Está en la página 1de 24

INTRODUCCIÓN

GENERAL AL DERECHO

Rodrigo Noguera Laborde


CONTENIDO

Presentación........................................................................................ 359
Introducción....................................................................................... 361
División de los estudios jurídicos.................................................... 361
Primera parte
Introducción a la Filosofía del Derecho.........................................363
II. Las ciencias....................................................................................368
III. La filosofía del derecho.............................................................. 372
Capítulo I
Noción de Derecho...........................................................................377
B) Definición de derecho..................................................................381
C) El derecho y la coacción..............................................................387
D) Otras visiones del derecho..........................................................389
Capítulo II
El derecho, la moral y los usos sociales..........................................405
B) El derecho y las reglas del trato social....................................... 410
Capítulo III
La norma jurídica............................................................................... 417
B) El deber jurídico...........................................................................429
Capítulo IV
La relación jurídica, el derecho subjetivo
y la obligación jurídica....................................................................... 437
B) El derecho subjetivo.....................................................................438
C) La obligación jurídica................................................................... 452
Capítulo V
Las personas desde el punto de vista jurídico............................... 455

10
Contenido | Tomo II

Capítulo VI
Los fines del derecho. Teoría sobre los valores jurídicos............463
A) Noción general sobre los valores...............................................463
B) La justicia.......................................................................................468
C) La equidad..................................................................................... 473
D) La seguridad.................................................................................. 477
E) El bien común...............................................................................481
Capítulo VII
El derecho natural..............................................................................489
A) Antigüedad griega y romana......................................................490
B) El derecho natural del cristianismo........................................... 495
C) El derecho natural del racionalismo..........................................498
D) Reacción contra el derecho natural...........................................499
E) Doctrinas modernas y contemporáneas sobre
el derecho natural...............................................................................501
F) Teoría sobre el derecho natural..................................................504
Capítulo VIII
El derecho natural subjetivo............................................................ 513
Segunda parte
Introducción a la ciencia del derecho............................................. 521
Capítulo IX
Divisiones del derecho positivo....................................................... 535
B) Ramas principales del derecho público.....................................538
C) Ramas principales del derecho privado....................................545
Capítulo X
Las fuentes formales del derecho....................................................549
A) La ley...............................................................................................550
B) La costumbre.................................................................................562
C) La jurisprudencia..........................................................................566
D) Los actos jurídicos y los tratados internacionales................... 571
Capítulo XI
El ordenamiento jurídico positivo.................................................. 575
Capítulo XII
La plenitud del ordenamiento jurídico y el problema de
las lagunas...........................................................................................589
Capítulo XIII
Interpretación de las leyes................................................................607

11
I. Métodos propuestos por la ciencia jurídica para la
interpretación de las leyes.................................................................608
A) La Escuela de la Exégesis............................................................609
B) El método de interpretación propuesto por Federico
Carlos de Savigny............................................................................... 613
C) El método propugnado por la teoría finalística
o teleológica........................................................................................ 615
D) El método de interpretación según Hans Kelsen................... 616
E) El método de interpretación según Gustavo Radbruch........ 619
II. Reglas de interpretación segúnel derecho positivo
colombiano..........................................................................................620
Primera hipótesis: el sentido de la ley es claro.............................. 621
Segunda hipótesis: el sentido de la ley es oscuro..........................622
Capítulo XIV
Conflicto de leyes en el tiempo y en el espacio.............................627
A) Conflicto de leyes en el tiempo..................................................627
B) Conflicto de leyes en el espacio..................................................660
Capítulo XV
La técnica jurídica..............................................................................663
A) Los procedimientos materiales..................................................664
B) Los procedimientos intelectuales...............................................669
Capítulo XVI
Los dos sistemas jurídicos de Occidente........................................ 675
A) El sistema jurídico inspirado en
el derecho romano.............................................................................677
B) El sistema jurídico anglo-norteamericano................................ 681
Bibliografía selecta.............................................................................687

12
Presentación

El curso de Introducción General al Derecho, que se dicta en el


primer año en las Facultades de Jurisprudencia, no es una disciplina
autónoma, pues carece de un objeto formal propio, que sí tienen
las diversas ramas del derecho (civil, penal, constitucional, etc.). Sin
embargo, dicha cátedra es de gran importancia porque tiene por
finalidad fijar en la mente de los estudiantes ciertos conceptos fun-
damentales sobre la filosofía y la ciencia del derecho que no estudian
en su universalidad las diferentes disciplinas jurídicas.
A mi juicio, dos preocupaciones debe tener siempre quien enseñe
la Introducción General al Derecho: primera, que, entre los varios
capítulos en que divida el curso, exista cierta continuidad y cone-
xión, esto es, que cada uno de ellos sea como el complemento o el
desarrollo del que le precede. Se evitará así lo que podemos llamar
un “mosaico” de materias que dificulta al estudiante el aprendizaje y
menoscaba la unidad que debe tener toda ciencia. La segunda, que
ese conjunto de conocimientos se “dosifique” bien, es decir, que
no se trate con mucha extensión ni demasiada profundidad, pues el
alumno no está preparado todavía para recibir esa clase de saberes;
pero que tampoco se estudie en forma muy elemental o superficial.
Como dice el adagio: hay que alumbrar al santo, pero no tanto que
lo queme, ni tan poco que no lo alumbre.
Bogotá, D.C., enero de 2015

359
Introducción

División de los estudios jurídicos


La filosofía del derecho y la ciencia del derecho

El derecho puede estudiarse, y de hecho se estudia, desde dos


puntos de vista bastante diferentes: el filosófico y el científico. El
primero ha dado lugar a la rama de la filosofía que desde un tiempo
a esta parte se denomina Filosofía del Derecho; el segundo, a la
Ciencia del Derecho.
Como lo explicaremos con más detalles adelante, la Filosofía del
Derecho se ocupa de los principios fundamentales del Derecho.
Responde principalmente a estas dos preguntas: ¿Qué es el derecho?
¿Cuáles son sus fines o los valores a que debe servir? La Ciencia del
Derecho, en cambio, estudia las nociones comunes a todo derecho
positivo, esto es, versa sobre lo que ha sido declarado como dere-
cho por los legisladores. Por tanto, es una esencia que recae sobre
objetos mudables, cambiantes, porque el derecho positivo no sólo
es diferente en cada pueblo, sino que, además, está en permanente
mutación.
Por consiguiente, una Introducción General del Derecho tiene que
ser, en primer término, una Introducción a la Filosofía del Derecho
y, después, una Introducción a la Ciencia del Derecho, o sea, a las
nociones comunes a todo derecho positivo.
Por tal razón, la presente obra está, pues, dividida, en dos grandes
partes: la primera trata sobre la Filosofía del Derecho; la segunda,
sobre la Ciencia del Derecho. Naturalmente, como simple introduc-
ción a una y otra, la exposición de los diversos temas será muy ele-
mental, al alcance de los estudiantes que apenas inician sus estudios
jurídicos.

361
Primera parte

Introducción a la Filosofía del Derecho


I. La filosofía en general

¿Qué es la filosofía?
La Filosofía del Derecho es una rama de la Filosofía. Antes, pues,
de ocuparnos de ella debemos recordar algunas generalidades sobre
ésta.
La Filosofía es un saber muy amplio y profundo, y bastante distinto,
como lo veremos pronto, del saber científico. Podemos agregar que
es el saber último, radical, más allá del cual no existe otro desde el
punto de vista de la razón natural. Por ello precisamente se trata de
un saber sin supuestos, es decir, de un saber que no admite conoci-
miento alguno que haya sido previamente examinado o juzgado, a
menos que se trate de principios evidentes por sí mismos. Por este
motivo el primer problema que afronta la filosofía, a diferencia del
conjunto de las ciencias, consiste en saber qué es ella misma, res-
ponder a la pregunta ¿qué es filosofía?
Varios han sido los métodos empleados por los filósofos para res-
ponder tal pregunta. Pero no tiene objeto exponerlos aquí tratándo-
se de un curso introductorio. Nosotros vamos a servirnos de uno
muy sencillo que, sin partir de ninguna idea preconcebida de lo que
es la filosofía, eliminando así todo dogmatismo, nos lleve a una de-
finición de la misma. Tal método consistirá en partir de una defini-
ción nominal para llegar con apoyo en ella a su definición real1.
1
Toda definición consiste en explicar el significado de un término o de una cosa. Por
ello hay dos clases de definiciones: la nominal y la real. La primera explica el sentido de
una palabra; la segunda, la naturaleza de una cosa.

363
Rodrigo Noguera Laborde | Obras selectas

El nombre de filosofía (palabra de origen griego) significa, etimoló-


gicamente, “amor a la sabiduría”. Una antigua tradición, que Cice-
rón atribuye a un discípulo de Platón, refiere que los primeros pen-
sadores griegos se daban el nombre de “sabios”, pero que Pitágoras
–filósofo, matemático, físico, astrónomo, etc., que vivió en el siglo
VI a. de Cristo– al preguntársele sobre su profesión u oficio, respon-
dió que no era más que un “filósofo”, nunca un “sophos” (sabio),
por cuanto la sabiduría sólo pertenecía a los dioses. Santo Tomás
recogió esta tradición, y explicó que desde entonces “el nombre de
sabio se cambió por el de filósofo, y el nombre de sabiduría, por el
de filosofía”2.
Nominalmente, pues, la filosofía se define como amor a la sabiduría.
Pero esta definición nos dice muy poco, porque ¿qué es la sabiduría?
¿En qué consiste? Este término tiene su historia. Primitivamente
significó la habilidad manual en la práctica de un arte cualquiera.
Después, la habilidad en las bellas artes. Por último, el saber en general;
pero, como anota Vernaux3, “con un claro matiz de excelencia”.
Tal el sentido que hoy tiene dicha palabra. En el Diccionario de la
Real Academia Española, en efecto, se lee: “Sabiduría. f. Conducta
prudente en la vida o en los negocios. 2. Conocimiento profundo en
ciencias, letras o artes”.
Ahora bien, si en la definición nominal antes expuesta remplazamos
la palabra sabiduría por su significado, y suprimimos lo que experi-
mentamos por ella, es decir, el amor o pasión por este tipo de saber,
llegaremos a la siguiente definición real de la filosofía: saber profundo,
último o radical sobre todas las cosas que de cualquier manera existen.
Es más, como el saber sobre algo consiste en conocer sus principios,
razones o causas que lo hacen inteligible, podemos aclarar la defi-
nición anterior así: saber sobre todas las cosas desde el punto de vista de sus
principios últimos.

2
In Metaphys. I, 3 , 56.
3
Curso de filosofía tomista, tomo I, Introducción general y lógica, trad. esp., Herder, Bar-
celona, 1982, p. 18.

364
Introducción General al Derecho | Libro IV

Quiere decir lo anterior: a) que la filosofía, como anotamos arriba,


y que ahora queda explicado, es un saber sin supuestos, porque los
primeros principios, por definición, no implican otros superiores en
qué apoyar su verdad; b) que su objeto material, o sea, aquello sobre
lo cual recae su estudio, son todas las cosas, el universo entero, in-
cluyendo al hombre, y c) que su objeto formal, vale decir, el aspecto
bajo el cual estudia o examina su objeto material, son los primeros
principios o razones últimas.
De aquí, pues, que la filosofía se haga estas preguntas: ¿qué es el
universo? ¿Qué es el hombre? ¿Cómo se explican el uno y el otro?
¿Puedo conocer algo con verdad y certeza? ¿Qué debo hacer?
¿Cómo debo obrar? Y otras muchas de este tenor.

Divisiones de la filosofía
Dada la definición anterior, se comprenderá fácilmente que la filo-
sofía se divide en varias ramas o tratados, de los cuales hay que tener
alguna noticia. Una vieja clasificación, que se remonta a los tiempos
de Aristóteles, distingue entre la filosofía teórica y la práctica. La pri-
mera busca conocer los principios últimos sin ningún otro propó-
sito. El saber por el saber. La segunda, en cambio, trata o investiga
sobre los mismos, pero con la finalidad ulterior de orientar o dirigir
el obrar, la conducta humana.
En la filosofía teórica o metafísica encontramos, entre otras, las si-
guientes ramas: Ontología (estudio del ente en cuanto tal: su esencia y
su existencia); Teología (estudio de Dios: su existencia y su esencia, en
la medida en que son conocidas por la razón); Teoría del Conocimiento,
llamada igualmente Gnoseología (que se ocupa de los principios del
conocimiento humano), a la que precede la Lógica (que trata de los
conocimientos considerados en sí mismos, independientemente de
sus objetos: la idea o concepto, el juicio, el raciocinio, y el método
que debe seguirse para llegar a la verdad); Filosofía de la Naturaleza,
que antes se llamaba Cosmología, que considera los entes en cuanto
materiales y sujetos a cambios; Antropología, llamada igualmente Psi-

365
Rodrigo Noguera Laborde | Obras selectas

cología (que se refiere al estudio del ser humano: su origen, naturaleza


y fin); Axiología o Filosofía de los Valores (que se pregunta qué son
éstos, cuáles son sus características y jerarquía, etc.); Filosofía de la
Historia (que trata de explicar el sentido de la misma).
La segunda –la filosofía práctica– sólo está compuesta por tres dis-
ciplinas: la Ética o Moral, que versa sobre los principios últimos de
nuestro obrar individual para dirigirlo u orientarlo debidamente; la
Estética o Filosofía del Arte, que investiga sobre el hacer artístico, y
la Filosofía del Derecho que, como antes dijimos, trata sobre los fun-
damentos últimos del derecho para organizar rectamente la vida en
sociedad.
Hay otras divisiones de la filosofía que se basan en criterios distin-
tos, considerando sobre todo que la filosofía no tiene o persigue
ninguna finalidad práctica, pues sólo busca el saber por el saber.
Por ejemplo, O. Kulpe, notable filósofo contemporáneo4, se limita a
dividir los estudios filosóficos en generales y especiales, colocando
dentro de los primeros la Metafísica, la Lógica, la Teoría del Cono-
cimiento y la Axiología; y dentro de los segundos, la Filosofía de la
Naturaleza, la Psicología o Antropología, la Ética o Moral, la Estéti-
ca, la Filosofía de la Religión, la Filosofía de la Historia y, por último,
la Filosofía del Derecho.

El método de la filosofía
Se llamaba método el camino o vía que debe seguirse para llegar a al-
gún lugar. En las ciencias y en la filosofía, se emplea la palabra para
hacer referencia al conjunto de procedimientos que deben adoptar-
se para alcanzar alguna conclusión o, como suele decirse, al conoci-
miento de la verdad.
Salta a la vista que el método que debemos utilizar para cualquier
investigación tiene que adaptarse a la índole de ella. No puede ser el
mismo, por ejemplo, el método que se emplea en las matemáticas y
4
Introducción a la filosofía, trad. esp., p. 23.

366
Introducción General al Derecho | Libro IV

el que se utiliza en las ciencias de la naturaleza, pues aquéllas se ocu-


pan de nociones abstractas, mientras que éstas se refieren a objetos
sensibles o materiales.
La filosofía utiliza diversos métodos, de los cuales debemos tener al-
guna noticia por la relación que tienen con la Filosofía del Derecho.
Digamos, en primer término, que, como en todo tipo de saber, la
Filosofía parte de los datos de los sentidos, de las cosas que percibi-
mos en nuestra vida diaria. Procede aquí repetir la máxima: nihil est
in intellectu quod prius non fuerit in sensu (nada hay en el entendimiento
que antes no haya estado en los sentidos) ; pero con esta aclaración:
la filosofía parte de los datos de los sentidos, pero no para reparar en
lo sensible sino en lo inteligible que se encuentra en ellos. La filosofía
fija su atención en las esencias de las cosas percibidas, formando los
conceptos o ideas (representaciones intelectuales de las cosas), que
son de índole inmaterial, para construir en seguida sus juicios y pro-
ceder después a los razonamientos. Así, por ejemplo, de la percep-
ción de lo que son Pedro, Juan y Diego, la inteligencia abstrae la idea
de hombre, y distingue entre su animalidad y su racionalidad. Esto
último, mediante el análisis, lo lleva a concluir que en el hombre,
aparte de su cuerpo, existe algo más, esto es, un principio inmaterial
y, como tal, simple, al que llamamos alma. Un razonamiento poste-
rior lo lleva a la conclusión de que tal alma es inmortal.
Advertimos, pues, que la filosofía se vale de la abstracción, del aná-
lisis y de la síntesis, procediendo a priori, esto es, en forma indepen-
diente de la experiencia para llegar a otras conclusiones.
Es aquí conveniente transcribir el siguiente párrafo del profesor
Vernau5: “Es completamente inútil la pretensión de introducir en
filosofía el método de una ciencia particular, so pretexto de haber
triunfado admirablemente en su dominio propio. Y, sin embargo,
ésta ha sido la tentación constante y la tentativa incesantemente re-
novada de la filosofía moderna. Para Descartes, la ciencia modelo
era la matemática; para Kant, la física de Newton; para Comte, la
5
Ob. cit., p. 21.

367
Rodrigo Noguera Laborde | Obras selectas

sociología que acababa de fundar; para Bergson, la psicología de


introspección en la que era un maestro; para Brunschvicg, la físi-
ca-matemática. Todos han querido renovar la filosofía según el mo-
delo de una ciencia, sin percatarse de que el método de una ciencia
únicamente es válido para dicha ciencia. Que la filosofía sea trascen-
dente a las ciencias significa, entre otras cosas, que sus procedimien-
tos no son idénticos, y que se la quebranta si se adoptan métodos
que conducen a otros fines”6.

II. Las ciencias


Noción
La palabra “ciencia” proviene de la latina scientia que significa “sa-
ber”. La ciencia o las ciencias son, pues, un saber o varios saberes
acerca de algo. Pero no todo saber es un saber científico. Hay mu-
chos que no pueden calificarse de tales, como los que tienen las
gentes del común sobre lo que es la materia, los astros, la vida, etc.
¿Qué es, pues, lo que distingue el saber científico del que llamamos
saber común? La distinción radica en que el saber científico nos
permite entender o hacer inteligible aquello que estudiamos. Ahora
bien, resultan inteligibles o comprensibles las cosas o los fenómenos
en general cuando conocemos bien sus principios, que son los que
responden a la pregunta ¿por qué? o bien sus leyes, para responder
a la pregunta ¿cómo?.
De esta suerte, podemos definir las ciencias (en plural) como un
conjunto de conocimientos, ciertos o probables, que nos permiten entender los
fenómenos que estudian de acuerdo con sus principios próximos o inmediatos o
de acuerdo con las leyes que los gobiernan.
Decimos que, de tales conocimientos, unos son ciertos, y otros son
probables, porque de algunos tenemos certeza (por ejemplo, existen
seres dotados de vida y otros que carecen de ella); en cambio, de
otros no estamos en capacidad de decir lo mismo, pues no podemos
6
Lógica, 7a. ed., Espasa-Calpe, Buenos Aires, 1944, p. 132.

368
Introducción General al Derecho | Libro IV

confirmarlos hoy por hoy, como la estructura de la materia, com-


puesta de partículas evidentemente, pero sin que podamos saber
con certeza cuántas y cuáles son ellas.

Clasificación de las ciencias. Sus métodos


Tiene también mucho interés para nuestros estudios este punto, en-
tre otras razones, porque tiene cabida en la ciencia del derecho. Mu-
chas han sido las clasificaciones propuestas por los filósofos, des-
de F. Bacon (1561-1626) hasta hoy. Prescindimos de la exposición
de todas ellas porque para nuestros estudios eso carece de utilidad.
Proponemos la siguiente, muy simple, que se apoya en la índole o
naturaleza de los objetos estudiados:
a) Ciencias de la naturaleza, que, como su nombre lo indica, versan so-
bre los objetos sensibles, como la Astronomía, la Física, la Química,
la Biología, etc. Su método, la inducción, comprende la observación;
de ahí se pasa a la hipótesis o explicación de los hechos o fenóme-
nos; viene luego la experimentación, que decide sobre la verdad o
falsedad de las hipótesis.
b) Ciencias ideales, que tratan de los objetos de esta índole, entes com-
pletamente abstractos, como los de las matemáticas y la lógica. Su
método es la deducción.
c) Ciencias culturales, que se ocupan de objetos culturales, que son todos
los que hace el hombre, como un martillo, un libro, un poema, un
cuadro, etc., que son objetos sensibles, pero que, además, apuntan a
un valor que quieren realizar, consiguiéndolo unas veces y otras no,
y que es lo que en definitiva los caracteriza. Por ejemplo, un cuadro
es un objeto sensible (lo forman un lienzo, un marco y varios co-
lores), que busca realizar el valor belleza. Si lo realiza diremos de él
que es “un cuadro bello”; en caso contrario diremos que es “feo”.
La Ciencia del Derecho pertenece a este grupo de disciplinas, por-
que el derecho se hace por los hombres (los legisladores), sin que
escape el derecho natural que, como lo estudiaremos en su momen-

369
Rodrigo Noguera Laborde | Obras selectas

to, es el dictamen de la recta razón sobre la organización de la vida


social. El método de las ciencias culturales es muy variado. Unas
veces utilizan la inducción, otras la deducción.
d) Por último, tenemos las ciencias históricas, que se refieren a los he-
chos que tienen este carácter. Aunque la historia es hecha por los
hombres, por cuya razón podría considerársela como una ciencia
cultural, la verdad es que el hecho o las ideas históricas tienen una
especial naturaleza, por lo cual preferimos distinguirlas de aquéllas7.
Su método es también muy variado: comprende, en primer lugar, el
estudio de sus fuentes (documentos, monumentos, utensilios, etc.);
utilizan después la inducción para llegar a su explicación e interpre-
tación, valiéndose también del análisis y de la síntesis.

Distinción entre la filosofía y las ciencias


Sentadas las premisas anteriores, preguntémonos ahora cuáles son
las diferencias que se dan entre la filosofía y las ciencias, sea cual
fuere el tipo de ellas. Esas diferencias son muy notorias.
La primera que salta a la vista es que, mientras las ciencias sólo es-
tudian determinados sectores o parcelas de la realidad, por lo cual
constituyen un saber particular, la filosofía, como ya sabemos, es-
tudia la totalidad de los entes del universo, y por ello es un saber
universal.
No cabría decir que la suma de los objetos estudiados por las cien-
cias harían en su conjunto un saber también universal, porque la
verdad es que tal suma no agotaría lo que es el universo, como sí lo
consigue la filosofía. Tampoco la suma de las diversas ciencias jurí-
dicas podrá enseñarnos lo que es el derecho en general.
La segunda diferencia es también muy clara: las explicaciones cien-
tíficas no van más allá de las causas o razones próximas (causas
7
Las ciencias históricas se ocupan de los hechos históricos. Por tales entendemos hechos
pasados que han tenido repercusiones en la vida de los pueblos o de la humanidad. Fuera de las
grandes conquistas de la humanidad, entran también las catástrofes naturales y los
grandes desaciertos humanos, sin que ni aquéllas ni éstos sean cultura.

370
Introducción General al Derecho | Libro IV

o razones segundas), pues explican un fenómeno, o una relación


cuando se trata, por ejemplo, de las matemáticas, con el recurso a
otros fenómenos, o a otras relaciones, sin ir más allá. En cambio, la
filosofía es más profunda porque el objeto formal propio de su sa-
ber, como ya lo anotamos, son las causas o razones últimas. De aquí
que, en el fondo, las ciencias sean un saber fundado en supuestos, lo
que no pasa con la filosofía.
Por último, anotemos que los métodos de que se sirven las cien-
cias son muy distintos de los empleados por la filosofía. Aquéllas,
en efecto, utilizan como tales la observación y la experimentación,
cuando se trata de las ciencias de la naturaleza, o la deducción, si nos
referimos a las matemáticas, pero siempre partiendo de axiomas o
postulados. El método de la filosofía en general y de la filosofía del
derecho en particular, como ya dijimos, es muy diferente.

Consecuencias de lo anterior
Las diferencias anteriores aparejan unas consecuencias de gran im-
portancia, que muchos científicos ignoran y que los llevan a sostener
tesis absurdas. Estas consecuencias han sido muy bien destacadas
por Vernaux8, a quien vamos a transcribir.
“La primera es que la explicación científica de un hecho no desva-
loriza en absoluto su explicación filosófica. La filosofía no es, pues,
la síntesis de las verdades adquiridas por las ciencias en un momen-
to dado, como pretendía Comte, y menos aún, la prolongación de
una ciencia particular a base de hipótesis inverificables, como hace
Teilhard de Chardin. En el primer caso, se compila una enciclopedia
de conocimientos científicos; en el segundo, no se cultivan ya ni la
ciencia ni la filosofía, sino el mito o la poesía”.
La razón está en que las ciencias y la filosofía trabajan en niveles
muy diferentes. Aquéllas están en el primer grado de abstracción, a
lo sumo en el segundo, cuando se trata de las matemáticas. La filo-
sofía se sitúa en el tercer grado de abstracción.
8
Ob. cit., pp. 20 y ss.

371
Rodrigo Noguera Laborde | Obras selectas

“Por otra parte, continúa diciendo Vernaux, debemos añadir inme-


diatamente que la inversa es también verdad: la explicación filosófi-
ca de un hecho no desvaloriza en absoluto la explicación científica.
Tal es la razón por la que la especulación filosófica carece de valor
y de interés para el científico. Lo que es perfectamente justo, desde
su punto de vista, claro está. Lo único que cabe exigir de él es que
no pretenda, además, que su punto de vista sea el único válido y
que las ciencias ofrezcan una respuesta a todas las preguntas que
pueda plantearse un hombre. Esta actitud es propia de una mentali-
dad cientificista muy difundida ciertamente, pero que nada tiene de
científica”. Júzguese, de acuerdo con esto, la afirmación de un céle-
bre cirujano que decía no creer en el alma humana por no haberla
encontrado nunca en la punta del escalpelo durante sus operaciones.
Todo esto es aplicable a la filosofía del derecho y a la ciencia del
derecho. No podemos tratar los problemas filosóficos del derecho
con el método que utiliza la ciencia del derecho, ni podemos llevar
las conclusiones de ésta a aquélla. Entre las dos se dan fronteras, lo
que no hay que entender en el sentido de que no tengan relaciones.

III. La filosofía del derecho


Noción
La Filosofía del Derecho, nombre que empleó por primera vez el
jurisconsulto alemán Gustavo Hugo (1764-1844), sólo nació como
rama autónoma de la Filosofía en el siglo pasado, no obstante que
el estudio de las cuestiones que le son propias se remontan a la an-
tigüedad griega.
Como rama especial de la Filosofía, su definición tiene que estar
conforme con lo que es este saber. Por tanto, si la Filosofía en ge-
neral se define, como ya lo hicimos, como un saber sobre todas las
cosas a la luz de sus principios últimos, la Filosofía del Derecho
tendrá, entonces, que definirse como un saber sobre el Derecho a la luz de
sus primeros principios.

372
Introducción General al Derecho | Libro IV

Noticia sobre la historia de la filosofía del derecho


Anota Radbruch9, que “toda la filosofía del derecho, desde su co-
mienzo hasta el principio del siglo XIX, ha sido derecho natural”, y
efectivamente, la disciplina que hoy recibe tal nombre sólo se ocupó,
desde Platón y Aristóteles, hasta la centuria antes citada, de tal dere-
cho, mas no del derecho como tal: de su definición, de sus fines y de
su división suprema en derecho natural y en derecho positivo, etc.
Dice J. Leclercq10, renombrado profesor belga, que la filosofía del
derecho “es una ciencia alemana”. Después agrega: “los alemanes
son por excelencia un pueblo al que le gusta hacer filosofía, plantear
problemas filosóficos siempre que haya ocasión, y que los llamen
filósofos. La filosofía del derecho nació en Alemania, y fueron los
filósofos y no los juristas los que la inventaron. Los grandes auto-
res que comenzaron la filosofía del derecho son los mismos que
llenaron de esplendor el campo del pensamiento alemán. Kant, que
según parece fue el primero que integró el derecho dentro de la
filosofía, dio una definición clásica de la filosofía del derecho, cons-
tantemente usada y citada por sus seguidores. Más tarde, Hegel dio
otra que también hizo escuela. Ninguno de los filósofos ingleses o
franceses ha dado nada a la filosofía del derecho”.
Aunque las afirmaciones anteriores tienen algo de exagerado, sí hay
que aceptar que el fundador de la Filosofía del Derecho, según la
hemos definido, fue Kant. Modernamente (finales del siglo XIX y
buena parte del actual) contribuyeron notablemente a su desarrollo
tres de sus discípulos: alemanes los dos primeros, y el tercero, ita-
liano, a saber: Rodolfo Stammler (1856-1938), Gustavo Radbruch
(1878-1950) y Giorgio Del Vecchio (1878-1970). Para el primero
la Filosofía del Derecho está formada por “aquellas doctrinas ge-
nerales que se pueden proclamar dentro del campo jurídico con un
alcance absoluto”11, es decir, con un valor universal. Para el segundo,
9
Tratado de filosofía del derecho, trad. de la 3a. y última edición alemana, Revista de Dere-
cho Privado, Madrid, 1952, p. 23.
10
Del derecho natural a la sociología, trad. esp., Madrid, 1961, p. 85.
11
Tratado de filosofía del derecho, trad. esp. Reus, Madrid, 1930, p. 1.

373
Rodrigo Noguera Laborde | Obras selectas

“la filosofía del Derecho indaga las leyes valorativas, las normas que
proclaman lo que debe acaecer, aunque no siempre, por desgracia,
acaezca”12. De acuerdo con el último, “es la disciplina que define
el derecho en su universalidad lógica, investiga los fundamentos y
caracteres de su desarrollo histórico y lo valora según el ideal de
justicia trazada por la pura razón”13.
A partir de la segunda mitad del siglo XIX, la Filosofía del Dere-
cho tuvo dos grandes adversarios: el positivismo de Augusto Comte
(1798-1857) y el materialismo dialéctico e histórico de Carlos Marx
(1818-1883) y Federico Engels (1820-1895). Para el primero, el au-
téntico derecho no era más que el derecho positivo, el derecho de los
legisladores humanos. Para Marx, un producto, una superestructura
de las relaciones de producción existentes en una etapa determina-
da. No había, pues, lugar, según estas doctrinas, para un estudio de
las nociones trascendentes, o sea, filosóficas, entendidas en sentido
metafísico. Para ellos la filosofía debía limitarse a una coordinación
de las ciencias, y la Filosofía del Derecho a una simple teoría general
del mismo14.
Esta crisis de la Filosofía del Derecho y de la Filosofía en general,
fue bien pronto superada. A finales de ese mismo siglo comenzaron
a restaurarse los estudios sobre la Filosofía del Derecho, incluyendo
la doctrina del Derecho Natural como uno de sus temas capitales.
Ese restablecimiento se debe, en buena parte, a Rodolfo Stammler,
y en los campos de la filosofía cristiana, a Víctor Cathrein S. J., quien
renovó el pensamiento de Santo Tomás de Aquino.
El positivismo y el materialismo histórico son hoy doctrinas que
sólo figuran en los manuales de historia de la filosofía. La Filosofía
del Derecho ha sido plenamente restablecida en el sentido en que
12
Introducción a la filosofía del derecho, trad., esp. Fondo de Cultura Económica, México,
1951, p. 24.
13
Tratado de Filosofía del Derecho, trad. esp. de la 5a. edición italiana, Bosch, Barcelo-
na,1947, p. 27.
14
La teoría general del derecho trata de los conceptos comunes a todo derecho positivo o
a algunos de ellos.

374
Introducción General al Derecho | Libro IV

la hemos definido, como lo demuestra la abundancia de tratados y


manuales para su enseñanza.

Los grandes temas de la filosofía del derecho


De un modo general hemos explicado en las líneas anteriores en
qué se ocupa la Filosofía del Derecho. Pero hay que indicar concre-
tamente cuáles son sus temas principales. A nuestro juicio, son los
siguientes:
a) El concepto de Derecho, o sea, la respuesta a la pregunta ¿quid ius?
(¿qué es el derecho?), muy distinta de la que se hace la ciencia jurídi-
ca: ¿quid iuris? (¿qué ha sido establecido como derecho?). Este punto
envuelve otros unidos a él, como los relativos a la coacción jurídica,
las diferencias entre derecho, moral y usos sociales, así como el es-
tudio de los derechos subjetivos.
b) La noción de norma jurídica, que sirve para expresar el derecho a fin
de que éste alcance obligatoriedad, lo que también supone el estudio
de otros puntos conexos.
c) Los fines del derecho, o sea, los valores en los que el derecho se ins-
pira, cuestión que hoy suele denominarse axiología jurídica, o teoría
de los valores jurídicos.
d) Por último, su gran división: el Derecho Natural y el Derecho Positi-
vo. Claro que, respecto de este último, a la filosofía del derecho sólo
corresponde exponer su definición y sus fundamentos. Lo demás es
propio de la Ciencia Jurídica.

Importancia de la filosofía del derecho.


¿Tiene alguna utilidad el estudio de la Filosofía del Derecho? ¿No es
acaso suficiente el estudio de la Ciencia Jurídica? Estos interrogan-
tes son respondidos muy bien por el profesor Hüber Gallo15 de la
15
Manual de filosofía del derecho, Jurídica de Chile, Santiago de Chile, 1954, pp.
26 y ss.

375
Rodrigo Noguera Laborde | Obras selectas

siguiente manera: “La Filosofía del Derecho es importante bajo un


cuádruple punto de vista, que es necesario subrayar en esta época
en que toda especulación desinteresada debe justificar su existencia
para no ser arrasada por la marea del utilitarismo:
“a) Responde a una evidente necesidad de la inteligencia y de la cul-
tura, que no pueden contentarse con la mera presencia formal de los
códigos, las leyes, las sentencias y las instituciones jurídicas. Más allá
de los textos legales o de los hechos concretos, el espíritu humano
no puede menos de formularse una serie de cuestiones relativas a
los fundamentos, la esencia, la finalidad y el valor, que sólo puede
contestar la Filosofía del Derecho;
“b) Contribuye a la formación del criterio jurídico, poniendo de ma-
nifiesto muchos aspectos de la ley que son indispensables para su
debida interpretación y aplicación, e iluminando los conceptos de
equidad, justicia y Bien Común que, por regla general, inspiran y dan
sentido unitario al sistema jurídico de cada nación;
“c) Somete a crítica el Derecho positivo vigente desde el punto de
vista de criterios estimativos superiores, señalando el valor de las
leyes y abriendo el camino para las reformas;
“d) Propone un conjunto de ideales u objetivos supremos que de-
ben orientar la conducta de legisladores, jueces, abogados y de la
sociedad en general para que el derecho pueda realizar su elevada
misión de armonía, progreso y bienestar social”.

376

También podría gustarte