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EN XATAKA
Por qué los grandes CEOs no dejan que sus hijos se acerquen a la
tecnología (y a qué colegios los llevan)
EN XATAKA
Por qué ser adolescente siempre ha sido una mierda y en la era de las redes
sociales más
Rene Bernal
En este sentido, nuestra primera intuición es entender los
cambios (sobre todo, en la capacidad de concentración)
como un declive. Históricamente, la atención ha sido
considerada una especie de "virtud moderna".
William James, uno de los padres de la psicología
científica, escribía en 1890 que "la facultad para atraer
voluntariamente una atención errante una y otra vez es la
raíz del juicio, el carácter y la voluntad". Es una idea muy
extendida y podemos articular razones que expliquen por
qué lo es, pero lo relevante para nosotros es su actualidad.
Es decir, si los procesos y estrategias atencionales que
resultaban exitosos hace 100, hace 50 o hace 20 años, lo
seguirían siendo en el mundo de hoy.
EN XATAKA
Así es la vida de quien educa a sus hijos sin tecnología digital: una lucha
continua con familia, amigos y colegio
Vishnu Nishad
No. No lo sabemos. Aunque tenemos datos que señalan una
pequeña relación negativa entre la tecnología digital y cosas
como el bienestar o la capacidad atencional, eso no
significa que erradicar los móviles sea una buena
idea. Hay un ejemplo maravilloso que nos permite
reflexionar sobre este asunto. Hace poco, Amy Orben y
Andrew K. Przybylski publicaron un trabajo en Nature
Human Behavior en el que certificaban ese ligero impacto
negativo que podemos encontrar en la mejor investigación
sobre el tema.
Lo curioso es que en el mismo estudio señalaban que había
un factor que tenía asociado un efecto negativo hasta cuatro
veces mayor: usar gafas. Usar gafas reduce el bienestar de
los niños que las llevan y eso tiene un impacto en muchas
facetas de su desempeño cognitivo. Sin embargo, nadie en
sus cabales sugeriría que eliminar las gafas mejoraría la
situación. No estoy comparando ambos fenómenos en
sentido estricto, claro. Pero como señala Amy Orben, una de
las autoras del trabajo, "la vida no va dejar de ser digital en
la próxima década". Debemos de pensar muy bien qué
hacemos porque todo tiene pros y contras que no
podemos predecir.
"Ojalá pudiéramos", nos explica Callum Burke, profesor de
tecnología y sociedad del Galway-Mayo Technology
Institute, "pero debemos ser realistas. Todas las sociedades
contemporáneas están en una especie de shock
postraumático tras la irrupción del mundo digital. Ha
cambiado todo. Incluso las cosas que aún no sabemos que lo
han hecho". El mejor consejo que se puede dar, nos dice
Burke, es "no tomar decisiones radicales en
momentos como este".
En definitiva, ¿está afectando la tecnología a nuestros
niños? Sí, de eso estamos bastante seguros (aunque no
tengamos muy claro cómo). Es más, hay un gran consenso
entre los investigadores en que esto debería preocuparnos.
Pero esa preocupación no debería llevarnos querer "hacer
cosas", sino a pedir más y mejores investigaciones
sobre el asunto que nos ayuden a tomar decisiones
basadas en la evidencia.