Está en la página 1de 4

Los chimpancés tienen cultura y está en peligro

elpais.com/elpais/2019/03/06/ciencia/1551888410_704485.html

March 7, 2019

Era otoño de 1960 cuando aquella joven sin estudios observó lo impensable: un
chimpancé, David Greybeard, había doblado una rama y le había quitado sus hojas
para pescar termitas con ella. Cuando el hallazgo de Jane Goodall se hizo público, los
titulares de los periódicos no tuvieron dudas: obligaba a replantearse lo que significa
ser humano. Hacer herramientas ya no era la característica que definía al sapiens
frente al resto del reino animal. Los chimpancés, tan inteligentes y adaptables, habían
desarrollado esta habilidad y se la transmitían entre ellos. Conocerles mejor a ellos
nos ayudaba a conocernos a nosotros mismos.

Medio siglo después, en 2011, el chimpancé Nick cogió un puñado de musgo, lo


sumergió en un pozo natural y, a modo de esponja, escurrió el agua en su boca para
beber. Solo tres años después más de la mitad de los miembros de la comunidad de
Nick, el macho alfa, bebía agua de esta forma. También había testigos: la primatóloga
Catherine Hobaiter y su equipo, que habían asistido al nacimiento de una nueva
tradición cultural en Uganda, la última de estas conductas que se han conocido desde
los primeros hallazgos de Goodall. Beber empapando musgo y no usando hojas a
modo de cuchara es una de las técnicas, conductas o ritos que conocemos de los
chimpancés. El mayor estudio que se ha realizado nunca para conocer el mundo
cultural de los chimpancés, recién publicado, ha registrado en total 31 de estas
manifestaciones culturales que aprenden y se transmiten entre ellos, sin que se trate
de un comportamiento inscrito en sus genes.

1/4
Pero todas esas tradiciones culturales están en peligro. Podrían desaparecer, con
toda su riqueza y sus importantes claves para el conocimiento de los grandes simios,
pero también de la evolución humana. Esa es la principal conclusión de este
ambicioso estudio, que ha llevado a los científicos a estudiar 144 comunidades de
chimpancés salvajes en 15 países africanos durante nueve años. Allí donde la presión
humana es mayor, se derrumba la probabilidad de que los chimpancés desarrollen y
conserven una tradición cultural propia, según publican en la revista Science.

"Cuanto mayor y más cercana es la presión de la actividad humana —deforestación,


carreteras, etcétera—, más pierden esta capacidad de reproducir conductas
culturales", resume una de las primatólogas que firma el estudio, Liliana Pacheco.
"Cabe la posibilidad de que se extingan sin que podamos estudiarlos y conocer esas
conductas adquiridas por aprendizaje y que pueden ser tan valiosas desde el punto
de vista antropológico", asegura por teléfono Pacheco, directora de los trabajos que
el Instituto Jane Goodall España realiza en Guinea y Senegal, desde donde responde.
Los chimpancés están en peligro de extinción y las poblaciones de grandes simios
desaparecen a un ritmo entre 2,5% y 6% anualmente precisamente por el impacto de
la actividad humana.

ampliar foto
La investigadora Liliana
Pacheco, escuchando a los
chimpancés. IJG Senegal

El chimpancé es un animal
cultural, con tradiciones y
conductas aprendidas y
transmitidas en sus cuatro
subespecies, y que se
extienden en todos sus
hábitats —cada vez más
amenazados— desde Uganda
o Tanzania, más allá de la falla
del Rift, hasta Guinea Bisau y
Guinea (Conakry) en la región
más occidental.

En Fongoli, en la calurosa sabana senegalesa, está el único grupo de chimpancés que


usa lanzas para cazar pequeños monos y otros animales con los que alimentarse. Un
comportamiento que ha logrado cierta independencia para algunas de las hembras
cazadoras y que, por las condiciones en las que viven estos chimpancés, podría
ofrecer claves de cómo evolucionaron los ancestros humanos en circunstancias
similares. En África Occidental, cuatro comunidades distintas mantienen un ritual de
amontonar piedras, que lanzan contra determinados árboles, en lo que parece un
comportamiento simbólico similar al observado en ancestros humanos.

Entenderlos para entendernos


2/4
ampliar foto
Un chimpancé se sirve de piedras para romper la cáscara de frutos secos. Kathelijine
Koops

"Entender a nuestros primos más cercanos ayuda a entendernos a nosotros mismos a


nivel antropológico", apunta Pacheco. Y advierte: "Si no hacemos algo, esta diversidad
cultural será historia". Como explica la científica del Instituto Jane Goodall, en un
mismo entorno, con las mismas condiciones como frutos, piedras y palos, una
comunidad ha podido desarrollar una técnica para alimentarse y un grupo vecino
otra distinta, que enseñan las madres a las crías. Los chimpancés de Dindéfélo, que
son los que Pachecho estudia, pescan termitas y hormigas con palos y abren frutas
contra cortezas y rocas.

¿Pero cómo está afectando la humanidad a este patrimonio cultural? Para abordar
esta pregunta, los 77 científicos que firman el estudio aplicaron una gama de técnicas
no invasivas para recopilar información en comunidades de chimpancés que nunca
habían sido estudiadas, como cámaras trampa o recolección de herramientas y
artefactos que permitían inferir la existencia de estas conductas. En total, aparecieron
estos 31 comportamientos culturales que incluyen técnicas para obtener alimento o
agua (como la pesca de termitas), para comunicarse (como el uso de hojas para
producir un sonido simbólico) y para mejorar sus condiciones (como enfriar su
cuerpo o hacer colchones con hojas sobre las que descansar).

"Entender a nuestros primos más cercanos ayuda a entendernos a nosotros mismos a nivel
antropológico. Si no hacemos algo, esta diversidad cultural será historia", advierte Pacheco

3/4
"El análisis reveló un patrón acusado y sólido: los chimpancés habían reducido la
diversidad de comportamiento en los sitios donde el impacto humano era alto",
explica la primatóloga Ammie Kalan, investigadora del Instituto Max Planck para
Antropología Evolutiva, que ha liderado este trabajo. "En promedio, la diversidad del
comportamiento de los chimpancés se redujo en un 88% cuando el impacto humano
era mayor en comparación con las ubicaciones con un menor impacto humano",
añade Kalan.

Las áreas con mayor presencia humana generalmente tienen menor densidad y
abundancia de chimpancés, que pueden reducir la frecuencia de comportamientos
visibles a medida que aumenta ese impacto humano. Lo que, sumado a la
degradación del hábitat y el agotamiento de los recursos, puede llevar a una notable
reducción de las oportunidades de aprendizaje social, "porque los chimpancés son
muy sensibles y territoriales", explica Pacheco.

"Nuestros resultados sugieren que las poblaciones de chimpancés están perdiendo


sus conjuntos característicos de rasgos de comportamiento y que una serie de
comportamientos aún no descubiertos pueden perderse sin haber sido descritos",
avisa el estudio de Science en sus conclusiones. Por eso, reclaman que se creen
espacios protegidos que salvaguarden su "capacidad para la evolución cultural". En
concreto, sugieren la "necesidad de un nuevo concepto, sitios del patrimonio cultural
de los chimpancés", algo así como los que la Unesco protege para los humanos. No
es una ocurrencia de los investigadores que firman el macroestudio. Al margen de
que se trata de una necesidad científica, es una reclamación que está incluida en el
Convenio sobre la Diversidad Biológica del Programa de las Naciones Unidas para el
Medio Ambiente, que exige la protección de la diversidad biológica en su totalidad,
incluyendo la diversidad de las tradiciones culturales de la fauna.

4/4

También podría gustarte