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Alteraciones del desarrollo del aparato


genitourinario
PAUL A. MERGUERIAN Y COURTNEY K. ROWE

PUNTOS CLAVE Algunas características bien conocidas de estas anomalías en recién


nacidos son que la incidencia de obstrucción de la OUUP y el RVU es
• Las recomendaciones actuales de la American Urological Association mayor en los hombres; la OUUP y los RDMQ a menudo son unila-
no recomiendan la ecografía para el estudio de la criptorquidia. terales; la mayoría de las anomalías se acompañan de RVU; la mayoría
• Los niños con criptorquidia unilateral deben ser remitidos a un urólogo de los recién nacidos con reflujo grave presentan displasia renal, y el
pediátrico a los 6 meses aproximadamente. megauréter primario se encuentra casi unánimemente en los hombres.
• Los recién nacidos con testículos no palpables bilaterales deben ser Por el contrario, en los niños mayores, varias de estas ACRVU
estudiados para descartar una posible hiperplasia suprarrenal congénita. predominan en el sexo femenino.
• Los recién nacidos con hipospadias y criptorquidia uni- o bilateral deben Se ha propuesto que estas anomalías se basan en defectos de las
ser estudiados para descartar trastornos del desarrollo sexual.
propias vías moleculares implicadas en el desarrollo renal. Según el
• Se recomienda la reparación del hipospadias entre los 6 meses y 1 año.
Genitourinary Molecular Anatomy Project, en el desarrollo renal pue-
• La reparación de la extrofia vesical actualmente se retrasa hasta
los 3 meses.
den estar involucrados varios cientos de genes (Renkena et al., 2011;
• Hay que realizar una cistouretrografía miccional en los recién nacidos Schedl et al., 2007; Song y Yosypic, 2011).
con hidronefrosis grave o hidronefrosis bilateral. Antes de considerar la evaluación y el manejo de estas anomalías es
• La mayoría de los hidroceles en los recién nacidos son no importante explicar su embriogenia.
comunicantes, y los recién nacidos deben ser remitidos al urólogo
si el tamaño es fluctuante, lo que sugiere un hidrocele comunicante. Desarrollo embrionario precoz del riñón
• El reflujo vesicoureteral es más frecuente en los recién nacidos de sexo
masculino y muestra una elevada tasa de resolución. y las vías urinarias
El desarrollo del riñón y las vías urinarias comienza al formarse el con-
ducto néfrico (CN) a partir del mesodermo intermedio (fig. 88.1). El

S
e observan anomalías congénitas del riñón y las vías urinarias CN se prolonga caudalmente e induce la formación por el mesodermo
(ACRVU) en alrededor del 0,5% de los embarazos y representan adyacente de dos riñones transitorios, el pronefros y el mesonefros
el 20-30% de todas las anomalías congénitas diagnosticadas pre- (Mitchell y Sharma, 2009).
natalmente. A pesar del diagnóstico prenatal y el tratamiento agresivo, El pronefros contiene túbulos rudimentarios que se abren al con-
siguen siendo una de las principales causas de insuficiencia renal en ducto pronéfrico y desaparece al final de la cuarta semana de gestación
los niños. Son responsables del 30-50% de las insuficiencias renales (Mitchell y Sharma, 2009).
crónicas infantiles en el mundo (Pope et al., 1999). Entonces comienza a desarrollarse el mesonefros, que contiene
La ecografía prenatal ha modificado enormemente el abordaje de nefronas bien desarrolladas, con glomérulos vascularizados conec-
estos trastornos. Cerca del 90% de ellos se detectan prenatalmente. La tados a túbulos proximales y distales que drenan en el conducto
mayoría son asintomáticos y se pueden abordar de forma conservadora. mesonéfrico. A su vez, el conducto mesonéfrico se fusiona con la
Es indispensable que los profesionales pediátricos que cuidan de estos cloaca y contribuye a la formación del trígono vesical. En los hom-
pacientes identifiquen a aquellos con riesgo de desarrollar una dis- bres también da origen a parte del aparato reproductor, incluidos
función renal. el conducto deferente, las vesículas seminales, los epidídimos, los
El cuadro 88.1 muestra el espectro fenotípico de estos trastornos. La conductos eyaculadores y los conductillos eferentes del testículo.
obstrucción de la unión ureteropélvica (OUUP) y el reflujo vesicoure- En las niñas, el mesonefros da lugar a unas estructuras vestigiales,
teral (RVU) son las ACRVU más frecuentes. Otras formas de ACRVU el epoóforo y el paroóforon (Renkena et al., 2011; Duke University
son los riñones displásicos multiquísticos (RDMQ), el megauréter School of Medicine, 2015).
primario, los sistemas colectores duplicados, el ureterocele, la displasia El metanefros constituye la última fase del desarrollo renal y se iden-
renal y la obstrucción infravesical, por ejemplo, por válvulas uretrales tifica alrededor de las semanas 5-6 de gestación. Esta estructura consta
posteriores (VUP) (Ichikawa et al., 2002). de dos componentes: la yema ureteral y el mesénquima metanéfrico. La

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CAPÍTULO 88 Alteraciones del desarrollo del aparato genitourinario 1261

yema ureteral se forma a partir del conducto mesonéfrico (de Wolff) recanalización de la luz al crecer el embrión. Este proceso comienza
caudal próximo y crece introduciéndose en el blastema metanéfrico. La en la zona media del uréter y progresa en sentido proximal y distal.
interacción recíproca entre la yema ureteral y el mesénquima metané- En embriones de aproximadamente 17 mm de longitud, el uréter
frico provoca la ramificación de la yema ureteral que da origen al primario forma un cordón macizo, y en el embrión de 23 mm es
sistema colector renal. La transformación en epitelio del mesénquima totalmente permeable. Estas observaciones han dado lugar a la teoría
metanéfrico situado en los extremos recién formados de las yemas de que la OUUP y la obstrucción de la unión ureterovesical se deben
ureterales da lugar al desarrollo de las nefronas. Con cada división a una recanalización incompleta del uréter en sus extremos más
de la yema ureteral se forma una nueva capa de nefronas a partir de proximal y distal (Baker y Gomez, 1998; Duke University School
células madre de la periferia del órgano. Al proseguir el desarrollo, el of Medicine, 2015).
metanefros se sitúa en posiciones cada vez más altas, alcanzando su El orificio ureteral también se desplaza desde el punto original de
posición lumbar a las 8 semanas de gestación (Duke University School aparición de la yema ureteral en el conducto de Wolff hacia la vejiga.
of Medicine, 2015). Esta transposición se produce al expandirse la porción terminal del
Se ha observado también que el conducto ureteral principal conducto e incorporarse a la base de la vejiga formando el hemitrígono.
(futuro uréter) sufre un proceso de obliteración temporal seguido de Si, por ejemplo, la yema ureteral se forma más caudal en el conducto,
el orificio se incorpora en un cuerno alargado del hemitrígono y, por
tanto, se desplaza en sentido lateral. Este desplazamiento lateral con-
diciona que el túnel submucoso sea corto, provocando RVU (Baker
• CUADRO 88.1  Espectro de anomalías congénitas y Gomez, 1998).
del riñón y las vías urinarias Todas las ramas de la yema ureteral y las nefronas están formadas
(ACRVU) en las semanas 32-36 de gestación. Sin embargo, estas estructuras
continúan madurando después del nacimiento. Una vez maduras,
Agenesia renal se calcula que en el ser humano cada riñón tendrá entre 300.000 y
Displasia renal 1 millón de nefronas (Bertram et al., 2011).
Hipoplasia renal
Duplicidad renal y ureteral
Riñón en herradura y otras anomalías de fusión (ectopia cruzada fusionada)
Anomalías renales
Obstrucción de la unión ureteropélvica
Megauréter (obstructivo, con reflujo, no obstructivo, sin reflujo) Agenesia renal
Uréter ectópico La agenesia renal es la ausencia congénita de los riñones, y puede ser
Ureterocele bilateral o unilateral. La agenesia renal bilateral afecta a aproximada-
mente 1 de cada 4.000 recién nacidos, con predominio masculino
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• Figura 88.1  Desarrollo del riñón humano.

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(Potter, 1965). Prenatalmente se detecta en el segundo o tercer trimes- conducto de Müller, incluidas anomalías cloacales, también presentan
tre al observar un oligohidramnios grave en la ecografía. La ausencia de riñones ectópicos (Leduc et al., 1968; Warne et al., 2002). Por ello,
riñones, la falta de repleción vesical y la ausencia de arterias renales en cuando se observe un riñón ectópico en una niña, hay que investigar
la ecografía Doppler color confirman el diagnóstico (Dias et al., 2014). esta posibilidad. El pronóstico del riñón ectópico es bueno, sin que se
En el período posnatal se observa en los recién nacidos la típica facies hayan demostrado efectos adversos sobre la presión arterial o la función
de Potter, con un pliegue cutáneo prominente desde el ojo a la mejilla, renal (van den Bosch et al., 2010).
nariz aplastada, orejas de implantación baja y anomalías ortopédicas, Cuando el riñón ectópico se localiza en el lado opuesto a la desem-
como extremidades inferiores arqueadas o fusionadas. La escasez de bocadura vesical del uréter, se conoce como ectopia renal cruzada. Se
líquido amniótico provoca hipoplasia pulmonar y dificultad res- encuentra en alrededor de 1 de cada 1.000 autopsias, y en el 90% de
piratoria (Peters et al., 1991). Estos hallazgos o la ausencia de diuresis los casos estos riñones están además fusionados con el riñón adyacente
en 24 h son indicaciones para la realización de una ecografía renal. La (Abeshouse y Bhisitkul, 1959). La causa es desconocida. Este trastorno
agenesia renal bilateral es prácticamente siempre mortal, con un 40% es más frecuente en los hombres, y el desplazamiento más frecuente
de fallecimientos intrauterinos y una supervivencia menor de 48 h de es de izquierda a derecha (Gu y Alton, 1991; Bhatt y Herts, 2014).
los que llegan a nacer vivos debido a la afectación pulmonar, aunque En torno al 20% de los pacientes con ectopia renal cruzada también
se han descrito casos de supervivencia de gemelos monoamnióticos presentan RVU (Guarino et al., 2004), y se observa una elevada inci-
discordantes para agenesia renal bilateral (Perez-Brayfield et al., 2004) dencia de anomalías esqueléticas y genitales asociadas, aunque no se
y un caso de agenesia renal bilateral tratado con amnioinfusión seriada, sabe si esto se debe a la ectopia o a la agenesia (Gu y Alton, 1991;
logrando la supervivencia del recién nacido hasta los 9 meses (Biens- Gleason et al., 1994).
tock et al., 2014). La prevalencia de anomalías renales congénitas en La anomalía de fusión más frecuente es el riñón en herradura,
los familiares es más alta, por lo que se recomienda la evaluación con que consiste en dos masas renales a cada lado de la línea media
ecografía de padres y hermanos (Roodhooft et al., 1984; Schwaderer conectadas por un istmo de tejido. Se encuentra aproximadamente
et al., 2007). en 1 de cada 600 estudios radiográficos (Weizer et al., 2003). Se
La agenesia renal unilateral afecta aproximadamente a entre 1 de observa una mayor incidencia de anomalías genitourinarias asocia-
cada 500 y 1 de cada 1.000 recién nacidos. La verdadera incidencia das, como hipospadias, criptorquidia, útero bicorne, vagina tabicada
puede ser difícil de establecer debido a la frecuente involución de los y duplicación ureteral (Boatman et al., 1972). Hasta la mitad de
RDMQ. En ecografías fetales con una fosa renal vacía unilateral, el los niños con riñón en herradura presentan RVU asociado (Taghavi
47% presentan ausencia de riñón al nacer, mientras que la mayoría et al., 2016).
de los restantes presentan una ectopia renal (Chow et al., 2005). La mayoría de los pacientes con riñón en herradura permanecen
La agenesia renal unilateral se asocia a anomalías de los conductos asintomáticos, aunque la incidencia de tumor de Wilms es mayor que
paramesonéfricos y mesonéfricos, como la ausencia homolateral del en la población general (Huang et al., 2004), y en la vida adulta se
cuerno uterino o del conducto deferente. También se ha asociado a observa una alta prevalencia de litiasis (Taghavi et al., 2016). Ninguno
diversos síndromes multisistémicos, como el síndrome de DiGeorge, de estos riesgos justifica el cribado sistemático de estos pacientes.
el síndrome de Kallmann, el síndrome de Klinefelter, el síndrome de
Mayer-Rokitansky-Küster-Hauser, el síndrome de Townes-Brocks y el
síndrome de Williams-Beuren (Woolf y Hillman, 2007). Se observa un
Riñón supernumerario
mayor riesgo de anomalías renales contralaterales, como RVU, en un Un riñón supernumerario es una masa renal separada o levemente
tercio de los pacientes; los recién nacidos con agenesia renal unilateral unida al riñón principal con su propia irrigación sanguínea y su sis-
deben ser sometidos a una cistouretrografía miccional (CUM) de tema colector. Es extremadamente raro, y se han descrito solo unos
cribado (Kaneyama et al., 2004). 100 casos (Sureka et al., 2014). Generalmente se diagnostica cuando
A pesar de que hay estudios tranquilizadores que señalan que los el riñón supernumerario se infecta o se obstruye, ya que alrededor
pacientes con riñones solitarios tras una nefrectomía por donación del 50% presentan alguna anomalía estructural, como duplicidad o
presentan un bajo riesgo de desarrollar insuficiencia renal terminal hidronefrosis (N’Guessan y Stephens, 1983).
(Reese et al., 2015), nuevos datos muestran un mayor riesgo de
insuficiencia renal en pacientes con riñón solitario congénito, un Nefropatías quísticas
50% de los cuales necesitarán diálisis a los 30 años (Sanna-Cherchi
et al., 2009). La American Academy of Pediatrics no recomienda Las nefropatías quísticas se dividen según que las causas que las provo-
restringir la práctica deportiva debido al bajo riesgo de traumatis- quen sean hereditarias o no hereditarias (cuadro 88.2). Muchas debutan
mos renales (Grinsell et al., 2012), pero los niños con agenesia durante el período neonatal.
renal unilateral deben ser evaluados regularmente vigilando la pre- La poliquistosis renal autosómica recesiva se manifiesta por un
sión arterial, el análisis de orina y el filtrado glomerular (Westland aumento de tamaño simétrico de los riñones de manera bilateral
et al., 2013). debido a quistes del sistema colector, y se asocia a disgenesia biliar
y fibrosis portal. Se suele considerar una enfermedad infantil; sin
Ectopia y fusión renales embargo, los casos leves pueden debutar en fases de la vida más
tardías. Su incidencia se calcula en 1 de cada 20.000 recién nacidos
La ectopia renal consiste en un riñón que no alcanza su posición habi- vivos, y la responsable es una mutación del gen PKHD1, localizado en
tual; puede ser pélvico, ilíaco, abdominal, torácico, y contralateral o el cromosoma 6 (Zerres et al., 1994). La imagen ecográfica caracterís-
cruzado. Se detecta en alrededor de 1 de cada 700 evaluaciones ecográfi- tica es la de unos riñones aumentados de tamaño bilateralmente,
cas (Caiulo et al., 2012). Se cree que la ectopia se debe a alteraciones del hiperecoicos y con mala diferenciación corticomedular, y los recién
ascenso renal durante el desarrollo del feto. La mayoría de los pacientes nacidos a menudo presentan facies de Potter y problemas respira-
permanecen asintomáticos. torios a consecuencia del oligohidramnios. Entre el 30 y el 40%
La mitad de los riñones ectópicos son hidronefróticos, el 50% de de los pacientes fallecen poco después de nacer por complicaciones
los cuales se deben a obstrucción, el 25% a RVU y el 25% a rotación pulmonares o sepsis (Guay-Woodford et al., 2014). Los que sobre-
anómala sin obstrucción (Gleason et al., 1994). Se observa una estre- viven presentan un alto riesgo de desarrollar durante la infancia
cha asociación con anomalías genitales, que están presentes en casi insuficiencia renal, hipertensión sistémica e hipertensión portal, y
la mitad de los pacientes (Rivard et al., 1978). Esto es más frecuente muchos requieren trasplante renal o hepático (Guay-Woodford
en las niñas, por lo que un gran número de niñas con anomalías del y Desmond, 2003).

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• CUADRO 88.2  Nefropatías quísticas


Hereditarias
• Poliquistosis renal autosómica recesiva (infantil)
• Poliquistosis renal autosómica dominante (adulto):
• Complejo nefronoptisis juvenil y enfermedad quística medular
• Nefronoptisis juvenil (autosómica recesiva)
• Enfermedad quística medular (autosómica dominante)
• Nefrosis congénita (síndrome nefrótico familiar) (autosómica recesiva)
• Enfermedad glomeruloquística hipoplásica familiar (autosómica dominante)
• Síndromes malformativos múltiples con quistes renales (p. ej., esclerosis
tuberosa, enfermedad de von Hippel-Lindau)

No hereditarias
• Riñón multiquístico (riñón displásico multiquístico)
• Quiste multilocular benigno (nefroma quístico)
• Quistes simples
• Riñón en esponja medular
• Nefropatía glomeruloquística esporádica
• Nefropatía quística adquirida • Figura 88.2  Imagen ecográfica de un riñón displásico multiquístico
• Divertículo calicial (quiste pielógeno) con múltiples quistes no comunicantes entre sí y agrupados, que dan
Modificado de la American Academy of Pediatrics, Section on Urology (Glassberg et al., 1987). lugar al típico aspecto en «racimo de uvas». En el renograma no se
detectó funcionamiento renal, lo que confirma el diagnóstico.

La poliquistosis renal autosómica dominante consiste en un cre- Tumores renales


cimiento quístico progresivo y bilateral de los riñones debido a una
mutación de al menos tres genes diferentes (PKD1, PKD2 y PKD3), Los tumores malignos son raros en los recién nacidos, y los renales
que condiciona la formación de una proteína policistina anómala solo representan aproximadamente un 7% de ellos (Powis, 2010).
(Grantham, 1996). Se trata de la nefropatía hereditaria más frecuente, y En torno al 15% se descubren con la ecografía prenatal, y la mitad se
afecta a entre 1 de cada 500 y 1 de cada 1.000 nacidos vivos. Aunque se detectan en la exploración física por una masa palpable abdominal o
solía diagnosticar tardíamente, los avances radiológicos han permitido en el flanco (Isaacs, 2008). El tratamiento de primera línea de todos
su detección precoz en fetos y recién nacidos (Boyer et al., 2007). La los tumores renales unilaterales es la nefrectomía radical. La biopsia
insuficiencia renal es variable y a menudo va precedida de hipertensión previa a la cirugía se suele reservar para casos complejos, como tumores
y hematuria entre los 30 y los 50 años (Johnson y Gabow, 1997). La bilaterales o que debuten con metástasis.
enfermedad se asocia a aneurismas intracraneales, hernias de la pared El tumor renal más frecuente en los recién nacidos es el nefroma
abdominal y quistes en el hígado, las vesículas seminales y otros órganos mesoblástico congénito, que se diagnostica generalmente antes de los
(Luciano y Dahl, 2014). Se recomienda la evaluación sistemática de 3 meses. El predominio en hombres es de 1,5:1. El tratamiento es la
los miembros de la familia asintomáticos adultos, pero no de niños nefrectomía radical; la cirugía generalmente resulta curativa en los
(Chapman et al., 2015). tumores en estadio I/II, y raramente es necesaria la quimioterapia. La
El complejo de la esclerosis tuberosa es una enfermedad neuro- supervivencia global es excelente, de alrededor del 95% (Gooskens
cutánea que se manifiesta por lesiones benignas hipopigmentadas en et al., 2017).
la piel y que se asocia con epilepsia o autismo. Las manifestaciones El tumor de Wilms es el segundo tumor renal neonatal más
renales pueden simular las de otras enfermedades quísticas, y entre las frecuente y afecta por igual a niños y niñas. Su tratamiento general-
secuelas urológicas a largo plazo están los angiomiolipomas renales, mente comienza con la nefrectomía radical, aunque cada vez es más
que pueden tratarse con cirugía o con el inhibidor del complejo de la común la nefrectomía parcial en tumores bilaterales o en pacientes
diana de rapamicina en mamíferos 1 (mTORC1) everolimús (DiMario con síndromes que predispongan a la recidiva (Wilcox Vanden Berg
et al., 2015). et al., 2016). Tras la cirugía, el tratamiento depende de la estratifi-
El RDMQ es la más frecuente de las nefropatías quísticas cación del riesgo y puede incluir quimioterapia o radioterapia en
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(fig. 88.2). Afecta a 1 de cada 4.000 nacidos vivos, y su incidencia función de los protocolos de dos grupos oncológicos internacionales,
va en aumento (Schreuder et al., 2009). Se diagnostica mediante eco- el Children’s Oncology Group y la International Society of Paediatric
grafía, en la que se observa un conjunto de quistes de varios tamaños Oncology (Dome et al., 2015). La supervivencia global es alta, de un
y no se visualiza el parénquima renal. Predomina en los hombres y 90%, pero el 60% de los supervivientes a largo plazo presentan pro-
en el lado izquierdo. La causa es desconocida. Dado que la mitad de blemas crónicos de salud, un 25% de ellos graves, como insuficiencia
los RDMQ involucionan espontáneamente antes de los 10 años, la cardíaca congestiva, hipertensión o insuficiencia renal (Termuhlen
nefrectomía se suele reservar para casos con síntomas como infección et al., 2011).
de las vías urinarias (IVU) o hipertensión (Eickmeyer et al., 2014). Un El tumor rabdoide maligno del riñón es un cáncer raro y agresivo
tercio de los pacientes presentan alguna anomalía del riñón contrala- que generalmente se presenta en estadios avanzados. La tasa global de
teral, generalmente RVU; por ello, se puede plantear la realización de supervivencia en los recién nacidos es menor del 10%. Otros tumores
una CUM (Schreuder et al., 2009). Menos del 10% de los pacientes renales del recién nacido son el carcinoma renal de células claras, que
desarrollarán hipertensión, mientras que hasta el 17% desarrollarán suele debutar en estadios avanzados, pero cuya tasa de supervivencia
proteinuria e insuficiencia renal crónica; ambas parecen ser más fre- global es del 50%, el tumor renal osificante infantil, que generalmente
cuentes en pacientes con anomalías del riñón contralateral (Mansoor es benigno, la nefroblastomatosis, que es una entidad premaligna que
et al., 2011). requiere observación, y el nefroma quístico, que es benigno, pero

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1264 PA RT E XV I I Sistemas renal y genitourinario

indistinguible de algunos tumores malignos poco frecuentes y, por pronóstico a largo plazo depende en general de la presencia de estos
tanto, se suele extirpar quirúrgicamente (Powis, 2010). trastornos asociados, aunque la duplicidad ureteral por sí misma es
un factor de riesgo de menor tasa de resolución espontánea del reflujo
(Estrada et al., 2009).
Trombosis de la vena renal
Entre los factores de riesgo para la trombosis de la vena renal están Ectopia ureteral
la asfixia perinatal, la diabetes materna y la deshidratación, así como
la presencia de factores protrombóticos, como la deficiencia de pro- Existe una ectopia ureteral siempre que el orificio ureteral se sitúe en
teína C o de proteína S y el factor V Leiden (Lai et al., 2012). La posición distinta de la esperada en el trígono vesical. La incidencia
presentación clásica consiste en hematuria macroscópica, una masa es de 1 de cada 1.900 autopsias (Mathiot et al., 2004). Se piensa
palpable en el flanco y trombocitopenia. La angiografía con contraste que la causa es la localización ectópica de la yema ureteral inicial y,
es el método de referencia para el diagnóstico, aunque con el fin de dado que el recorrido de la yema durante el desarrollo embrionario es
evitar la radiación a menudo se emplea la ecografía Doppler como predecible, estos uréteres se encuentran normalmente en localizacio­
alternativa. En esta se observan unos riñones hipertróficos y ecógenos nes predecibles. La forma más habitual es la migración lateral, que se
con ausencia de flujo en la vena renal o aumento de resistencia en la cree que causa RVU. Los uréteres más mediales se suelen encontrar
arteria renal (Resontoc y Yap, 2016). El tratamiento es básicamente a lo largo del trayecto del conducto de Wolff. En los niños pueden
sintomático, aunque cada vez se utilizan más la heparina y la heparina encontrarse uréteres ectópicos en el cuello vesical, la uretra posterior,
de bajo peso molecular en casos bilaterales o con afectación de la las vesículas seminales, el conducto deferente o el epidídimo. En las
vena cava inferior. Sea cual sea el tratamiento escogido, alrededor del niñas, el uréter ectópico puede desembocar en el cuello vesical, la ure-
70% de los riñones afectados acaban atrofiándose (Lau et al., 2007; tra, el útero, la parte proximal de la vagina o el conducto de Gartner
Marks et al., 2005). (Wein et al., 2016).
En los niños el uréter ectópico puede manifestarse por dilatación
o infección de la estructura en la que desemboca (El-Ghar y El-
Hemorragia suprarrenal Diasty, 2013). En las niñas, la probabilidad de que la posición ectópica
Se produce una hemorragia suprarrenal después del nacimiento apro- sea distal al esfínter uretral es mayor, lo que da lugar a incontinencia
ximadamente en 2 de cada 1.000 nacidos vivos, y se manifiesta por continua, que a menudo se descubre después de repetidos intentos
anemia, hiperbilirrubinemia o hematoma escrotal (Lai et al., 2012). fallidos de educación de los esfínteres. Los uréteres ectópicos suelen
Aunque se han descrito masas abdominales palpables, esto es menos corresponder al polo superior del riñón con duplicidad. Aunque existen
común en la era del diagnóstico ecográfico. Entre los factores predis- ectopias en sistemas únicos, son difíciles de diagnosticar debido a que
ponentes están el parto vaginal, la macrosomía, la hipoxia perinatal se asocian a función renal disminuida en ese lado, pero deben sos-
y la sepsis (Gyurkovits et al., 2015). El tratamiento es generalmente pecharse en niñas que presenten incontinencia urinaria continua y lo
sintomático, con resolución espontánea en pruebas de imagen ulteriores que parece un riñón solitario en pruebas de imagen convencionales
(Postek et al., 2011). (Borer et al., 1998). La gammagrafía con ácido dimercaptosuccínico
y la tomografía computarizada son las técnicas más sensibles para el
diagnóstico, aunque la ecografía, la resonancia magnética y la pielo-
Anomalías ureterales grafía intravenosa también pueden detectar un uréter ectópico en un
sistema único (Lee et al., 2016).
Duplicidad ureteral
Puede producirse una duplicidad ureteral si se duplican las yemas Ureterocele
ureterales o se dividen precozmente. Sucede en entre el 0,8 y el 1,8%
de la población (Privett et al., 1976; Wein et al., 2016). En la biblio- Un ureterocele es una dilatación quística del uréter distal submucoso
grafía se han descrito uréteres triples e incluso cuádruples, pero son o intravesical que provoca una obstrucción del flujo urinario. Puede
mucho más raros. La duplicidad completa da lugar a dos uréteres ocurrir en sistemas únicos o con duplicidad; si hay duplicidad, el
separados, mientras que la duplicidad parcial da lugar a una pelvis ureterocele corresponde al polo superior ectópico. Se encuentran ure-
renal bífida que confluye distalmente en un único uréter. Se observa teroceles en entre 1 de cada 500 y 1 de cada 4.000 series de autopsias
una fuerte carga genética en la duplicidad ureteral, que se encuentra (Sözübir et al., 2005). Se cree que la causa es la falta de apoptosis de
en el 12% de los hermanos y progenitores estudiados de los pacientes la membrana distal del meato ureteral, conocida como membrana de
afectados (Carter, 1984). El diagnóstico suele ser ecográfico, y algunos Chwalla. Dado que se presenta en familias, se cree que tiene una causa
signos pueden permitir la detección prenatal de una duplicidad renal, genética (Mendelsohn, 2009). La ecografía de los ureteroceles muestra
como una longitud renal superior al percentil 95 con una estructura hidronefrosis junto con una estructura quística en la vejiga (fig. 88.3).
seudoquística en el polo superior rodeada por un reborde de parén- Actualmente, la mayoría se diagnostican prenatalmente, y se han llega-
quima, dos pelvis renales no comunicantes o una estructura quística do a detectar incluso a las 16 semanas (Godinho et al., 2013). Entre los
en la vejiga compatible con un ureterocele (Dias et al., 2014). La síntomas prenatales están la infección, la retención o el prolapso de la
localización de los uréteres en la vejiga de pacientes con duplicidad uretra en las niñas, generalmente en forma de masa vulvar protruyente
ureteral completa sigue en general la ley de Weigert-Meyer, según (Abdelgadir et al., 2010).
la cual el uréter del polo superior desemboca caudal respecto al del Se han descrito múltiples opciones terapéuticas. Los ureteroceles
polo inferior. pueden simplemente controlarse mediante observación si el niño no
En torno a la mitad de los pacientes con duplicidad renal perma- presenta infecciones, el RVU asociado es mínimo y el renograma
necen asintomáticos, y la anomalía, por sí sola, se cree que no reviste diurético no muestra obstrucción o alguna porción del riñón que ya
ninguna importancia clínica. No obstante, sí que se asocia a otros tras- no funciona. Algunos pacientes adecuadamente seleccionados no han
tornos; la cuarta parte de los pacientes presentan obstrucción del polo requerido ninguna intervención más (Pohl, 2011). En los pacientes
superior, generalmente acompañada de ureterocele; el 10% presentan que requieren tratamiento, la incisión o la punción transuretral logran
nefroesclerosis del polo inferior, y el 4%, RVU del polo inferior (Doery la descompresión de forma mínimamente invasiva, aunque puede
et al., 2015). Se han descrito OUUP tanto del polo inferior como, dar lugar a RVU secundario. Se trata de la intervención definitiva
más raramente, del superior, así como ectopia del polo superior. El con mejor resultado en los pacientes con ureteroceles intravesicales

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CAPÍTULO 88 Alteraciones del desarrollo del aparato genitourinario 1265

• Figura 88.3  Imágenes de una hidronefrosis del polo superior secundaria a un uréter dilatado (A), que
desemboca en un gran ureterocele en la vejiga (evidente en [B]). Se observa también dilatación secundaria
de la pelvis renal del polo inferior. El ureterocele se manifiesta como un defecto quístico de repleción en la
vejiga tanto en la ecografía (B) como en la cistouretrografía miccional (C).

de sistemas únicos, y también puede emplearse como medida pro- suele deberse a una estenosis intrínseca de la zona, mientras que
visional urgente en niños con sepsis y obstrucción (Byun y Mergue- en la infancia y la adolescencia generalmente se debe a la compre-
rian, 2006). Se han descrito también la incisión y la punción fetos- sión extrínseca por un vaso accesorio del polo inferior renal. Puesto
cópicas (Godinho et al., 2013). Otros procedimientos quirúrgicos que cada vez se realizan más ecografías prenatales, muchos casos se
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más definitivos son la ureteroureterostomía, la ureteropielostomía y la diagnostican antes del nacimiento, aunque hay casos que debutan
resección del ureterocele con reimplantación en la vejiga de unidades con dolor en el flanco, náuseas y vómitos en fases más tardías de la
renales funcionales, o nefrectomía o heminefrectomía en el caso de vida. El diagnóstico de obstrucción funcional se confirma con un
unidades renales no funcionales. Independientemente del tratamiento renograma diurético.
escogido, la mayoría de los niños tienen un buen pronóstico a largo Cerca de la mitad de los pacientes deberán ser intervenidos por
plazo, con bajo riesgo de disfunción vesical importante (Paye-Jaouen empeoramiento de la hidronefrosis o disminución de la función renal
et al., 2015). (Chertin et al., 2006). Se sigue realizando fundamentalmente cirugía
abierta, aunque la cirugía laparoscópica o robótica logra resultados
Obstrucción de la unión ureteropélvica similares (Liu et al., 2014). Aunque las tasas de éxito quirúrgico son
del 90-100%, persiste el riesgo de desarrollar hipertensión y proteinu-
La obstrucción de la unión ureteropélvica es una oclusión de la ria (Lee et al., 2014). La mitad de los pacientes con OUUP presentan
unión entre la pelvis y el uréter. Se encuentra en 1 de cada 1.500 otras anomalías urológicas, entre ellas obstrucción contralateral y
nacidos vivos y es la causa más frecuente de hidronefrosis prenatal RVU (Lebowitz y Blickman, 1983; Karnak et al., 2008). Cuando se
(fig. 88.4), presente en el 41% de los casos (Brown et al., 1987; observa una OUUP, se suele recomendar la realización sistemática
Morin et al., 1996). La OUUP en los recién nacidos y los lactantes de una CUM, aunque algunos urólogos pediátricos se cuestionan

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1266 PA RT E XV I I Sistemas renal y genitourinario

• Figura 88.4  Ejemplo de hidronefrosis prenatal compatible con obstrucción parcial de la unión ureteropélvica (A)
que se resolvió espontáneamente en un período de 6 meses (B).

la utilidad de esta prueba invasiva debido a la alta prevalencia de grado III (Estrada et al., 2009). Se recomienda profilaxis anti-
reflujo clínicamente insignificante (ElSheemy et al., 2017; Weitz y biótica continua en los recién nacidos con RVU de grado III-V o
Schmidt, 2017). de cualquier grado si ha presentado alguna IVU con fiebre. Hay
pruebas de que la profilaxis previene infecciones recurrentes, pero
su eficacia en la prevención de la nefroesclerosis no es tan clara
Obstrucción ureterovesical (RIVUR Trial Investigators, 2014). Otra opción para reducir el
La obstrucción ureterovesical, denominada a veces megauréter obstructivo, riesgo de IVU es la circuncisión (Morris y Wiswell, 2013). Las
consiste en una oclusión en la unión entre el uréter y la vejiga. Se cree infecciones intercurrentes a pesar de la administración continua de
que la causa es un segmento adinámico del uréter distal con peristaltis- antibióticos profilácticos generalmente se abordan con un cambio
mo insuficiente (Wein et al., 2016). El megauréter causa el 5-10% de de antibiótico o mediante la corrección quirúrgica por vía abierta
las hidronefrosis prenatales, y cerca del 80% de los casos se resuelven o endoscópica.
sin intervención (Nguyen et al., 2010; Di Renzo et al., 2013). No Alrededor del 27% de los hermanos y el 36% de los hijos de
se conoce la verdadera incidencia de megauréter obstructivo. Como pacientes con RVU presentan reflujo. Se puede considerar el cribado
en el caso de la OUUP, la obstrucción ureterovesical se confirma con con ecografía y practicar una CUM si hay signos de nefroesclerosis o
el estudio funcional mediante renograma diurético, ya que no todos antecedentes de IVU (Skoog et al., 2010).
los megauréteres son obstructivos. El tratamiento quirúrgico puede
realizarse de forma endoscópica o mediante una reconstrucción abierta
(Farrugia et al., 2014).
Anomalías vesicales
Extrofia vesical
Reflujo vesicoureteral La extrofia vesical y el epispadias son anomalías congénitas con manifes-
Se llama reflujo vesicoureteral al paso retrógrado de orina desde la vejiga taciones físicas externas características. La porción anterior de la vejiga
hacia los uréteres. La unión ureterovesical normal cuenta con un largo y/o la uretra, y las estructuras de la pared abdominal no están bien
túnel intramural que el uréter atraviesa antes de desembocar en la vejiga desarrolladas, y la sínfisis del pubis presenta una amplia separación en
y que impide el flujo retrógrado de orina. Se cree que el RVU primario la línea media (figs. 88.5 y 88.6).
se debe a inmadurez o anomalía de esta zona, que permiten el reflujo Esta deformidad se ha descrito como «si se introdujese una de
de orina desde la vejiga hacia los uréteres y los riñones. las hojas de una tijera a través de la uretra de un individuo normal;
Hasta un 17% de todos los niños pueden presentar RVU, inclu- se usase la otra hoja para cortar la piel, la pared abdominal, la cara
yendo al 30% de los que desarrollan alguna IVU (Sargent, 2000). El anterior de la vejiga y la uretra, y la sínfisis del pubis, y luego se
primer signo de RVU suele ser hidronefrosis en la ecografía prenatal; plegasen hacia los lados los bordes cortados como al abrir un libro»
en el 20% de estos recién nacidos se acaba encontrando reflujo (Pas- (Brock y O’Neill, 1998). Este defecto suele observarse aislado, y es rara
serotti et al., 2011). Los recién nacidos con antecedentes de hidrone- la afectación de otros órganos, incluidos los riñones. La extrofia vesical
frosis prenatal unilateral deben ser sometidos a ecografía de nuevo afecta a entre 1 de cada 10.000 y 1 de cada 50.000 nacidos vivos. Afecta
durante la primera semana de vida; si la hidronefrosis era bilateral o más al sexo masculino que al femenino, en una proporción de 2,3:1
en un riñón solitario, lo mejor es hacerla antes de que el recién nacido (Engel, 1974).
sea dado de alta del hospital (Nguyen et al., 2010). Los pacientes El defecto se puede diagnosticar prenatalmente, ya que la ecografía
con hidronefrosis grave en pruebas de imagen prenatales tardías o detecta de forma fiable la extrofia a través de los siguientes hallazgos:
posnatales deben ser estudiados con una CUM de cribado (Peters 1) vejiga ausente o vacía; 2) masa protruyente en la pared abdominal;
et al., 2010). 3) riñones normales con ombligo bajo; 4) separación anómala de
El RVU se clasifica, mediante CUM, en grados del I al V. El las crestas ilíacas, y 5) escroto desplazado en sentido anterior (Mirk
reflujo de bajo grado es más probable que se resuelva espontá- et al., 1986; Gearhart et al., 1995; Wilcox y Chitty, 2001). El diagnós-
neamente sin necesidad de intervención, y se observa resolución tico prenatal permite asesorar mejor a los padres, ya que el pronóstico
espontánea en alrededor del 50% de los pacientes con reflujo de general de estos niños es excelente si se tratan en centros especializados.

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CAPÍTULO 88 Alteraciones del desarrollo del aparato genitourinario 1267

hoyuelo sacro, hay que realizar una ecografía raquídea para descartar
una médula espinal anclada.
El tratamiento quirúrgico ha evolucionado, y hoy en día en la
mayoría de los centros se practica una reparación primaria completa
de la extrofia, que incluye el cierre de la extrofia vesical, la recons-
trucción del cuello vesical, la reparación del encordamiento dorsal,
la reparación del epispadias con uretroplastia y osteotomías ilíacas
bilaterales. Algunos autores todavía defienden la reparación en varias
fases con cierre de la extrofia y del cuello vesical en una primera fase,
reparación del epispadias en una segunda fase y reconstrucción del
cuello vesical en torno a los 4-5 años (Grady y Mitchell, 1999; Inouye
et al., 2013).
El cronograma de la reparación también ha sufrido cambios recien-
tes. En el pasado se solía realizar al nacer. Últimamente muchos autores
defienden retrasar el cierre hasta los 3 meses de edad, basándose en
estudios que demuestran que el cierre diferido no afecta al crecimiento
vesical (Baradaran et al., 2012; Ferrara et al., 2014; Borer et al., 2015).
El cierre diferido permite coordinar mejor los cuidados con el mejor
• Figura 88.5  Niño con extrofia vesical; se aprecian la vejiga extrófica, equipo de urólogos, traumatólogos, anestesistas y personal de quiró-
el ombligo bajo, y el defecto uretral y peniano. fano presente en el momento del cierre. Además, permite que el niño
establezca vínculos con sus padres y que el pene crezca por el pico
fisiológico de testosterona.
Todos los niños desarrollarán RVU tras la cirugía y deben recibir
profilaxis antibiótica al menos durante los primeros 18 meses de
vida.
Entre los objetivos de la reconstrucción están la preservación de
la función renal, la continencia urinaria con micción voluntaria, y
unos genitales externos funcional y estéticamente aceptables. Tras
la reparación primaria se logra la micción voluntaria con una única
operación en alrededor del 40% de los niños, y en torno al 40%
requieren una nueva reconstrucción del cuello vesical a la edad
de 4-5 años para lograr la continencia. Un pequeño porcentaje
de pacientes con vejigas pequeñas requerirá reconstrucción, con
ampliación vesical y empleo del cateterismo intermitente (Ellison
et al., 2016).

Extrofia cloacal
Los pacientes con extrofia cloacal presentan múltiples órganos afectados
y, por ello, se conoce a esta entidad como complejo OIES (onfalocele,
ano imperforado, extrofia y defectos raquídeos [spinal]). Otros órganos
afectados son las extremidades, las vías urinarias superiores, los aparatos
cardiovascular y respiratorio, y el sistema craneofacial. En este tras-
torno, el intestino distal también está abierto hacia la pared abdominal
• Figura 88.6  Niña con extrofia vesical; se aprecian la vejiga extrófica y separa las láminas de cada hemivejiga.
y el clítoris bífido. Antes de la década de los sesenta, la extrofia cloacal se consideraba
incurable, con una mortalidad muy elevada. En las últimas dos décadas,
las tasas de supervivencia han aumentado hasta cerca del 100% (Fuller-
ton et al., 2016). El tratamiento se basa en la evaluación neurológica
del mielomeningocele, el cierre neonatal del onfalocele y la derivación
El asesoramiento de las familias por profesionales sanitarios no fami-
intestinal utilizando el intestino distal extrófico, la aproximación de
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liarizados con el pronóstico a largo plazo ha incrementado la tasa de


las dos mitades de la vejiga, el cierre diferido de la extrofia vesical
aborto de estos fetos (Cacciari et al., 1999).
con posicionamiento de la vejiga en la profundidad de la pelvis, y las
Se cree que la patogenia de la extrofia vesical se debe a la per-
osteotomías ilíacas (Shah et al., 2014).
sistencia de la membrana cloacal durante el desarrollo. Esto, a su
vez, impide la fusión del mesodermo en la línea media. Más tarde,
la membrana cloacal persistente se rompe y da lugar a la extrofia Uraco permeable
(Muecke, 1964).
El tratamiento después del parto incluye ligar el cordón umbilical El uraco es una estructura tubular que conecta el seno urogenital
con sutura de seda en vez de con una pinza de metal o plástico para y la alantoides. Comienza a estrecharse entre los 4 y los 5 meses de
evitar traumatismos sobre la vejiga expuesta. Se coloca un apósito de gel gestación y generalmente se oblitera antes del nacimiento. El uraco
hidratado o incluso una envoltura plástica sobre la vejiga expuesta para permeable se suele diagnosticar al observar la salida de un líquido
protegerla de traumatismos superficiales. El apósito debe sustituirse claro por el ombligo. La ecografía a menudo detecta la alteración,
diariamente, y se debe irrigar la vejiga con suero fisiológico en cada pero es mejor realizar una CUM o una fistulografía para confirmar
cambio de pañal. Deben realizarse una ecografía renal y una radiografía el diagnóstico (Mesrobian et al., 1997). Dado que existen pruebas de
de pelvis para evaluar los riñones y la diátesis púbica. Si se observa un que el uraco permeable se oblitera con el tiempo, en general se evita

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1268 PA RT E XV I I Sistemas renal y genitourinario

la cirugía en pacientes menores de 1 año (Lipskar et al., 2010). En El tratamiento inicial de las VUP consiste en soporte en una uni-
caso de ser necesaria la extirpación, puede realizarse por vía abierta dad de cuidados intensivos neonatales y la colocación de una sonda
o laparoscópica. urinaria de drenaje. Se ha comprobado que el hinchado del balón de
la sonda puede provocar obstrucción ureteral en la vejiga afectada
por las válvulas, por lo que debe evitarse (Jordan y Hoover, 1985).
Válvulas uretrales posteriores Una vez que el estado del recién nacido se haya estabilizado como
Las VUP son una obstrucción congénita de la uretra posterior. Son para resistir la intervención, las válvulas se resecan endoscópicamen-
la causa más frecuente de obstrucción de la salida de la vejiga en los te. La vesicostomía se reserva para los recién nacidos con uretras
recién nacidos de sexo masculino, y afectan a alrededor de 2 de cada demasiado pequeñas para el paso del endoscopio, y la derivación
10.000 nacidos vivos, exclusivamente hombres (Malin et al., 2012). de las vías superiores no se considera que ofrezca ningún beneficio
Se han clasificado en tres tipos desde los años veinte. Las válvulas adicional en cuanto al drenaje o la función renal en el futuro (Farhat
de tipo 1 constituyen la mayoría de las VUP, con unos repliegues de et al., 2000).
tejido que nacen del verumontanum y se fusionan en la línea media. El pronóstico a largo plazo es malo, con un 20-60% de niños
Las válvulas de tipo 2 no se han descrito desde su descripción inicial que progresan a insuficiencia renal terminal. Las cifras de creatina
y probablemente no existan. Las válvulas de tipo 3 son en forma de mínimas alcanzadas predicen el pronóstico renal final; en las series
reborde anular y se cree que se deben a la persistencia de la membrana más recientes se emplea una cifra mínima mayor de 1 mg/dl como
urogenital (Young et al., 1919). punto de corte para predecir un alto riesgo de deterioro renal futuro
La ecografía prenatal a menudo permite detectar las VUP, que dan (Sarhan et al., 2011; Bilgutay et al., 2016). La vejiga se descompensa
lugar clásicamente a una vejiga dilatada y engrosada, con hidrouréter y se hace muy grande, con escasa sensibilidad y altos residuos pos-
bilateral, especialmente en presencia de oligohidramnios, y una uretra miccionales que a menudo requieren cateterización nocturna (Koff
posterior dilatada que da lugar al «signo de la cerradura», aunque et al., 2002).
algunas de estas anomalías pueden aparecer también en la atresia ure- En la década pasada se han ensayado diversas intervenciones fetales
tral (Robyr et al., 2005). La CUM confirma el diagnóstico tras el para las VUP. Entre ellas están la derivación vesicoamniótica y la abla-
nacimiento y muestra claramente las membranas obstructivas en la ción fetoscópica de las válvulas. Aunque se soluciona el oligohidramnios
uretra (fig. 88.7). y la mortalidad perinatal se reduce, no hay pruebas de que disminuya
Las VUP tienen consecuencias sobre múltiples sistemas del orga- el porcentaje de pacientes que progresan a insuficiencia renal terminal
nismo. Si la obstrucción es lo bastante grave para provocar oligohi- (Farrugia, 2016).
dramnios, se pueden observar hipoplasia pulmonar y facies de Potter.
La displasia renal es frecuente y puede provocar insuficiencia renal Anomalías genitales en los hombres
progresiva en etapas más tardías de la vida, asociada a menudo a
poliuria y diabetes insípida nefrógena. La vejiga suele ser pequeña, Criptorquidia
con baja distensibilidad que conduce a un fallo miógeno con el
tiempo. Los uréteres suelen permanecer crónicamente dilatados La criptorquidia, también conocida como testículo no descendido,
(Wein et al., 2016). es una de las anomalías congénitas más frecuentes. Su incidencia
es variable y depende de la edad gestacional. La incidencia oscila
entre el 1 y el 4,6% en los recién nacidos a término y entre el 1,1
y el 45,3% en los recién nacidos prematuros (Kolon et al., 2004).
Durante los primeros 3-6 meses de vida, el testículo puede descender
espontáneamente, por lo que la incidencia en torno a 1 año de edad
es de alrededor del 0,7-1%.
Las principales razones para tratar este trastorno son los riesgos
de deterioro de la fertilidad, de cáncer testicular y de torsión tes-
ticular. El número de espermatogonias por túbulo disminuye en
los niños con criptorquidia a partir de 1 año de edad, y por ello
se recomienda practicar la orquiopexia antes de 1 año de edad
para reducir la pérdida de células germinales (Hadziselimovic y
Herzog, 2001).
Este trastorno se encuentra a menudo en recién nacidos sanos,
pero puede asociarse a más de 400 síndromes (Visser, 1982). Su
causa se cree que es multifactorial, e influyen tanto la predisposi-
ción familiar como la exposición ambiental (ftalatos, pesticidas,
ignífugos). También se ha incluido en el «síndrome de disgenesia
testicular», un mecanismo que interfiere en el desarrollo testicular
fetal normal y que incluye criptorquidia y trastornos genitourina-
rios, como hipospadias, alteraciones de la producción de semen e
infertilidad (Barthold, 2008). En recién nacidos «de sexo masculino»
con gónadas no palpables bilaterales hay que investigar un posible
trastorno de la diferenciación sexual (TDS), como la hiperplasia
suprarrenal congénita (HSRC). En pacientes con criptorquidia
unilateral e hipospadias también hay que investigar un TDS, sobre
todo una disgenesia gonadal mixta o un TDS ovotesticular (Kolon
et al., 2014).
• Figura 88.7  Esta cistouretrografía miccional muestra una válvula Las recomendaciones más recientes de la American Urological
uretral posterior clásica, con estrechamiento de la uretra en el extremo Association sobre el tratamiento de la criptorquidia afirman: «Los
más distal de la próstata. Esta zona corresponde a un repliegue tisular profesionales sanitarios deben remitir a los recién nacidos con crip-
que actúa como una valva obstructiva de la válvula. torquidia (detectada al nacer) que no hayan presentado descenso

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testicular espontáneo a los 6 meses (corregidos para la edad ges-


tacional) a un equipo quirúrgico especializado para su evaluación
oportuna (grado de recomendación: B).» El consenso sobre el tra-
tamiento quirúrgico es que debe practicarse la orquiopexia en torno
a los 6 meses y antes de que el niño cumpla 1 año. La colocación
quirúrgica de los testículos en el escroto puede reducir, aunque no
impedir, las secuelas a largo plazo como infertilidad y cáncer (Kolon
et al., 2014).

Hipospadias y encordamiento
Se trata de una de las anomalías más frecuentes del pene y afecta a 1
de cada 250-300 nacidos de sexo masculino, o alrededor del 0,5%
de todos los recién nacidos de sexo masculino (Stoll et al., 1990;
Schnack et al., 2008). A partir del análisis de todos los niños
nacidos en Dinamarca entre 1973 y 2005, se determinó que el
riesgo relativo de un hermano de presentar hipospadias era de
13,4 (intervalo de confianza [IC] al 95%: 11-16,4) y de 10,4 (IC
al 95%: 7,54-14,4) para los hijos de un hombre afectado. El riesgo
en gemelos del mismo sexo era de 50,8 (IC al 95%: 34,2-75,5)
(Schnack et al., 2008).
El término hipospadias indica una uretra de localización anóma-
la. El trastorno es un espectro que incluye una incurvación ventral • Figura 88.8  Hipospadias escrotal grave con encordamiento. El meato
anómala (encordamiento) de diversa intensidad, un prepucio en se sitúa entre los pliegues escrotales.
forma de capucha dorsal y una trasposición penoescrotal. El tras-
torno varía desde un encordamiento leve sin hipospadias hasta un
encordamiento grave con hipospadias, con el meato en localización
perineal. Un pequeño grupo de pacientes presentan un prepucio
normal, y el hipospadias se descubre al realizar la circuncisión. Estos insensibilidad a los andrógenos (Snodgrass et al., 2014). Se han descrito
niños también presentan una placa uretral ancha, por lo que se des- tasas de complicaciones del 2-5% para el hipospadias distal y superiores
criben como hipospadias con megameato (Centers for Disease Control al 30% para el hipospadias proximal (Snodgrass et al., 2010; Long y
and Prevention, 2017). Canning, 2016; Pippi Salle et al., 2016).
En la mayoría de los casos, el hipospadias es el único hallazgo anó-
malo. En alrededor del 10% de los niños, el hipospadias puede formar
parte de un síndrome con múltiples anomalías (Stoll et al., 1990; Otras anomalías penianas
Schnack et al., 2008). El defecto más frecuente es la criptorquidia, des-
crita en alrededor del 3% de los recién nacidos con hipospadias distal Pene palmeado
y hasta en el 10% de los recién nacidos con hipospadias proximal (Wu El pene palmeado, también denominado pene membranoso o fusión
et al., 2002). En un estudio se hallaron anomalías cromosómicas en el penoescrotal, es un trastorno congénito en el cual la piel escrotal se
22,2% de los pacientes con hipospadias y criptorquidia (Yamaguchi extiende hacia la cara ventral del tronco del pene, con un defecto de
et al., 1991). Hay que considerar la posibilidad de TDS, como la HSRC piel en el tronco. El tronco del pene puede estar enterrado en el escroto.
y la disgenesia gonadal mixta, siempre que se encuentre un hipospadias Generalmente, el meato uretral y el tronco del pene son normales
junto con criptorquidia unilateral o bilateral (McAleer y Kaplan, 2001; (Perlmutter y Chamberlain, 1972).
Cox et al., 2008). Estos recién nacidos no deben ser circuncidados y deben ser
El hipospadias se suele clasificar en función de la localización remitidos a un especialista para ser sometidos a reparación alrededor
del meato (porción distal del tronco del pene, zona media del de los 6 meses de edad. La reparación incluirá el uso de la piel del
tronco, porción proximal del tronco; penoescrotal, escrotal, peri- prepucio para recubrir la parte ventral del tronco del pene y recons-
neal). Esta clasificación, sin embargo, es insuficiente para explicar truir la unión penoescrotal y la unión penopúbica (El-Koutby y El
la complejidad del defecto. Debido a esto, se ha empleado un Gohary, 2010).
nuevo sistema de clasificación denominado índice GMS (glande,
meato, tronco [shaft]), que puntúa de 1 a 4 cada componente Pene enterrado
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(tamaño del glande y la calidad de la placa uretral; localización El pene enterrado, también conocido como pene oculto, es un tras-
del meato, y grado de curvatura del tronco), donde se asignan más torno congénito en el cual el pene está parcial o completamente oculto
puntos a las características más desfavorables. Esta nueva escala bajo la superficie cutánea. A veces puede provocar obstrucción, con
de puntación ayuda a determinar la gravedad del hipospadias y a abombamiento del prepucio durante la micción.
evaluar mejor los resultados quirúrgicos (Merriman et al., 2013; Estos niños no deben ser circuncidados al nacer y deben ser remi-
Arlen et al., 2015). tidos a un especialista en torno a los 6 meses de edad para una posible
El hipospadias suele repararse a los 6-18 meses de edad, y las repa- reparación (Maizels et al., 1986; Wollin et al., 1990).
raciones más complejas se posponen hasta después de cumplido 1 año
(American Academy of Pediatrics, 1996). Se aconseja una reparación Micropene
en dos fases en caso de hipospadias y encordamiento graves (fig. 88.8). Se trata de un trastorno congénito que se define como un hombre
Si el falo es pequeño, se pueden administrar inyecciones de testosterona con genitales internos y externos normales, con una longitud del pene
para aumentar su tamaño, aunque algunos autores han hallado que el estirado 2,5 desviaciones estándar por debajo de la media (tabla 88.1).
tratamiento adyuvante es un factor de riesgo independiente de tasas Se ha descrito que la incidencia de este trastorno es de 1,5 de cada
de complicaciones más elevadas (Wong y Braga, 2015). Una escasa 10.000 recién nacidos de sexo masculino (Hatiboğlu y Kurtoğlu,
respuesta a las inyecciones de testosterona puede revelar niños con 2013).

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1270 PA RT E XV I I Sistemas renal y genitourinario

TABLA orificios uretrales a cada lado del seno urogenital común (Pippi Salle
88.1  Longitud del pene estirado según la edad et al., 2000).

Media –2,5 Diferencias en el desarrollo sexual


Edad Media (cm) DE (cm) DE (cm) Este tema se aborda en un capítulo aparte. Estos pacientes suponen un
gran reto diagnóstico y terapéutico, y requieren un enfoque multidis-
Recién nacidos prematuros, 2,5 0,4 1,5
30 semanas
ciplinar para evaluarlos y tratarlos, que abarca la genética, la urología,
la ginecología, la endocrinología, la asistencia social y la psiquiatría
Recién nacidos prematuros, 3 0,4 2 pediátrica.
34 semanas Cualquier niño con fenotipo masculino, incluso aunque esté com-
pletamente masculinizado, con gónadas bilaterales no palpables, debe
Recién nacido a término 3,5 0,4 2,5
ser estudiado para descartar una HSRC. En caso contrario puede
DE, desviación estándar. producirse una crisis addisoniana debido a un síndrome genitosupra-
rrenal perdedor de sal.

Fimosis
El prepucio forma un rodete de epitelio que se fusiona ventralmente
en el frenillo. La formación incompleta del prepucio se asocia a otras
Afalia anomalías penianas, como hipospadias, encordamiento y epispadias.
La agenesia del falo es muy rara y ocurre en 1 de cada 10 millones a Una vez formado, la superficie interna del prepucio se fusiona con el
1 de cada 30 millones de nacidos vivos. Sugiere un fallo embrionario epitelio del glande y es posible que no se separen hasta una fase pos-
precoz en el desarrollo del tubérculo genital. La uretra se localiza en terior de la infancia. En el proceso de separación se pueden formar
el perineo (Skoog y Belman, 1989). El cariotipo es generalmente espacios quísticos entre las dos capas que se llenan de epitelio des-
46XY, aunque se han descrito niñas con ausencia de las estructuras camado y forman gránulos blancos o esmegma infantil. Estos pueden
corporales (Friedman et al., 2016a). Estos trastornos se han asociado llegar a ser bastante grandes y formar una masa bajo el prepucio. Acaban
a otras anomalías, como agenesia renal, riñón en herradura, trastornos drenando espontáneamente.
esqueléticos y nerviosos, y ano imperforado. Los niños antiguamente se Actualmente se recomienda dejar que el prepucio se separe del
criaban como niñas, pero esta práctica se ha abandonado. Estos niños glande por sí solo y considerar el tratamiento solo si la fimosis no
tienen testículos normales, con producción normal de testosterona y se resuelve durante la infancia o para los 5-7 años. La retracción
espermatogenia normal, y deben ser criados como hombres. Gracias forzada del prepucio está contraindicada, ya que provoca desgarros
a los avances en reconstrucción fálica y en fecundación in vitro, estos en la piel del prepucio que dan lugar a cicatrices causantes de
pacientes pueden ser padres y pueden llegar a tener un falo funcional fimosis patológica y que también pueden inflamarse e infectarse
(Macedo et al., 2015). (postitis).
Las ventajas de la circuncisión en el momento del nacimiento han
Epispadias sido objeto de debate y controversia. Una declaración de la American
Este trastorno suele asociarse a extrofia vesical, pero puede apare- Academy of Pediatrics afirma que la circuncisión puede ser útil para
cer de forma aislada. La incidencia es de alrededor de 1 de cada reducir el riesgo de IVU y enfermedades de transmisión sexual (Ame-
117.000 niños y de entre 1 de cada 150.000 y 1 de cada 300.000 rican Academy of Pediatrics Task Force on Circumcision, 2012). Por
niñas (Frimberger, 2011). El epispadias se caracteriza por la falta el contrario, la Canadian Pediatric Society llegó a la conclusión de
de tubularización de la placa uretral en el dorso, que da lugar a que, dado que los beneficios no superan a los riesgos, la circuncisión
un defecto cuya localización puede variar desde el glande hasta el solo debe practicarse en niños de poblaciones o circunstancias de alto
ángulo penopúbico. Los niños afectados presentan también curvatura riesgo (Brian et al., 2016).
peniana dorsal, mientras que las niñas presentan un clítoris bífido Las complicaciones más frecuentes de la circuncisión del recién
(Grady y Mitchell, 2002). nacido son hemorragia, infección, formación de adherencias entre
Los que presentan los defectos más proximales (penopúbicos) son la piel del pene y el glande, y circuncisión incompleta. Otras com-
incontinentes debido a incompetencia del cuello vesical, aunque tam- plicaciones menos frecuentes son la amputación yatrógena del
bién se ha descrito incontinencia urinaria en los defectos más distales glande, la pérdida de piel peniana y lesiones de la uretra (Friedman
(Canon et al., 2008; Surer et al., 2000). et al., 2016b).
Existen diferentes técnicas para reparar este defecto, y en el caso Al hablar sobre la circuncisión del recién nacido con los padres es
de los defectos más proximales es necesaria también la reconstrucción importante exponer los pros y los contras de la circuncisión, incluyendo
del cuello vesical para lograr la continencia (Mitchell y Bagli, 1996; los posibles beneficios, riesgos y complicaciones.
Surer et al., 2000). Actualmente se recomienda diferir la reparación
de estos defectos hasta los 3-6 meses de edad. Los defectos más
proximales (penopúbicos) requerirán también la reconstrucción
Tumores testiculares
del cuello vesical, incluyendo osteotomías pélvicas para situar la La distribución de la incidencia de tumores testiculares es bimodal, con
región del cuello vesical en su localización anatómica correcta, en un pico durante los primeros 2 años de vida y un segundo pico, mayor,
la profundidad de la pelvis. en adultos jóvenes. La incidencia de tumores testiculares pediátricos es
de 0,5-2 de cada 100.000 niños, y representan solo el 1-2% de todos
Duplicidad uretral los tumores pediátricos (Coppes et al., 1994).
Se trata de una anomalía poco frecuente y puede aparecer como duplici- Los teratomas son los tumores benignos más frecuentes en pacientes
dad completa o parcial. Es más frecuente en los niños que en las niñas. prepuberales. La edad mediana de presentación es de 13 meses, aunque
Las dos uretras están orientadas en un plano anteroposterior: el meato se han descrito varios casos en el período neonatal (Levy et al., 1994;
uretral ventral corresponde a la uretra funcional, y la uretra dorsal es Grady et al., 1997). En niños prepuberales se debe considerar la cirugía
estenótica (Pippi Salle et al., 2000). con preservación testicular, aunque hay que obtener cortes congelados
En las niñas, la duplicidad uretral puede acompañar a las anoma- para confirmar el diagnóstico. La orquiectomía es necesaria si todo el
lías cloacales y generalmente se asocia a duplicidad vesical, con los testículo está afectado.

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CAPÍTULO 88 Alteraciones del desarrollo del aparato genitourinario 1271

Torsión testicular de fuga altas, micción disinérgica) y los que tienen bajo riesgo (dis-
tensibilidad vesical normal, baja presión del punto de fuga) (Bauer
Se trata de una incidencia poco frecuente, y su tratamiento es contro- et al., 2015).
vertido. En el recién nacido se manifiesta por tumefacción del hemies- Se coloca un catéter permanente en el período inmediato tras el
croto con o sin molestias. En este trastorno, el testículo, el epidídimo cierre y se realiza cateterismo limpio intermitente cada 3-4 h. Si los
y la túnica vaginal giran alrededor del cordón espermático (torsión volúmenes de cateterismo obtenidos son bajos, el cateterismo limpio
extravaginal). Puede ser unilateral o bilateral, y la torsión bilateral puede intermitente se puede suspender. Hay que enseñar a los padres a realizar
ser sincrónica o asincrónica (Riaz-Ul-haq et al., 2013). el cateterismo limpio intermitente (Wu et al., 1997). Aunque existe
La causa es desconocida, pero se ha propuesto la teoría de que los controversia, el comienzo precoz del cateterismo limpio intermitente
embarazos complicados y el parto vaginal son factores predisponentes puede reducir la necesidad de reconstrucciones, como la ampliación
(Riaz-Ul-haq et al., 2013). vesical en el futuro (Snow-Lisy et al., 2015).
La presentación depende de cuándo se ha producido la torsión. Estos niños deben ser tratados por un equipo multidisciplinar que
Si se ha producido varios días antes del nacimiento, el recién nacido incluya neurólogos, neurocirujanos, urólogos y traumatólogos.
presentará una masa escrotal firme e indolora. Si se produjo horas antes
del nacimiento, el recién nacido generalmente presenta un testículo
elevado, agrandado y doloroso (Riaz-Ul-haq et al., 2013).
Síndrome del abdomen en ciruela pasa
El diagnóstico suele realizarse mediante la exploración física y con El síndrome del abdomen en ciruela pasa, también conocido como sín-
una ecografía Doppler testicular que muestra ausencia de flujo sanguí- drome de Eagle-Barrett, es un trastorno poco frecuente que afecta a 1 de
neo hacia el testículo. cada 40.000 recién nacidos (fig. 88.9). Esta anomalía se caracteriza por
El tratamiento de la torsión testicular neonatal es controvertido. la tríada de defectos de la pared abdominal, criptorquidia y dilatación
Debido a la baja tasa de recuperación, algunos autores han defendido de las vías urinarias, incluyendo ureterohidronefrosis grave, distensión
el tratamiento conservador (Kaye et al., 2008). En la actualidad, la vesical y dilatación uretral (Woods y Brandon, 2007).
mayoría de los urólogos pediatras defienden la exploración quirúr- El pronóstico puede ir desde la muerte en el útero hasta una
gica inmediata. Esta recomendación se basa en que la viabilidad esperanza de vida normal. El tratamiento del trastorno depende de
testicular solo se puede evaluar quirúrgicamente. Además, existe la gravedad de los síntomas. Los pacientes con vaciamiento vesical
un mayor riesgo de torsión asincrónica durante el primer mes de incompleto e IVU repetidas pueden requerir una cistostomía. Todos
vida, y la fijación del testículo normal prevendrá su posible torsión los niños de seño masculino deben ser sometidos a orquiopexia
(Yerkes et al., 2005). bilateral antes de cumplir 1 año. Algunos niños requerirán la recons-
trucción de las vías urinarias y de la pared abdominal (Wheatley
Infecciones de las vías urinarias et al., 1996).

Las IVU son más frecuentes en los recién nacidos de sexo masculino, Malformación anorrectal
con una proporción de niños:niñas en torno a 3:1. Los recién nacidos
no circuncidados parecen presentar un mayor riesgo de IVU durante Los niños con malformaciones anorrectales presentan una mayor inci-
los primeros meses de vida. Los niños no circuncidados presentan dencia de anomalías en otros órganos, dentro de la conocida como
una incidencia de IVU del 4,1% durante el primer año de vida, asociación VACTERL (anomalías vertebrales, anorrectales, cardíacas,
mientras que las niñas tienen una incidencia del 0,5%, y los niños traqueales, esofágicas, renales y/o radiales, y de los miembros [limb]).
circuncidados, del 0,2%. Se ha observado que la zona periuretral Se observan a menudo anomalías urológicas que pueden conducir
está colonizada por uropatógenos, especialmente Escherichia coli, con a una insuficiencia renal grave si no se tratan adecuadamente. Las
mayor frecuencia e intensidad en los recién nacidos no circuncidados anomalías renales más frecuentes son hidronefrosis y RVU (Wiener y
que en los recién nacidos circuncidados (Schoen et al., 2000; Singh- Keisewetter, 1973; Goossens et al., 2011).
Grewal et al., 2005). Hay que practicar a todos los niños afectados una ecografía renal y
Los recién nacidos con una IVU documentada mediante cultivo vesical y, en caso de hallar anomalías, una CUM. La radiografía de sacro
deben ser evaluados al menos con una ecografía renal. Algunos autores y la ecografía raquídea detectarán otros trastornos de la médula espinal
aconsejan una CUM. Si hay hallazgos anómalos en la ecografía, debe que pueden afectar al funcionamiento vesical y provocar deterioro renal
practicarse una CUM. (Wiener y Keisewetter, 1973; Goossens et al., 2011).

Mielodisplasia Anomalías genitales femeninas


La prevalencia de espina bífida al nacer en EE. UU. es de unos 30 de Desarrollo del aparato reproductor femenino
cada 100.000 nacidos vivos. En la mayoría de los niños con mielome-
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

ningocele están afectadas las vías urinarias. El aumento de las presiones El aparato reproductor femenino se forma a partir de los conductos
vesicales y la alteración del funcionamiento vesical debido a déficit de Müller o paramesonéfricos. El proceso es complejo e involucra a
neurológico acaban produciendo hidronefrosis y finalmente deterioro muchos genes. Los conductos de Wolff involucionan sobre todo debido
renal. El objetivo del tratamiento de los niños con mielomeningocele a la ausencia de sustancia inhibidora mülleriana (producida por el
es prevenir el deterioro de las vías urinarias superiores. testículo). Los conductos de Müller se forman en posición lateral res-
El cierre intrauterino del mielomeningocele ha logrado reducir la pecto al conducto de Wolff en torno a las 6-8 semanas de gestación.
necesidad de derivaciones y ha mejorado el pronóstico motor (Adzick Posteriormente, los conductos de Müller migran en sentido medial,
et al., 2011). Sin embargo, la cirugía prenatal no ha reducido signifi- se fusionan en la línea media y se incorporan al seno urogenital for-
cativamente la necesidad de cateterismo limpio intermitente, aunque mando el conducto uterovaginal hacia la décima semana de gestación.
sí se ha asociado con la disminución de los cambios vesicales (Brock La vagina se forma a partir de los conductos de Müller fusionados y
et al., 2015). el seno urogenital. Las cuatro quintas partes superiores de la vagina
Todos los niños deben ser evaluados con una ecografía renal. derivan de los conductos de Müller, y el quinto inferior se origina en
Actualmente se recomienda realizar precozmente estudios urodi- el seno urogenital.
námicos para estratificar los niños según el riesgo entre los que tienen Los genitales externos se diferencian durante las semanas 12 a 16. El
alto riesgo de deterioro renal (presión vesical alta, presiones del punto tubérculo genital forma el clítoris, los pliegues uretrales se convierten

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1272 PA RT E XV I I Sistemas renal y genitourinario

• Figura 88.9  A. La clásica pared abdominal arrugada del síndrome del abdomen en ciruela pasa se acom-
paña de criptorquidia bilateral. Los pacientes afectados presentan hidronefrosis acusada. En casos graves,
como el ilustrado aquí, estos riñones pequeños pueden presentar un aspecto ecográfico muy alterado (B),
y puede existir insuficiencia renal desde el principio. En casos con insuficiencia renal grave, el desarrollo
pulmonar puede verse afectado, como se observa en la radiografía (C); el paciente requirió ventilación
mecánica prolongada durante el período neonatal.

en los labios menores y las eminencias genitales se convierten en los transabdominal practicada por un radiólogo intervencionista bajo
labios mayores (Masse et al., 2009). control ecográfico, que permite la evaluación en tiempo real sin expo-
sición a radicación. El drenaje transabdominal del hidrocolpos con una
sonda permanente es preferible al drenaje transvaginal para prevenir la
Hidrocolpos e hidrometrocolpos reacumulación. En general, las recién nacidas con hidrocolpos y seno
El hidrocolpos congénito es un trastorno poco frecuente caracterizado urogenital presentan un mayor riesgo de sepsis debido al acúmulo de
por distensión vaginal con fluido. En el hidrometrocolpos el líquido se orina en la cúpula vaginal. Se han referido fallecimientos por sepsis
acumula tanto en la vagina como en el útero. Se cree que se deben al secundaria a hidrocolpos.
aumento de la secreción de las glándulas mucosas cervicales debido a
la estimulación hormonal materna. Esta secreción se expande y forma Agenesia vaginal
una masa pélvica debido a una obstrucción de la salida de la vagina
(Nazir et al., 2006). La agenesia vaginal (síndrome de Mayer-Rokitansky-Küster-Hauser)
El hidrocolpos puede asociarse a anomalías genitourinarias, como afecta a 1 de cada 4.000 a 1 de cada 5.000 recién nacidas vivas y se
seno urogenital persistente y anomalías cloacales (Bischoff et al., 2010; debe a la falta de canalización de la lámina vaginal. La mayoría de
Levitt y Peña, 2010; fig. 88.10). La atresia vaginal puede asociarse a estas pacientes debutan en etapas posteriores de la vida con ameno-
varios síndromes (p. ej., síndrome de Kaufman-McKusick y síndrome rrea con caracteres sexuales secundarios femeninos normales. Los
de Bardet-Biedl). ovarios y los genitales externos son normales, y el útero puede ser
La complicación más frecuente del hidrocolpos es la compresión rudimentario. Es frecuente que se asocien otras anomalías genitouri-
de la vejiga, que puede causar retención urinaria e hidronefrosis, que a narias, como agenesia renal y ectopia renal. También son frecuentes
su vez pueden dañar el riñón (Nazir et al., 2006). Esto puede evitarse las malformaciones esqueléticas, sobre todo de la columna verte-
drenando el líquido acumulado. bral y las costillas. Se ha acuñado el término MURCS (aplasia del
Si el hidrocolpos es secundario a un himen imperforado, se practica conducto de Müller, aplasia renal y malformaciones de los somitas
incisión y drenaje. Si, por el contrario, el hidrocolpos se debe a atresia cervicotorácicos). La corrección quirúrgica y su cronograma se
vaginal o a una anomalía cloacal, la vagina se puede drenar median- individualizan en función del grado de atresia y del desarrollo de
te cateterismo limpio intermitente o mediante una vaginostomía los vestigios uterino y vaginal.

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CAPÍTULO 88 Alteraciones del desarrollo del aparato genitourinario 1273

instaurando cateterismo intermitente para descomprimir la vagina


distendida (Rink y Cain, 2008).
La evaluación consiste en examinar a la paciente bajo anestesia y
determinar la longitud del conducto común y la longitud de la uretra
desde el cuello vesical hasta el conducto común. La cloacografía con
reconstrucción tridimensional mediante tomografía computarizada
también proporcionará detalles anatómicos útiles para la planifica-
ción quirúrgica. La reparación quirúrgica suele realizarse durante
el primer año de vida, y la reconstrucción depende de la conexión
entre la vagina y el seno urogenital (Patel et al., 2012; Valentini
et al., 2016).
Se denomina anomalía cloacal cuando el seno urogenital se com-
bina con una malformación anorrectal. Estas recién nacidas presentan
una única apertura en el perineo, donde confluyen la vagina, el recto
y la uretra en un conducto común (Bischoff et al., 2010; Levitt y
Peña, 2010; Peña, 2016). Estas niñas requieren una colostomía para
derivar las heces y al mismo tiempo se puede practicar una exploración
bajo anestesia para determinar la extensión del conducto común y la
longitud de la uretra y el conducto vaginal. La reconstrucción suele
llevarse a cabo en torno a los 6-8 meses de edad cuando la niña esté
estabilizada nutricionalmente. En la reconstrucción intervienen varios
equipos, incluyendo cirugía general pediátrica, urología pediátrica y
ginecología pediátrica.
• Figura 88.10  Esta genitografía, realizada mediante inyección retrógra-
da de un medio de contraste en una abertura única situada por delante
del recto de la paciente, muestra la vejiga en posición anterior (Ve) y la
Anomalías por duplicación del conducto
vagina en posición posterior (Va). La vagina y la uretra confluían en una de Müller
abertura común, que recorría un trayecto de 2 cm antes de desembocar
en el cuerpo perineal. El recto (R) se situaba en su posición normal. La
Cuando la fusión del conducto de Müller es incompleta, se producen
vagina se encontraba distendida debido al atrapamiento de orina, y la
anomalías por duplicación. Pueden variar desde una vagina tabicada
paciente presentaba una masa abdominal inferior. hasta una duplicidad vaginal, en la que se abren al perineo una o ambas
vaginas. Estas niñas pueden presentar un útero parcialmente fusionado
(útero bicorne) o incluso una duplicidad completa con dos cuellos
uterinos (útero didelfo) (Acien y Acien, 2016).
Anomalías cloacales y seno urogenital
Un seno urogenital común forma parte normal del desarrollo del feto. Masas del introito vaginal en niñas
Si el desarrollo del conducto de Müller se detiene durante el primer
trimestre, en el momento del nacimiento persistirá un seno urogenital Se detectan en la exploración física de la recién nacida y su diagnóstico
común. La confluencia entre la vagina y el conducto común varía diferencial incluye:
dependiendo del momento en el que se detuvo el desarrollo. Cuanto • Himen imperforado.
más precoz fuera la detención, más alta estará situada la conexión • Ureterocele prolapsado.
con la vagina. El ano estará en su localización normal, pero a veces • Prolapso uretral.
desplazado en sentido anterior. En la exploración solo se observa una • Quistes de los conductos de Skene o Gartner.
única apertura en el introito y otra segunda apertura correspondiente • Rabdomiosarcoma (Nussbaum y Lebowitz, 1983).
al ano.
A veces la vagina está distendida con orina, y da lugar a compresión La bibliografía utilizada en este capítulo puede consultarse online en
de los uréteres e hidronefrosis. Esto puede solucionarse fácilmente www.expertconsult.com
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CAPÍTULO 88 Alteraciones del desarrollo del aparato genitourinario 1273.e5

Puntos clave Palabras clave


• Las recomendaciones actuales de la American Urological Asso- Anomalías congénitas del riñón y las vías urinarias
ciation no recomiendan la ecografía para el estudio de la crip- Ureterocele
torquidia. Hipospadias
• Los niños con criptorquidia unilateral deben ser remitidos a un Criptorquidia
urólogo pediátrico a los 6 meses aproximadamente. Diferencias en el desarrollo sexual
• Los recién nacidos con testículos no palpables bilaterales deben Extrofia vesical
ser estudiados para descartar una posible hiperplasia suprarrenal Anomalías cloacales
congénita.
• Los recién nacidos con hipospadias y criptorquidia uni- o bilate-
ral deben ser estudiados para descartar trastornos del desarrollo
sexual.
• Se recomienda la reparación del hipospadias entre los 6 meses y
1 año.
• La reparación de la extrofia vesical actualmente se retrasa hasta
los 3 meses.
• Hay que realizar una cistouretrografía miccional en los recién
nacidos con hidronefrosis grave o hidronefrosis bilateral.
• La mayoría de los hidroceles en los recién nacidos son no comu-
nicantes, y los recién nacidos deben ser remitidos al urólogo si el
tamaño es fluctuante, lo que sugiere un hidrocele comunicante.
• El reflujo vesicoureteral es más frecuente en los recién nacidos
de sexo masculino y muestra una elevada tasa de resolución.
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