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Mentira La Verdad Sobre El Otro - Darío Sztajnszrajber
Mentira La Verdad Sobre El Otro - Darío Sztajnszrajber
humano. Así, impone su identidad sobre todas las cosas, proyecta su Yo sobre el Otro, busca
incorporarlo, incluírlo, integrarlo pero, ¿a qué costo?
¿Puede el sujeto incluír al Otro sin que el otro pierda su especificidad?
¿No hay en toda inclusión siempre una pérdida?
¿No hay siempre alguien que integra expandiendo su Yo y un otro integrante va perdiendo su
otredad?
El sujeto occidental siempre ha pretendido integrar al diferente pero, ¿cómo ha sido esta historia?
¿Quién es el otro de occidente? Y dónde está, afuera o adentro?
El valor más importante para el Yo es su propia seguridad, el Otro construye sentido adaptando
todo lo que le excede a sus propios parámetros y así logra estabilidad: toda búsqueda de sentido
es siempre una búsqueda de seguridad (Nietszche), pero el otro golpea y desestabiliza.
El Otro es como un palo en el engranaje que detiene esta totalidad que venía funcionando bien. La
totalidad nunca cierra, porque siempre hay un Otro. Adentro del muro todo parece funcionar a la
perfección, pero el muro se vuelve invisible. Y afuera están los otros que desde su indigencia
golpean la puerta y esperan una respuesta.
Nuestra identidad es igual a la de los otros, pero a la vez diferente. Por un lado, todos somos
iguales porque somos parte de un todo que nos nuclea, la humanidad. Pero a la vez y al mismo
tiempo, soy un individuo diferente, singular.
¿Soy igual a los otros, o soy diferente? ¿O soy, al mismo tiempo, igual y diferente?
En cierto modo, somos todos igualmente diferentes, somos iguales por ser todos diferentes, para
que haya igualdad tiene que haber diferencia, sólo puedo igualdad dos entidades diferentes.
La igualdad es una de las formas de la diferencia. Por eso, si estamos siempre relacionándonos con
otros, interfiriéndonos mutuamente, contaminando nuestra indentidades. ¿Podemos separarnos
tan tajantemente de los Otros? En esta dialéctica permanente, ¿no somos todos un poco Otros?