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EL ABOGADO GAITÁN

DIÁLOGO CON EL PROFESOR NELSON BARROS


NUMAS ARMANDO GIL OLIVERA*

RESUMEN

El profesor Nelson Barros Cantillo ha publicado recientemente un libro, El abogado Gaitán (Edi-
ciones Ciencia y Derecho, Bogotá, 2008), que es transferencia conceptual y organización temática
de los resultados de una investigación suya acerca de Jorge Eliécer Gaitán litigante, penalista y
argumentador forense, que muy pocos, incluidos los expertos en la vida y obra del grande hombre
público, conocen a cabalidad. Sobre este trabajo versa la entrevista al profesor Barros.

Palabras clave
Entrevista, Abogado, Investigación, Gaitán.

ABSTRACT

Professor Nelson Barros Cantillo recently published a book The lawyer Gaitan (Ediciones Ciencia
y Derecho, Bogotá, 2008), which is a conceptual and thematic transfer of the results of his research
about Jorge Gaitan trial, a criminal and forensic debater, that few, including experts on the life and
work of the great public man, fully known. About this work addresses the interviews professor
Barros.

Keywords
Interview, Attorney, Research, Gaitan.

Recibido: Julio 11 de 2013 Aceptado: Agosto 17 de 2013


* Grupo de investigación: Cronotopia. Facultad Ciencias Humanas. Filosofía. Universidad del Atlántico. Ba-
rranquilla. Enero 2009. mochueloscantores@yahoo.com

REVISTA AMAUTA • UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO • BARRANQUILLA (COL.) • ISSN 1794-5658 • NO. 22 • JUL-DIC 2013 • 49-58
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El profesor Nelson Barros Cantillo ha timo trabajo publicado es resultado


publicado recientemente un libro, El de una investigación histórica y bi-
abogado Gaitán (Ediciones Ciencia y bliográfica sobre el abogado litigante
Derecho, Bogotá, 2008), que es trans- Jorge Eliécer Gaitán. ¿Podría usted,
ferencia conceptual y organización te- grosso modo, y con palabra sencilla,
mática de los resultados de una inves- trazar el perfil conceptual de la obra?
tigación suya acerca del Jorge Eliécer
Gaitán litigante, penalista y argumen- Nelson Barros Cantillo. Lo de “pala-
tador forense, que muy pocos, inclui- bra sencilla” es algo que no tendré en
dos los expertos en la vida y obra del cuenta si se trata de hablar del “perfil
grande hombre público, conocen a conceptual de la obra”. Cada saber
cabalidad. La obra contiene, además, tiene sus complejidades, que suelen
reflexiones críticas del autor acerca dar lugar al desarrollo de temáticas y
de los conceptos de Gaitán tocantes vocabularios especializados. Lo mis-
al relativismo procesal, el rechazo del mo sucede con cualquier ciencia, con
método deductivo, la adopción de las la astrofísica, las matemáticas, la eto-
técnicas inductivas, su concepto de lo logía, la paleontología, la física nu-
verdadero, el abandono del positivis- clear, la biología molecular o la endo-
mo, la influencia de la escuela ferria- crinología de las conductas perversas.
na o la relación compleja de su activi-
dad política con el trabajo profesional N.A.G.O. Ese fenómeno se explica
de abogado. porque en cada persona hay un filó-
sofo, por burda y elemental que sea la
Esta es una de las últimas investiga- reflexión de que es capaz. En cambio,
ciones del profesor Barros. Su trabajo no parece que en cada uno haya un
solitario y sin apoyo de ninguna ins- astrofísico, un etólogo o un biólogo
titución sigue su camino. Estas in- molecular. ¿No comparte usted esta
vestigaciones son más conocidas en opinión?
el interior del país, en sus Facultades
de Derecho y en América Latina que N.B.C. Correcto, pero quienes suelen
en nuestro terruño. Y siempre me dice ser comedidos frente a todo aquello
que “es por el analfabetismo en que que no entienden en las publicaciones
se encuentran nuestras Facultades de especializadas de la ciencia, a fortiori
Derecho tanto de los negocios priva- deberían serlo ‒aceptando que hay un
dos de educación dirigidas por parla- filósofo en cada uno‒ ante los desarro-
mentarios con comandos electorales llos teóricos de la filosofía que sobre-
que fungen de centros de educación pasan su capacidad de entendimiento
superior” como la de las públicas. o trasmontan el acervo de su infor-
Dialogamos así: mación efectiva. Lo patético, tratán-
dose de lógica formal, epistemología
Numas Armando Gil Olivera: Su úl- jurídica o teoría de la argumentación,

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que es el horizonte intelectual desde ble” o el propósito de resultar “enten-


el cual, por medio del cual y hacia el dible” no conlleva el absurdo de serlo
cual, la obra fue pensada, trabajada para cualquiera que no tenga el nivel
y publicada, es que haya quienes se que el tema medianamente exige. Lo
ufanen de pontificar sobre los temas que es “claro” o “entendible” para los
más complicados, por poco prepara- expertos, lo es cada vez menos para
dos que estén para ello y por colosal los neófitos en la progresiva medida
que sea el tamaño de la estupidez de de sus niveles de ignorancia. Para mí,
que se valen para comunicarlo. que los investigadores de temas como
El abogado Gaitán, deben tener en
N.A.G.O. Pero nos hemos extraviado mente la clase de lector legítimo para
en digresiones y usted todavía no se la que investiga y escribe. Pensando
allana a resumir lo capital de su libro. en esa especie de lector debe intentar
su mejor esfuerzo en hacerse entender
N.B.C. En cuanto a si puedo resumir perfectamente.
lo fundamental de mi libro con pala-
bra sencilla, pienso que algo que sea N.A.G.O. Luego usted no lleva-
fundamental no se puede decir con rá a efecto el perfil conceptual de la
palabra sencilla y lo que se expre- obra…
sa con palabra sencilla no es funda-
mental. Entendiendo por “sencillo” el N.B.C. No de la manera que usted
vocablo y la construcción que no son quiere. Pero puedo hacer un resumen
de la jerga especializada de la inves- sencillo destinado al lector no espe-
tigación, sino palabras usadas por las cializado, que, en todo caso, ha de
gentes del común. ser un lector culto con incursiones
teóricas mínimas en el derecho y la
N.A.G.O. Luego, la claridad y la dis- filosofía. El mercado de libros está
tinción cartesianas en la comunica- rebosante de ofertas de este tipo, por-
ción de las ideas y el reclamo de Or- que hay mayores volúmenes de venta
tega y Gasset en el sentido de postular en la divulgación “popular” de temas
la sencillez del lenguaje como defini- como “el origen del Universo”, que
ción de la “cortesía del filósofo”, ¿en en los informes “ininteligibles” ‒para
qué quedan para usted? él no entendido‒ de las investigacio-
nes sobre ese particular, propiamente
N.B.C. Lo que puedo decir es que dichas.
“claridad” y “distinción” están robus-
tamente asociadas al criterio de verdad N.A.G.O. Sírvase usted, pues, a su
cartesiano, en tanto que la “cortesía” manera.
orteguiana es un asunto diferente, un
prurito pedagógico, tal vez. En cual- N.B.C. A diferencia de todo lo que
quier caso, la voluntad de ser “creí- se ha escrito sobre Jorge Eliécer Gai-

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tán, el político, lo que constituye un tencia con lo dicho por usted…


volumen de peso específico difícil-
mente discernible por la enormidad N.B.C. Sí, sí. Correcto. Pero “eso que
de su género y la diversidad de sus había”, es decir, las propias “Defen-
especies, en el país y fuera de él, lo sas Penales” de Gaitán y unos cuantos
mío es rara avis en el vasto horizon- opúsculos que resumían algunas de
te de la literatura gaitanista. No solo sus intervenciones en la litis penal, es-
porque trata del Gaitán abogado que taban mal sistematizados como libros
algunos pocos apenas conocen, sino y, para mi gusto, carentes de ordena-
porque la investigación se encaminó ción taxonómica en cuanto a la divi-
a desvelar en detalle la poderosa fuer- sión y clasificación de sus temas. Lo
za dialéctica de este hombre como que, en parte, quise lograr ‒y parece
operador idóneo de los principales que felizmente lo conseguí‒ fue divi-
argumentos forenses conocidos hasta dir el libro en capítulos consagrados
entonces. Relacionado con ello, está al manejo de los argumentos forenses
mi insistencia en destacar los argu- por parte de Gaitán.
mentos de los litigantes e investiga-
dores forenses, cuya importancia es N.A.G.O. ¿No es su investigación un
injustificadamente soslayada por los examen pormenorizado de las defen-
autores de obras de este género. Para sas penales de Gaitán, una a una, para
ellos, el razonamiento de los jueces ir desempolvando y espigando de
‒las providencias de las altas cortes‒ ellas los argumentos principales del
es el modelo lógico y retórico por el jurista, como abogado defensor?
que deben orientarse el estudioso y el
estudiante de estas disciplinas. No sé N.B.C. No. Es una dilucidación sobre
de dónde sacaron estos tratadistas que cada especie de argumento que es lue-
los jueces son razonadores de tan alta go ejemplificado con trozos de alega-
excelencia retórica como para mere- ciones, sacadas de diferentes fuentes,
cer el tributo de ejemplaridad que se en que fulgura con empinado mérito
les otorga, cuando la historia mundial su modo de razonar y su inconfundi-
del foro se ha empecinado en mostrar ble estilo oratorio de decidido defen-
la poca monta filosófica y dialéctica sor de los intereses a él confiados por
que es exhibida por la mayoría de sus poderdantes.
ellos.
N.A.G.O. De conformidad con lo que
N.A.G.O. Pero las fuentes a que re- yo mismo he leído en su libro, usted
currió dejan por sentado que sí había, se aparta del concepto del abogado
tenía que haber, una literatura válida Jorge Eliécer Gaitán en diferentes po-
sobre el particular, de la que usted se siciones de principio, como lo fueron,
ha servido en el curso de su investiga- verbigracia, el importante ítem del re-
ción. Aquí veo emerger una inconsis- chazo del método deductivo y la mi-

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litancia doctrinaria anacrónica en el N.B.C. Ferri y Gaitán anunciaron su


positivismo clásico de Compte. ¿Es- desvinculación de la filosofía positi-
taría de su parte resumir sus pareceres vista, así como su decisión, ‒bastante
al respecto? espuria, por cierto‒ de conservar el
método. Para ellos, la deducción era
N.B.C. Sí, bueno. Más que errores un instrumento de la metafísica esco-
personales de Gaitán, son defectos lástica, un recurso lógico de la teolo-
doctrinarios de la Scuola positivista gía católica, que debía ser erradicado
penal italiana, de Ferri, Lombroso y del panorama del quehacer científico.
Garófalo, a la que luego pertenecería El método verdaderamente científico
Gaitán. Los fundadores y escolarcas ‒decían‒ era la inducción, un proce-
de este movimiento buscaron radicar- dimiento exploratorio libre de las de-
lo en el terreno firme de una filosofía fectuosidades metafísicas asociadas a
de corte científico, que era, según ellos la silogística de raigambre escolásti-
debieron haberlo supuesto, el Positi-
ca. Pero el Positivismo, a fuer de in-
vismo de Augusto Compte. Pero esta
tentar constituirse en espantapájaros
filosofía ya no vivía sus momentos de
de la metafísica, él mismo se fue ha-
esplendor. El Positivismo tomó otros
ciendo metafísico, con la peculiaridad
rumbos menos heroicos que los en-
propia de los espantajos de la super-
soñados por Compte, pero más estre-
chería popular, que espantan a todo el
chamente cercanos al método deduc-
mundo, pero no pueden espantarse de
tivo de la nueva lógica-matemática y
al criterio de verificación empírica, sí mismos.
bastante emparentado con las técni-
cas de la comprobación científica. El N.A.G.O. De donde se colige… o me
rechazo de la deducción, por parte de atrevo a colegir que Gaitán y Ferri es-
la Scuola, y el correspondiente prohi- taban equivocados por partida doble:
jamiento de la inducción como “único por rechazar el método deductivo de-
método de la ciencia”, fueron errores bido a su tradicional contubernio con
tan soberbios, que antelaron su deplo- la teología, y por acoger la inducción
rable final algunos años más tarde. como único y preclaro método de la
indagación científica. Me parece que
N.A.G.O. Pues debió de ser algo de- eran hombres tan ilustrados en lo ju-
vastador para Gaitán percatarse de la rídico como ingenuos en lo filosófico.
crisis teórica por la que hubo de pasar
la Scuola antes de, finalmente, colap- N.B.C. Pues así como lo presenta us-
sar. No debe soslayarse que el Positi- ted, su resumen me parece casi inob-
vismo clásico también era ingrediente jetable. Pero… pero no hay que olvi-
fundamental del pensamiento socio- dar el contexto histórico de entonces
político de este notable hombre de al realizar ponderaciones axiológicas
leyes. en el presente.

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N.A.G.O. Claro… por supuesto. Creo demostrativa del razonamiento válido


que deberíamos abordar otro de los te- y la agudeza devastadora de las cons-
mas de la obra. El principal, o uno de trucciones retóricas. Los “sabihon-
los principales, a mi juicio, se refiere dos” abogados que espetan cualquier
a Gaitán como protagonista de la litis disparate para mal hablar del caudillo
y ducho operador de los argumentos como ejercitante del derecho penal,
forenses. ¿Abona usted a la opinión quedan invitados a leer la obra aquí
de que este hombre era dueño de una comentada, para que empiecen a com-
de las inteligencias verbales más im- prender, por lo básico, qué es un ar-
presionantes en la historia mundial gumento de especie litigiosa y de qué
de la tribuna pública y el escenario portentosa manera, en boca de Gaitán,
forense? era un arma dialécticamente letal para
sus confrontadores forenses.
N.B.C. Sí que comparto ese juicio.
Es en el tinglado de las controversias N.A.G.O. De conformidad con lo que
jurídicas donde mejor desarrolla sus acaba de decir, ¿piensa usted que su
atributos lógicos y sus portentos retó- obra es superior a las que se ofertan
ricos. Pero, desafortunadamente para en el comercio de libros a la manera
muchos ‒especialmente para sus críti- de introducciones a la lógica y la retó-
cos doctrinarios‒ es aquí donde mejor
rica jurídicas?
preparación filosófica (lógica, retóri-
ca y epistemológica) se necesita para
N.B.C. Sí, sin duda… aunque mi li-
poderlo aprehender en la completa
bro no es ni se promueve como una
dimensión de su grandeza discursiva.
“introducción a la lógica y la retórica
forenses”, sirve hasta cierto punto ese
N.A.G.O. ¿Es acaso esa la razón o una
propósito, pues cada capítulo adscrito
de las razones principales para haber-
a un determinado argumento, viene
le desconocido, ciertos académicos y
precedido de una conceptuación pe-
jurisprudentes, sus dotes superiores
de defensor forense y denegado, a dagógica que prepara al lector para
fortiori, el puesto que merece ‒y con enfrentar la palabra lúcida, el juicio
muchas creces‒ en la historia de las aleccionador y la inferencia bien pen-
ideas penales? sada del doctor Gaitán.

N.B.C. Pues, yo diría que sí. Porque N.A.G.O. ¿Cómo pondera usted al
las dotes del orador forense son, para abogado Gaitán, cuya sabiduría jurí-
la plebe intelectual, menos evidentes dica y portento litigioso florecieron en
que las del orador político. Si en esta las décadas de los años 30 y 40 del
prima la grandilocuencia de la pala- siglo pasado, en cuanto a su desempe-
bra y el tono emocionado de la voz, en ño hipotético frente al derecho penal,
aquellas prevalecen la contundencia teórico y práctico, de nuestros días?

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N.B.C. Lo primero es que Gaitán era con las exigencias de la normatividad


un hombre de talentos intelectuales vigente para publicar con el sello de
superiores, tal vez mucho mejor do- la universidad. Pero ya he publicado
tado que la mayoría de los “doctores” con ese sello editorial y espero volver
fabricados en serie, de nuestro tiem- a hacerlo muy pronto.
po. La respuesta, pues, es obvia. En
una de las audiencias contra Belisario En cuanto al interrogante sobre la va-
Rodríguez, sindicado del asesinato de lidez relativa del término “estudiante
su prometida, el abogado Gaitán ex- de filosofía”, yo no sé qué se quiere
clamó con aire de ilimitada suficien- significar exactamente con esa y otras
cia: “a este hombre lo defiendo yo expresiones semejantes. Para mí es
con cualquier escuela”. Dando a com- una abstracción bastarda; ni siquiera
prender que él, que conocía al dedillo es un buen estereotipo funcional. Es
tanto el clasicismo de Carrara, como más bien una aplicación equivocada
el positivismo de Ferri, estaba en con- de los resultados que se obtienen con
diciones anímicas e intelectuales ópti- los métodos estadísticos. Si el resul-
mas para asumir un reto de tan increí- tado de una encuesta es que el 60%
bles magnitudes teóricas y prácticas. de los estudiantes encuestados mani-
fiesta una actitud favorable frente a la
N.A.G.O. ¿Qué género de respaldo, a publicación de mi libro, yo me pre-
raíz de sus investigaciones, le ha sido guntaría en qué consiste esa “actitud
brindado en la Universidad del Atlán- favorable” que, por lo pronto es un
tico, de la cual es usted docente ac- término difuso que tocaría desambi-
tivo? ¿Cómo reacciona, en concreto, guar de alguna manera. Pero mientras
el estudiante de filosofía o de derecho más claridad se alcance por lo parti-
ante publicaciones como la suya? cular, menos homogeneidad se consi-
gue por lo general, de tal manera que
N.B.C. La Universidad del Atlántico, “el estudiante de filosofía”, salvo por
a través de sus departamentos y ofi- rasgos comunes muy toscos, como el
cinas destinados a promover el tema hecho de estar matriculado en un pro-
de la investigación, ha sido solíci- grama universitario, es un término al
ta y hasta pertinaz en el esfuerzo de que no se puede recurrir para buscar
elevar el nivel científico de sus do- juicios en concreto.
centes investigadores mediante cur-
sillos y seminarios que se imparten N.A.G.O. Pero no va a decir ahora
constantemente de principio a fin de que la expresión “estudiante de filo-
los periodos escolares. También hay sofía” es un concepto carente de sen-
un rubro económico importante para tido, que quien lo emplea no sabe de
financiar las investigaciones. Para lo que está hablando, o algo por el es-
infortunio mío, El abogado Gaitán tilo. Aquí percibo un tufillo a rancio
no encaja en los formatos ni cumple positivismo lógico. ¿No estará usted,

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como Gaitán, dejándose arrastrar por N.A.G.O. Profesor Barros, yo no voy


el embrujo de una filosofía anacróni- a desaprovechar esta coyuntura para
ca? pedirle su definición de “filosofía”.
Este es un concepto no explicitado
N.B.C. “Anacrónico” es un término por usted en ninguno de sus libros.
difuso y muy difícil de aplicar en fi-
losofía debido a que la evolución de N.B.C. Pues me apeno de no poderlo
esta procede espiralmente, es decir, a complacer. El motivo principal es que,
partir de vórtices históricos va repi- como usted bien lo sabe y lo enseña,
tiéndose a sí misma, replanteándose a no hay una sino pluralidad de filoso-
fías, así como hay también pluralidad
sí propia sobre los mismos temas pero
de lógicas y de retóricas. El hecho de
con lenguajes novedosos y metodolo-
perfilar en una definición los rasgos
gía sofisticada. En cuanto al concepto
más comunes de las distintas filoso-
de “estudiante de filosofía”, yo no de- fías no significa que estemos hablan-
seo ir tan lejos como para declarar que do de la filosofía, pues hay rasgos de
carece de sentido, pero diría que, en gran importancia que se quedan por
cada contexto en que sea del caso em- fuera de la definición porque no son
plearlo, habría que tener la diligencia generales y compartidos, sino particu-
de esclarecer su contenido y amojonar lares y únicos. Todo el mundo está de
su extensión. acuerdo en que el budismo comparte
con las demás religiones la condición
Ese trabajo de desambiguamiento de- de ser un sistema de creencias y ritua-
bería ser practicado, auto-reflexiva- lidades que tiene como fundamento la
mente por los estudiantes de filosofía, paz interior del creyente y como fin
pues muchos de los que no sabían de el reconocimiento de o la integración
qué se trataba la filosofía cuando co- con, alguna divinidad. Pero existe una
menzaron a estudiarla, descubrirían al forma de budismo ateo, de religión
terminar sus estudios y practicar el au- sin dios. En este punto, la taxonomía
to-desambiguamiento de sus propias se desploma. Y se vuelve añicos.
ideas, que saben ahora mucho menos
que antes sobre el mismo particular. N.A.G.O. Pues a mí me parece que su
filosofía personal, la que ahora pro-
Es decir, que pertrechados de muchas
fesa, es una mordaza que no le deja
definiciones, explicaciones, semina-
libertades para decir prácticamente
rios, foros, clasificaciones, recuentos
nada. Siempre esgrime algún pretex-
históricos, lecturas e investigaciones,
to técnico para decir que esto no se
no saben cómo digerir ese apilamien- puede o que aquello no se debe. ¿Está
to de datos para entender, así sea gro- usted, acaso, precipitándose en un es-
seramente, el concepto de “filosofía” cepticismo total?
e ignoran, por lo consiguiente, cómo
se hace para “hacer filosofía”. N.B.C. Comprendo su grande frustra-

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ción y su pequeña ira. Pero yo no he juzgar, desde la distancia que nos se-
dicho que no pueda decir nada acer- para de su tiempo y de su contexto,
ca de la filosofía; lo que resalté fue la como equivocados, por lo menos en
dificultad de su definición universal sus aspectos fundamentales. El prin-
cabalmente entendida. Acerca de la cipal de esos errores era la idea de que
filosofía ‒o de las filosofías, en gene- la Scuola era una especie de laborato-
ral‒ se puede reflexionar de diferen- rio científico, de corte socio-jurídico
tes maneras. He pensado, en térmi- que fraguaba conceptos y fabricaba
nos un tanto lúdicos, que la filosofía teorías de inconfundible naturaleza
es un saber petulante y pendenciero científica.
que emerge de la humana necesidad
de formular preguntas ilegítimas, que N.A.G.O. Yo creo que aquí, en este
son aquellas para las que no existen punto preciso, reside o se ubica la
respuestas válidas, y del ilimitado idea de la cientificidad de la Scuola.
engreimiento e infinita pedantería de
N.B.C. Así es. Gaitán creía que el Po-
quienes se imaginan habilitados para
sitivismo Penal era una ciencia y que
responderlas. Es, pues, una simbiosis
él mismo, a la par de Ferri, Garófalo y
perversa o más bien un contubernio
Lombroso, era un científico o, mejor
enfermizo, convertido en doctrina,
aún, una eminencia científica. Esto le
que amalgama retóricamente lo que
determinó a asumir un cierto aire de
no se debe preguntar con lo que no se arrogancia que hoy nos parece paté-
puede ofrecer como respuesta válida. tico por lo infundado. En el foro y la
La filosofía integra una interminable doctrina, por supuesto, el criterio que
colección de falsedades que se es- debía predominar, en su opinión, era
criben confusa y solemnemente para el científico: el de la prueba científi-
que parezcan verdades; así como unas ca tradicional y el de los conceptos y
cuantas verdades sueltas que parecen leyes aportados por la ciencia penal
falsedades porque no fueron dichas ni positivista.
tan confusa ni tan solemnemente.
N.A.G.O. Más tarde se estableció que
N.A.G.O. Profesor Barros, me queda los aportes “científicos” de la Scuola
en el tintero una última pregunta que al universo del derecho, la criminolo-
se asocia con el tema de la verdad en gía y la sociología, no se ajustaban a
Gaitán, especialmente con la verdad las exigencias de la ciencia estándar,
del foro, la verdad de la doctrina, de que aquello era falsa ciencia, lo cual
la jurisprudencia y de la prueba pro- fue el cubilete de agua fría que do-
cesal. blegó la cerviz de la insoportable pe-
tulancia jus-positivista y diseminó el
N.B.C. Gaitán piensa, dice y hace desprestigio del movimiento por los
todo en armonía con sus conceptos de confines todos del mundo jurídico y
“verdad científica”, que hoy podemos sociológico.

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N.B.C. Incluso se llegó a decir que no nes definitorias, sino en la dinámica


fueron los jus-positivistas ferrianos de ser utilizados como instrumentos
quienes rechazaron el Positivismo funcionales del discurso. La filoso-
clásico, sino que fue este quien anti- fía en cuanto ejercicio, incluida la
cipadamente hizo público repudio de del derecho, no consiste en repetir
aquellos. de memoria las ideas célebres de los
mejores pensadores, sino en procurar
N.A.G.O. Y finalmente, ¿qué consejo llegar a ser tan buen pensador como
les ofrecería usted a los jóvenes estu- fuere posible, capaz de producir ideas
diantes de filosofía, en relación con la que puedan ser estimadas como céle-
lectura de su obra El abogado Gaitán? bres. Lo que es necesario captar no es
la forma de la idea producida por el
N.B.C. Pues, yo les invito a que es- gran pensador, sino la forma en que el
tudien los argumentos recurridos por gran pensador produce las ideas.
Gaitán, no solo en sus conceptuacio-

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