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Colegio de Letras Modernas (Francesas)

Sánchez García Carolina

Análisis de Corona de luz

La obra Corona de luz de Rodolfo Usigli es una comedia antihistórica publicada en 1965,

aborda la problemática tras la aparición de la virgen de Guadalupe, por un lado se cree necesaria

para la evangelización de los indígenas y evitar una rebelión, según los reyes españoles, aunque

por otro lado pueda resultar contraproducente por llevar al indígena a una posición de igualdad

con el español, puesto que uno de los argumentos para la conquista era la salvación de las almas

que no habían sido iluminadas por Dios.

La obra presenta un conflicto irresoluto, sobre el milagro, entre la Corona española y la

Iglesia española, por un lado hay un gran nacionalismo y un deseo por mantener a la Nueva

España controlada y por otro hay una fuerte religiosidad y un deseo de salvar las almas de los

indígenas, que resulta en la independencia de los indígenas por reconocerse como sus iguales.

En el acto I, la corona española se daba cuenta que la evangelización de los indígenas no

estaba dando resultado, y esto dificultaba que ellos quisieran trabajar para los reyes, y seguir

matando ya no era una opción viable, en un intento desesperado de mantener su poder, Carlos V

discute con un fraile y un emisario de la Nueva España, asistido igualmente por uno de sus

ministros; al ver que no encontraban solución lógica al problema de los indígenas le pregunta a la

reina Isabel qué aconsejaba hacer, un poco irónica dice que sólo los podría salvar un milagro,

consejo que Carlos toma literalmente y orquesta la aparición de la Virgen de Guadalupe para

darle a los indígenas una razón para creer en su Dios, un Dios Español.

Carlos sabía que era importante que los frailes siguieran haciendo su trabajo de

evangelización, sin embargo le daba miedo que los indios conocieran a Dios: “Si lo vieran,

estaríamos perdidos nosotros, en vez de ellos. Serían nuestros iguales, o algo peor. Y Dios es
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Español, ya lo dije.”1 A la par que se dio el descubrimiento de América los españoles habían

expulsado a los moros, lo que, después de tantos años de lucha les dio un sentimiento de

superioridad y de que Dios aprobaba lo que hacían. Aunque en la Nueva España, el

procedimiento debía ser diferente, no sólo podía llevar a cabo la conquista a través de la guerra

ya lo había intentado y se habían perdido muchas almas gentiles en las batallas de Tlacopan,

Tlaxcallan, Tlatelolco, Atzcapotzálcotl, etc., y con estas batallas no se había ganado ni el respeto

ni la fidelidad por parte de los indígenas. Tampoco podía permitir que solo haya españoles en la

Nueva España porque como el ministro le dijo a la reina “nada impediría a los españoles

revelarse contra el rey, y nada impediría a Cortés hacerse emperador o dividir de otra manera el

reino. Pero tampoco podemos permitir que los indios destruyan a los españoles, porque entonces

ya nada impediría a Francia o a Inglaterra o a toda Europa acabar con nosotros y dispersar a los

cuatro vientos el poder de Carlos V.”2 El ministro no puede creer la actitud que ha tomado

España, dice que los españoles se transforman cuando van a la Nueva España y adquieren un

sentimiento que hace que crean que pueden reinar sobre los indios3 cuando su deber es salvarlos.

Entonces Carlos siente que la iglesia es un impedimento para sus planes, incluso afirma que se ha

preguntado si su misión no consiste en acabar con el poder temporal de la iglesia 4, aunque en

realidad no sabe de qué otra forma mantener a los indígenas sometidos, por eso ejecuta en un

intento desesperado el milagro que la reina menciona a forma de broma, lo absurdo radica en que

escogió a un virgen morena para llevar a cabo el milagro del nuevo mundo, solo porque era la

virgen a la que era devota la reina.

En el acto II, ambientado en la Nueva España, se da la visión eclesiástica, España ya

estaba corrompida en un sentido religioso, el Obispado quería hacer las cosas bien en la Nueva
1
Usigli, Rodolfo. “Corona de luz”. Editorial Porrúa, México, 2010. 286 p.
2
Opus. Cit. 287 p
3
Ibídem. 275 p
4
Ibíd. 274 p.

2
España, ellos tenían una misión y era hacer que los indígenas conocieran a Dios, no tenían prisa

por hacerlo, sabían que era un camino largo y que no sería fácil. Fray Juan aparece muy enojado

porque recibe la orden de que sustituya a Dios Nuestro Señor y haga aparecer a una virgen que

tenga una apariencia mexicana5. Es la primera vez en la obra que se menciona el concepto de

mexicanidad, a secas, y choca con la idea del Dios Español. El asunto es posteriormente discutido

con otros frailes para ver cuál es el camino que debían tomar, puesto que Fray Juan dice: “Carlos

V me ha enviado…una orden que mis convicciones más arraigadas, mi sentido de lo que debe ser

la Iglesia en el tiempo moderno me construyen a no obedecer.”6, él tenía claro que la forma de

llevar a cabo su misión no era engañando, y le molestaban las resoluciones que tomaban los

españoles, entendidos como los gobernantes y los soldados.

Fray Juan presenta un cambio importante en este punto, aparentemente él hasta ese

momento había cumplido al pie de la letra con su papel como obispo, callado, respetuoso,

obediente, espiritual, paciente, pero la orden lo indigna a tal punto que presenta grados de

insubordinación tanto a nivel eclesiástico como ciudadano Español, pues comete pecados como

apostar, y duda ejecutar una orden enviada directamente por la el rey de España.

Los frailes ayudan a Fray Juan en su proceso para decidir si cumplirá con la orden o no,

primero establecen la buena naturaleza del indio, Motolinía que acababa de regresar de un viaje a

Tlaxcallan cuenta: “el indio es caritativo y me dio hospitalidad y alimentos. ¡Él, que es más pobre

yo!”7 Luego Motolinía reafirma su misión con los indígenas y con su recopilación histórica

Historia de los Indios de Nueva España: “Me propongo referir en ella todas las maravillas que

hemos descubierto aquí, pero no la daré por terminada hasta que hayamos convertido al último

indio de esta generación”8 Esta misión la compartían los demás frailes, habían salido de España
5
Ibíd. 274 p
6
Ibíd. 302 p
7
Ibíd. 294 p
8
Ibíd. 296 p

3
con el único propósito de salvar a los indios, y según las Casas tenían que soportar “el desaliento

a veces, la cólera contra los soldados los justicias y los mercaderes de España –las matanzas, las

plagas que hacen presa a los indios…”9 haciendo que su misión se volviera más pesada, y que su

visión de España se fuera degradando.

Fray Juan, al no soportar la idea de la misión que le fue encomendada, les dice que piensa

retirarse, sabe que el motivo tras la petición es: “dar al fin al español el señorío definitivo, para

privar a todas luces al indio de toda luz y de toda esperanza, para que el indio se someta si se le

deja libre de adorar a un virgen suya… ¿qué diferencia puede haber entre los ídolos y una virgen
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artificial?” Los demás frailes, a pesar de reconocer la gravedad de tal demanda, no la
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encuentran tan blasfema, Motolinía cree que los puede ayudar con la evangelización y Fray
12
Martín de Valencia cree que puede ser un arma para los indios contra la dominación española

al igual que las Casas que dice: todo lo que ayude en México a la fe es arma contra el bárbaro

demonio conquistador”13.

Otra vez, parece que la religión se vuelve un instrumento para la política, los argumentos

de los frailes apoyan la independencia espiritual de los indígenas de España, realmente están

creando un nuevo mundo, con valores inexistentes en España, pero para Fray Juan hay un

conflicto mucho mayor, para él el fin no es justificable si los medios son inmorales, él exclama:

“empiezo a creer que el demonio habita en España y que el demonio es español”. 14 Sahagún le

pregunta: “¿Teméis que os reproche el indio…?” 15 A lo que Fray Juan responde: “Temo solo a

Dios y a mi conciencia, que me dicen que esto es un grave delito—un fraude de la fe, del alma y

9
Ibíd. 297 p
10
Ibíd. 302-3 pp.
11
Ibíd. 305 p
12
Ibíd. 306 p
13
Ibíd. 309 p
14
Ibíd. 299 p
15
Ibíd. 311 p

4
de la razón. La mía no puede justificar la intención de Carlos.”16 El conflicto se intensifica porque

Fray Juan al haber escuchado hablar a los otros, se da cuenta que si bien no ejecuta él tal farsa,

alguno de sus compañeros lo puede hacer, la monja encargada de hacerse pasar por virgen ya está

en camino, el lugar de la aparición seleccionado y el jardinero que hará que florezcan rosas en

una tierra dónde nunca se han dado ya está contratado.

Posteriormente, dice: “Todo mi esfuerzo, hermano, ha sido por atar los dos cabos porque

eso es para mí lo que nuestro tiempo pide: religión y razón si el ser humano debe ser, porque es,

un animal de razón, es preciso que en él se funden el sentimiento religioso sin el cual no sería

más que un animal sin razón de ser, y el ejercicio de la razón, sin el cual la religión se volvería

cosa animal, de instinto puro para él.”17 Todas sus creencias se están poniendo a prueba, y si él

toma una decisión errónea puede hacer que la religiosidad en la Nueva España nunca exista y de

alguna forma matar a Dios, claramente si Carlos hizo tal petición es porque no tiene miedo de

que pueda pagar por pedir mentir a tal grado y jugar al creador, aunque Carlos mismo decía que

esperaba un poco de iniciativa de sus ministros la realidad según sus allegados era: “En cuanto lo

vierais, señor, ellos dejarían de ver sus cabezas sobre sus hombros.”18

Sin embargo al darse cuenta que la aparición de la virgen puede hacer que los indígenas

logren separarse de los españoles concuerdan en que es preferible salvarlos primero del yugo

español, y luego darles la oportunidad de conocer a Dios y así salvar sus almas, entonces aceptan

seguir con el plan.

En el acto III, Fray Juan, olvida que tiene que revisar los planes para la aparición de la

virgen el 31 de diciembre de 1531. Cuando el 12 de diciembre de 1531, día particularmente

nublado para la Nueva España –como presagio del suceso que iba a acontecer-, de hecho comenta

16
Ibíd. 311 p
17
Ibíd. 327 p
18
Ibíd. 274 p

5
que seguramente es una forma del señor de castigarlos por sus acciones, detonando la culpa que

existía en Fray Juan todavía, aunque ya ni siquiera sabía por qué, interrumpiendo sus

pensamientos varios indígenas, todos de nombre Juan -como una forma de decir que todos los

indígenas eran iguales- llegan diciendo que vieron una luz, y que escucharon una voz en

Tepeyácatl, como prueba llevan la xóchitl que hace sangre o la rosa que encontraron en el lugar

dónde vieron la aparición.

Poco a poco los indígenas van llegando al Obispado de México a dar cuenta de cómo

presenciaron la aparición de una señora, con voz bonita, mucha luz y llevan como prueba de la

aparición la xóchitl que hace sangre. Ni Fray Juan ni nadie del monasterio pueden creerlo, y

afirman que es parte de la gran imaginación de los indígenas, incluso Juan pide a Martincillo que

el señor Obispo le diga: “si esa luz es cosa de los españoles y de la Iglesia, o es que ya los ídolos

anuncian su regreso”.19 Esto demuestra que pese a tanta sangre indígena derramada y la

aniquilación de sus creencias religiosas por parte de los españoles, ellos creían que sí podía

existir algo a parte de lo que ellos conocían, nunca vieron el regreso de Quetzalcóatl pero si

conocieron a la Virgen de Guadalupe. En este punto de la obra son los personajes que demuestran

tener una fe más pura, incluso los ministros del monasterio ubicado en España ocupaban a Dios

como un símbolo de poder superior al rey, y ocupaban su nombre para demostrarle a Carlos que

había un ser más grande que él y no tanto como una verdadera devoción guiada por la fe. Los

indígenas estaban en el punto en el que creían que el Obispo tenía la verdad de Dios 20, y que la

lengua española era la lengua de la verdad 21, aunque no pueden contestar en qué lengua les hablo

la mujer de la aparición que pidió se construyera una casa hermosa, ahí mismo.

19
Ibíd. 323 p
20
Ibíd. 323 p
21
Ibíd. 327 p

6
Al ver la insistencia del pueblo indígena y el creciente bullicio, el Obispado comienza a

investigar si el jardinero que contrataron no plantó rosales en un lugar aparte del indicado que era

al sur de la ciudad y de esta forma los indígenas habían conseguido la xóchitl que saca sangre, o

si la monja que iba a representar a la virgen de Guadalupe se había escapado y hecho su aparición

en otro lugar antes del tiempo indicado. Era la mujer indicada para engañar a los indígenas según

los españoles, puesto que demostraba una paz fuera de lo común, parecía siempre estar en éxtasis,

en un trance y pregonaba ser la madre de Dios, si se hubiera aparecido ella en el momento justo,

bien podían decir que la virgen viajo en barco y cruzó el océano para dar fe a los indígenas, una

virgen traída de España para los habitantes de la Nueva España, pero no fue así. A la vez, si no

hubiera sido una virgen morena que se asemejaba a los indígenas pudieron haber cumplido su

cometido de hacer que los indígenas creyeran en un Dios Español si la virgen hubiera parecido

una virgen española. El Obispado continuó pensando en cada forma lógica posible de que esto

hubiera ocurrido, y Fray Juan sin siquiera darse cuenta alerta desde el principio la idea en los

indígenas de que era una aparición divina cuando ordena a Martincillo que le diga a Juan: “que la

luz no puede hacerla más que Dios, el Dios único que nos trajo aquí para mostrarles la verdad y

el Paraíso”22.

Fray Juan tras ver que no tiene las pruebas lógicas para explicar tal aparición piensa que es una

forma divina de castigar a los hombres por entrometerse en asuntos, más exactamente lo siente:

“mis entrañas me dicen que la mano del hombre, cuando se mete con asuntos divinos, debe ser

cortada”23. Ya reconocida la aparición de la virgen como un hecho extraordinario Fray Juan

declara: “Hay que ocultar la verdad a Carlos y a todos, hermano, porque a partir de este momento

México deja de pertenecer a España. Para siempre. Y ese es un milagro de Dios.”24

22
Ibíd. 323 p
23
Ibíd. 329 p
24
Ibíd. 343 p

7
En conclusión, la aparición de la virgen de Guadalupe resultó ser un milagro a varios

niveles, les dio a los indígenas la independencia religiosa de España, los acobijó en el manto de la

fe católica haciéndoles iguales de los españoles y libro a los frailes de jugar a ser Dios

apareciendo una virgen de la nada, y todo gracias a que cuando Carlos dio la orden de que se

simulará la aparición de una virgen no pensó que si permitía que los indígenas se identificaran a

tal grado no pensarían en un dios español, ni en España más y aunque en realidad la aparición

haya sido algo que estaba fuera de su control, de igual forma si se hubiera ejecutado su plan el

resultado habría sido uno similar.

Bibliografía:

Usigli, Rodolfo. Corona de Sombra. Corona de Fuego. Corona de Luz. Editorial Porrúa,

México, 2010.

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