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ACSESO A LA TIERRA SEGÚN ACURDOS DE PAZS

Los asuntos relacionados con tierras y desarrollo rural se encuentran consignados en dos de
los acuerdos de La Habana: Hacia un nuevo campo colombiano: Reforma Rural Integral y
Solución al problema de las drogas ilícitas.

Visión de los Acuerdos Los asuntos relacionados con tierras y desarrollo rural se encuentran
consignados en dos de los acuerdos de La Habana: Hacia un nuevo campo colombiano:
Reforma Rural Integral y Solución al problema de las drogas ilícitas. Grandes
transformaciones en el campo contribuirán a reversar los efectos del conflicto en los
territorios y crearán condiciones de bienestar que permitan la sostenibilidad de la paz. Los
Acuerdos ponen el énfasis en la agricultura y la economía familiar considerando que allí se
encuentra el potencial para el desarrollo sostenible de la economía rural y de alta calidad.
¿Qué se buscaría lograr con la Reforma Rural Integral? • Corregir los desequilibrios y las
brechas de bienestar y acceso a derechos no sólo entre la población rural y urbana sino entre
regiones rurales, y de esa manera estabilizar el campo. • Lograr la integración regional,
económica, social y política del país a partir del desarrollo integral del campo. • Lograr la
mayor eficiencia y sostenibilidad del desarrollo rural integral y la protección efectiva de los
recursos naturales. Mecanismos 1.1 Fondo de Tierras para habitantes del campo que no la
tienen o la tienen de manera insuficiente Fuentes: • Extinción judicial de dominio para la
recuperación de tierras adquiridas de forma ilegal • Baldíos indebidamente adquiridos y
baldíos productivos de la Nación • Actualización, delimitación y fortalecimiento de la reserva
forestal • Extinción administrativa de dominio para tierras inexplotadas (ley 160 de 1994) •
Adquisición o expropiación por motivos de interés social o utilidad pública con
indemnización • Donaciones 1.2 Acceso a tierras a través de subsidio y crédito para compra
para los habitantes del campo Beneficiarios: - Las personas beneficiarias del Fondo de
Tierras, Subsidio integral y el crédito especial, serán trabajadores con vocación agraria sin
tierra o con tierra insuficiente. - Asociaciones de trabajadores con vocación agraria sin tierra
o con tierra insuficiente que participen en programas de asentamiento y reasentamiento. - Los
beneficiarios serán seleccionados con la participación de las comunidades locales. 1.3
Regularizar y formalizar derechos de propiedad Se realizará mediante la creación de un
Sistema General de información catastral a partir de la realización de catastros rurales y de un
programa de formalización masiva de la pequeña y mediana propiedad. 1.4 Fortalecer los
procedimientos administrativos para la restitución de tierras Brindar acceso y uso a tierras 1 •
Delimitación de la frontera agrícola • Plan de zonificación ambiental para tomar medidas de
conservación y manejo. Cerrar la frontera agrícola y proteger las zonas de 2reserva •
Infraestructura (Vías terciarias, energía eléctrica, conectividad, riego y drenaje) • Desarrollo
social (salud, educación, vivienda, agua potable y saneamiento básico) • Impulso a la
economía familiar (estímulos y apoyos en materia organizacional, técnica y tecnológica,
crédito, mercadeo, etc.) • Seguridad alimentaria Dotar de bienes y servicios públicos el campo
3 Si bien la política tendrá un enfoque nacional, su ejecución se priorizará en los territorios
más afectados por el conflicto, de mayor pobreza y debilidad institucional y en los que haya
presencia de cultivos de uso ilícito y otras economías ilegales. Planes de desarrollo con
enfoque territorial- PDET 4 Enfocado en poblaciones y territorios con presencia de cultivos de
uso ilícito como un componente de la Reforma Rural Integral, se concentra en promover la
sustitución voluntaria de los cultivos mediante el impulso de planes integrales de desarrollo
alternativo. Inicia con planes de atención inmediata y posteriormente se concentra en
proyectos productivos a largo plazo, apalancados en las medidas integrales mencionadas
anteriormente como parte de la Reforma Rural Integral. Programa Nacional Integral de
Sustitución-PNIS 5 1.5 Resolver conflictos de tenencia y uso de la tierra: • Creación de
jurisdicción agraria: jueces especializados agrarios para resolver conflictos de propiedad de
la tierra • Mejor planeación territorial • Instancias de concertación y diálogo social (Ver texto
sobre participación ciudadana) • Instancia gubernamental de alto nivel que de lineamientos
para el adecuado uso de la tierra según su vocación (ver texto sobre Institucionalidad) Puntos
de reflexión Sobre los conceptos Teniendo en cuenta que conceptos claves de los acuerdos
no están suficientemente definidos, será un reto durante la implementación definir asuntos
como el bienestar y un buen vivir la sostenibilidad ambiental, el uso adecuado de la tierra y la
vocación del suelo. Sobre su alcance - En la medida en que aun no se conoce la extensión del
banco de tierras ni la cantidad de beneficiarios, uno de los mayores retos será el manejo de
las expectativas del sector rural. - De la definición de las zonas priorizadas para los PDETS
dependerá un adecuado alistamiento de las regiones. Para esto será necesaria una
concertación efectiva de todos los intereses que cohabitan en el territorio: comunidades,
empresas, gobiernos locales, entre otros. - Queda por resolver asuntos como, por ejemplo,
cuál sería la operacionalización del criterio de progresividad para la reforma del impuesto
predial. - Será importante conocer de qué dimensión será el esfuerzo fiscal necesario para
cumplir con este propósito y comprender la manera como se planea su apalancamiento.
Sobre la articulación -Según lo estipulado en este acuerdo, el Plan Nacional de Desarrollo
acogerá las prioridades y metas del PDET, razón por la que deberá definirse claramente cómo
articularlo con los planes de desarrollo municipales y departamentales y de qué manera se
compagina la política de planeación nacional, definida en instancias nacionales y escenarios
democráticos establecidos, con las prioridades y metas de los PDET que se definen en
instancias de participación de orden territorial. -Si bien la creación de instancias de
resolución de conflictos alivianará muchas tensiones en el territorio y permitirá conciliar
intereses en torno al propósito común de desarrollo de la región, estas instancias deberán
estar suficientemente reguladas de manera que sean espacios de intercambio técnico donde
se manejen conceptos claros de lo que significa el buen manejo, tenencia y uso de la tierra.
-Se deberá resolver la forma en que la instancia de alto nivel se compagina con otras
entidades técnicas que contribuyen a la planificación del territorio como la Unidad de
Promoción Rural Agropecuaria- UPRA, el DANE o el Instituto Humboldt. -Aun cuando los
acuerdos hacen explícita la necesidad de que coexistan la economía campesina, familiar y
comunitaria con la agroindustria y otras formas de producción agrícola y pecuaria, queda por
resolver la manera específica en que las distintas economías pueden complementarse en la
práctica. Sobre el rol del sector empresarial - Vale la pena reflexionar sobre el papel del sector
privado en la promoción e impulso de la Reforma Rural Integral, lo cual no está definido en
los acuerdos y tendrá que ser seguramente un asunto que estipule cada región de acuerdo al
tipo de actividades que allí se realicen y a los distintos intereses de los sectores
involucrados.

¿Fuentes de tierra?

La piedra angular del primer acuerdo de las conversaciones de paz — anunciado


por el gobierno y las FARC el pasado 26 de mayo y cuyos detalles se esbozan en
el Primer Informe Conjunto de la Mesa de Negociaciones del 21 de junio — es el
compromiso de democratizar el acceso a la tierra “en beneficio de los
campesinos sin tierra o con tierra insuficiente, y de las comunidades rurales
más afectadas por la miseria, el abandono y el conflicto”.

El principal instrumento para honrar este compromiso sería un Fondo de


Tierras (o Fondo de Tierras para la Paz) de distribución gratuita, que será
alimentado con seis PROPUESTAS.

1. La recuperación de los baldíos indebidamente ocupados o ilegalmente


apropiados;

2. La extinción judicial del dominio sobre tierras privadas adquiridas


ilegalmente;

3. La extinción administrativa del dominio sobre las tierras inexplotadas que


incumplan la función social y ecológica de la propiedad;

4. La compra de tierras por parte del Estado o su expropiación con


indemnización por motivos de interés social o de utilidad públicas.

5. Tierras donadas;

6. tierras con vocación agropecuaria sustraídas de las zonas de reserva forestal


mediante la formulación de planes que garanticen sostenibilidad social y
ambiental, con participación comunitaria.

Los Carrusel de Procesos Agrarios:


La primera fuente se refiere a los baldíos actualmente ocupados por personas
no elegibles como adjudicatarios — porque, por ejemplo, no realizan la
explotación adecuada del predio,  poseen otras tierras o tienen un patrimonio
que excede el monto de mil salarios mínimos mensuales — o por personas que,
siendo elegibles, ocupan más de una unidad agrícola familiar (UAF). También
incluye los baldíos que fueron adjudicados sobre la base de información falsa o
sin cumplir otros requisitos establecidos en la ley.

A continuación una breve explicación de lo acordado en el punto uno de la


agenda de La Habana, sobre Desarrollo Agrario Integral, en particular, sobre el
Fondo de Tierras para la Paz:

El acuerdo agrario… ¿fin a la propiedad privada?

De lo acordado en este punto, uno de los aspectos más importantes tiene que
ver con la conformación de un Fondo de Tierras para la Paz para lograr la
democratización en el acceso a la tierra y su reparto a poblaciones campesinas,
indígenas y afros. Es decir, el Estado debe cumplir los derechos
constitucionales a las tierras y territorios, las partes lograron un pacto para
que le cumplan a los campesinos la ley 160 de 1994 y otras iniciativas de
reforma agraria históricamente incumplidas.

No es cierto que el acuerdo acabe con la propiedad privada.

De hecho, muy poco o nada dice para revertir los despojos, apropiaciones
ilegales de baldíos y tierras de uso común (playas, playones, sabanas), o las
concentraciones ilegales o latifundios improductivos.

Sólo se remite a procedimientos administrativos y judiciales preexistentes e


ineficaces. 

¿Qué es el Fondo de Tierras?

Según el borrador conjunto de la política de desarrollo agrario, el Fondo de


Tierras tiene el propósito de lograr la democratización de la tierra a favor de
los campesinos sin tierra y de las comunidades rurales más vulnerables. Como
fuentes del fondo, el acuerdo identifica: las tierras producto de procesos
judiciales de extinción de dominio por haber sido adquiridas en virtud de
narcotráfico y otras actividades ilícitas, las tierras baldías recuperadas a favor
de la Nación, las tierras provenientes de la actualización y delimitación de las
zonas de reserva forestal, las tierras inexplotadas que serán extinguidas, las
tierras adquiridas y expropiadas por motivos de utilidad pública, y las tierras
donadas. El fondo es un estimativo del potencial de tierras de la Nación que
podrían estar disponibles para implementar el desarrollo rural y la reforma
agraria en el posconflicto. Sólo es un estimativo, pues estas tierras primero
deben ser identificadas y recuperadas, principalmente, por la AGENCIA
NACIONAL DE TIERRAS -antes ANT-.

¿Cuáles son los mecanismos que alimentan el Fondo de Tierras para


la Paz?

Los instrumentos administrativos que alimentan el Fondo son: la adjudicación


de baldíos de la Nación, la recuperación de tierras, ordenamiento de zonas de
reservas forestales, adjudicación de tierras del Fondo Nacional Agrario
provenientes de la Dirección Nacional de Estupefacientes y la compra directa.

¿Qué quiere decir cada uno de estos mecanismos?

Adjudicación de baldíos de la Nación Los terrenos baldíos (de la Nación)


ocupados informalmente por población campesina son la principal fuente del
Fondo. Se entregan a través de procesos de adjudicación y el otorgamiento de
títulos a campesinos, con un énfasis en el fortalecimiento de la actividad
productiva en áreas priorizadas (Ley 160 de 1994). También implica la
adjudicación de tierras baldías a la población desplazada por causa de la
violencia.

Recuperación de tierras mediante procesos agrarios.

La problemática que presentan las tierras rurales en Colombia respecto a su


ocupación, uso y tenencia, se ha manifestado en aspectos como el uso
irracional e inapropiado de los recursos naturales, la falta de claridad jurídica
sobre la propiedad, la ocupación desordenada y desequilibrada del territorio, y
la inequidad en el acceso a los factores productivos por parte de los pequeños y
medianos productores, entre otros aspectos críticos. La legislación colombiana
contempla una serie de herramientas que regulan los procesos de
administración y disposición de los predios de propiedad de la Nación, clarifican
la propiedad para identificar los baldíos, e imponen medidas de corrección a la
no explotación de los predios rurales de propiedad particular. La recuperación
de tierras baldías para alimentar el Fondo de tierras disponibles para la
redistribución se realizará mediante procedimientos previstos en la ley 160/94,
por parte de la Agencia Nacional de Tierras: Clarificación de la propiedad,
deslinde, recuperación de baldíos indebidamente ocupados, extinción del
derecho del dominio y revocatoria directa de adjudicaciones hechas sin el
cumplimiento de los requisitos legales.
Ordenamiento de reservas Forestales; Ley 2 de 1959.

Para tratar el problema de tenencia de la tierra en zonas ambientalmente


estratégicas, respecto a las Reservas Forestales establecidas por la ley 2 de
1959, existe la alternativa de gestionar la sustracción de áreas que han sido
fuertemente intervenidas por procesos productivos y que han perdido las
condiciones que otorgaron su carácter de reserva. Igualmente, el acuerdo
firmado proyecta regular actividades agrícolas compatibles con la conservación
ambiental y la gestión de la biodiversidad.

No sólo por el desarrollo de la actividad agropecuaria en sí misma, sino porque


en muchos casos la conservación de un hábitat depende de la presencia de
comunidades y de prácticas asociadas a su territorialidad. Fondo Nacional
Agrario y predios provenientes de la Dirección Nacional de Estupefacientes
(DNE) Entre los programas que actualmente adelanta la Agencia Nacional de
Tierras (ANT) está la disposición de los predios que integran:

El Fondo Nacional Agrario (FNA) y los predios provenientes de la


Dirección Nacional de Estupefacientes (DNE).

En relación con los predios del FNA, la ANT debe primero culminar el inventario
de predios, determinando aquellos con vocación agropecuaria con el fin de ser
adjudicados a población beneficiaria de reforma agraria y los demás predios,
que no tienen vocación agropecuaria, a otras entidades que los requieran para
sus fines institucionales. Los predios provenientes de la DNE que estén
saneados jurídica y fiscalmente, que tengan vocación de uso agropecuario y
cuenten con tamaños requeridos para adelantar programas de desarrollo
agropecuario, también entran a ser parte del FNA.  Es importante aclarar que
por lo general los predios del FNA se encuentran ocupados y el trámite
procedente es el de su titulación a sujetos de reforma agraria.

Compra de Tierras.

Otro mecanismo para la obtención de tierras para el posconflicto es la


adquisición de predios rurales aptos para el desarrollo de la producción
agropecuaria que beneficien a campesinos sin tierra o a campesinos que deben
ser reubicados por encontrarse en zonas protegidas, de manejo especial o
interés ambiental; así como a aquellos desplazados por los desastres naturales.
Así se contribuirá a la generación de empleo, el desarrollo de actividades
productivas competitivas y sostenibles y el mejoramiento de los ingresos. Por
su impacto fiscal, ya que comprar tierras productivas tiene un elevado costo,
ésta es una fuente de tierras excepcional.
El acuerdo agrario: del mito a la realidad.

En materia agraria no son ciertos los mitos sobre la aniquilación de la


propiedad privada y el despojo aludidos por la oposición al proceso de paz.
Tampoco es cierto que sea el gran acuerdo que revolucionará el campo
colombiano y por fin dará las garantías que tanto han necesitado los
campesinos para su protección y desarrollo como lo prometen los defensores
del acuerdo de paz.

Lo cierto es que se trata de un acuerdo necesario para transitar hacia el


posconflicto. Si el conflicto armado en gran medida se ha basado en la disputa
por la tierra, parece lógico que repartir la tierra de manera más equitativa a
quienes lo necesitan sea una alternativa de solución a ese conflicto.

Lástima que hayan tenido que transcurrir tantos años de guerra cruenta para
que el Estado colombiano por fin se diera cuenta de que la reforma agraria,
prometida desde los años 30 del siglo pasado, era una necesidad.
Lo pactado en el primer punto del acuerdo tiene como objetivo transformar de manera estructural el campo,
para impulsar el desarrollo del país. Se parte de tres pilares: la inclusión del campesinado, la integración de las
regiones y la seguridad alimentaria. Además, se prevé la reversión de las causas y efectos del conflicto armado,
como la concentración en la propiedad de la tierra y el atraso rural. Para lograrlo, hay medidas que promoverían
desde la restitución de la tierra a sus verdaderos dueños hasta su uso adecuado. En ese sentido, se prioriza la
formalización de la propiedad y su distribución equitativa. En La Habana se definieron instrumentos como la
creación del banco de tierras (que contempla la expropiación por interés social) y la habilitación de nuevas
zonas de reserva campesina, así como subsidios y estímulos para la inversión rural. El Estado se compromete a
financiar y promover planes de desarrollo rural para proveer infraestructura, salud, asistencia técnica,
educación, alimentación y recreación. (Lea el texto completo del acuerdo final de paz)
Tres millones de hectáreas para el gran fondo de tierras

La Mujer rural

Antes de comenzar con el análisis del ítem anunciado, me parece necesario


mencionar la importancia que se le otorgó al enfoque de género en el texto. La
mujer rural es un protagonista que atraviesa tanto el Punto uno, como el Acuerdo
en su totalidad. Nada más justo para el sector con mayor marginación y
desprotección de nuestra sociedad.

En Colombia se estima que el número de campesinos puede estar rondando los


10.5 millones de personas, de las cuales la mitad correspondería a mujeres. A su
vez, se calcula que cerca de 2.470.000 mujeres se encuentran en condición de
pobreza en el país (OXFAM 2015).
Como base de la estrategia para el acceso y el uso de la tierra, el acuerdo entre Gobierno y Farc tiene previsto
habilitar un fondo de distribución gratuita. Durante los próximos diez años, ese fondo dispondrá de tres millones
de hectáreas y se nutrirá por medio de seis mecanismos; uno de ellos es el de la extinción judicial de dominio de
predios ilegales que pasen a manos de la Nación. También se dispondrá de los baldíos que han sido recuperados
mediante procesos agrarios; de las tierras provenientes de la delimitación y actualización de las reservas
forestales y de las que no están siendo explotadas.
A estas últimas se les aplicará la extinción administrativa de dominio por no cumplir la función social y
ecológica de la propiedad. También se le abre la puerta a la compra o expropiación de tierras por motivos de
interés social o de utilidad pública, las cuales serán adquiridas para promover el acceso a la propiedad rural. En
estos casos, que han generado polémica en algunos sectores, se pagará una indemnización a sus propietarios.
Finalmente, el fondo recibirá tierras donadas y se entregarán subsidios y créditos especiales de largo plazo a la
población campesina, para la compra de terrenos. En el acuerdo está estipulado el perfil de las personas que
podrán acceder a la distribución gratuita de tierras y a los subsidios y estímulos: “Trabajadores con vocación
agraria sin tierra o con tierra insuficiente”.
Aquí se advierte que se les dará prioridad a las mujeres cabeza de familia y a la población que ha sido
desplazada como consecuencia del conflicto armado. Y hay otra excepción. Entre los beneficiarios de estas
gabelas también pueden estar trabajadores de asociaciones, siempre y cuando tengan vocación agraria y
demuestren que no tienen tierra o esta resulta insuficiente. Aquí también clasifican las personas o comunidades
que participen en los llamados programas de asentamiento y reasentamiento tendientes a proteger el medio
ambiente, sustituir cultivos ilícitos y fortalecer la producción alimentaria del país. Los estímulos también
estarán enfocados en garantizar la producción agropecuaria mediante cooperativas o asociaciones de pequeños y
medianos productores. No solo habrá apoyo financiero del Estado, sino acompañamiento técnico, formación,
capacitación y comercialización, así como gestión de proyectos. Para darle garantía y eficacia a la selección de
los beneficiarios de estos programas, esta se hará con la participación de las comunidades locales. Y, sin dar
mayores detalles, se establece que tanto al Gobierno como a las comunidades les corresponderá evitar la
especulación con la tierra. Como programa complementario al acceso a la tierra, se tiene previsto desarrollar
planes de vivienda, asistencia técnica, capacitación, adecuación de tierras y recuperación de suelos en zonas
donde estas medidas sean necesarias. También se comprometen a habilitar proyectos productivos,
comercialización y acceso a medios de producción.

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