo se conciben las
capacidades de los niños, cuyo desarrollo depende también del fortalecimiento de su
entorno más cercano (familiares, escuela, grupo de pares), incluyendo además a la
comunidad y al Estado. La formación y el aprendizaje no son exclusivos de la primera
infancia, sino que están presentes a lo largo de todo el ciclo de vida de los seres humanos.
7
Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo. (2012). Informes de Desarrollo Humano,
8
Kanbur, R. y Squire, Lyn. (2002). “La evolución del pensamiento sobre la pobreza: explorando las interacciones” en G.
Meier y J. Stiglitz Eds. Fronteras de la Economía del Desarrollo, Banco Mundial.
9
Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo PNUD. (2000). “Informe sobre Desarrollo Humano. Capítulo 1.
16
El concepto de desarrollo humano adquiere particular relevancia en la
fundamentación de las distintas políticas sociales impulsadas desde el Estado,
principalmente a través de las consideraciones que se realicen respecto a conceptos como
el bienestar y la calidad de vida. Al respecto, cabe enfatizar que la noción de calidad de
vida emerge como un principio organizador del ámbito de aplicación de las políticas
públicas, en la medida que “el desafío es examinar las oportunidades que las personas
tienen o no para pensar sus vidas en la línea de un desarrollo integral, y articular procesos
graduales, pero sostenidos de superación de la pobreza” (Raczynski & Serrano, 2005, p.
107)10.
Fuente: Informe Sobre Desarrollo Humano 2015: Trabajo al Servicio del Desarrollo Humano.
10
Raczynski, D. y Serrano, C. (2005). Programas de superación de la pobreza y el capital social. Evidencias y aprendizajes
de las experiencias en Chile. En Arriagada, Irma (Ed.) Aprender de la Experiencia: el capital social en la superación de la
pobreza, Santiago. Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), p. 107.
17
En el caso de los participantes, niños niñas y adolescentes, este enfoque permite
demostrar que dependiendo de las características personales, ambientales, sociales,
culturales e institucionales, los NNA van a requerir distintas estrategias de desarrollo de
capacidades, además del acceso a servicios y prestaciones pertinentes para alcanzar un
piso mínimo de bienestar social. Por ello, este enfoque debe ser complementado por el
Enfoque de Derechos que entrega estándares internacionales de protección y bienestar,
que representan las libertades mínimas a las que deben acceder los niños, niñas y
adolescentes.
11
Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. (2006). Preguntas frecuentes sobre
el enfoque de derechos humanos en la cooperación para el desarrollo. Oficina del Alto Comisionado de las Naciones
Unidas para los Derechos Humanos. Nueva York.
18
Una característica significativa, es que se consideran inherentes a la condición de
ser humano, es decir, son inalienables. Además, son universales, iguales, indivisibles e
interdependientes y no pueden ser suspendidos o retirados. Por ello han sido
garantizados por la comunidad internacional y protegidos por la ley.
La integración del enfoque de derechos en las políticas de desarrollo y de
superación de la pobreza, se fundamenta en el reconocimiento que la experiencia de
pobreza afecta múltiples dimensiones de la vida de las personas, tales como: la
insuficiente disposición de recursos, ausencia o deficiente acceso a servicios de salud,
educación, vivienda, trabajo y previsión social, entre otros, pero también y no menos
significativo, afecta en el reconocimiento de la dignidad y la participación de las personas
en igualdad de oportunidades, lo que implica la falta del ejercicio de una ciudadanía
plena12, es decir, restricciones para el ejercicio de sus derechos.
El marco normativo de los derechos humanos descansa en principios que deben
estar presentes en la construcción e implementación de las políticas públicas, tales como
el principio de universalidad, no discriminación e igualdad, la participación, la rendición de
cuentas y el reconocimiento de la interdependencia de los derechos (indivisibilidad).
Al mismo tiempo que establece una titularidad de derechos, también define una
titularidad de obligaciones que recae principalmente en los Estados. No obstante,
reconoce espacios de co-responsabilidad en la implementación de entornos protectores
de derechos, siendo los actores de la sociedad civil uno de los más significativos. En este
sentido, al mismo tiempo que reconoce la existencia de una variada gama de derechos en
las personas, también identifica distintos niveles de responsabilidad de las diversas
“entidades sociales”, estableciendo en estos espacios colectivos su condición de co-
garantes de derechos.13
Sin embargo, es preciso señalar que el principal garante de derechos es el Estado,
quien debe velar por promover, resguardar y generar las condiciones que posibiliten el
ejercicio y respeto de los derechos humanos, incluyendo entonces la provisión de recursos
necesarios para las acciones que esta tarea implique. En tanto, a la sociedad civil, los
medios de comunicación y el sector privado empresarial, les corresponde ejercer el rol de
co-garantes, impactando en los sistemas cultural, político y legislativo, instalando
especialmente la responsabilidad en torno a la promoción y respeto de los derechos
humanos.
En lo que a niños, niñas y adolescente respecta, el enfoque de derechos empieza a
ser utilizado como un concepto desde fines de los años noventa, para dar cuenta del
grado de involucramiento que tenían las políticas públicas dirigidas a la infancia, niñez y
adolescencia, con los principios planteados por la Convención sobre los Derechos del Niño
(CDN). Estas políticas hacen una enunciación de los derechos correspondientes pero no
operacionalizan las implicancias prácticas que estos derechos tienen en la implementación
de ellas.
12
Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) (2012). Integración de los Derechos Humanos en las Políticas
y en los Programas de Desarrollo: Experiencias del PNUD.
13
Ibíd.
19
La Convención de los Derechos del Niño (CDN) fue aprobada por las Naciones
Unidas el 20 de noviembre de 1989, siendo ratificada por Chile el 14 de agosto de 1990.
Dicha Convención cambia radicalmente la concepción de la infancia, pasando el niño de
ser objeto a sujeto de derecho, garantizando conjuntamente los derechos económicos,
sociales y culturales como los civiles y políticos, generando estándares jurídicos
internacionales, los que Chile debe incorporar en sus políticas públicas.
Cuando se habla del niño y la niña como sujeto, estamos entrando de lleno a la
comprensión del mismo como sujeto social, como parte de un colectivo y de un grupo
social. Deja de ser visto de manera individual caracterizado por la psicología y la pedagogía
como un individuo en “preparación para”, inmaduro, incompleto, incapaz, etc., ligado, por
tanto, casi exclusivamente a su proceso de desarrollo. Tal como lo plantea Alain Touraine,
en la modernidad surge el “sujeto humano como libertad y creación” (Touraine, 1994)14.
En otras palabras, es el individuo apto para asumir su capacidad de transformación de la
realidad y de constituirse en actor social. En definitiva, la idea de sujeto es la de un
resistente y combatiente por la libertad.15
Asumir a niñas y niños como sujetos sociales, en tanto la conjunción del individuo,
sujeto y actor, donde cada uno se define en relación a los otros dos (Touraine, 1994), es
un proceso que como dice Touraine, se resiste al individualismo que solo lo reduce a la
razón, y más bien releva el hecho de que en el sujeto se asocia individuo y libertad.
Entender a niños y niñas como sujetos sociales implica que éstos pasan a ser parte
constitutiva del tejido social y cultural del cual forman parte, por ende, se les asume como
sujetos activos, públicos, parte de un colectivo. De esta manera, deben dejar de ser vistos
como víctimas indefensas del destino, constituyéndose en sujetos capaces de proponer
soluciones a las situaciones de vulneración en que viven, donde pueden y deben tomar
parte en la toma de decisiones que les afectan a ellos y a la comunidad en la cual viven. Así
planteado se constituyen en actores sociales, en ciudadanos. Esto evidentemente
cuestiona las bases mismas del sistema de relaciones de poder que se dan entre adultos y
niños y obliga a repensar las formas de participación de cada uno de los actores sociales,
siendo uno de ellos, las niñas y los niños, o la infancia y la niñez.
El Programa para niños, niñas y adolescentes en situación de calle, establece como
eje transversal el interés superior del niño (artículo N° 3, CDN), entendido éste como una
libertad para el disfrute pleno y efectivo de todos los derechos reconocidos por la CDN,
debido a que toda decisión que le concierna debe considerar el desarrollo holístico del
niño(a) que abarca su desarrollo físico, mental, espiritual, moral, psicológico y social. El
proceso de intervención desde el enfoque de derechos valora a los participantes en tanto
sujetos de derechos, por lo tanto, su rol es gravitante en la consecución de una
intervención exitosa. Sin su participación activa, permanente, sistemática y planificada, la
intervención no logrará los resultados que se ha planteado, los que han de ser discutidos y
redefinidos con los niños, niñas y adolescentes participantes.
14
Touraine. A. (1994). Crítica de la Modernidad, Fondo de Cultura Económica, Argentina.
15
Touraine A. (2006). Un nuevo paradigma: para comprender el mundo de hoy, Editorial Paidós.
20
El equipo ejecutor conjuntamente con promover la participación de los sujetos de
intervención, tiene que orientarlos para que la puedan ejercer, por lo tanto, desde el inicio
han de ser parte de la toma de decisiones, primero en aquellas acciones que les afecten
directamente y que los tengan como protagonistas, hasta la discusión y determinación de
cambios en su plan de desarrollo, pasando por la conversación permanente sobre la
pertinencia de las distintas actividades que conlleva el proceso de Acompañamiento
Psicosocial.
Lo anterior, en sintonía con el principio de autonomía progresiva, considera la
evolución de sus facultades, su edad y madurez. Por esto, el Programa contempla tres
grupos etarios de intervención: de 5 a 9 años, de 10 a 13 años y de 14 a 17 años, 11
meses, 29 días.
Por otro lado, el establecimiento del interés superior del niño conlleva también a la
garantía de sus derechos, por lo que los equipos ejecutores del Programa actuarán como
garantes de derecho durante todo el proceso de intervención, realizando las gestiones
pertinentes a cualquier situación particular que afecte la integridad del niño, niña o
adolescentes en cualquier ámbito de su vida. Ser garante de derechos implica asumir la
responsabilidad de generar las condiciones de respeto, defensa y ejercicio de los derechos
por parte de toda persona, sin distinción alguna.
El nivel de responsabilidad variará según el tipo de garante: a) ya sea garante
principal, todo organismo o instancia derivada de la administración directa del Estado, b)
garante co-responsable, toda organización y/o instancia de la sociedad civil y c) garante
interrelacional, que corresponde a todas las personas, la familia y la comunidad. Estas
distinciones son importantes al momento de determinar el tipo de responsabilidades en la
generación de condiciones que se le exige a cada uno.
El ejercicio de los derechos se inicia con la exigibilidad de éstos, es decir, parte con
la identificación de quien tiene la responsabilidad de garantía y, por tanto, frente a quien
hacerlos exigibles. Fundamentalmente, esta exigibilidad es reclamada al Estado, quien es
el garante principal de derechos, por lo cual tiene la obligación, legalmente establecida
por la firma de los instrumentos internacionales de derechos humanos, de generar las
condiciones políticas, económicas, culturales, sociales y jurídicas para que los derechos
puedan ser ejercidos por todos los habitantes del país.
En relación a los derechos del niño(a), se amplía y distribuye esta responsabilidad a
la sociedad civil, la familia y la comunidad, por el particular período de crecimiento en que
se encuentran. El Programa para niños, niñas y adolescentes en situación de calle,
sustentará su desarrollo en el enfoque de derechos, haciendo del proceso de intervención
un espacio de desarrollo personal y colectivo, un espacio de ejercicio de derechos y de
práctica ciudadana, estableciendo relaciones de colaboración, respeto e igualdad con los
niños, niñas y adolescentes.
21
3.2.1) Prevención, Promoción y Protección: Una mirada desde la Convención de
Derechos del Niño.
Los niños, niñas y adolescentes, se encuentran en una etapa del ciclo de vida en la
cual la satisfacción de sus necesidades básicas son provistas principalmente por su grupo
familiar y es este grupo primario el que debe garantizar, en primer lugar, su pleno
desarrollo y asegurar el cumplimiento de sus derechos. Bien se sabe que los derechos
fundamentales no están garantizados para todos los niños(as) y que, en un número
importante de ellos(as), es la misma familia la que viola esos derechos básicos. Es esta
situación la que generalmente expulsa a los niños(as) a la calle quedando a merced de sus
circunstancias y vulnerables a ampliar su espectro de derechos no respetados.
Es por esto que los niños, niñas y adolescentes en situación de calle encarnan, la
máxima expresión de incumplimiento de los derechos humanos fundamentales. De aquí la
importancia de intervenir desde el Estado para propiciar su desarrollo pleno en los
ámbitos físico, intelectual, emocional, social, etc.
Para lograr desde el Estado la efectiva protección de los derechos de niños y niñas
que no cuentan con una familia protectora, es fundamental el fortalecimiento de la
institucionalidad y el abordaje intersectorial al interior de las instituciones, y de los
distintos actores que conforman los diversos engranajes del sistema de protección integral
de los derechos de la niñez y adolescencia.
22
3.-A la protección contra el abuso y la discriminación
No ser discriminados por el solo hecho de ser diferentes a los demás.
Tener a quien recurrir en caso de que los maltraten o les hagan daño.
Que no se les obligue a realizar trabajos peligrosos ni actividades que afecten o
entorpezcan su salud, educación y desarrollo.
Que nadie haga con su cuerpo cosas que no quieren.
4.-A la educación:
Aprender todo aquello que desarrolle al máximo su personalidad y capacidades
intelectuales, físicas y sociales.
Recibir educación. La enseñanza primaria debería ser gratuita y obligatoria para
todos los niños. Todos los niños deberían tener acceso a la enseñanza secundaria.
Por ello, y para el caso de los Niños, Niñas y Adolescentes (NNA) en situación de
calle, es necesario complementar la estrategia de intervención mediante una serie de
enfoques complementarios, que podrían ampliar y enriquecer las perspectivas de trabajo
y abordaje de situaciones emergentes, según el contexto e historia de cada NNA.
De este modo, es de vital importancia considerar una perspectiva socio-
comunitaria durante la intervención, con el fin de identificar qué condiciones del barrio,
comunidad y entorno en el que se desenvuelven cotidianamente los NNA, permiten que
las acciones del Acompañamiento Psicosocial promuevan su inclusión en contextos más
amplios, favoreciendo el ejercicio de una ciudadanía integral.
23
4.1) Factores Protectores
Un desafío relevante respecto de la intervención en el ámbito de la niñez es
implementar estrategias de prevención que fortalezcan los factores protectores en las
escuelas, familias y comunidades. Este desafío obedece a un cambio en la focalización de
las influencias ambientales en el desarrollo de los niños, niñas y adolescentes, dirigiendo
la mirada hacia la promoción de estrategias positivas de acción.
Para comprender la importancia de los factores protectores es relevante conocer a
su antagonista, los “factores de riesgo”, los que, en este contexto, se definen como
elementos científicamente establecidos o determinantes, con respecto a los cuales hay
fuerte evidencia de una relación causal con la existencia de un problema. Se trata de
conductas y comportamientos que limitan el desarrollo de potencialidades de los niños y
jóvenes y que emergen como el resultado de procesos educativos que se dan en el interior
de la familia, en la escuela y el medio sociocultural (Rutter 1986)16.
Por el contrario, los factores protectores son aquellos que potencialmente
disminuyen la probabilidad de caer en un comportamiento de riesgo. Estos factores
pueden influir sobre el nivel de riesgo en las experiencias individuales o moderar las
relaciones entre el riesgo y efecto del comportamiento. Rutter los define como aquellas
cualidades, condiciones, situaciones y episodios que aparecen para alterar (e incluso
revertir) las predicciones de efectos negativos y permitir a los individuos evitar estresores
de vida17.
Entenderemos entonces los factores protectores como actitudes, circunstancias y
conductas individuales y colectivas que se van formando en un medio social y que
incluyen salud, educación, vivienda, afecto y conductas sanas y saludables. Es
importante subrayar que el estudio de los factores protectores nace de los resultados de
algunas investigaciones sobre niños que, no obstante vivir en condiciones adversas y de
alto riesgo, contra todo pronóstico negativo, se convirtieron en adultos sanos en muchos
sentidos.
Se proponen dos categorías de factores protectores:
(1) Materiales o naturales: aluden a la defensa que los padres o adultos responsables,
proporcionan al cuerpo del niño(a) por medio del cuidado de la salud. En términos
generales, la protección material es (...) la de proveer al niño(a) de elementos tales
como vestidos, vivienda y desarrollo de actividades laborales por parte de sus
padres que conduzcan a la consecución de dinero para la adquisición del sustento
alimenticio18. Dentro de esta categoría se destaca la alimentación como
indispensable para el óptimo desarrollo del niño y niña.
16
Rutter, M. (1986). Resiliencia Psicosocial y Mecanismos de Protección. Traducido por Nelly Jitsuya Shijara como parte del Proyecto:
Facilitación Bibliográfica sobre Resiliencia a Equipos que Abordan estas Temáticas del Centro de Desarrollo y Asesoría Psicosocial –
Cedapp.
17
Ídem.
18
Amar J, Abello R, Acosta C, (2003) Psicología desde el Caribe. Universidad del Norte. Colombia
24
(2) Inmateriales o sociales: hacen referencia a la calidad de las relaciones y
experiencias con las que cuenta el niño(a), así como a aspectos decisivos de su vida
cotidiana derivados de su particular situación social (de clase, de género, étnica,
etc.).
En el contexto de la vida diaria de las familias en situación de vulnerabilidad,
podemos distinguir los siguientes factores como los más relevantes:19
Filiación: Se refiere al sentido de identidad y pertenencia que se fomenta en el
niño(a) con respecto a la familia.
19
Ídem.
25
Algunos de los factores protectores individuales son: 20
Autoestima
Se refiere a cómo se considera a sí mismo una persona. Desde el psicoanálisis la
autoestima es necesaria para la autoevaluación, la que puede expresarse como
sobrevaloración o subvaloración, por argumentos equivocados que se puede tener de uno
mismo, las circunstancias o los otros. Hay ocasiones en que la autoestima disminuye, ya
que el sujeto se devalúa a sí mismo como en las depresiones, así también hay estados
anímicos en que la autoestima aumentaría, como es el caso de los estados maníacos, ya
que en el sujeto se presenta una hipertrofia en relación a su ambiente próximo.
Creatividad
La creatividad puede ser entendida como la capacidad del ser humano de
enfrentar una situación, contexto o actividad teniendo en cuenta las posibilidades que
podría desplegar al respecto. Se cree que la creatividad es una capacidad que estaría
presente en todo ser humano en una mayor proporción de lo que generalmente se
piensa. La creatividad es especialmente perceptible en quienes pueden diferenciar
positivamente entre objetos y pensamientos y realizar nuevas relaciones que produzcan
algún cambio producto de la innovación. La originalidad que involucra todo proceso
creativo no es suficiente si no está consensuada y reconocida por otras personas, este
aspecto es lo que le permitiría diferenciarse de la arbitrariedad.
Inteligencia Emocional
Este concepto se considera como la habilidad o facultad de un ser humano de
tomar conciencia de sus propias emociones así como de las emociones de los demás,
para relacionarse con éstos de forma respetuosa y en armonía. Es decir, va más allá de
conocerse a sí mismo, aspecto aunque relevante, no es lo único de un inteligente
emocional. Es una forma de interactuar con el mundo circundante que tiene en cuenta los
sentimientos y emociones de otras personas, tratando de manejar, enfrentar e interpretar
los propios así como los ajenos.
De esta forma, quienes tengan desarrollada su inteligencia emocional tendrán facilidad
para emocionarse, vivir, sentir y expresarse a través de los sentimientos, emociones y
sensibilidad. Asimismo implicará madurar estas sensaciones para controlarlas y lograr
expresarlas en contextos adecuados.
20
Galimberti (2002) Diccionario de Psicología. Buenos Aires: Siglo Veintiuno Editores S.A.
26
Autonomía
La autonomía se entiende como la capacidad que tienen los seres humanos de
normarse a sí mismos, crearse reglas independientemente de las presiones externas,
internas o ambas y tomar decisiones por cuenta propia sin intervenciones de otros.
El concepto de factores protectores, al igual que el de Resiliencia, representa la
contraparte positiva de los constructos de vulnerabilidad. Mientras la Resiliencia es una
característica individual, los factores protectores incluyen, tanto características del
individuo como del ambiente que mejora una respuesta de la persona ante factores
constitucionales de riesgo o eventos vitales estresantes. Los factores protectores
actuarían como moderadores e incluirían tantos recursos personales como sociales que el
niño(a) tiene para enfrentar situaciones de stress agudo y prolongado.
Tras una larga lista de factores que determinan cuán protegido o vulnerable es un
niño(a), existen una serie de interacciones que dan cuenta en última instancia, de un
resultado adaptativo o no para el desarrollo. Los factores no tienen un valor explicativo en
sí mismos al considerarlos de forma aislada, sino que es la interacción entre ellos
(familiares, sociales y personales) la que finalmente dará cuenta de cómo una persona
reaccionará ante un evento estresante.
De este modo, y a fin de promover medidas de protección de los NNA, UNICEF
elabora un listado de factores protectores en relación a la familia, la escuela y la
comunidad,
Los factores protectores en la familia son:21
1. Fuertes vínculos al interior de la familia. Cercanía, apoyo emocional, trato cálido
y afectuoso con los(as) hijos(as) (expresión abierta de cariño, conocimiento de los
problemas, intereses y necesidades de los hijos(as), espacios y tiempo compartido).
2. Madres y padres involucrados y comprometidos con la crianza de sus hijos(as)
conociendo las necesidades diferentes entre sus hijos e hijas y en función de sus ciclos de
vida (desde la primera infancia hasta la juventud).
3. Disciplina familiar adecuada y normas claras de conducta dentro de la familia,
tomando en cuenta las opiniones de los NNA y basadas en la confianza y el respeto.
Límites claros, pocas normas bien definidas y comunicadas, que se muestran a través del
buen ejemplo, fomentando el desarrollo de una conciencia reflexiva y crítica.
4. Fortalecimiento y desarrollo de habilidades personales y sociales en hijos e hijas.
Algunos factores protectores individuales son: auto concepto y autoestima positivos;
tolerancia a la frustración; adecuada resolución de conflictos y de toma de decisiones;
resistencia a la presión de grupo; capacidad para reconocer y expresar adecuadamente
emociones y sentimientos; adecuada integración escolar, social y académica.
21
GUÍA en Niños, Niñas y Adolescentes para una Intervención Integral en Prevención de los Riesgos psicosociales, elaborado por
instituciones miembros de la Alianza para la Protección y Prevención del Riesgo Psicosocial en Niños, Niñas y Adolescentes.
27
5. Adecuado estilo de comunicación. Comunicación asertiva, promoviendo el
diálogo abierto acerca de los sentimientos y opiniones, respetando y tolerando las
diferencias individuales, considerando los temas que preocupan a los hijos e hijas (en
función de la edad y del sexo) y basándose en la confianza y el respeto.
6. Adecuado estilo de resolución de conflictos. Sin violencia, agresividad, ira o
descalificación, evitando el autoritarismo y la permisividad, manejando con eficacia el
estrés y promoviendo la tolerancia a la frustración.
7. Fortalecimiento de los vínculos con el colegio y en la comunidad. Implicándose y
participando en los aprendizajes y en la propia escuela así como en la comunidad,
promoviendo la realización de acciones y actividades comunitarias.
Los factores protectores en la escuela son:
1. Optimizar la gestión institucional garantizando un clima adecuado para la
formación de sus estudiantes, así como el desarrollo profesional de los y las docentes y
directivos(as). Los documentos de gestión institucional deben incluir acciones concretas
para promover la protección de NNA, identificar las situaciones de riesgo psicosocial en las
que se pueden encontrar sus estudiantes y dar una solución oportuna a los problemas, ya
sea directamente o realizando una adecuada derivación y seguimiento.
2. Brindar una Acción Tutorial integral orientada a mejorar la formación integral de
las NNA ofreciéndoles un servicio educativo de calidad, con igualdad de oportunidades y
logros para todos los y las estudiantes, respondiendo a las necesidades y demandas de los
NNA. Para ello, es necesario revisar y reforzar la tutoría, que debe entenderse como un
proceso de acompañamiento a la persona y al grupo, que pretende contribuir al desarrollo
integral del educando.
3. Promover la convivencia pacífica, el respeto a las culturas diferentes e incluir el
enfoque de género a todos los niveles institucionales forjando a los alumnos y las alumnas
en la tolerancia, la equidad y el diálogo democrático.
4. Contar con entornos seguros y apropiados para el desarrollo de los NNA. Áreas
recreativas, para que los NNA puedan ejercer su derecho al juego, así como áreas con la
suficiente privacidad para que alumnos puedan expresar problemas y recibir consejería de
parte de sus tutores, aulas adecuadas y servicios higiénicos en buenas condiciones.
5. Alentar la participación de alumnos(as) en el ámbito escolar, como vía para la
formación en valores, ciudadanía y democracia. Se debe valorar y promover la aportación
social de alumnos(as), reconociéndose en los NNA el derecho a expresarse, a saber y ser
partícipes de las decisiones y acciones que les afectan.
6. Generar mecanismos de corresponsabilidad entre las familias y la comunidad en
la puesta en marcha de actuaciones coordinadas con los centros escolares. Deben
desarrollarse mecanismos de comunicación y mejorar las Escuelas de Padres y Madres,
desarrollando planes concretos y ajustados a las necesidades de los NNA y sus familias,
entre otros.
28
7. Fomentar la apertura hacia la comunidad, lo que permite enriquecer su
propuesta educativa a partir de las capacidades y recursos con que cuenta la comunidad.
Las escuelas son promotoras del desarrollo de expresiones culturales, deportivas,
artísticas que favorecen el desarrollo integral del educando y la integración de la
comunidad a la acción educativa. Su labor no se circunscribe al ámbito escolar, se
proyecta a su comunidad, fomenta valores, la cohesión social y la identidad local.
Los factores protectores en la comunidad son:
1. Propiciar el protagonismo consciente y comprometido de sus dirigentes y líderes
democráticos desarrollando una estructura organizativa eficaz.
2. Estimular el asociacionismo juvenil y la participación social de NNA,
garantizando una presencia permanente de los NNA en los procesos de toma de decisión
en la comunidad.
3. Promover, facilitar y aportar a la reflexión comunitaria permanente para la
identificación de los problemas de su comunidad y sus posibles soluciones.
4. Elaborar e implementar, de forma participativa, un plan de desarrollo comunal
que incluya acciones específicas dirigidas a la prevención del riesgo psicosocial, la
protección de la infancia y la adolescencia y la promoción de los derechos de NNA
(incluyendo vigilancia comunal e incidencia política).
5. Fortalecer acciones comunitarias e institucionales de prevención integral de
riesgos psicosociales en niños, niñas, adolescentes y jóvenes.
6. Promover la implementación de acciones, estrategias y espacios dirigidos a
fomentar el desarrollo de habilidades sociales en niños, niñas, adolescentes y jóvenes y
sus familias.
7. Impulsar estrategias comunicacionales sobre NNA desde un enfoque de
derechos cuya apropiación por la comunidad sea una tarea.
Por lo dicho, en el diseño de metodologías de trabajo con NNA se deberán tomar en
cuenta los factores protectores especificados para cada uno de los principales agentes
socializadores.
22
Abramovich, V. 2006.Una aproximación al enfoque de derechos en las estrategias y políticas de desarrollo. Revista de la CEPAL, N° 88.
29
El enfoque de derechos aporta al enfoque sociocomunitario el principio de
ciudadanía, reconociendo que si bien existen diferencias y heterogeneidades
situacionales, al mismo tiempo, reconoce la igualdad de derechos de los individuos y
comunidades. Solo si los beneficiarios de una prestación son considerados como sujetos
de derecho, vale decir, ciudadanos, la administración de lo social no se reducirá a una
lógica mercantil de la contraprestación. Ser ciudadano es también tener derechos (y
deberes) de manera incondicional y, por lo tanto, tener el derecho de ser socorrido,
aunque no se pueda dar nada a cambio23.
23
Castell, R. 2010 El ascenso de las incertidumbres: Trabajo, protecciones, estatuto del individuo. Fondo de cultura Económica. Buenos
Aires.
24
Martínez, V. 2006. El Enfoque Comunitario: el desafío de incorporar a las comunidades en las intervenciones sociales.
25
Montero, M. 2004. Introducción a la psicología comunitaria: desarrollo, conceptos y procesos. Editorial PAIDOS.
26
Óp. Cit
30
La institución es concebida tradicionalmente como la depositaria del saber
científico y técnico, a partir del cual proporciona y distribuye servicios especializados a las
personas y comunidades, esto da lugar en la práctica a una relación donde el poder está
mayoritariamente concentrado en las instituciones. Se reconoce, que ambas lógicas no
son incompatibles, pueden articularse y complementarse en el diseño, implementación,
seguimiento y evaluación de políticas, programas y proyectos sociales.
Para esto es necesario que la institución vea y reconozca la existencia de un
sistema comunitario vivo y operante, autónomo, con capacidades preventivas y
promocionales y conectado territorialmente, incorporándolo como un interlocutor válido
en el diseño e implementación de políticas sociales, programas y proyectos. En esta
articulación, la institución necesita admitir que está tratando con sujetos de discurso y
acción que poseen capacidades y conocimientos derivados de sus propias experiencias.
Considerando estos elementos, las instituciones deben estimular y planificar la
participación activa de los sujetos en la definición de sus propios problemas, en el diseño
de las estrategias de intervención, en la implementación y evaluación de las mismas.
La incorporación del enfoque sociocomunitario en políticas y programas sociales
implica agregar un mayor número de variables situacionales contenidas en la búsqueda
del cambio. La mayor relevancia radica en el peso del sujeto que se inserta no solo en
procesos individuales sino también que se desplaza hacia las redes comunitarias. La
relevancia de esto, está dada por el alcance de una intervención que, desde el trabajo con
redes comunitarias, se hace cargo de los procesos individuales y colectivos que viven día a
día las personas en sus comunidades.
Respecto del Programa para niños, niñas y adolescentes en situación de calle,
resulta relevante considerar el derecho de los NNA a establecer vínculos afectivos y a
participar activamente en sus contextos sociocomunitarios, siendo esta visibilización un
soporte para prevenir el aislamiento y la exclusión, además de amortiguar los índices de
vulnerabilidad social.
31
Las personas interpretan diferentes roles en sus vidas, están reglamentadas por
normas socialmente construidas, que establecen formas de ser y de sentir, de hablar y
pensar. Uno de ellos, los roles de género, históricamente, han ubicado a la mujer en una
posición de exclusión y subordinación respecto de los hombres.
De esta forma, el enfoque de igualdad de género está orientado a observar,
estudiar y transformar las diferencias culturales, económicas y políticas en la construcción
de la condición y posición de hombres y mujeres, niños y niñas, que generan
desigualdades y se expresan en situaciones de discriminación y exclusión social. La
progresiva incorporación de este enfoque en el ámbito de planificación y gestión pública
de los diferentes países en general, y de las Naciones Unidas en particular, emerge de la
necesidad de apreciar y valorar la realidad desde una perspectiva de justicia e igualdad.
Por un lado, intenta controlar los posibles efectos e impactos adversos que dejan a unas u
otros en situación de desventaja, cuidando de no incurrir en discriminación por género, y
por otro, busca la promoción de la igualdad de oportunidades con especial énfasis en el
fortalecimiento de las capacidades y competencias de las mujeres y las niñas a través de
su empoderamiento como titulares de derechos.
De acuerdo a lo anterior, uno de los elementos que resultan necesarios para
avanzar en la construcción de sociedades igualitarias, es la concreción de mayor igualdad
de género, el cual se debe constituir en un eje clave para las acciones del Estado,
especialmente a través de las políticas públicas. Ya desde el Informe de Desarrollo
Humano 2010, “Género: Los desafíos de la igualdad”, se planteaba que la importancia de
analizar la situación del país desde la perspectiva de la igualdad de género se sustentaba
en que, si bien se han realizado avances en torno a la igualdad entre géneros, aún
persisten desigualdades que constituyen obstáculos para alcanzar niveles deseables de
desarrollo humano.
Lo anterior, también se ve ratificado en el análisis propuesto por Hardy, quien
señala que “la desigualdad de género, que se superpone a las restantes formas de
desigualdad, implica que algo más de la mitad de la población latinoamericana tiene una
ciudadanía de segunda, con todo lo que ello implica de freno al desarrollo económico, de
límites a la convivencia y de obstáculo a la construcción de identidades y sentido de
comunidad en nuestras sociedades”27.
Para ello cobra especial relevancia poder constatar las diferencias y desigualdades
que se producen entre hombres y mujeres (y las relaciones entre ambos) en sus diversos
ámbitos, de manera que estas ayuden a visualizar cuál es su impacto en el desarrollo, y de
qué manera es posible avanzar en la generación de cambios que fortalezcan los avances
ya realizados y propicien la profundización de condiciones de igualdad.
27
Hardy, C. (2014). Estratificación social en América Latina: retos de cohesión social. LOM Ediciones
32
Los avances y transformaciones que se promuevan en este ámbito, cobrarán
relevancia para toda la sociedad, especialmente y considerando que se cruzan con otras
áreas que implican desigualdad dadas por la pertenencia a distintos grupos sociales, que
van acumulando desventajas, por ejemplo, la edad, la ubicación territorial, la pertenencia
a comunidades indígenas, entre otras.
Considerando lo anterior, la identificación de las brechas de género se constituye
en el piso inicial desde el cual se deben orientar las políticas públicas que pretendan
avanzar en igualdad de género28, reconociendo la desigual relación de poder que existe
entre hombres y mujeres, aspecto determinante del nivel de acceso y ejercicio del mismo
y, en definitiva, de una participación diferenciada de hombres y mujeres en los distintos
ámbitos de la vida, modelando también las oportunidades de desarrollo que cada persona
tiene.
La categoría de género es una construcción social e histórica que da cuenta de la
distinción social entre hombres y mujeres basadas en la diferenciación sexual y que ha
sido utilizada para develar la situación de discriminación y exclusión de la que han sido
objeto las mujeres por su condición.
Unicef Indica que cuando se habla de género es para referirse a las diferencias
entre hombres y mujeres y es la definición que cada cultura hace de lo que implica ser
hombre o ser mujer. Cuando se habla del sexo masculino o femenino, se está hablando de
la condición biológica de ser hombre o mujer. La distribución de lo que los hombres y
mujeres pueden o no hacer ha sido por muchos años muy rígida, y en esa distribución los
hombres han ocupado posiciones de poder por sobre las mujeres: mandato en la familia,
rol de proveedor, figura masculina en la política del país, etc.29
A pesar de que cada día hay más mujeres que trabajan fuera de sus casas, aún es
minoritario el número de quienes comparten las tareas de crianza y de mantención de la
casa con su pareja. Esta situación se repite ya que son las mismas madres las que le
enseñan consciente o inconscientemente el rol de la mujer al interior del hogar.
Con el tiempo esto se ha ido transformando ya que las mujeres han logrado
cambiar su rol frente a la sociedad. Aunque haya tardado años, el Estado también ha
favorecido para que esto se logre.
Es clave para este proceso, indagar en el contexto del niño(a) e identificar cuáles
son los estereotipos transmitidos y así se podrá analizar y contrastar si la equidad de
género está experimentando transformaciones o si las diferencias siguen prevaleciendo.
Los estereotipos de género limitan a los niños(as) en sus sueños y experiencias.
28
Guía Metodológica para integrar la Perspectiva de Género en Proyectos y Programas de Desarrollo. Instituto Vasco de
la Mujer y Secretaría General de Acción Exterior. Dirección de Cooperación al Desarrollo Vitoria – Gasteiz. 1998.
29
UNICEF 2011. Manual “¿Te suena familiar?, Compartir responsabilidad en la crianza. Chile
33
Sus desigualdades y prejuicios de género, agudos o sutiles, son causa de que las
niñas y los varones vivan en una especie de sociedad separada, con expectativas
independientes y ampliamente divergentes30.
Para que se logre comprender los roles de género y evitar prejuicios en los
niños(as), es de suma importancia comprender que los aprenden, primero, a través de la
socialización. Y, a la vez, los niños deben conocer sus intereses y habilidades, hacerlos
conscientes de las desigualdades y enseñarles cómo hacer frente a estas situaciones.
Esto es importante porque desde la gestación del bebé está la designación del
color rosa para las niñas y el azul para los varones, ahí comienza el proceso social que les
enseña a las niñas a ser pasivas y sumisas y a los varones a ser activos y dominantes.
La infancia, especialmente, es un período de gran asimilación de conceptos,
estructuras y actitudes. Constituye, además, un momento en la vida de todo ser humano
donde éste, por su inexperiencia, inmadurez y dependencia, encuentra serias dificultades
para cuestionar las pautas ofrecidas, las que tiende a aceptar como única verdad si
proviene de una autoridad.
El proceso por el cual el niño(a) se ve expuesto a recibir estereotipos de género,
comienza desde su nacimiento. Es en este período donde los padres, dependiendo de su
sexo, van transmitiendo las conductas que deben seguir y reproduciendo los estereotipos
como algo que culturalmente ya está estipulado.
Es también fundamental entender que el que existan estereotipos asignados a
cada rol, tanto femenino como masculino, no se debe visualizar como un fenómeno
desvinculado de un contexto cultural basado en el sistema patriarcal y de masculinidad
hegemónica, que lo único que hace es reproducir estos estereotipos, provocando que los
niños y niñas estén expuestos a reproducir también estos aprendizajes culturales, lo que
lleva también a las altas cifras, por ejemplo, de agresiones y femicidios de los cuales las
mujeres son víctimas a diario.
Respecto del enfoque intercultural, éste se orienta al reconocimiento de la
coexistencia de diversidades culturales en las sociedades actuales, las cuales deben
convivir con una base de respeto hacia sus diferentes cosmovisiones y derechos como
pueblos. A nivel global, la preocupación por la interculturalidad va asociada a la
importancia que ha adquirido la diversidad y las cuestiones relativas a la identidad en el
marco del desarrollo de los países, el que ha dejado de ser visto cómo únicamente
vinculado a variables de tipo socioeconómico.
A partir de la Declaración Universal de Derechos Humanos, la cláusula de no
discriminación se ha incluido en casi todos los instrumentos universales de protección de
derechos humanos, ya sea en forma subordinada o bien autónoma. Los pueblos
originarios han sido sometidos históricamente a prácticas discriminatorias, debido a que la
modernización ha instaurado un modelo de vida hegemónico, donde las diferencias no
son sinónimo de inclusión.
30
Encinas, L. 2010. Como enseñarles género a los niños. Chile.
34
Respecto de los niños, niñas y adolescentes, la Convención de Derechos del Niño
establece en su artículo 2 que “Los Estados Partes tomarán todas las medidas apropiadas
para garantizar que el niño se vea protegido contra toda forma de discriminación o castigo
por causa de la condición, las actividades, las opiniones expresadas o las creencias de sus
padres, o sus tutores o de sus familiares.
Por otro lado en su artículo 30 establece que: “En los Estados en que existan
minorías étnicas, religiosas o lingüísticas o personas de origen indígena, no se negará a un
niño que pertenezca a tales minorías o que sea indígena, el derecho que le corresponde,
en común con los demás miembros del grupo, a tener su propia vida cultural, a profesar y
practicar su propia religión, o a emplear su propio idioma” (artículo 30, CIDN) 31.
El enfoque de interculturalidad es un reconocimiento a la pluralidad de culturas,
así el programa para niños, niñas y adolescentes en situación de calle busca reconocer y
promocionar la diversidad de estilos de vida, principalmente aquellos que dicen relación
con los pueblos originarios. Para ello, es necesario conocer la percepción de los NNA que
participan en el Programa sobre su propia concepción respecto a sus orígenes y en caso
que exista alguna evidencia, como el caso de tener un apellido indígena, realizar las
gestiones pertinentes al ejercicio de este derecho.
4.4) Vulnerabilidad
31
UNICEF. Convención internacional de los derechos del niño y de la niña. 2004.
32
Filgueira, C 2001. Estructura de oportunidades y vulnerabilidad social: aproximaciones conceptuales recientes.
Seminario Internacional Las diferentes expresiones de la vulnerabilidad social en América Latina y el Caribe, Santiago de
Chile
35
De aquí que el concepto de vulnerabilidad se refiere a los impactos que los estilos
de “desarrollo” van generando en las personas y los hogares, especialmente aquellos
referidos a los desequilibrios del mercado, la disminución de la acción del Estado y el
debilitamiento de instituciones primordiales, tales como la comunidad y familia.
33
Hardy (2014), p.32, establece que los “estratos pobres” alcanzan en nuestro país un 9,9%, mientras que los estratos
no pobres vulnerables alcanzan un 40,5%. De manera que el porcentaje total de vulnerabilidad en Chile es de un 50,4%.
34
Ibíd.
36
La situación de pobreza se comprende, entonces, como una expresión de
vulnerabilidad social frente al riesgo, por ausencia de capacidades (herramientas internas)
y de oportunidades que permitan a personas y familias sortear eficazmente estas
situaciones, logrando al menos mantener el nivel de bienestar actual o proyectarse en un
mediano plazo con mejores condiciones de vida. Un factor relevante del acceso a esta
estructura (externa) se refiere a capacidades de las personas y familias para movilizar
nuevos recursos a partir de estas oportunidades, pero asumiendo que la disponibilidad de
ellas, depende en una buena medida de la acción del Estado, del mercado y de la
sociedad.
Esto va creando en las personas una percepción optimista sobre las situaciones y, a
la vez, la sensación de que es posible actuar sobre ellas.
37
Una crisis es un estado temporal de trastorno y desorganización, caracterizado
principalmente por la incapacidad del individuo para abordar situaciones particulares
utilizando métodos acostumbrados para la solución de problemas, y por el potencial para
obtener un resultado radicalmente positivo o negativo35.
Las crisis se dan cuando las capacidades no son suficientes para afrontar el
problema. Los indicadores de una crisis son: incapacidad de la persona para desempeñar
los roles y las tareas habituales y la incapacidad para tomar decisiones y resolver
problemas36.
Esto indica que la crisis es percibida como tal, cuando el sujeto siente que la
situación es tan extrema que sus recursos o métodos previamente utilizados para resolver
un problema, son ineficaces en la situación traumática.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que no todos los individuos actúan
igual ante la misma situación, ya que cada uno tiene una historia de experiencias
anteriores, unos valores, unas estrategias de afrontamiento, unos miedos, unas creencias,
unas redes de apoyo, etc., que hacen que la manera de hacerle frente a la situación sea
distinta.
La crisis es una reacción subjetiva a una situación vital estresante, situación que
afecta a la estabilidad individual y en donde se encuentra comprometida la capacidad para
hacerle frente. Podríamos decir que, como denominador común, la situación de crisis lleva
al individuo a un estado temporal de la desorganización, de desequilibrio, en el que la
gente experimenta una interrupción de su normal funcionamiento y en donde debido a la
incapacidad para poder hacer frente a esta situación el individuo se encuentra frustrado,
preocupado, disgustado y estresado.
35
Slaikeu, K. A. (1988). Intervención en Crisis. México: Manual Moderno
36
Cordoba, A. H. (2013). Familia, Ciclo Vital y Psicoterapia Sistémica Breve. Bogotá D. C.: EL BUHO LTDA.
37
Rubin, B. R. & Bloch, H. L. (2001). Intervención en crisis y respuesta al trauma. España.
38
Kavan. (2005). Intervención en crisis. Perú: El Manual Moderno
38
Primera Fase: la persona experimenta el inicio de la tensión e intenta poner en
práctica los métodos de resolución de problemas que ha venido utilizando hasta
entonces, para recuperar su equilibrio emocional.
Segunda Fase: hay aumento de la tensión que provoca disfunciones y fallos en el
funcionamiento de la persona tras el fracaso de las estrategias habituales de
resolución de problemas. La persona pone en práctica estrategias de ensayo y
error para intentar encontrar una solución.
Tercera Fase: la tensión es aún mayor, exigiendo la búsqueda de recursos
adicionales como estrategia de emergencia o nuevas estrategias de resolución de
problemas.
Cuarta Fase: Aparece cuando no se ha resuelto el problema en las fases anteriores
y puede dar lugar a la aparición de trastornos emocionales y a la desorganización
de la personalidad.
39
Gómez Del Campo, J.F. 1994. Intervención en las crisis: Manual para el entrenamiento. Departamento de Psicología.
Plaza y Valdés Editores, México,
40
Caplan, Gerald, 1993. Aspectos Preventivos en Salud Mental. Editorial Paidos.
39
Factores relevantes para el enfrentamiento de una crisis:
• Ofrecer una contención para las emociones. Habitualmente uno de los efectos de
recibir apoyo psicosocial en estas situaciones es disminuir la intensidad de las emociones
como angustia y depresión. Es importante que esto se realice a través del fortalecimiento
de los propios recursos. De este modo los pasos para realizar la intervención en crisis:
• Realizar contacto psicológico: invitar a las personas a hablar, escuchar los hechos y los
sentimientos, mostrar interés por comunicarse, tocar y abrazar de manera física.
• Analizar las posibles soluciones: averiguar qué es lo que las personas han intentado
hacer hasta ahora, qué es lo que pueden o podrían hacer y proponer nuevas alternativas.
• Ejecutar la acción concreta: ayudar a las personas a realizar una acción concreta para
manejar la crisis. No es más que dar el mejor paso próximo según la situación.
• Dar seguimiento: especificar un procedimiento para que el/la facilitadora y las personas
estén en contacto en un tiempo posterior.
40
4.6) Enfoque de Reducción de Daños
Durante muchos años el complejo fenómeno de las adicciones tuvo como única
respuesta la prohibición y la abstinencia. Desde mediados de la década de los 80’ en
algunos países (países de Europa, Canadá, etc.) se comenzaron a implementar otras
estrategias como políticas públicas. Frente a la necesidad de frenar la problemática de VIH
y de encontrar métodos pragmáticos y no moralizantes para acercar a los sistemas de
salud a sujetos adictos, se comenzaron a implementar estrategias denominadas de
Reducción de Riesgos.
No existe una posición única en relación con la reducción de daños, sino que
abarca un abanico muy amplio de propuestas, la mayoría de tipo muy concreto, incluso
pragmático, ante diferentes situaciones. En ese sentido, la reducción de daños es más
como una filosofía de base en diferentes actividades, que tiene como objetivo un
consumo de drogas con menos daños, por lo que no se opone ni a la prevención ni al
tratamiento, sino que los complementa y puede estar o no presente como un principio
que orienta ambos tipos de intervención.
41
Inchaurraga, S., compiladora. (2003). Las drogas. Entre el fracaso y los daños de la prohibición. Argentina
42
Marlatt A. (1997) Reducción del Daño: principios y estrategias básicas
41
La utilización de estrategias alternativas a la abstinencia pueden propiciar acciones
como prácticas menos dañinas, pasar de sustancias más tóxicas a menos tóxicas,
reducción del consumo, regulación de las dosis, etc. Lo más importante de esto es que se
reduce la mirada punitiva al consumo y se instala una visión desde los derechos de los
sujetos.
42
Promoción de los modelos de búsqueda y acercamiento en vez de
modelos de espera
Ofrecer información y promover la educación sanitaria dirigida a un
consumo de menos riesgo. Una información realista de las drogas (sus
usos, sus problemas, etc.).
Intervenir en la comunidad para conseguir un acercamiento más racional y
objetivo al problema de las drogas que prevenga las reacciones de alarma
social.
Reconocer que el consumo de diferentes sustancias y las formas de uso,
se relacionan con diferentes tipos de riesgo y daños.
Incorporar estrategias para motivar al cambio a aquellos usuarios con
hábitos nocivos para su salud.
43
Al mismo tiempo, y en especial cuando se trata de intervenciones en medio libre,
será necesario el máximo de coordinaciones intersectorial y comunitarias de todos los
actores que se requieran, tanto públicos como privados.
5) PRINCIPIOS ORIENTADORES
Con el fin de garantizar un proceso de acompañamiento centrado en la promoción
y protección de derechos, es primordial tener en consideración los siguientes aspectos
que guían y regulan el tipo de relación que debe establecer el equipo ejecutor con los
NNA:
44
Para José Bueno43 la intervención de orientación psicosocial se caracteriza por
tener un componente mediador entre el individuo y el sistema, por fomentar la
participación de la persona en todo el proceso, por favorecer un carácter democrático al
proceso de ayuda, por poner el énfasis en los recursos personales y comunitarios y por
tener en cuenta la perspectiva ecológica y contextual propia de la interacción social.
43
Fundación RAIS. 2007. Construyendo relaciones. España
44
Rogers, Carl (1961). Como convertirse en una Persona: La Visión de un Terapeuta de la Psicoterapia.
45
Ibid.
45
percibido como inconsecuente o poco merecedor de confianza. Señala que si se crea una
relación, por parte del terapeuta (o profesor, jefe, educador), que se caracterice por:
46
1) Construcción de relaciones de confianza, como un proceso de disposición básica
desde el pensar, sentir y actuar que se traduce en la vivencia concreta de “contar con el
otro”.
En este sentido, el énfasis en los procesos de cambio debe venir de las propias
personas, y está orientado a la reconstrucción de sus historias, a la reflexión acerca de la
identidad y del mundo de la persona. Lo crónico, desde esta perspectiva, deja de tener
sentido si se contempla la posibilidad de mirar los recursos y potencialidades de cada una
de las personas.
En este sentido, se plantea una intervención psicosocial que reconozca a los niños,
niñas, adolescentes en sus diferentes dimensiones como sujetos de derechos, con
capacidades, talentos y opiniones que les permitan involucrarse en el proceso de
acompañamiento, desde el ejercicio de instancias de reflexión y participación protagónica,
donde la confidencialidad, el buen trato y no discriminación son principios fundamentales
en la construcción del vínculo y desarrollo del acompañamiento.
47
Fundación RAIS. 2007. Construyendo relaciones. España
47
En este contexto, les corresponde a los Equipos de Acompañamiento Psicosocial
desarrollar un rol de particular importancia como referente y garante de derechos, puesto
que deberán propiciar espacios para el reconocimiento de los NNA y aprendizaje en torno
al ejercicio de los derechos. Entendiendo que lo anterior, es un proceso que se construye
o repara paulatinamente y no depende en forma exclusiva de la relación directa con los
NNA, los equipos psicosociales también deberán considerar como ámbito importante para
el desarrollo de la estrategia, la promoción y reflexión con las figuras significativas, la
familia, las redes y la comunidad respecto al rol que cada uno cumple en la garantía de
derechos de niños y niñas.
De esta manera, a partir del buen trato, la escucha activa, la empatía, el interés
permanente y el respeto por la confianza que el NNA va depositando en el Equipo
Psicosocial, se van propiciando condiciones que permitirán motivar la participación del
NNA durante el acompañamiento, donde la confidencialidad y respeto por los temas,
opiniones y visiones de mundo de los NNA, considerando siempre su interés superior,
resultan clave para alcanzar los objetivos que plantea la intervención.
Cabe señalar que, los Derechos se aplican a todos los NNA sin excepción, y es
obligación del Estado protegerlos contra cualquier forma de discriminación y promover
activamente sus Derechos. Muchas veces la discriminación puede ser ejercida por los
mismos gobiernos, por lo adultos, la familia, la comunidad, organizaciones, etc. La no
discriminación como principio es relevante para todos los artículos de la CDN, lo que no
implica que se deba tratar a todos los niños y niñas de la misma manera, ya que también
se deben reconocer las diferencias y responder a los intereses, la trayectoria de vida, la
cultura, sexo, idioma, posición económica y opiniones.
48
Más aun, cuando de manera transversal el Tutor(a) Psicosocial construye un
vínculo de confianza durante el proceso de acompañamiento, que proporciona la
posibilidad de ampliar nuevas oportunidades frente a un contexto de situaciones adversas
y de vulnerabilidad, donde se requiere desarrollar un proceso que contribuya a mejorar
las condiciones de bienestar del NNA.
Para dar cumplimiento a lo planteado, el trabajo a desarrollar con los NNA debe
considerar la realización de tres componentes:
Acompañamiento Psicosocial
Servicios y Prestaciones Sociales
49
Por ello, es importante considerar que el ciclo de participación o trayectoria de los
NNA en el Subsistema se inicia una vez que acceden a participar del Programa. La
suscripción de la Carta de Compromiso y el Plan de Intervención le otorga a los NNA la
categoría de usuarios del Subsistema, quedando en condiciones de iniciar el proceso de
Diagnóstico, el cual busca definir una caracterización general del contexto y las
condiciones de cada participante.
De este modo, el Acompañamiento Psicosocial se orienta a potenciar y movilizar
los recursos personales, comunitarios e institucionales de cada NNA tomando como punto
de partida el reconocimiento de las capacidades y los factores protectores que
contribuirán al mejoramiento de sus condiciones de vida y bienestar. Esto permitirá
avanzar hacia el mejoramiento de situaciones de vulnerabilidad, mediante la promoción
de las redes y la ampliación de oportunidades, para llevar a cabo proyectos de vida con
mayor autonomía. Todo ello, sobre la base de un trabajo que inicialmente está centrado
en el levantamiento de un diagnóstico en profundidad, que permita determinar el
contexto particular de cada NNA-. Este proceso facilitará a los equipos ejecutores la
realización de una caracterización con el fin de identificar aquellos aspectos que deben ser
potenciados y/o adquiridos para privilegiar el ejercicio de derechos.
Para cumplir con este propósito, la estrategia de intervención del
Acompañamiento Psicosocial se sustenta en un abordaje desde una mirada integral y
multicausal, que sitúe a la base del proceso de intervención la promoción, protección y
restitución de derechos. Para ello, las acciones desarrolladas se deberán desplegar a
través de una modalidad personalizada.
Por ello, y con el fin de dotar de un ordenamiento estratégico a los diferentes
ámbitos a trabajar durante el proceso de acompañamiento, estos se han operacionalizado
a través de la Matriz de Bienestar, la cual refleja el conjunto de prioridades definidas por
el Programa para otorgar protección social a los NNA, y de este modo generar condiciones
que les permitan enfrentar los diversos impactos que genera la situación de calle. La
Matriz se organiza en función de 6 dimensiones de bienestar, que se relacionan con
derechos básicos de los NNA, los que deben ser promovidos de manera de generar
condiciones que potencien opciones y oportunidades48.
48
Para mayor información de la Matriz revisar documento: Orientaciones Metodológicas para la Gestión de la Matriz de
Bienestar Programa NNASC.
50
Por ello, su objetivo es: “Generar mecanismos efectivos que brinden seguridad a
los NNA, fortaleciendo la red de protección social, además de proveer mecanismos que
ofrezcan oportunidades eficientes y eficaces, que potencien la superación de situaciones
de vulnerabilidad, mediante el fortalecimiento del capital humano, social, físico y
familiar”.
De este modo, se pueden distinguir Servicios y Prestaciones Sociales en base a la
siguiente clasificación:
Servicios y prestaciones garantizadas: Refiere a los programas y beneficios
que han sido establecidos por el Estado como un derecho para todos los NNA
que los requieran y que cumplan con los requisitos.
a) Valóricos
51
b) Estratégicos
c) Prácticos
Han pernoctado al menos una noche en los últimos 06 meses en lugares públicos o
privados que no tienen las características básicas de una vivienda, aunque cumplan
con esa función (excluye campamentos).
52
Objetivos Específicos:
b) Prevenir en los niños, niñas y adolescentes conductas de riesgo y/o entregar atención si
estas ya se han generado.
53
7.2) Estructura del Acompañamiento Psicosocial
El acompañamiento está organizado en una secuencia de 4 etapas, que se
despliegan durante 24 meses:
54
Figura 2: Traza Metodológica Programa Calle NNA
55
8) ETAPAS DEL ACOMPAÑAMIENTO PSICOSOCIAL
Para ello, una vez que los posibles participantes sean contactados, se deberá
trabajar con cada NNA mediante el instrumento: Cuadernillo N° 1 de Elegibilidad y
Diagnóstico, el que contiene:
a) Elegibilidad
La elegibilidad es el primer paso dentro de la etapa, y permitirá evaluar los
requisitos y criterios requeridos para participar en el programa. Por ello, antes de aplicar
el instrumento, el equipo ejecutor deberá presentar y contextualizar al NNA en que
consiste el programa, y lo que se pretende lograr con las preguntas que se le realizará. De
este modo, es preciso tener presente que durante todo este proceso, debe primar la
voluntad del NNA para acceder a participar.
b) Carta de Compromiso:
Es un instrumento mediante el cual los NNA expresan su consentimiento para
participar del Programa. Es importante precisar que para el Programa existen dos
formatos de Carta de Compromiso, los que deberán aplicados según las siguientes
consideraciones:
1. Carta de Compromiso NNA: Instrumento que debe ser firmado por todos los
NNA elegibles, que expresan su voluntad de participar en el Programa.
2. Carta de Compromiso Adulto Responsable: Esta carta deberá ser firmada solo en
los casos de niñas menores de 12 y niños menores de 14 años. La persona denominada
como Adulto Responsable, se determinará según el siguiente orden de prelación:
56
1- Responsable Legal
2- Quien ostente el cuidado personal del NNA a partir de una disposición judicial
3- Adultos que cumplan el rol de terceros significativos49
c) Diagnóstico Inicial:
El diagnóstico tiene por objetivo realizar un levantamiento de información del NN,
que permita realizar una caracterización inicial, identificando las principales problemáticas
y las posibles dimensiones e indicadores de bienestar a trabajar. Todos los NNA
participantes del Programa deberán tener aplicado el diagnóstico, y en los casos que
corresponda, el responsable legal, quien tenga el cuidado personal a partir de una
disposición judicial o el adulto que cumpla el rol de tercero significativo.
Para una correcta aplicación del diagnóstico, es fundamental respetar los tiempos
y dinámica de los NNA, por ejemplo las condiciones en que se emplazan en un punto calle,
las personas con las que conviven, sus propios mecanismos para relacionarse con el
equipo, entre otros. También es importante considerar que este instrumento se aplica con
una temporalidad inicial, por tanto el vínculo entre los profesionales y los NNA es
incipientemente. Por ello, en la siguiente etapa se considera el desarrollo de un
diagnóstico en profundidad.
d) Plan de Intervención:
Este Plan entrega información sobre la participación de los NNA en el Subsistema,
tal como: Trayectoria de Acompañamiento, incluyendo las fechas de inicio y término del
proceso, lo que permitirá al equipo encuadrar las condiciones de participación.
49
Para efectos de la firma de la carta de compromiso, se entenderá como Tercero Significativo a la persona mayor de 18 años que
cumpla con los siguientes criterios:
- Genera acciones que permiten cubrir alguna de las necesidades que presentan los NNA
- Participa de algunos de los aspectos de la crianza, brindando cuidados personales, domésticos y/o proteccionales, de acuerdo a la
edad del NNA
- Mantiene contacto regular con el NNA y se mantiene fuera del circuito calle.
- Es reconocido como significativo por los equipos profesionales de los programas donde el NNA participa, como por ejemplo: Red
Sename, Escuela, Consultorio, CESFAM, Justicia, Albergues, entre otros.
- Es reconocido como un referente afectivo y comparte momentos importantes en la vida de los NNA.
57
Es importante considerar, que este instrumento debe ser propuesto a cada NNA,
quien podrá presentar observaciones previo a su aceptación. Del mismo modo, en el caso
de las niñas menores de 12 y los niños menores de 14 años, los equipos tendrán a
disposición un formato de Plan de Intervención para que sea firmado por el Adulto
Responsable.
Una vez aplicados estos instrumentos, se da por concluida la primera etapa del
proceso.
Para el logro de este objetivo, se debe realizar un trabajo reflexivo guiado con el
NNA, para lo cual se plantea la realización de encuentros una vez por semana, además de
la aplicación de las sesiones obligarías contenidas en la Caja de Herramientas Etapa II,
específicamente en el primer Módulo denominado Conociendo mis Derechos50, el cual se
estructura en base a sesiones temáticas que contienen el abordaje de las dimensiones de
Bienestar, a saber: Promoción y Protección de Derechos, Educación, Salud, Ocupación y
Seguridad Social, Vinculación Afectiva y Vivienda y Entorno, además de otras acciones
complementarias, mediante las cuales cada NNA puede visualizar y priorizar aquellos
indicadores y elementos emergentes que le parezcan relevantes de trabajar.
De este modo, los materiales con los que se debe trabajar esta etapa son:
50
El contenido del primer módulo se encuentra en el presente documento.
58
1- Cuadernillo N° 2: de Profundización Diagnóstica, que contiene:
a) Cuestionario Línea de Entrada:
Instrumento que permite al equipo ejecutor profundizar y conocer el nivel de
desarrollo de las dimensiones, condiciones e indicadores de la Matriz de Bienestar de
manera individualizada con cada NNA, a través de una serie de preguntas orientadoras.
Estas preguntas se han diseñado con el fin de entregar una visión general respecto al
estado de cumplimiento de los indicadores. Por ello, la información obtenida a través de
este instrumento, cuya modalidad de aplicación es el auto reporte, deberá ser cotejada
principalmente en las dimensiones de Salud y Educación, con las redes que sean
pertinentes.
b) Diagnóstico Individual:
Busca identificar y comprender aspectos ligados a la historia de vida de los NNA,
indagando en ámbitos tales como: situaciones que originan su permanencia en la calle,
estrategias de supervivencia, factores protectores, vinculación con la familia, comunidad,
grupo de pares, entre otros. Todos estos elementos permitirán identificar el contexto
particular de cada NNA, con el objetivo de facilitar el diseño de una estrategia de
intervención personalizada y acorde con sus necesidades. Del mismo modo, se espera que
a partir de la conversación y reflexión que se genere con los profesionales a través de una
conversación vinculada a detalles de la vida personal de cada NNA, se fortalezca el vínculo
de confianza y la adherencia al Programa.
Línea Entrada
Es un registro que permite visualizar la situación inicial del NNA en función del
estado de cumplimiento de los 65 indicadores según los estándares definidos (Cumplido
Antes, A Trabajar y No Aplica). Por ende, este registro será la base que permitirá articular
el Plan de Desarrollo y generar una comparativa respecto a la situación de egreso de los
participantes en la etapa IV de Consolidación y Egreso.
Seguimiento 1 y 2
- A Trabajar (AT): Este estado aplica para indicadores que no están cumplidos ni se
han realizado acciones o gestiones para su logro al momento de los Seguimientos 1
o 2, y por ende aplica su abordaje.
59
- En proceso (EP): Este estado se registra cuando se han iniciado acciones para
alcanzar el cumplimiento del indicador es decir, se han realizado gestiones
concretas para su logro.
- Cumplido (C): Este estado aplica cuando los niños, niñas y adolescentes han
cumplido el indicador. Es decir que frente al incumplimiento inicial del indicador,
se han producido cambios favorables que dan por cumplida la necesidad
planteada al comenzar el acompañamiento.
Línea de Salida
2. Por Acceso (PA): Si bien existió cobertura del servicio y/o prestación (cupos)
requerido durante el proceso de acompañamiento, se mantuvo la dificultad para
acceder debido a la distancia geográfica entre el lugar donde se encuentra la
persona y la localización de este servicio y/o prestación.
3. Por Pertinencia (PP): Si bien existió cobertura del servicio y/o prestación (cupos)
requerido durante el proceso de acompañamiento, el cual hubiese permitido
cumplir con el indicador, éste no se adecuó a las necesidades y/o características
(perfil) del NNA
4. Por Decisión Personal (PDP): Refiere a que, pese a las condiciones que
potencialmente posee el NNA para cumplir con dicho indicador, existen
motivaciones personales que han incidido en la determinación del NNA en trabajar
el indicador
60
5. Por Temporalidad del Acompañamiento (PTA): Pese a que el indicador era
pertinente a las características y necesidades del NNA, el nivel de complejidad de
su situación, determino que los meses asociados al acompañamiento, fuesen
insuficientes para dar cumplimiento al indicador.
51
Indicadores Emergentes: Definidos como aquellos elementos que son propios del contexto de cada NNA, pero que no
se encuentran incorporados como Indicadores en la Matriz de Bienestar del Programa. Deben ser considerados en el
Plan de Desarrollo siguiendo el mismo desarrollo metodológico de los Indicadores de la Matriz, aunque no se
encuentren definidos como tal.
61
8.3) Etapa III Ejecución
Objetivo de la Etapa:
Implementar encuentros que permitan dar cumplimiento a los objetivos acordados
en el Plan de Desarrollo, detectando oportunamente dificultades y oportunidades,
además de fortalecer logros, consolidar los resultados alcanzados además de promover la
Vinculación efectiva de los NNASC a redes de apoyo social, familiar, institucional y
comunitario, acordes a su edad y características.
ETAPA EJECUCIÓN
Segundo Módulo Tercer Módulo
Fortaleciendo mis Habilidades Valorando mis Avances
(Optativo) (Optativo)
52
Los módulos segundo y tercero, se encuentran en la Caja de Herramientas.
62
Si bien, en esta etapa todos estos instrumentos tienen como fin posibilitar el
desarrollo de acciones personalizadas acorde a las características, necesidades y anhelos
de cada NNA, es fundamental que se visualice la importancia de la flexibilidad y la
pertinencia como ejes de la estrategia metodológica, reconociendo la
multidimensionalidad de los impactos de la vida en calle, y la profundización de
condiciones de vulnerabilidad desencadenadas por dicha situación, lo que supone
estructuras y dinámicas sociales y familiares fracturadas, con una serie de barreras y
estresores vinculadas al no ejercicio de derechos, que no necesariamente se encontrarán
contenidas en la Matriz de Bienestar y sus instrumentos asociados, pero que frente a su
importancia, el Programa debe dar una respuesta de contención y protección en la
perspectiva de un proceso de acompañamiento basado en la protección social.
63
Asimismo, se busca la paulatina desvinculación del proceso de acompañamiento,
orientada a fortalecer estrategias que permitan una mayor autonomía, lo cual implica
reforzar con los NNA los logros obtenidos, mostrando la diferencia en términos de
bienestar existentes entre los momentos de ingreso y salida del Programa, revisando el
trabajo conjunto a lo largo de la elaboración y ejecución del Plan de Desarrollo. La Matriz
de Bienestar, como herramienta de monitoreo, es de particular utilidad para esta
finalidad.
Esta etapa también tiene una periocidad de visita de 15 días y se ejecuta mediante
encuentros individuales y/o grupales para compartir percepciones, experiencias vividas,
logros y dificultades en la concreción de proyectos vitales. La duración de esta etapa es de
4 meses, siendo iniciada en el mes 20 del Proceso.
Así el egreso deberá ser realizado cuando el NNA ha alcanzado y consolidado los
objetivos de su Plan de Desarrollo, o bien, cuando se ha cumplido el tiempo de la
trayectoria del Acompañamiento. Por ende, es necesario que los equipos ejecutores
tengan presente las siguientes consideraciones de cara a la desvinculación del Programa:
64
c) Acceso y vinculación a servicios y prestaciones sociales entregadas por el
Subsistema Seguridades y Oportunidades.
d) Mejoramiento y desarrollo de capacidades y habilidades.
e) Resignificación de la Historia de vida, y en los casos que corresponda,
revinculación con la familia y las redes de apoyo.
Evaluación grupal: Se realiza en modalidad taller, con un grupo de tres o más NNA.
Valoración del Proceso: Según cobertura asignada, deberá ser realizada por el
Equipo Ejecutor. Se materializa mediante un informe de evaluación, que incorpora
aspectos metodológicos, técnicos y presupuestarios y que busca levantar la
opinión del equipo ejecutor en función de la pertinencia de la estrategia
metodológica y de los recursos asignados.
Hito de Egreso
Es una actividad cultural y/o recreativa, organizada por el equipo ejecutor, con
todos(as) los NNA asociados a su cobertura que busca dar un cierre simbólico a la
ejecución del Programa. Tiene por objetivo propiciar un espacio de encuentro y
participación. La idea es que a través de esta actividad, se potencien lazos de convivencia,
en el entendido que, durante el proceso de acompañamiento, se han dado diversas
instancias de interacción y esparcimiento entre los NNA, que van desde los talleres,
actividades comunitarias, culturales, paseos, entre otros.
El hito de cierre se podrá desarrollar en un espacio público o comunitario, algunas
sugerencias son:
- Sedes Comunitarias
- Plazas o parques
- Centros Culturales o deportivos
- Otras instancias tanto públicas como privadas que el equipo ejecutor pueda
articular.
Para cumplir con este objetivo, es importante que el equipo ejecutor, determine el
lugar y prepare con tiempo la actividad, pues deberá contemplar los recursos necesarios
para su correcta ejecución: traslados, colaciones, show artísticos, entre otros.
65
Como recurso para el desarrollo de esta actividad, se valorará positivamente la
capacidad de autogestión del equipo y de vinculación con la oferta de servicios públicos y
privados que puedan aportar a la actividad, mediante la facilitación de entradas, insumos
materiales, y otros que se puedan requerir.
66
a) Tutoría Individual
Realizadas directamente con los NNA, se basan en un proceso de conversación y
reflexión, de acuerdo a su etapa del ciclo vital, que buscan profundizar en aquellas
temáticas relacionadas con: desarrollo personal, proyecto de vida, fortalecimiento de
habilidades, necesidades y motivaciones, relación con el grupo de pares, familia y
comunidad, entre otras. Se espera que se desarrollen en espacios protegidos, dentro del
ámbito comunitario, que brinde la posibilidad de dialogar y profundizar en torno a las
temáticas propuestas.
De este modo, este espacio ha de ser entendido como una posibilidad desarrollo y
relevamiento de las capacidades, potencialidades y habilidades individuales y colectivas
de niñas, niños y adolescentes considerados como actores sociales, visibilizándolos como
protagonistas activos de su proceso. Son realizadas por el profesional denominado
Tutor(a) Psicosocial.
b) Tutoría Grupal
Las intervenciones grupales serán entendidas como espacios de encuentro entre
los participantes y los profesionales del equipo ejecutor, y buscan promover la
participación e integración de dos o más NNA en función del abordaje de una temática
específica.
Para que estas actividades convoquen e involucren a los NNA será necesario que
el/la profesional a cargo, despliegue habilidades y actitudes que permitan escuchar (se) y
acoger (se), cálida y respetuosamente, a los participantes, al mismo tiempo que
motivarlos(as) para el desarrollo de acciones conjuntas. Esto requiere, por tanto, que se
incluyan dinámicas que incorporen el conocimiento, la reflexión y el aprendizaje desde la
experiencia y vivencia compartida.
Por ello, el espacio físico y social, en el que se lleven a cabo los encuentros deberá
ser resguardado, de tal manera que se propicie un proceso de comunicación abierto y
sincero. Para el desarrollo de las tutorías grupales, se debe tener especial consideración
con el uso de elementos visuales y gráficos, que permitan a los NNA una mejor
comprensión de los temas abordados, facilitando los procesos de aprendizaje colectivo.
c) Sesiones de Trabajo
Herramienta de planificación que aborda distintas temáticas propuestas por el
Programa y que tiene la finalidad de profundizar en las condiciones y contextos de vida de
cada uno de los NNA. Se organizan a través de actividades, dinámicas, trabajos
individuales y grupales. Están organizadas en función de cada una de las etapas del
proceso de Acompañamiento Psicosocial, consideran un tiempo de ejecución y los
contenidos se abordan a través de estrategias metodológicas adecuadas según el proceso
de autonomía, características y contexto de cada NNA. Estas pueden ser obligatorias y/u
optativas.
67
d) Gestión Asistida
Actividad o conjunto de actividades asociadas a la acción de acompañar a un NNA
en la realización de una gestión que permita el acceso a un servicio, prestación y/o
programa, que favorezca de manera complementaria al cumplimiento de los objetivos del
Plan de Desarrollo.
f) Actividades de Integración Sociofamiliar
Se definen como aquellas instancias donde se aborden temáticas asociadas con
procesos de revinculación del NNA y su familia (aplican solo en los casos en que el
diagnóstico, la voluntad del niño y su interés superior justifiquen su abordaje).
Serán espacios de encuentro individual o grupal, entre el NNA y uno o más integrantes de
su familia. Su finalidad radica en propiciar espacios de encuentro basados en la
resignificación conjunta de la situación y contexto que originaron la situación de calle.
g) Actividades Sociocomunitarias
Involucran a más de un NNA y propician la participación de personas no
beneficiarias del programa, pudiendo ser por ejemplo personas que pertenecen a la
comunidad de origen o actual del NNA. Serán entendidas por tanto, como espacios de
encuentro en donde se activarán recursos comunitarios para el trabajo con los NNA.
Asimismo, se podrá invitar a participar a otros actores de la comunidad que se consideren
significativos, con el objeto de compartir experiencias de aprendizaje u orientar en función
al acceso a la red de servicios y prestaciones sociales presentes en el entorno, desde una
perspectiva de colaboración mutua.
Por ello, la mirada al trabajo de esta línea de intervención debe tener un carácter
multidimensional que incorpore elementos propios de la “experiencia callejera”
haciéndose cargo desde esta perspectiva de las posibles complejidades que puedan surgir
en el trabajo con los NNA. De este modo, la línea de intervención por rango etario se
dividirá de la siguiente forma:
68
Niños y niñas entre los 5 y 9 años de edad
Niños y niñas entre los 10 y 13 años de edad
Adolescentes entre 14 y 18 años de edad
Las necesidades e intereses que presentan los NNA son distintas según el tramo
etario en que se encuentran, así el proceso de intervención se organiza con el objetivo de
determinar un itinerario de acciones y actividades de acuerdo a la edad, a las
características del contexto social y comunitario, distinguiendo aspectos de la trayectoria
de vida y desarrollo infanto juvenil que se pueden ver afectados al no contar con
sustentos efectivos y oportunos y que, por ende, el equipo de acompañamiento deberá
tener en consideración al momento de planificar las acciones a desarrollar.
Es así como uno de los desafíos durante esta etapa y a nivel escolar, es la
adquisición de la lectoescritura y la adaptación social a nuevos contextos. Muchos
niños(as) muestran entusiasmo por aprender a leer, escribir, resolver problemas. Por lo
que resulta de gran importancia, que los adultos que acompañan el proceso de los
niños(as) se encuentren atentos cuando aparecen sentimientos de inferioridad y
frustración que acompañan el inicio de la vida escolar.
El gran desafío para los niños(as) es llegar a sentirse capaces y en este sentido, la
descalificación a sus esfuerzos puede dañar su autoestima y sentido de competencia
(UNICEF, 2015).54
53
¿Te suena Familiar? Desarrollo y Derechos de Niños y Niñas (2015) UNICEF. Pág., 11
54
Ibid.
69
Es importante considerar que durante esta etapa suelen diagnosticarse la mayoría
de las dificultades de aprendizaje donde la acción oportuna permitirá entregar la
orientación, apoyo y contención que los niños(as) requieren, contribuyendo a prevenir
situaciones de desafección con el espacio escolar que impacten negativamente la
trayectoria en la escuela. En este sentido, la identificación de figuras significativas en la
vida del niño(a) que estimulen y apoyen el proceso de aprendizaje y de vinculación con la
escuela u otras instancias, resulta esencial para propiciar un contexto de desarrollo y
protección.
Sin embargo, cuando los niños y niñas enfrentan contextos de alta vulneración y
trayectorias de vida de violencia, exclusión y desafección, contar con condiciones óptimas
para desenvolverse en un contexto seguro y de protección, se torna complejo y lejos de
los dispositivos efectivos que permitan dar respuesta oportuna a las necesidades del
desarrollo. De esta forma, estudios a nivel mundial respecto a los NNASC tienden a asociar
la situación de calle con estándares de vida que van en progresivo deterioro tanto en las
familias como en las comunidades que los niños habitan, como también a sistemas de
protección social que no se han desarrollado a la velocidad requerida para enfrentar el
contexto social y económico precario al que pertenecen niños(as) y sus familias55.
55
Pontifica Universidad Católica de Chile (2014). Concurso Políticas Públicas para Chile. Propuestas para Chile.
70
9.1.2) Orientaciones para la línea de intervención por Rango Etario
Esta línea de intervención es desarrollada por el Tutor(a) Psicosocial, siempre en
coordinación y complementariedad con el Gestor(a) de Red. Las actividades de esta línea se
despliegan principalmente en el lugar donde vive el niño(a) o lugares de concurrencia
habitual, ya sea en la escuela, espacio comunitario, calle, entre otros, según el objetivo de la
actividad. La frecuencia de las visitas para el desarrollo de las distintas actividades o sesiones
dependerá de la definición del equipo en base a las necesidades del proceso y trayectoria del
niño(a).
Considera las necesidades específicas que requieran ser trabajadas y abordadas con
el niño(a) y que sin atención, diagnóstico o tratamiento puedan significar un retroceso en su
desarrollo integral. Por tanto, el Tutor(a) deberá detectar e intervenir ante situaciones de
riesgo cuando exista la sospecha o indicios de abuso, maltrato, violencia, abandono o
negligencia, y que ameriten intervenciones con los adultos(a) a fin de fortalecer el cuidado y
protección del niño(a), y/o para detener la situación poniendo en conocimiento de
organismos pertinentes.
La tutoría tanto individual como grupal, a través del desarrollo de sesiones u otras
temáticas deberá permitir diagnosticar y/o evaluar situaciones que requieran ser
profundizadas mediante la derivación oportuna a la red especializada, con el fin de
responder integral y responsablemente al proceso.
Gestionar las derivaciones pertinentes, las que pueden ser detectadas a través de las
sesiones o distintas actividades desarrolladas durante el proceso. Estas deberán ser
coordinadas y gestionadas con el Gestor(a) de Red.
Por lo anterior, los padres, madres o adultos(as) responsables deben conocer que las
oscilaciones de ánimo en los niños(as) son normales y responde a su desarrollo, donde la
orientación y comprensión es fundamental frente a los cambios que éstos van
experimentando tanto a nivel corporal, social y psicológico.
Es así como, la falta de información sobre los acontecimientos y cambios naturales
propios de la edad, genera que muchos niños y niñas sientan ansiedad y preocupación
cuando éstos van ocurriendo57.
56
UNICEF (2015) ¿Te suena Familiar? Guía para la Familia.
73 UNICEF (2015) ¿Te suena Familiar? Guía para la Familia
72
Por otra parte, en esta etapa aumenta considerablemente la capacidad de
abstracción y análisis, lo que permite a los niños(as) profundizar en sus emociones e
interpretar lo que sucede en su entorno de forma más crítica. Esta mayor capacidad crítica,
por lo general, está dirigida a la sociedad y hacia los adultos cercanos, los que son
cuestionados en relación a sus actos.
Las consecuencias que se pueden producir en niños y niñas de esta edad al no contar
con condiciones favorables para su desarrollo, como no disponer de oportunidades para
participar en actividades que le permitan el despliegue de su iniciativa y fortalecimiento de
habilidades, junto con la presencia de factores de protección, están relacionadas con la
posibilidad de experimentar una reducción en su capacidad para incrementar capital social,
lo que se puede expresar en bajo rendimiento y desempeño escolar, deserción, ausentismo,
repitencia escolar, ingreso precoz al trabajo, maltrato, abandono o negligencias afectivas,
entre otras.
Dependiendo de la edad de los niños y niñas, las tutorías pueden realizarse tanto en
el lugar donde éstos viven o que frecuentan habitualmente, escuela o espacios comunitarios
del entorno más inmediato. Es fundamental que las tutorías respondan a las necesidades de
los niños y niñas, para lo cual los tutores(as) planificarán con flexibilidad el lugar de
realización de los encuentros.
73
La tutoría tanto individual como grupal, a través del desarrollo de sesiones u otras
temáticas, deberá permitir diagnosticar y/o evaluar situaciones que requieran ser
profundizadas mediante la derivación oportuna a la red especializada, con el fin de
responder integral y responsablemente al proceso, considerando siempre que el
niño(a) tiene derechos a la información, orientación y opinar respecto de las acciones
que se están desarrollando.
Gestionar las derivaciones pertinentes, las que pueden ser detectadas a través de las
sesiones o distintas actividades desarrolladas durante el proceso. Estas deberán ser
coordinadas y gestionadas con el Gestor(a) de Red.
58
UNICEF (2015) ¿Te suena Familiar? Guía para la Familia. Pág., 12
74
Es así, como el desarrollo de la adolescencia se vive de diversas maneras, ya sea por
factores socioculturales, biológicos y del crecimiento, donde la historia de vida y el contexto
inciden significativamente, por tanto, es importante para los y las adolescentes definir
quiénes son y desarrollar su sentido de identidad. Por ello se distancian de su familia o
adultos responsables o significativos, fortaleciendo y adquiriendo mayor cercanía con el
grupo de pares, volviéndose críticos de su entorno familiar o de los adultos(as) que lo
acompañan.
Del mismo modo, debe contar con condiciones que le permitan desenvolverse en los
distintos espacios, opciones para la construcción de su proyecto de vida, identificando
habilidades, potencialidades, vocación profesional, oportunidades para la participación en
actividades colectivas, contar con información y acceso a programas ya sea en educación y
prevención en salud física, reproductiva y mental.
Sin embargo, cuando los adolescentes no cuentan con condiciones favorables para su
desarrollo, cuando las redes y dispositivos no son efectivos en la protección y garantía de
derechos, vulnerando el bienestar y protección de éstos, resulta prioritario reparar y activar
los mecanismos necesarios para su atención y responder a la situación. En este sentido, los
NNSC tienen una definición de sí mismos deteriorada, baja autoestima y poca confianza en sí
mismos y de desconfianza hacia los otros59, lo que sin duda afecta especialmente los
cambios y etapa que viven.
59
Méndez, C., 2009. Un estudio exploratorio acerca de jóvenes que en su infancia habitaron en calle: ¿qué les ayudó a
encontrar alternativas a la vida de calle? Una mirada desde los sujetos. Tesis para optar al grado académico de Magíster en
Psicología, mención psicología social comunitaria. Pontificia Universidad Católica de Chile.
75
También es relevante considerar que, a pesar de estas dificultades, también se trata
de niños(as) que logran una apresurada, aunque no consolidada madurez que les permite
desarrollar habilidades para sobrevivir en la calle60 y que a pesar de las carencias que
presentan en su salud física y psicológica, también cuentan con una elevada capacidad de
resiliencia que les permite sobreponerse a sus problemas61
60
Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, 2007; en Méndez, 2009
61
Méndez, C., 2009. Un estudio exploratorio acerca de jóvenes que en su infancia habitaron en calle: ¿qué les ayudó a
encontrar alternativas a la vida de calle? Una mirada desde los sujetos. Tesis para optar al grado académico de Magíster en
Psicología, mención psicología social comunitaria. Pontificia Universidad Católica de Chile.
76
Es importante el trabajo grupal y comunitario, que el profesional pueda desarrollar
con los adolescentes, generando instancias de encuentro y de identidad con un otro,
con el cual puedan compartir intereses, experiencias y un espacio común, vinculando
estas actividades al trabajo con el grupo de pares, pareja, amigos(as), entre otros.
Gestionar las derivaciones pertinentes, las que pueden ser detectadas a través de las
sesiones o distintas actividades desarrolladas durante el proceso. Estas deberán ser
coordinadas y gestionadas con el Gestor(a) de Red.
77
9.2) Línea de Intervención para la Revinculación
La revinculación está concebida desde dos ámbitos de trabajo:
Revinculación con red familiar nuclear o extensa
Revinculación a residencia u hogar
El propósito de considerar ambos ámbitos se relaciona con el enfoque de derechos,
dado que es preciso diseñar y ejecutar acciones desde y con los niños, niñas y adolescentes,
promoviendo procesos de participación que releven su figura de actor social con derecho a
opinar e involucrarse en todos los asuntos que les afectan. Del mismo modo, el trabajo en
torno a esta línea facilitará la generación de un espacio adecuado para NNA planteen sus
dudas, inquietudes, sueños y proyecciones en torno a una posible revinculación a nivel
familiar y/o institucional.
En este sentido, se hace necesario un proceso de revinculación donde se consideren
estrategias metodológicas pertinentes a la edad y etapa del ciclo vital de cada NNA, y del
mismo modo, se efectúen los procedimientos necesarios para establecer la idoneidad de un
adulto, Programa o institución que podrá eventualmente hacerse cargo de su cuidado y
protección.
En virtud de lo anterior, a continuación se describen los dos ámbitos:
79
Elaboración del Plan de Revinculación
En consideración a la perspectiva sistémica propuesta por el Programa, se debe
propiciar la elaboración de un Plan de Revinculación que en su diseño incluya actividades de
carácter familiar, es decir, que contemple a los NNA y el o los adulto(s) con quienes se
iniciará proceso de revinculación, de modo que todos los participantes estén en sintonía con
los objetivos y acciones a desarrollar.
La primera parte del Plan deberá ser elaborada en función de levantar un análisis
situacional de derechos, que debe ser realizado en conjunto con la familia. En éste se deben
contemplar los cinco principios de la Convención sobre los Derechos del Niño(a), enfocando
la planificación de actividades en el desarrollo de acciones que den cuenta de éstos. Para
guiar adecuadamente su elaboración, es necesario que el equipo ejecutor complemente esta
información con un análisis situacional técnico, que contemple una mirada global de la
situación de los niños, niñas y adolescentes. Esto facilitará la realización de una
caracterización más amplia, necesaria toda vez que se pretenda generar incidencia a nivel
macro y micro con los distintos garantes de derecho.
El Plan deberá contener, al menos, un objetivo a nivel familiar, acciones necesarias a
realizar para el cumplimiento de éste, plazos de ejecución y otros acuerdos que se
consideren pertinentes. Es relevante, además, que exista claridad respecto a las
responsabilidades que tiene cada persona que participará en el proceso. Los planes deberán
ser personalizados y específicos de acuerdo a la realidad de cada familia, relacionándose
directamente con la priorización de derechos a abordar y las acciones que la familia
reconozca como necesarias.
Ejecución del Plan de Revinculación
En este ítem se enmarcan todas las acciones destinadas a dar cumplimiento a los
objetivos planteados, es decir, a propiciar un proceso de revinculación entre los NNA y los
adultos pertenecientes a su red familiar.
Algunas actividades sugeridas a considerar son:
Sesiones de tutoría individual y grupal
Actividades de Integración Sociofamiliar
Talleres de vinculación para los adultos
La metodología de acción de las actividades realizadas debe contemplar elementos
lúdicos y participativos, centrándose en los niños, niñas y adolescentes y en su determinada
forma de ver y significar la realidad. Además, es importante instalar y mantener vigente un
proceso continuo de evaluación participativa, tanto de las actividades como de los procesos.
Evaluación del Plan de Revinculación
Tiene como objetivo evaluar desde un enfoque participativo la ejecución de las
acciones, revisando el estado del cumplimiento del Plan de Revinculación. Es importante que
en esta fase se puedan realizar proyecciones y compromisos con la familia para que esta
continúe propiciando el vínculo entre los NNA y el/los adulto/s.
80
9.2.1) Revinculación con residencias u hogares
El objetivo de este ámbito de trabajo se refiere al proceso de revinculación del NNA
con el sistema de protección especializada, es decir, residencias y/o hogares.
Se habla de revinculación, puesto que puede darse la situación que el/la NNA tenga
experiencia previa en algún hogar, residencia, familia de acogida u otro y manifieste su
interés en incorporarse nuevamente a este sistema. Si se presenta la situación que el/la NNA
no cuente con experiencia previa se hablará de vinculación.
No obstante, lo relevante es que las alternativas residenciales o de acogida son
visualizados por el/la NNA como espacios que le posibilitarán interrumpir la situación de
calle, ante la ausencia de redes familiares, y en algunos casos será el paso inicial a una
posterior revinculación con un(a) adulto(a) significativo(a) o bien hacia la vida
independiente.
De esta manera, para iniciar el proceso de revinculación se estima conveniente tener
en cuenta las siguientes consideraciones:
Identificar las razones por las que el NNA no presenta interés en revincularse con
algún miembro de su familia.
Identificar la percepción de el/la NNA respecto del sistema de protección
especializado como una alternativa frente a la situación de calle.
Indagar sobre lo que el/la NNA conoce respecto de instituciones u organizaciones
que implementan programas residenciales, de acogida y/o especializados.
Indagar sobre la experiencia que el/la NNA ha tenido en programas residenciales, de
acogida y/o especializados.
Evaluar la existencia de red familiar nuclear o extensa con la que el/la NNA podría
eventualmente revincularse en un momento posterior a su incorporación al sistema
de protección especializado.
Para ello y de forma similar que en el caso de la revinculación familiar, es preciso
considerar la revinculación al sistema de protección especializado como un proceso
paulatino, planificado y de largo alcance, en donde se sugieren los siguientes hitos
metodológicos:
En la Etapa de Profundización Diagnóstica y Ejecución
Se pretende identificar las razones que motivan al NNA a querer revincularse a un
sistema de protección especializado y no a su red familiar nuclear o extensa. Asimismo, es
esencial que el/la Gestor(a) de Redes efectúe un catastro de los centros residenciales,
hogares, programas de acogida y especializados a los que el/la NNA podría eventualmente
ingresar y efectuar coordinaciones con los encargados con el fin de identificar el perfil de
ingreso, requisitos, cupos disponibles, entre otros.
81
Elaboración del Plan de Revinculación
Es el producto de un proceso iniciado en la fase diagnóstica y a partir de ello, se
construye un itinerario en el que se deben tener en consideración los siguientes elementos:
Tanto el/la Tutor(a) Psicosocial como el/la Gestor(a) de Redes, deben efectuar un
acercamiento previo a la residencia, hogar, programa de acogida u otro, al que el/la
NNA ingresará, con el fin de coordinar y planificar el proceso de incorporación del
participante al establecimiento o familia de acogida. En este sentido, se sugiere tener
en cuenta:
- Establecer cómo y cuándo NNA conocerán el establecimiento o familia de
acogida, y si corresponde a los/las profesionales a su cargo y los demás niños,
niñas y adolescentes que residen en el mismo.
- Determinar los tipos de apoyos que recibirá el/la participante una vez que
ingrese al sistema de protección especializado.
- Definir un plan de actividades en el recinto u hogar de acogida en las que el/la
NNA participe.
- Planificar acciones para el fortalecimiento del vínculo entre el/la NNA y las/los
profesionales a cargo o familia de acogida.
- Otras actividades.
Por otra parte, es importante incorporar a la planificación, sesiones individuales con
el/la NNA, con el propósito de abordar los sentimientos, emociones, temores y
expectativas asociados a interrumpir la vida en la calle y su ingreso a un sistema de
protección especializado.
Por último, se sugiere considerar sesiones con el/la NNA y el/la profesional a cargo
en el establecimiento residencial o representante de la familia de acogida, con el
propósito de trabajar en el fortalecimiento del vínculo entre ambas partes.
Ejecución del Plan de Revinculación
En este ítem se enmarcan todas las acciones destinadas a dar logro al objetivo, es
decir, a propiciar un proceso de revinculación entre el/la NNA y la residencia, hogar,
programa de acogida u otro.
La metodología de acción de las actividades ejecutadas, debe ser lúdica y
participativa, centrándose en los niños, niñas y adolescentes y en su determinada forma de
ver y significar la realidad. Además, es importante instalar y mantener vigente un proceso
continuo de evaluación participativa, tanto de las actividades como de los procesos.
82
Cierre y Evaluación del Proceso
Tiene como objetivo evaluar desde un enfoque participativo la ejecución de las
acciones, revisando el estado del cumplimiento del Plan de Revinculación.
Por ello, esta línea de intervención consiste en conectar al participante con las redes
de protección social e intervención especializada, pero acompañándolo en su participación
en las mismas, toda vez que, se entiende que la intervención psicosocial no termina con la
derivación del NNA y que es preciso mantener un rol de coordinación, gestión, apoyo y
contención, permaneciendo junto al niño, niña o adolescente hasta que lo requieran,
mediante un sistema de encuentros permanentes.
Registrar las necesidades que presente el NNA y determinar aquellas que debieran
ser abordadas por las redes de protección social e intervención especializada.
83
Efectuar un catastro de los servicios, prestaciones y programas especializados
disponibles en el territorio, conocer el objetivo de cada uno, mecanismos de acceso y
las áreas de intervención, con el fin de identificar la pertinencia según la situación de
el/la NNA. Se sugiere considerar catastros disponibles en SENAME y sus Oficinas de
Protección de Derechos (OPD), mapa de redes del Programa Chile Crece Contigo,
DIDECOS, entre otros.