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I. INTRODUCCIÓN
1
Este trabajo aparece publicado en “Administración Territorial de Chile. Estudios sobre descentralización y
desconcentración administrativas”, Gabriel Bocksang y José Luis Lara (Coordinadores), 2015, Santiago,
Editorial Thomson Reuters, pp. 39-85.
2
Abogado. Magíster en Derecho Público con mención en Derecho Constitucional, de la Pontificia Universidad Católica de
Chile. Es profesora de Derecho Administrativo y Constitucional, e imparte cursos en pre y post grado en la Pontificia
Universidad Católica de Chile, en la Universidad Mayor y en la Universidad Finis Terrae.
3
Art. 1°, inciso cuarto: “El Estado está al servicio de la persona humana y su finalidad es promover el bien común, para lo
cual debe contribuir a crear las condiciones sociales que permitan a todos y a cada uno de los integrantes de la comunidad
1
al Estado se concreta, tratándose de los órganos de la Administración, en la Ley
Orgánica Constitucional de Bases Generales de la Administración del Estado, N°
18.5754, (LOCBGAE), en el inciso primero de su artículo 3° y en el concepto de
servicio público contenido en el artículo 285.
nacional su mayor realización espiritual y material posible, con pleno respeto a los derechos y garantías que esta Constitución
establece”.
4
Su texto refundido, coordinado y sistematizado se encuentra contenido en el DFL N° 1/19.653, de 2001, del Ministerio
Secretaría General de la Presidencia.
5
Art. 3°, inciso primero: “La Administración del Estado está al servicio de la persona humana; su finalidad es promover el bien
común atendiendo las necesidades públicas en forma continua y permanente y fomentando el desarrollo del país a través del
ejercicio de las atribuciones que le confiere la Constitución y la ley, y de la aprobación, ejecución y control de políticas, planes,
programas y acciones de alcance nacional y comunal”. El Art. 28, a su vez, en lo que nos interesa resaltar, dispone: “Los
servicios públicos son órganos administrativos encargados de satisfacer necesidades colectivas, de manera regular y
continua…”.
6
SAYAGUES LASO, ENRIQUE (2002), pp.161-162.
2
e imponen, además, determinada estructuración a otros servicios de carácter
general.
Por otra parte, Bermúdez señala que “la profundización del Estado con un
talante de mayores prestaciones sociales –tal como se ha visto en Chile en las
últimas dos décadas-, conlleva un aumento de la Administración del Estado. Este
crecimiento obliga a una diversificación de las fórmulas organizativas en que se
estructura la Administración Pública”. Entre los fenómenos que provoca tal
circunstancia, este autor menciona: a) la descentralización funcional, que opera
ante tareas y cometidos que se entregan a administraciones especializadas,
dependientes de la Administración Pública tradicional, aunque separada y
autónoma, y, b) la huida del Derecho Administrativo, que entiende como “la
utilización instrumental de las formas organizativas que mejor acomodan la acción
administrativa y a sus finalidades. Así la Administración Pública asume formas de
organización del tipo jurídico-privado. La Administración pasa, con toda normalidad,
a constituir o a participar en empresas o sociedades regidas por el Derecho
privado”9.
7
No sólo porque es objeto de disciplinas científicas diversas (la sociología, la ciencia política y de la Administración, la
economía y el Derecho fundamentalmente), sino porque designa tanto las correspondientes construcciones sociales
(asociaciones, fundaciones, etc.), como su articulación o estructura interna y también el proceso mismo de creación y
construcción de aquéllas.
8
PAREJO ALFONSO, LUCIANO (2003), p. 367.
9
BERMÚDEZ, JORGE (2011), p. 17.
3
En el presente trabajo, tomando en consideración los supuestos referidos,
intentaremos dar cuenta del panorama que actualmente presenta la organización
de la Administración del Estado en Chile, conforme a la Constitución Política de la
República y las leyes pertinentes.
10
MARIENHOFF, MIGUEL (2003), pp. 73 y ss.
4
solamente poder soberano, y el Fisco, que no tiene poder público, sino sólo
patrimonio”11.
11
GARCÍA DE ENTERRÍA, EDUARDO y FERNÁNDEZ, TOMÁS RAMÓN (2002), p. 367. Ver también: REYES RIVEROS,
JORGE (2013), pp. 226-231.
12
La doctrina de estas sentencias marca para muchos autores, el inicio del Derecho Administrativo, ya que se declara que la
responsabilidad del Estado por los daños causados por sus empleados no se regula por los principios establecidos en el
Código Civil (sobre responsabilidad extracontractual por el hecho ajeno). Se sostiene que la responsabilidad del Estado
obedece a reglas especiales que varían según las exigencias del servicio que ha actuado y en la necesidad de conciliar las
potestades del Estado con los derechos de los particulares. Finalmente, estos pronunciamientos se orientan a reconocer que
compete al juez administrativo y no a los tribunales ordinarios de justicia, conocer y resolver acerca de la responsabilidad del
Estado por el hecho de sus agentes o funcionarios administrativos.
5
b) logró transformar al Estado en un sujeto responsable de sus conductas activas u
omisivas ante las personas; c) la responsabilidad que surge como consecuencia de
la actividad lesiva del Estado y sus organismos se hace efectiva en un patrimonio:
el del Estado y, d) permitió avanzar en la definición de las técnicas de organización
interna del Estado13.
13
BALBÍN, CARLOS (2007), p. 542.
14
SAYAGUES LASO, ENRIQUE (2002), p. 166-167.
6
El fenómeno de la organización interna del Estado, y en particular, la de sus
órganos administrativos, no es indiferente al Derecho. Esto, ya que las normas que
la regulan tienen una incidencia real en las relaciones entre la Administración y los
ciudadanos. Entre otros aspectos, determinan los órganos y autoridades
competentes para cada actuación administrativa y su forma de funcionamiento y,
por otra parte, su observancia es esencial para generar seguridad en quienes se
relacionan con la Administración.
Como recuerda Sánchez Morón15: “esta idea sencilla fue puesta de relieve
tempranamente por el Consejo de Estado francés, que instituyó un recurso
contencioso fundado en el exces de pouvoir, esto es, en la infracción de reglas
objetivas de funcionamiento de la Administración, entre ellas las que determinan la
competencia de los órganos. Desde entonces una decisión administrativa se
entiende nula por vicio de incompetencia, lo que supone infracción de una norma
de organización, y no sólo porque vulnere un derecho subjetivo de algún
particular”16.
El mismo autor alude a la atención que hoy se da a las reglas jurídicas sobre
organización administrativa, ya que si bien la correcta decisión administrativa –la
que se ajusta a Derecho- no siempre se encuentra garantizada por el sistema de
organización que se escoja para la Administración, con una organización deficiente
sería prácticamente imposible asegurar que la Administración sirva con objetividad
y eficacia los intereses generales, que se apliquen cabalmente las leyes y que se
promueva la buena administración en sus relaciones con los ciudadanos17.
15
SÁNCHEZ MORÓN, MIGUEL (2009), p. 222.
16
El mismo autor entrega como ejemplos de vicios de orden público, es decir, deducibles de oficio por los tribunales, aunque
no fueran alegados por las partes en el proceso: la infracción a las normas que regulan la formación de la voluntad de los
órganos colegiados: quórum, convocatorias a las sesiones, mayorías requeridas, etc.
17
SÁNCHEZ MORÓN, MIGUEL (2009), p. 223.
7
las relaciones entre diversos órganos de la Administración (con competencia a nivel
nacional, regional, local, dotados de autonomía, etc.), que son muchas y muy
variadas; c) los mecanismos de participación ciudadana que se adoptarán dentro
del proceso de toma de decisiones administrativas, etc.
8
f) Atribuyen medios personales, materiales y financieros a las distintas
estructuras administrativas (aunque estos últimos aspectos son objeto de estudios
más específicos que el del Derecho general de la organización)18.
Los principios jurídicos sobre los que descansa todo sistema de organización
administrativa son la juridicidad, la competencia y la unidad (jerarquía y tutela o
supervigilancia)19.
2.1. La Juridicidad
18
SÁNCHEZ MORÓN, MIGUEL (2009), p. 223-224.
19
En este tópico seguimos, en parte, la enumeración de principios señalada por DANIEL ARGANDOÑA, MANUEL (1982),
pp. 67 a 84., ya que el autor menciona además, los principios de eficiencia y responsabilidad, los cuales, estimamos forman
parte de aquellos principios rectores de la actividad administrativa en general. Otros autores consideran que son principios de
la organización administrativa: la Competencia y a la Jerarquía: SOTO KLOSS, EDUARDO (2009), pp. 123-152; DROMI,
ROBERTO (2004), p.716.
9
expresión es la ley general. Como consecuencia de dicho aserto, la ley general ha
de determinar todos y cada uno de los actos singulares del poder.
Por otra parte, las ideas revolucionarias no sólo trataron de desplazar del rey
al pueblo el origen del Derecho y de reducir todos los actos singulares de mando a
la regulación de leyes generales, sino que perseguían asegurar la libertad del
ciudadano, que hasta ese momento estaba situado como un simple súbdito pasivo
respecto de un poder ajeno y lejano.
El principio de que todo poder está justificado en una ley previa parte de la
base que la legitimidad del poder procede de la voluntad comunitaria, cuya
expresión típica es la ley. Ya no se admiten los poderes personales como tales.
Todo el poder es de la ley, toda la autoridad que puede ejercerse es la propia de la
ley. Sólo en nombre de la ley puede imponerse obediencia. El rey no reina más que
por la ley y sólo en nombre de ella puede existir y nadie puede ser forzado a hacer
algo que ella no dispone. Los que soliciten, dicten, ejecuten o hagan ejecutar
órdenes arbitrarias serán castigados.
10
Es a esta técnica estructural precisa a la que se le denomina Principio de
Legalidad, el cual llevado al ámbito del quehacer de la Administración significa que
ésta está sometida a la ley, a cuya ejecución limita sus posibilidades de actuación.
Ahora bien, la idea que sustentó que la Administración podía hacer todo
aquello que la ley no le prohíbe, no tardó en ser objeto de fuertes debates y, entre
otras, la doctrinaria kelseniana20 sostuvo como fundamento de la crítica negativa
hacia ella que la misión del Derecho es condicionar y determinar de manera positiva
la acción administrativa, es decir, que ella no es válida si no responde a una
previsión normativa. El kelsenismo no podía admitir ningún poder jurídico que no
significase desarrollo de una atribución normativa precedente, es decir, los poderes
jurídicos necesitaban de una habilitación previa, de una prefiguración normativa.
20
KELSEN, HANS (1969), pp. 317 y ss.
21
MERKL, ADOLFO (2004), pp. 206-223.
22
CARRÉ DE MALBERG, RAYMOND (1948), p. 450.
11
toda actividad administrativa, cualquiera que fuese su objeto y consecuencias, debe
ajustarse a la ley.
23
ZANOBINI, GUIDO (1955), pp. 2 y ss.
24
HAURIOU, MAURICE (1933), p. 400.
25
GIANNINI, MASSIMO SEVERO (1970), p. 82.
12
ausencia de disposición relativa a un supuesto de hecho, habrá que interpretarla en
el sentido que la Administración, por carecer de facultad, no puede actuar.
26
SOTO KLOSS, EDUARDO (1996), pp. 22 y 23.
13
superación del término "legalidad" (ley/parlamento) utilizado antiguamente, puesto
que se hace referencia al Derecho en toda su máxima amplitud de fuentes
normativas, no sólo fuentes legislativas/leyes, sino sobre todo Constitución, que es
el estatuto fundamental de la sociedad política de una nación, y todas las normas
dictadas en su conformidad, incluidas sentencias, actos y contratos administrativos,
actos contralores, etc.".
14
razón del territorio, y, también, de desconcentrar las atribuciones de los órganos
administrativos, en razón de la función o el territorio (artículo 3°, inciso segundo,
CPR)27 .
27
SOTO KLOSS, EDUARDO (2009), p. 117.
28
El texto refundido, coordinado y sistematizado de esta ley se encuentra contenido en el DFL N° 1, de 2005, del Ministerio
del Interior.
29
Qué mal nombre para denominar al órgano que ejerce una función administrativa y no de gobierno, a nivel regional. Se
trata de un órgano colegiado conformado por el Intendente y por el Consejo Regional, que ha sido creado con el objeto de
atender el desarrollo social, cultural y económico de la Región. Está dotado de personalidad jurídica de derecho público y
patrimonio propio.
15
territorialmente desconcentrados del Intendente regional, y que cumplen funciones
de gobierno y de administración, de conformidad a lo que establezca la respectiva
Ley Orgánica Constitucional (artículos 116 y 177 de la CPR y artículos 1° y 3° al
12°, entre otros, de la LOCGAR). En el nivel de la comuna, a su vez, la Constitución
ha estimado necesario el establecimiento del órgano colegiado denominado
Municipalidad, que se dedicará a la satisfacción de las necesidades de la comunidad
local y a asegurar su participación en el progreso económico, social y cultural de la
Comuna. Entre otras materias de trascendencia para el organismo, la determinación
de sus funciones y atribuciones se entrega a una ley orgánica constitucional
(artículos 118 y ss. de la CPR y Ley Orgánica Constitucional de Municipalidades N°
18.695, en adelante también LOCM30).
2.2. La Competencia
30
La Ley Orgánica Constitucional de Municipalidades y sus modificaciones fueron refundidas, coordinadas y sistematizadas
en el DFL N° 1, de 2006, del Ministerio del Interior. En las normas citadas se dispone, en cuanto a aspectos orgánicos de
interés para este trabajo que las Municipalidades son corporaciones autónomas de derecho público, con personalidad jurídica
y patrimonio propio.
31
Ver más detalle de este tema en SOTO KLOSS, EDUARDO (2009), pp. 117-122 y el mismo autor (1996), pp.44-46.
16
administrativos. Todas ellas son asignadas u otorgadas a cada órgano o servicio en
particular, por la ley, según lo que indica la Constitución (artículos 5°, 6°, 7°, 63, N°
14°, y 65, inciso cuarto, N° 2°, CPR).
32
DANIEL ARGANDOÑA, MANUEL (1982), pp. 71 y 72.
17
específica de efectos jurídicos por la actuación (actos u omisiones) de determinados
entes, sujetos u órganos, nada menos que del Estado”33.
Muchas veces es la propia ley la que define o determina ese ámbito o campo
de libertad para el actuar administrativo, cuando simplemente utiliza vocablos como
“la autoridad administrativa podrá…”. El término podrá significa facultad, no un
deber, no una obligación. O bien, cuando la propia norma, por ejemplo, en el caso
típico de la aplicación de una sanción pecuniaria, determina que la cuantía será
definida por la autoridad administrativa dentro de un cierto rango (utilizando
referencia a unidades de medida como UF, UTM, UTA, etc.) dependiendo de la
gravedad del perjuicio, daño o de la falta cometida. Se le entrega un margen de
33
SOTO KLOSS, EDUARDO (2009), p. 124.
34
SOTO KLOSS, EDUARDO (2009), pp. 128-129.
18
apreciación acotado dentro del cual la autoridad puede decidir actuar de una forma
u otra.
35
Sobre este tópico ver, entre otros: PONCE DE LEÓN SALUCCI, SANDRA (2014), pp. 193-222; SOTO KLOSS, EDUARDO
(2009), pp.359-364.
19
función principal la fiscalización del pago de los tributos por parte de los
contribuyentes.
36
Ver DFL MOP N° 850, de 1997, que refunde, coordina y sistematiza la ley orgánica del Ministerio de Obras Públicas -Ley
N° 15.840- y el DFL MOP N° 260, de 1960, ley de caminos.
20
territorial para los efectos de la competencia puede ser considerada en su extensión
nacional, regional, provincial o comunal.
Por otra parte, pueden existir muchos órganos del Estado en un espacio
territorial. Pensemos en la Región Metropolitana, con su capital Santiago, como un
claro ejemplo de ello. En esta ciudad tienen su sede todos los Ministerios y sus
respectivas Secretarias Regionales Ministeriales asignadas a la Región
37
Según el artículo 110 de la CPR, el territorio nacional se divides en regiones y éstas en provincias, para efectos del gobierno
y administración. Para efectos simplemente administrativos, las provincias se dividen en comunas.
21
Metropolitana. Esas Seremías –dependientes de diversos Ministerios- tienen su
ámbito territorial en la Región Metropolitana, pero la de Transportes, por ejemplo,
tiene funciones distintas a las de Justicia, de Obras Públicas, de Vivienda, etc. El
territorio, como ya afirmamos, no sirve por sí solo para determinar la competencia
de algún órgano de la Administración.
22
dispuesto en el artículo 1° de la LOCBGAE), el Presidente de la República interviene
en la designación de su máxima autoridad -el Contralor General-, pero para el
respectivo nombramiento (investidura) debe obtener el acuerdo del Senado,
adoptado con un quórum de tres quintos de sus miembros en ejercicio38. Otra
relación o vínculo del organismo de control administrativo con el Poder Central
administrativo se observa en cuanto a su régimen patrimonial, ya que los recursos
económicos que permiten su funcionamiento, los obtiene del patrimonio público, en
un porcentaje muy significativo de su presupuesto anual. Este órgano no posee
patrimonio propio, sino que actúa con los recursos que se le asignan anualmente
en la Ley de Presupuestos del Sector Público, que es de iniciativa exclusiva del
Presidente de la República.
38
Ver artículo 98, inciso segundo, de la Constitución.
23
También existe exceso de poder o de competencia cuando se invade la
competencia de una persona jurídica administrativa distinta. A modo de ejemplo:
una Municipalidad –órgano administrativo dotado de personalidad jurídica distinta
de la estatal- se arroga la competencia para proyectar un camino público, siendo
que por ley tal facultad corresponde exclusivamente al Ministerio de Obras Públicas,
que actúa dentro de la estructura de la persona jurídica Estado/Fisco.
24
2.3. La Unidad
2.3.1. Jerarquía
39
DANIEL ARGANDOÑA, MANUEL (1982), p. 68.
25
Se trata entonces de un vínculo interno, es decir, que se observa o se
presenta al interior de la Administración. Además, se trata de una relación o vínculo
jurídico, porque tiene su fundamento en normas positivas de Derecho
Administrativo.
Mientras más directo sea el vínculo jerárquico que une a los órganos de la
Administración, esto es, mientras más centralizada sea la Administración, el jerarca
concentrará en sus manos una mayor cantidad y calidad de poderes que puede
ejercer respecto de los subordinados. El personal adscrito al órgano o servicio
40
Sólo agregamos la referencia al Banco Central para respetar lo dispuesto en el artículo 1° de la LOCGBAE, que incorpora
al organismo autónomo constitucional, dentro de los cuadros orgánicos de la Administración del Estado, aunque su Ley
Orgánica Constitucional –N° 18.840-, posterior a la ya citada legislación de bases, haya modificado tal condición orgánica de
relaciones con el Poder Central.
26
público elaborará los antecedentes que permiten al jerarca adoptar la decisión que
valdrá como voluntad del órgano o servicio.
a) Poderes que tiene el jerarca para poder cumplir con sus funciones: i)
La Potestad de mando o Imperativa; ii) La Potestad Sancionadora; iii) La Potestad
para nombrar y remover con arreglo a las leyes a los agentes y funcionarios
públicos.
b) Aquellas atribuciones que el jerarca posee con el objeto de dirigir,
coordinar y controlar a los órganos que encabeza: Con tal objeto, el jerarca puede
dictar reglamentos internos y también emitir las llamadas circulares o instrucciones
que sirven precisamente para mejorar el nivel interno de aplicación de las normas y
disposiciones legales y técnicas.
27
En efecto, de acuerdo a las normas del Estatuto Administrativo General
(artículo 62 de la Ley N° 18.834)41, se impone un sistema de obediencia reflexiva
que consiste en el deber u obligación de obediencia que se impone legalmente al
funcionario público, como principio general. Pero, a la vez, el mismo funcionario
público tiene el derecho de representar por escrito a su jefatura la ilegalidad de la
orden que ésta le ha dado para, en el caso de que la jefatura superior quisiera insistir
en dicha orden, lo cual deberá hacer por escrito, el agente o empleado quede
liberado de responsabilidad por los efectos que se deriven de la medida o acto
administrativo adoptado.
41
Ley N° 18.834, cuyo texto refundido, coordinado y sistematizado fue aprobado por el DFL N° 29, de 2005, del Ministerio de
Hacienda.
42
Entre otras normas, ver: artículos 61 y ss. de la LOCBGAE; Título V, artículos 119 y ss., del Estatuto Administrativo General,
aplicable a los funcionarios públicos –Ley N° 18.834-, cuyo texto refundido, coordinado y sistematizado fue aprobado por DFL
N° 29, de 2005, del Ministerio de Hacienda.
28
numeral 3° del artículo 19 de la CPR. Así lo ha declarado reiteradamente nuestro
Tribunal Constitucional43.
e) Facultad de resolver los conflictos de competencia que se susciten
entre sus subordinados. Esta potestad se hará efectiva en los casos y conforme a
los procedimientos que la ley establezca.
2.3.2. Supervigilancia o tutela
43
Al respecto ver: PONCE DE LEÓN SALUCCI, SANDRA (2013), pp. 207-231.
44
Ver estudio más completo sobre este tema en: SOTO KLOSS, EDUARDO (2009), pp. 146-152.
29
correspondientes al Fondo de Desarrollo Regional que ya han sido aprobados por
la respectiva administración regional (Gobierno Regional).
Una crítica que puede esbozarse, al menos, respecto de este sistema es que
termina siendo una descentralización engañosa de momento que persiste una
estructura de decisión centralizada, al tener que recurrir obligadamente a la opinión
favorable del ente centralizado para poder actuar.
3.1. Concepto
30
Como nos enseñó durante nuestros estudios de Derecho el maestro Manuel
Daniel Argandoña, los sistemas de organización administrativa pueden definirse
como “el conjunto de normas y principios según los cuales se estructuran
orgánicamente las unidades que componen el complejo administrativo”45.
45
DANIEL ARGANDOÑA, MANUEL (1982), p. 85.
46
CLAPS GALLO, DOMINGO (1997), p. 451.
47
ARIÑO ORTIZ, GASPAR (1998), p. 15.
48
PARADA, RAMÓN (1994), p.39.
31
de terminar con los privilegios y la falta de unidad política y social del antiguo
régimen feudal, asegurando, por medio de la centralización administrativa, el
respeto irrestricto en todo el territorio de los derechos y libertades proclamados en
la Declaración de 1789, siendo ello una señal inequívoca de progresismo político49.
49
FERRADA, JUAN CARLOS (1999), p. 115-123.
50
DANIEL ARGANDOÑA, MANUEL (1982), p. 40.
51
BERMÚDEZ, JORGE (2011), p. 304.
32
En este sistema los órganos no tienen asignado un patrimonio propio, por lo
que deben ejercer sus atribuciones y desarrollar sus funciones con los recursos que
se les asignen desde el patrimonio público o estatal. Este patrimonio se conforma,
principalmente con los impuestos, contribuciones, por aquellos bienes que son parte
del Estado, es decir, los declarados como bienes fiscales (por ejemplo por ser el
último heredero intestato o por donaciones), las minas, los bienes nacionales de uso
público que acrecientan no el patrimonio fiscal, sino que el de la comunidad toda,
etc. En cuanto a recursos económicos disponibles –fundamentalmente el dinero-,
su distribución a los órganos centralizados se determina anualmente a través de la
Ley de Presupuesto del Sector Público.
52
Esta posición de los Ministerios en nuestro país, arranca de la propia CPR, que en su artículo 33 establece que “los Ministros
de Estado son los colaboradores directos e inmediatos del Presidente de la República en el gobierno y la administración del
Estado”.
33
Municipalidades, Gobiernos Regionales, empresas públicas creadas por ley,
Universidad de Chile, Servicio de Impuestos Internos, entre muchos otros.
34
de obtener alguna autorización o permiso para ejercer una de las actividades de
parte del Poder Central. Ejemplo: las Municipalidades necesitan pedir autorización
al Ministerio de Hacienda para la enajenación de bienes inmuebles.
53
AYLWIN, PATRICIO y AZOCAR, EDUARDO (1996), p. 161.
54
Conforme al Texto Constitucional el Estado y sus organismos podrá participar en la actividad empresarial si una ley de
quórum calificado lo autoriza (artículo 19, N° 21, CPR).
35
se sostiene en la idea de que existe un solo centro de vinculación máxima de toda
la Administración y ese es el Presidente de la República. De esta forma, el vínculo
entre el Poder Central y todos los órganos administrativos jamás puede
desaparecer. Cosa diversa es sostener que ese vínculo puede ser más o menos
directo, más o menos fuerte, pero aquél siempre debe existir. Si no sucediera así,
si no existiera ese vínculo, el órgano ya no formaría parte de la Administración del
Estado, no sería un órgano administrativo.
36
4. Mecanismos que permiten, dentro de los sistemas de organización
administrativa, la transferencia de competencia o la transferencia del
ejercicio de la competencia desde el nivel superior a otro inferior de la
Administración
55
SOTO KLOSS, EDUARDO (2009), p. 180.
56
DANIEL ARGANDOÑA, MANUEL 81982), p. 94., seguido por AYLWIN, PATRICIO y AZOCAR, EDUARDO (1996), p. 154.
37
De la manera expresada, cuando la ley asigna una determinada competencia
al órgano inferior, mediante la desconcentración, se produce la radicación definitiva
de esa competencia en dicho órgano y dejando su ejercicio sin sujeción a los
poderes de control del jerarca. El jerarca no puede realizar ninguna actividad con
respecto a lo desconcentrado. Por lo tanto, como efecto indudable surge el que no
proceda el recurso jerárquico en el ámbito desconcentrado. La responsabilidad final
por los actos ejecutados por el órgano desconcentrado recae sobre el mismo, en la
medida que los poderes jurídicos ejercidos son de su titularidad.
57
Esta expresión la usa SOTO KLOSS, EDUARDO (2009), p. 186.
38
dentro de un órgano descentralizado como lo es la Municipalidad, ocurre con la
Dirección de Obras Municipales.
4.2. Delegación
39
de los delegantes; c) El acto de delegación deberá ser publicado o notificado según
corresponda; d) La responsabilidad por las decisiones administrativas que se
adopten o por las actuaciones que se ejecuten recaerá en el delegado, sin perjuicio
de la responsabilidad del delegante por negligencia en el cumplimiento de sus
obligaciones de dirección o fiscalización, y e) La delegación será esencialmente
revocable.
58
En la doctrina nacional, revisar la crítica a este mecanismo de delegación de firma, en SOTO KLOSS, EDUARDO (2009).
Pp. 178-179.
40
1. En toda organización administrativa, como indica Dromi59, “subyace una
determinada organización política. La centralización o descentralización políticas
tienen por objeto la organización del Estado, es decir, su constitución orgánica, pero
no determinan necesariamente la centralización o descentralización administrativa,
toda vez que hay Estados políticamente centralizados con un régimen de
descentralización administrativa y viceversa, o ambos concurrentemente”.
2. En el caso de nuestro país, como explicaremos, se ha seguido el
modelo del Estado Unitario en lo político, con descentralización y desconcentración
de su complejo orgánico administrativo (artículos 3° y 110 CPR). El artículo 3° de la
Constitución declara que el Estado de Chile es unitario y que su Administración será
funcional y territorialmente descentralizada o desconcentrada, en su caso, de
conformidad a la ley. A su vez, en el artículo 110, en su inciso primero, dispone que
“para el gobierno y administración interior del Estado, el territorio de la República se
divide en regiones y éstas en provincias. Para los efectos de la administración local,
las provincias se dividirán en comunas”.
3. Los citados preceptos constitucionales nos entregan los siguientes
elementos en la materia: 1° El Estado de Chile tiene la forma jurídica de un Estado
unitario; 2° La división territorial reconoce tres niveles: la Región –sería la principal-
, la Provincia y la Comuna; 3° La Administración estatal será descentralizada o
desconcentrada, territorial como funcionalmente; 4° Se establece una reserva legal
para determinar la descentralización o la desconcentración de los órganos que
integran la Administración del Estado.
4. De este modo, el constituyente decidió combinar la unidad del Estado,
como principio básico articulador del poder político, con la descentralización o
desconcentración administrativa como instrumento de gestión administrativa: Así, el
impulso de la regionalización y reparto del poder administrativo se hace en el marco
del Estado-nación existente, descartándose, al menos por ahora, la posibilidad de
seguir modelos de Estado compuesto de tipo federal o con regiones o comunidades
autónomas. En este sentido, nuestra Constitución ha rechazado construir un modelo
federal en Chile, optando por una descentralización progresiva de la Administración
59
DROMI, ROBERTO (2004), p. 715.
41
estatal -principalmente con base regional-, la que sin afectar la unidad soberana del
Estado -en lo político-, lleve -en lo administrativo- a una Administración Pública más
eficiente y eficaz en beneficio de los ciudadanos60 61.
5. La desconcentración administrativa y, en particular, la de carácter
territorial, se ha usado en nuestro país para provocar una transferencia de
potestades desde el nivel central a los órganos de la Región, Provincia o Comuna,
asumiendo el órgano desconcentrado la titularidad y la responsabilidad de la
potestad atribuida. Lo anterior, se produce sin cambiar el grado de imputación
jurídica de la actuación administrativa, en la medida que tanto el órgano central
como el que tiene presencia territorial en las áreas señaladas forman parte de la
misma persona jurídico-administrativa, existiendo solo un reparto de la potestad al
interior de la organización.
6. En lo que corresponde a la descentralización administrativa, en
nuestro ordenamiento jurídico ésta encuentra su fundamento jurídico -al igual que
la desconcentración- en el artículo 3° de la Constitución. Conforme al mismo
precepto, descentralización podrá ser territorial o funcional, correspondiendo a la
ley definir los casos concretos en que opera esta técnica de reparto de potestades.
Sin perjuicio de ello, la propia Constitución se encarga de crear algunos órganos
descentralizados de carácter funcional y territorial, atribuyéndole, asimismo, sus
funciones básicas. Entre ellos encontramos al Banco Central de Chile (artículo 108
CPR62) y, en los segundos, los Gobiernos Regionales y las Municipalidades
(artículos 111 y 118 CPR, respectivamente).
7. En el ámbito legal, cumpliendo el mandato del artículo 38, inciso
segundo, constitucional, el legislador orgánico constitucional de bases generales de
la Administración del Estado (Ley N° 18.575), en su artículo 29, inciso segundo,
60
FERRADA, JUAN CARLOS (1999), pp. 115-123.
61
Se podrá constatar que la desconcentración administrativa ha tenido su auge en Chile, especialmente a
partir del desarrollo del proceso de regionalización, donde el traspaso de competencias del nivel central a las
regiones y provincias nacidas a partir de los Decretos Leyes N°s. 573 y 575, de 1974, se vuelve algo frecuente
y deseado por la Administración estatal para su funcionamiento más eficiente. Se crean las direcciones
regionales de los servicios públicos y comienza la operación de entes desconcentrados de carácter funcional
al interior de los propios ministerios y servicios públicos.
62
Incluiremos a este órgano dentro de la Administración, atendida su inclusión por el artículo 1° de la LOCBGAE.
42
determina las características básicas de la descentralización de los servicios
públicos administrativos, en el sentido siguiente: "Los servicios descentralizados
actuarán con la personalidad jurídica y el patrimonio propio que la ley les asigne y
estarán sometidos a la supervigilancia del Presidente de la República a través del
Ministerio respectivo. La descentralización podrá ser funcional o territorial".
8. De la disposición citada se pueden extraer los elementos esenciales
de un órgano administrativo descentralizado en Chile: a) personalidad jurídica
propia, b) patrimonio propio y c) sujeción a un vínculo de tutela o supervigilancia del
Presidente de la República a través del Ministerio correspondiente.
9. Siguiendo al profesor Soto Kloss63, los numerosos órganos
descentralizados que han sido creados en nuestro país podrían ser identificados en
cinco categorías básicas: gobiernos regionales; municipalidades; instituciones
fiscales y semifiscales; empresas estatales y fondos o patrimonios de afectación.
Junto a estas se encuentran todos los demás órganos de la Administración estatal
sin personificación que se engloban jurídicamente bajo la personalidad del Estado
Fisco (entes centralizados).
10. En el plano de la descentralización territorial, por su parte, nuestro
ordenamiento jurídico se refiere a dos tipos de órganos principales: las
Municipalidades y los Gobiernos Regionales. Las primeras, son calificadas, desde
la reforma constitucional del año 1991, como "corporaciones autónomas de derecho
público, con personalidad jurídica y patrimonio propio, cuya finalidad es satisfacer
las necesidades de la comunidad local y asegurar su participación en el progreso
económico, social y cultural de la comuna" (artículo 118, inciso cuarto, CPR). Los
Gobiernos Regionales, a su turno, son identificados como órganos con personalidad
jurídica de derecho público y patrimonio propio, encargados de la administración
superior de cada Región y cuyo objeto es el desarrollo social, cultural y económico
de la misma (artículo 111, incisos segundo y tercero, CPR).
11. De la normativa citada se infiere nítido que la Constitución desea hacer
hincapié en el hecho de que el Gobierno Regional se ha creado con carácter
territorialmente descentralizado, con el único fin de desempeñar la función
63
SOTO KLOSS, EDUARDO (1986), pp. 16 y ss.
43
administrativa, ya que la función de gobierno de la misma Región continúa radicada
en un órgano desconcentrado de la Administración central: el Intendente Regional.
Esta regulación es coherente con lo sostenido por la doctrina mayoritaria, en el
sentido que -como señala Ariño Ortiz, siguiendo a Hauriou-, la descentralización
apunta a una cuestión estrictamente administrativa, ya que la política apunta a la
forma política y jurídica del Estado y no a una técnica de reparto de potestades
dentro del mismo64.
12. Finalmente, doctrina especializada que compartimos en este aspecto,
afirma que la descentralización administrativa territorial, de la manera que está
prevista en nuestra Constitución y en las leyes orgánicas constitucionales que la
complementan y desarrollan, es compatible con la existencia de un Estado unitario,
como se declara a Chile en el artículo 3° de la misma Ley Fundamental. Esto,
fundado en que la forma unitaria del Estado chileno -por oposición a Estado
compuesto- no implica necesariamente la existencia de un modelo de Estado simple
centralizado65. El profesor José Luis Cea Egaña66, ha sostenido, en este aspecto,
que la noción de Estado unitario admitiría incluso una descentralización más
integral, donde no solo abarcaría la subfunción administrativa, sino también otras
de mayor entidad política.
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