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AUTOR
INDICE PAGINAS
PROLOGO. ----------------------------------------------------------- 4 - 5
1.- LOS PRINCIPIOS
1.1. SIGNIFICADO. -------------------------------------------------- 6 - 7
1.2. PRINCIPIOS JURIDICOS. ----------------------------------- 7 - 8
1.3. PRINCIPIOS PROCESALES. ------------------------------- 8 -10
1.4. PRINCIPOS Y REGLAS. -------------------------------------10 -12
1.5. TEORICOS PRINCIPALISTAS. ---------------------------- 12 -15
1.6. TEORICOS PROCESALISTAS. ---------------------------- 15 -18
2.- DERECHOS FUNDAMENTALES Y DERECHOS HUMANOS
2
INTRODUCCION. -----------------------------------------------------18 - 20
2.1. CONCEPTOS
A.- DERECHOS FUNDAMENTALES. ---------------------------20 –22
B.- DERECHOS HUMANOS. ---------------------------------------22 -50
2.2. DERECHOS AGRARIOS. --------------------------------------50 -56
3.- LOS PRINCIPIOS PROCESALES AGRARIOS
INTRODUCCION. ------------------------------------------------------56 – 59
3.1. PRINCIPIO DE CONSTITUCIONALIDAD. -----------------59 - 69
3.2. PRINCIPIO DE CONVENCIONALIDAD. ---------------------69 -89
3.3. PRINCIPIO DE PLENA JURISDICCION. --------------------89-108
3.4. PRINCIPIO DE LEGALIDAD. ----------------------------------109-119
3.5. INSTANCIA DE PARTE. ----------------------------------------120-125
3.6. PRINCIPIO DE IGUALDAD. ------------------------------------125-136
3.7. PRINCIPIO DE VERDAD MATERIAL. -----------------------137-142
3.8. PRINCIPIO DE INMEDIACION. -------------------------------142-145
3.9. PRINCIPIO DE CONCENTRACION. -------------------------145-151
3.10. PRINCIPIO DE CELERIDAD. ---------------------------------151-155
3.11. PRINCIPIO DE PUBLICIDAD. ---------------------------------155-159
3.12. IMPULSO PROCESAL. -------------------------------------------159-164
3.13. PRINCIPIO DE ORALIDAD. -------------------------------------164-171
3.14. PRINCIPIO DE CONCILIACION. ------------------------------171-178
3.15. PRINCIPIO DE CONGRUENCIA. ----------------------------1178-181
3.16. PRINCIPIO DE DEFENSA MATERIAL. ----------------------181-184
3.17. PRINCIPO DE LEALTAD Y PROBIDAD. --------------------185- 190
4.- LA JUSTICIA AGRARIA Y EL CONTROL DIFUSO DE
CONVENCIONALIDAD.
4.1. LA JUSTICIA. -----------------------------------------------------------191-197
4.2. LA JUSTICIA AGRARIA. ---------------------------------------------198-201
4.3. EL CONTROL DIFUSO DE CONSTITUCIONALIDAD.
3 -------201-210
4.4. EL CONTROL DIFUSO DE CONVENCIONALIDAD. ---------210-224
4.5. TRIBUNALES AGRARIOS Y EL CONTROL DIFUSO. -------224-234
5. EL PROCEDIMIENTO PREFERENTE Y SUMARIO. -----------234-261
BIBLIOGRAFIA. -------------------------------------------------------------262 –266
DATOS DEL AUTOR. -----------------------------------------------------------267
PROLOGO
Desde el año dos mil seis que inicié mi posgrado en amparo, el tema del
control constitucional difuso en sede agraria, apuraba por alumbrar,
debido a que desde la reforma constitucional y legal agrarias de mil
novecientos noventa y dos , se advertía – o al menos así lo apreciaba el
suscrito-, que la intención del reformador constitucional y del legislador
ordinario, con la creación del tribunal superior y de los tribunales
unitarios agrarios, era convertirlos en tribunales constitucionales
autónomos, con facultades de control de legalidad y de
constitucionalidad difusa en materia agraria, tal como funciona el
Tribunal Electoral del Poder Judicial4 de la Federación y, digo que así lo
apreciaba, porque de una simple mirada al artículo 27 constitucional en
sus fracciones de la séptima hasta la veinte, principalmente la fracción
diecinueve, sobresalía el origen constitucional de estos tribunales, su
plena jurisdicción con funciones terminales en la materia; de igual modo,
tanto la ley agraria como la ley orgánica de los tribunales agrarios y el
reglamento interno de estos órganos de justicia, les permitían suspender
el acto de autoridad, funcionar en pleno y formar su propia
jurisprudencia, entre otras funciones más, que llevaban a estimar la
factibilidad para que el tribunal superior agrario y los tribunales unitarios,
tuvieran facultades de control constitucional difuso en su sede. Mas sin
embargo, otra idea más apremiante – para mi desde luego- me llevo a
abandonar momentáneamente esta idea, pues me pareció que era más
urgente tratar el tema del amparo indirecto agrario, a efecto de que a
través de este medio de control constitucional, se reparara en forma
pronta y expedita, la violación del derecho constitucional del tanto en las
enajenaciones parcelarias, terminado lo cual, ingrese al doctorado y al
momento de seleccionar mi tema de tesis para obtener el grado, me
regresé a la idea de investigar sobre el control de constitucionalidad y
convencionalidad en sede agraria, lo cual estimé, podría lograrse
aplicando el contenido esencial de los principios procesales agrarios que
rigen en esta materia y que bien pudieran adecuarse para que a través
de ellos, se configurara un procedimiento preferente y sumario – como
un incidente de urgente resolución - dentro del proceso agrario, cuando
existieran violaciones directas e inmediatas a derechos humanos
agrarios, ello toda vez que el juicio agrario en la mayoría de las veces se
torna demasiado largo y complicado, lo que demerita la reparación
pronta y expedita de estos derechos y, que finalmente vienen a ser
reparados fuera de la sede agraria, ya que los recursos están muy
limitados en esa instancia, lo que provoca que quede intocada la
5 agrario en cuanto a lograr que los
intención del reformador constitucional
tribunales agrarios sean tribunales de legalidad y de constitucionalidad
y, ahora, de convencionalidad, para que ventilen y en su caso protejan y
reparen los derechos humanos de los justiciables agrarios en su propia
casa.
Bien, heme aquí, en esta aventura del saber agrario, que espero
plasmar tal cual la he diseñado, esperando resulte de interés y sea de
utilidad para aquellos que empiezan a transitar por este camino y para
aquellos que como al suscrito, nos apasiona la materia agraria.
EL AUTOR.
1.LOS PRINCIPIOS
1.1. SIGNIFICADO
1
Diccionario de la Lengua Española, lerma.rae.es/drae/?val=principio, edición 23ª. Publicada en octubre de 2014, consulta
realizada el día 03 de enero de 2015, a las 9:48 horas.
2
SANCHEZ DE LA TORRE, ANGEL “Los principios del derecho como objeto de investigación jurídica”, en los principios
generales del derecho, Madrid, RAJL, Actas, 1993, p. 17.
griego que se traduce por principio es arch3. El significado es primacía
en tiempo, rango o lugar.4 En cuanto primacía en tiempo denota el punto
de un nuevo inicio en una secuencia temporal; en cuanto primacía en
rango tiene como sentidos dominio, ámbito, fundamento y autoridades;
en cuanto primacía de lugar, refiere el punto de origen o de partida.
Couture, en sus fundamentos del derecho procesal civil nos dice sobre
el proceso, que este es una secuencia o serie de actos que se
desenvuelven progresivamente para resolver mediante juicio (como acto
de autoridad) el conflicto de intereses. Su función sustancial es dirimir,
con fuerza vinculatoria el litigio sometido a los órganos de la
jurisdicción.20
19
OVALLE FAVELA José, “Teoría General del Proceso”, óp. Cit. pág. 179.
20
COUTURE Eduardo J. fundamentos del derecho procesal civil, De Palma, Buenos Aires, 1993, pág. 122
21
Vid. En Revista de la facultad de derecho, México, t. XLIII. 191-192, septiembre – diciembre de 1993. Pp.77-103.
de influencia del órgano jurisdiccional y de las partes en el nacimiento
del proceso, en su objeto, en su desenvolvimiento y en su terminación. 22
INTRODUCCION
26
FIGUEROA MAURICIO, Luis, “Las fuentes del derecho”., Editorial Porrúa, segunda edición, México, 2016, pág. 1.
que se tomen en cuenta nuestras opiniones y nuestras decisiones, para
que se respeten nuestras costumbres y nuestras tradiciones, para que
se nos dé a cada quien lo nuestro, para que se nos oiga y venza en
juicio, etc., etc. y, estos derechos nacen precisamente cuando los seres
humanos advertimos que estos anhelos, aspiraciones, pretensiones y
necesidades que nos son indispensables, no las tenemos a nuestro
alcance o las tenemos demasiado restringidas y al exigirle a la autoridad
que nos las reconozca o nos las otorgue incluso y las coloque en las
normas jurídicas, entonces al ser dotadas de juricidad se convierten en
derecho y si este derecho se estima encaminado a proteger estas
pretensiones o necesidades indispensables e ineludibles para el
desarrollo vital de los seres humanos y por su importancia y
trascendencia se colocan prima facie en las constituciones, entonces
nacen los derechos fundamentales y, más aun si los seres humanos
advertimos que estos derechos son los mismos para todos en todas
partes, que una vez reconocidos 20
no pueden proscribirse, que no se
puede condicionar ni pactar su menoscabo, que perduran a través del
tiempo y los recogen los sistemas normativos internacionales y las
propias constituciones y normas generales domésticas, entonces nacen
los derechos humanos.
2.1. CONCEPTOS
DERECHOS FUNDAMENTALES
Pablo Pérez Tremps, nos explica que, desde el punto de vista formal,
solo aquellos preceptos que reconocen auténticas situaciones subjetivas
exigibles frente a otros sujetos de derecho y considerados como tales
por la constitución son verdaderos derechos fundamentales. 29
27
MARMOL MARTI, JOSE Luis, El fundamentalismo de Luigi Ferrajoli: un análisis crítico de su teoría de los derechos
fundamentales, Universidad Pompeo Fabra de Barcelona, borrador (17/5/04).
28
ALEXY, Robert, Teoría de los derechos fundamentales, traducción de Ernesto Garzón Valdez, Madrid 2002 (3ª.
Reimpresión), p.63.
29
PEREZ TREMPS Pablo, “Los derechos fundamentales”. Derecho Constitucional; el ordenamiento constitucional, derechos y
deberes de los ciudadanos, volumen I, Tirant Lo Blanch, Valencia, 2013, p. 127
Miguel Carbonell, nos dice que, en un concepto estrictamente jurídico,
son derechos fundamentales “Aquellos que están consagrados en la
constitución, es decir, en el texto que se considera supremo dentro de
un sistema jurídico determinado; por ese solo hecho y porque el propio
texto constitucional los dota de un estatuto jurídico privilegiado tales
derechos son fundamentales”.30
La Dra. Clotilde Vázquez Rodriguez, nos enseña, que: “no obstante que
los derechos humanos adquieren su reconocimiento jurídico en época
reciente, el desarrollo de un conjunto de derechos humanos ha pasado
por diferentes corrientes de pensamiento lo que provoco a su vez
diversas connotaciones dependiendo de la época, de tal manera que la
primera denominación aceptada con la que se ubica este grupo de
prestaciones es la de Derechos Naturales, para dar lugar posteriormente
a una gama de connotaciones como la de derechos del hombre y del
ciudadano, derechos humanos, derechos fundamentales; sostiene
también que la mayoría de los tratadistas en la materia convergen en
que la primera concepción que se tiene de ellos se remonta a los
antiguos pensadores griegos, afirmando que fueron los iusnaturalistas
(corriente del pensamiento que ha subsistido a las diferentes etapas de
la historia) los primeros que plantean el concepto de derechos humanos
como derechos naturales, afirmando que por su naturaleza son
inherentes al ser humano, por lo que están por encima de cualquier
ordenamiento o norma jurídica positiva por lo que no requieren de
procedimientos específicos o modelos preestablecidos ya que no
emanan del Estado o de autoridad alguna”. 32
Debo decir, que los derechos humanos surgen cuando aparece el ser
humano pensante – homo sapiens- aunque ya lo intuía en su intelecto
más rudimentario, el ser humano como ser pensante es cuando empieza
a entender que requiere de ciertas condiciones naturales para su
desenvolvimiento y para su sobrevivencia. Así empieza a reclamarle a la
naturaleza que lo provea de sol, de aire, de agua, de lluvia, de frutos, de
animales para la caza, etc. Es en esta época en que se puede decir que
la naturaleza juega el papel de autoridad, autoridad querida y respetada
por el ser humano al grado tal de que los acontecimientos naturales son
transformados en dioses y es aquí donde nacen los derechos de antigua
generación, tales como el derecho a creer en un ser supremo, a la
recolección de frutos, a la alimentación – caza. pesca, siembra de
cultivos, domesticación de animales-, derecho al asentamiento humano,
a la fabricación, posesión y uso de armas, derecho a la guerra, derecho
a formar tribus y a nombrar sus consejos de ancianos, su auto gobierno,
a sus formas de vida y a la justicia, entendida desde entonces, como
aquellas soluciones a sus conflictos que dejen satisfechas a las partes y
les permita seguir viviendo individual y socialmente en armonía.
A) Derecho a la paz
– el derecho a rehusar ejecutar una orden injusta «que viole las leyes
de la humanidad durante un conflicto armado».
C) Derecho al Desarrollo. 34
37 y tratamiento de la información
En segundo lugar, el almacenamiento
es ahora mucho más barato, a causa de la baja en los costes de los
circuitos integrados y esto permite extender tales circuitos a bienes
de consumo masivo, antes no electrónicos.
34
MASSO GARROTE MARCOS Francisco, “Nuevo derecho constitucional comparado”, capitulo cuarto, valor constitucional,
concepto y evolución de los derechos humanos; Editorial Tirant Lo Blanch, Nueva Edición, 2011.
Fase de arranque: De 1870 a 1920. Crecientes concepciones
globales sobre las sociedades nacionales “aceptables”. Primera
guerra mundial. Descolonizaciones e inclusión de algunos estados no
europeos en la “sociedad internacional”. Formalización de la idea de
humanidad. Incremento de las formas de comunicación de carácter
global. Desarrollo del movimiento obrero.
Tercera fase: Finales del siglo XX y comienzos del siglo XXI (1990 –
2001/2011…). Desarrollo de una nueva y decisiva etapa para la
cultura de los derechos humanos. Amplia difusión de sus
problemáticas y contenidos; creciente percepción de su significado e
importancia en las relaciones internacionales; multiplicación de
convenios, declaraciones y conferencias de los organismos
multinacionales referidos o con presencia explicita de la temática de
los derechos humanos; todo ello acompañado por desarrollos en el
derecho internacional y, en el plano interno, por adopciones y
adaptaciones expresas de los derechos humanos en el ámbito del
derecho constitucional de numerosas naciones. China vive sus
propios problemas internos. Incapacidad de la unión europea para
responder adecuadamente a la guerra civil en la ex Yugoslavia, que
la hace recurrir al apoyo estadounidense. Incremento de los
sentimientos de inseguridad y miedo al terrorismo (11 de septiembre
de 2001).35
MEXICO
37
Suprema Corte de Justicia de la Nación, Colección Garantías Individuales 1 Parte General, 2ª. Edición, cuarta reimpresión,
Editorial Color, SA de CV. México, 2012, extractos de las páginas 40 -41.
Andrés Lira bautizo este medio de defensa como Amparo Colonial, de
él se expresó del modo siguiente:
“El Amparo Colonial es una institución procesal que tiene por objeto
las protección de las personas en sus derechos, cuando estos son
alterados o violados por agraviantes, que realizan actos injustos de
acuerdo con el orden jurídico existente y conforme a una autoridad
protectora, el virrey, conociendo directamente o, indirectamente como
presidente de la Real Audiencia de México, de la demanda del quejoso
o agraviado, sabe de la responsabilidad del agraviante y los daños
actuales y/o futuros que se siguen para el agraviado y dicta
mandamiento de amparo para protegerlos frente a la violación de sus
derechos, sin determinar en este la titularidad de los derechos violados,
y solo con el fin de protegerlos de la violación…”
39
VAZQUEZ RODRIGUEZ Clotilde, “Los derechos Difusos y su Protección Jurídica”. Óp. cit. Pág. 22.
40
BARCENAS CHAVEZ Hilario, “Derecho Agrario y el juicio de amparo”, Editorial Mc Graw Hill, primera edición, México, 2000,
pág. 41
Las leyes constitucionales de 1836, que reconocían de una manera
detallada las garantías de seguridad jurídica, además de los derechos
de propiedad y libertad de expresión en materia de ideas políticas.
EL MODELO LEGALISTA
MODELO CONVENCIONALISTA
Por otro lado, los Estados no podrán invocar el derecho interno para
justificar el incumplimiento de un tratado ni su afectación como vicio del
consentimiento, “a menos que esa transgresión sea manifiesta y afecte
a una norma de importancia fundamental de su derecho interno”.
El principio res inter alios acta indica que los tratados sólo crean
obligaciones entre las partes. Los tratados internacionales sólo pueden
obligar a los que han intervenido en ellos. Por su parte, ex consensum
advenit vinculum se refiere a que el consentimiento es la base de la
obligación jurídica. Para que un tratado internacional sea vinculante es
necesario que el Estado haga constar
50 su consentimiento a obligarse,
que puede ser a través de ratificación, aceptación, aprobación o
adhesión, según sea el caso; para ello deberá cumplir con la normativa
interna para asumir compromisos internacionales. En esta línea, resulta
pertinente la cita del Caso Wimbledon, que señala que “el derecho de
adquirir compromisos internacionales es un atributo de la soberanía del
Estado”.44
44
CASTAÑEDA, Mireya. “El Derecho Internacional de los Derechos Humanos y su Recepción Nacional”. Comisión Nacional de
los Derechos Humanos; Primera Edición, México, 2012. Extracto de las páginas de la 46 a 47.
sucintamente, los derechos humanos que estimo les son propios a los
sujetos agrarios como tales.
45
Apéndice al Semanario Judicial de la Federación 1917 – 1988, Segunda Parte, Salas y Tesis Comunes, jurisprudencia
número 1142, p. 1834.
sucesores de ejidatarios y comuneros, todo tipo de organizaciones y
asociaciones agrarias en tanto en cuanto tengan una expectativa cierta
de adquirir derechos y tierras ejidales o comunales o en tanto requieran
de defender el patrimonio ejidal o comunal que se les hubiere asignado,
así como los aspirantes a ejidatarios, comuneros, posesionarios o
avecindados, en cuanto traten de hacer valer ese derecho, todos ellos,
son considerados como sujetos agrarios, así como también los
pequeños propietarios, e incluso en un análisis amplio y a la luz de lo
establecido en el artículo 135 de la ley agraria y en el artículo 2º. del
reglamento interior de la procuraduría agraria, en cuanto se refieren a la
labor social que realiza dicha institución, también son considerados
dignos de este status, los jornaleros agrícolas, colonos y poseedores de
terrenos baldíos y nacionales.46
En todo ese estado de cosas, este apartado nos sirve para determinar
de manera enunciativa a los sujetos de derecho agrario, al régimen
jurídico agrario, la naturaleza del derecho agrario y los derechos
humanos agrarios, cuestión que deberán tener muy en cuenta los
tribunales agrarios, pues lo que este trabajo pretende es que todos estos
derechos sean justiciados en sede agraria, a través de los principios
procesales agrarios y, bajo el control de convencionalidad a que están
obligados y facultados para realizar,
56 los tribunales agrarios, según
mandato expreso contenido en el artículo 1º., párrafo tercero de la
constitución federal, cuestión que según la experiencia del suscrito, no
llevan a cabo dichos tribunales, dejándoles tal encomienda a los
tribunales federales de amparo.
INTRODUCCION.
48
Artículo 1o. En los Estados Unidos Mexicanos todas las personas gozarán de los derechos humanos reconocidos en esta
Constitución y en los tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte, así como de las garantías para su
protección, cuyo ejercicio no podrá restringirse ni suspenderse, salvo en los casos y bajo las condiciones que esta
Constitución establece.
Artículo 8. Garantías Judiciales
1.Toda persona tiene derecho a ser oída con las debidas garantías y dentro de un plazo razonable, por un juez o tribunal
competente independiente e imparcial establecido con anterioridad por la ley, en la sustanciación de cualquier acusación penal
formulada contra ella, o para la determinación de sus derechos y obligaciones de orden civil, laboral, fiscal o de cualquier otro
carácter.
Artículo 25. Protección Judicial
1.Toda persona tiene derecho a un recurso sencillo y rápido o a cualquier otro recurso efectivo ante los jueces o tribunales
competentes, que la ampare contra actos que violen sus derechos fundamentales reconocidos por la Constitución, la ley o la
presente convención, aún cuando tal violación sea cometida por personas que actúen en ejercicio de sus funciones oficiales.
Artículo 31. Reconocimiento de Otros Derechos
Podrán ser incluidos en el régimen de protección de esta Convención otros derechos y libertades que sean reconocidos de
acuerdo con los procedimientos establecidos en los artículos 76 y 77.
Antes de entrar de lleno a este tema, vale traer a cuenta el significado
de “juicio agrario”, ya que los principios procesales a los que nos
referiremos más adelante, nacen y se aplican dentro del mencionado
juicio agrario, el cual entendemos según lo delinea el artículo 163 de la
ley agraria, el cual establece que es el conjunto de pasos regulados
jurídicamente que tienen por objeto sustanciar, dirimir y resolver las
controversias que se susciten con motivo de la aplicación de las
disposiciones contenidas en dicha ley. Las controversias a que se refiere
dicha disposición deben ser entendidas como litigio, esto es el conflicto
de intereses calificado por la pretensión de uno de los interesados y la
oposición de otro.
49
Vid. GARCIA RAMIREZ Sergio, en Principios del procedimiento agrario ordinario, publicado en revista de la facultad de
derecho, México, t XLIII, nums. 191 – 192, septiembre – diciembre de 1993, pp. 77 – 103. Trabajo que forma parte de un
trabajo mayor dedicado al estudio del enjuiciamiento agrario mexicano, según la reforma de 1991 – 1992 al artículo 27
constitucional y bajo los términos de la ley agraria y la ley orgánica de los tribunales agrarios.
la función jurisdiccional, como el de conducción del proceso,
inmediación, defensa formal y material – recabar pruebas no
entregadas, practica y ampliación de pruebas – y amigable composición;
Aquellos que dirigen el proceso, como el de oralidad, publicidad,
concentración, celeridad y economía y sencillez; Aquellos que rigen la
sentencia, como la suplencia de la deficiencia jurídica, verdad sabida y
en conciencia, libre apreciación de la prueba, fundar y motivar,
congruencia y claridad exhaustiva; Y finalmente, aquellos que definen la
forma de ejecución de las sentencias, como inmediata y eficaz
ejecución (oficiosa), avenimiento en la ejecución, cumplimiento
voluntario o forzoso y facultad de sancionar desacatos. 50
50
Vid. LUNA OBREGON Sergio, en “figuras procesales en el juicio agrario y su eficacia manifiesta en el debido proceso”.
Revista de los tribunales agrarios número 67, X reunión de Magistrados de los tribunales agrarios, julio – septiembre, México,
2014. Pag. 84.
51
Vid. GARCIA RAMIREZ Sergio, en “Principios del procedimiento agrario ordinario”, publicado en revista de la facultad de
derecho, óp., cit. Pag. 496.
que tal criterio exista y cerrando con algún comentario generado de la
práctica y experiencia litigiosa agraria.
53
Marco Legal Agrario, principales ordenamientos legales aplicables en materia agraria, artículo 27 constitucional, edición
especial conmemorativa del centenario de la ley agraria, Editorial Sista, México, 2014. Pp. 41 – 46.
revisión y al proveer el eficaz cumplimiento de las sentencias firmes,
cuestión que en la gran mayoría de las veces no lo hacen, dictando
incluso sentencias o resoluciones alejadas de estos preceptos
constitucionales, dejando a los tribunales de amparo su conocimiento y
resolución, cosa que según este trabajo, no debe ocurrir, o debe ocurrir
en casos excepcionales, pues los tribunales agrarios desde su
nacimiento y más aun a partir de las reformas de 2011 en materia de
amparo y de derechos humanos, cuentan con la competencia y
facultades para realizar control constitucional difuso en esta materia
sobre la cual están especializados.
55
Vid. Jurisprudencia firme de la 10a., Época, Segunda Sala, S.J.F. y su Gaceta, libro 3, febrero de 2014, Tomo II, Tesis 2ª.,
/J.3/2014, Pag. 938. Registro 2005466.
DERECHOS HUMANOS CONTENIDOS EN LA CONSTITUCIÓN Y EN LOS
TRATADOS INTERNACIONALES. CONSTITUYEN EL PARÁMETRO DE
CONTROL DE REGULARIDAD CONSTITUCIONAL, PERO CUANDO EN LA
CONSTITUCIÓN HAYA UNA RESTRICCIÓN EXPRESA AL EJERCICIO DE
AQUÉLLOS, SE DEBE ESTAR A LO QUE ESTABLECE EL TEXTO
CONSTITUCIONAL.
56
Época: Décima Época, Registro: 2006224, Instancia: Pleno Tipo de Tesis: Jurisprudencia Fuente: Gaceta del Semanario
70
Judicial de la Federación, Libro 5, Abril de 2014, Tomo I Materia(s): Constitucional Tesis: P./J. 20/2014 (10a.) Página: 202.
Contradicción de tesis 293/2011. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado en Materias Administrativa y de
Trabajo del Décimo Primer Circuito y el Séptimo Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito. 3 de septiembre de
2013. Mayoría de diez votos de los Ministros: Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, quien se reservó su derecho a formular un voto
concurrente; Margarita Beatriz Luna Ramos, quien se manifestó a favor de las consideraciones relacionadas con la prevalencia
de la Constitución y se apartó del resto; José Fernando Franco González Salas, quien indicó que formularía un voto
concurrente; Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, quien manifestó que haría un voto aclaratorio y concurrente para explicar el
consenso al que se llegó y el sentido de su voto a pesar de que en los límites tuvo un criterio distinto; Jorge Mario Pardo
Rebolledo, quien se reservó el derecho de formular el voto concurrente; Luis María Aguilar Morales, con reservas respecto de
las consideraciones y, en su caso, realizaría un voto concurrente; Sergio A. Valls Hernández, reservándose el derecho de
hacer un voto concurrente; Olga Sánchez Cordero de García Villegas, reservándose su derecho a voto concurrente en relación
con los límites; Alberto Pérez Dayán, quien se manifestó a favor del reconocimiento de la prevalencia constitucional y Juan N.
Silva Meza, quien se reservó su derecho de formular voto concurrente para aclarar su posición de entendimiento constitucional
del texto propuesto y, a reserva de ver el engrose, aclararía u opinaría sobre las supresiones que se pretenden hacer, sin
variar su posición en el sentido; votó en contra: José Ramón Cossío Díaz. Ponente: Arturo Zaldívar Lelo de Larrea. Secretario:
Arturo Bárcena Zubieta. Tesis y/o criterios contendientes: Tesis XI.1o.A.T.47 K y XI.1o.A.T.45 K, de rubros, respectivamente:
"CONTROL DE CONVENCIONALIDAD EN SEDE INTERNA. LOS TRIBUNALES MEXICANOS ESTÁN OBLIGADOS A
EJERCERLO." y "TRATADOS INTERNACIONALES. CUANDO LOS CONFLICTOS SE SUSCITEN EN RELACIÓN CON
DERECHOS HUMANOS, DEBEN UBICARSE A NIVEL DE LA CONSTITUCIÓN."; aprobadas por el Primer Tribunal Colegiado
en Materias Administrativa y de Trabajo del Décimo Primer Circuito, y publicadas en el Semanario Judicial de la Federación y
su Gaceta, Novena Época, Tomo XXXI, mayo de 2010, páginas 1932 y 2079, y tesis I.7o.C.46 K y I.7o.C.51 K, de rubros,
respectivamente: "DERECHOS HUMANOS, LOS TRATADOS INTERNACIONALES SUSCRITOS POR MÉXICO SOBRE LOS.
ES POSIBLE INVOCARLOS EN EL JUICIO DE AMPARO AL ANALIZAR LAS VIOLACIONES A LAS GARANTÍAS
INDIVIDUALES QUE IMPLIQUEN LA DE AQUÉLLOS." y "JURISPRUDENCIA INTERNACIONAL. SU UTILIDAD
ORIENTADORA EN MATERIA DE DERECHOS HUMANOS."; aprobadas por el Séptimo Tribunal Colegiado en Materia Civil
del Primer Circuito, y publicadas en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomos XXVIII, agosto
de 2008, página 1083 y XXVIII, diciembre de 2008, página 1052.El Tribunal Pleno, el dieciocho de marzo en curso, aprobó, con
el número 20/2014 (10a.), la tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a dieciocho de marzo de dos mil
catorce. Esta tesis se publicó el viernes 25 de abril de 2014 a las 9:32 horas en el Semanario Judicial de la Federación y, por
ende, se considera de aplicación obligatoria a partir del lunes 28 de abril de 2014, para los efectos previstos en el punto
séptimo del Acuerdo General Plenario 19/2013.
miras de promover, respetar, proteger, garantizar y reparar los derechos
humanos de los gobernados y, desde luego, entre ellos, los de los
justiciables agrarios.
57
Vid. http://www.corteidh.or.cr
agraria y en los artículos del 1o. al 8 y del 36 al 75 del reglamento
interior de la procuraduría agraria.58
Al respecto vale señalar que los tribunales agrarios, rara vez cumplen
con la aplicación de este principio, ello, casi siempre, ante la ausencia
de planteamientos específicos por parte de los litigantes en esta materia
y ante la ausencia de un procedimiento específico para sustanciar la
58
Marco Legal Agrario, principales ordenamientos legales aplicables en materia agraria; óp., cit. Pp. 79 – 81 y 689, 702 – 706.
violación o posible violación a estos derechos en sede agraria, dejando
intocado este principio y trasladando esta cuestión hacia los tribunales
de amparo, quienes también, ante la ausencia de conceptos de violación
de esta naturaleza, raras veces realizan control de convencionalidad en
sus resoluciones. De ahí que este trabajo vaya encaminado, entre otras
cosas, a despertar el interés en los litigantes tanto oficiales como
particulares, a plantear en la instancia agraria las violaciones o posibles
violaciones de los derechos humanos de los justiciables agrarios, de lo
contrario dichos tribunales no podrán pronunciarse al respecto, bajo el
entendido de que no está planteada ninguna controversia en ese
sentido; cuestión que por la importancia y novedad del tema, en este
trabajo se aborde la realización del control de convencionalidad a través
de los principios procesales agrarios en su propia sede.
Aunque, por regla general, para efectos del amparo directo, la omisión de
resolver sobre una de las pretensiones deducidas en la demanda del juicio de
origen constituye una incongruencia de la sentencia reclamada que lleva a
conceder la protección de la Justicia Federal para el efecto de que se deje
insubsistente y la responsable dicte otra
77 en la que resuelva con plenitud de
jurisdicción sobre la pretensión desatendida, una excepción se actualiza
cuando lo incontestado es la solicitud de ejercer el control de
convencionalidad y en la demanda de amparo la quejosa la reitera. Esto es así,
pues de conformidad con los artículos 1o. y 133 de la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos, todas las autoridades, en el ámbito de sus
atribuciones, están obligadas a respetar, proteger y garantizar los derechos
humanos reconocidos a las personas; prevenir y reparar las violaciones a
éstos y estarse, en cuanto a ellos, a lo dispuesto en la Norma Suprema y en
los tratados internacionales de los que el país sea parte, incluso por encima de
las leyes secundarias; dicha obligación implica ejercer el control de
convencionalidad, aun de oficio, por lo que en los casos en que expresamente
se solicita, ejercerlo resulta ineludible, a lo que se suma que conforme a los
artículos 103, fracción I y 107, fracciones III, inciso a) y V, constitucionales; 158
59
Época: Décima Época Registro: 2010954 Instancia: Primera Sala Tipo de Tesis: Jurisprudencia Fuente: Gaceta del
Semanario Judicial de la Federación Libro 27, Febrero de 2016, Tomo I Materia(s): Común Tesis: 1a./J. 4/2016 (10a.) Página:
430.
y 166, fracción IV, párrafo segundo, de la Ley de Amparo abrogada,
correlativos de los diversos preceptos 170, fracción I y 175, fracción IV,
segundo párrafo, del ordenamiento en la materia, vigente a partir del 3 de abril
de 2013, en el conocimiento del amparo promovido contra una sentencia
definitiva o resolución que ponga fin al juicio, los Tribunales Colegiados de
Circuito deben estudiar y resolver sobre la infracción a los derechos humanos
cometida en la sentencia, en el procedimiento del que deriva o, incluso, en el
acto cuya legalidad se haya debatido en el juicio, con la posibilidad de que en
el estudio de dichas violaciones se analice la regularidad constitucional o
convencional de normas generales aplicadas, lo que evidencia que, a la par de
la obligación constitucional de ejercer el referido control de convencionalidad
cuando expresamente se solicita en la demanda de amparo, el órgano
resolutor cuenta con facultades constitucionales directas que le permiten
obrar en ese sentido, ajustando dicho ejercicio a los parámetros del control
constitucional existente, concretamente, en el amparo directo, lo que confirma
que al asumir la realización de ese ejercicio, a pesar de que originalmente ese
planteamiento se haya efectuado ante la autoridad responsable quien lo
omitió, el Tribunal Colegiado no estaría sustituyendo la función de ésta en el
78
cumplimiento de sus deberes constitucionales, sino ejerciendo los propios, en
congruencia con lo expresamente peticionado en la demanda .60
60
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito Tipo de Tesis: Jurisprudencia Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la
Federación Libro 1, Diciembre de 2013, Tomo II Materia(s): Común Tesis: IV.2o.A. J/8 (10a.) Página: 931.
partir de lo cual, se reconoce que a cargo de las autoridades jurisdiccionales
obra la obligación de ejercer de oficio o a petición de parte, un control de
convencionalidad en materia de derechos humanos, el cual deberá adecuarse
al modelo de control de constitucionalidad existente en el ordenamiento
interno, conforme a los parámetros delineados por la Suprema Corte de
Justicia de la Nación en las tesis P. LXVII/2011 (9a.), P. LXVIII/2011 (9a.) y P.
LXIX/2011 (9a.). Por su parte, la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha
sostenido, en relación con el deber de los Estados firmantes de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos, de respetar bienes jurídicos y libertades
reconocidos en ella; que la acción u omisión de cualquier autoridad pública,
independientemente de su jerarquía, que implique un incumplimiento de ese
deber, constituye un hecho imputable al Estado en su conjunto, que
compromete su responsabilidad en los términos previstos por la propia
convención (caso Tribunal Constitucional vs. Perú. Fondo, reparaciones y
costas. Sentencia de 31 de enero de 2001. Serie C, No. 71, y caso Bámaca
Velásquez vs. Guatemala. Fondo. Sentencia de 25 de noviembre de 2000. Serie
C, No. 70). Asimismo, que la responsabilidad estatal puede surgir cuando un
órgano o funcionario del Estado o de una institución de carácter público afecte
79
indebidamente, por acción u omisión, algunos de los bienes jurídicos
protegidos por dicho instrumento internacional (caso Albán Cornejo y otros
vs. Ecuador. Fondo, reparaciones y costas. Sentencia de 22 de noviembre de
2007. Serie C, No. 171), y que cuando un Estado ha ratificado un tratado
internacional como el mencionado, sus Jueces, como parte del aparato del
Estado, también están sometidos a él, lo que les obliga a velar por que los
efectos de sus disposiciones no se vean mermadas por la aplicación de leyes
contrarias a su objeto y fin, las cuales, desde un inicio, carecen de efectos
jurídicos [caso Almonacid Arellano y otros vs. Chile. Excepciones
preliminares, fondo, reparaciones y costas. Sentencia de 26 de septiembre de
2006. Serie C, No. 154, y caso Trabajadores Cesados del Congreso (Aguado
Alfaro y otros) vs. Perú. Excepciones preliminares, fondo, reparaciones y
costas. Sentencia de 24 de noviembre de 2006. Serie C, No. 158]. Partiendo de
lo anterior, como el Estado Mexicano firmó la Convención Americana sobre
Derechos Humanos, aprobada por el Senado de la República el 18 de
diciembre de 1980, publicada en el Diario Oficial de la Federación el 7 de mayo
de 1981, y por virtud de su artículo 1, numeral 1, en términos de los
mencionados artículos 1o. y 133 constitucionales, obra a cargo de toda
autoridad jurisdiccional nacional, con independencia de su fuero o jerarquía, la
obligación de respetar los derechos y libertades reconocidos en el referido
pacto, así como el deber de garantizar su libre y pleno ejercicio a favor de toda
persona sin distinción por motivo de raza, color, sexo, idioma, religión,
opiniones políticas o de cualquier otra índole, origen nacional o social,
posición económica, nacimiento o cualquier otra condición social, mientras
que conforme a su artículo 33, los actos de esas autoridades, como partes del
Estado Mexicano, están sometidos a la competencia tanto de la Comisión
como de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en lo relativo al
cumplimiento de dicha obligación. De ahí que el deber de ejercer, aun de
oficio, el control de constitucionalidad y convencionalidad de los actos de que
una autoridad tenga conocimiento en el ámbito de sus competencias y
facultades, debe asumirse con puntualidad, responsabilidad y eficacia, y no
evadirse, menos aún en casos en que expresamente un gobernado solicita su
ejercicio, pues soslayarlo refleja gravemente el incumplimiento de la primera
obligación impuesta por el orden constitucional interno a todas las
autoridades, que a su vez supone el respeto de todos los derechos
80
reconocidos a las personas en la Constitución y en la Convención y dicho
incumplimiento compromete la responsabilidad internacional del Estado
Mexicano en su conjunto, acorde con el principio básico relativo, recogido en
el derecho internacional de los derechos humanos, en el sentido de que todo
Estado es internacionalmente responsable por actos u omisiones de
cualquiera de sus poderes u órganos en violación de los derechos
internacionalmente consagrados.61
62
Época: Décima Época Registro: 2003521 Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito Tipo de Tesis: Jurisprudencia Fuente:
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Libro XX, Mayo de 2013, Tomo 2 Materia(s): Común Tesis: VI.3o.(II Región)
J/3 (10a.) Página: 1093.
procedimientos internos de conciliación, arbitraje, quejas y
recomendaciones sustanciadas en sede de la Procuraduría Agraria.
64
Novena Época Registro: 183607 Tribunales Colegiados de Circuito Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Tomo
XVIII, agosto de 2003 Materia(s): Administrativa Tesis: VI.2o.A.45 A Página: 1697 Tesis Aislada
AUTORIDAD PARA LOS EFECTOS DEL JUICIO DE AMPARO. NO LO ES LA ASAMBLEA GENERAL DE EJIDATARIOS. De
conformidad con lo señalado en los artículos 21, fracción I, 22, párrafo primero, 23 y 27 de la Ley Agraria vigente, la asamblea
general de ejidatarios es la máxima autoridad ejidal y tiene conferidas diversas facultades, en cuyo ejercicio puede crear,
reconocer, modificar o extinguir algún derecho; sin embargo, para los efectos del juicio constitucional no ostenta el carácter de
autoridad, pues sus acuerdos son obligatorios únicamente para los ejidatarios, no ejecutables contra su voluntad, de manera
que se trata de cuestiones entre particulares, sin imperio ni coerción. En la iniciativa de la Ley Agraria que propuso el
presidente de la República a la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, se concibe a la asamblea general de
ejidatarios como el órgano supremo del ejido, con facultades para decidir sobre cuestiones importantes para el núcleo de
población (como las que enumera el artículo 23 de la Ley Agraria), empero, desde la iniciativa en mención se estimó que la
asamblea de ejidatarios no es una autoridad agraria, en consecuencia, tampoco puede serlo para los efectos del juicio de
garantías, porque carece de imperio y coercitividad para ejecutar sus propios acuerdos o llevar a cabo el cumplimiento de sus
determinaciones.
SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL SEXTO CIRCUITO. VI.2º. A.45 A. Amparo en
revisión 246/2002. 30 de octubre de 2002. Unanimidad de votos. Ponente: Omar Losson Ovando. Secretario: Rodolfo Tehózol
Flores. Véase: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XIII, abril de 2001, página 1033, tesis
VI.3º. A.20 A, de rubro: “ASAMBLEA GENERAL DE EJIDATARIOS. CARECE DE CARÁCTER DE AUTORIDAD AGRARIA.”
Tribunal Colegiado de Circuito. Semanario Judicial de la Federación. Época: 9ª. Tomo: XVIII, agosto de 2003. Página: 1697.
JURISPRUDENCIA RELATIVA:
Octava Época Registro: 214009 Tribunales Colegiados de Circuito Semanario Judicial de la Federación Tomo XII, diciembre
de 1993 Materia(s): Administrativa Página: 841 Tesis Aislada
COMISARIADO EJIDAL Y CONSEJO DE VIGILANCIA. NO SON AUTORIDADES PARA EFECTOS DEL JUICIO DE
AMPARO. El hecho de que el Comisariado Ejidal y el Consejo de Vigilancia, tengan facultades para desposeer a los ejidatarios
de sus parcelas, no por esta circunstancia debe atribuírsele el carácter de autoridades responsables y por ende sus actos sean
susceptibles de combatir a través del juicio de amparo, toda vez que la investidura otorgada a tales órganos por la anterior y
actual legislación agraria, debe entenderse en el sentido definido por la jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, “de órgano de dirección y vigilancia del ejido”, pues aún y cuando éste sea una persona moral creada por voluntad
estatal y que las decisiones de sus autoridades internas presenten las características de unilateralidad, imperatividad y
coercitividad no participa de la naturaleza jurídica del Estado, por consiguiente, sus actos no son de autoridad para los efectos
del amparo.
TERCER TRIBUNAL COLEGIADO DEL CUARTO CIRCUITO. Semanario Judicial de la Federación. Tomo XII. Noviembre-
diciembre. 1993. Octava Época. Pág. 841.
Este principio es también de la mayor importancia en el tema central de
este libro, pues implica garantizar a través de los tribunales agrarios y
sus mecanismos procesales jurisdiccionales correspondientes, la
materialización de la justicia agraria y con ello, el respeto y protección a
los derechos humanos, mediante la aplicación de los principios
procesales agrarios, con la intervención directa e inmediata de los
tribunales especializados en la materia, como lo son, los tribunales
agrarios, tanto el tribunal superior como los tribunales unitarios de
distrito.
66
Suprema Corte de Justicia de la Nación, Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, Ediciones Corunda, S.A. de
C.V., Segunda Edición, México, D.F. Marzo de 2007, pp., 116-117.
proposición presidencial. La ley fijara el procedimiento breve conforme al
cual deberán tramitarse las mencionadas controversias”. 67
Los tribunales suplirán la deficiencia de las partes en sus planteamientos de derecho cuando se trate de núcleos de población
ejidales o comunales, así como ejidatarios y comuneros.
Artículo 165.- Los tribunales agrarios, además, conocerán en la vía de jurisdicción voluntaria de los asuntos no litigiosos que
les sean planteados, que requieran la intervención judicial, y proveerán lo necesario para proteger los intereses de los
solicitantes. Artículo 166.- Los tribunales agrarios proveerán las diligencias precautorias necesarias para proteger a los
interesados. Asimismo, podrán acordar la suspensión del acto de autoridad en materia agraria que pudiere afectarlos en tanto
se resuelve en definitiva. La suspensión se regulará aplicando en lo conducente lo dispuesto en el Libro Primero, Título
Segundo, Capítulo III de la Ley de Amparo. En la aplicación de las disposiciones de ese ordenamiento para efectos de la
suspensión del acto de autoridad en materia agraria, los tribunales agrarios considerarán las condiciones socioeconómicas de
los interesados para el establecimiento de la garantía inherente a la reparación del daño e indemnización que pudiere causarse
con la suspensión, si la sentencia no fuere favorable para el quejoso. Artículo 167.- El Código Federal de Procedimientos
Civiles es de aplicación supletoria, cuando no exista disposición expresa en esta ley, en lo que fuere indispensable para
completar las disposiciones de este Título y que no se opongan directa o indirectamente. Artículo 168.- Cuando el tribunal, al
recibir la demanda o en cualquier estado del procedimiento agrario, se percate de que el litigio o asunto no litigioso no es de su
competencia, en razón de corresponder a tribunal de diversa jurisdicción o competencia por razón de la materia, del grado o de
territorio, suspenderá de plano el procedimiento y remitirá lo actuado al tribunal competente. Lo actuado por el tribunal
incompetente será nulo, salvo cuando se trate de incompetencia por razón del territorio. Artículo 169.- Cuando el tribunal
agrario recibiere inhibitoria de otro en que se promueva competencia y considerase debido sostener la suya, el mismo día lo
comunicará así al competidor y remitirá el expediente con el oficio inhibitorio, con informe especial al Tribunal Superior Agrario,
el cual decidirá, en su caso, la competencia. Artículo 170.- El actor puede presentar su demanda por escrito o por simple
comparecencia; en este caso, se solicitará a la Procuraduría Agraria coadyuve en su formulación por escrito de manera
concisa. En su actuación, dicho organismo se apegará a los principios de objetividad e imparcialidad debidas. Recibida la
demanda, se emplazará al demandado para que comparezca a contestarla a más tardar durante la audiencia. En el
emplazamiento se expresará, por lo menos, el nombre del actor, lo que demanda, la causa de la demanda y la fecha y hora
que se señale para la audiencia, la que deberá tener lugar dentro de un plazo no menor a cinco ni mayor a diez días, contado a
partir de la fecha en que se practique el emplazamiento, y la advertencia de que en dicha audiencia se desahogarán las
pruebas, salvo las que no puedan ser inmediatamente desahogadas, en cuyo caso se suspenderá la audiencia y el tribunal
proveerá lo necesario para que sean desahogadas, en un plazo de quince días. Atendiendo a circunstancias especiales de
lejanía o apartamiento de las vías de comunicación y otras que hagan difícil el acceso de los interesados al tribunal, se podrá
ampliar el plazo para la celebración de la audiencia hasta por quince días más .Debe llevarse en los tribunales agrarios un
registro en que se asentarán por días y meses, los nombres de actores y demandados y el objeto de la demanda. Artículo
171.- El emplazamiento se efectuará al demandado por medio del secretario o actuario del tribunal en el lugar que el actor
designe para ese fin y que podrá ser: I. El domicilio del demandado, su finca, su oficina o principal asiento de negocios o el
lugar en que labore; y II. Su parcela u otro lugar que frecuente y en el que sea de creerse que se halle al practicarse el
emplazamiento. Artículo 172.- El secretario o actuario que haga el emplazamiento se cerciorará de que el demandado se
agraria. Igualmente, dichos tribunales se rigen por lo dispuesto en la ley
orgánica de los tribunales agrarios en los artículos del 1º., 69 al 1870 y en
su reglamento en los artículos del 1º., al 30 y siguientes.
encuentra en el lugar señalado y lo efectuará personalmente. Si no lo encontraren y el lugar fuere de los enumerados en la
fracción I del artículo anterior, cerciorándose de este hecho, dejará la cédula con la persona de mayor confianza. Si no se
encontrare al demandado y el lugar no fuere de los enumerados en la fracción I mencionada no se le dejará la cédula,
debiéndose emplazarse de nuevo cuando lo promueva el actor. Artículo 173.- Cuando no se conociere el lugar en que el
demandado viva o tenga el principal asiento de sus negocios, o cuando viviendo o trabajando en un lugar se negaren la o las
personas requeridas a recibir el emplazamiento, se podrá hacer la notificación en el lugar donde se encuentre. Previa
certificación de que no pudo hacerse la notificación personal y habiéndose comprobado fehacientemente que alguna persona
no tenga domicilio fijo o se ignore dónde se encuentre y hubiere que emplazarla a juicio o practicar por primera vez en autos
una notificación personal, el tribunal acordará que el emplazamiento o la notificación se hagan por edictos que contendrán la
resolución que se notifique, en su caso una breve síntesis de la demanda y del emplazamiento y se publicarán por dos veces
dentro de un plazo de diez días, en uno de los diarios de mayor circulación en la región en que esté ubicado el inmueble
relacionado con el procedimiento agrario y en el periódico oficial del Estado en que se encuentre localizado dicho inmueble, así
como en la oficina de la Presidencia Municipal que corresponda y en los estrados del tribunal. Las notificaciones practicadas en
la forma antes prevista surtirán efectos una vez transcurridos quince días, a partir de la fecha de la última publicación por lo
que, cuando se trate de emplazamiento, se deberá tomar en cuenta este plazo al señalar el día para la celebración de la
audiencia prevista en el artículo 185.Si el interesado no se presenta dentro del plazo antes mencionado, o no comparece a la
audiencia de ley, las subsecuentes notificaciones se le harán en los estrados del tribunal. Sin perjuicio de realizar las
notificaciones en la forma antes señalada, el tribunal podrá, además, hacer uso de otros medios de comunicación masiva, para
hacerlas del conocimiento de los interesados. Quienes comparezcan ante los tribunales agrarios, en la primera diligencia
judicial en que intervengan, o en el primer escrito, deben señalar domicilio ubicado en la población en que tenga su sede el
tribunal respectivo, o las oficinas de la autoridad municipal del lugar en que vivan, para que en ese lugar se practiquen las
notificaciones que deban ser personales, las que, en caso de que no esté presente el interesado o su representante, se harán
94
por instructivo. En este caso, las notificaciones personales así practicadas surtirán efectos legales plenos. Cuando no se
señale domicilio para recibir notificaciones personales, éstas se harán en los estrados del tribunal.
Artículo 174.- El actor tiene el derecho de acompañar al secretario o actuario que practique el emplazamiento para hacerle las
indicaciones que faciliten la entrega. Artículo 175.- El secretario o actuario que practique el emplazamiento o entregue la
cédula recogerá el acuse de recibo y, si no supiere o no pudiere firmar la persona que debiera hacerlo, será firmado por alguna
otra presente, en su nombre, asentándose el nombre de la persona con quien haya practicado el emplazamiento en el acta
circunstanciada que se levante y que será agregada al expediente. Artículo 176.- En los casos a que se refiere el artículo 172,
el acuse de recibo se firmará por la persona con quien se practicará el emplazamiento. Si no supiere o no pudiere firmar lo hará
a su ruego un testigo; si no quisiera firmar o presentar testigo que lo haga, firmará el testigo requerido al efecto por el
notificador. Este testigo no puede negarse a firmar, bajo multa del equivalente de tres días de salario mínimo de la zona de que
se trate. Artículo 177.- Los peritos, testigos y, en general, terceros que no constituyan parte pueden ser citados por cédula o
por cualquier otro medio fidedigno, cerciorándose quien haga el citatorio de la exactitud de la dirección de la persona citada.
Artículo 178.- La copia de la demanda se entregará al demandado o a la persona con quien se practique el emplazamiento
respectivo. El demandado contestará la demanda a más tardar en la audiencia, pudiendo hacerlo por escrito o mediante su
comparecencia. En este último caso, el tribunal solicitará a la Procuraduría Agraria que coadyuve en su formulación por escrito
en forma concisa. En su actuación, dicho organismo se apegará a los principios de objetividad e imparcialidad debidas.
Artículo 179.- Será optativo para las partes acudir asesoradas. En caso de que una de las partes se encuentre asesorada y la
otra no, con suspensión del procedimiento, se solicitarán de inmediato los servicios de un defensor de la Procuraduría Agraria,
el cual, para enterarse del asunto, gozará de cinco días, contados a partir de la fecha en que se apersone al procedimiento.
Artículo 180.- Si al ser llamado a contestar la demanda, no estuviere presente el demandado y constare que fue debidamente
emplazado, lo cual comprobará el tribunal con especial cuidado, se continuará la audiencia. Cuando se presente durante ella el
demandado, continuará ésta con su intervención según el estado en que se halle y no se le admitirá prueba sobre ninguna
excepción si no demostrare el impedimento de caso fortuito o fuerza mayor que le impidiera presentarse a contestar la
demanda. Confesada expresamente la demanda en todas sus partes y explicados sus efectos jurídicos por el magistrado, y
cuando la confesión sea verosímil, se encuentre apoyada en otros elementos de prueba y esté apegada a derecho, el tribunal
pronunciará sentencia de inmediato; en caso contrario, continuará con el desahogo de la audiencia. Artículo 181.- Presentada
la demanda o realizada la comparecencia, el tribunal del conocimiento la examinará y, si hubiera irregularidades en la misma o
se hubiere omitido en ella alguno de los requisitos previstos legalmente, prevendrá al promovente para que los subsane dentro
del término de ocho días. Artículo 182.- Si el demandado opusiere reconvención, lo hará precisamente al contestar la
demanda y nunca después. En el mismo escrito o comparecencia deberá ofrecer las pruebas que estime pertinentes. En este
caso, se dará traslado al actor para que esté en condiciones de contestar lo que a su derecho convenga y el Tribunal diferirá la
audiencia por un término no mayor de diez días, excepto cuando el reconvenido esté de acuerdo en proseguir el desahogo de
la audiencia. Artículo 183.- Si al iniciarse la audiencia no estuviere presente el actor y sí el demandado, se impondrá a aquél
una multa equivalente al monto de uno a diez días de salario mínimo de la zona de que se trate. Si no se ha pagado la multa
no se emplazará de nuevo para el juicio. Artículo 184.- Si al iniciarse la audiencia no estuvieren presentes ni el actor ni el
demandado, se tendrá por no practicado el emplazamiento y podrá ordenarse de nuevo si el actor lo pidiera. Lo mismo se
observará cuando no concurra el demandado y aparezca que no fue emplazado debidamente. Artículo 185.- El tribunal abrirá
la audiencia y en ella se observarán las siguientes prevenciones: I. Expondrán oralmente sus pretensiones por su orden, el
actor su demanda y el demandado su contestación y ofrecerán las pruebas que estimen conducentes a su defensa y
En efecto, las contiendas agrarias, como todas, se ventilaron
originalmente en oficinas ejecutivas y judiciales ordinarias. No había,
propiamente, un derecho agrario. La materia quedaba abarcada por
otras ramas del orden jurídico: la administrativa, para las relaciones
entre el poder público y los gobernados, y la civil, para las relaciones
entre particulares, en cuyo vasto conjunto figuraban los poseedores o
presentarán a los testigos y peritos que pretendan sean oídos; II. Las partes se pueden hacer mutuamente las preguntas que
quieran, interrogar los testigos y peritos y, en general, presentar todas las pruebas que se puedan rendir desde luego; III.
Todas las acciones y excepciones o defensas se harán valer en el acto mismo de la audiencia, sin sustanciar artículos o
incidentes de previo y especial pronunciamiento. Si de lo que expongan las partes resultare demostrada la procedencia de una
excepción dilatoria, el tribunal lo declarará así desde luego y dará por terminada la audiencia; IV. El magistrado podrá hacer
libremente las preguntas que juzgue oportunas a cuantas personas estuvieren en la audiencia, carear a las personas entre sí o
con los testigos y a éstos, los unos con los otros, examinar documentos, objetos o lugares y hacerlos reconocer por peritos; V.
Si el demandado no compareciere o se rehusara a contestar las preguntas que se le hagan, el tribunal podrá tener por ciertas
las afirmaciones de la otra parte, salvo cuando se demuestre que no compareció por caso fortuito o fuerza mayor a juicio del
propio tribunal; y VI.- En cualquier estado de la audiencia y en todo caso antes de pronunciar el fallo, el tribunal exhortará a las
partes a una composición amigable. Si se lograra la avenencia, se dará por terminado el juicio y se suscribirá el convenio
respectivo, el que una vez calificado y, en su caso, aprobado por el tribunal, tendrá el carácter de sentencia. En caso contrario,
el tribunal oirá los alegatos de las partes, para lo cual concederá el tiempo necesario a cada una y en seguida pronunciará su
fallo en presencia de ellas de una manera clara y sencilla. En caso de que la audiencia no estuviere presidida por el
magistrado, lo actuado en ella no producirá efecto jurídico alguno. Artículo 186.- En el procedimiento agrario serán admisibles
toda clase de pruebas, mientras no sean contrarias a la ley. Asimismo, el tribunal podrá acordar en todo tiempo, cualquiera que
sea la naturaleza del negocio, la práctica, ampliación o perfeccionamiento de cualquier diligencia, siempre que sea conducente
para el conocimiento de la verdad sobre los puntos cuestionados. En la práctica de estas diligencias, el tribunal obrará como
estime pertinente para obtener el mejor resultado de ellas, sin lesionar el derecho de las partes, oyéndolas y procurando
siempre su igualdad. Artículo 187.- Las partes asumirán la carga de la prueba de los hechos constitutivos de sus
pretensiones. Sin embargo, el tribunal podrá, si considerare que alguna de las pruebas ofrecidas es esencial para el
conocimiento de la verdad y la resolución del asunto, girar oficios a las autoridades para que expidan documentos, oportuna y
95
previamente solicitados por las partes; apremiar a las partes o a terceros, para que exhiban los que tengan en su poder; para
que comparezcan como testigos, los terceros señalados por las partes, si bajo protesta de decir verdad manifiestan no poder
presentarlos. Artículo 188.- En caso de que la estimación de pruebas amerite un estudio más detenido por el tribunal de
conocimiento, éste citará a las partes para oír sentencia en el término que estime conveniente, sin que dicho término exceda en
ningún caso de veinte días, contados a partir de la audiencia a que se refieren los artículos anteriores.
Artículo 189.- Las sentencias de los tribunales agrarios se dictarán a verdad sabida sin necesidad de sujetarse a reglas sobre
estimación de las pruebas, sino apreciando los hechos y los documentos según los tribunales lo estimaren debido en
conciencia, fundando y motivando sus resoluciones. Artículo 190.- En los juicios agrarios, la inactividad procesal o la falta de
promoción del actor durante el plazo de cuatro meses producirá la caducidad. Artículo 191.- Los tribunales agrarios están
obligados a proveer a la eficaz e inmediata ejecución de sus sentencias y a ese efecto podrán dictar todas las medidas
necesarias, incluidas las de apremio, en la forma y términos que, a su juicio, fueren procedentes, sin contravenir las reglas
siguientes: I. Si al pronunciarse la sentencia estuvieren presentes ambas partes, el tribunal las interrogará acerca de la forma
que cada una proponga para la ejecución y procurará que lleguen a un avenimiento a ese respecto; y II. El vencido en juicio
podrá proponer fianza de persona arraigada en el lugar o de institución autorizada para garantizar la obligación que se le
impone, y el tribunal, con audiencia de la parte que obtuvo, calificará la fianza o garantía según su arbitrio y si la aceptare
podrá conceder un término hasta de quince días para el cumplimiento y aún mayor tiempo si el que obtuvo estuviera conforme
con ella. Si transcurrido el plazo no hubiere cumplido, se hará efectiva la fianza o garantía correspondiente. Si existiera alguna
imposibilidad material o jurídica para ejecutar una sentencia relativa a tierras de un núcleo de población, la parte que obtuvo
sentencia favorable podrá aceptar la superficie efectivamente deslindada, en cuyo caso la sentencia se tendrá por ejecutada,
dejándose constancia de tal circunstancia en el acta que levante el actuario. En caso de inconformidad con la ejecución de la
parte que obtuvo sentencia favorable, se presentarán al actuario los alegatos correspondientes, los que asentará junto con las
razones que impidan la ejecución, en el acta circunstanciada que levante. Dentro de los quince días siguientes al levantamiento
del acta de ejecución, el tribunal del conocimiento dictará resolución definitiva sobre la ejecución de la sentencia y aprobará el
plano definitivo. Artículo 192.- Las cuestiones incidentales que se susciten ante los tribunales agrarios, se resolverán
conjuntamente con lo principal, a menos que por su naturaleza sea forzoso decidirlas antes, o que se refieran a la ejecución de
la sentencia, pero en ningún caso se formará artículo de previo y especial pronunciamiento sino que se decidirán de plano. La
conexidad sólo procede cuando se trate de juicios que se sigan ante el mismo tribunal y se resolverá luego que se promueva,
sin necesidad de audiencia especial ni otra actuación. Artículo 193.- El despacho de los tribunales agrarios comenzará
diariamente a las nueve de la mañana y continuará hasta la hora necesaria para concluir todos los negocios citados y que se
hayan presentado durante el curso del día, pudiendo retirarse el personal, cuando fueren cuando menos las diecisiete horas.
Respecto de los plazos fijados por la presente Ley o de las actuaciones ante los Tribunales Agrarios, no hay días ni horas
inhábiles. Artículo 194.- Las audiencias serán públicas, excepto cuando a criterio del tribunal pudiera perturbarse el orden o
propiciar violencia. Si en la hora señalada para una audiencia no se hubiere terminado el procedimiento anterior, las personas
citadas deberán permanecer hasta que llegue a su turno el asunto respectivo, siguiéndose rigurosamente para la vista de los
procedimientos el orden que les corresponda, según la lista del día que se fijará en los tableros del tribunal con una semana de
anterioridad. Cuando fuere necesario esperar a alguna persona a quien se hubiere llamado a la audiencia o conceder tiempo a
los peritos para que examinen las cosas acerca de las que hayan de emitir dictamen u ocurre algún otro caso que lo exija a
juicio del tribunal, se suspenderá la audiencia por un plazo no mayor a tres días. Artículo 195.- Para cada asunto se formará
un expediente con los documentos relativos a él y en todo caso, con el acta de la audiencia en la que se asentarán las
propietarios de tierras y los pretendientes de éstas. Al arribo de los
españoles a lo que sería la Nueva España -un arribo que fue la primera
invasión extranjera en esta porción del planeta-, comenzó la destrucción
del antiguo sistema de tenencia rural. Hubo, pues, una primera reforma
agraria vinculada a la conquista y colonización, como señala Víctor
Manzanilla Shaffer.
La colonización recurrió a dos expresiones indispensables de una
misma intención colonizadora: el dominio de la tierra, a partir de un
nuevo derecho que la repartiera y asignara, y el dominio del espíritu, a
partir de una evangelización que modificara las creencias, orientara la
conducta y propusiera su propia versión de la existencia: vida actual y
vida futura. La síntesis de esta reforma y de las otras que vendrían -con
el signo modernizador del liberalismo, en la segunda parte del siglo XIX-
hasta los años de la Revolución triunfante, fue una constante erosión de
los derechos indígenas. México ha sido país de dominaciones y
96
revoluciones. Unas y otras se expresaron en el foro de la cuestión
agraria, a tal punto que todas constituyeron sustancialmente, hasta el
actuaciones y se resaltarán los puntos controvertidos principales y se asentará la sentencia, suficientemente razonada y
fundada, así como lo relativo a su ejecución. Bastará que las actas sean autorizadas por el magistrado del tribunal y el
secretario o los testigos de asistencia en su caso; pero los interesados tendrán el derecho de firmarlas también, pudiendo sacar
copias de ellas, las cuales podrán ser certificadas por el secretario. El vencido en juicio que estuviere presente firmará en todo
caso el acta, a menos de no saber o estar físicamente impedido; si fuere posible se imprimirán sus huellas digitales. Artículo
196.- Los documentos y objetos presentados por las partes, les serán devueltos al terminar la audiencia sólo si así lo
solicitaran, tomándose razón de ello en el expediente, previa copia certificada que de los mismos se agregue a los autos. Si la
parte condenada manifestara su oposición a la devolución de las constancias, porque pretendiera impugnar la resolución por
cualquier vía, el tribunal, desde luego, negará la devolución y agregará las constancias en mérito a sus autos por el término
que corresponda. Artículo 197.- Para la facilidad y rapidez en el despacho, los emplazamientos, citatorios, órdenes, actas y
demás documentos necesarios, se extenderán de preferencia en formatos impresos que tendrán los espacios que su objeto
requiera y los cuales se llenarán haciendo constar en breve extracto lo indispensable para la exactitud y precisión del
documento. Artículo 198.- El recurso de revisión en materia agraria procede contra la sentencia de los tribunales agrarios que
resuelvan en primera instancia sobre: I.- Cuestiones relacionadas con los límites de tierras suscitadas entre dos o más núcleos
de población ejidales o comunales, o concernientes a límites de las tierras de uno o varios núcleos de población con uno o
varios pequeños propietarios, sociedades o asociaciones; II.- La tramitación de un juicio agrario que reclame la restitución de
tierras ejidales; o III.- La nulidad de resoluciones emitidas por las autoridades en materia agraria. Artículo 199.- La revisión
debe presentarse ante el tribunal que haya pronunciado la resolución recurrida dentro del término de diez días posteriores a la
notificación de la resolución. Para su interposición, bastará un simple escrito que exprese los agravios. Artículo 200.- Si el
recurso se refiere a cualquiera de los supuestos del artículo 198 y es presentado en tiempo, el tribunal lo admitirá en un término
de tres días y dará vista a las partes interesadas para que en un término de cinco días expresen lo que a su interés convenga.
Una vez hecho lo anterior, remitirá inmediatamente el expediente, el original del escrito de agravios, y la promoción de los
terceros interesados al Tribunal Superior Agrario, el cual resolverá en definitiva en un término de diez días contado a partir de
la fecha de recepción. Contra las sentencias definitivas de los Tribunales Unitarios o del Tribunal Superior Agrario sólo
procederá el juicio de amparo ante el Tribunal Colegiado de Circuito correspondiente. En tratándose de otros actos de los
Tribunales Unitarios en que por su naturaleza proceda el amparo, conocerá el juez de distrito que corresponda.
69
Los tribunales agrarios son los órganos federales dotados de plena jurisdicción y autonomía para dictar sus fallos, a los que
corresponde, en los términos de la fracción XIX del artículo 27 de la constitución política de los Estados Unidos Mexicanos, la
administración de justicia agraria en todo el territorio nacional.
70
Los tribunales unitarios, conocerán por razón del territorio, de las controversias que se les planteen con relación a tierras
ubicadas dentro de su jurisdicción, conforme a la competencia que les confiere este artículo.
siglo XX, una disputa sobre la tierra. De ahí que la poderosa erupción
social de 1910, cuyo factor profundo fue la reivindicación agraria -y un
poco menos la reivindicación política que enarboló Madero- diese al
traste con la organización agraria del porfiriato y con las instituciones del
Estado encargadas de preservarla.
Al salir de la escena los tribunales ordinarios, civiles o de amparo, era
necesario que una nueva figura jurídica -que sería, inexorablemente,
jurídico-política- tomara el lugar que dejaba vacante la jurisdicción
desacreditada. Esa nueva figura debía ser heredera del proyecto
revolucionario y de los caudillos del movimiento social mexicano. Por
razones que no me propongo explorar ahora, pero que son bien
conocidas para historiadores, políticos y juristas -y perfectamente
"sentidas" por el pueblo-, el relevo ocurrió en las manos del presidente
de la República. Si, éste sería el jefe natural de la corriente
revolucionaria, del partido en la que se concentraba y de las
97
instituciones construidas a partir de aquélla y con la colaboración de
éste, era también "natural y necesario" que tuviese un papel eminente
en la administración de los conflictos que determinaron el movimiento
armado. Conflictos políticos, ciertamente, pero con signo específico:
laborales y agrarios. Por ende, el presidente sería el heredero de
Emiliano Zapata, si se me permite la expresión, como reivindicador
inmediato de los derechos campesinos. Otro tanto ocurriría, con sus
propias modalidades, en la vertiente de la justicia laboral. Esa fue la
investidura agrarista del Ejecutivo en turno.
Esta nueva forma de ver las cosas, que impuso un "modo" y "un estilo"
distintos, perduró mucho tiempo. Fue definitoria y decisiva de la gran
etapa de la reforma agraria entendida, primordialmente, como
distribución de tierras. En torno al presidente, eje de las decisiones
finales -en más de un sentido- y "suprema autoridad agraria", como dijo
la antigua fracción XIII del artículo 27 constitucional, giraban los órganos
auxiliares, con mayores o menores potestades. Esos órganos,
personajes de la complicada trama, con títulos adecuados para
intervenir en el proceso, fueron los gobernadores de los estados, el
departamento o Secretaría de la Reforma Agraria -que había sido
Departamento Agrario, o de Asuntos Agrarios y Colonización -, el cuerpo
consultivo, las centrales campesinas, las comisiones agrarias mixtas, los
comités particulares ejecutivos Y los comisariados ejidales. 71Así las
cosas, la Ley Federal de Reforma Agraria, establecía que la
dependencia encargada de aplicar las leyes agrarias lo era la Secretaria
de la Reforma Agraria y señalaba como autoridades agrarias las
siguientes:
72
Revista de los Tribunales Agrarios, año VI, Septiembre – Diciembre, núm. 19, Centro de Estudios de Justicia Agraria “Dr.
Sergio Garcia Ramirez”, México 1998, pp. 81-92.
Al llegar 1992, el gobierno fraguaba la reforma constitucional en materia
agraria. Llegaban a ella tensiones y expectativas que se habían
desarrollado en los años previos. El proyectista resumió los datos que
sustentarían la reforma en un breve conjunto, sobre el que se montó la
exposición de motivos de la iniciativa de ese año: incremento general de
la población, destinataria final de una producción agrícola que debía ser
cada vez más abundante y oportuna; aumento de la población
campesina: no en números relativos -donde se presenta un decremento
drástico-, sino en números absolutos; agotamiento de la tierra
disponible; pulverización o atomización de las propiedades rurales o
áreas de tenencia; insuficiencias en la economía del campo;
incompetencia para afrontar las circunstancias y las demandas del
mundo globalizado. El efecto de esos factores se concentró, en una
palabra: injusticia.
Estos fueron algunos precedentes del movimiento favorable a la
101
judicialización de las controversias agrarias, que finalmente se acogió en
la reforma constitucional de 1992. De ésta y de sus normas
reglamentarias provinieron los tribunales agrarios, cuya instalación se
inició en abril, mayo y junio de ese mismo año. Debo mencionar algunos
de los problemas que entonces gravitaron sobre las preocupaciones de
los magistrados, atareados en los pasos iniciales del Tribunal Superior
Agrario. Obviamente, menudeaban los motivos de inquietud: desde
políticos -prestancia e independencia de los tribunales- y administrativos
-el sustento mismo del organismo judicial, en condiciones adecuadas-,
hasta jurídicos -la debida aplicación de las nuevas disposiciones-, en
forma consecuente con la realidad que habrían de regular: no una mera
hipótesis, producto de la elucubración, la ilusión o el buen deseo, sino
una realidad específica y estricta, el campo mexicano, sus condiciones,
circunstancias y exigencias.
No hay verdadero tribunal sin independencia. Lo proclama el artículo 17
de la Constitución, lo afirman los tratados internacionales de los que
México es parte y lo asegura -sobre todo- la razón. Los rasgos
definitorios de un órgano judicial que merezca ese nombre, en una
sociedad democrática, son independencia, autonomía y competencia. Y
no existía costumbre de independencia en el largo trayecto recorrido
desde los años de la Revolución triunfante e institucionalizada hasta
1992, fecha del establecimiento de los tribunales.
Debo explicarme: no estoy afirmando que el quehacer de los
funcionarios agrarios haya sido mal encaminado por la directiva superior
o la consigna política. Lo que haya ocurrido en este sentido debe
analizarse casuísticamente, para hacer las precisiones y los deslindes
que correspondan. Lo que estoy diciendo es que no había "experiencia
de tribunales" en materia agraria, porque todo el poder, toda la
autoridad, todas las atribuciones se habían retenido en una sola rama
102
del Estado, la ejecutiva, y se carecía de actuación jurisdiccional agraria,
con la salvedad ya dicha a propósito del control de amparo. En este
sentido era necesario, pues, construir una organización de tribunales y
una "costumbre de independencia".73
La nueva Ley Agraria promulgada el 23 de febrero de 1992, publicada
en Diario Oficial de la Federación el 26 del mismo mes y año, y
reformada por decreto de 30 de junio de 1993, publicado en el mismo
órgano informativo del 9 de julio del mismo año, regula un solo
procedimiento para resolver todas las controversias agrarias; definiendo
el artículo 163 de dicha ley que son juicios agrarios los que tienen por
objeto substanciar, dirimir y resolver las controversias que se susciten
con motivo de la aplicación de las disposiciones contenidas en esta ley.
77
Corte IDH. Opinión Consultiva OC-9/87, Óp. cit., párr. 28, y Caso Mohamed vs. Argentina, Óp. cit., párr. 80.
78
Corte IDH. Condición Jurídica y Derechos Humanos del Niño. Opinión Consultiva OC-17/02 del 28 de agosto de 2002.
79
Época: Novena Época Registro: 180430 Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito Tipo de Tesis: Aislada Fuente:
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Tomo XX, Septiembre de 2004 Materia(s): Administrativa Tesis: IV.2o.A.92 A
Página: 1896
cumplimiento, la cual se justifica plenamente si se toma en consideración que
ello reviste gran trascendencia para la vida jurídica institucional del país, no
sólo por el interés social que existe para que la verdad legal prevalezca en
aras de la concordia, tranquilidad y seguridad de los campesinos, sino porque,
esencialmente, constituye una forma de hacer imperar el mandato de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, previsto en el aludido
artículo 27, que es el sustento y finalidad de la organización del sector
campesino y rural de nuestro país. Tan es así que, el artículo 191 de la Ley
Agraria prevé que los tribunales agrarios están obligados a proveer a la eficaz
e inmediata ejecución de sus sentencias y a ese efecto podrán dictar todas las
medidas necesarias, incluidas las de apremio, en la forma y términos que, a su
juicio, fueren procedentes. En ese contexto, se concluye que los preceptos
indicados sustentan la imperiosa necesidad jurídica de que la sentencia
agraria sea plenamente cumplida, y que el tribunal agrario que la emitió esté
constreñido a vigilar, de oficio, que las partes la acaten, a proveer su eficaz e
inmediata ejecución, a fijar sus alcances, a determinar quiénes están
vinculados con su acatamiento, y en su momento, a emitir la resolución
fundada y motivada que la declare cumplida.
109
TRIBUNALES CIVILES. CARECEN DE COMPETENCIA CONSTITUCIONAL
PARA DETERMINAR LA NATURALEZA EJIDAL O DE PEQUEÑA PROPIEDAD
DE TIERRAS EN DISPUTA POR UN EJIDO.
80
Época: Novena Época Registro: 185622 Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito Tipo de Tesis: Aislada Fuente:
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Tomo XVI, Octubre de 2002 Materia(s): Administrativa Tesis: III.2o.A.101 A
Página: 1470.
entonces fue relativamente reducido el ámbito de la compilación –
composición- entre los particulares; hoy en contraste, es muy amplio 81.
Así, de este principio podemos decir que consiste en que los Tribunales
Agrarios, basan su actuación prima facie, en las facultades que les
otorga la Ley Agraria, la Ley Orgánica de los Tribunales Agrarios, el
Reglamento Interior de los Tribunales Agrarios, la legislación civil federal
y en su caso la mercantil y las otras que hemos mencionado como
supletorias y, que sus actos van a ser validos cuando se funden en
estas normas legales y se ejecuten de acuerdo con lo que ellas
prescriban.
83
Revista de los Tribunales Agrarios; Tribunal Superior Agrario, Segunda Época, año XI, julio – septiembre, No. 67. Óp. cit. Pp.
85-86. Léase el articulo del Magistrado SERGIO LUNA OBREGON, intitulado: “Figuras Jurídicas Procesales en el Juicio
Agrario y su eficacia manifiesta en el Debido Proceso”.
garantías del debido proceso también aquí abordadas, se transcribe el
contenido de la siguiente tesis jurisprudencial que tiene aplicación al
caso, misma que es del rubro siguiente:
84
Vid. Tesis jurisprudencial de la 9ª., Época; Segunda Sala. SJF. Y su Gaceta; tomo XXXII, diciembre de 2010, pág. 646.
2ª.,/j.176/2010.
Se infringen las normas del procedimiento que rigen al juicio agrario, mismas
que el Tribunal responsable está obligado a observar como lo ordena el
artículo 164 de la Ley Agraria, cuando en la audiencia del juicio, habiéndose
tenido por ciertas las manifestaciones hechas por los actores en su demanda
ante la incomparecencia del demandado, el Tribunal responsable deja sin
efecto aquella determinación mediante un proveído posterior, vulnerándose
con ello en forma directa las garantías del debido proceso y de legalidad
contenidas en los artículos 14 y 16 constitucionales, cuenta habida que las
autoridades administrativas se encuentran imposibilitadas jurídicamente para
revocar sus propias resoluciones cuando deciden una controversia, conforme
al criterio jurisprudencial número 1630, publicado a fojas 2627, del Apéndice al
Semanario Judicial de la Federación 1917-1988, Segunda Parte, de rubro:
"RESOLUCIONES ADMINISTRATIVAS, REVOCACION DE LAS."
87
Marco Legal Agrario, ley agraria en su artículo 136 y sus fracciones. Óp. cit., p.p. 79 y 80.
inmersos en el sector rural y en su carácter de ombudsman agrario, con
una filosofía humanista, expresada en la calidez, trato y mejora
continua, que se traducen en un permanente acercamiento con los
sujetos agrarios a través de la defensa de sus derechos, ordenamiento
de su propiedad, acompañamiento en sus proyectos para el desarrollo
rural sustentable, que se manifiesta en una mejor calidad de vida en el
campo mexicano. 88
En base a todo lo anterior y, en los hechos, para los sujetos agrarios
que diariamente acuden a la procuraduría agraria a realizar sus
trámites, esta institución representa para ellos una instancia viable y
eficaz para la atención y solución a sus problemas, pues ya sea que
requieran de asesoría jurídica, de representación legal, de conciliación,
de servicios periciales, de arbitraje, de apoyo en las asambleas de
elección o remoción de órganos de representación ejidal, de
elaboración o modificación de reglamentos internos, de protocolos
119
ejidales, de constitución de figuras asociativas, de regularización de
tierras, de adopción del dominio pleno, etc. La procuraduría agraria
siempre esta presta a acompañarlos en sus planteamientos, incluso la
procuraduría agraria se ha convertido en gestora permanente para el
acceso a servicios y programas gubernamentales en vista de llevar al
campo mexicano el desarrollo agrario integral y permanente, lo que
implica que esta institución, en base a las facultades que le confiere el
artículo 6º., de su reglamento interno, deba de acudir a las
dependencias y entidades de la administración pública federal para que
estas le proporcionen la documentación e informes que requiera para el
cumplimiento de sus funciones de ombusperson agrario que tanto la
constitución política de los Estados Unidos Mexicanos, la ley agraria, su
reglamento interior y el manual de procedimientos sustantivos, le
confieren a esta dependencia del gobierno de la República.
88
www.pa.gob.mx, op cit.
Sirven de orientación y de apoyo a lo anterior, los siguientes criterios
jurisprudenciales:
89
Novena Época; Tribunales Colegiados de Circuito Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Tomo III, Mayo de 1996
Materia(s): Administrativa Tesis: XXII.15 A Página: 608.
90
Octava Época Registro: 212932 Tribunales Colegiados de Circuito Semanario Judicial de la Federación Tomo XIII, Abril de
1994 Materia(s): Administrativa Tesis: VII.A.T.44 A Página: 418.
AUTORIDAD RESPONSABLE. NO LO ES LA PROCURADURIA AGRARIA.
CREADA MEDIANTE LA NUEVA LEY AGRARIA. La Procuraduría Agraria fue
creada jurídicamente, según la nueva Ley Agraria como una unidad
administrativa de un organismo descentralizado de la Administración Pública
Federal, con personalidad jurídica y patrimonio propios, sectorizada en la
Secretaría de la Reforma Agraria, que tiene a su cargo exclusivamente
funciones de asesoría y defensa de los derechos de ejidatarios, comuneros,
sucesores de ejidatarios, ejidos, comunidades, pequeños propietarios,
avecindados, posesionarios, jornaleros agrícolas, colonos, nacionaleros y
campesinos en general, según se desprende de los artículos 134 y 135 de la
citada Ley. Consecuentemente, al carecer dicho organismo de facultades de
ejecución, que de acuerdo con la doctrina del derecho público se requieren
para tener el carácter de autoridad responsable, no puede considerarse como
tal. 91
121
3.5. PRINCIPIO DE INSTANCIA DE PARTE.
En materia agraria, parte es la persona que teniendo la calidad de sujeto
agrario, resiente en su esfera jurídica los efectos de un acto de autoridad
o de particulares, que lesione sus derechos propiamente agrarios, luego,
será un sujeto agrario, un ejido, una comunidad, un ejidatario, un
comunero, un sucesor de ejidatario o comunero cuando va en defensa
de sus derechos sucesorios agrarios, un posesionario de tierras ejidales,
un avecindado como tal, o cuando va en defensa de este status, las
organizaciones, sociedades o asociaciones ejidales cuando van en
defensa de sus bienes puramente ejidales (sujetos y objetos ejidales o
comunales, tenencia de la tierra) y los pequeños propietarios. Así
mismo, serán considerados como derechos agrarios, todos aquellos que
tengan que ver con la propiedad, titularidad, posesión, uso, disfrute y
91
Novena Época Registro: 203183 Tribunales Colegiados de Circuito Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Tomo
III, Febrero de 1996 Materia(s): Administrativa Tesis: XV.2o.1 A Página: 391.
aprovechamiento de tierras ejidales o comunales, bosques, selvas y
aguas, así como todo lo accesorio a ellos, en cuanto implique para el
sujeto agrario, el ejercicio y defensa de los derechos que han quedado
precisados anteriormente.
93
. Vid. Jurisprudencia de la Novena Época. - Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. - Fuente. Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta. - Tomo IX, marzo de 1999.- Tesis: II.A. J/8.- Pagina: 1348.
TRIBUNAL UNITARIO AGRARIO. CARECE DE FACULTADES PARA DESECHAR O TENER POR NO INTERPUESTA LA
DEMANDA (ARTÍCULO 181 DE LA LEY AGRARIA). De la interpretación del artículo 181 de la Ley Agraria, se desprende que
únicamente se faculta al Tribunal Unitario Agrario para prevenir al promovente, a fin de que subsane las irregularidades que
hubiere advertido al examinar la demanda dentro del término de ocho días, pero no para apercibirlo con tener por no
interpuesta la demanda o desecharla, en caso de incumplimiento.
94
Novena Época Registro: 201573 Tribunales Colegiados de Circuito Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Tomo
IV, septiembre de 1996 Materia(s): Administrativa Tesis: VIII.2o. J/8 Página: 497 Jurisprudencia.
95
Novena Época Registro: 201681 Tribunales Colegiados de Circuito Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Tomo
IV, Agosto de 1996 Materia(s): Administrativa Tesis: XXII.18 A Página: 657 Tesis Aislada.
DEMANDA AGRARIA, SU CONTESTACIÓN PUEDE HACERSE POR ESCRITO O
MEDIANTE COMPARECENCIA. De conformidad con lo establecido en el
artículo 178 de la Ley Agraria a la parte demandada asiste el derecho de
contestar la demanda original por escrito o mediante comparecencia, a más
tardar en la audiencia de ley, por tanto, si se contesta por escrito la demanda
agraria, se cumple con lo dispuesto en el citado precepto legal,
consecuentemente la no comparecencia en forma personal de la demandada a
la audiencia de derecho, no puede tener como consecuencia el que se tenga
por no contestada la demanda inicial y por confesadas las afirmaciones de la
contraparte, máxime que si el procedimiento agrario le da facilidades al actor,
en cuanto a que, el artículo 170 de la Ley Agraria le permite presentar su
demanda por escrito o simple comparecencia, asimismo debe ser para el
96
demandado, atendiendo al principio de igualdad de las partes .
98
SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACION – KONRAD ADENAUER STIFTUNG, “Convención Americana sobre
Derechos Humanos Comentada”, Coordinadores Christian Steiner y Patricia Uribe, Primera Edición, comentarios al Artículo 24,
relativo al derecho a la igualdad ante la ley, realizados por Rodrigo Uprimny y Luz Maria Sánchez Duque, pp. 580-581.
26, determina que todas las personas son iguales ante la ley y tienen
derecho sin discriminación a igual protección de la ley, que a este
respecto, la ley prohibirá toda discriminación y garantizara a todas las
personas protección igual y efectiva contra cualquier discriminación por
motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, opiniones políticas o de
cualquier índole, origen nacional o social, posición económica,
nacimiento o cualquier otra condición social.
99
O´DONNELL, DANIEL. “Derecho Internacional de los Derechos Humanos, normativa, jurisprudencia y doctrina de los
sistemas universal e interamericano”; Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal - Naciones Unidas – Derechos
Humanos, oficina del Alto Comisionado en México; Segunda Edición, México, 2012, Capitulo 15, relativo al tema de la igualdad
de las personas y la prohibición de discriminación; pp. 937 – 938.
humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y
libertades de las personas.
Por su parte del artículo 4º., señala “El varón y la mujer son iguales
ante la ley. Esta protegerá la organización y el desarrollo de la familia.
Toda persona tiene derecho a decidir de manera libre, responsable e
informada sobre el número y el espaciamiento de sus hijos. Toda
persona tiene derecho a la alimentación nutritiva, suficiente y de calidad.
El Estado lo garantizará. Toda persona tiene derecho a la protección de
la salud. La Ley definirá las bases y modalidades para el acceso a los
servicios de salud y establecerá la concurrencia de la Federación y las
entidades federativas en materia de salubridad general, conforme a lo
que dispone la fracción XVI del artículo 73 de esta Constitución. Toda
persona tiene derecho a un medio ambiente sano para su desarrollo y
bienestar. El Estado garantizará el respeto a este derecho. El daño y
deterioro ambiental generará responsabilidad para quien lo provoque en
términos de lo dispuesto por la 130
ley. Toda persona tiene derecho al
acceso, disposición y saneamiento de agua para consumo personal y
doméstico en forma suficiente, salubre, aceptable y asequible. El Estado
garantizará este derecho y la ley definirá las bases, apoyos y
modalidades para el acceso y uso equitativo y sustentable de los
recursos hídricos, estableciendo la participación de la Federación, las
entidades federativas y los municipios, así como la participación de la
ciudadanía para la consecución de dichos fines. Toda familia tiene
derecho a disfrutar de vivienda digna y decorosa. La Ley establecerá los
instrumentos y apoyos necesarios a fin de alcanzar tal objetivo. Toda
persona tiene derecho a la identidad y a ser registrado de manera
inmediata a su nacimiento. El Estado garantizará el cumplimiento de
estos derechos. La autoridad competente expedirá gratuitamente la
primera copia certificada del acta de registro de nacimiento. En todas las
decisiones y actuaciones del Estado se velará y cumplirá con el principio
del interés superior de la niñez, garantizando de manera plena sus
derechos. Los niños y las niñas tienen derecho a la satisfacción de sus
necesidades de alimentación, salud, educación y sano esparcimiento
para su desarrollo integral. Este principio deberá guiar el diseño,
ejecución, seguimiento y evaluación de las políticas públicas dirigidas a
la niñez. Los ascendientes, tutores y custodios tienen la obligación de
preservar y exigir el cumplimiento de estos derechos y principios. El
Estado otorgará facilidades a los particulares para que coadyuven al
cumplimiento de los derechos de la niñez. Toda persona tiene derecho
al acceso a la cultura y al disfrute de los bienes y servicios que presta el
Estado en la materia, así como el ejercicio de sus derechos culturales.
El Estado promoverá los medios para la difusión y desarrollo de la
cultura, atendiendo a la diversidad cultural en todas sus manifestaciones
y expresiones con pleno respeto a la libertad creativa. La ley establecerá
los mecanismos para el acceso y participación a cualquier manifestación
131a la cultura física y a la práctica del
cultural. Toda persona tiene derecho
deporte. Corresponde al Estado su promoción, fomento y estímulo
conforme a las leyes en la materia100.
101
GARCIA RAMIREZ SERGIO; “Principios del Procedimiento Agrario Ordinario”, Óp. Cit., pp. 505-506.
102
Revista de los Tribunales Agrarios, año VI, Septiembre – Diciembre, núm. 19; Óp. cit. Pp. 10-11. Articulo denominado: “El
proceso Agrario y los Principios que lo Rigen”.
Este precepto otorga al juzgador la facultad de obrar como lo estime
pertinente para obtener el mejor resultado de las pruebas, pero aclara:
“sin lesionar el derecho de las partes, oyéndolas y procurando siempre
su igualdad”. Hay casos en que el desequilibrio aparece y debe ocurrir el
juzgador a corregirlo con medidas inmediatas; así, cuando una de las
partes concurre a la audiencia con asistente jurídico que la apoye para
el éxito de su interés jurídico, y la otra carece de defensor, en este
supuesto hay desequilibrio, y por ello el juzgador proveerá la suspensión
del procedimiento –cuya continuación acarrearía perjuicio al desvalido
de asistencia- y vera que se soliciten de inmediato los servicios de un
defensor de la Procuraduría Agraria, el cual, para enterarse del asunto,
gozara de cinco días, contados a partir de la fecha en que se apersone
al procedimiento (artículo 179)103.
135
AGRARIO. DILIGENCIAS PARA MEJOR PROVEER, FORMALIDADES EN LA
PRACTICA DE LAS. En la práctica de las diligencias decretadas para mejor
proveer, es preciso dar a las partes interesadas la intervención que legalmente
les corresponda, en observancia al principio de igualdad procesal y para
respetar la garantía de audiencia. Por tanto, si la autoridad agraria ordenó el
desahogo de una prueba para mejor proveer, sin hacerlo del conocimiento del
quejoso, y en vista del resultado de la diligencia decidió el asunto
desfavorablemente a dicha parte, deben estimarse violadas las leyes del
procedimiento y concederse el amparo a fin de que la prueba se reciba
105
cumpliéndose las formalidades legales pertinentes.
104
Octava Época Registro: 210633 Tribunales Colegiados de Circuito Semanario Judicial de la Federación Tomo XIV,
Septiembre de 1994 Materia(s): Administrativa Tesis: II. 2o. 86 A Página: 423 Tesis Aislada.
105
Octava Época Registro: 209007 Tribunales Colegiados de Circuito Semanario Judicial de la Federación Tomo XV-1,
Febrero de 1995 Materia(s): Administrativa Tesis: XII.2o.21 A Página: 140 Tesis Aislada.
representa legalmente por igual a hombres y mujeres, pues según el
artículo 12 de la ley agraria, son ejidatarios los hombres y las mujeres
titulares de derechos ejidales, ocurriendo lo mismo en el caso de las
comunidades, pues en ambos regímenes de tenencia de la tierra, no
existe impedimento alguno para que hombres o mujeres sean titulares
de derechos agrarios y, lo mismo ocurre en el caso de las asambleas
ejidales, en donde no existe impedimento alguno para que las mujeres
puedan ser electas como presidentas del comisariado ejidal o del
consejo de vigilancia, aunque hay que destacar, que en donde existen
algunas excepciones al respecto, es en las comunidades en donde por
usos y costumbres, en algunos casos, las mujeres no pueden ser
electas como presidentas del comisariado de bienes comunales,
cuestión que poco a poco ha venido desapareciendo, ello ante las
recomendaciones emitidas por la Comisión Nacional de los Derechos
Humanos, vertidas en el sentido de hacer valer la igualdad y la equidad
136
de género entre comuneros y comuneras. Al respecto debe decirse que
en los momentos en que escribo este apartado, la ley agraria asegura la
participación de hasta un 40 % de mujeres en los órganos de
representación y vigilancia, materializando tanto la igualdad como la
equidad de género entre hombre y mujeres, pues de su simple lectura
se aprecia, que ambos pueden ser titulares de derechos y tierras
comunales, que pueden heredar sus derechos y sus tierras, que pueden
ser electas como comisariadas de bienes comunales, titulares del
consejo de vigilancia, como avecindadas y como posesionarias.
106
IBARRA BARRON Carlos, “Elementos Fundamentales de Lógica”, Editorial Alhambra – Mexicana, 3ª. Edición, Capitulo 6,
Teorética o Estructura de la Ciencia, México, 1996. pp. 227 a 229.
domicilios, es decir fuera de asamblea. Este ejercicio tan simple de
realizar y de entender, es lo que da vida al principio de verdad material
agraria.
De los artículos 186 y 189 de la Ley Agraria, se advierte que los tribunales
agrarios dictarán las sentencias a verdad
143 sabida, apreciando los hechos y los
documentos en conciencia, fundando y motivando sus resoluciones, conforme
a la litis efectivamente planteada por las partes en sus escritos de demanda y
contestación, y en términos del derecho que estimen aplicable al caso
concreto, practicando, ampliando o perfeccionando las diligencias que la
propia ley prevé para tal efecto, siempre que sean conducentes para el
conocimiento de la verdad sobre los puntos litigiosos. En ese sentido, se
concluye que dichos órganos jurisdiccionales están facultados para invocar y
aplicar en la resolución de la controversia sujeta a su competencia una norma
jurídica como fundamento, aun cuando las partes no la hayan aducido como
tal en sus acciones o excepciones respectivamente, sin que ello constituya
una variación a la litis ni una vulneración del principio de congruencia de las
sentencias.109
108
Octava Época Registro: 214779 Tribunales Colegiados de Circuito Semanario Judicial de la Federación Tomo XII, Octubre
de 1993 Materia(s): Administrativa Página: 492.
109
Época: Novena Época Registro: 168408 Instancia: Segunda Sala Tipo de Tesis: Jurisprudencia Fuente: Semanario Judicial
de la Federación y su Gaceta Tomo XXVIII, Noviembre de 2008 Materia(s): Administrativa Tesis: 2a./J. 160/2008 Página: 237.
3.8. PRINCIPIO DE INMEDIACION
La inmediación es un principio que rige el juicio oral mercantil, que indica que
toda audiencia se desarrollará íntegramente en presencia del Juez, lo que no
podrá ser delegado en persona alguna, especialmente, tratándose de
admisión, desahogo, valoración de pruebas, ni la emisión y explicación de las
sentencias, como se obtiene del contenido de los artículos 1390 Bis 38 y 1390
Bis 39; es decir, sólo el Juez podrá y146
deberá presidir las audiencias del juicio
oral mercantil, así como dictar la sentencia correspondiente; por tanto, es una
facultad indelegable. Cabe precisar que el legislador secundario fue puntual en
señalar que la adopción del sistema oral en materia mercantil era una
necesidad ante el dinamismo social y las exigencias propias de los tiempos
actuales; todo con tal de mejorar el sistema de impartición de justicia y lograr
que sea de manera pronta y expedita. Puntualizó que en la estructura
normativa de la propuesta nunca dejan de observarse los principios de
oralidad, publicidad, igualdad, inmediación, contradicción, continuidad y
concentración. En diverso apartado destacó la importancia de la "intervención
directa del Juez"; entonces, es claro que un principio que rige a los juicios
orales mercantiles es el de inmediación; consecuentemente, éste exige la
relación directa del Juez con las partes y los elementos de prueba que él debe
valorar para formar su convicción. Así, dicho principio indica la presencia
necesaria y continua del Juez en todas las fases del proceso, lo que se
111
Novena Época Registro: 203869 Tribunales Colegiados de Circuito Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Tomo
II, Noviembre de 1995 Materia(s): Administrativa Tesis: XX.16 A Página: 602 Tesis Aislada.
intensifica más en relación con la recepción, desahogo y valoración de
pruebas para el dictado de la sentencia; por lo que si el Juez oral mercantil de
cuantía menor recibe y desahoga las pruebas y en su ausencia por vacaciones
el secretario las valora y dicta sentencia, viola el señalado principio, contenido
y explicado en los artículos 1390 Bis 2, 1390 Bis 38 y 1390 Bis 39 citados .112
112
Época: Décima Época Registro: 2013764 Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito Tipo de Tesis: Aislada Fuente:
Gaceta del Semanario Judicial de la Federación Libro 39, Febrero de 2017, Tomo III Materia(s): Civil Tesis: XXVII.2o.5 C (10a.)
Página: 2334.
113
Revista de los Tribunales Agrarios, año VI, Septiembre – Diciembre, núm. 19. Óp. cit. Pág. 20. Articulo denominado: “El
proceso Agrario y los Principios que lo Rigen”.
que presenta el más estricto modelo de concentración – que la absoluta
mayoría de los actos del procedimiento – con la necesaria excepción de
la demanda y el emplazamiento, y la posible salvedad de la contestación
de la demanda y la preparación de pruebas – se realicen de una sola
vez, es decir, en una sola audiencia, que puede comenzar con la
contestación de la demanda – si no se hizo anteriormente – y concluir
con la sentencia. Sobre este particular es interesante advertir que el
artículo 185 de la ley agraria regula buena parte del procedimiento
agrario en un solo artículo, dedicado precisamente a la audiencia de
fondo. La “concentración normativa” regula el proyecto de
“concentración procesal”.
114
GARCIA RAMIREZ SERGIO; “Principios del Procedimiento Agrario Ordinario”, Óp. Cit., pp. 519 a 521.
Unitario Agrario responsable violó las formalidades esenciales del
procedimiento, ya que, en primer lugar, resolvió el incidente mediante
sentencia interlocutoria, siendo que este tipo de determinaciones no las regula
la Ley Agraria y, en segundo lugar, tal resolución la dictó dentro de la
audiencia de ley, después de haber otorgado el uso de la palabra a las partes
para que expresaran sus respectivas pretensiones y haber tenido por
ofrecidas sus pruebas, lo que se estima incorrecto, porque conforme a lo
ordenado en dichos preceptos, no debió resolver hasta en tanto no se
desahogaran las probanzas ofrecidas, se les permitiera formular alegatos y
115
hacerlo al momento de dictar la sentencia definitiva .
116
Novena Época Registro: 195934 Tribunales Colegiados de Circuito Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Tomo
VIII, Julio de 1998 Materia(s): Administrativa Tesis: XII.1o.7 A Página: 336 Tesis Aislada.
encuentran en trámite, ya que, si en uno de los litigios ha sido celebrada la
audiencia final a que se refiere el artículo 185 de la Ley Agraria, e incluso se ha
citado para dictar sentencia respectiva, no será posible decretar su
acumulación.117
118
Época: Novena Época Registro: 192350 Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito Tipo de Tesis: Jurisprudencia Fuente:
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Tomo XI, Febrero de 2000 Materia(s): Administrativa Tesis: II.2o.A. J/2
Página: 916
XIII, de la Ley de Amparo, se infiere que previamente al ejercicio de la acción
constitucional biinstancial, el quejoso debe agotar los medios ordinarios de
defensa que la ley prevé, pues de no ser así, el juicio amparo será
improcedente. En este sentido, previo a la promoción del juicio de amparo
indirecto, en contra de la personalidad de alguno de los contendientes en el
juicio agrario, debe agotarse la excepción dilatoria de falta de personalidad,
con fundamento en los artículos 185, fracción III y 192 de la Ley Agraria;
incidencia que puede alegarse tanto del actor como del demandado, y se
resuelve de plano en la audiencia de ley. Por consiguiente, si antes de acudir
al juicio de amparo biinstancial el quejoso no agota ese medio ordinario de
defensa, aquél es improcedente, en términos del invocado artículo 73, fracción
XIII, al conceder la legislación agraria un medio de defensa por virtud del cual
puede ser revocada o nulificada la resolución de personalidad
correspondiente.119
119
Registro No. 2003337 Localización: Décima Época Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito Fuente: Semanario Judicial
de la Federación y su Gaceta Libro XIX, Abril de 2013 Página: 2230 Tesis: XXVII.1o. (VIII Región) 8 A (10a.) Tesis Aislada
Materia(s): Común, Administrativa
Nota: Esta tesis contendió en la contradicción 389/2009 resuelta por la Segunda Sala, de la que derivó la tesis 2a./J. 24/2010,
que aparece publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XXXI, marzo de 2010,
página 1034, con el rubro: "JUICIOS CONEXOS EN LOS PROCEDIMIENTOS AGRARIOS. DEBEN TRAMITARSE
CONFORME A LAS NORMAS RELATIVAS DE LA LEY AGRARIA."
capacidad del actor; la falta de cumplimiento del plazo; o de la condición
a que esté sujeta la obligación; el orden o la exclusión; la improcedencia
de la vía y la cosa juzgada. A diferencia de la incompetencia, las demás
excepciones se resuelven junto con la sentencia definitiva; la
incompetencia puede promoverse por declinatoria o por inhibitoria. En
términos del supletorio artículo 334 del código federal de procedimientos
civiles, únicamente la incompetencia se substanciara en artículo de
previo y especial pronunciamiento, en materia agraria se resuelve de
plano y esa resolución podrá impugnarse en amparo indirecto, toda vez
que la misma constituye un acto de imposible reparación que afecto los
derechos sustantivos del quejoso, en tanto que tuvo como consecuencia
que el asunto fuera conocido por un tribunal agrario cuyas actuaciones
son regidas por normas de distinta naturaleza a las civiles que el
demandado estimaba aplicables. Regularmente la incompetencia se
hace valer debido a que el asunto planteado por el actor en su demanda
no corresponde al régimen ejidal, 153
sino al régimen civil o de otra índole,
los casos más frecuentes son aquellas acciones que se ejercitan sobre
los solares urbanos ejidales ya titulados y escriturados, sobre las
parcelas y tierras de uso común que ya fueron llevadas al dominio pleno
o por liquidaciones de sociedades, celebración de contratos o convenios
en los que no están inmersas tierras ejidales o comunales, ni ningún otro
derecho o bien agrario.
121
Revista de los Tribunales Agrarios, año VI, Septiembre – Diciembre, núm. 19. ÓP. cit. Pág. 18. Articulo denominado: “El
proceso Agrario y los Principios que lo Rigen”.
179 de la Ley citada, en concordancia con los numerales 17 y 27, fracción XIX,
de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos .122
122
Época: Novena Época Registro: 175265 Instancia: Segunda Sala Tipo de Tesis: Jurisprudencia Fuente: Semanario Judicial
de la Federación y su Gaceta Tomo XXIII, Abril de 2006 Materia(s): Administrativa Tesis: 2a./J. 41/2006 Página: 240.
propietarios o poseedores de tierras, dentro del marco constitucional, además
para que grupos en desventaja no vean mermado su interés o derecho,
producto de la asimetría de poder entre los intervinientes .123
123
Época: Décima Época Registro: 2013001 Instancia: Plenos de Circuito Tipo de Tesis: Jurisprudencia Fuente: Gaceta del
Semanario Judicial de la Federación Libro 36, Noviembre de 2016, Tomo III Materia(s): Administrativa Tesis: PC.XVII. J/5 C
(10a.) Página: 1721.
en la audiencia o deberán abandonarla inmediatamente. Vale considerar
que esta reserva sobre los asistentes no debiera extenderse a las partes
y a sus abogados, pues entonces se estaría quebrantando la igualdad
de aquellos en el proceso, a no ser que el desorden o la violencia
provenga precisamente de las partes o abogados; si se dispone la
expulsión del asistente jurídico, se deberá permitir al contendiente
respectivo que haga otra designación de abogado, aunque ello apareje
la suspensión de la audiencia. El cuidado por la debida defensa ha de
prevalecer sobre el interés en la celeridad del proceso. Vale entender
que la supresión de la publicidad se sustenta, estrictamente, en las
causas marcadas en el artículo 194, es decir, perturbación del orden o
violencia, que no son siempre equivalentes, pues puede haber aquella
sin que exista esta. Estimo que dichas perturbación o violencia, pueden
ser actuales o potenciales, aunque la ley solo se ha referido a las
potenciales; si estas que son un problema probable, determinan la
restricción de la publicidad, con158
mayor razón debe determinarla el
problema que no es apenas probable sino actual.
124
GARCIA RAMIREZ SERGIO; “Principios del Procedimiento Agrario Ordinario”, Óp. Cit., pp. 513 a 514.
El siguiente criterio jurisprudencial nos enseña como el principio de
publicidad no solo rige en las audiencias agrarias, sino también en las
asambleas ejidales y comunales, que aunque tiene una connotación
interna no jurisdiccional, no deja de ilustrarnos sobre la importancia de
este principio que tiene por objeto que los sujetos agrarios se enteren de
los actos que realizan tanto los órganos de representación y vigilancia
como los que llevan a cabo los tribunales agrarias, en sus ámbitos
respectivos.
130
Época: Décima Época Registro: 2003929 Instancia: Segunda Sala Tipo de Tesis: Jurisprudencia Fuente: Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta Libro XXII, Julio de 2013, Tomo 1 Materia(s): Administrativa Tesis: 2a./J. 86/2013 (10a.)
Página: 689.
131
Novena Época Registro: 199596 Tribunales Colegiados de Circuito Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Tomo
V, Enero de 1997 Materia(s): Administrativa Tesis: III.2o.A.25 A Página: 439 Tesis Aislada.
132
Novena Época Registro: 199563 Tribunales Colegiados de Circuito Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Tomo
V, Enero de 1997 Materia(s): Administrativa Tesis: XV.1o.7 A Página: 413 Tesis Aislada.
CADUCIDAD DE LOS JUICIOS AGRARIOS PREVISTA EN EL ARTÍCULO 190
DE LA LEY AGRARIA, EL TÉRMINO DE CUATRO MESES SEÑALADO SE
COMPUTA COMO CUATRO MESES DE CALENDARIO Y PUEDE SER
DECRETADA DE OFICIO. SUPLETORIEDAD DEL CÓDIGO FEDERAL DE
PROCEDIMIENTOS CIVILES. El plazo de cuatro meses previsto para la
caducidad de la instancia por la Ley Agraria en su artículo 190, debe ser
computado de acuerdo con lo previsto por el numeral 292 del Código Federal
de Procedimientos Civiles, de aplicación supletoria en la materia, esto es,
como cuatro meses de calendario, por el número de días que les corresponda,
de fecha a fecha sin excluir los días inhábiles; además, dicha caducidad puede
ser decretada de oficio por los tribunales agrarios, conforme a lo establecido
por el diverso numeral 375 del relatado código adjetivo civil, aplicado de igual
manera en forma supletoria a la materia agraria que nos ocupa; lo anterior en
virtud de que como se observa de la lectura del artículo 167 de la Ley Agraria,
el Código Federal de Procedimientos Civiles de referencia es de aplicación
supletoria cuando no exista disposición expresa en esa Ley Agraria, en lo que
fuere indispensable para complementar las disposiciones del título referente a
la justicia agraria. Por consiguiente, si el citado ordenamiento legal agrario en
165
su artículo 190 únicamente se concreta a establecer los supuestos que
generan la caducidad de la instancia en los juicios agrarios, sin hacer
referencia a ninguna otra cuestión, es incuestionable que los dispositivos
legales citados con antelación del señalado código adjetivo civil sí pueden ser
aplicados supletoriamente en los supuestos de que se trata. 133
133
Novena Época Registro: 195892 Tribunales Colegiados de Circuito Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Tomo
VIII, Julio de 1998 Materia(s): Administrativa Tesis: XVII.1o.3 A Página: 345 Tesis Aislada.
aplicar retroactivamente el precepto aludido a situaciones acaecidas antes de
su iniciación de vigencia, en perjuicio de los gobernados, lo que se encuentra
prohibido por el artículo 14 constitucional, toda vez que, al ser la caducidad
una figura jurídica que extingue la instancia judicial por inactividad procesal,
es presupuesto lógico indispensable que ésta deba existir dado que es
134
imposible que caduque una instancia que aún no ha nacido".
135
PALLARES EDUARDO, “Diccionario de derecho Procesal Civil”; Editorial Porrúa, Vigesimosexta edición, México, 2001. PP.
632 a 633.
oralmente sus pretensiones por su orden, el actor su demanda y el
demandado su contestación y ofrecerán las pruebas que estimen
conducentes a su defensa y presentarán a los testigos y peritos que
pretendan ser oídos”.
138
Época: Novena Época Registro: 191128 Instancia: Pleno Tipo de Tesis: Aislada Fuente: Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta Tomo XII, Septiembre de 2000 Materia(s): Constitucional, Administrativa Tesis: P. CXLI/2000 Página:
35.
las disposiciones adjetivas civiles no se opongan directa o indirectamente a
dicha Ley Agraria; asimismo, que en la tramitación del juicio agrario los
tribunales se ajustarán primordialmente al principio de oralidad; y, en el
procedimiento agrario serán admisibles toda clase de pruebas, mientras no
sean contrarias a la ley, y los tribunales podrán acordar en todo tiempo, la
práctica, ampliación o perfeccionamiento de cualquier diligencia, siempre que
sea conducente para el conocimiento de la verdad sobre los puntos
cuestionados. De tal manera que no es válido desechar la prueba confesional
con base en el artículo 103 del código adjetivo en cita, so pretexto de que no
se exhibió pliego de posiciones, máxime si al ofrecerse la prueba en cuestión,
se señaló que deberá desahogarse al tenor de las posiciones que en su
oportunidad se formularían, previa su calificación legal; siendo evidente que el
precitado dispositivo legal se opone no sólo al principio de oralidad que rige el
procedimiento agrario, sino también al que establece que no sean contrarias a
la ley, de ahí que la supletoriedad del Código Federal de Procedimientos
Civiles, no puede establecerse para desechar la prueba confesional. 139
139
Época: Novena Época Registro: 202857 Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito Tipo de Tesis: Aislada Fuente:
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Tomo III, Marzo de 1996 Materia(s): Administrativa Tesis: VI.4o.1 A Página:
873.
la herramienta que utilice el juzgador para resolver lo pretendido o alegado por
los contendientes.140
141
Época: Décima Época Registro: 2012862 Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito Tipo de Tesis: Aislada Fuente:
Gaceta del Semanario Judicial de la Federación Libro 35, Octubre de 2016, Tomo IV Materia(s): Civil Tesis: I.6o.C.50 C (10a.)
3.14. PRINCIPIO DE CONCILIACION
Página: 3033
142
Revista de los Tribunales Agrarios, año VI, Septiembre – Diciembre, núm. 19. Óp. cit. Pp. 24 a 25. Articulo denominado: “El
proceso Agrario y los Principios que lo Rigen”.
impone, y el tribunal, con audiencia de la parte que obtuvo, calificara la
fianza o garantía según su arbitrio y si la aceptare podrá conceder jun
termino hasta de quince días para el cumplimiento y aun mayor tiempo
si el que obtuvo estuviera conforme con ella. Si transcurrido el plazo no
hubiere cumplido, se hará efectiva la fianza o garantía
correspondiente”.143
143
Marco Legal Agrario; Ley Agraria. Óp. cit. Pág. 87.
determinar la forma de ejecutar el fallo (lo que presupone su previo dictado); y
por otra, en imponer al tribunal el deber de procurar que las partes, en ambos
casos, lleguen a un avenimiento.144
144
Época: Novena Época Registro: 200574 Instancia: Segunda Sala Tipo de Tesis: Jurisprudencia Fuente: Semanario Judicial
de la Federación y su Gaceta Tomo IV, Julio de 1996 Materia(s): Administrativa Tesis: 2a./J. 31/96 Página: 159.
145
Época: Novena Época Registro: 163103 Instancia: Segunda Sala Tipo de Tesis: Jurisprudencia Fuente: Semanario Judicial
de la Federación y su Gaceta Tomo XXXIII, Enero de 2011 Materia(s): Administrativa Tesis: 2a./J. 131/2010 Página: 848.
CONVENIO PREVISTO EN LA FRACCIÓN VI DEL ARTÍCULO 185 DE LA LEY
AGRARIA. MIENTRAS NO TENGA EL CARÁCTER DE SENTENCIA,
CUALQUIERA DE LAS PARTES PUEDE MANIFESTAR SU OPOSICIÓN A
CONTINUAR CON LA CONCILIACIÓN Y PEDIR LA REANUDACIÓN DEL JUICIO.
Por otro lado, vale destacar que este principio de conciliación no solo es
propio del proceso jurisdiccional agrario, sino que también está
considerado para la fase de procuración de justicia agraria, facultando la
ley agraria y el reglamento interior de la procuraduría agraria a
visitadores, abogados y demás funcionarios agrarios, a resolver los
conflictos agrarios de que conocen o sobre los cuales solicitan asesoría
los sujetos agrarios, a resolverlos bajo el procedimiento de conciliación o
en su defecto, a través del arbitraje.
148
Novena Época Registro: 202384 Tribunales Colegiados de Circuito Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Tomo
III, Mayo de 1996 Materia(s): Administrativa Tesis: XXII.15 A Página: 608 Tesis Aislada.
149
PALLARES EDUARDO; “Diccionario de Derecho Procesal Civil”. Óp. cit. Pág. 628.
En materia agraria y en observancia a este principio, los tribunales
agrarios deberán dictar las sentencias a verdad sabida sin necesidad de
sujetarse a reglas sobre estimación de pruebas, sino apreciando los
hechos y los documentos según lo estimaren debido en conciencia,
fundando y motivando sus resoluciones (artículo 189 de la ley agraria).
Por otra parte, ¿que debe entenderse por verdad sabida?: el maestro
Guillermo Cabanellas en su diccionario de Derecho Usual la define
como “la que induce a resolver las causas y pleitos sin atenerse a las
formalidades del derecho, sino inspirándose en la equidad y la buena
fe”. Así también el mismo autor define la palabra conciencia como “la
facultad moral que distingue el bien y el mal. Conocimiento reflexivo y
exacto”.
150
Revista de los Tribunales Agrarios, año VI, Septiembre – Diciembre, núm. 19. Óp. cit. Pp. 26 a 27. Articulo denominado: “El
proceso Agrario y los Principios que lo Rigen”.
151
Octava Época Registro: 209646 Tribunales Colegiados de Circuito Gaceta del Semanario Judicial de la Federación Núm.
84, Diciembre de 1994 Materia(s): Administrativa Tesis: XV.1o. J/4 Página: 63 Jurisprudencia.
152
Novena Época Registro: 195908 Tribunales Colegiados de Circuito Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Tomo
VIII, Julio de 1998 Materia(s): Administrativa Tesis: VI.2o. J/139 Página: 315 Jurisprudencia.
quisieren hacer valer, estableciéndose, precisamente en esta etapa, la litis a la
cual deberá ceñirse la autoridad al dictar la resolución correspondiente, y si el
Magistrado responsable, al momento de resolver el conflicto puesto a su
consideración introduce cuestiones que no se puntualizaron al fijarse la litis,
haciendo valer en la sentencia oficiosamente acciones diversas a las
planteadas por las partes en la audiencia referida, resulta evidente que con su
153
actuación transgrede las garantías constitucionales de los demandados.
153
Novena Época Registro: 201573 Tribunales Colegiados de Circuito Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Tomo
IV, Septiembre de 1996 Materia(s): Administrativa Tesis: VIII.2o. J/8 Página: 497 Jurisprudencia.
no existe planteamiento alguno que adecuar o ajustar, no podrá hacer
por su cuenta planteamiento alguno, pues ello implicaría actuar no como
defensor material, sino como defensor formal y entonces su actuación
seria arbitraria y parcial, cuestión que se tornaría violatoria del debido
proceso y contravendría el contenido esencial del artículo 17 de la
constitución federal en cuanto a la justicia imparcial se refiere.
154
GARCIA RAMIREZ SERGIO; “Principios del Procedimiento Agrario Ordinario”, Óp. Cit., Pág. 509.
aparte de la defensa material en los casos que proceda la suplencia de
la deficiencia en los planteamientos de derecho, deben contar con una
defensa formal adecuada, en la que se incluye el derecho de estar
debidamente asesorado inclusive por un miembro de la Procuraduría
Agraria, si su contrario procesal concurre con un asesor a la audiencia
del juicio; Ahora bien, si en la demanda no se señala expresamente
como demandado a quien tiene interés contrario al actor, el Magistrado
instructor debe llamarlo a juicio, en ejercicio de lo dispuesto por el tercer
párrafo del artículo 164 de la ley agraria, pues conforme lo dispone el
artículo 1º. Del Código Federal de Procedimientos Civiles de aplicación
supletoria a la materia agraria en términos del artículo 167 de la ley de la
materia, quien tiene un interés contrario al actor, le corresponde
intervenir en juicio.
155
Novena Época Registro: 192428 Tribunales Colegiados de Circuito Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Tomo
XI, Febrero de 2000 Materia(s): Administrativa Tesis: VIII.2o. J/31 Página: 943 Jurisprudencia.
3.17. PRINCIPIO DE LEALTAD Y PROBIDAD
156
PALLARES EDUARDO; “Diccionario de Derecho procesal civil”. Óp. cit. Pág. 633.
justicia, el mal uso de un medio noble para la solución de los litigios. Sin
embargo, es un hecho que el proceso sigue sirviendo, en no pocos
casos, a propósitos indignos.
157
GARCIA RAMIREZ SERGIO; “Principios del Procedimiento Agrario Ordinario”, Óp. Cit., pp. 522 a 524.
158
Revista de los Tribunales Agrarios, año VI, Septiembre – Diciembre, núm. 19. Óp. cit. Pág. 29. Articulo denominado: “El
proceso Agrario y los Principios que lo Rigen”.
usar artilugios tendientes a retrasar el proceso; entre los cuales tenemos
el de mandar a una de las partes si asesoría jurídica, o bien asistir a una
de las partes pero diciendo que lo acaban de enterar del asunto,
cuestión que lleva al diferimiento de la audiencia; otra de las conductas
deshonestas se da, cuando aleccionan a los testigos o presentan
testigos a modo; cuando señalan en su libelo inicial que el demandado
no tiene domicilio y piden sea emplazado por edictos, solo para evitar
que sea hallado y traído al juicio; cuando omiten mencionar le existencia
de terceros que deben ser llamados a juicio; cuando ocultan información
o documentos esenciales que solo ellos tienen en su poder a fin de que
al tribunal se le dificulte conseguirlos o termine por no haciéndose de
ellos y se le dificulte resolver conforme a derecho y en base a la verdad
material; entre otras más. Así pues, este principio de probidad debe
campear entre el juzgador y también entre las partes, pero el mismo no
debe dejarse intocado, sino que deben aplicarse las sanciones
189 a las partes y a los terceros.
establecidas para ello, tanto al juzgador,
190
IMPEDIMENTO. ES UNA FIGURA JURÍDICA QUE LIMITA AL JUZGADOR EN
SUS FUNCIONES PARA INTERVENIR EN CASOS ESPECÍFICOS, EN QUE
PUEDE VERSE AFECTADA SU IMPARCIALIDAD E INDEPENDENCIA EN LA
IMPARTICIÓN DE JUSTICIA.
159
Época: Novena Época Registro: 175858 Instancia: Pleno Tipo de Tesis: Jurisprudencia Fuente: Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta Tomo XXIII, Febrero de 2006 Materia(s): Constitucional Tesis: P./J. 15/2006 Página: 1530.
encomienda la alta investidura judicial. Sin embargo, en ocasiones las
funciones atribuidas a los servidores públicos sufren limitaciones que por
razones particulares, no sólo no pueden ejercerlas, sino que se les impone por
las normas procesales la obligación precisa de no cumplirlas o de no ejercer
las facultades para las que fueron propuestos, dado que, independientemente
de la titularidad que se confiere a los órganos jurisdiccionales, también son
personas físicas que, como tales, viven dentro de un conglomerado social y
son, por consiguiente, sujetos de derecho, de intereses, con relaciones
humanas, sociales y familiares, titulares de bienes propios, situaciones de
vida personal, etc., abstracción hecha de la calidad que asumen como órganos
del Estado, por lo que aun cuando su designación como funcionarios
judiciales esté rodeada de una serie de garantías, de modo que asegure su
máxima idoneidad para el cumplimiento de sus actividades, puede ocurrir, por
circunstancias particulares que revisten situaciones de excepción, que quien
desempeña la función de impartir justicia no sea la persona más idónea en
relación con una litis determinada, no por incapacidad del órgano o del oficio,
sino por una incapacidad propia y personal de los sujetos que asumen la
calidad de órgano que desempeña la función judicial. En consecuencia, el
191
ejercicio de dicha función, por lo que a la persona del juzgador se refiere, se
ve limitado subjetivamente por todas esas relaciones personales que permiten
presumir parcialidad, si tuviera que juzgar a ciertas personas o situaciones
con las que le unen vínculos de afecto o relaciones de dependencia o
antagonismo, lo que da lugar a un conflicto de intereses, en pugna con el
interés público que conlleva el ejercicio de la función jurisdiccional, con el
interés personal de quien debe ejercerla en un caso concreto, como esas
situaciones dan lugar a una figura jurídica denominada impedimento, cuyo
fundamento está plasmado en el artículo 17 constitucional que establece,
entre otras cuestiones, que toda persona tiene derecho a que se le administre
justicia de manera pronta e imparcial y el artículo 66 de la Ley de Amparo
prevé que quienes estén impedidos para conocer de los juicios en que
intervengan deberán manifestarlo, ya sea porque exista amistad estrecha o
enemistad manifiesta con alguna de las partes o sus abogados o
representantes, al darse tales circunstancias, resulta forzosa la excusa del
funcionario, ya que la ley establece una función de pleno derecho con el fin de
asegurar la garantía de neutralidad en el proceso, por lo que el legislador le
niega taxativamente idoneidad al juzgador y da por hecho que no existe
independencia para que conozca de determinado negocio en los casos
previstos en el último precepto en comento, lo que implica una declaración
formal que deja intocada la respetabilidad personal, probidad, buena opinión y
fama del juzgador, evitándose así una situación subjetiva que pudiera dañar la
imagen personal de aquél y una afectación al justiciable. 160
160
Época: Novena Época Registro: 181726 Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito Tipo de Tesis: Jurisprudencia. Fuente:
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Tomo XIX, Abril de 2004 Materia(s): Común Tesis: I.6o.C. J/44 Página: 1344.
161
Época: Décima Época Registro: 2008952 Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito Tipo de Tesis: Jurisprudencia Fuente:
Gaceta del Semanario Judicial de la Federación Libro 17, Abril de 2015, Tomo II Materia(s): Civil Tesis: I.3o.C. J/11 (10a.)
Página: 1487.
trayendo a cuentas cuando se aborde el tema del control difuso de
convencionalidad en sede agraria.
4.1. LA JUSTICIA
Santo Tomas dijo que “es propio de la justicia ordenar al hombre en sus
relaciones con los demás, puesto que implica cierta igualdad, como lo
demuestra su mismo nombre (el de la justicia), pues se dice que se
ejecutan las cosas que son iguales y la igualdad es con otro”. Consiste
“en dar o atribuir a cada uno lo que es suyo, según una igualdad
proporcional, entendiendo por suyo con relación a otro, todo aquello que
le está subordinado o atribuido por sus fines”, es decir, todo aquello que
debe tener para realizar el fin que dios ha impuesto a su criatura.
Domingo de soto dijo que la justicia “consiste en poner medio entre las
cosas, por el cual haya igualdad entre los hombres”.
162
PALLARES, Eduardo, Diccionario de Derecho Procesal Civil. Óp., cit. pp. 524-525.
El cristianismo afirma, ante todo, la primacía de la caridad sobre la
justicia, postulado de raíz evangélica, recordado por Juan Pablo II al
manifestar que “no basta con la justicia” y proclamar la necesidad de
una “civilización del amor”. Desde dicho postulado, ha construido una
doctrina filosófico – jurídica de la justicia, a la que contribuyeron
poderosamente San Agustín y Santo Tomas de Aquino. El pensamiento
de este último fue asumido y desarrollado por la escuela española de
Salamanca de los siglos XVI y XVII.
Según Don Sergio Garcia Ramirez, “El tema de la tierra sigue siendo
como en el alba de la nación mexicana, un asunto de vida o muerte. Lo
es, porque de la tierra depende la animación de México, su paz, su
alimento. Cuando hay sosiego en el campo, la nación florece. Cuando
no, se encrespa, se levanta. Este asunto abarca a la Republica. Desde
las regiones prosperas, que tienen riego seguro, hasta las zonas de
agostadero, frontera del desierto. Además, la cuestión agraria
comprende a todas las generaciones que han sido desde la invasión
española hasta la víspera del siglo XXI. De ahí que el campo merezca
una atención resuelta. Para que haya orden y riqueza Y también justicia,
200 a veces lo parezca. Me digo y
que no es un tema secundario, aunque
digo que en este caso, como en todos los que atañen a la justicia, seria
trivial entender que esta se satisface con la sola existencia de
procuradurías y tribunales. No bastan, de ninguna manera. Son
indispensables pero insuficientes. Para que los órganos jurisdiccionales
cumplan su encomienda se necesita el marco de una justicia social que
confiera vida y sentido a la justicia individual que se imparten en
aquellos. Claro está que también es válida una afirmación inversa: para
que la justicia social prospere, es indispensable que cumplan su papel
los órganos de la justicia que se administra en los tribunales. Ambas
cosas son ciertas. Ambas, pues, demandan acciones lucidas, profundas,
persistentes. De nada servirán las procuradurías y los tribunales
-aunque sirvan de mucho- sino hay organización, crédito, tecnología,
maquinaria, fertilizantes, mercado, medidas de fomento, probidad -sí,
165
KIPER, Jorge; “La Justicia en la Sociedad que se avecina”, Tomo I, “La fecundación Asistida”; Editorial Losada, Primera
Edición, Argentina, 1996. PP.15 - 16 – 21.
probidad: el primer “insumo” para el éxito en el campo, en la ciudad y
donde sea -, transporte, seguros,……Con un arado y espíritu de
sacrificio no se llega muy lejos en nuestro tiempo. Vale la pena
reexaminar los principios de la justicia agraria -las reglas que orientan el
proceso- y verificar si están adecuadamente recogidos en la ley agraria.
Esta labor también comenzó en las reformas de 1993, pero es necesario
que prosiga y mejore. Legalidad, igualdad, defensa material, verdad
histórica, oralidad, celeridad, concentración, publicidad, inmediación,
itinerancia, conciliación y lealtad y probidad, son los principios que
integran el cimiento y el horizonte – ambas cosas a la vez- del juicio
agrario”.166
166
GARCIA RAMIREZ, Sergio. “El reto de la Justicia Agraria, Asunto de Vida o Muerte”. Publicado en Excelsior, México, el 2 de
febrero de i995. pp. 1-22.
De este modo, la justicia agraria habrá de encargarse de que a los
sujetos agrarios, tanto en lo individual, en lo colectivo y desde luego en
lo social, se les respete y proteja en sus derechos, que como ya hemos
visto, son básicamente, los de: “propiedad, titularidad, posesión, uso,
usufructo y aprovechamiento de tierras, bosques, selvas y aguas
ejidales y comunales; El reconocimiento y ejercicio de sus derechos
individuales y colectivos agrarios; El acceso y disfrute a los derechos
sociales agrarios en el marco del desarrollo rural integral previsto en la
fracción XX del artículo 27 constitucional; El derecho de preferencia o
del tanto en las enajenaciones parcelarias; El ejercicio del derecho de
reunión – asambleas ejidales y comunales - y de asociación -nuevos
ejidos, división y fusión de ejidos, figuras asociativas, sociedades civiles
y mercantiles -; El derecho a elegir y remover de manera democrática y
autónoma a sus órganos de representación y vigilancia respetando la
equidad de género; El derecho de asistir y tomar sus propios acuerdos y
202
decisiones en asamblea; El respeto a sus usos y costumbres; El respeto
a su consulta y a su autodeterminación; El derecho de petición, el
derecho de acceso a la información; El derecho a recibir del estado
asesoría jurídica y representación legal; El derecho para accesar a los
programas gubernamentales relacionados con el desarrollo agrario, en
lo individual como para ejidos, comunidades y organizaciones; El
derecho a recibir capacitación integral, tanto para su formación
individual, como grupal, a efecto de entender el contexto social agrario
en que se desenvuelven; El derecho a permanecer o cambiar su
régimen ejidal o comunal; El derecho a constituir sus asentamientos
humanos y a construir sus centros de población, con sus servicios
básicos y sus reservas de crecimiento; El derecho a la protección y
aprovechamiento sustentable de sus recursos naturales; El acceso real
y eficaz a la procuración y a la justicia constitucional y convencional
agraria; El acceso a los procedimientos de conciliación y arbitraje en la
procuración agraria; El derecho a recibir información, atención y
servicios de las dependencias del sector agrario; El respeto a su
derecho de interponer quejas y denuncias en contra de los funcionarios
públicos agrarios que no cumplan con sus funciones y que por ello les
afecten en sus derechos; El derecho a no ser suspendidos temporal ni
definitivamente en el ejercicio de sus derechos, ni a la pérdida de su
calidad agraria; El derecho a que los órganos registrales les inscriban
sus acuerdos y actas de asambleas, tanto las simples, como las de
formalidades especiales; El respeto y protección jurisdiccional a sus
derechos humanos en sede agraria; El derecho a construir y recibir una
legislación agraria que salvaguarde y garantice el respeto, ejercicio y el
disfrute de sus derechos, El derecho a tener tribunales agrarios dotados
de plena jurisdicción, con decisiones terminales para la administración
de justicia, pronta, expedita, real y eficaz en la materia; El derecho a que
los conflictos agrarios se sustancien a través de un proceso agrario
203observancia y aplicación de los
flexible, conciliatorio y con plena
principios procesales agrarios y, El derecho a contar con un
procedimiento preferente y sumario para el respeto y protección de los
derechos humanos en sede agraria.
168
Ibídem. PP. 25 – 31.
169
SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACION; TAFOYA HERNANDEZ, JOSE Guadalupe, (coordinador). “Elementos
para el Estudio del Juicio de Amparo”; expuesto por el Ministro Arturo Saldívar Lelo de la Rea; Bloque de Constitucionalidad;
Contradicción de Tesis 293/2011. Ediciones Corunda S.A. de C.V. México, 2017. Pág. 68.
Los siguientes criterios jurisprudenciales nos ofrecen una mayor
ilustración y precisión sobre este tema del control constitucional difuso:
170
Época: Décima Época Registro: 2005057 Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito Tipo de Tesis: Jurisprudencia
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación Libro 1, Diciembre de 2013, Tomo II Materia(s): Común Tesis:
XXVII.1o.(VIII Región) J/8 (10a.) Página: 953.
De lo que se concluye que dicho numeral de tránsito, reduce el plazo para
presentar una demanda promovida a partir del 3 de abril de dicha anualidad,
contra un acto privativo de la libertad emitido con anterioridad a esa fecha, lo
cual vulnera el derecho humano de acceso a la justicia, contenido en el citado
precepto constitucional, pues con él se obstaculiza a las personas el acceso a
la tutela jurisdiccional, siendo esto contrario a la Carta Magna;
consecuentemente, en ejercicio del control difuso de constitucionalidad,
contemplado en el artículo 1o. constitucional, debe inaplicarse y observar el
plazo señalado en la fracción II del artículo 22 de la Ley de Amparo abrogada,
el cual disponía que la demanda podía presentarse en cualquier tiempo; pues
de lo contrario, se transgrede el mencionado derecho humano reconocido en
la Constitución y tratados internacionales en perjuicio del quejoso. 171
171
Época: Décima Época Registro: 2005562 Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito Tipo de Tesis: Jurisprudencia.
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación Libro 3, Febrero de 2014, Tomo III Materia(s): Constitucional, Común
Tesis: VIII.3o.(X Región) J/2 (10a.) Página: 1817.
y, en general, con el corpus juris interamericano; en caso de que exista
una manifiesta incompatibilidad entre la norma nacional y el corpus iuris
interamericano, las autoridades nacionales deberán abstenerse de
aplicar la norma nacional para evitar la vulneración de los Derechos
Humanos protegidos internacionalmente. Las autoridades estatales
deben ejercer de oficio el control de convencionalidad, pero siempre
actuando dentro de sus respectivas competencias y de las regulaciones
procesales correspondientes, las cuales se definen en el ámbito interno.
Las acciones concretas que deben ser llevadas a cabo por las
autoridades estatales en el cumplimiento
217 de la obligación de realizar un
control de convencionalidad son variadas. La primera es interpretar la
norma nacional de conformidad con el corpus iuris interamericano, e
inaplicar dicha norma en aquellos casos en donde no admita
interpretación conforme posible y la autoridad tenga dicha competencia.
Resulta, incluso, posible que ahí donde la autoridad encuentre una
norma manifiestamente incompatible con la Convención, y tenga las
facultades para declarar su invalidez con efectos generales
(competencia de ciertos tribunales o salas constitucionales) la autoridad
debe hacerlo para evitar futuras vulneraciones. Asimismo, el control
también posee un rol importante en el cumplimiento de las sentencias de
la Corte Interamericana, especialmente cuando dicho acatamiento
queda a cargo de jueces nacionales, tal y como lo estableció la Corte
Interamericana en la ya mencionada supervisión de cumplimiento de
sentencia en el caso Gelman vs. Uruguay. (2013).
En consideración a lo anterior, es posible determinar tres objetivos
principales perseguidos por la doctrina del control de convencionalidad.
El primero es prevenir la aplicación de normas nacionales que
manifiestamente sean incompatibles con la Convención Americana y
que resultan nulas ab initio, como sucede con las leyes de amnistía que
permiten impunidad en casos de desaparición forzada, ejecuciones
extrajudiciales, crímenes de lesa humanidad y otras graves violaciones
de Derechos Humanos. El segundo objetivo es servir como una
institución que permita a todas las autoridades del Estado cumplir
adecuadamente con su obligación de respeto y garantía de los
Derechos Humanos protegidos por la Convención Americana, y con el
cumplimiento de sentencias dictadas en contra del Estado al que la
autoridad pertenece. De esta forma, la doctrina busca fortalecer la
complementariedad (subsidiariedad) de los sistemas nacionales y el
sistema interamericano en la protección de los derechos fundamentales.
218 como un medio para permitir y
Finalmente, el tercer objetivo es servir
acrecentar el dialogo, especialmente un dialogo jurisprudencial en
materia de Derechos Humanos, entre los tribunales nacionales y la
Corte Interamericana que permita efectivizar los Derechos
Fundamentales, constituyendo un elemento esencial en la formación e
integración de un ius constitucionale comune en beneficio de la
protección de la dignidad de todas las personas en la región. 172
172
Diccionario de Derecho Procesal Constitucional y Convencional, tomo I, Significado de “Control de Convencionalidad (sede
interna), a cargo de Eduardo Ferrer Mac-Gregor. Óp. cit. Pp. 233 a 236.
internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte, así como de
las garantías para su protección, cuyo ejercicio no podrá restringirse ni
suspenderse, salvo en los casos y bajo las condiciones que esta
Constitución establece. Las normas relativas a los derechos humanos
se interpretarán de conformidad con esta Constitución y con los tratados
internacionales de la materia favoreciendo en todo tiempo a las
personas la protección más amplia. Todas las autoridades, en el ámbito
de sus competencias, tienen la obligación de promover, respetar,
proteger y garantizar los derechos humanos de conformidad con los
principios de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y
progresividad. En consecuencia, el Estado deberá prevenir, investigar,
sancionar y reparar las violaciones a los derechos humanos, en los
términos que establezca la ley. Está prohibida la esclavitud en los
Estados Unidos Mexicanos. Los esclavos del extranjero que entren al
territorio nacional alcanzarán, por este solo hecho, su libertad y la
219
protección de las leyes. Queda prohibida toda discriminación motivada
por origen étnico o nacional, el género, la edad, las discapacidades, la
condición social, las condiciones de salud, la religión, las opiniones, las
preferencias sexuales, el estado civil o cualquier otra que atente contra
la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los
derechos y libertades de las personas”.173
Como se aprecia, este precepto constitucional mexicano, recepciona los
derechos humanos de fuente internacional y se los reconoce a todas las
personas sin distingo alguno, proveyendo además de las “garantías” o
mecanismos procesales para su protección, a través de la obligación
que les asigna a todas las autoridades para promover, respetar, proteger
en forma amplia y garantizar los derechos humanos – control de
constitucionalidad y convencionalidad -; debiendo además prevenir,
investigar, sancionar y reparar las violaciones a estos derechos, de
173
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/. Consulta realizada el día 29 de
diciembre de 2018 a las 11:03 horas p.m.
donde se sigue que el reformador constitucional mexicano – al menos
formalmente – ha entendido y aceptado a cabalidad, el dialogo que ha
venido implementado la Corte Interamericana con los Estados
Nacionales que han aceptado su competencia y jurisdicción para la
salvaguarda integral de los derechos humanos, acatando lo establecido
en el art. 1.1 de la Convención Americana de respetar los derechos y
libertades reconocidos en ella y a garantizar su libre y pleno ejercicio a
toda persona que esté sujeta a su jurisdicción, sin discriminación alguna
por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, opiniones políticas o
de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica,
nacimiento o cualquier otra condición social.
174
Ibidem.
175
Convención Americana sobre Derechos Humanos Comentada. Óp. cit. Pág. 8.
excepcionales como casos de invasión, perturbación grave de la paz
pública, o de cualquier otro que ponga a la sociedad en grave peligro o
conflicto, se restringirá el ejercicio de algunos derechos y las garantías
que fuesen obstáculo para hacer frente, rápida y fácilmente a la
situación; pero deberá ser solo por un tiempo limitado y por medio de
prevenciones generales y sin que la restricción o suspensión se
contraiga a determinada persona, salvaguardando un bloque de
derechos que no podrán ser restringidos en cuanto a su ejercicio ni en
cuanto a las garantías procesales para su protección.176 Esta disposición
de restricción parece llevarnos a una “trampa constitucional”, en clara
referencia a que la constitución mexicana no da efectividad a los
derechos humanos de fuente internacional, porque finalmente
terminaran imponiéndose las restricciones establecidas en la
constitución mexicana y si ello implica que esa restricción vulnere
derechos humanos, aun así, tal restricción deberá prevalecer.
221 que tal restricción no se refiere al
Al respecto debe precisarse, primero,
contenido esencial de los derechos humanos, luego la sustancia
constitucional como convencional de los mismos, queda salvaguardada;
Segundo, la restricción va encaminada hacia su no ejercicio, pero este
es temporal y decretado solo para hacer frente a una situación de
excepción que pone en peligro al Estado y a la Sociedad misma, pero
aun así, se salvaguarda un núcleo de derechos que a pesar de la
situación de excepción, no podrán suspenderse ni restringirse ni en su
contenido esencial ni en cuanto a su ejercicio, mucho menos en cuanto
a las garantías jurisdiccionales para su protección, derechos que de su
simple lectura, se aprecia que son de los básicos y más elementales que
aseguran a las personas el respeto a su dignidad y al desarrollo de sus
actividades fundamentes. en tercer lugar, la restricción contenida en
este dispositivo constitucional está supeditada al cumplimiento de varios
176
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/ Óp. cit. Pág. 38. En donde
puede leerse todo el contenido de este precepto constitucional.
supuestos y reglas para su establecimiento, entre ella la de más
importancia, estimo, es la que se refiere a que: “Los decretos expedidos
por el Ejecutivo durante la restricción o suspensión, serán revisados de
oficio e inmediatamente por la Suprema Corte de Justicia de la Nación,
la que deberá pronunciarse con la mayor prontitud sobre su
constitucionalidad y validez”.177 De ahí que, el hecho de que la propia
Corte mexicana, haya producido un criterio jurisprudencial relacionado
con la prevalencia de las restricciones constitucionales, ello es acorde
con lo establecido en este articulo 29 en análisis, pues tal restricción
deberá ser fundada, motivada, proporcional y observando en todo
momento los principios de legalidad, racionalidad, proclamación,
publicidad y no discriminación; en cuarto y último lugar, debe decirse
que la restricción a que se refiere este precepto constitucional en
análisis, no pone límites per se, a ningún derecho, pues estimo, que son
los propios derechos de acuerdo a su naturaleza, los que se proveen de
222derecho es ilimitado, sino que
sus propios límites, pues ningún
encuentra un dique tanto a su contenido esencial como a su ejercicio, en
la frontera con otros derechos y con los derechos de otras personas que
también son titulares de los mismos o de otros derechos inclusive, sin
que ello implique que la constitución o las convenciones sean las que
establezcan tales limites, pongo un ejemplo sencillo y relacionado con la
materia que en este libro nos ocupa – la materia agraria -, un ejido o
comunidad, ejidatario o comunero, según la fracción VII del artículo 27
de la Constitución mexicana, tienen derechos de propiedad, uso y
usufructo sobre sus tierras, bosques, selvas y aguas, derechos que se
mantienen incólumes tanto en su esencia como en su ejercicio, siempre
que esos derechos se ejerciten sobre la propiedad, uso y usufructo de
sus tierras, pero el limite a tal evento, está en que un ejido o un
ejidatario no podrá invadir las tierras de otro ejido u otro ejidatario, ni
177
Ibidem.
apoderarse indebidamente de ellas, ni viceversa, luego, no es la
constitución la que le pone límites al ejercicio de estos derechos, sino el
propio derecho se los asigna, pues aparece el viejo apotegma ideado
por los Romanos, de que “el derecho de unos termina cuando aparece
el derecho de los demás”. Luego entonces, estimo, no existe tal “trampa
de constitucionalidad”, pues, finalmente, el Estado encuentra sus
propios límites, en el caso que nos ocupa, en el mencionado bloque de
derechos que aparece en este precepto constitucional en análisis,
además de que la constitución mexicana al haber recepcionado a los
derechos humanos de fuente internacional, les convida de su máxima
jerarquía y al analizar una posible restricción a los derechos
fundamentales, en ella va inmerso también el análisis de
convencionalidad y el resultado de dicho análisis deberá tener en cuenta
los parámetros establecidos por el corpus iure internacionales, pues
finalmente, el Estado mexicano sabe y lo sabe bien, que ante un
223 interamericanos, propiciara que
desconocimiento de estos parámetros
tanto las normas internas como las sentencias dictadas en los casos
concretos, tendrán que ser revisadas por la corte interamericana, ultima
ratio de convencionalidad y si dicha corte interamericana así lo estima,
le corregirá la plana al Estado y a los tribunales mexicanos, aun y
cuando en la última instancia mexicana se hubiera dicho que la norma o
la restricción en cuestión no se contraponían a los parámetros de
convencionalidad ni era vulneradora de derechos humanos.
En lo que se refiere al artículo 133 constitucional, este precepto,
estimo, desde su aparición en la norma fundamental, ha buscado que
congenien, la constitución, las normas generales de ella emanadas, con
los tratados internacionales, de donde resulta que el Estado mexicano,
ha propiciado siempre desde su más alto ordenamiento jurídico, la
convivencia entre las normas mexicanas y las internacionales, sean o no
en materia de derechos humanos. Asimismo, este precepto
fundamental, desde siempre, ha querido que todos los jueces
nacionales desarrollen su actividad jurisdiccional en apego a los
preceptos que en ella se contienen y en apego a aquellos que de ella
emanen, incluidos los contenidos de los tratados internacionales,
cuestión que antes de la reforma constitucional en materia de amparo y
de derechos humanos, esta aspiración constitucional estaba muy
limitada, al reservarla la jurisprudencia mexicana, solo a los jueces de
amparo y desde luego a la Corte Suprema de la Nación, pues los jueces
ordinarios no podían inaplicar una norma por estimarla inconstitucional
ni mucho menos declararla inconstitucional, en su momento algunos
tribunales intentaron hacer tal cosa y la Corte mexicana les dijo
tajantemente que la facultad de pronunciarse sobre la
inconstitucionalidad de una ley le estaba reservada a ese máximo
tribunal. Luego, la reforma constitucional en materia de derechos
humanos, le trajo al artículo 133 constitucional, la oportunidad de que a
224 los jueces nacionales pudiesen
su resguardo en sede interna, todos
hacer control de constitucionalidad difuso, para salvaguardar
materialmente, el respeto y protección de los derechos fundamentales,
ahora como derechos humanos, huéspedes vitalicios en nuestra carta
constitucional, estando facultados a la luz del control de
convencionalidad, para inaplicar una norma al caso concreto por
estimarla inconstitucional e inconvencional y no se diga de los tribunales
de amparo y de la propia Corte Suprema, quienes podrán ahora decretar
una declaratoria general de inconstitucionalidad, tanto en control difuso
como en control concentrado, inaplicando dicha norma, e invalidándola
por no respetar los parámetros de constitucionalidad y de
convencionalidad que ahora prevalecen en el sistema jurídico mexicano.
De ahí que este precepto constitucional sea ahora más acorde con los
artículos 1,1, 2º., 25 y 29 de la Convención Americana, con los artículos
26 y 27 de la Convención de Viena y, por ende, con la doctrina del
control de convencionalidad aquí puesta de manifiesto.
Bajo todo este panorama, es inconcuso, que todos los tribunales
mexicanos bajo sus respectivas competencias, especializaciones y
regulaciones procesales deberán hacer control de convencionalidad
difuso en los casos sometidos a su conocimiento, en donde aparezcan
controvertidos los derechos humanos, ya puestos en relevancia por las
partes o ya advertidos de oficio por su importancia y trascendencia en
cuanto a sus graves violaciones.
Las tesis de jurisprudencia que a continuación se detallan, nos dan un
poco más de luz, sobre el tema en estudio:
Época: Novena Época Registro: 165074 Instancia: Tribunales Colegiados de
Circuito Tipo de Tesis: Aislada Fuente: Semanario Judicial de la Federación y
su Gaceta Tomo XXXI, Marzo de 2010 Materia(s): Común Tesis: I.4o.A.91 K
Página: 2927.
CONTROL DE CONVENCIONALIDAD. DEBE SER EJERCIDO POR LOS JUECES
225
DEL ESTADO MEXICANO EN LOS ASUNTOS SOMETIDOS A SU
CONSIDERACIÓN, A FIN DE VERIFICAR QUE LA LEGISLACIÓN INTERNA NO
CONTRAVENGA EL OBJETO Y FINALIDAD DE LA CONVENCIÓN AMERICANA
SOBRE DERECHOS HUMANOS.
La Corte Interamericana de Derechos Humanos ha emitido criterios en el
sentido de que, cuando un Estado, como en este caso México, ha ratificado un
tratado internacional, como lo es la Convención Americana sobre Derechos
Humanos, sus Jueces, como parte del aparato estatal, deben velar porque las
disposiciones ahí contenidas no se vean mermadas o limitadas por
disposiciones internas que contraríen su objeto y fin, por lo que se debe
ejercer un "control de convencionalidad" entre las normas de derecho interno
y la propia convención, tomando en cuenta para ello no sólo el tratado, sino
también la interpretación que de él se ha realizado. Lo anterior adquiere
relevancia para aquellos órganos que tienen a su cargo funciones
jurisdiccionales, pues deben tratar de suprimir, en todo momento, prácticas
que tiendan a denegar o delimitar el derecho de acceso a la justicia.
CUARTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL
PRIMER CIRCUITO.
Amparo directo 505/2009. Rosalinda González Hernández. 21 de enero de 2010.
Unanimidad de votos. Ponente: Patricio González-Loyola Pérez. Secretario:
Víctor Octavio Luna Escobedo.
Época: Décima Época Registro: 160589 Instancia: Pleno Tipo de Tesis: Aislada
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Libro III, Diciembre
de 2011, Tomo 1 Materia(s): Constitucional Tesis: P. LXVII/2011(9a.) Página:
535.
CONTROL DE CONVENCIONALIDAD EX OFFICIO EN UN MODELO DE
CONTROL DIFUSO DE CONSTITUCIONALIDAD.
De conformidad con lo previsto en el artículo 1o. de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos, todas las autoridades del país, dentro del
ámbito de sus competencias, se encuentran obligadas a velar no sólo por los
derechos humanos contenidos en la Constitución Federal, sino también por
aquellos contenidos en los instrumentos internacionales celebrados por el
Estado Mexicano, adoptando la interpretación más favorable al derecho
humano de que se trate, lo que se conoce en la doctrina como principio pro
226
persona. Estos mandatos contenidos en el artículo 1o. constitucional,
reformado mediante Decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación de
10 de junio de 2011, deben interpretarse junto con lo establecido por el diverso
133 para determinar el marco dentro del que debe realizarse el control de
convencionalidad ex officio en materia de derechos humanos a cargo del
Poder Judicial, el que deberá adecuarse al modelo de control de
constitucionalidad existente en nuestro país. Es en la función jurisdiccional,
como está indicado en la última parte del artículo 133 en relación con el
artículo 1o. constitucionales, en donde los jueces están obligados a preferir
los derechos humanos contenidos en la Constitución y en los tratados
internacionales, aun a pesar de las disposiciones en contrario que se
encuentren en cualquier norma inferior. Si bien los jueces no pueden hacer
una declaración general sobre la invalidez o expulsar del orden jurídico las
normas que consideren contrarias a los derechos humanos contenidos en la
Constitución y en los tratados (como sí sucede en las vías de control directas
establecidas expresamente en los artículos 103, 105 y 107 de la Constitución),
sí están obligados a dejar de aplicar las normas inferiores dando preferencia a
las contenidas en la Constitución y en los tratados en la materia.
Varios 912/2010. 14 de julio de 2011. Mayoría de siete votos; votaron en
contra: Sergio Salvador Aguirre Anguiano, Jorge Mario Pardo Rebolledo con
salvedades y Luis María Aguilar Morales con salvedades. Ausente y Ponente:
Margarita Beatriz Luna Ramos. Encargado del engrose: José Ramón Cossío
Díaz. Secretarios: Raúl Manuel Mejía Garza y Laura Patricia Rojas Zamudio.
178
Revista de los Tribunales Agrarios No. 60, Segunda Época, Año IX, Octubre – Diciembre de 2012. Pp. 143 – 146, relativas
al tema expuesto por la Magistrada Agraria Janette Castro Lara, relativo a la “Posibilidad del Control de Convencionalidad en
Tribunales Agrarios”.
179
Ibidem. Pág. 146.
Sobre el tema en trato en este apartado, vale decir, que el suscrito, en
mi tesis doctoral había planteado la necesidad de que los tribunales
agrarios se convirtieran en tribunales con facultades de control difuso de
constitucionalidad, estimando que los Tribunales Agrarios, debían de ser
tribunales de Constitucionalidad, ya que no lo eran, pues desde su
creación, habían sido solo tribunales de legalidad, lo que trastocaba su
esencia Constitucional, pues valía recordar que estos tribunales habían
surgido directamente de la fracción XIX del artículo 27 Constitucional,
para administrar justicia agraria, teniendo como base, los derechos que
nuestra ley fundamental otorga a través de este precepto Constitucional
a los justiciables agrarios en sus fracciones VII, VIII, IX, XV, XVIII, XIX Y
XX; Estimaba también que el problema planteado se limitaba, a
convertir al Tribunal Superior Agrario en Tribunal Superior Constitucional
Agrario, pasando a ser tanto un tribunal de legalidad, como también de
control de constitucionalidad, otorgándole la facultad para aplicar inter
231 en materia agraria, y así poder en
partes, el control constitucional difuso
esta materia, inaplicar una ley que estimare inconstitucional y poder
anular el acto de autoridad por estimarlo contrario a la Constitución
Federal, sin realizar, una declaratoria general de inconstitucionalidad de
la ley, sino únicamente en el caso concreto sometido a su conocimiento;
De igual forma estimaba que La transformación del Tribunal Superior
Agrario en Tribunal de Constitucionalidad y de los Tribunales Unitarios
Agrarios en Salas Unitarias Agrarias, estaría plenamente justificada,
pues solo eran tribunales de legalidad, y por ello, al resolver en
definitiva los asuntos sometidos a su conocimiento solo realizaban
estudios de esta naturaleza, mas no de constitucionalidad, siendo
abordado lo relativo a la constitucionalidad, únicamente si el asunto
llegaba a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, vía recurso de
revisión, ya fuera, cuando los Tribunales Colegiados de circuito al
conocer de amparos directos agrarios omitan entrar al estudio de las
cuestiones de constitucionalidad agraria planteadas o si estas persistían
en la ejecutoria dictada en el amparo directo o bien, también solo
llegaban a la corte vía recurso de revisión en amparo indirecto cuando
se trataba de violaciones directas a derechos fundamentales agrarios y
que los juzgados de Distrito omitían resolver o resolvían en contra de
estos derechos de los justiciables agrarios y finalmente, cuando el
asunto agrario, era atraído por la corte por su trascendencia e
importancia, ya de oficio ya por turno de los Tribunales de Amparo, que
por lo anterior, era que los tribunales agrarios debían ser no solo
tribunales de legalidad, sino también de constitucionalidad, para que al
resolver los asuntos sometidos a su conocimiento en esta instancia, se
pronunciaran con expedites y eficiencia, sobre cuestiones tanto de
legalidad como de constitucionalidad, de lo contrario, las cuestiones
relativas a la constitucionalidad agraria, seguirán ventilándose fuera de
estos tribunales agrarios, en detrimento de los derechos constitucionales
232 facie-, reconocía a los sujetos
que nuestra ley fundamental -prima
agrarios.
180
Ibidem. Pp. 204 a 205. Relativo al articulo denominado “Tendencias Actuales de la Jurisdicción Agraria a la Luz de la
Reforma Constitucional en Materia de Derechos Humanos en México” y, al tema especifico “El juez agrario como garante de
Derechos Humanos”; desarrollados por la Magistrada Agraria Erika Lissete Reyes Morales.
Los siguientes criterios jurisprudenciales, nos orientaran un poco más
sobre el contenido y alcances de la labor jurisdiccional agraria aquí
comentada.
181
Suprema Corte de Justicia de la Nación, “El impacto de la reforma constitucional en materia de derechos humanos en la
labor jurisdiccional en México”; Juan N Silva Meza, México, 2012, pp. 2 – 4.
precepto constitucional, en donde se ancla el “Procedimiento preferente
y sumario”, para el respeto, protección y reparación de los derechos
fundamentales y humanos agrarios en su propia sede, así lo resalto para
que a los juzgadores agrarios no les quede la menor duda de lo factible
que es la instauración de dicho procedimiento, pues parte nada más y
nada menos que de nuestra carta fundamental y, por ello, irradia a todo
nuestro sistema procesal agrario.
184
Convención Americana Sobre Derechos Humanos Comentada. Óp. cit. pp. 210, 212 y 213. Comentario a cargo de Juana
Maria Ibáñez Rivas.
185
Compilación de Instrumentos Internacionales, sobre protección de la persona, aplicables en México, Suprema Corte de
Justicia de la Nación; Tomo I. Derecho Internacional de los derechos Humanos; primera Edición noviembre de 2012, México D.
F. Pág. 185.
toda persona el acceso a la administración de justicia para hacer valer
sus derechos.186
Antes, vale la pena insistir en que debemos tener muy presente, cuáles
son los derechos de los sujetos agrarios, para ello, se debe partir de la
naturaleza del derecho agrario y de todo lo accesorio a ella, siendo
dicha naturaleza todo aquello que las normas jurídicas constitucionales,
convencionales y legales, deben garantizarle a los sujetos agrarios en
cuanto al régimen agrario se refieran, como el derecho a la propiedad,
titularidad, posesión, uso, usufructo y aprovechamiento de tierras,
bosques, selvas y aguas ejidales y comunales, tanto en lo individual
como en lo colectivo; su separación temporal o definitiva como
ejidatarios o comuneros; El acceso y disfrute de los derechos sociales
agrarios en el marco del desarrollo rural integral previsto en la fracción
XX del artículo 27 constitucional; El derecho de preferencia o del tanto
en las enajenaciones parcelarias; las sucesiones agrarias que incluyan a
los solares urbanos ejidales; el mejor derecho a heredar; El ejercicio del
derecho de reunión y de asociación ejidales y comunales; El derecho a
votar y ser votado, a elegir y remover de manera autónoma, legal y
democrática a sus órganos de representación ejidal y comunal
respetando la equidad de género; El derecho a la no reelección de sus
247 El derecho a que las decisiones
órganos de representación y vigilancia;
ejidales y comunales se tomen en asamblea con las formalidades
previstas para tal efecto; El respeto a sus usos y costumbres; El respeto
a su autodeterminación; El derecho a permanecer o cambiar su régimen
ejidal o comunal; El derecho a regularizar sus tierras y a destinar tierras
para sus asentamientos humanos y a construir sus centros de
población, con sus servicios básicos; El acceso a los procedimientos de
conciliación y arbitraje en la procuración agraria; El derecho de petición;
el derecho y acceso a la información; El derecho a interponer quejas y
denuncias en contra de los funcionarios públicos agrarios que no
cumplan con sus funciones y que por ello les afecten en sus derechos;
El derecho a adquirir el dominio plenos sobre sus tierras; El derecho a
que se les asignen tierras y se les reconozca la calidad agraria de
ejidatarios, comuneros, avecindados y posesionarios; El derecho a que
los órganos registrales les inscriban sus actas de asamblea emitidas
para el desarrollo de sus actividades, su organización interna y de
aquellas que se requieran para la protección contra terceros; El respeto,
salvaguarda, conservación y aprovechamiento sustentable de sus
recursos naturales y del medio ambiente; El derecho a recibir una
contraprestación justa por la ocupación y aprovechamiento de sus
tierras para proyectos u obras de interés público y social en cualquier
tiempo; El respeto a sus límites; El derecho a la restitución de sus
tierras; El derecho a la reversión de sus tierras ejidales y comunales; El
derecho a expedir sus reglamentos internos acordes al contexto en que
cada ejido o comunidad se desenvuelve en un marco de respeto a
nuestras normas fundamentales y convencionales; El derecho a la
certificación de sus tierras; El derecho a constituir sus juntas de
pobladores y demás organizaciones ejidales y comunales; El derecho a
conservar la parcela escolar para los fines que fue creada; El derecho a
evitar el latifundio y acaparamiento de tierras ejidales y comunales; El
derecho a formar grupos internos248
de trabajo para el aprovechamiento
equitativo de sus tierras de uso común; La nulidad de las asambleas que
restrinjan, modifiquen o extingan sus derechos ejidales o comunales; La
prohibición de plano de asignación de parcelas en bosques y selvas; El
acceso real y eficaz a la procuración y a la justicia constitucional y
convencional agraria.
En todo ese estado de cosas, este apartado nos sirve para determinar a
los sujetos de derecho agrario, al régimen jurídico agrario, la naturaleza
del derecho agrario y los derechos fundamentales y humanos agrarios,
cuestión que deberán tener muy en cuenta los tribunales agrarios, pues
lo que este trabajo pretende es que todos estos derechos sean
justiciados en sede agraria, a través de los principios procesales
agrarios y, bajo el control de convencionalidad a que están obligados y
facultados para realizar, los tribunales agrarios, según mandato expreso
contenido en el artículo 1º., de la constitución federal, cuestión que
según la experiencia del suscrito,
249rara vez lo llevan a cabo dichos
tribunales, dejándoles tal encomienda a los tribunales federales de
amparo.
187
Artículo 45.- Las tierras ejidales podrán ser objeto de cualquier contrato de asociación o aprovechamiento celebrado por el
núcleo de población ejidal, o por los ejidatarios titulares, según se trate de tierras de uso común o parceladas, respectivamente.
Los contratos que impliquen el uso de tierras ejidales por terceros tendrán una duración acorde al proyecto productivo
correspondiente, no mayor a treinta años, prorrogables.
y perjuicios a las personas y al medio ambiente, la duración del
proyecto, etc., etc. Todo lo cual queda perfectamente asentado en el
acta de asamblea de formalidades especiales, levantada con ese motivo
en donde constan las firmas de los órganos de representación y
vigilancia, de los ejidatarios o comuneros asistentes, la del
representante de la procuraduría agraria y la firma y sello del fedatario
público, todo lo cual vuelca dicho documento en un instrumento público
con plena validez. Luego, cuando los representantes legales de las
empresas ocurren al tribunal en vía del procedimiento de validación
correspondiente, el tribunal agrario debe de inmediato mandar abrir el
procedimiento preferente y sumario para atender y resolver sobre la
validez o no de la asamblea, de los acuerdos ahí tomados y de los
contratos de ahí derivados, lo cual debe hacer de inmediato, pues tiene
en sus manos el acta de asamblea correspondiente, ello al ser requisito
sine quanon para admitir a trámite estos asuntos, cuestión que
256de que del acta de asamblea se
regularmente no hace así, a pesar
advierte que esta es derivada de una asamblea simple y no de una de
formalidades especiales tal y como lo ordena la ley de la materia en
relación con la ley agraria, que no se presentaron los avalúos
correspondientes, que no hubo testigos sociales, que no hubo la fianza
para reparar los daños y perjuicios que llegaren a causarse y aun así, el
tribunal, tarda hasta un año o más para resolver sobre la validación
requerida por la empresa solicitante, debido a que se la pasa formulando
prevenciones y aclaraciones para que los solicitantes subsanen los
requisitos que debieron cubrir en su momento, generando una suerte de
incertidumbre jurídica tanto para los empresarios como para los ejidos y
comunidades afectados en sus tierras, provocando además conflictos
sobre el uso y aprovechamiento de las tierras pactadas para el
establecimiento de las servidumbres de paso, cuando es tan sencillo
que al analizar el acta de asamblea, se analice si la asamblea cumplió o
no con los requisitos correspondientes y en caso de que así sea resolver
de inmediato dando validez a la asamblea, acuerdos y contratos de ella
derivados y si no declarar la invalidez de la asamblea y mandarla
reponer en sus términos.
188
Constitución Española. Fundación Acción Pro Derechos Humanos. www_derechoshumanos_net_archivos. 2. Cualquier
ciudadano podrá recabar la tutela de las libertades y derechos reconocidos en el artículo 14 y la Sección primera del Capítulo
segundo ante los Tribunales ordinarios por un procedimiento basado en los principios de preferencia y sumariedad y, en su
caso, a través del recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional. Este último recurso será aplicable a la objeción de
conciencia reconocida en el artículo 30.
atención, debido a que la justicia no se mide en términos de cantidad,
sino de calidad, imparcialidad, certeza y prontitud, toda vez que el fruto
de la justicia es la paz, y por antonomasia los tribunales deben ser
órganos totalmente autónomos, ya que históricamente la lucha por tener
tribunales autónomos cuya justicia sea objetiva, imparcial e
independiente ha estado a la par de las consignas libertarias y
revolucionarias.189
Estoy convencido como Albert Einstein, de que hay una fuerza motriz
más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica: la
voluntad; Quizás esta frase máxima, la formulo Einstein parafraseando a
Ulpiano, quien en franca y directa alusión a su concepto de justicia, el
jurisconsulto Romano, expresó que esta era la perpetua y constante
voluntad de dar a cada quien lo suyo, lo que finalmente para él,
constituía la justicia, ahora, en nuestros tiempos, claro que requerimos
de constancia y voluntad para que264
en justicia, dar a cada quien lo suyo,
pero requerimos también de constancia y voluntad para una justicia,
pronta, expedita, real y efectiva, que culmine con el respeto, protección y
reparación también pronto, expedito, real y efectivo de los derechos
humanos de los justiciables, en este caso, para los justiciables agrarios
y en su propia sede, para así librarnos de esa frase perniciosa de que
“justicia retardada es justicia denegada.
189
Revista de los Tribunales Agrarios No. 60. Óp. cit. Pp. 15 a 16. En donde se desarrolla el articulo denominado “La
consolidación de los Tribunales Agrarios como órganos constitucionales autónomos”, a cargo del Magistrado Agrario Antonio
Luis Betancourt Sánchez.
Aristóteles decía: “La mejor forma de no ser criticado, es no decir
nada, no hacer nada, no ser nadie”.
GRACIAS.
. FERRATER MORA, JOSE: “Diccionario de Filosofía, vol. III, Barcelona: Ariel, 2001.
. Horst Balz Gerhard Schneider: Diccionario exegético del nuevo testamento, vol. I,
Barcelona: Sígueme, 1996. 265
. QUISBERT Ermo, “los principios constitucionales”, http://ermoquisbert.tripod.com,
p.28. 11:23, 6 de octubre de 2016.
. OVALLE FAVELA José, “Teoría General del Proceso”, Editorial Oxford, Sexta
Edición, México, 2012.
. FIGUEROA MAURICIO, Luis, “Las fuentes del derecho”., Editorial Porrúa, segunda
edición, México, 2016.
. http://www.corteidh.or.cr
. Revista de los Tribunales Agrarios, año VI, Septiembre – Diciembre, núm. 19,
Centro de Estudios de Justicia Agraria “Dr. Sergio Garcia Ramirez”, México 1998,
. Corte IDH. Condición Jurídica y Derechos Humanos del Niño. Opinión Consultiva
OC-17/02 del 28 de agosto de 2002.
. www.ciia,gob,mx/m_principal.asp
. Revista de los Tribunales Agrarios No. 60, Segunda Época, Año IX, Octubre –
Diciembre de 2012. Pp. 143 – 146, relativas al tema expuesto por la Magistrada
Agraria Janette Castro Lara, relativo a la “Posibilidad del Control de
Convencionalidad en Tribunales Agrarios”.
271
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