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Fisiología de la risa

La risa desde hace miles de años ha acompañado al ser humano, es parte de él, e incluso fue

una de las primeros medios de comunicación y expresión antes que el lenguaje, por lo que es

preciso mencionar acerca de las bases fisiológicas encontradas a través de diferentes estudios

realizados, es por ello que (Wilson, 1924 citado por Arias, 2011, p.416), “propuso que el centro

coordinador de las contracciones de los músculos faciales, fonatorios y respiratorios implicados

en la risa se localizaba en la protuberancia”. Por lo anterior se puede decir que la respiración

juega un papel importante e interviene en la expresión de la risa ya se voluntaria o involuntaria,

ya que esta se produce por la interrupción del aire en circulación, sumado a ello se generan

sonidos vocálicos o vibraciones de diferentes rangos, al ser una acción esta se manifiesta de

manera corporal, por lo tanto se activan cientos de músculos faciales y del diafragma que según

estudios en una carcajada estimulan hasta 400 durante este acontecimiento.

Por otro lado Zaragozano (2017) afirma que la risa “se produce cuando un estímulo, interno o

externo, es procesado en áreas primarias, secundarias y de asociación multimodal del sistema

nervioso central” (p.436.e2).Lo antes mencionado hace relación a la producción de la risa desde

que se provoca una excitación y la misma es recibida por los órganos sensoriales, quienes

posteriormente envían esta información a través de conexiones neuronales a las partes del

cerebro encargadas del proceso sensorial y asi captar las señales, no obstante, no se puede dejar

de lado a uno de los actores principales en el acto motor que conocemos como risa y es el

sistema límbico y su vínculo con el procesamiento emocional, que para el caso específico de la

risa, sería la alegria, puesto que las investigaciones informan acerca de las conexiones de la

experiencia de la risa con el sistema límbico: hipocampo, hipotálamo, hipófisis, la amígdala, giro

cingulado, estructuras corticales y subcorticales conectadas con lóbulos del cerebro (frontal,
parietal y temporal) (Fray 2002, citado por Madrid, 2015, p.45), lo que indica que al tener

comunicación con el lóbulo frontal está implicada el área motora suplementaria, de modo que se

originan movimientos musculares y que según experimentos científicos cuando se estimula se

manifiesta la risa, también se puede afirmar la incidencia de este, en la gestión de recuerdos

(hipocampo-.memoria), debido que al estar presentes se puede concebir la risa o en la producción

de muchos neurotransmisores y hormonas involucradas, que se segregan y que benefician el

funcionamiento del cuerpo humano tanto física como psicológicamente, como lo son las

endorfinas ante el dolor, se reduce producción de cortisol, la Oxcitocina aumenta y de igual

modo la serotonina, lo cual eleva el estado de ánimo, en vista de la implicación del eje

hipotálamo-hipófisis que al estar en sintonía con el sistema endocrino normaliza y mantiene un

equilibrio hormonal de forma que se reduzca el estrés, la tensión y aumente la tranquilidad.

Zaragozano (2017) dice que “una vez procesado el estímulo, se lleva a cabo una activación

autonómica generalizada, la cual tiene salida por diversas vías, entre las que se encuentran el eje

hipotálamo-hipófisis y el sistema nervioso autónomo” (p.436.e2), es decir este sería el paso final,

cuando el estímulo se encuentra integrado, está listo para salir, lo hace por una vía eferente: el

sistema nervioso periférico que trae información del encéfalo y de la medula espinal, sin

embargo es el sistema nervioso autónomo es el que se encarga de manera particular de distribuir

todas las señales a el organismo, es por ello y por todo lo anterior que se ha especificado que se

da lugar a la sensación de placer, bienestar físico y emocional, reflejado en el cuerpo y las

acciones por el acto de reír.

Referencias

Arias M. (2011) Neurología de la risa y del humor: risa y llanto patológicos. Rev. Neurol 2011;

Vol 53: pp 415-21. Recuperado de https://doi.org/10.33588/rn.5307.2011077


Madrid, J. (2015). Papel de la risa y el humor en la enseñanza y aprendizaje: Explicaciones

neurofisiológicas. Apuntes Universitarios. Revista de Investigación, V(2), pp. 41-55.

Recuperado de: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=4676/467646280003

Zaragozano, J. (2017). La risa: de la patología a los efectos terapéuticos. Pediatría Integral; XXI

(6): pp 436.e1–436.e6. Recuperado de

https://www.pediatriaintegral.es/publicacion-2017-

09/la-risa-de-la-patologia-a-los-efectos-terapeuticos/

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