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ABIERTO anomalías esqueléticas en el
Familia Neandertal de El Sidrón
(España) Apoyar un papel de
Consanguinidad en la extinción neandertal
Recibido: 23 julio 2018
Aceptado: 31 de diciembre de 2018
Publicado: xx xx xxxx
L. Ríos1, TL Kivell2,3, C. LaluezaFox4, A. Estalrrich5, A.GarcíaTabernero6, R. Huguet7,8,9,
6
Y.Quintino10, M. de la Rasilla11 & A. Rosas
Los neandertales desaparecieron del registro fósil alrededor de 40.000 bp, después de una historia demográfica de grupos
pequeños y aislados con niveles altos pero variables de endogamia y episodios de mestizaje con otros homínidos del Paleolítico.
Es razonable esperar que se expresen altos niveles de endogamia en el esqueleto de al menos algunos grupos neandertales.
Los estudios genéticos indican que los 13 individuos del yacimiento de El Sidrón, España, que datan de alrededor de 49.000
a. C., constituían un grupo de parentesco estrechamente relacionado, lo que convierte a estos neandertales en un caso de
estudio apropiado para la observación de signos esqueléticos de endogamia. Presentamos el estudio completo de los 1674
ejemplares esqueléticos identificados en El Sidrón. En total, se observaron 17 anomalías congénitas (estrechamiento de la
fosa nasal interna, canino temporal retenido, hendiduras de la primera vértebra cervical, hipoplasia unilateral de la segunda
vértebra cervical, hendidura de la duodécima vértebra torácica, costilla torácica o lumbar diminuta, os centrale carpi y
escafoides bipartito, rótula tripartita, anomalía del pie izquierdo y coalición cuboidesnavicular), con al menos cuatro individuos
que presentan condiciones congénitas (fisuras de la primera vértebra cervical). Hace 49.000 años, los neandertales de
El Sidrón, con evidencias genéticas y esqueléticas de endogamia, podrían ser representativos del comienzo del colapso
demográfico de este fenotipo homínido.
Las causas de la extinción de las poblaciones neandertales en el oeste de Eurasia hacia el 40.000 AP1 es un tema de intenso
debate en la evolución humana. Algunas interpretaciones atribuyen esta extinción a la competencia con los primeros humanos
modernos anatómicos (AMH), que presentarían diferencias expresadas, por ejemplo, a través de una explotación más eficiente
de los recursos dietéticos, posiblemente relacionadas con habilidades diferenciales cognitivas, conductuales y culturales, que
podrían basarse en diferencias ontogenéticas y de historia de vida2–5.
. Sin embargo, otras interpretaciones han reconocido hallazgos
recientes que respaldan la flexibilidad dietética neandertal y múltiples estrategias de subsistencia6,7 , evidencia creciente de
comportamiento simbólico y tecnologías complejas8–13, y falta de diferencias fundamentales en el ritmo general de crecimiento
y maduración dental y esquelético en comparación con AMH14, todo lo cual complica un escenario de AMH que simplemente
supera a los neandertales15. El cambio ambiental también se ha considerado como un factor importante potencial
1
Departamento de Antropología Física, Aranzadi Zientzia Elkartea, Zorroagagaina 11, 20014, Donostia, Gipuzkoa, 2 Centro de Investigación
Kent, Marlowe Building, en Biología Esquelética, Facultad de Antropología y Conservación, Universidad del País Vasco, España. de
Canterbury, CT2 7NR, Reino Unido. 3Departamento de Evolución Humana, Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva, Deutscher Platz
6, Leipzig, 04103, Alemania. 4Instituto de Biología Evolutiva (CSIC–Universitat Pompeu Fabra), Carrer Dr. Aiguader 88, 08003, Barcelona,
España. 5Instituto Internacional de Investigaciones Prehistóricas de Cantabria IIIPC (Universidad de Cantabria, Santander, Gobierno de
Cantabria), Avda. de los Castros 52, 39005, Santander, Cantabria, España. 6Grupo de Paleoantropología, Departamento de Paleobiología.
7
Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCNCSIC), José Gutiérrez Abascal 2, 28006, Madrid, España. IPHES, Instituto
Catala de Paleoecologia Humana i Evolució Social, Campus Sescelades URV (Edifci W3), 43007, Tarragona, España.
8
Área de Prehistoria, Universitat Rovira i Virgili, Avda. Catalunya 35, 43002, Tarragona, España. 9 Unidad asociada al
CSIC, Departamento de Paleobiología, Museo Nacional de Ciencias Naturales, Calle José Gutiérrez Abascal 2, 28006, Madrid, España.
10Laboratorio de Evolución Humana, Dpto. de Ciencias Históricas y Geografía, Universidad de Burgos, Edifcio I+D+i, Plaza Misael Bañuelos
s/n, 09001, Burgos, España. 11Área de Prehistoria Departamento de Historia, Universidad de Oviedo, Calle Teniente Alfonso Martínez s/n,
33011, Oviedo, España. La correspondencia y las solicitudes de materiales deben dirigirse a LR (correo electrónico: mertibea@yahoo.com)
o AR (email: arosas@mncn.csic.es)
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en la desaparición de los neandertales, ya sea actuando de forma independiente o en combinación con otras diferencias
mencionadas anteriormente entre los dos homínidos16–18. En el contexto de la competencia, el hecho mismo de mestizaje
dentro de lo que se ha denominado una metapoblación de homínidos19, sugeriría una interacción compleja entre poblaciones
de neandertales, AMH y denisovanos que aún no se ha defnido en detalle20. Por ejemplo, los modelos demográficos y
ecoculturales han incluido modelos de competencia, basados en diferencias culturales y demográficas21,22, y modelos
selectivamente neutrales, basados únicamente en la dinámica de migración y la dispersión local y el reemplazo (en ausencia
de selección impulsada por la cultura o factores ambientales)23, resultando ambos en el reemplazo de los neandertales por
AMH. Otros modelos concluyen que la disminución de la cazapresa o las variaciones climáticas por sí solas no fueron
suficientes para provocar la desaparición de los neandertales24. En todos los casos, la mayoría de los investigadores están de
acuerdo en que, “cualquiera que sea la medida en que el eventual reemplazo de la morfología humana arcaica tardía implicó
mezcla, absorción y/o desplazamiento de población, el proceso fue en última instancia demográfico”25.
En este sentido, se ha sugerido que la evidencia arqueológica respalda diferencias demográficas sustanciales en la
transición de neandertal a AMH, con un aumento de hasta diez veces en la densidad de población de los primeros AMH en
comparación con los neandertales26, que podría haber sido un factor crítico en la desaparición de los neandertales . Aunque
otros han recomendado precaución al hacer inferencias sobre el tamaño de la población a partir del registro arqueológico27,
no es descabellado sugerir que las diferencias demográficas en el tamaño y la densidad de la población, y en el tamaño del
grupo, podrían haber sido un factor importante en la desaparición de los neandertales28. Además, la estructura demográfica
general del Homo del Pleistoceno, con tamaños de población efectivos pequeños (ver más abajo), una existencia de cazadores
recolectores y una dispersión de la población en pequeños grupos de parentesco separados, habría favorecido niveles
sustanciales de apareamiento intragrupal y potencialmente intrafamiliar29,30 . Importantes contribuciones a la paleodemografía
neandertal en esta dirección provienen de los estudios genéticos, donde se han observado altos niveles de endogamia o
apareamiento entre parientes y una disminución general de la heterocigosidad. Concretamente, los neandertales de los
yacimientos de Altai, Vindija, Mezmaiskaya y El Sidrón presentan bajos niveles de heterocigosidad y pequeños tamaños
estimados de población efectiva que promedian los 3000 individuos, ambas características consideradas típicas de los
homínidos arcaicos, lo que indica que vivían en poblaciones pequeñas y aisladas31. Los estudios de homocigosidad genética
indican que los neandertales tenían una larga historia de altos pero variables niveles de endogamia. Los valores más extremos
se encuentran en el neandertal de Altai, con largos tramos de homocigosidad que indican una consanguinidad reciente
compatible con la relación parental entre dos medios hermanos31. Por el contrario, la homocigosidad de Vindija Neandertal es
comparable a grupos humanos modernos como Karitiana y Pima, lo que sugiere que la consanguinidad no era ubicua entre
todas las poblaciones de Neandertal31. En El Sidrón, una muestra de Neandertal (SD1253) tenía una mayor longitud
acumulada de tramos genómicos homocigóticos de 10100 Kb que las muestras de Vindija, Altai, Denisova, grandes simios y
humanos modernos32, lo que indica una larga historia de endogamia . Además, el análisis de ADN mitocondrial (ADNmt) de
doce individuos de El Sidrón reveló una baja diversidad genética de ADNmt y relaciones de parentesco cercanas dentro del grupo33.
Dentro de este contexto, es razonable esperar que un escenario de pequeños grupos aislados del Pleistoceno Homo
con niveles potencialmente altos de apareamiento intragrupal también se expresaría fenotípicamente en el esqueleto. Por
ejemplo, análisis recientes de la morfología del laberinto óseo en el cráneo Aroeira 3 sugieren un grado de aislamiento
demográfico en homínidos cercanos geográfica y cronológicamente en torno al origen del clado neandertal34, y como se
sugirió anteriormente35 y se demostró recientemente36, existe una alta incidencia de anomalías y anomalías del desarrollo en
el Homo del Pleistoceno, varias de ellas muy raras o de etiología desconocida . En las poblaciones humanas modernas
pasadas y presentes, las anomalías dentales y esqueléticas y las variantes anatómicas de baja frecuencia se han asociado
con el aislamiento geográfico y/o la endogamia37. Dada la evidencia genética nuclear y de ADNmt que indica que los 13
individuos de El Sidrón constituyen un grupo de parentesco estrechamente relacionado33, El Sidrón es la muestra ideal del
Pleistoceno para probar la evidencia esquelética de consanguinidad. Análisis morfológicos previos de los neandertales de El
Sidrón han informado hendiduras congénitas de la primera vértebra cervical37 y la retención de un canino mandibular temporal
en dos individuos38, pero aún no se ha realizado un análisis sistemático de toda la muestra. Aquí presentamos los resultados
del análisis morfológico completo de los 1674 especímenes óseos identificados de un total de 2556 restos recuperados de El
Sidrón.
Resultados
Definimos anomalías como variantes óseas, tanto patológicas como no patológicas, que se desvían de la estructura normal39–
42 ( Información complementaria SI1). Nuestro objetivo, más que obtener un diagnóstico diferencial, fue afirmar que las
anomalías eran congénitas, término entendido como una condición que está presente al nacer y de origen genético, luego de
descartar explicaciones alternativas como condiciones traumáticas e infecciosas, estrés ambiental y procesos tafonómicos
como la causa de las anomalías observadas (Información Suplementaria SI1).
Maxilar y Mandíbula. El Sidrón Adulto 2 (A2) conserva varios rasgos morfológicos de interés en su maxilar y mandíbula (Fig.
1A). Como se describió anteriormente38, este individuo, al igual que El Sidrón Adolescente 3, conserva un canino deciduo
mandibular izquierdo. Una comparación métrica de la anchura de la fosa nasal interna de El Sidrón A2 (22,47 mm) con la de
otros neandertales (media de 34,13 mm)43 y con humanos modernos (media general de 32,87 mm, media de la población del
Ártico de 30,3 mm)44 sitúa este maxilar en el extremo más pequeño del rango de variación observado (Información
complementaria SI2, Figura complementaria S1). El maxilar también tiene una desviación del lado derecho de la cresta nasal
anterior en toda su longitud y asimetría de la arcada dental, aunque la interpretación de ambas anomalías se ve obstaculizada
por la alteración tafonómica del hueso (Fig. S1 complementaria). Nuestra interpretación es que, además del canino deciduo
retenido, el estrechamiento de la fosa nasal interna sería consistente con una condición congénita. El estrechamiento de la
fosa nasal interna está presente en varias condiciones, desde la estenosis congénita de la apertura piriforme nasal45–47, una
condición potencialmente relacionada con otras anomalías y que ocurre en humanos modernos en aproximadamente 1 de
cada 25 000 nacimientos48, hasta condiciones más complejas que afectan el tercio medio de la cara, como los síndromes
Goldenhar49, Aper50 y Binder51 . Dado que no se observaron otras anomalías claras en esta región anatómica, no es
probable que se presenten condiciones complejas similares a las anteriores.
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Figura 1. Huesos con anomalías congénitas dentro del grupo familiar El Sidrón. Maxilar (A), primera vértebra
cervical (B,C), segunda vértebra cervical (D), duodécima vértebra torácica (E), duodécima costilla hipoplásica o costilla
lumbar (F), os centrale y escafoides bipartito (G), rótula tripartita (H), coalición navicularcuboides no ósea (I), anomalía del
pie izquierdo (J).
Vértebras y Costillas. Varios individuos de El Sidrón conservan evidencias de hendiduras sagitales de las vértebras
cervicales. Un primer fragmento de vértebra cervical (C1 o atlas) (SD636) muestra evidencia de una hendidura sagital
anterior congénita (Fig. 1B, Información complementaria SI3, Fig. complementaria S2), similar a otro fragmento C1 (SD
1094) descrito recientemente37 que tiene otra hendidura sagital anterior congénita. Además, un atlas casi completo de El
Sidrón (SD1643) conserva una hendidura sagital posterior congénita37 y hay dos hemiarcos C1 (SD2045 y SD1725) del
esqueleto juvenil El Sidrón J1 interpretado como una hendidura sagital posterior congénita14. En los humanos modernos,
la sincondrosis posterior se fusiona a los seis años de edad en el 95% de los individuos y el 5% restante corresponde a
casos de hendiduras sagitales posteriores congénitas37. Así, la falta de fusión de la sincondrosis posterior PS en El Sidrón
J1 se interpreta mejor como una hendidura sagital posterior congénita del C114,37. En total, cuatro de los cinco
especímenes del atlas con arcos sagitales anteriores o posteriores observables y cuatro de los 13 individuos neandertales
identifcados en El Sidrón presentan hendiduras congénitas del atlas. La frecuencia de las hendiduras congénitas del atlas
en humanos modernos oscila entre el 0,087 % y el 0,1 % para la hendidura anterior y entre el 0,73 % y el 3,84 % para la
hendidura posterior37. Estas claves se han asociado con varias condiciones congénitas diferentes, incluyendo el síndrome
de Down, la malformación de Chiari, el síndrome de KlippelFeil, el síndrome de Goldenhar, el síndrome de Conradi y el
síndrome de LoeysDietz, donde se ha observado una mayor frecuencia de claves C1 anteriores (24 %) que posteriores
(16 %)37,52. Sin embargo, es importante recalcar que en los humanos modernos estas claves suelen ser asintomáticas y,
a menudo, solo se identifican en los exámenes de rutina37.
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Una segunda vértebra cervical (C2 o axis) (SD1601) conserva varias características morfológicas compatibles con
alteraciones congénitas. Primero, el proceso transversal derecho no se ha desarrollado y existe una asimetría bilateral en el
tamaño de los agujeros transversales (Fig. 1C, Información complementaria SI4, Fig. complementaria S3). Los diámetros
vertical/horizontal y transversal/longitudinal del agujero transversal derecho en sus bordes lateral e inferior caen en el extremo
más pequeño del rango de variación humano moderno, mientras que los diámetros del agujero izquierdo caen bien dentro de
este intervalo53,54 (Información complementaria SI4, Tablas complementarias S1,S2) . En segundo lugar, la mitad derecha de
la punta de la apófisis espinosa tampoco se ha desarrollado y existe una asimetría bilateral en el grosor de las láminas (Fig.
1C, Fig. S3 complementaria). El valor del grosor de la lámina derecha cae en el extremo más pequeño de la variación humana
moderna, mientras que el grosor de la lámina izquierda cae dentro de este intervalo (Información complementaria SI4, Tablas
complementarias S1, S2). Así, la morfología preservada deja en claro la asimetría bilateral de este eje con un subdesarrollo de
su lado derecho, posiblemente afectando el curso de la arteria vertebral izquierda (Información Suplementaria SI4). Además,
este espécimen tiene la altura odontoidea más corta y una altura ventral más corta para su diámetro transversal superior dentro
de la muestra neandertal disponible55
(Información complementaria SI4, Figuras complementarias S3, S4). Esta valoración métrica sería compatible con una
hipoplasia parcial de los dens56,57. En los humanos modernos, la hipoplasia o incluso la aplasia de las guaridas del eje es
principalmente un defecto asintomático aislado y un posible rasgo autosómico dominante, pero puede asociarse con
inestabilidad C1C2 y síntomas neurológicos, y puede ocurrir en diversos trastornos genéticos57. Pero dado que los datos
métricos caen dentro del intervalo de predicción del 95 % de la regresión lineal para la pequeña muestra de neandertal (Figura
complementaria S4), y debido a la falta de una referencia métrica asociada con esta condición en la literatura médica, la
presencia de una guarida hipoplásica sigue sin apoyo.
Finalmente, una columna toracolumbar articulada (SD437) muestra un desplazamiento craneal de la vértebra de transición
torácica y una hendidura sagital del arco de la última vértebra costal con falta de desarrollo del proceso espinoso (Fig. 1D,
Información complementaria SI5, Fig. complementaria S5) . Si bien el desplazamiento craneal de la vértebra de transición
torácica es común en los humanos modernos (23 %)58, la hendidura del arco torácico neural es rara, con pocos casos
informados de hueso seco40,59,60 . Una costilla derecha (SD292) se identifica como una 12.ª costilla rudimentaria o
hipoplástica o una 13.ª costilla lumbar resultante de un desplazamiento del borde caudal del borde torácicolumbar40,61 (Fig.
1E, Información complementaria SI6, Fig. complementaria S6 ) . Las anomalías costales y vertebrales pueden ser hallazgos
aislados, asintomáticos, o pueden ocurrir en asociación con diferentes síndromes62.
Muñeca. Cuatro de los siete escafoides conservados en El Sidrón presentan anomalías morfológicas63. Los escafoides de
árbol (SDR064, SD258, SD679b) conservan una proyección os centrale distintiva a lo largo del borde distocubital, mientras
que otro escafoides (SD96) es bipartito con un tubérculo truncado (Fig. 1F, Información complementaria SI7, Fig.
complementaria S7) . Aunque las anomalías del desarrollo en el carpo humano son raras, estas dos condiciones son las más
comunes64 . Aun así, la aparición de un os centrale separado o incompletamente separado en humanos modernos oscila entre
el 0,48 % y el 3,13 %65,66, mientras que un escafoides bipartito es aún más raro, con informes que oscilan entre el 0,13 y el 0,60 %64,65,67
La ocurrencia de las anomalías del escafoides en El Sidrón es entonces extraordinariamente alta en comparación, con 43% de
siete escafoides, o 23% de 13 individuos, presentando una porción os centrale distintiva, y 14% de siete escafoides o 8% de 13
individuos con un escafoides bipartito. La aparición de os centrale y/o escafoides bipartito en humanos a menudo se asocia
con patologías congénitas, incluidos diversos síndromes como los síndromes de HoltOram, ManoPieÚtero, Larsen y Oto
PalatoDigital70–73.
Rodilla. En El Sidrón se recuperó una pequeña rótula tripartita (SD932), posiblemente de izquierda. Presenta dos superficies
articulares inferolateral e inferomedialmente para centros de osificación adicionales (Fig. 1G, Fig. S8 complementaria). En
humanos modernos, una rótula bipartita es la variante morfológica más común (frecuencia de 0,05% a 1,7%), mientras que una
rótula tripartita es aún más rara74–76. En ambos casos, el(los) centro(s) de osificación separado(s) ocurre(n) con mayor
frecuencia superolateralmente o lateralmente74–76, en lugar de inferiormente como en el espécimen de El Sidrón. En los
humanos modernos, las condiciones congénitas de la rótula están presentes en más de 35 entidades dismórficas, y la aplasia
o hipoplasia de la rótula es una característica distintiva de varios síndromes (p. ej., síndrome de rótula ungueal, síndrome de
rótula pequeña, hipoplasia de aplasia rotuliana aislada, síndrome de MeierGorlin)77. Tis patella también presenta otras
características morfológicas inusuales que sugieren una carga mecánica disminuida o alterada. Específicamente, la rótula
SD932 carece de la cresta rotuliana mediana y de una placa ósea subcondral bien desarrollada, las cuales se encuentran
típicamente en humanos modernos y neandertales78, incluidas otras rótulas de El Sidrón (Información complementaria SI8, Figura complem
Esta rótula también se diferencia de la rótula humana moderna típica y de otras rótulas de El Sidrón en que presenta menos
hueso trabecular y menos alineación de los puntales (Información complementaria SI8, Figura complementaria S8). Otras
causas alternativas no congénitas para estas características anómalas, como el trauma antemortem79
o se descartan procesos infecciosos por ausencia de signos de curación de fracturas, formación ósea secundaria a traumatismos
o cambios desorganizados en la superficie ósea atribuibles a infección. En conjunto, la morfología de SD932 es consistente
con una rótula tripartita pequeña con carga mecánica disminuida, o una carga alterada en al menos una pierna para este
individuo neandertal.
Pie. En El Sidrón se recuperó un pie izquierdo completamente maduro compuesto por huesos articulados in situ (metatarsianos
1–5, cuboides, navicular y los tres cuneiformes) y un astrágalo y calcáneo asociados (Fig. 1H). Los siete tarsianos presentan
una clara alteración de la superficie plantar, con una reducción general del tamaño de la mitad plantar de los huesos y una
reducción organizada y complementaria del área de las facetas articulares adyacentes (Información complementaria SI9,
Figuras complementarias S9–S12, Tabla complementaria S5). En secciones de microCT sagitales y coronales, se observa
un aumento en el grosor cortical en la superficie plantar del cuboides, tercera y segunda forma cunei (Figuras complementarias
S10, S11). El navicular, además de la reducción complementaria de las facetas articulares para los cuneiformes, presenta una
forma anormal de su tubérculo y pico (Fig. S10 complementaria). Comparado
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Figura 2. Resumen de las 17 anomalías congénitas observadas dentro del grupo familiar neandertal El Sidrón. El número de
observaciones para cada condición se muestra en los círculos azules, junto con una representación esquemática de la condición. Al
menos cuatro individuos neandertales presentan una hendidura en el arco de la primera vértebra cervical.
con otros neandertales (incluidos los especímenes de El Sidrón), los metatarsianos también muestran facetas articulares proximales
reducidas para los cuneiformes y el cuboides (Figuras complementarias S9, S12, Tabla complementaria S5).
Las características descritas serían menos consistentes con un trauma antemortem o un episodio de infección anterior, donde
nuevamente se esperarían signos de curación de fracturas, formación ósea secundaria a traumatismo o una reducción más
desorganizada e irregular del borde plantar de las facetas articulares. La forma inusual de los tarsianos, la reducción del área articular
desde la articulación calcáneocuboidea hasta las articulaciones tarsometatarsianas (con bordes plantares continuos, bien definidos
y redondeados que delimitan las facetas reducidas, que carecen de formación ósea adicional o interrupciones abruptas), y el
aumento del grosor de la cortical plantar de los tarsianos laterales, son compatibles con una anomalía congénita del pie que afecta
las estructuras del tejido blando plantar (Información complementaria SI9) y un cambio de el patrón de carga normal de la pierna
izquierda en este Neandertal. Finalmente, también se observó una coalición no ósea cuboidesnavicular (Fig. 1, Información
complementaria SI10, Fig. complementaria S13).
Discusión
Los hallazgos osteológicos presentados aquí, junto con la evidencia genética de los neandertales y específcamente de El Sidrón
revisada anteriormente, constituyen una fuerte evidencia de la presencia de endogamia y baja variabilidad biológica en este grupo
de neandertales. Hay al menos 16 anomalías congénitas distribuidas por todo el esqueleto en este grupo de 13 neandertales, con al
menos cuatro individuos afectados por la misma anomalía (Figs. 1 y 2). Ofrecemos una comparación con las frecuencias humanas
modernas de condiciones similares (Tabla 1) como los únicos datos comparativos disponibles, pero respaldamos la precaución
planteada por Trinkaus36 en su reciente y detallada revisión de las anomalías de los homínidos del Pleistoceno con respecto a las
comparaciones directas entre las incidencias en muestras humanas recientes y del Pleistoceno.
Las consecuencias para la salud y la supervivencia de la endogamia y la consanguinidad se han estudiado en humanos80–86
y en biología de la conservación de especies animales en peligro de extinción87–92. En humanos, se ha observado que entre los
primos hermanos hay un exceso del 3,5 % en la mortalidad infantil prerreproductiva general, con una prevalencia de anomalías
congénitas entre 1,7 y 2,8 % mayor, en su mayoría atribuibles a trastornos autosómicos recesivos, varios de los cuales han sido
informados en comunidades con altas tasas de consanguinidad84,85 . Es interesante notar que otros impactos
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Canino mandibular temporal retenido 0.001–1.8%133–135 15,38%
Costilla torácica hipoplásica/Costilla lumbar — 7,69%
Coalición cuboidenavicular no ósea 0,2%136 769%
— 7,69%
anomalía congénita del pie
Tabla 1. Anomalías congénitas observadas dentro del grupo familiar El Sidrón, con frecuencia en humanos modernos y El Sidrón
(porcentaje de individuos afectados).
de altos niveles de endogamia y consanguinidad podría estar mediada, por ejemplo, por una mayor susceptibilidad a las enfermedades
infecciosas, siendo la consanguinidad de los padres un factor de riesgo conocido para las inmunodeficiencias primarias84,86. No se han
documentado asociaciones negativas con parámetros reproductivos (abortos espontáneos y fertilidad), y las asociaciones con enfermedades
complejas y rasgos cuantitativos son inconsistentes85. Se han observado anomalías o variantes esqueléticas leves en poblaciones
humanas geográficamente aisladas y/o endogámicas. Por ejemplo, en los esqueletos de los inuit canadienses se observó una mayor
frecuencia e intensidad de varios defectos de la columna vertebral en las poblaciones más pequeñas y más aisladas genéticamente de las
dos comparadas93. En un estudio reciente sobre el impacto en los patrones de variación deletérea de un cuello de botella poblacional
extremo y prolongado en los inuit de Groenlandia, se observó un aumento de hasta el 6 % en la carga genética (reducción de la aptitud
media en una población causada por mutaciones deletéreas en relación con una población libre de mutaciones) en todos los modelos de
dominancia94.
En un contexto biológico comparativo más amplio, los estudios sobre diferentes especies en peligro de extinción que han sufrido
recientes disminuciones drásticas de población y fragmentación del rango, similar a las condiciones potencialmente experimentadas por
los neandertales, han mostrado una diversidad genética muy baja y altos niveles de endogamia reciente, y en algunos casos a largo plazo,
que puede resultar en una reducción en la salud de la población o depresión endogámica. Por ejemplo, la pantera de Florida88, el lobo
escandinavo90 y el lince ibérico87,89 muestran una variedad de condiciones que incluyen defectos cardíacos, criptorquidismo y baja
calidad del semen88,89,91. La pantera de Florida88 y el lobo escandinavo91 también muestran anomalías dentales y esqueléticas leves
(principalmente vertebrales) que no tienen un efecto directo sobre el estado físico pero son indicativas de altos niveles de consanguinidad.
Los análisis genéticos de los gorilas de montaña92 indican una disminución de la población durante decenas de milenios, reciente
endogamia cercana y mayor homocigosidad, lo que sugiere que una mayor carga de mutaciones perjudiciales y una baja diversidad
genética (incluso en el locus principal de histocompatibilidad, de importancia central para el sistema inmunitario), podría haber
comprometido la resiliencia de los gorilas de montaña al cambio ambiental y la evolución de patógenos92. Además, el análisis genético del
mamut lanudo extinto revela baja heterocigosidad y signos de consanguinidad95, incluidas varias mutaciones perjudiciales96 en uno de los
últimos mamuts supervivientes. Además, los mamuts del Pleistoceno tardío muestran una alta incidencia de costillas cervicales, una señal
potencial de consanguinidad y/o condiciones ambientales adversas97.
En relación con la historia a largo plazo de los neandertales de poblaciones pequeñas y aisladas, en las que se prevé que la
eliminación de alelos nocivos sea menos eficaz98, algunos estudios han observado una fracción mayor de alelos nocivos putativos en los
neandertales que en los humanos actuales. En concreto, los genes asociados a rasgos autosómicos recesivos han derivado en genotipos
homocigotos con probables efectos deletéreos, lo que podría ser sugestivo de un enriquecimiento en trastornos recesivos99. Pero cuando
se consideran tanto los alelos homocigotos como los heterocigotos en los genes asociados con los rasgos autosómicos recesivos, no hay
una diferencia clara entre los neandertales y los humanos modernos, y los autores concluyen que la importancia para la salud de la carga
genética relativamente alta (homocigota) estimada en los neandertales no está clara, sin pruebas sólidas de que los trastornos recesivos
hayan desempeñado un papel importante en la extinción de los neandertales99. Otros autores han sugerido que los neandertales sufrieron
una gran carga de mutaciones débilmente nocivas, con estimaciones que resultaron en al menos un 40% menos de aptitud física que los
humanos modernos en promedio98,100.
Con respecto al neandertal de Altai, se ha estimado que su salud genómica general era peor que la del 97 % de los humanos actuales,
principalmente debido al alto riesgo de enfermedades relacionadas con el sistema inmunitario, cánceres, enfermedades gastrointestinales
y hepáticas, trastornos relacionados con el metabolismo, enfermedades morfológicas y musculares, y también enfermedades neurológicas101.
Sin embargo, estas estimaciones de la salud de los neandertales no deben sobreinterpretarse ya que las puntuaciones de riesgo genético
empleadas en el estudio no son deterministas101 y el neandertal de Altai presenta una mayor consanguinidad que el resto de muestras de
neandertales31. Además, dentro del contexto del mestizaje entre los neandertales y los primeros AMH, la interpretación del paisaje
genómico de la introgresión y el significado funcional del material genético neandertal es complejo e incluiría la selección contra las
variantes neandertales pero también la introgresión adaptativa102–106, incluidas las potencialmente adaptativas relacionadas con el
sistema inmunitario107,108 . En este sentido, y en el contexto del impacto antes mencionado de la endogamia y la consanguinidad sobre
la susceptibilidad a las enfermedades infecciosas, se ha sugerido que la transferencia de patógenos entre poblaciones de homínidos en
el Paleolítico Superior podría haber tenido consecuencias negativas para los neandertales si estos fueran más susceptibles a algunos
patógenos novedosos traídos por los primeros AMH109 . Pero aunque la resistencia patógena diferencial podría haber desempeñado un
papel en
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el colapso demográfico de los neandertales, una prueba explícita de esta hipótesis en busca de una disminución general de la diversidad
en los loci del sistema inmunitario en los neandertales, no la respaldó por completo110 .
Hallazgos esqueléticos similares a los presentados aquí para los neandertales de El Sidrón se observan en algunos síndromes
raros en humanos modernos, como se resume anteriormente. En varios de estos síndromes, el paciente presenta anomalías congénitas
en diferentes partes del esqueleto. En El Sidrón se encuentran afectados maxilar, mandíbula, columna a diferentes niveles (C1, C2,
T12), costillas, escafoides, rótula y pie (Fig. 2). Al menos cuatro neandertales presentan hendiduras congénitas de C1 y/o anomalías
del escafoides, y sería razonable esperar que más de una de las condiciones congénitas descritas anteriormente pudiera pertenecer
al mismo individuo (por ejemplo, la rótula izquierda y el pie izquierdo podrían estar asociados), lo que respaldaría la presencia de un
síndrome. Más evidencia genética indica una disminución de la ascendencia neandertal con el tiempo en los AMH que vivieron hace
entre 45 000 y 7 000 años111 , lo que respalda la idea de que las variantes neandertales se eliminaron progresivamente. Si los hallazgos
presentados aquí están realmente relacionados con trastornos o síndromes recesivos, y este escenario no fue infrecuente al menos
para los neandertales tardíos, entonces esto sería compatible con una reducción inicial de la ascendencia neandertal a lo largo del
tiempo después del cruzamiento con los primeros AMH. Sin embargo, aunque las anomalías morfológicas observadas en maxilar, rótula
y pie podrían haber sido clínicamente relevantes, en humanos modernos varias de las condiciones descritas corresponden a hallazgos
incidentales asintomáticos en exámenes médicos de rutina, y no es posible el diagnóstico de una enfermedad compleja basada en
elementos esqueléticos aislados. Por lo tanto, la posibilidad de que las anomalías encontradas en El Sidrón puedan reflejar un síndrome
genético subyacente sigue siendo especulativa. Incluso en casos de consanguinidad, al evaluar el impacto del apareamiento entre
parientes cercanos en cualquier aspecto de la salud, “se debe establecer una relación causal clara, en lugar de confiar en la especulación
impulsada únicamente por la presencia de una unión de parientes cercanos en el pedigrí familiar”29. Por lo tanto, sigue sin resolverse
si los hallazgos presentados aquí constituyen solo una fuerte señal esquelética de endogamia y baja variabilidad biológica, o si también
podrían considerarse como indicativos de trastornos recesivos.
Un escenario alternativo o compatible a la interpretación de las condiciones descritas como congénitas, genéticas e indicativas de
endogamia sería la presencia de condiciones ambientales adversas que impacten en el embarazo temprano y el período de crecimiento.
Investigaciones anteriores han demostrado que los neandertales presentan indicadores no específcos de estrés, como hipoplasias del
esmalte, con una frecuencia dentro de los rangos de variación mostrados por muestras prehistóricas de recolectores humanos
modernos112. La evidencia específica de El Sidrón113 indica que la inspección de todos los dientes resultó en que todos los individuos
dentales presentaron hipoplasia del esmalte (incisivos 59%, caninos 50%, premolares 58% y molares 32%), aunque con diversos
grados de intensidad y dentro de las frecuencias observadas en muestras históricas humanas modernas para los incisivos y
caninos114,115 . Además, el análisis previo del esqueleto juvenil de El Sidrón J1 indicó que los valores de maduración y crecimiento
dental y esquelético eran similares a los de diversas poblaciones juveniles de humanos modernos14, mientras que los estudios de
tamaño y forma de los restos poscraneales adultos de El Sidrón muestran que estos neandertales se encuentran dentro del rango de
variación documentado para estos humanos del Paleolítico116–119. Juntos, estos análisis ofrecen un apoyo limitado a las condiciones
ambientales inusualmente duras que afectan el período de crecimiento prenatal y/o posnatal como explicación de las anomalías
descritas en los neandertales de El Sidrón. Esto es consistente con la evaluación reciente de Trinkaus de anomalías y anomalías del
desarrollo en el registro fósil de homínidos del Pleistoceno, en el que concluye que el estrés durante el desarrollo solo podría explicar
algunas de las anomalías observadas36.
Los ejemplos actuales de especies animales con una historia a largo plazo de bajo tamaño de población y diversidad genética
reducida pueden indicar una resiliencia para desarrollar estrategias para mitigar el efecto de la endogamia87,92. Por lo tanto, se
recomienda precaución al sacar conclusiones sobre las razones de la extinción de los neandertales98, ya que los neandertales podrían
haber desarrollado diversas compensaciones genéticas y bioculturales para hacer frente a una gran carga genética deletérea110.
La persistencia de los neandertales durante decenas de miles de años, con evidencia creciente de diversas estrategias de
subsistencia6,7 , comportamiento simbólico y tecnologías complejas8–13 y atención médica120 (varios de estos ejemplos provenientes
de El Sidrón), demuestra la resiliencia de estos homínidos paleolíticos.
El Neandertal Adulto 2 de El Sidrón ejemplifica esta resiliencia. Este individuo tenía un estrechamiento congénito de la fosa nasal y
un canino mandibular temporal retenido con un quiste dentígero posterior secundario a un traumatismo dental en ese diente. El análisis
previo de la orientación de las estrías dentales99 sugiere que este individuo hizo frente a su patología dental alternando el uso de la
mano izquierda y derecha y evitando masticar en el lado patológico de la boca121. El adulto 2 también presentó la mayor incidencia de
astillado en la dentición, y fue el único individuo de El Sidrón del que se recuperó betún o pizarra bituminosa del cálculo dental122.
Juntos, estos hallazgos sugieren que este individuo neandertal podría haber tenido un comportamiento especializado. Además, estudios
previos han encontrado evidencia de que este individuo probablemente se automedicó el quiste infectado7,122. Considerando el grupo
neandertal de El Sidrón en su conjunto, y los hallazgos presentados aquí desde la perspectiva de la bioarqueología del cuidado en los
neandertales120, cualquier interpretación de estos hallazgos en relación con un síndrome genético o un trastorno recesivo podría
apuntar a otro ejemplo de cuidado de la salud y resiliencia en este grupo de homínidos.
Un escenario de tamaños de población efectivos pequeños, una existencia de cazadoresrecolectores y la dispersión de la
población en pequeños grupos afines separados, con probable apareamiento dentro del grupo, también habría afectado a los primeros
AMH. Incluso considerando los episodios de mestizaje con los primeros AMH y, por lo tanto, de alguna manera la permanencia de los
neandertales, sigue siendo una pregunta central cómo los primeros AMH lograron sustentar poblaciones crecientes y en expansión
geográfica en el mismo entorno mientras desaparecía el fenotipo neandertal. El análisis genético de un varón humano moderno de
Siberia de 45.000 años indica ausencia de endogamia reciente entre sus ancestros123, y los genomas analizados del yacimiento de
Sunghir, fechados hace 34.000 años, indican que no estaban estrechamente emparentados (de tercer grado o más)124. Más allá del
análisis osteológico y paleopatológico de los esqueletos de Sunghir que podría apuntar a la endogamia125, los resultados genéticos de
estos individuos se han interpretado como sugiriendo hace 34.000 años la presencia de la estructura social humana moderna de
cazadoresrecolectores “con niveles bajos de parentesco dentro de la banda, patrones complejos de residencia familiar, movilidad
individual relativamente alta y redes sociales multinivel”124. Actualmente, la evidencia osteológica disponible indica la ausencia de
diferencias en el patrón de mortalidad de jóvenes versus adultos entre los neandertales y los primeros AMH25, de acuerdo con los
modelos biológicos.
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eso indicaría características demográficas similares entre ambos126, y esto sugeriría que la ventaja demográfica de los primeros
AMH habría sido el resultado de una mayor fertilidad y/o una reducción de la mortalidad de los inmaduros25.
La fecundidad y la mortalidad de los inmaduros estarían relacionadas con la estructura social de los homínidos del Paleolítico, y
el estudio del impacto de una población reducida dispersa en pequeños grupos aislados sobre esa estructura social, así como
el estudio de la biología reproductiva de los homínidos sigue siendo un reto importante para el futuro127.
La desaparición de los neandertales y la expansión de los humanos modernos probablemente fue el resultado de un proceso
en el que intervinieron varios factores, uno de ellos la baja densidad de población de los neandertales. Un análisis de los nichos
climáticos tanto de los neandertales como de los primeros AMH128 indica que de 48 a 40 ka, el nicho potencial de los
neandertales se redujo significativamente en tamaño y continuidad espacial (conexión entre parches de hábitat óptimos),
mientras que los parches óptimos de los primeros AMH permanecieron mucho mejor conectados. La reducción y fragmentación
del hábitat de los neandertales sugiere que la población de neandertales estaba disminuyendo drásticamente en tamaño y
aislándose cada vez más128, una conclusión que generalmente está respaldada por datos paleogenéticos. El análisis de los
genomas de los neandertales (Vindija33.19 y Altai), los denisovanos y los humanos modernos mediante el método de
coalescencia markoviana secuencial por pares (PSMC), indica que después de una reducción del tamaño de la población que
ocurrió en algún momento antes de hace 1,0 millones de años, la población ancestral de los humanos actuales aumentó en
tamaño, mientras que la historia demográfica tanto de los neandertales como de los denisovanos compartió una historia
reciente de tamaños de población efectivos muy bajos31,129 . Estimaciones recientes sugieren que en cinco genomas
neandertales de baja cobertura que vivieron hace alrededor de 39 000 a 47 000 años (Les Cottés, Goyet Q561, Mezmaiskaya
2, Vindija 87, Spy 94a)130, los niveles de heterocigosidad se encuentran por debajo de los estimados a partir de los neandertales
de alta cobertura Vindija y Altai, de hace unos 50 000 años. o al menos anterior a 44.000 años (Vindija) 131 . La posibilidad de
heterocigosidad particularmente baja en estos neandertales tardíos podría reflejar un pequeño número de individuos cerca del
final de su presencia en Europa132. Hace 49.000 años, y en el contexto de una alta incidencia de anomalías esqueléticas en el
Pleistoceno Homo36, el grupo familiar neandertal de El Sidrón, con evidencias genéticas y esqueléticas de endogamia, podría
ser representativo del comienzo del colapso demográfico de este fenotipo homínido.
Material y métodos
Los huesos se inspeccionaron con una lente binocular, un microscopio electrónico de barrido ambiental (ESEM FeiQuanta
200), y se escanearon con microCT con una Nikon XT H 160 a 155114 kv y 4885 µA, 1800 proyecciones, reconstruido como
pilas tif de 16 bits, intervalo de tamaño de vóxel de 0,027 a 0,079 mm. Los datos se cargaron en AMIRA 5.4® (Termo Fisher
Scientifc) para generar las reconstrucciones virtuales. Las fotografías se obtuvieron desde diferentes puntos de vista y, cuando
fue posible, con casos comparativos de neandertales (El Sidrón) y humanos modernos.
Las descripciones de los procedimientos específicos seguidos para los análisis morfológicos de cada elemento esquelético se
presentan en el Material complementario.
Disponibilidad de datos
Todos los datos generados o analizados durante este estudio se incluyen en este artículo publicado (y sus archivos de
información complementaria).
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Agradecimientos
Agradecemos a todo el equipo de excavación de El Sidrón y demás miembros del Grupo de Paleoantropología del MNCNCSIC. Esta
investigación fue apoyada por una beca del Ministerio de Economía y Competitividad de España (CGL201675109P y Convenio
Principado de Asturias–Universidad de Oviedo CN09–084). LR fue fundado por el programa Juan de la Cierva (Gobierno español) y
agradece a Asier GómezOlivencia por proporcionar datos métricos humanos modernos y neandertales para la segunda vértebra
cervical y por la discusión de varios aspectos de la columna cervical homínida. AE es fundada por el programa Juan de la Cierva
(Gobierno de España). YQ recibió el apoyo del Ministerio de Educación y Ciencia Proyecto N° CGL201565387C32P, MINECO
FEDER y una Beca Predoctoral, Universidad de Burgos. TLK está financiado por HP7 European Research Council Starting Grant
#336301.
Contribuciones de autor
LR AR y diseñó el estudio. LR, TK, AE, AGT., RH, YQ y AR realizaron la identificación anatómica de fósiles y discutieron los resultados.
CLF. y MR proporcionó información de fondo paleogenética y arqueológica. LR, TK y AR escribieron el manuscrito.
información adicional
La información complementaria acompaña este documento en https://doi.org/10.1038/s41598019385711.
Conflicto de intereses: Los autores declaran no tener intereses en competencia.
Nota del editor: Springer Nature se mantiene neutral con respecto a los reclamos jurisdiccionales en mapas publicados y afiliaciones
institucionales.
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