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TEMA 1

MEDIOS ALTERNATIVOS DE SOLUCIÓN DE CONTROVERSIAS


1. Ubicación de los MASCs en la ciencia del derecho
Los mecanismos alternativos de solución de controversias
(“MASC”) son herramientas que con creciente frecuencia son
utilizadas para solucionar diferencias de una manera amistosa y
sin la necesidad de tener que recurrir a medios adversariales,
como el arbitraje y el litigio.

Constitución Política del Estado y MASCs


Artículo 46°.- (Renuncia al arbitraje)
I. La renuncia al arbitraje será válida únicamente cuando
concurra la voluntad de todas las partes, hasta antes del
laudo arbitral, de la siguiente forma:
1. Renuncia expresa, será mediante comunicación escrita
cursada a la o el Árbitro Único o al Tribunal Arbitral en
forma conjunta, separada o sucesiva, en cuyo caso
podrán recurrir a la vía jurisdiccional o a otros medios
alternativos de solución de controversias que consideren
convenientes.

2. Introducción.
Cada vez que se habla de la existencia de medios alternativos que
permiten la solución o resolución de conflictos penales y civiles,
comerciales y agrarios, administrativos y laborales, etc., esto es
sin distinción alguna de la rama del Derecho, estamos haciendo
referencia expresa a aquellas formas, mecanismos, modos o
maneras en que, de modo alternativo al proceso, puede disolverse
el conflicto suscitado entre entes –personas jurídicas- o gentes –
personas naturales-; conflicto éste cuya materia o contenido que
tiene una clara fisonomía jurídica; es decir, se trata de conflictos,
que originados en el plano de la realidad social, ostentan como
nota distintiva la existencia de una pretensión de contenido
jurídico justiciable, es decir, que puede ser debatida en el plano
estrictamente jurídico procesal.[1]

Es importante que tomemos en consideración que esas formas,


mecanismos, modos o maneras alternativas de solución o de
resolución de los conflictos jurídicos, cualquiera sea la naturaleza
del contenido propio de la pretensión jurídica, se presentan como
específicos métodos auto-compositivos o hetero-compositivos. De
allí que sea menester tomar en consideración que las vías auto-
compositivas se caracterizan, exclusivamente, por la
intervención de las voluntades de las partes, es decir, que en la
decisión, tipo solución, no hay imposición de la decisión a través
de la participación de la voluntad de un tercero; pero, por otra
parte, a las vías heterocompositivas es esencial y propio de su
naturaleza jurídica que la decisión sea el producto de la
participación o intervención de la voluntad de un tercero con
caracteres de independencia, imparcialidad a quien se le conoce
como juez –parte el caso del proceso- árbitro –para los arbitrajes-
o arbitrador –para el arbitramento.

En las formas auto-compositivas, aun cuando interviene un tercero


-caso del amigable componedor, del conciliador o del mediador-
resultará que la decisión del caso no se impone, sino que es
aceptada sobre la base del acuerdo o del consenso. La decisión se
acata por la fuerza de la aceptación, permisión o convención
que tuteló o patrocinó el avenimiento o entendimiento.[2]

Algunos autores, entre ellos el procesalita argentino ADOLFO


ALVARADO VELLOSO[3]entienden que el arbitraje ingresa en la
categoría de vía auto-compositiva dado que su existencia y
realización depende de un acto de voluntad privado y bilateral, es
decir, consensual. Sin embargo, a nuestro juicio, no es esto lo que
lo que debe tipificarse o trascender a nivel jurídico, sino que la
decisión, como ya lo advertimos, emana de un tercero
independiente, imparcial, tal y como ocurre en el proceso, decisión
ésta que reviste la forma de la resolución. Es por ello que,
finalmente, Alvarado Velloso, entienda, con mucho acierto, que el
arbitraje entraña un método de heterocomposición privada de los
conflictos subjetivos de intereses.

Es claro, luego, que cada vez que estamos en presencia de un


conflicto intersubjetivo de intereses y que adviene como
consecuencia de la permanente interacción humana, tras el
desplazamiento que se hiciera por la fuerza de la razón para con la
razón de la fuerza, se piensa, por parte de los sujetos que se
encuentran en extremos opuestos -pretendiente y resistente- o,
por lo menos, por parte de uno de ellos, en asistirse del proceso
judicial o legal como método de diálogo o debate civilizado,
racional, lógico, científico, sistémico, bilateral y reglado de
resolución del conflicto. Pero, no debemos perder de vista que el
proceso es una alternativa más, tal vez la de mayor generalización
y aceptación en la sociedad contemporánea, que se nos presenta
inserta dentro de una vasta gama de posibles métodos de debate
o diálogo –mediación, arbitraje, amigable componedor o
conciliador, etc.- para la efectiva solución de los conflictos penales,
civiles, mercantiles, laborales, etc.

Sin embargo, es importante destacar que, paralelo al proceso,


existen otros mecanismos o instrumentos, de allí que ostenten
también el carácter instrumental propio del Derecho Procesal, que
pueden ser empleados o utilizados para la solución o resolución
del conflicto jurídico que se suscita entre las partes, sólo que en
algunos de ellos vgr. la conciliación, la mediación, la amigable
composición, etc., no se produce, generalmente, la afirmación de
conflicto alguno en el plano del proceso mediante la presentación
de la demanda que configura el ejercicio claro y expreso del
derecho abstracto y autónomo, proyectivo, de la acción procesal.
A como puede ocurrir que en otros mecanismos, sí puede haberse
dado tal afirmación en el plano del proceso, por lo que el conflicto
ha dejado de ser tal para trastocarse o mutarse en litigio
propiamente tal[4]Así ocurre, efectivamente, con el desistimiento
de la pretensión, de la demanda o del proceso, siendo que cada
tipo de deserción o de abandono se origina una vez haya sido
entablada la demanda y ejercitado el derecho de acción, aunque
se condiciona a la concurrencia de algunos factores como es el
caso de que se haya o no trabado la litis; que la demanda haya
sido contestada o dejado de contestar en el término fijado por Ley;
que se hayan practicado medidas cautelares, etc.

2.1. La autocomposición.- Los medios alternativos de


conciliación, consisten en diversos procedimientos mediante los
cuales las personas puedan resolver sus controversias, sin
necesidad de una intervención jurisdiccional, y consisten en la
negociación (autocomposición).

2.2. La heterocomposición.- La heterocomposición es una forma


evolucionada e institucional de solución de la conflictiva social e implica
la intervención de un tercero ajeno e imparcial al conflicto.
Históricamente, en un principio, las partes en conflicto recurrían a la
opinión de un tercero que de forma amigable trataba de avenirlos
(mediación, conciliación y el arbitraje).
3. El conflicto. Definición y tipos El conflicto es una situación en
la cual dos o más personas con intereses diferentes entran en
confrontación, oposición o emprenden acciones, mutuamente
antagonistas, con el objetivo de dañar o eliminar a la parte rival, incluso
cuando tal confrontación sea de manera verbal o agresiva, para lograr
así la consecución de los objetivos que motivaron dicha confrontación.
4. Elementos del Conflicto.- Para referirnos a estos elementos
tenemos que hablar de los actores; la diferencia entre problema y
conflicto; las posiciones; las actitudes; y de la forma que tiene la gente
de afrontar los conflictos.
5. Fases del conflicto.
En el desarrollo del conflicto organizacional, podemos distinguir 5 etapas
básicas:
Aparición. Luego de que se han dado las condiciones de oposición o
incompatibilidad entre los protagonistas, surge el problema. La
incubación, que es un período latente, da paso a la manifestación. Es
cuando una de las partes se siente afectada y actúa en consecuencia.
Escalamiento. Debidos a las percepciones correctas o incorrectas de
los involucrados, el problema empieza a crecer. Puede decirse que es
cuando la situación explota de forma pública y cada quien muestra los
comportamientos típicos del antagonismo. Al institucionalizarse el
impasse, las posiciones siguen apartándose más.
Polarización. Es lo que puede llamarse el momento de crisis total.
Mientras que están conscientes de que ninguna de las partes puede
ganar, nadie quiere ceder en sus pretensiones de tener la razón. Esto
pasa cuando las estrategias o técnicas del manejo del conflicto
organización no surten el efecto deseado, alcanzado un punto muerto.
Agotamiento (opcional). Podría denominarse como una etapa de
estancamiento en que persiste el problema, pero se da por resuelto.
Puede ser porque la solución no llega, porque ambas partes están
obstinadas, porque no pueden seguir colaborando u otras razones. Es
una fase que puede o no ocurrir si durante la crisis se pasa a la
resolución.
Negociación. Esto puede suceder durante el momento de polarización
o cuando se ha alcanzado un estancamiento. En el momento en que la
intensidad baja, las posiciones se suavizan y es cuando hay mayor
disposición de escuchar al otro, creándose la posibilidad de alcanzar un
acuerdo de mutuo beneficio. Aquí prevalecen las técnicas que llevan al
compromiso de los involucrados.
Resolución. Es lo que se conoce como la fase de resultados y el
momento para la reconciliación después del conflicto. Es importante
gestionar de manera adecuada la situación emocional de los
protagonistas para evitar consecuencias disfuncionales. Mientras más
pacífica sea la solución y cada parte esté satisfecha con la decisión, esto
contribuye a mejorar el funcionamiento interno de la empresa.

TEMA 2
LA NEGOCIACIÓN.
1. Introducción.
La negociación es un proceso de intercambio de información y
compromisos en el cuál dos o más partes, que tienen intereses
comunes y otros divergentes, intentan llegar a un acuerdo.
La palabra negociación ha cobrado una importancia tan marcada que
la sitúa por encima de otras formas de solución de conflictos, como
son el arbitraje, los procesos judiciales o el uso de mediadores, tanto
en la arena internacional como en las relaciones económicas y
comerciales entre países, organizaciones y empresas.
Desde mediados de la década del 70 se vienen produciendo
profundos cambios en el entorno en que se mueven las
organizaciones.
Actualmente, la tasa de innovación tecnológica es la más acelerada
que se ha conocido en la humanidad. Se reduce significativamente el
tiempo que transcurre entre un descubrimiento científico y su
aplicación a la producción, así como el ciclo de vida de los productos.
Por otra parte, se modifican las tecnologías de comercialización y
financiación de las operaciones comerciales.
La mayoría de las personas y, especialmente, los empresarios, se ven
constantemente envueltos en negociaciones de diferente índole. Por
ejemplo, cuando se reúnen para establecer un contrato, comprar o
vender cualquier producto o servicio, resolver deficiencias, tomar
decisiones colegiadas, acordar planes de trabajo, etc.
Por ello, negociar, y negociar bien, adquiere una fundamental
importancia para poder lograr mejores relaciones en la vida y, como
consecuencia, más agradables y sólidas posiciones. Por todo ello,
negociar, merece ser estudiado.

2. Definición.
«Las negociaciones se pueden definir prácticamente como el proceso
que les ofrece a los contendientes la oportunidad de intercambiar
promesas y contraer compromisos formales, tratando de resolver sus
diferencias». (Colosi y Berkely , 1981)
«¿Qué es negociación? Nada puede ser tan simple en su definición y
tan amplio en su sentido. Cada deseo que demanda satisfacción (y
todos lo necesitan) es en definitiva una potencial ocasión para que la
gente incite un proceso de negociación. La negociación depende de la
comunicación. Esto ocurre entre individuos que actúan ellos mismos,
o como representantes. Cada vez que la gente intercambia ideas con
la intención de relacionarse, cada vez que intentan acuerdos, uno de
ellos está negociando». (Nierenberg, 1981)
«Negociar es hacer negocio, es decir, intercambiar y regatear. Ello
supone que cada uno desea lo que posee el otro, pero,
evidentemente, al menor precio posible. Supone, además, una
satisfacción (obtener lo que se desea) y una insatisfacción (dar lo que
se posee), al mismo tiempo. Por otra parte, sólo se negocia cuando
cada uno desea obtener algo a costa del otro, lo cual supone una
trampa: la que se teme, y en la que se quiere hacer caer al otro».
(Desaunay, 1984)
«La negociación es un proceso y una técnica mediante los cuales dos
o más partes construyen un acuerdo. Las partes empiezan
discutiendo sobre el asunto en el cual tienen intereses, lo que genera
entre ellas variados sentimientos. Los motivos que asisten a cada
negociador generan en ellos conductas que, a menudo, se expresan
en propuestas verbales. Este intercambio hace que las partes
desarrollen intensos deseos de controlar el tema que les preocupa».
(Monsalve, 1988)
«La negociación es un proceso mediante el cual dos o más partes
-que tienen intereses tanto comunes como opuestos- intercambian
información a lo largo de un período, con miras a lograr un acuerdo
para sus relaciones futuras». (Villalba, 1989)
«Proceso de lograr aceptación de ideas, propósitos e intereses,
buscando el mejor resultado posible, de tal manera que todas las
partes sean beneficiadas». (Correa y Navarrete, 1997)
Siempre que se intente influir en una persona o grupo de personas a
través del intercambio de ideas, o con algo de valor material, se está
negociando. La negociación es el proceso que se utiliza para
satisfacer las propias necesidades cuando alguien más controla lo
que se desea. Cada deseo que se gustaría realizar o cada necesidad
que se ven obligados a satisfacer son situaciones potenciales para la
negociación.
La negociación entre empresas, grupos o individuos normalmente
ocurre porque uno tiene algo que el otro quiere y está dispuesto a
negociar para obtenerlo. Por tanto, es un proceso que incluye dos o
más partes, con intereses comunes, pero a su vez en conflicto, que
voluntariamente se reúnen para presentar y discutir propuestas
comunes con el propósito de llegar a un acuerdo.

3. Clases de negociación.

Siempre dentro de una planificación que tenga en cuenta aspectos


claves en la negociación, como la personalidad del adversario, el factor
tiempo o, por ejemplo, posibles alternativas, según cual sea el objetivo
del negociador podemos optar por las siguientes estrategias de
negociación:

 Acomodativa.
 Competitiva.
 Colaborativa.
 Distributiva.
 Por compromiso.
 Evitativa.

La negociación acomodativa es aquella en la que una de las partes


decide aceptar la posición de perdedor, ya sea de forma absoluta o
parcial com estrategia para tomar posiciones y establecer una relación
que ofrezca beneficios en el futuro. La negociación competitiva, por
contra, prima el resultado sobre la negociación. Los adversarios son
fieles a su nombre y compiten buscando ganar en situaciones muy
competitivas que suponen que el oponente pierda. La negociación
colaborativa, en tercer lugar, las partes negociadoras siguen un
planteamiento opuesto al competitivo. Su objetivo, en suma, es mejorar
las condiciones del otro para que ambos salgan ganando en la medida
de lo posible. Más que un acuerdo aislado se busca establecer una
relación a largo plazo, esperando que pueda llegar a ser muy productiva.
En la negociación distributiva, por su parte, el objetivo es acaparar el
máximo posible de aquello por lo que se pugna. Las partes son
conscientes de que lo que una gana la otra lo pierde. Negociar por
compromiso significa llegar a un acuerdo de forma superficial, lo
suficiente como para que lo pactado sirva para el logro de los objetivos,
aunque no sea de forma completa ni pormenorizada. La rapidez es un
factor decisivo que explica su elección en determinadas circunstancias
que no aconsejan otro tipo de reacción. Por último, se opta por la
estrategia de negociación evitativa cuando se entiende que la
negociación va a resultar contraproducente para una o ambas partes.
Los posibles beneficios no compensan los problemas o perjuicios de
cualquier tipo que podría conllevar llevarla a cabo. Elegir este tipo de
negociación puede resultar arriesgado cuando ambas partes no están de
acuerdo con su conveniencia, si bien la solución podría llegar sola
simplemente posponiéndola. Celebrarla más adelante podría cambiar el
escenario y resultar conveniente, aunque este tipo de pormenores no
siempre se comparten con el adversario, con los consiguientes malos
entendidos.  

1.1. Negociación distributiva. Características.


Por otro lado están las negociaciones distributivas (ganar-perder). En
este tipo de negociaciones cada una de las partes se enfoca más en
obtener resultados que en mantener una buena relación con la
contraparte. Aquí entra en juego lo que son las competencias,
comprometerse y acomodarse. Muchos autores recomiendan que se
tenga cuidado con esta negociación porque crea conflictos y puede
llegar a generar enemigos.

De una manera simplificada, las características de este modelo de


negociación son:

 Las dos partes tienen objetivos interdependientes pero


incompatibles.
 La condición que domina es del tipo ganar-perder.
 Es una negociación que tiene como característica principal
el regateo.
 La estrategia de las partes es la confrontación.
 Puede ser atractiva para la obtención de ganancias.
 Las metas de las partes inicialmente son incompatibles
 Los recursos son fijos y son limitados; y es por ello que la parte
central es el conflicto.
 Cada una de las partes desea tener el máximo beneficio.
 Cada parte utiliza estrategias para obtener el mejor resultado para
su beneficio.
 Este tipo de negociación es destructiva.

1.2. Negociación integrativa. Características.


Los pilares de la negociación integrativa son:

 Separar las personas del problema.


 Centrarse en los intereses, no en las posiciones.
 Inventar opciones en beneficio muto.
 Utilizar criterios objetivos para alcanzar el acuerdo.

La negociación integrativa es aquella negociación en la cual


las partes negociadoras se concentran en sus intereses
individuales y los intereses de la otra parte con el objetivo de
generar un marco común que permita alcanzar un acuerdo
mutuamente beneficioso.
La mejor opción es la negociación integrativa (ganar-ganar)
porque aquí ambas partes ganan, tanto el que vende como el que
compra.
Así como dice Peter Economy, “una negociación en la que
todos ganan permite que las dos partes alcancen sus
objetivos”. En la negociación integrativa ambos objetivos se
cumplen y ambas partes se muestran satisfechas.(2)
Además la negociación integrativa permite una buena relación
entre ambas partes, como también permite resolver problemas en
vez de crear conflictos. ¿Por qué resuelve problemas? Porque en
esta negociación no solo ambas partes se relacionan sino que se
adquiere confianza mutua y buena comunicación. La confianza
es importante en todo tipo de negocios, se puede decir que
es una base fundamental y esto mismo hace que ambas partes
tengan una buena relación comercial por un largo tiempo.

4. Negociaciones múltiples, Ventajas de la negociación,


Las negociaciones múltiples; entre diferentes sectores pueden
crear muchas oportunidades de generar valores. Pero las
negociaciones de grupo son muy complejas. Tres o más personas
pueden tener más dificultades integrando sus intereses para
obtener los máximos beneficios, que un par de negociadores.
Simulacro de la negociación
Su definición puede ser bastante sencilla de entender; porque un
simulacro de negociación son aquellas dinámicas que tienen
como fin brindar a la persona un alto impacto; y a la vez una muy
buena calidad de aprendizaje; porque estarán aprendiendo a
persuadir de mejor manera a los clientes y lo más importante de
todo, a cómo reaccionar; ante cualquier situación que implique
negociar; para llegar a un acuerdo de algún proyecto que se
quiera llevar a cabo.
Esta clase de dinámica se ha estado utilizando desde hace mucho
tiempo; pero en la actualidad es que se le ha estado sacando el
mayor de los provechos. Los ejecutivos y también los estudiantes
que están a punto de ser futuros emprendedores de negocios, han
aprendido a realmente negociar a través de un simulacro, ya que
estos se pueden considerar una especie de prueba llena de
aprendizajes; que harán que las personas deban trabajar con
todas las habilidades que posee para cumplirla.
Los simulacros normalmente suelen efectuarse en grupos,
donde cada uno debe asumir el rol de una empresa y reciben
unas diversas reglas de comprar y vender.
 Las que deberán realizar al pie de la letra y por supuesto, lograr el
objetivo de la manera más exitosa posible. Esta actividad puede
estar basada incluso en hechos reales, es decir, utilizan nombres
de productos o empresas que realmente existen, así le dan más
seriedad al simulacro y puede que el aprendizaje que se adquiera
al terminar; sea aún mayor para los empleados que lo estén
efectuando.
Es importante mencionar que hasta investigaciones de
profesionales, señalan que este tipo de simulacros basados en
hechos reales; dan como resultado que los gerentes adquieran de
mejor manera las destrezas que se necesitan en lo que engloba la
materia de negociación. A pesar de que este aprendizaje puede
ser muy efectivo al momento de querer desarrollar mejor las
habilidades; siempre se debe tener en cuenta que los empleados
que se sometan al mismo deben tener la mejor actitud de querer
aprender y ser mejores en el proceso. Porque se han dado casos
que los estudiantes no se ponen un enfoque al momento de
efectuar el simulacro, lo que puede dar un resultado no tan
excelente como se espera.
Ventajas de la negociación
Satisfacción de los intereses subyacentes de las partes en
conflicto.
Equidad en la distribución de los resultados.
Identificación de las opciones para de esta manera seleccionar el
mejor.
Solución del conflicto en un corto tiempo, claras, viables y
duraderas.
Separación de las personas del problema.
Enfatiza soluciones integrativas. GANAR – GANAR
Crea un clima de apertura y confianza

TEMA 3
LA CONCILIACIÓN
1. Introducción.

La conciliación es un mecanismo alternativo de solución de conflictos


por medio del cual dos o más personas gestionan por sí mismos la
solución de sus diferencias, con la ayuda de un tercero neutral y
calificado denominado conciliador (Art. 64 de la Ley 446 de 1998).

Con base en la definición de conciliación, podemos presentar las


características más importantes de este mecanismo no formal de
administración de justicia:

 La conciliación es un mecanismo alternativo de solución de


conflictos (M.A.S.C.), lo que significa que es una forma de justicia
válida por la Constitución (Art. 116 C.N.) y la ley. La alternatividad
hace referencia a que además de la Rama Judicial (estructura
formal del Estado para la decisión de las controversias conforme al
derecho colombiano), los ciudadanos tienen la opción de
solucionar sus conflictos por medio del diálogo con la ayuda de un
conciliador.
 Las personas que solicitan y son invitados a una conciliación se
reservan el derecho a llegar o no a un acuerdo que solucione su
controversia. La conciliación es voluntaria, las partes gestionan
por sí mismas la solución de su conflicto a través del diálogo
asistidos por un conciliador. Por ello afirmamos que la conciliación
es la oportunidad que tienen las personas de demostrar que no
solamente generan conflictos, sino también que tienen la facultad
de resolverlos.
 La conciliación se adelanta con la ayuda de un tercero, una
persona que es conciliador. Existen dos clases de conciliadores: en
derecho y en equidad. Solamente a los primeros nos referiremos
en el presente artículo. El conciliador es una persona con altas
calidades (humanas) y profesionales (capacitado) que siendo
imparcial frente a las partes, interviene para facilitar un acuerdo
que solucione integralmente el conflicto.

Algunas ventajas de la conciliación son:

Libertad de acceso: La conciliación es una institución que se fundamenta


en la autonomía de la voluntad de las partes, por ello, cualquier
ciudadano puede acudir a la conciliación como una alternativa para
solucionar sus conflictos. Las personas pueden acudir libremente a un
centro de conciliación, a un funcionario público habilitado por la ley para
conciliar o a un notario para solicitar una conciliación.

Satisfacción: la gran mayoría de las personas que acuden a la


conciliación quedan satisfechas con el acuerdo, toda vez que es el
resultado de su propia voluntad. La mejor solución a un conflicto es
aquella que las mismas partes han acordado.

Efectividad: Una conciliación tiene plenos efectos legales para las


partes. El acta de conciliación se asimila a una sentencia judicial porque
el acuerdo hace tránsito a cosa juzgada y el acta presta mérito
ejecutivo. Más adelante nos referiremos con más detalle a los efectos de
la conciliación.

Ahorro de tiempo: mediante la conciliación las personas solucionan sus


conflictos de una forma más rápida en comparación con la duración de
los procesos judiciales en Colombia. La conciliación tiene la duración que
las partes establezcan de común acuerdo con el conciliador, por lo
general las conciliaciones se desarrollan en una audiencia lo que se
traduce en una justicia rápida.

Ahorro de dinero: teniendo en cuenta que la conciliación es un


procedimiento rápido, las partes se ahorran los costos que implica un
largo proceso judicial. En la conciliación las partes pueden o no utilizar
los servicios de un abogado. Dependiendo de la persona o institución
que las partes acudan se puede o no cobrar una tarifa para la
conciliación que es significativamente menos costosa que un juicio.

Control del procedimiento y sus resultados: en la conciliación las partes


deben cooperar para construir conjuntamente la solución del conflicto y,
por esa razón, las partes controlan el tiempo del procedimiento y sus
resultados. La conciliación es una institución eminentemente voluntaria
donde las partes son las protagonistas del manejo de la audiencia de
conciliación y el acuerdo logrado es resultado de una negociación
facilitada por el conciliador.

2. Definiciones de conciliación.

La conciliación es un mecanismo alternativo de solución de


conflictos a través del cual, dos o más personas, naturales o
jurídicas, de carácter privado o público, nacional o extranjera),
gestionan por sí mismas la solución de sus diferencias, con la
ayuda de un tercero neutral y calificado, denominado conciliador.
En el ámbito del derecho, se denomina conciliación al convenio
que alcanzan los litigantes, con la intervención de un tercero, para
concluir un pleito en marcha o para evitar su inicio. La conciliación,
en este marco, es una herramienta para la resolución de
conflictos.
Con una conciliación judicial se puede concluir un litigio sin la
necesidad de llegar a una sentencia; en otras palabras, se trata
de una forma especial de cierre del proceso. Este proceso es
dirigido por el juez, quien propone las condiciones del acuerdo y
luego, si es aceptado por las partes, lo convalida con eficacia de
cosa juzgada.
Una conciliación prejudicial, por su parte, permite resolver el
proceso sin la necesidad del desarrollo de un juicio. En este caso,
el tercero puede ser cualquier individuo y el acuerdo resulta
equivalente a una transacción (un contrato bilateral mediante el
cual se permite a las partes extinguir obligaciones dudosas o
litigiosas, haciéndose concesiones mutuamente), algo que lo
convierte en un mecanismo muy flexible.

3. Etimología.
La etimología indica que conciliación es un término derivado del
latín conciliatio. El concepto hace referencia al acto y la
consecuencia de conciliar: acordar, compatibilizar, convenir. Se
trata de la acción de conseguir que dos o más partes opuestas logren
llegar a un acuerdo para llevarse bien, en paz.
Una conciliación, por lo tanto, consiste en llegar a un acuerdo sobre
algo. La noción está vinculada a dejar diferencias de lado para dar
por finalizado un conflicto o una disputa. Por ejemplo: “El jefe
del bloque de senadores oficialistas se comprometió a buscar la
conciliación con los líderes de la oposición”, “El gobierno ordenó la
conciliación entre la empresa y los trabajadores”, “El gobernador
anunció que impulsará un acto de conciliación para acercar a ambos
pueblos”.

4. Antecedentes de la conciliación en el derecho


boliviano.
Para solucionar sus conflictos las personas acuden a la administración
de justicia donde después de un proceso judicial, el juez aplica el
derecho y decide dictando una sentencia obligatoria para las partes. 
Sin embargo, existe la conciliación como método alterno de solución
de controversias, donde el conciliador solo colabora facilitando la
comunicación entre las partes, y son ellas quienes acuerdan la
solución en el Acta de Conciliación. El acta tiene valor de cosa
juzgada, es decir, tiene efecto de una sentencia.
Los antiguos Códigos de Procedimiento Civil en Bolivia ya
contemplaban la conciliación judicial a través de los Jueces de Paz, o
del Juez en materia Civil quien tenía la facultad de llamar a las partes
a una audiencia de conciliación como un acercamiento entre ellas,
hasta antes de dictar sentencia.
La conciliación como método actualmente tiene el marco
constitucional cuyos arts. 8, 10 y 108 inc.4) reconocen: el principio de
vida armoniosa, que indica que Bolivia es un Estado pacifista y
promueve la cultura y derecho a la paz, y establece que son deberes
de los bolivianos defender, promover y contribuir al derecho a la paz
y fomentar la cultura de paz. La Ley No. 025 del Órgano Judicial
reconoce como principios del Órgano Judicial en el art. 3 - 13) la
Cultura de la Paz y reconoce la figura del Conciliador del órgano
Judicial en los Juzgados Públicos en materia Civil-Comercial.
El Código Procesal Civil (Ley No. 439) introduce la novedad de la
obligatoriedad de la conciliación previa en materia civil en
determinados procesos. Su procedimiento está regulado inicialmente
por la Circular No. 4/2016 TSJ-SP del Tribunal Supremo de Justicia, y el
Protocolo de Actuación de la Conciliación Judicial en materia Civil.
El año 1997 se promulgó la Ley No. 1770 de Arbitraje y Conciliación
que dio nacimiento a los Centros de Arbitraje y/o Conciliación
Institucionalizados. Esta norma actualmente ha sido abrogada por la
Ley No. 708 de Conciliación y Arbitraje (nótese que el orden de los
factores es diferente, y sí importa) que regula estos dos métodos de
solución de controversias. La aplicación de esta conciliación
extrajudicial ha sido lenta pero exitosa, resolviendo de manera
satisfactoria para ambas partes los conflictos. De acuerdo a la página
web del Ministerio de Justicia actualmente existen en Cochabamba
los siguientes centros registrados: Centro de Conciliación y Arbitraje
de la Cámara de Comercio y Servicios de Cochabamba (Civil-
Comercial), Centro de Conciliación Extrajudicial de la Fundación UNIR
(Civil-Comercial-Familiar-Escolar-Vecinal), Servicios Integrales de
Justicia Plurinacional Cochabamba (Civil-Comercial-Familiar), y el
Centro de Conciliación del Registro Público de Abogados (Civil en el
marco de la Ley del Ejercicio de la Abogacía). Y a nivel nacional son
23 los centros registrados lo que demuestra el éxito de su aplicación
y el desafío de continuar creciendo aún más.
Sin embargo, un reto adicional se plantea: ¿pueden las Actas Fallidas
de Conciliación (no acuerdo entre partes) realizadas en los Centros de
Conciliación Extrajudicial ser consideradas como conciliaciones
previas a efectos de iniciar un proceso en materia civil? La norma no
necesariamente es clara al respecto, y quizá es necesario su
reconocimiento expreso y pleno a este nivel a objeto de sentar
precedencia e importancia para lograr un mayor alcance de los
efectos del que ahora por supuesto tiene la conciliación extrajudicial.

5. Acepciones del vocablo conciliación.


Nuestro propósito es estudiar y analizar la legislación nacional, la
jurisprudencia constitucional y la doctrina nacional, sobre la
conciliación como requisito de procedibilidad frente al acceso a la
administración de justicia. Para ello indagaremos e integraremos el
concepto de conciliación, sus relaciones y conexiones con las
acepciones de jurisdicción, competencia, debido proceso,
caducidad y prescripción, realizando su conexión con la teoría
general del proceso a partir de los problemas hipotéticos que se
desprenden de la indagación de nuestro estudio, relacionados con
las forma de depuración del proceso, nulidades, excepciones
previas, para en últimas determinar si el requisito garantiza el
acceso a la administración de justicia como medio de solución de
los problemas que plantean los sujetos de derecho al Estado.

5.1. Conciliación como procedimiento.


Conforme al artículo 43 de la Ley de Arbitraje y Mediación, la
mediación es un procedimiento de solución de conflictos por el
cual las partes, asistidas por un tercero neutral llamado mediador,
procuran un acuerdo voluntario, que verse sobre materia
transigible, de carácter extrajudicial y definitivo, que ponga fin al
La conciliación, en Derecho, es un medio alternativo a la
jurisdicción para solucionar conflictos, a través del cual las partes
resuelven, por sí mismas y mediante el acuerdo, un conflicto
jurídico con la intervención o colaboración de un tercero. 1
La conciliación es un procedimiento voluntario, en donde las
partes que están involucradas son libres para ponerse de acuerdo
o intentar resolver la disputa por esta vía, este proceso es flexible
permitiendo a las partes definir un tiempo, estructura y contenido
de los procedimientos de dicha conciliación.
Existen dos tipos de conciliación: la conciliación prejudicial y la
conciliación judicial.
 La conciliación prejudicial es un medio alternativo al proceso
judicial, es decir, mediante ésta las partes resuelven sus
problemas sin tener que acudir a un juicio. Resulta un
mecanismo flexible, donde el tercero que actúa o interviene
puede ser cualquier persona y el acuerdo al que llegan las
partes suele ser un acuerdo de tipo transaccional. Es decir,
es homologable a una transacción.
 La conciliación judicial es un medio alternativo a la
resolución del conflicto mediante una sentencia; en este
sentido es una forma especial de conclusión del proceso
judicial. El tercero que dirige esta clase de conciliación es
naturalmente el juez de la causa, que además de proponer
bases de arreglo, homóloga o convalida lo acordado por las
partes, otorgándole eficacia de cosa juzgada, dentro del
marco de la legalidad.
En algunos ordenamientos puede llegar incluso a ser obligado el
hecho de tratar de llegar a una conciliación antes de poder
presentar una demanda, o ser un trámite obligatorio dentro del
procedimiento judicial.
5.2. Conciliación como acuerdo.
Asimismo, la Conciliación Extrajudicial es un mecanismo de
solución de controversias que se lleva a cabo antes y fuera del
fuero judicial, militar, arbitral y administrativo, a través del cual,
en presencia y dirección de un tercero (conciliador), las partes
buscan llegar a un acuerdo con la finalidad de solucionar
las partes asisten habiendo acuerdo de por medio esto debería ser de
estricto cumplimiento para las partes comprometidas en ello y sancionar
a quien incumpla dicho acuerdo, no solo pecuniariamente sino
disciplinariamente y penalmente por que si asisten a la audiencia de
conciliación y hay acuerdo adquieren las obligaciones que allí se
plasman. En ocasiones por falta de medios coercitivos para que se
cumplan lo acordado en el acta de conciliación esta se queda en letra
muerta pero si se le advierte a las parte las consecuencias que acarrea
su incumplimiento estos pensarían varias veces en cumplir; y actuarían
con mayor seriedad frente a esta figura

6. Diversas clases de conciliación,

 La conciliación, en Derecho, es un medio alternativo a la


jurisdicción para solucionar conflictos, a través del cual las partes
resuelven, por sí mismas y mediante el acuerdo, un conflicto
jurídico con la intervención o colaboración de un tercero.
 La conciliación es un procedimiento voluntario, en donde las
partes que están involucradas son libres para ponerse de acuerdo
o intentar resolver la disputa por esta vía, este proceso es flexible
permitiendo a las partes definir un tiempo, estructura y contenido
de los procedimientos de dicha conciliación.
 La conciliación prejudicial es un medio alternativo al proceso
judicial, es decir, mediante ésta las partes resuelven sus
problemas sin tener que acudir a un juicio. Resulta un mecanismo
flexible, donde el tercero que actúa o interviene puede ser
cualquier persona y el acuerdo al que llegan las partes suele ser
un acuerdo de tipo transaccional. Es decir, es homologable a una
transacción.
 La conciliación judicial es un medio alternativo a la resolución del
conflicto mediante una sentencia; en este sentido es una forma
especial de conclusión del proceso judicial. El tercero que dirige
esta clase de conciliación es naturalmente el juez de la causa, que
además de proponer bases de arreglo, homóloga o convalida lo
acordado por las partes, otorgándole eficacia de cosa juzgada,
dentro del marco de la legalidad.

6.1. Conciliación voluntaria y conciliación forzosa,


La conciliación es un medio alternativo de solución de
controversias al que las personas naturales o jurídicas, públicas o
privadas, nacionales o extranjeras, acceden libre y
voluntariamente, antes o durante un proceso judicial o arbitral,
con la colaboración de una o un tercero imparcial denominado
conciliador.

En caso de incumplimiento del Acta de Conciliación, procede la


ejecución forzosa del Acta de Conciliación, conforme al
procedimiento de ejecución de sentencia ante la autoridad judicial
competente del lugar acordado por las partes. A falta de acuerdo,
la autoridad judicial competente será la del lugar donde se haya
celebrado el acuerdo.
6.2. Conciliación administrada y conciliación independiente.
La Conciliación Institucional es administrada por entidades o
instituciones especializadas y abocadas a la prestación de estos
servicios, dando seguridad en su administración, y siendo
responsables de sus actuaciones, lo que técnicamente brinda
mayor seguridad jurídica.
Al formular recomendaciones o efectuar nombramientos de
personas para el cargo de conciliador, la institución o persona
tendrá en cuenta las consideraciones que puedan garantizar el
nombramiento de un conciliador independiente e imparcial y,
con respecto a un conciliador único o un tercer conciliador, tendrá
en cuenta la conveniencia de nombrar un conciliador de
nacionalidad distinta a las nacionalidades de las partes.
Las partes son libres de elegir su conciliador. Un conciliador no
tiene que tener una formación profesional específica. Las partes
pueden basar su selección en criterios como: experiencia,
conocimientos profesionales y/o personales, disponibilidad, idioma
y habilidades culturales. Un conciliador debe ser imparcial e
independiente.

6.3. Conciliación judicial y conciliación extrajudicial.


La Conciliación Extrajudicial es solicitada únicamente por las
partes, mientras que la Conciliación Judicial puede ocurrir ante
el juez del proceso, en la Audiencia convocada de oficio o cuando
es solicitada por las partes

1. POR EL LUGAR
Conciliación judicial
Se realiza dentro de un proceso judicial, en un juzgado civil o de
familia ante un Juez.

Conciliación extrajudicial
Se realiza en un centro de conciliación extrajudicial autorizado por
el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos.

2. POR EL TERCERO
Conciliación judicial
En el proceso judicial de haber audiencia de conciliación se lleva a
cabo por un tercero imparcial, llamado juez, que tiene como
misión fundamental solucionar el conflicto imponiendo una
sentencia que es de obligatorio cumplimiento.

Conciliación extrajudicial
En el procedimiento conciliatorio se lleva a cabo por un tercero
neutral e imparcial llamado conciliador extrajudicial, especializado
en conciliación.

El conciliador es una persona natural capacitada en técnicas de


negociación y mecanismos alternativos de solución de conflictos,
acreditado ante el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos y
adscrito a un centro de conciliación público o privado, que asiste a
las partes a encontrar su propia solución a un conflicto de carácter
jurídico.

3. POR LOS EFECTOS DE LA INASISTENCIA DE AMBAS


PARTES
Conciliación judicial
El acta de conciliación por inasistencia de ambas partes abre las
puertas de la audiencia de pruebas.

Conciliación extrajudicial
El acta de conciliación por inasistencia de ambas partes constituye
título de procedibilidad que acompaña a la demanda judicial.

4. POR LOS INTERVINIENTES


Conciliación judicial
En la audiencia de conciliación interviene el Juez, auxiliar
jurisdiccional, partes (demandante y demandado), abogados de las
partes, apoderados o representantes, de ser  el caso.

Conciliación extrajudicial
Interviene el conciliador extrajudicial, las partes (solicitante he
invitado), abogado verificador de la legalidad de los acuerdos,
asesor de las partes, apoderados o representantes y testigos a
ruego.

5. EFECTOS POR FALTA DE ACUERDO


Conciliación judicial
De no haber acuerdo, el juez, con lo expuesto por las partes,
procederá a enumerar los puntos controvertidos, y en especial los
que van a ser materia de prueba. A continuación, decidirá la
admisión de los medios probatorios ofrecidos, si los hubiera. Luego
ordenará la actuación de los medios probatorios ofrecidos.
De no haber acuerdo el proceso judicial continua hasta la
sentencia
Conciliación extrajudicial
En caso que las partes no lleguen un acuerdo el procedimiento
conciliatorio concluye, emitiéndose la correspondiente acta por
falta de acuerdo.

6. CONTENIDO DEL ACTA


Conciliación judicial
En el acta se consigna la fórmula de conciliación propuesta por el
juez y no aceptadas por las partes, mencionando además a la
parte que no presto su conformidad.

Conciliación extrajudicial
En el acta de conciliación no se consigna las propuestas de
solución de ninguna de las partes y tampoco del conciliador.

7. POR LOS MEDIOS COMPULSIVOS


Conciliación judicial
A la parte que rechaza la fórmula de conciliación propuesta por el
juez se le impone una multa, en caso de que la sentencia otorge
igual o menor derecho.

Conciliación extrajudicial
A la parte que rechaza las propuestas de solución no se le impone
multa alguna.

Conciliación bipersonal y conciliación pluripersonal.


6.4. Conciliación bipersonal y conciliación pluripersonal.
Centrar la atención en el proceso bipersonal apunta a establecer un
marco teórico que permita que los antiguos insights sobre el interjuego
del afecto, el conflicto, la defensa y la resistencia, puedan ser ampliados
hasta los territorios de lo bipersonal y adquieran una base evolutiva
científicamente sostenible. Aunque aquí no se considere de manera
exahustiva el constructo de la motivación, y en cierta medida el del
afecto, ambos están implícitos en cualquier teoría de la representación
actuada y el presente marco referencial pretende incrementar, y no
reemplazar, la extensa literatura existente sobre motivación y afecto en
el tratamiento analítico. De manera similar, aquí no se explicitarán los
múltiples puntos de confluencia en los que el modelo que este artículo
describe podría converger con, o complementar a, los modelos de la
psicología del self o de la organización intrapsíquica. En cambio, el
artículo se centra en ampliar nuestra conceptualización del espacio
transaccional y sus formas de representación en el desarrollo evolutivo y
en el tratamiento de orientación psicoanalítica.

Se refiere a un órgano pluripersonal o un órgano unipersonal, neutral o


tripartito; y el criterio en el que se fundamenta la resolución: los que
integran ese órgano se pueden denominar árbitros de derecho o árbitros
equidad que también se llaman árbitros arbitradores.
TEMA 4
LA CONCILIACIÓN EXTRAJUDICIAL
1. Introducción.
La conciliación es un mecanismo alternativo de solución de conflictos a
través del cual, dos o más personas, naturales o jurídicas, de carácter
privado o público, nacional o extranjera), gestionan por sí mismas la
solución de sus diferencias, con la ayuda de un tercero neutral y
calificado, denominado conciliador.
La aplicación de esta conciliación extrajudicial ha sido lenta pero
exitosa, resolviendo de manera satisfactoria para ambas partes los
conflictos. De acuerdo a la página web del Ministerio de Justicia
actualmente existen en Cochabamba los siguientes centros registrados:
Centro de Conciliación y Arbitraje de la Cámara de Comercio y Servicios
de Cochabamba (Civil-Comercial), Centro de Conciliación Extrajudicial de
la Fundación UNIR (Civil-Comercial-Familiar-Escolar-Vecinal), Servicios
Integrales de Justicia Plurinacional Cochabamba (Civil-Comercial-
Familiar), y el Centro de Conciliación del Registro Público de Abogados
(Civil en el marco de la Ley del Ejercicio de la Abogacía). Y a nivel
nacional son 23 los centros registrados lo que demuestra el éxito de su
aplicación y el desafío de continuar creciendo aún más.
Sin embargo, un reto adicional se plantea: ¿pueden las Actas Fallidas de
Conciliación (no acuerdo entre partes) realizadas en los Centros de
Conciliación Extrajudicial ser consideradas como conciliaciones previas a
efectos de iniciar un proceso en materia civil? La norma no
necesariamente es clara al respecto, y quizá es necesario su
reconocimiento expreso y pleno a este nivel a objeto de sentar
precedencia e importancia para lograr un mayor alcance de los efectos
del que ahora por supuesto tiene la conciliación extrajudicial.

2. Principios aplicables a la Conciliación extrajudicial.


Asimismo, este debe de ser evaluado a la par que el principio de buena
fe, el cual se encuentra relacionado con la información que ambas
partes poseen y son reveladas al conciliador para que así, éste pueda
formular alternativas de solución para las partes y llegar así a un
acuerdo que los beneficie.

2.1. Principio de Buena Fe.


 Buena Fe
La Ley N° 26872 – Ley de Conciliación, dispone en su artículo 2° que es
un principio que rige la conciliación el principio de Buena Fe, siendo éste
definido en el literal c) del artículo 2° de su Reglamento, aprobado por el
Decreto Supremo N.º 014-2008-JUS, el cual señala lo siguiente:
“c) Principio de buena fe. La buena fe se entiende como la necesidad
que las partes procedan de manera honesta y leal, confiando en que esa
será la conducta a seguir en el procedimiento conciliatorio. Cuando el
Conciliador tenga duda de la viabilidad de un acuerdo, tiene
conocimiento o al menos un indicio de que está basado en información
falsa o de mala fe, deberá recomendar a los conciliantes que se apoyen
en expertos de la materia relacionada con dicho acuerdo antes de
finalizarlo, cuidando que tal intervención no perjudique o entorpezca el
procedimiento de Conciliación o, en su caso, a alguno de los
conciliantes”.
Por tanto, el aludido principio se entiende como la necesidad de que las
partes procedan de manera honesta y leal durante el trámite de dicho
procedimiento. Este principio no sólo involucra a las partes durante la
audiencia sino también a toda persona que participa de la audiencia;
como sería el caso de abogados o asesores y representantes. Lo cual
tiene sentido en la medida que lo que se espera de las personas que
intervienen en el procedimiento conciliatorio es que actúen sin
aprovecharse o beneficiarse de su contraparte.
La Buena Fe incluye a la veracidad, entendiéndose aquella como la
necesidad de contar con información fidedigna durante la audiencia
conciliatoria y por lo tanto es una de las dimensiones del principio de
buena fe.

2 2 Principio de Celeridad.
 Celeridad
Entendiendo a la conciliación como un mecanismo alternativo de
resolución de conflictos en el cual las partes buscan una solución
justa, con la asistencia de un tercero, basándose netamente en la
voluntad de éstas; las actuaciones que se realicen deben
centrarse, entre otros, en el principio de celeridad, el cual consiste
en evitar obstaculizar una rápida y dinámica solución del conflicto,
de manera tal que la controversia se resuelva lo más ágil posible,
ya que de esa manera las partes sentirán que están accediendo a
la justicia oportunamente, ahorrando así tiempo y costos.

2.3. Principio de Cultura de Paz.


El artículo 2 de la Ley de Conciliación señala: “La conciliación
propicia una cultura de paz”. Si éste artículo es leído a la luz de lo
dispuesto por el artículo primero de la misma Ley, donde se
declara “de interés nacional la institucionalización y el desarrollo
de la conciliación...”, la conclusión es clara. Nuestra sociedad se
adhiere a la invocación de la UNESCO y pone en el centro de su
interés nacional la construcción de una cultura de paz. En este
caso, vía la institucionalización y el desarrollo de la conciliación
extrajudicial.

2.4. Principio de Economía.


 Economía
Debemos entender que este principio de la conciliación procura
dirigirse al ahorro de tiempo, gastos, esfuerzo y desgaste
emocional que demandaría a las partes si inician un proceso
judicial. Cabe resaltar que, el tiempo invertido durante el proceso
conciliatorio debe ser el indispensable, evitando dilatar dicho
trámite de forma innecesaria, tratando de buscar puntos en común
entre las partes intervinientes que conlleve al arribo de un acuerdo
satisfactorio para las mismas, en lugar de evaluar todas las
posibles responsabilidades que se puedan encontrar por el
conflicto de intereses enfrentado. Asimismo, con este principio se
buscar el abaratamiento de gastos incurridos por las partes, sea
en tasas judiciales y el pago de honorario de abogados, así como
para la Administración Publica, por ejemplo la gestión de labor de
los funcionarios a cargo de conducir audiencias, programar salas
de reunión, etc. Cabe agregar que una correcta aplicación de este
principio rector es evitar la fatiga y desgaste emocional al que
podrían quedar expuestas cualquiera de las partes, al verse
inmersas en un tedioso y extenso proceso judicial–debido a la
ingente carga procesal de las diversas áreas con la cual nuestro
Poder Judicial cuenta; sin tomar en consideración la incertidumbre
que se podría generar en el resultado final que culmina todo
proceso, es decir, la emisión de la sentencia judicial respectiva, la
misma que podría ser absolutoria, de condena, restableciendo un
derecho o suprimiéndolo.
Sobre este principio, el Reglamento de la Ley de Conciliación
indicó en el literal i) del artículo 2.º, lo siguiente:
“Principio de economía. El procedimiento conciliatorio está
orientado a que las partes ahorren tiempo y costos que les
demandaría involucrarse en un proceso judicial”.
De acuerdo a lo señalado, lo que se busca al resolver un conflicto
de intereses mediante este mecanismo alternativo de solución de
conflictos denominado conciliación extrajudicial, es que el aparato
estatal no participe activamente en la búsqueda en una
confrontación directa entre ambas partes, sino que se pueda
facilitar un ambiente en el cual se converse de los hechos de la
controversia, evitando un dispendio innecesario de recursos
económicos que conlleven dilatar el arribo a una solución aceptada
por las partes y fundada en derecho. Por ello, se encomienda al
conciliador la dirección de la Audiencia en el menor número de
actos posibles. Por ello, cuando se instale la audiencia respectiva,
las partes asistentes deberán tener en cuenta que se puede
obtener el resultado más óptimo para todos, es decir, tratar de
poder llegar a un acuerdo total, en el menor tiempo posible,
minimizando costos y esfuerzo tanto para la Administración
Pública como para las partes asistentes con la ayuda de una
comunicación clara y fluida en el menor tiempo posible. Es decir,
se deberá enfocar todos los esfuerzos necesarios para que los
aspectos debatidos puedan derivar al acuerdo en el menor número
de reuniones.
2.5. Principio de Finalidad,
 Finalidad
La Conciliación Extrajudicial es un mecanismo de solución de
controversias que se lleva a cabo antes y fuera del fuero judicial, militar,
arbitral y administrativo, a través del cual, en presencia y dirección de
un tercero (conciliador), las partes buscan llegar a un acuerdo con la
finalidad de solucionar un conflicto intersubjetivo.
Por otro lado, tomando la referencia de esta institución procesal, La
conciliación, del latín conciliatio, verbo conciliare, significa ajustar los
ánimos de los que se oponen entre sí, avenir sus voluntades y
pacificarlos; instituto que tiene como misión facilitar un proceso judicial
o extrajudicial, mediante un acuerdo amigable las diferencias de sus
derechos, cuidando los intereses de libre disposición, y respetando el
debido proceso en caso de encontrarse en el Órgano Jurisdiccional.

2.6 Principio de Flexibilidad,


 Flexibilidad
La conciliación prejudicial es un medio alternativo al proceso
judicial, es decir, mediante ésta las partes resuelven sus
problemas sin tener que acudir a un juicio. Resulta un mecanismo
flexible, donde el tercero que actúa o interviene puede ser
cualquier persona y el acuerdo al que llegan las partes suele ser
un acuerdo de tipo transaccional. Es decir, es homologable a una
transacción.
La conciliación judicial es un medio alternativo a la resolución del
conflicto mediante una sentencia; en este sentido es una forma
especial de conclusión del proceso judicial. El tercero que dirige
esta clase de conciliación es naturalmente el juez de la causa, que
además de proponer bases de arreglo, homóloga o convalida lo
acordado por las partes, otorgándole eficacia de cosa juzgada,
dentro del marco de la legalidad.

2.7. Principio de Idoneidad.


 Idoneidad
Las políticas y parámetros del centro que garanticen la calidad de
la prestación del servicio y la idoneidad de sus conciliadores;

2.8. Principio de Igualdad.


 Igualdad
El conciliador debe buscar igualdad de condiciones en todo el
proceso de conciliación, inspirando justicia .Vale decir, el acuerdo
con el que las conciliantes ponen fin a su conflicto debe ser justo y
equitativo, duradero, considerando los intereses de ambas partes,
para que puedan lograr acuerdos mutuamente beneficiosos.

2.9. Principio de Imparcialidad,


 Imparcialidad
La imparcialidad podría ser definida como la autonomía en la decisión,
independientemente a las propuestas que generen las partes en
conflicto. Asimismo, vista desde el arbitraje, no tiene razón de ser,
debido a que las mismas partes designan a un árbitro; el principio que
se toma en consideración dentro de la práctica es la neutralidad porque
la decisión final (laudo) es neutral y equitativa. Sin embargo, dentro de
la conciliación, la imparcialidad se muestra al momento de la realización
de la audiencia en la cual el conciliador dirige a ambas partes a un
acuerdo sin parcializarse con alguna parte.
Este principio se ve materializado en el compromiso que asume el
conciliador en ayudar a las partes, en el desarrollo de sus funciones, en
el cual se encuentra íntimamente ligado con el principio de la
neutralidad. La imparcialidad es un estado mental que exige del
conciliador durante el proceso y desarrollo de su gestión, se mantenga
al margen de los prejuicios o favoritismo hacia algunas de las partes en
conflictos a través de acciones o actitudes.
Una de las características del conciliador es ser imparcial. Otros autores
se refieren al tema como neutral y otro como equidistante a las partes.
Desde el punto de vista de la conciliación, ser imparcial implica no optar
por una de las partes en detrimento de la otra. Una conducta
parcializada evidentemente pone la conciliación en riesgo. Igualmente,
la doctrina es concluyente al señalar que los jueces tienen la obligación
de actuar imparcialmente en todas sus actuaciones.
La imparcialidad se ve cuestionada cuando una de las partes busca
alianzas con el juez conciliador o el conciliador se ha parcializado con
una de las partes.

2.10. Principio de Independencia,


 Independencia
La segunda situación , se produce desde la fecha de la solicitud
hasta cuando el acta de conciliación se haya registrado cuando
lo exija la ley, ello se refiere en las actas como se encuentra
regulado, con relación a lo conciliadores independientes, o
aquellos que pueden operar bajo su propia logística, sin
embargo deben registrar la diligencia de conciliación.
2.11. Principio de Legalidad.
 Legalidad
En un procedimiento conciliatorio, las partes pueden modificar, extinguir
y crear relaciones jurídicas con la suscripción del acuerdo conciliatorio
en el que estas manifiestan su voluntad para dar fin a un conflicto. En
virtud de este principio, el acuerdo al que lleguen las partes deberá
ajustarse con el ordenamiento jurídico, a fin de que lo pactado no
contravenga las normas vigentes, el orden público y/o las buenas
costumbres. El conciliador deberá observar la legalidad de los acuerdos
adoptados.

2.12. Principio de Oralidad.


 Oralidad
La conciliación desarrolla este principio toda vez que toda
actuación se surte dentro de una audiencia, con la presencia
directa de las partes quienes exponen sus argumentos y
pretensiones en forma oral.

2.13. Principio de Voluntariedad.


 voluntariedad
Uno de los principios que constituyen la esencia de la conciliación
y que es regulado en forma autónoma en el artículo 3° de la Ley
de Conciliación (extrajudicial) Ley N° 268721, es la voluntariedad.
En efecto, la Ley señala que la conciliación es una institución
consensual y como tal, los acuerdos adoptados obedecen única y
exclusivamente a la voluntad de las partes.

La voluntariedad debe entenderse como la voluntad que debe


existir entre las partes, para acudir a una reunión con el propósito
de llegar a un acuerdo que ponga fin al conflicto de intereses, pues
como se mencionó, la conciliación es un mecanismo que busca
que sean las mismas partes quienes, con la intervención de un
tercero, puedan llegar a dilucidar o solucionar el conflicto surgido
entre ellos2.

La voluntariedad hace referencia a ese consentimiento que debe


existir entre ambas partes desde el inicio y hasta el fin del proceso
de conciliación.

La voluntad de las partes para instalar la audiencia, reunión en la


que bajo determinadas formalidades legales se celebra la
conciliación, es un presupuesto muy importante para lograr el
acuerdo entre los involucrados; es decir, debe existir voluntad
para participar de esta diligencia, pues en ese caso habrá muchas
más probabilidades por solucionar un conflicto.

3. Materias susceptibles de Conciliación extrajudicial.


La Ley N. 708, mezcla materias y efectos de la Conciliación Judicial y la
Conciliación extrajudicial o institucional, lo cual en la práctica de los
Métodos Alternos de Solución de Conflictos, debilita el sistema privado
de administración de justicia en Bolivia, incidiendo negativamente en la
Seguridad Jurídica que éstos deberían otorgar a los particulares que
opten voluntariamente por acudir a ellos.
En concreto encontramos mezclas y confusiones en el tratamiento que
le da la Ley
1. 708 a la Conciliación Extrajudicial o Institucional, ya que
claramente es distinta en cuanto a concepto, operadores
intervinientes, límites y efectos a la Conciliación Judicial.
Las remisiones legales a la conciliación prejudicial o administrativa en
materia de familia se entenderán hechas a la conciliación extrajudicial; y
el vocablo genérico de "conciliador" remplazará las expresiones de
"funcionario" o "inspector de Trabajo" contenidas en normas relativas a
la conciliación en asuntos laborales.

3.1. Conciliación y transacción,


Diferencia entre conciliación y transacción. La transacción es
un contrato mediante el cual las partes suscriben un acuerdo,
mientras que la conciliación es también un acuerdo entre las
partes, pero donde interviene un tercero neutral denominado
conciliador.
 La conciliación es un acto, la transacción es un contrato (CC,
945).
 En la conciliación participan, juez o conciliador y las partes
procesales (actor y demandado). Es multilateral. En la
transacción sólo participan las partes procesales, es bilateral. El
juez sólo homologa.
 En la conciliación la dirección del acto o audiencia, compete al
juez o al conciliador, en la transacción, la dirección es de las
partes procesales.
 Se transa, siempre, todas las cláusulas, se pueden conciliar
algunas, las demás se pueden dirimir en el proceso.

3.2. Controversias no conciliables.


No todas las materias son conciliables, el artículo 4 de la Ley establece
las que no son sometidas a conciliación o arbitraje. Cuando observamos
estas materias nos damos cuenta de que existe protección especial al
interés público de la nación.
De las 13 materias no conciliables, ocho se refieren a la protección de
los intereses del Estado y de la nación.
I. Supuestos de protección del interés público respecto de la conciliación
y arbitraje
1. No es sometida a conciliación ni arbitraje la propiedad de los recursos
naturales
Los recursos naturales son las materias primas explotadas y fuentes de
energía o de riqueza no utilizadas todavía. El artículo 3 de la Ley 1333
del Medio Ambiente, de 15 de junio de 1992, indica que los recursos
naturales son patrimonio de la nación, su protección y aprovechamiento
están regidos por ley y son de orden público.
De esta manera, si los recursos naturales pertenecen a la nación no es
posible someterlos a conciliación o arbitraje, pues ningún funcionario,
servidor o particular puede ceder la propiedad de éstos; por otro lado,
resultaría imposible que toda la nación participe en un proceso de
conciliación o arbitraje.
La ley indica que la protección y aprovechamiento de los recursos
naturales son de orden público, esto es que interesan a la colectividad y
no a un particular o grupo de particulares, menos a los funcionarios y
servidores del Estado.
La Ley 1333 clasifica los recursos naturales en renovables y no
renovables. El artículo 32 señala que es deber del Estado y de la
sociedad preservar, conservar, restaurar y promover el
aprovechamiento de los recursos renovables.
Los renovables tienen una dinámica propia que les permite renovarse.
Por otro lado, los no renovables, conforme al ar- tículo 68 de la Ley
1333, pertenecen al dominio originario del Estado, cualquiera sea su
origen o forma de yacimiento, y se encuentran en el suelo o subsuelo.
Los recursos naturales no renovables son aquellas sustancias que no se
renuevan y son susceptibles de agotarse por efecto de la acción humana
o de fenómenos naturales; estos son los minerales metálicos y no
metálicos y los hidrocarburos.
Si no es posible conciliar o someter a arbitraje la propiedad de los
recursos naturales, sí sería posible su uso o usufructo.
2. No son sometidos a conciliación ni arbitraje los títulos sobre reservas
fiscales
El artículo 298.II de la cpe de 2009 establece que son competencias
exclusivas del nivel central del Estado las reservas fiscales respecto a
recursos naturales. Por su parte la Octava Disposición Transitoria,
numeral II, de la Constitución establece que, en el plazo de un año desde
la elección del Órgano Ejecutivo y del Órgano Legislativo, se dejarán sin
efecto las concesiones mineras de minerales metálicos y no metálicos,
evaporíticos, salares, azufreras y otros, concedidas en las reservas
fiscales del territorio boliviano.
Un caso de título otorgado sobre reservas fiscales son las concesiones
mineras respecto de las cuales no se puede recurrir a conciliación o
arbitraje.
El artículo 24 de la Ley 535 de Minería y Metalurgia, promulgada el 28
de mayo del 2014, habla de la reserva fiscal minera e indica que el
Órgano Ejecutivo mediante Decreto Supremo podrá declarar como
Reserva Fiscal Minera determinadas zonas del territorio, con la finalidad
de efectuar labores de prospección, exploración y evaluación para
determinar el potencial mineralógico del área de reserva e identificar
nuevas áreas mineras de interés, respetando derechos preconstituidos y
adquiridos.
Para esta exclusión, el artículo 350 de la cpe indica que “cualquier título
otorgado sobre reserva fiscal será nulo de pleno derecho, salvo
autorización expresa por necesidad estatal y utilidad pública, de acuerdo
con la ley”.
3. No son sometidos a conciliación ni arbitraje los tributos ni regalías
El Código Tributario Boliviano establece como tributos a las obligaciones
en dinero que el Estado, en ejercicio de su poder, impone para obtener
recursos para el cumplimiento de sus fines. Los tributos están
clasificados en impuestos, tasas, contribuciones especiales y patentes
municipales.
Impuesto es el tributo cuya obligación tiene como hecho generador una
situación prevista por Ley, independientemente de toda actividad estatal
relativa al contribuyente. Las tasas son tributos cuyo hecho imponible
consiste en la prestación de servicios o la realización de actividades
sujetas a normas de derecho público indi- vidualizadas en el sujeto
pasivo.
Las contribuciones especiales son tributos cuya obligación tiene como
hecho generador, beneficios derivados de la realización de determinadas
obras o actividades estatales y cuyo producto no debe tener un destino
ajeno a la financiación de dichas obras o actividades que constituyen el
presupuesto de la obligación.
En las patentes municipales el hecho generador es el uso o
aprovechamiento de bienes de dominio público, así como la obtención
de autorizaciones para actividades económicas.
Conforme a la Constitución, las regalías son recursos departamentales
creados por ley. Asimismo, el artículo 351 de la cpe establece que las
empresas privadas, bolivianas o extranjeras, pagarán impuestos y
regalías cuando intervengan en la explotación de recursos naturales y
los cobros a que den lugar no serán reembolsables. Se indica que las
regalías, por el aprovechamiento de los recursos naturales, son un
derecho y una compensación por su explotación y serán reguladas por la
Constitución y la ley.
Por otro lado, la Ley 3787 de 24 de noviembre de 2007 de Regalía
Minera (rm) establece que las actividades mineras están sujetas al pago
de una rm. Ésta no alcanza a las manufacturas y productos
industrializados con minerales y metales.
Por su parte, el artículo 368 de la cpe establece que los departamentos
productores de hidrocarburos percibirán una regalía del 11 por ciento de
su producción departamental fiscalizada. De igual forma, los
departamentos no productores de hidrocarburos y el Tesoro General del
Estado obtendrán participación en porcentajes fijada con una ley
especial.
4. No son sometidos a conciliación ni arbitraje los contratos
administrativos, salvo lo dispuesto en la ley
El artículo 239 de la Constitución establece que es incompatible con el
ejercicio de la función pública la celebración de contratos
administrativos o la obtención de otra clase de ventajas personales del
Estado.
En este supuesto indicamos al contrato administrativo transitorio de
arrendamiento regulado por el Decreto Supremo 1661 de 24 de julio de
2013, cuyo artículo 2 indica que mediante el contrato minero el Estado,
a través de la Autoridad General Jurisdiccional Administrativa Minera,
otorga a un actor productivo minero el derecho para actividades de
prospección y exploración, explotación, beneficio, fundición y refinación
y comercialización de minerales.
La salvedad de esta prohibición estaría relacionada con los regímenes
especiales para inversiones donde interviene el Estado boliviano,
previstos en la misma Ley de Conciliación y Arbitraje.
5. No es sometido a conciliación ni arbitraje el acceso a los servicios
públicos
No es el servicio que prestan los ciudadanos a favor del Estado, son las
prestaciones que éste otorga a la población. El servicio público satisface
una necesidad colectiva por medio de una organización administrativa;
lo presta la misma administración o los particulares con contrato o
concesión administrativa.
Ejemplos de servicios públicos son el agua potable y el alcantarillado
sanitario regulados por la Ley 2066 de prestación y utilización de
servicios de Agua Potable y Alcantarillado sanitario de 11 de abril de
2000.
6. No son sometidos a conciliación ni arbitraje las licencias, registros y
autorizaciones sobre recursos naturales
Licencia es el documento con la facultad de obrar con mayor o menor
amplitud, es decir, la iniciativa o libertad concedida en un asunto, acto u
operación. Registro es un examen que deriva en una investigación en un
sitio para dar con una persona o cosa. Autorización es el instrumento
que confiere poder a cualquiera para un acto; es la facultad para que un
sujeto, en nombre del Estado, haga algo.
La Ley 1333 establece la Licencia Ambiental, documento jurídico
administrativo otorgado por la autoridad ambiental competente al
representante legal que avala el cumplimiento de los requisitos
previstos en la ley y reglamentación correspondiente en lo que se refiere
a los procedimientos de prevención y control ambiental.
Para efectos legales y administrativos tienen carácter de Licencia
Ambiental la Declaratoria de Impacto Ambiental, el Certificado de
Dispensación y la Declaratoria de Adecuación Ambiental.
La Ley 1333 describe el Registro de Consultoría Ambiental, el Ministerio
de Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente (mdsma) implementará y
administrará un registro de consultoría ambiental y otorgará la
autorización a todo profesional, empresa consultora, grupo de
profesionales en sociedad, unidades ambientales y organizaciones no
gubernamentales, nacionales o extranjeras, que cumplan con los
requisitos establecidos por el mdsma.
Conforme a la Ley 1333, se requiere autorización para la tala de
bosques y para cazar, pescar o capturar.
7. No son sometidas a conciliación ni arbitraje las afectaciones al orden
público
El orden público es la normalidad en que se mantiene y vive un Estado
con sus actividades, sin perturbaciones ni conflictos. Es la legalidad en
que las autoridades ejercen sus atribuciones y los ciudadanos las
respetan y obedecen, es el imperio de la ley y de la tranquilidad.
8. No son sometidas a conciliación ni arbitraje lo concerniente a las
funciones del Estado
El artículo 12 de la cpe establece que el Estado organiza y estructura su
poder público a través de los órganos Legislativo, Ejecutivo, Judicial y
Electoral. La organización del Estado está fundamentada en la
independencia, separación, coordinación y cooperación de estos
órganos. Son funciones estatales el control, defensa de la sociedad y
defensa del Estado.

3.3. Controversias que afectan al orden público.


Como objetivo general el estudio del orden público como causal de
anulación del laudo arbitral dentro de la jurisprudencia de Bolivia.
La Ley 1770 de Arbitraje y Conciliación de Bolivia establece como
único medio de impugnación de un laudo arbitral el “Recurso de
anulación del laudo arbitral”; El artículo 63, determina como
causal de anulación “Laudo contrario al orden público”. La
amplitud del concepto orden público pone en peligro la naturaleza
misma del proceso arbitral, pudiendo lograrse la revisión del fondo
del laudo mediante el recurso de anulación, siendo que éste
recurso no ha sido instituido para esa finalidad. Dentro de la
normativa vigente en Bolivia, no se encuentra alguna norma o
disposición que determine lo que abarca el concepto de orden
público, muchas veces solo lo norman como limite a la autonomía
de la voluntad o incluso en su sentido material, como
mantenimiento de la paz social; En la jurisprudencia de Bolivia si
se define conceptualmente al orden público pero tampoco se
norma su alcance. El orden público como causal de anulación de
un laudo arbitral comprende la violación a los principios, valores y
derechos fundamentales establecidos en la Constitución Política
del Estado y en la Ley 1770 de Bolivia. La jurisprudencia de
Bolivia, desarrolla como violación al orden público la transgresión
derechos fundamentales principalmente el derecho al debido
proceso, a la defensa y a normas procesales. La jurisprudencia de
Bolivia, mediante la formación de sus líneas, debe orientar de
manera uniforme al juez, en la determinación de una real
vulneración al orden público como causal de anulación del laudo
arbitral, lográndolo mediante la generación del formulas generales
para la aplicación de casos específicos.

3.4. El Estado y la Conciliación,

Lanecesidad de introducir mecanismos alternos para la solución de


conflictosen Bolivia se hace una realidad que obedece a múltiples
motivos, como son, por ejemplo: la urgenciade solucionar las
controversias de manera rápida y eficaz, sin causar mayor daño
económico, pues el tiempoque las partes demoranen ponerle fin al
litigio,genera en la mayoríade los casos pérdida no sólo de tiempo
sinotambiénde tipo económico. Generalmente, se acude a estos
mecanismos con la intención de evitar laintervención de la rama
jurisdiccional del Estado, que, por lo general, produce un
retardoexcesivo al dirimir los conflictos que a ella se someten. La
conciliación por parte del Estado, no tienevigenciaen Bolivia, por
mandato expreso del art. 180 delCódigo de Procedimiento Civil,el que
establece que procederá la conciliación en los procesos civiles, “siempre
que no fuere parte el Estado, tanto como las entidades de orden
público...”.Los procesos pordelitos de acción privada, como ser
calumnia, difamación, injuria, hurto, etc., pueden ser materia
conciliablegracias al Nuevo Procedimiento Penal con la inclusiónde las
salidas alternativas, porque en estos casos, siel demandado alcanza
aresarcir el daño civil,la parte afectada tiene la potestad de proseguir
con la acción penal o no,si llegan a conciliar este aspecto, daría lugar a
un menor incrementode reosen las cárceles bolivianasy también menor
afluencia de procesos en los estrados judiciales, que ciertamente se
encuentran colmados de juiciosque podrían evitarse.El artículo 136 de la
Carta Magna, cuando se refiere a los Bienes Nacionales contempla que
estos se encuentran reservados y fuera de toda disponibilidad de los
particulares justamente por constituir patrimonio del Estado

Lanecesidad de introducir mecanismos alternos para la solución de


conflictosen Bolivia se hace una realidad que obedece a múltiples
motivos, como son, por ejemplo: la urgenciade solucionar las
controversias de manera rápida y eficaz, sin causar mayor daño
económico, pues el tiempoque las partes demoranen ponerle fin al
litigio,genera en la mayoríade los casos pérdida no sólo de tiempo
sinotambiénde tipo económico. Generalmente, se acude a estos
mecanismos con la intención de evitar laintervención de la rama
jurisdiccional del Estado, que, por lo general, produce un
retardoexcesivo al dirimir los conflictos que a ella se someten. La
conciliación por parte del Estado, no tienevigenciaen Bolivia, por
mandato expreso del art. 180 delCódigo de Procedimiento Civil,el que
establece que procederá la conciliación en los procesos civiles, “siempre
que no fuere parte el Estado, tanto como las entidades de orden
público...”.Los procesos pordelitos de acción privada, como ser
calumnia, difamación, injuria, hurto, etc., pueden ser materia
conciliablegracias al Nuevo Procedimiento Penal con la inclusiónde las
salidas alternativas, porque en estos casos, siel demandado alcanza
aresarcir el daño civil,la parte afectada tiene la potestad de proseguir
con la acción penal o no,si llegan a conciliar este aspecto, daría lugar a
un menor incrementode reosen las cárceles bolivianasy también menor
afluencia de procesos en los estrados judiciales, que ciertamente se
encuentran colmados de juiciosque podrían evitarse.El artículo 136 de la
Carta Magna, cuando se refiere a los Bienes Nacionales contempla que
estos se encuentran reservados y fuera de toda disponibilidad de los
particulares justamente por constituir patrimonio del Estado.

En nuestra legislación elámbito de aplicación de la conciliación se refiere


explícitamente a materia transigible o disponible,siendo que existe una
prohibición expresa en nuestra Constitución Política del Estado, en
nuestro Código de Procedimiento Civil,e incluso en la ley Nº 1770 de 10
de marzo de 1997, que en su art. 4º que refiere a la Capacidad estatal,
en la que indica: “... Podrán someterse a arbitraje, las controversias en
las que el Estado y las personas jurídicas de Derecho Público son partes
interesadas, siempre que versen sobre derechos disponibles y deriven
de una relación jurídica patrimonial de derecho privado o de naturaleza
contractual...”Sin embargo, no podemos estancarnos en ese
pensamiento excesivamente proteccionista que asume el Estado,
debiendo másbien encontrar nuevos procedimientos de solución a las
controversias entre particulares y entidades públicas,conflictos que día a
día vanen crecimiento. Existe una necesidad imperiosa de crear nuevas
relaciones y específicamente de regular dentro de nuestro
procedimiento la conciliación en la administración pública.Por este
motivo el Estado no puede obtenersu desarrollo económico y social y
debe modificaro crear normas que lo beneficien en mejor derecho. Esto
lograría que mejore sustancialmente su ascensoen la actividad
económica, ya que la empresa privada invierte en nuestro país, más
ahora que nos encontramos en un régimen decapitalización, o economía
privatizada.La conciliación bien concebida conlleva a que las personas
públicas tan sólo tenganlos procesos judiciales que indefectiblemente
deben tener, más no, como ocurre en la práctica, un sin númerode
procesosque no amerita estar en la jurisdicción. El criterio para
determinar que proceso debe o no estar en el área jurisdiccional, lo
otorga lo reiterativo de la solución por parte de la jurisdicción y/o su
claridad legal. Es decir, que si jurídicamente la entidad observa que
asiste razón a su “contraparte”, y que dicha razón es avaladapor el
ordenamiento jurídico y por la jurisprudencia, no tiene sentido alguno
provocar un proceso o insistir en él. Debe recordarse que los procesos
judiciales también generan costos para las partes, de los cuales el
Estado paga la mayor cantidad no solo en el funcionamiento de la Rama
Jurisdiccional, sino en elgasto que supone la atención del proceso por
parte de la entidad. A tratar de salvar esta gravísima barrera, esta
destinado el presente planteamiento de tesisparadisipar esos temores
explicando las principales características y ventajas de la conciliación y
la formaen que funciona en la práctica, demostrando lasventajas que
produciría para el Estado

3.4.1. Tesis negativa.

3.4.2. Tesis positiva.

4. El Conciliador.
El conciliador es una persona natural capacitada en técnicas de
negociación y mecanismos alternativos de solución de conflictos,
acreditado ante el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos y
adscrito a un centro de conciliación público o privado, que asiste a
las partes a encontrar su propia solución a un conflicto de carácter
jurídico.

4.1. Requisitos objetivos.

Artículo 15°.- (Requisitos) Las personas jurídicas deberán cumplir


los siguientes requisitos para constituirse en administradoras de
conciliación o arbitraje:

Personalidad jurídica.
Reglamento de conciliación, de arbitraje, o ambos, aprobado por
el Ministerio de Justicia.
Contar con más de una o un conciliador o más de una o un
árbitro, acreditados.
Infraestructura que cumpla las condiciones técnicas y
administrativas de acuerdo a la normativa de la autoridad
competente.
4.2, Requisitos subjetivos.

En cuanto al elemento subjetivo, las personas que intervienen en la


conciliación deben ser personas físicas o naturales que acudan a este
mecanismo por sí mismas, si son capaces, o por medio de su
representante legal, si no lo son o tratándose de sociedades,
asociaciones y fundaciones que no tengan el carácter de mercantiles.

4.2.1. La independencia.
El conciliador debe gozar y actuar con total autonomía frente a las
partes que integran el conflicto; ninguna de sus actuaciones debe
obedecer al interés particular o específico de alguna de ellas o de
terceros.

4.2.2. La imparcialidad.
El conciliador debe actuar en el proceso conciliatorio sin tomar partido
en la relación que originó el conflicto.

4.2.3. La autoridad.
Se da cuando el Servidor público, fuera de los casos especialmente
previstos como conductas punibles, con ocasión de sus funciones o
excediéndose en el ejercicio de ellas comete un acto
arbitrario e injusto.

Es la base conceptual del Ministerio del Interior y de Justicia como


suprema autoridad administrativa del ramo; de esta manera, el
Ministerio busca que la obra sea una herramienta de apoyo para los
conciliadores de los centros de conciliación y funcionarios que ofrecen
sus servicios para la solución de controversias civiles.

5. El Ministerio de Justicia y sus atribuciones.

ARTICULO 3°.- Son atribuciones y obligaciones generales de los


Ministros:
a) Asistir a las reuniones del Consejo de Ministros y a otros consejos o
instancias de coordinación, según determine el Poder Ejecutivo en el
reglamento correspondiente. b) Implementar los sistemas de
administración y control gubernamental vigentes. c) Responder los
informes escritos y prestar informes orales e interpelaciones al plenario
de las Cámaras Legislativas. d) Elaborar el proyecto de presupuesto de
su Ministerio, concurrir a la elaboración del Presupuesto General de la
Nación y rendir cuentas de su ejecución. e) Dictar normas relativas al
ámbito de su competencia y resolver en última instancia, todo asunto
administrativo que corresponda al Ministerio. f) Firmar Decretos
Supremos y refrendar las Resoluciones Supremas relativas a su
despacho. g) Proponer al Presidente de la República, en el área de su
competencia, políticas, estrategias, acciones y proyectos de normas
legales, así como programas operativos, presupuestos y requerimientos
financieros. h) Presentar al Presidente de la República, al Consejo de
Ministros y a otros consejos o instancias de coordinación, los proyectos
correspondientes a su área de competencia. i) Designar y remover al
personal de su Ministerio, de conformidad con las normas y
procedimientos establecidos para el sector público. j) Coordinar con los
otros Ministros los asuntos de interés compartido. k) Elevar ante el
Presidente de la República la memoria y cuenta anual de su Ministerio,
para su presentación al Congreso. l) Cumplir con lo estipulado en las
normas vigentes de evaluación y resultados. m) Garantizar la
transparencia de información de sus acciones y la administración de
recursos a los ciudadanos. n) Participar en la elaboración de la
estrategia nacional de desarrollo. o) Ejercer las demás atribuciones que
establece la legislación nacional.

MINISTRO DE JUSTICIA

a) Coordinar las relaciones del Poder Ejecutivo con el Poder Judicial


(Corte Suprema, Tribunal Constitucional y Consejo de la Judicatura),
Ministerio Público y Defensor del Pueblo, mediante acciones tendentes a
mejorar la administración de justicia.
b) Formular y ejecutar políticas de lucha contra la corrupción.
c) Ejercer tuición orgánica y administrativa sobre el Servicio Nacional de
Defensa Pública.
d) Diseñar y ejecutar políticas nacionales de defensa, protección de los
derechos humanos, de los derechos del niño, niña y adolescentes, de
personas de la tercera edad y personas con discapacidad, y otros grupos
vulnerables. e) Formular y coordinar políticas de Género y
Generacionales. f) Plantear políticas, normas y programas para apoyar y
fortalecer la institucionalización del sistema de justicia comunitaria en
todo el territorio nacional. g) Implementar programas y proyectos para
el acceso a la justicia y a la información pública. h) Recopilar y reordenar
la legislación nacional dispersa y poner al servicio de los poderes del
Estado y de la ciudadanía.
TEMA 5
EL PROCEDIMIENTO DE CONCILIACIÓN
1. Introducción.
Conforme al artículo 43 de la Ley de Arbitraje y Mediación, la mediación
es un procedimiento de solución de conflictos por el cual las partes,
asistidas por un tercero neutral llamado mediador, procuran un acuerdo
voluntario, que verse sobre materia transigible, de carácter extrajudicial
y definitivo, que ponga fin al conflicto.

La mediación o conciliación puede efectuarse en el Centro de Arbitraje y


Conciliación de la Cámara de Comercio de Guayaquil con conciliadores
especializados en la resolución de conflictos.

Según el artículo 44 de la Ley de Arbitraje y Mediación, podrán


someterse al procedimiento de mediación que establece, sin restricción
alguna, las personas naturales o jurídicas, públicas o privadas,
legalmente capaces para transigir.

El Estado o las instituciones del sector público podrán someterse a


mediación, a través del personero facultado para contratar a nombre de
la institución respectiva. La facultad del personero podrá delegarse
mediante poder.
2. Inicio del procedimiento de Conciliación.
Inicio del procedimiento de Conciliación.
I. El procedimiento de conciliación puede iniciarse por solicitud
de una o todas las partes en conflicto, formulada en conjunto
o por separado y por cualquier medio escrito ante el Centro
de Conciliación y Arbitraje.
II. El inicio de un proceso de conciliación supone la asistencia
del solicitante hasta la conclusión del mismo.

2.1. Inicio de oficio.


La parte que desee iniciar una conciliación, presentará ante el Centro de
Conciliación y Arbitraje una solicitud escrita en la que exprese su
voluntad al respecto, la misma que deberá contener la siguiente
información: 1. Nombre o denominación del solicitante, generales de ley,
correo electrónico y teléfono. Para el caso de persona que actúe a través
de mandatario, la descripción y datos del documento de representación
2. Nombre o denominación del solicitado, generales de ley, correo
electrónico y teléfono. 3. Breve descripción de la controversia. 4.
Documentos de respaldo que considere necesarios. II. Igualmente, la
parte solicitante deberá efectuar el pago de la tasa de solicitud de
proceso de conciliación a momento de presentar dicho escrito.
2.2. Inicio a instancia de parte

Las partes deberán intervenir en el procedimiento de conciliación en


forma personal. En caso de impedimento la representación deberá
realizarse mediante mandatario acreditando el correspondiente poder
especial.
2.2.1. Solicitud individual.
La Conciliación Individual es una instancia de diálogo social y de
solución de conflictos que se inicia a solicitud del trabajador(a),
quien interpone un Reclamo en la Inspección del Trabajo por haber
sido despedido y considerar que su empleador(a) le adeuda
algunas prestaciones

2.2.2. Solicitud conjunta.


Las partes, en forma conjunta o separada, podrán solicitar la
conciliación ante un Centro de Conciliación o Centro de
Conciliación y Arbitraje de su elección.
3. Requisitos de la solicitud.
1. Citar a las partes de conformidad con lo dispuesto en esta ley.
2. Hacer concurrir a quienes, en su criterio, deban asistir a la
audiencia. 3. Ilustrar a los comparecientes sobre el objeto,
alcance y límites de la conciliación.
4. Motivar a las partes para que presenten fórmulas de arreglo con
base en los hechos tratados en la audiencia.
5. Formular propuestas de arreglo.
6. Levantar el acta de la audiencia de conciliación.
7. Registrar el acta de la audiencia de conciliación de conformidad
con lo previsto en esta ley.

3.1. Nombre y generales de ley del o los solicitantes.


La solicitud de conciliación será presentada por escrito ante el Centro,
pudiendo contener:
1. El nombre de la persona natural o jurídica solicitante, cédula de
identidad, domicilio u otra dirección donde desea recibir la
invitación.
2. Si corresponde, el nombre del representante del solicitante o
solicitantes, domicilio u otro lugar donde recibirá la invitación.
3. El nombre de la persona natural o jurídica del/a invitado/a a
conciliar, domicilio o dirección del lugar o centro laboral, donde
se enviará la invitación.

3.2. Resumen del conflicto.


Según la ley, el acta de mediación en la que conste el acuerdo
conciliatorio tiene efecto de sentencia ejecutoriada y cosa juzgada y
podrá ejecutarse del mismo modo que las sentencias de última
instancia, siguiendo la vía de apremio.
Si el acuerdo fuere parcial, las partes podrán llevar a juicio
únicamente las diferencias que no hayan sido parte del acuerdo.
En caso de que no se llegare a ningún acuerdo, el acta de
imposibilidad firmada por las partes y el mediador, podrá ser
presentada por la parte interesada dentro de un proceso arbitral o
judicial y suplirá la audiencia o junta de mediación o conciliación
prevista en esos procesos.

3.3. Nombre y generales de la parte adversa.


La demanda y la contestación deberán cumplir los siguientes requisitos:
1. El nombre y los datos de contacto de las partes.
2. Relación de hechos en los que se base la demanda o la
contestación.
3. Materia u objeto de la demanda o de la contestación.
4. Motivos jurídicos o argumentos que sustente la demanda o la
contestación.

4. Invitación a conciliar.
La invitación es  un documento elaborado por el Conciliador designado,
mediante  el cual comunica a solicitante e invitado, el día y  hora  en 
que  se  realizará  una  audiencia  de  conciliación,  donde  les asistirá
para  explorar  soluciones  satisfactorias   a   ambas  partes.

La  invitación  debe ser elaborada con un lenguaje  claro,  sin


abreviaturas, constructivo, positivo  y cordial e  incentivando a  ambas
partes a  asistir  voluntariamente a  la audiencia, descartándose
lenguaje adversarial  e inquisitivo  propio de una  notificación  judicial
puesto que no se trata  de una  notificación  judicial,  sino de una 
invitación a  conciliar. 
Como una  manifestación de la  función de dirección del procedimiento
conciliatorio, corresponde al conciliador designado   elaborar   las   
invitaciones  para  conciliar a  ambas  partes, debiendo para  tal efecto  
redactar las  invitaciones   cumpliendo  con los requisitos expresamente
establecidos  por el  articulo 16  del  Reglamento de la Ley de  
Conciliación  Decreto  Supremo Nº 014- 2008-JUS.  El  inciso 3 del
artículo 44 del Reglamento de la Ley de   Conciliación  Decreto  Supremo
Nº 014- 2008-JUS,  establece que el  conciliador  tiene  la  obligación de
redactar las  invitaciones para conciliar  cumpliendo los requisitos
señalados por el  articulo 16 del Reglamento de la Ley de   Conciliación 
Decreto  Supremo Nº 014- 2008-JUS  y dentro del plazo  establecido por
el articulo 12 de la Ley de  Conciliación 2687,  sancionándose  con 
amonestación escrita,  en caso   de no  consignar   en las  invitaciones  
los   citados    requisitos  ( inciso 3  del articulo 113  del Decreto 
Supremo 014-2008-JUS).
De otro  lado, no esta permitido  programar   a  la misma  hora y 
fecha,   dos o mas  audiencias de conciliación con el mismos conciliador,
con excepción de los procedimientos susceptibles de tramitación
acumulable.

5. Designación del conciliador.


Una vez que se haya determinado el número de conciliadores y el
método de nombramiento, el(los) conciliador(es) podrá(n) ser
nombrado(s). Si las partes no pueden nombrar a todos los miembros de
la Comisión de conformidad con el método de nombramiento
establecido, podrá aplicarse el mecanismo supletorio del CIADI.
No se requiere que las partes seleccionen a los conciliadores que
integran la Lista de Conciliadores del CIADI, pero pueden hacerlo si así lo
desean.
El Reglamento de Conciliación (Mecanismo Complementario) establece
determinados requisitos en cuanto a las cualificaciones de las personas
nombradas para formar parte de las Comisiones de Conciliación,
aunque, con excepción de eso, las partes tienen la libertad de elegir a
quienes ellas deseen.
6. Quiénes intervienen en el procedimiento de Conciliación.
“Conciliar” se deriva del vocablo latino “Conciliare”, que según el
Diccionario de la Real Academia de la Lengüa Española, significa
componer, ajustar los ánimos de quienes estaban opuestos entre
sí.

Cabe señalar, que tradicionalmente el acto de conciliar se ha visto


reflejado dentro de un proceso judicial, donde los sujetos que
intervienen como partes tienen intereses opuestos. Aquí está
presente permanentemente un juez, el cual toma conocimiento de
la causa para poder aclarar el conflicto. Para el efecto se basa en
la demanda y en la contestación, buscando analizar los puntos
controvertidos para poder arribar a una fórmula conciliatoria que
resulte equitativa para ambas partes. Esto es propio de la
Conciliación Procesal que forma parte de los llamados Mecanismos
Alternativos de Resolución de Conflictos Procesales, los mismos
que se desarrollan dentro de un proceso judicial buscando evitar la
sentencia.
Elemento subjetivo. Referido a las personas que intervienen o
participan en la conciliación, las cuales básicamente son, de un
lado las partes cuyos intereses se encuentran en conflicto y del
otro, el conciliador, persona que debe ser neutral e imparcial, con
la misión de propiciar un acuerdo entre ellas.

6.1. Las partes en conflicto.


La Mediación es un proceso voluntario en el que dos o más partes
involucradas en un conflicto trabajan con un profesional imparcial, el
mediador, para generar sus propias soluciones con el fin de resolver sus
diferencias. El mediador trabajará para que las partes vuelvan a
comunicarse, expresen sus emociones, necesidades e intereses, lo que
hará que sean ellas las que propongan las posibles soluciones con el fin
de obtener el acuerdo más beneficioso para ambas.
La Mediación es una forma flexible de resolución de conflictos, que
permite a las partes en disputa una solución previa a lo que hubiera
constituido un litigio. La Mediación ofrece una oportunidad de ganar una
mayor comprensión de su conflicto, y limitar el coste temporal,
económico y emocional, que implica un procedimiento legal completo.
Además la Mediación es un proceso confidencial, donde sólo las partes y
el mediador van a tener conocimiento de lo que allí suceda.
En la Mediación no hay vencedores ni vencidos. Es un ganar-ganar. Por
ello existen mayores garantías de que el acuerdo obtenido se cumpla y
sea duradero en el tiempo. Incluso aunque en ocasiones las partes no
logren alcanzar un acuerdo, la relación entre ellas puede salir reforzada
pues han conseguido volver a comunicarse.
Pero hemos de ser conscientes de que no todos los conflictos se pueden
llevar a Mediación. Para eso están los mediadores que ayudan a las
partes a determinar si el conflicto que tiene se puede resolver a través
de este mecanismo o se debe utilizar la justicia, el arbitraje o la
conciliación.
Por lo que ser mediador, aunque parezca que es una tarea fácil requiere
de unas cualidades y habilidades que deben ser trabajadas, pues el
mediador debe ser neutral, no puede influir en el resultado de la
Mediación. Y para ello debe tener empatía, es decir, hacer sentir a la
otra persona que es comprendida, lo que significa escuchar
activamente. Ser honesto, humilde y tolerante. Creativo, asertivo
y buen negociador. Tener sentido de la transformación que se
traduce en estar atento a los momentos del proceso en que los
participantes tienen la oportunidad de reconocer más claramente sus
objetivos, recursos, opciones y preferencias, para tomar decisiones
claras y deliberadas. No emitir juicios sobre las opiniones y decisiones
de las partes. No sentirse responsable por los resultados de la
mediación. Es un sello distintivo, la actitud de poner decididamente en
las manos de las partes la responsabilidad por el conflicto.
El mediador no decide, dirime, recomienda o aconseja; se limita a
conducir el diálogo, allanar y orientar el proceso, utilizando sus
habilidades, técnicas, prácticas y entrenamiento adquirido, siempre
acompañado de las cualidades que son inherentes a su profesión.
El mediador debe dominar nociones básicas de diferentes campos de
conocimiento para que pueda comprender las muchas situaciones que
se presentan en el conflicto, es decir, todo lo que esté en juego. El
mediador debe ser esa tercera persona que coordina el proceso de
mediación, quien dicta las reglas del juego a la hora de realizar la
mediación, pero lo que siempre definirá su actuación y buen desempeño
son las cualidades que caracterizan su quehacer.
En la sociedad actual, donde estamos conectados mundialmente y
donde las relaciones entre personas y naciones están tan
extendidas, contar con la Mediación no sólo permite que los
conflictos que puedan surgir se resuelvan rápida y eficazmente sin
perjuicio para los intereses de las partes, sino que incluso permite
que la relación entre las partes no sólo se conserve sino que se
vea fortalecida.

6.2. El conciliador.
Es una persona idónea, capacitada de manera específica para orientar el
proceso conciliatorio como un tercero imparcial y neutral frente a las
partes, a las cuales insta a fin de que lleguen a un acuerdo que les
permita solucionar el conflicto que los reúne.
No decide cómo se resuelve la controversia, facilita que las partes
encuentren una solución
El conciliador en derecho es un abogado, formado en resolución de
conflictos, inscrito en el CAC y que, por mandato expreso de la
constitución, administra justicia de manera transitoria.
Se trata de un experto en resolución de conflictos y en materias jurídicas
específicas, es objetivo en su labor y posee competencias avanzadas
para interpretar y analizar a fondo las verdaderas pretensiones e
intenciones de las partes.
Dentro de los aspectos diferenciadores de los conciliadores adscritos al
CAC se resalta que garantizan que los acuerdos a los que lleguen las
partes estén debidamente enmarcados en las normas y leyes. Más allá
de ejecutar el proceso formal, logran que las partes vean la importancia
y profundidad de su relación, para así dirimir sus diferencias mediante
un proceso que logra, en gran medida, reestablecer el tejido social.

6.3. Abogados y representantes.


El abogado es el profesional que ejerce la defensa jurídica en un juicio,
así como los procesos judiciales y administrativos ocasionados o sufridos
por ella.1 Además, asesora y da consejo en materias jurídicas. Los
abogados son profesionales con conocimientos en diversas áreas de la
legislación (penal, laboral, comercial, administrativa, tributaria, entre
otras) y su formación implica conocimientos de historia, filosofía, cultura,
literatura, oratoria, psicología, economía, sociología, teleología y política,
por lo cual suelen ejercer cargos jerárquicos en la administración del
Estado y su gobierno. Pueden orientarse hacia un perfil privado, como
asesor y representante de personas naturales y/o jurídicas, o bien tener
un perfil público ligado al gobierno y la administración pública. En la
mayoría de los ordenamientos de los diversos países, para el ejercicio de
esta profesión se requieren estudios universitarios en Derecho —
licenciatura en Derecho—, estar inscrito en un colegio de abogados o
bien tener una autorización del Estado para ejercer.
toria
Antigua Roma
Mientras que las costumbres se conservaron sencillas y austeras en
Roma, en tanto que las dignidades y los empleos fueron la recompensa
de los talentos y el favor del pueblo un título para obtenerlos, los
abogados desempeñaron su profesión de la manera más honorífica y
mostraron el mayor desinterés, pero cuando los servicios prestados
gratuitamente a la patria dejaron de ser medios para adquirir los
honores y las distinciones, entonces pasaron a ser hombres
mercenarios. El tribuno Cincius se empeñó en vano para que los
abogados volviesen a ejercer su facultad con la delicadeza y desinterés
que en tiempos antiguos. Augusto se había creído intimidarles con una
pena que ellos supieron eludir y todos sus sucesores no pudieron hacer
más que coartar muy poco su avaricia.
Claudio prohibió que pudiesen exigir más de diez sestercios por una
causa. En tiempos de Plinio el Joven, la mayor parte de los abogados
vendían su ministerio y a la gloria, en otros tiempos el único precio de
un empleo tan noble, habían sustituido un vil interés. El emperador
Trajano, para contener este desorden, expidió un decreto por el que
mandaba a todos los que tuviesen pleitos que jurasen no haber dado,
prometido, ni hecho prometer cosa alguna a aquel que se había
encargado de su causa. Y terminado el pleito, solo permitía dar o
gratificar hasta la cantidad de diez mil sestercios.
En los primeros tiempos de la República romana no había más que un
solo abogado para defender una causa, así como uno solo era el que
acusaba; pero después se siguieron con más aparato y su número
regularmente era el de cuatro por cada parte. Asconius observa que
antes de la causa de Scaurus no había visto que ningún acusado hubiese
tenido más de cuatro abogados; y que este fue el primero que tuvo
hasta seis; que fueron Cicerón, Hortensio, P. Clodio, M. Marcelo, M.
Calidio y M. Mesalo Níger. Añade también que este número se aumentó
mucho después de las guerras civiles, hasta el exceso de tener una
persona doce abogados para defender una sola causa. Dicho abuso
parece que se cortó un tanto con la publicación de la ley Julia que
señalaba solo tres abogados al acusado en las causas de mayor
importancia.
Calpurnia, según otros Calfurnia, casada con César, fue causa de que se
prohibiese ya antiguamente el que las mujeres pudiesen presentarse en
el foro a ejercer la abogacía. Esta mujer de genio travieso habiendo
perdido una causa que ella defendía, se irritó de tal manera contra los
jueces que se levantó los vestidos en medio del tribunal e hizo una
acción impúdica en desprecio de los jueces. Otros dicen que lo que
obligó a privar que las mujeres pudiesen dedicarse a la jurisprudencia
fue los grandes gritos que daba aquella mujer sabia pero
desvergonzada, con los que aturdía a los jueces.
Antigua Grecia
Había también oradores o abogados en Grecia que se dedicaban a
componer alegatos para los que tenían necesidad de ellos, aunque esta
práctica era contraria a la disposición de las leyes, que mandaban se
defendiesen las partes a sí mismas sin emplear socorros extraños.
Cuando Sócrates fue llamado ante los jueces para dar cuenta de sus
opiniones sobre la religión, Lisias célebre y elegante orador ateniense le
llevó un alegato que había trabajado con el mayor esmero para
persuadir a los jueces; pero Sócrates, después de reconocer y celebrar
su mérito, no quiso valerse de él, diciendo que aquello era poco
correspondiente al carácter y fortaleza que debía manifestar un filósofo.
En el Areopago hubo un tiempo en que no se permitió que asistiesen
abogados: el reo o las partes exponían sencillamente y sin floreos su
acción.
El emperador León, en una ley publicada el año 468, mandó que en
ningún tribunal pudiese ser abogado el que no fuese católico.2
Ejercicio profesional
Genéricamente se puede definir el término abogado como: "persona con
título de grado habilitado conforme a la legislación de cada país, que
ejerce el Derecho, en asistencia de terceras personas, siendo un
colaborador activo e indispensable en la administración de la Justicia de
un país."3 [cita  requerida]
Se denomina también “doctor” (en casi todos los países de Sudamérica,
como Argentina, Brasil, Bolivia, Colombia, Ecuador, Paraguay, Perú,
Uruguay, Venezuela, y la mayor parte de Centro América a excepción de
Costa Rica y Guatemala, además de México y España) a este
profesional, aun cuando no haya obtenido el doctorado y por lo tanto no
posea título de doctor. Tal denominación proviene de la circunstancia
que anteriormente el doctorado era una exigencia ineludible para el
ejercicio de la abogacía.[cita  requerida] Lo mismo ocurre con el juez o el
agente fiscal quienes son denominados "doctor" cuando muchos carecen
de dicho grado académico.
El abogado es un profesional cuyo objetivo fundamental es colaborar en
la defensa de la Justicia.[cita  requerida] Cuenta con una sólida formación
teórica y suficiencia práctica, supervisada por los Colegios y el Estado.
[cita  requerida]

Interviene en la resolución de conflictos judiciales y extrajudiciales, la


función pública, la magistratura, la enseñanza y la investigación. Se
encargan de defender los intereses de una de las partes en litigio. Al ser
el abogado un profesional específicamente preparado y especializado en
cuestiones jurídicas, es el único profesional que puede ofrecer un
enfoque adecuado del problema legal que tiene el ciudadano o
'justiciable'.
Debe destacarse que además de su intervención en el juicio, una función
básica y principal del abogado es la preventiva. Con su asesoramiento y
una correcta redacción de los contratos y documentos, pueden evitarse
conflictos sociales, de forma que el abogado, más que para los pleitos o
juicios, sirve para no llegar a ellos con su mediación extrajudicial. Tanto
es así que en la mayoría de los procedimientos judiciales es obligatorio
comparecer ante los tribunales asistido o defendido por un abogado en
calidad de director jurídico, es decir, todo escrito o presentación judicial
debe ir firmada por el cliente (o su representante legal, el procurador) y
por su abogado, lo cual le garantiza un debido ejercicio del derecho a la
defensa durante el proceso.
Un abogado suele tener poderes de su defendido o cliente mediante
autorización en instrumento público, u otorgado apud acta, es decir, por
comparecencia en el juzgado o tribunal, de manera que pueda dirigirlo
en juicio, o representarlo en actuaciones legales o administrativas que
no requieran de procurador de los Tribunales, representando así al
interesado, y no solo dirigiendo su defensa.
La actuación profesional del abogado se basa en los principios de
libertad e independencia.
Los principios de confianza y de buena fe presiden de las relaciones
entre el cliente y el abogado, que está sujeto al secreto profesional. El
abogado se debe a su cliente, en primer lugar, y debe litigar de manera
consciente respecto a la responsabilidad social en la que se halla, con un
actuar crítico y equilibrado al servicio de la paz social, en la que colabora
con los juzgados y tribunales dentro del sistema judicial de cada país.
Un despacho de abogados que se precie no debe limitarse a la atención
profesional de quien requiera nuestros servicios sino que también debe
atender este trabajo teniendo en cuenta las circunstancias económicas
de la persona que recabe la atención.
A través de los Colegios de abogados u organismos pertinentes,
dependiendo del país, existen servicios de asistencia jurídica gratuita
para los ciudadanos que carecen de medios económicos para pagar los
honorarios de un abogado. Son los llamados abogados de oficio, que
asesoran desde Colegios de abogados o directamente desde el Estado.
Las especialidades más importantes en el ejercicio de la abogacía son 4:
Derecho civil, penal, comercial, laboral, tributario, constitucional,
administrativo, intelectual y ambiental, aunque no suelen tener su
correspondencia con formaciones académicas específicas, sino con la
experiencia, dedicación y mayor conocimiento de ese tipo de caso por
cada abogado.

6.4. Peritos.
El perito judicial o perito forense es un profesional dotado de
conocimientos especializados y reconocidos, a través de sus estudios
superiores, que suministra información u opinión fundada a los
tribunales de justicia sobre los puntos litigiosos que son materia de su
dictamen.

Un Perito puede ser la pieza clave de la que puede depender ganar


un juicio o perderlo, con las importantes consecuencias económicas
que conlleva. A continuación veremos por qué contar con un Perito
puede salir barato.
La prueba pericial se hace necesaria en los litigios que requieren
conocimientos científicos o técnicos específicos. Cuanto más
compleja o importante es la materia, más crucial es el testimonio de un
experto, y más difícil es encontrar alguien con experiencia, que
proporciones un testimonio fiable y contundente. En PJ GROUP podemos
ayudarle a encontrar el Perito más adecuado para su caso.

QUÉ ES UN PERITO
Un Perito es una persona con formación, capacitación,
conocimientos y experiencia en un ámbito técnico, cuyo
testimonio puede ayudar en la resolución de conflictos en la vía
prejudicial o judicial.
El juez puede considerar el testimonio del Perito sobre los hechos a la
hora de dictar sentencia, pero éste puede ser preguntado por cualquier
aspecto técnico del caso, por los letrados o el propio juez.
El Perito actúa en base a 4 principios:
1. INDEPENDENCIA E IMPARCIALIDAD. Como la actuación de
cualquier otro auxiliar de justicia, la labor pericial está sometido
únicamente al imperio de la Ley, gozando de total libertad para
realizar su labor, lejos de intereses personales.
2. OBJETIVIDAD. Su testimonio es subjetivo, evidentemente, pero
debe estar basado en pruebas o datos objetivos y contrastados.
3. VERACIDAD. El Perito tiene el deber de decir la verdad, sobre los
intereses de quien le contrate.
4. RESPONSABILIDAD. La magnitud de las acciones dentro de
lalabor pericial deben ser afrontadas de forma consciente y
asumiendo las consecuencias de las decisiones tomadas sobre el
informe pericial.
Actuar incumpliendo cualquiera de los requisitos anteriores, puede
conllevar la invalidez del testimonio del Perito, pero además puede
acarrearle consecuencias penales.
Tipos de Perito
Exsiten 3 clasificaciones diferentes, según el punto de vista.

SEGÚN RELACIÓN DE DEPENDENCIA


TIPO DE
DESCRIPCIÓN
PERITO
PERITO Son los llamados Forenses. Siendo funcionarios
OFICIAL estatales.
PERITO No están adscritos a la Admon. de Justicia, trabajando a
PARTICULAR través de las listas o de parte.
SEGÚN EL ORIGEN DE SU CONTRATACIÓN
TIPO DE
DESCRIPCIÓN
PERITO
PERITO DE Son los llamados Forenses. Siendo funcionarios
OFICIO estatales.
No están adscritos a la Admon. de Justicia, trabajando a
través de las listas o de parte. Son expertos contratados
PERITO DE por una de las partes, que le ayuden a dar soporte
PARTE técnico a su defensa legal. Suelen ser especialistas
elegidos por su experiencia y conocimientos técnicos en
el caso, y ayudan a la parte a preparar el caso.
PERITO
Son peritos nombrados por asociaciones o el propio
NOMBRADO
juzgado. Su elección es "al azar" de entre todos los
POR EL
titulados dados de alta en listas de profesionales.
JUZGADO
SEGÚN ACREDITACIÓN
TIPO DE
DESCRIPCIÓN
PERITO
PERITO Se trata de colegiados que integran las listas de Peritos
INSCRITO de Colegios Profesionales, Asociaciones, sindicatos, etc.
Aquellos que disponen de la titulación necesaria para la
PERITO
realización del trabajo, así como la formación específica
CERTIFICADO
en el área pericial
Presentan amplios conocimientos y experiencia en un
PERITO
área, pese a no poseer titulación habilitante. Bien por no
IDÓNEO
existir, o simplemente por no tener el título.

CUÁL ES LA FUNCIÓN DE UN PERITO


La principal función del Perito es proporcionar un análisis técnico e
independiente, sobre unos hechos y pruebas objetivas, que ayuden al
tribunal a dictar una resolución justa.
Por esta razón, el trabajo de los peritos consiste, básicamente, en:
1. Elaborar informes o dictámenes periciales
2. Contestar a las preguntas del tribunal o de las partes, ya que
éste no está versado en la materia, sobre la que el perito es
experto.
La función del Perito es aportar una prueba contundente y sin fisuras, en
un procedimiento judicial
A efectos de ayudar al cliente, el Perito debe aportar su granito de
arena para convencer al juez de que las opiniones están bien
fundadas. Por tanto, dentro de las funciones del experto, están:
 Conseguir pruebas factuales, a partir de unos hechos concretos;
 Analizarlos de forma objetiva aplicando su experiencia y
conocimientos para su interpretación;
 Dar explicaciones técnicas sobre los acontecimientos, así como
resolver dudas del juez o de los abogados;
 Realizar contrapericiales, que rebatan informes de otros
peritos;
 Ratificar los informes en sede judicial.
Función del Perito #1: La Pericia o Redacción de Informes Periciales
El informe pericial es una prueba independiente basada en la opinión
de un perito o experto, acerca de aspectos técnicamente complejos.
Por tanto, es necesaria en los conflictos que requieren conocimientos
científicos o técnicos específicos.
Para conocer cómo realizar un dictamen pericial, pulse aquí.
Un dictamen lo puede realizar un técnico o experto habilitado
legalmente para realizar este trabajo, que además posea la experiencia
y formación específica en la materia como para poder exponer y
defender delante de un tribunal sus argumentos.
Los tribunales brindan a los litigantes amplia libertad para aportar un
informe pericial, siempre que se soliciten o aporten en tiempo y forma.
De este modo, el juez dispondrá de todas y cada una de las pruebas,
previamente al acto del juicio, donde podrá evaluar de modo fehaciente
la competencia del experto, así como del peso que debe atribuirse a
dictamen pericial.
En definitiva, las pruebas periciales realizadas deben realizarse
conforme marca la ley, independientes, y objetivas e imparciales,
pero cuyo fin es servir como prueba de parte en un juicio o proceso
judicial, sin estar influenciados por la parte contratante.
Todos los Peritos Judiciales de Perito Judicial GROUP poseen
formación, habilidades específicas y experiencia para dar
consistencia a su prueba pericial, y ayudar como prueba a ganar un
juicio.
Función del Perito #2: Cuándo se admite el Informe
Una prueba pericial es admisible siempre que haya apectos
controvertidos en el caso, que requieran conocimientos
especializados para su observación, análisis o descripción. Al entrar en
conflicto legal dos partes, existe la posibilidad de solicitar y aportar
estas pruebas, siendo esto un derecho de la Ley de Derechos
Humanos de 1998.
Sin embargo, hay varias situaciones en las que una prueba pericial no
es admisible:
 Cuando el juez o jurado pueden formar sus propias
conclusiones sin necesidad de un Perito Judicial
 Si el juez considera que la cualificación o la experiencia de los
Peritos no son suficientes.
 Cuando el Perito no cumple con los requisitos en cuanto a la
manera de elaborar el informe, o cuando éste se encuentra en
situación de inhabilitación o no tiene competencia.
 Cuando exste inexistencia de imparcialidad por parte del
Perito.
 Cuando las propias partes, como testigos, son capaces de
probar los hechos por sí mismos
 Cuando no se solicita o presenta la prueba pericial en tiempo
y forma
En Perito Judicial GROUP disponemos de los Peritos con formación
específica, habilitación y experiencia necesarios para que su prueba
pericial sea admitida por el juzgado, y sea clave en el desarrollo del
proceso judicial.
Función del Perito #3: Ratificación de informes periciales
El trabajo del perito no termina con la entrega del informe, sino que
puede ser necesaria su comparecencia en sede judicial para ratificar el
informe pericial ante el juez. El Perito tiene la obligación de acudir a
la vista en el lugar indicado (para lo que previamente recibe un
requerimiento del juzgado) y de no hacerlo, el juez puede suspender
el juicio y multar al perito o incluso abrir un procedimiento contra él.
Lo que puede requerir una preparación previa con los letrados, con el fin
de enfocar las preguntas clave y determinar la estrategia a seguir en la
ratificación. Por lo que es fundamental que el Perito se conozca bien
su informe y a ser posible el del perito contrario, en caso de
existir.
En cuanto a la imagen a mostrar, pueden consultar el artículo sobre
cómo debe vestir un Perito.
Además, los Peritos pueden ser preguntados y requeridos para que den
su opinión sobre cualquier cuestión o hecho del caso, siempre que
la materia se considere fuera de los conocimientos o la experiencia de
cualquier juez, y dentro de la especialidad del experto.
EL DEBER DE UN PERITO
El primer deber de un testigo experto es ser veraz a los hechos,
profundizar todo lo necesario en el razonamiento técnico, honesto
como a la opinión y completa en la cobertura de los asuntos pertinentes.
Esto se aplica a los informes escritos tanto como a declaraciones orales,
e independientemente de si son o no bajo juramento. Para cumplir estas
funciones de manera adecuada es, por supuesto, de vital importancia
que el experto tenga sus conocimientos actualizados.
Al mismo tiempo, al aceptar el encargo, el Perito asume la
responsabilidad que conlleva el caso, y se compromete a realizar
las investigaciones necesarias que proporcionen una prueba de opinión
con una base sólida. Para ello realizará únicamente las tareas en que
es competente, aportando su opinión en hechos de materias en las
que es experto.
Además, el experto de Perito Judicial GROUP trata de forma
confidencial la identidad del cliente y cualquier información sobre la
misma en el curso de las investigaciones, a menos que su divulgación
sea requerida por la ley o haya sido autorizado por el cliente.

CUÁNDO SE NECESITA UN PERITO


Se requiere un Perito cuando es necesario tener una prueba técnica
contundente para ayudar en la resolución de una disputa.
Disponer de esta prueba, es una arma muy potente que puede llevar a
una resolución ágil del problema, ya que puede favorecer un acuerdo.
Un informe pericial se requiere cuando hay un conflicto o litigio sobre un
tema técnico complejo, que es necesario comprender para poder emitir
un veredicto justo.
Es especialmente necesario contar con la ayuda y testimonio de un
Perito, si la otra parte aporta un informe pericial inexacto y parcial, de
forma que rebata el mismo y deje en evidencia la realidad de los hechos.
Este informe, además puede ser usado en el proceso judicial, y ser
necesario a la hora de declarar. Muchas veces, los juicios dependen de
qué informe pericial es más contundente y veraz.
Qué ocurre si no dispongo de informe pericial
Si no dispongo de informe pericial, pueden pasar dos cosas, con
consecuencias diferentes:
1. LA OTRA PARTE NO APORTA PERITAJE
- El juez no nombre un perito, y se convierta en un juicio
"opinativo".
- La parte demandante tiene la obligación de probar lo que
denuncia. Si el juez ve que no hay pruebas suficientes, podría
exculpar al demandado.
- Si el juez nombra un perito, el testimonio de éste puede ser
crucial para la resolución del caso. En este caso, puede pasar
cualquier cosa.
2. LA OTRA PARTE APORTA UN PERITAJE
- El juez se crea la versión "soportada" por el informe pericial
contrario.
- Perdamos el juicio con costas, lo que obligaría a hacerse cargo de
gastos importantes.
- Si el juez no se cree el informe contrario, pero tampoco considera
probado lo que demandamos, puede ser que no haga responsable
a la parte contraria y termine el caso.

CÓMO CONTRATAR UN PERITO


Para contratar con un Perito como ayuda para un juicio, existen 2
opciones:
1. CONTRATAR UN PERITO DE PARTE. Se trataría de buscar el
experto más adecuado para su caso, de forma que ayude a
preparar el caso al letrado. Tiene la ventaja de que puede
modificar el enfoque del informe según la necesidad (no el
contenido). Pero encontrar estos peritos, no es tan fácil.
2. SOLICITARLO POR VÍA JUDICIAL. Lo solicitan -y pagan- una o
las dos partes al juez, de forma que el propio juzgado se encarga
de nombrar un experto adecuado. Generalmente, ni son
expertos ni son tan adecuados para el caso, ya que se eligen
por orden de lista, a través de los Colegios Profesionales. Sin tener
en cuenta su experiencia y conocimientos en el área de estudio.
Lo que puede dar lugar a un resultado impredecible.
La solución que proponemos en PJ GROUP es poner a su disposición los
Peritos especialistas más adecuados (con eficiencia contrastada), y
a unos precios muy aceptables.
Cómo encontrar el Perito adecuado
No es fácil conseguir encontrar y contratar el mejor perito para cada
caso. Ya que debe cumplir una serie de requisitos específicos, que no es
fácil conseguir si no se tiene acceso a una gran base de datos de
especialistas. Los 7 factores clave que debe cumplir el Perito, son:
1. COMPATIBLES CON EL PROCESO. El núcleo argumental de la
mayoría de casos la soportan el abogado y el Perito Judicial. El
Perito debe ser compatible tanto legalmente, como por
conocimientos y experiencia con el caso.
2. CON GRANDES DOTES COMUNICATIVAS. Los Peritos deben
tener gran facilidad para: informar, persuadir y dirigir -lo que
no siempre se consigue-.Teniendo experiencia en presentaciones
públicas durante actos judiciales y usando sus dotes verbales para
dar contundencia al dictamen presentado. Lo que es
particularmente importante en las aperturas de juicios orales o en
las tomas de declaración.
3. EDUCACIÓN Y ESPECIALIDAD. Las diferentes especialidades
tienen diferentes necesidades académicas. Además existe
diferente formación específica que dará más solidez, prestigio
y credibilidad a la declaración.
4. CON CONOCIMIENTO ESPECÍFICO. El Perito debe tener
conocimiento específico en el campo requerido en litigio. Su rol es
siempre el de hacer más fácil el trabajo al abogado y dar
consistencia a sus argumentos.
5. CON SÓLIDA EXPERIENCIA. Deben tener tanto la formación
académica como años de experiencia en el área a peritar. Su
abogado puede sentirse tranquilo de tener en el equipo alguien
con soltura y conocimiento en su área.
6. COMPROMISO. Los Peritos deben tener el máximo interés y
disponibilidad en ayudarle para aumentar las probabilidades de
ganar su caso, lo que nos hace una opción fácil y seguro de
elegir Perito Judicial. Pero dar con expertos comprometidos no
es fácil, si no se es especialista en la búsqueda y selección de
Peritos.
7. HABILITADOS Y CERTIFICADOS. Los Peritos deben poseer la
certificación que les habilita para actuar en un cierto campo. En
muchos casos, además, están certificados por una
organización de su propia profesión. Lo que dará más peso a
la peritación que éste realice, así como a su testimonio frente a un
juez (bien sean Colegios Profesionales o Asociaciones).
Todos los expertos que pertenecen a Perito Judicial GROUP, además
de contar con la titulación Superior necesaria, exigimos que expertos
demuestren una serie de capacidades y habilidades para formar
parte de nuestra Red de élite. Cuando recibimos un encargo,
asignamos al profesional adecuado en cada caso, de entre todos los que
forman nuestra red.

6.5. Los Centros de conciliación.


Para solucionar sus conflictos las personas acuden a la administración
de justicia donde después de un proceso judicial, el juez aplica el
derecho y decide dictando una sentencia obligatoria para las partes.  Sin
embargo, existe la conciliación como método alterno de solución de
controversias, donde el conciliador solo colabora facilitando la
comunicación entre las partes, y son ellas quienes acuerdan la solución
en el Acta de Conciliación. El acta tiene valor de cosa juzgada, es decir,
tiene efecto de una sentencia.
Los antiguos Códigos de Procedimiento Civil en Bolivia ya contemplaban
la conciliación judicial a través de los Jueces de Paz, o del Juez en
materia Civil quien tenía la facultad de llamar a las partes a una
audiencia de conciliación como un acercamiento entre ellas, hasta antes
de dictar sentencia.
La conciliación como método actualmente tiene el marco constitucional
cuyos arts. 8, 10 y 108 inc.4) reconocen: el principio de vida armoniosa,
que indica que Bolivia es un Estado pacifista y promueve la cultura y
derecho a la paz, y establece que son deberes de los bolivianos
defender, promover y contribuir al derecho a la paz y fomentar la cultura
de paz. La Ley No. 025 del Órgano Judicial reconoce como principios del
Órgano Judicial en el art. 3 - 13) la Cultura de la Paz y reconoce la figura
del Conciliador del órgano Judicial en los Juzgados Públicos en materia
Civil-Comercial.
El Código Procesal Civil (Ley No. 439) introduce la novedad de la
obligatoriedad de la conciliación previa en materia civil en determinados
procesos. Su procedimiento está regulado inicialmente por la Circular
No. 4/2016 TSJ-SP del Tribunal Supremo de Justicia, y el Protocolo de
Actuación de la Conciliación Judicial en materia Civil.
El año 1997 se promulgó la Ley No. 1770 de Arbitraje y Conciliación que
dio nacimiento a los Centros de Arbitraje y/o Conciliación
Institucionalizados. Esta norma actualmente ha sido abrogada por la Ley
No. 708 de Conciliación y Arbitraje (nótese que el orden de los factores
es diferente, y sí importa) que regula estos dos métodos de solución de
controversias. La aplicación de esta conciliación extrajudicial ha sido
lenta pero exitosa, resolviendo de manera satisfactoria para ambas
partes los conflictos. De acuerdo a la página web del Ministerio de
Justicia actualmente existen en Cochabamba los siguientes centros
registrados: Centro de Conciliación y Arbitraje de la Cámara de Comercio
y Servicios de Cochabamba (Civil-Comercial), Centro de Conciliación
Extrajudicial de la Fundación UNIR (Civil-Comercial-Familiar-Escolar-
Vecinal), Servicios Integrales de Justicia Plurinacional Cochabamba (Civil-
Comercial-Familiar), y el Centro de Conciliación del Registro Público de
Abogados (Civil en el marco de la Ley del Ejercicio de la Abogacía). Y a
nivel nacional son 23 los centros registrados lo que demuestra el éxito
de su aplicación y el desafío de continuar creciendo aún más.
Sin embargo, un reto adicional se plantea: ¿pueden las Actas Fallidas de
Conciliación (no acuerdo entre partes) realizadas en los Centros de
Conciliación Extrajudicial ser consideradas como conciliaciones previas a
efectos de iniciar un proceso en materia civil? La norma no
necesariamente es clara al respecto, y quizá es necesario su
reconocimiento expreso y pleno a este nivel a objeto de sentar
precedencia e importancia para lograr un mayor alcance de los efectos
del que ahora por supuesto tiene la conciliación extrajudicial.
7. Procedimiento conciliatorio.
La conciliación, en derecho, es un medio alternativo a la
jurisdicción para solucionar conflictos, a través del cual las partes
resuelven, por sí mismas y mediante el acuerdo, un conflicto
jurídico con la intervención o colaboración de un tercero.

La conciliación es un procedimiento voluntario, en donde las


partes que están involucradas son libres para ponerse de acuerdo
o intentar resolver la disputa por esta vía, este proceso es flexible
permitiendo a las partes definir un tiempo, estructura y contenido
de los procedimientos de dicha conciliación.

Existen dos tipos de conciliación: la conciliación prejudicial y la


conciliación judicial.

La conciliación prejudicial es un medio alternativo al proceso


judicial, es decir, mediante ésta las partes resuelven sus
problemas sin tener que acudir a un juicio. Resulta un mecanismo
flexible, donde el tercero que actúa o interviene puede ser
cualquier persona y el acuerdo al que llegan las partes suele ser
un acuerdo de tipo transaccional. Es decir, es homologable a una
transacción.
La conciliación judicial es un medio alternativo a la resolución
del conflicto mediante una sentencia; en este sentido es una forma
especial de conclusión del proceso judicial. El tercero que dirige
esta clase de conciliación es naturalmente el juez de la causa, que
además de proponer bases de arreglo, homóloga o convalida lo
acordado por las partes, otorgándole eficacia de cosa juzgada,
dentro del marco de la legalidad.

En algunos ordenamientos puede llegar incluso a ser obligado el


hecho de tratar de llegar a una conciliación antes de poder
presentar una demanda, o ser un trámite obligatorio dentro del
procedimiento judicial.

7.1. Periodo de diagnóstico e indagación.


Sin importar el área o manera en que ejerza suprofesión, el abogado
debe tener cabida en una nueva sociedad que se globalizaen todos los
órdenes, horizonte bajo el cual deben operar las facultades dederecho,
pues el diagnóstico que desde hace varios años se viene haciendo,
esque el futuro abogado requiere de herramientas diferentes a las
tradicionales paraenfrentar adecuadamente sus responsabilidades y
realizar además, aportes ycontribuciones efectivas para lograr una
sociedad armónica, más justa eigualitaria.

7.2. Periodo de negociación y proposición.


7.3. Periodo de Conciliación definitiva o parcial.
Durante el período de la mediación, el mediador podrá solicitar
información y que se proporcionen datos en la medida en que lo
considere necesario. En tales casos, el plazo prescrito en el artículo
194(3) se prorrogará por el período necesario para la presentación de
los citados datos, pero ese plazo no excederá los cinco días.
Al finalizar la gestión conciliatoria, el mediador producirá un informe
escrito de los resultados de dichas negociaciones y las posiciones de las
partes y luego presentará dicho informe a las partes.
Art. 239. El acta de conciliación, total o parcial, es inmediatamente
transmitida por el inspector del trabajo al presidente del tribunal
del trabajo, quien aplica la fórmula ejecutoria.

8. El Acta de Conciliación.
El acta de conciliación es un documento donde se expresa la
voluntad de las partes incluyendo la declaración final de un
proceso de conciliación. Esta acta cuenta con valor jurídico, por lo
que de no ser cumplida por las partes involucradas, se ejecutarán
de inmediato los puntos mencionados en el acta, solicitando su
cumplimiento. Una característica significativa de esta acta es que
puede ejecutarse en un menor tiempo a diferencia de otros juicios
jurídicos o pleitos judiciales.

8.1. Conciliación y cosa juzgada.


Para solucionar sus conflictos las personas acuden a la
administración de justicia donde después de un proceso judicial, el
juez aplica el derecho y decide dictando una sentencia obligatoria
para las partes. Sin embargo, existe la conciliación como método
alterno de solución de controversias, donde el conciliador solo
colabora facilitando la comunicación entre las partes, y son ellas
quienes acuerdan la solución en el Acta de Conciliación. El acta
tiene valor de cosa juzgada, es decir, tiene efecto de una
sentencia.

Tiene fuerza vinculante, obliga a las partes al cumplimiento de las


obligaciones conciliadas, hace tránsito de cosa juzgada, no se
puede volver a tratar el tema de controversia, y presta mérito
ejecutivo, en caso de incumplimiento de una de las partes la otra
puede dirigirse al sistema judicial solicitando el cumplimiento de
su derecho.

8.2. Conciliación y mérito ejecutivo.


9. Fin del Procedimiento de Conciliación.
El procedimiento conciliatorio concluirá por: 1) Acuerdo total de
las partes. ... Retirarse alguna de las partes antes de la
conclusión de la audiencia o. Negarse a firmar el acta de
conciliación.

PARA CONOCIMIENTO DEL PUBLICO EN GENERAL  EL  DECRETO


LEGISLATIVO 1070  VIGENTE, SE DA POR CONCLUIDO EL
PROCEDIMIENTO CONCILIATORIO POR :
*Acuerdo Total de  las partes
*Acuerdo Parcial de las Partes
* Falta de Acuerdo entre las Partes
*Inasistencia de una de una parte  a dos  (2) sesiones
*Inasistencia  de ambas partes  a una (1) sesión
*Decisión debidamente motivada  del Conciliador en Audiencia Efectiva,
por advertir violación  a  
  los Principios de la Conciliación, por retirarse  a algunas de las partes
antes de la conclusión  de 
  la conclusión de la Audiencia, o por negarse a firmar  el Acta de
Concliación.

La conclusión bajo los supuestos de los incisos d), e) y f) no produce  la


suspensión del plazo de prescripción  contemplado en el Artículo 19º de
la ley, para la parte que produjoaquellas formas de conclusión.
IMPORTANTE  
La inastencia de la parte invitada  a la Audiencia de Conciliaci´pon ,
produce en el proceso judicial que se instaure presunción legal realativa
a la verdad sobre los hechos expuestos en el Acta de Conciliación y
reproducidos en al demanda. La misma presunción se aplicará  a favor
del invitado que asita y exponga  los hechos que determinen sus
pretensiones para una probable reconvención , en el supuesto que el
solicitante no asista. En tales casos , el Juez impondra en el  proceso una
multa no menor de dos ni mayor de diez Unidades de Referencia
Procesal a la parte que no haya asistido a la Audiencia.

10. Impugnación del Acta de Conciliación.


Las controversias sobre la conciliación laboral encuentran en nuestro
ordenamiento jurídico claros mecanismos de solución ante la jurisdicción
laboral ordinaria que son suficientemente eficaces para proteger los
derechos de los trabajadores, los cuales además cuentan con la
protección del juez o inspector de trabajo que presencia, revisa y
aprueba la suscripción de las actas de conciliación en las que se
consignan los acuerdos a que llegan empleador y trabajador para
solucionar sus diferencias surgidas del desarrollo o la terminación del
contrato de trabajo.
Por último, es posible impugnar un acuerdo conciliatorio a través
de la acción de tutela, siempre que se acredite la vulneración de
un derecho fundamental, tal como lo ha expresado ya la Corte
Constitucional

10.1. Defectos formales del Acta de Conciliación.


Otro caso lo advertimos cuando el notificador nos comunicaba que la
dirección señalada en la solicitud de conciliación no coincidía con la
dirección real de la parte solicitada. Por lo general, dichos defectos eran
fácilmente subsanables, pero es aquí donde surge la interrogante:
¿cómo intentar convalidar esa clase de errores si es que en la Ley de
Conciliación y su Reglamento no existe ningún proceso que nos permita
realizar dicha subsanación? Siempre hemos sido partícipes de que la Ley
de Conciliación debería regular una suerte de proceso que permita a los
solicitantes subsanar cualquier clase de omisión o error

10.2. Defectos sustanciales.


La Ley Lemon solamente cubre defectos— graves; aquellos que
sustancialmente afectan el uso, seguridad o valor del vehículo. Sin
embargo, la ley no lista a los defectos específicos que considera
sustanciales. Usted debe demostrar cómo su vehículo ha sido
afectado sustancialmente. Por ejemplo, para probar una afectación
sustancial en el valor, usted debe demostrar que el valor al
menudeo de su vehículo es significativamente menor que el que
tendría de no contar con ese defecto. Aunque un defecto pueda
ser fastidioso, no necesariamente es sustancial.

11. Técnicas del Conciliador


Las técnicas de conciliación no son herramientas de solución de
conflictos: ninguna de las técnicas logran que las partes lleguen a
un acuerdo conciliatorio. Las técnicas preparan a las partes para
que éstas puedan dialogar.

Estas reglamentaciones y desarrollos hacen parte de una política


que busca aliviar la problemática de congestión e ineficiencia de
los despachos judiciales y foftalececelsistema de Justicia a los
ciudadanos, en términos de la solución lícita, ágil y equitativa de
sus diferencias. Es claro, sin embargo, que el éxito de la referida
política depende no sólo de la' existencia de bases jurídicas como
las referidas, sino también de la capacitación, en un lapso
relativamente corto, de conciliadores que puedan capitalizar en la
práctica, y para beneficio de la población, las ventajas asociadas
con dicha institución. Permitiendo la participación activa de los
ciudadanos en la resolución de sus propios problemas. Un paso
más adelante, creemos que la capacitación mencionada debe
concentrarse tanto en los aspectos académicos y técnicos del
manejo de la Conciliación como en la sensibilización de los
operadores acerca de la dimensión humana y social de la
institución, aspectos que a nuestro modo de v.er constituyen los
presupuestos básicos de la calidad de sus servicios. Por este
aspecto, sólo la formación rigurosa de conciliadores profesionales,
es- pecializados y con un alto sentido ético y social de su actividad
pueden garantizar en el mediano y largo plazo el suceso del
esfuerzo emprendido para la institucionalización de la conciliación.
Bajo la anterior orientación, nos complace presentar al lector este
primer manual de "Técnicas de Conciliación", que ha sido
elaborado con funda- mento en la experiencia de los autores como
capacitadores en conciliación y conciliadores de conflictos,
teniendo en mente las necesidades más urgentes de los centros
de conciliación, así como las de aquellas personas que ejercen
funciones conciliatorias -jueces, funcionarios administrativos,
abogados, psicólogos, trabajadores sociales y terapeutasde
familia, entreotros-o El trabajo tiene por finalidad proveer a sus
destinatarios de un marco conceptual claro sobre la Conciliación
en cuanto trámite o proceso, así como presentar una serie de
herramientas concretas y prácticas que faciliten el 10 desarrollo
de habilidades individuales como base para la optirnización de los
resultados del ejercicio de sus funciones como capacitadores en
conciliación o como conciliadores de conflictos. Por lo que hace a
su estructura y contenido, el documento consta de tres partes. En
la primera se exponen las características de la institución, apartir
de sus elementos, principios rectores, clasificación, estructura de
la audiencia de conciliación y efectos jurídicos de los acuerdos
conciliados. La segunda parte desarrolla las bases metodológicas
para el ejercicio de la conciliación, partiendo de los objetivos y en
función de las actividades a cargo del conciliador, en cada una de
las etapas del proceso, enfatizando las destrezas mínimas que
requiere para su adecuada ejecución y los resultados que
idealmente deben obtenerse. Este enfoque se desarrolla sobre la
base de un ejercicio previo de identificación de habilidades y
conocimientos básicos requeridos por el conciliador, y constituye
un marco de referencia para adelantar la preparación y entrene
miento de conciliado- res. En atención al carácter práctico del
trabajo, esta parte se articula a partir de nociones generales,
planteadas en forma precisa y sintética, las cuales son seguidas de
ejemplos y sugerencias acerca de su implementación práctica y de
cómo desarrollar habilidades y destrezas individuales en los
distintos aspectos propuestos. De igual manera, se tratan los
temas del acuerdo conciliado, el acta de conciliación, sus
requisitos y contenido. Consecuentemente, y teniendo en cuenta
la naturaleza de la conciliación como un proceso de acercamiento
entre" seres humanos, que en alto grado buscan satisfacer
lícitamente intereses y necesidades básicos, para que el
conciliador llegue a un buen resultado debe utilizar los aportes de
conceptos y herramientas proporcionados por el Derecho, la
Psicología, las ciencias de la comunicación y otras ciencias
sociales, así como los criterios expresados por las principales
corrientes de investigación existentes en materia de negociación y
conciliación

En cuanto contrato, la transacción nace normalmente -de la


negociación celebrada entre las partes contratantes, al paso que
en la conciliación, a dicha negociación se suma la presencia y
actividad del conciliador. o La transacción versa sobre derechos
cuya existencia y alcance son objeto de controversia. La
conciliación puede referirse a derechos que no se discuten por las
partes. o La transacción es siempre extraprocesal, mientras la
conciliación., puede ser procesal o extraprocesal. El desistimiento
Es el acto unilateral por el cual la parte demandante en un proceso
judicial o administrativo desiste de su demanda o solicitud. El
desistimiento, por tanto, sólo procede dentro del marco deun
proceso judicial o administrativo, antes de que se pronuncie el
fallo que ponga fin al proceso, e implica la renuncia de las
pretensiones en todos aquellos casos en que la firmeza de la
sentencia absolutoria habría producido efectos de . cosa juzgada.
En los demás casos el desistimiento sólo impide el ejercicio de las
mismas pretensiones por igual vía procesal, salvo que el
demandante declare renunciara ellas (art. 342,C. de P.C.).
CARACTERÍSTICAS Y PRINCIPIOS RECTORES Libertad de acceso
Toda persona residente en Colombia puede acudir a la
conciliación, directamente y sin necesidad de abogado, salvo que
desee contar con asistencia profesional. 14 CRACTER y
ESTRUCTURA DE LA CONCILlACION Fundamento constitucional y
legal La conciliación es una figura prevista en la Constitución
Nacional (art. 116) y se encuentra reglamentada por la ley. Los
acuerdos conciliados producen los mismos efectos jurídicos de las
sentencias proferidas por los Jueces. Eficiencia La conciliación
ofrece a los ciudadanos la posibilidad de obtener arre- glos
efectivos, rápidos y de bajo costo para sus diferencias. Los
acuerdos conciliados producen efecto de cosa juzgada y prestan
mérito ejecutivo. A diferencia de los procesos judiciales, en los
cuales las decisiones deben fundamentarse exclusivamente en
criterios jurídicos, las partes en la conciliación pueden utilizar
también otros criterios que consideren apropiados para el caso
particular, dentro de la órbita de su poder jurídico de decisión y sin
perjuicio, claro está de sus derechos fundamentales y de las
normas y principios legales imperativas o de obligatorio
cumplimiento. La conciliación no busca definir ganadores y
perdedores en el conflic- to,' pues su finalidad consiste en
propiciar acuerdos lícitos y equitativos en los cuales las partes
solucionen sus disputas mediante el intercambio recíproco de
beneficios. Amplitud en la selección de criterios de decisión A
diferencia de los procesos judiciales, en los cuales las decisiones
deben fundamentarse exclusivamente en criterios jurídicos, las
partes en la conciliación pueden utilizar también otros criterios que
consideren apropiados para el caso particular, dentro de la órbita
de su poder jurídico de decisión

sin perjuicio, claro está de sus derechos fundamentales y de las


normas y principios legales imperativos o de obligatorio
cumplimiento. Flexibilidad procedimental La conciliación es un
procedimiento flexible, que permite a las partes disponer de un
foro menos formal que eljudicial para resolver sus conflictos.
Igualdad de las partes La presencia y actividad del conciliador
como tercero neutral frente a las partes y frente al conflicto
garantiza a los participantes un tratamiento imparcial e igualitario
a lo largo de la conciliación. Mecanismo autónomo de
administración de justicia, complementario de la jurisdicción El
logro de acuerdos a través de la conciliación es eminentemente
voluntario para las partes. Los acuerdos producidos en la
conciliación tienen plenos efectos jurídicos. En caso de no llegar a
una solución negociada sobre el asunto en cuestión, las partes
quedan en libertad para acudir a otras formas de administración
de justicia, tales como los procesos judiciales y arbitrales
Confidencialidad La información aportada por las partes dentro de
la conciliación tiene legalmente carácter reservado, y en
consecuencia no puede ser revelada por 16 CARÁCTER y
ESTRUCTURA DE LA CONCILlACION el conciliador ni utilizada en
contra de las partes en caso de un proceso judicial. Participación
de la comunidad en la solución de sus conflictos En un mundo
donde el poder de decisión de los individuos es cada vez menor, la
conciliación estimula la participación directa de la comunidad en el
manejo y solución de sús conflictos. ALGUNAS CLASES DE
CONCILIACION La conciliación se puede clasificar a partir de
diversos criterios, entre los cuales resaltamos los siguientes: • Por
el tipo de proceso, • Por la calidad del conciliador, • Por el objeto y
naturaleza jurídica de las disputas, • Por el ámbito territorial. Por el
tipo de proceso o Procesal: Cuando se lleva a cabo en el marco de
un procedimiento legalmente regulado. La conciliación procesal
puede ser judicial o administrativa, según que se realice ante
unjuez o ante un funcionario administrativo, por ejemplo, defensor
o comisario de familia, inspector del trabajo o alcalde. o
Extraprocesal: Es la realizada por fuera del procedimiento previsto
legalmente regulado. Por ejemplo, la celebrada ante un conciliador
de un Consultorio Jurídico o ante un conciliador independiente

Dependiendo de si se adelanta con anterioridad a la iniciación de


un proceso jurisdiccional o dentro de éste, la conciliación puede
ser preju- dicial o judicial. o También puede celebrarse la
conciliación en el marco de procesos arbitrales. Por la calidad del
conciliador Desde el punto de vista de las personas o entidades
habilitadas para prestar el servicio, la conciliación puede
adelantarse ante el funcionario público en ejercicio de sus
funciones, ante conciliadores particulares ins- critos en un centro
de conciliación, ante conciliadores en equidad, o ante un
conciliador particular independiente, debidamente capacitado para
actuar como facilitador. Entre las personas que pueden obrar
como conciliadorescse encuen- tran los Alcaldes Municipales, los
Inspectores de policía, Inspectores de trabajo, Defensores y
Comisarios de familia, los Jueces, los Agentes del Ministerio Público
ante la jurisdicción contencioso -administrativa, los Gobemadores-
en segunda instancia, frente a las decisiones apeladas en los
procesos contravencionales de competencia de los Inspectores
departamen- .tales-, los Inspectores de tránsito, los Conciliadores
inscritos ante los Centros de Conciliación, los estudiantes de
facultades de derecho a través de los Consultorios Jurídicos, los
ciudadanos designados como Conciliadores en Equidad, y los
Conciliadores independientes habilitados por las partes. 18
CARÁCTER y ESTRUCTURA DE LA CONCILIACIÓN Por el objeto y la
naturaleza jurídica de las disputas ' En función del área del
derecho dentro de la cual se lleva a cabo, la conciliación puede
ser: O Civil, O Comercial, O Laboral, O Penal, , o Contravencional,
O De familia, O Agraria, y O Contencioso administrativa. Por el
ámbito territorial O Nacional: Cuando se adelanta entre residentes
colombianos a propósito de las disputas surgidas en el territorio
nacional. O Internacional: Cuando se desarrolla entre personas de
distinta nacionalidad ubicados en ámbitos nacionales diferentes, o
entre países u organizaciones internacionales. ESTRUCTURA DEL
PROCESO DE CONCILIACION A continuación se expone la
estructura de la conciliación, en función de sus elementos
subjetivo, objetivo y la estructura del trámite, a saber: O Sujetos
intervinientes: Las partes y el conciliador, O Objeto: El conflicto, O
Etapas del trámite: Apertura, identificación del conflicto,
negociación mediada y cierre

Sujetos intervinientes Las partes En una u otra forma, todo


conflicto puede definirse, subjetivamente hablando, en términos
de las relaciones específicas existentes entre los individuos
afectados por él. . Este planteamiento permite reconocer que las
controversias no se generan y resuelven entre partes abstractas
-por ejemplo, entre "empresas" u "organizaciones"-, sino entre
seres humanos, cuya actitud frente al conflicto está determinada
por una multiplicidad de factores tales como su origen, raza, sexo,
edad, condición, educación, cultura, actividad, situación
económica y afectiva, y sus creencias religiosas y políticas. Lo
anterior debe entenderse sin perjuicio de aquellos aspectos objeti-
vos presentes en la actividad de quien obra como representante
de una organización o de un grupo de personas, tales como
investidura; expectati- vas de los representados, legitimidad de los
resultados obtenidos. Este tipo de condicionamientos se dan en
personas que desempeñan funciones como gerentes o apoderados
de empresas, negociadores sindicales, tutores, albaceas, etc. El
conciliador Noción y finalidad El conciliador es la persona natural,
neutral e imparcial frente a las partes y a la disputa, que tiene por
misión conducir el proceso conciliatorio, propiciando la
negociación entre los disputantes para el logro de soluciones
lícitas, equitativas y de beneficio mutuo que resuelvan sus
diferencias.

que seleccionará a los nominados de las listas que le sean


presentadas por las organizaciones cívicas de los correspondientes
barrios, corregimientos y veredas. Los conciliadores en equidad
deben recibir capacitación para desem- peñarse como
conciliadores, a través de la Escuela Judicial "Rodrigo Lara Bonilla",
y pueden actuar en todas las materias civiles, comercia- les,
laborales, agrarias y de familia que sean susceptibles de transac-
ción, desistimiento y conciliación

afirmarse que dicha responsabilidad es asimilable a las del deudor


de una obligación de medios, pues el conciliador es un auxiliar de
las partes y en cuanto tal debe poner a disposición de estos toda
la habilidad y todos los recursos de que disponga para procurar el
logro del resultado querido -la solución del conflicto- cuya
realización el conciliador no garantiza ni puede garantizar . En el
caso de conciliadores funcionarios públicos, deben agregarse a los
anteriores deberes los generales de esa calidad y los particulares
del cargo respectivo.
resolución es necesario tener en cuenta el "pensamiento
triangular" y la importancia del papel de un tercero. Así vemos que
algunos conflictos surgen de la frustración de demandas
específicas, y de la estimación sobre las ganancias o pérdidas que
los participantes pueden conseguir. En ellos existe un fin claro y el
conflicto no es más que un medio para alcanzarlo, que
eventualmente puede ser reemplazado por otro que conduzca a la
misma meta, por ejemplo, la negociación de una indemnización
laboral entre patrono y trabajador.

Etapa de identificación del conflicto Mediante la recepción de las


versiones de las partes y del uso adecua- do de preguntas, el conciliador
complementa la información disponible sobre laspartesy sobre el
conflicto, sus causas, antecedentes y manifestaciones, así como' sobre
las barreras existentes para su solución

TEMA 6
LA CONCILIACIÓN JUDICIAL
La conciliación es un mecanismo alternativo de solución pacífica de
conflictos entre dos o más partes sin llegar a juicio, quienes en presencia
de un tercero denominado conciliador (a) en forma voluntaria y
dialogando arriban a un acuerdo expresado en la firma de un acta de
conciliación de cumplimiento obligatorio y con valor de sentencia
aprobada por el juez y que no se puede cambiar. La conciliación
promueve la cultura de paz para vivir bien.

1. Conciliación en materia civil-comercial.


La conciliación judicial, esta figura fue impuesta en nuestro país,
en materia civil, como una etapa obligatoria dentro del proceso.
Así el Código Procesal Civil establece que luego de la etapa
postulatoria (demanda-contestación), y una vez saneado el
proceso, el juez fija día y hora para la audiencia de conciliación.
La audiencia preliminar de conciliación es un acto procesal
que necesariamente requiere la concurrencia de las partes,
por lo que la notificación debió realizarse de manera personal, y al
haberle notificado en tablero se le privó el que tenga conocimiento
del actuado procesal” (SCP 1079/2015-S1, de 03 de noviembre de
2015, punto I.1.1, acción de libertad).

2. Conciliación en materia penal.


Corresponde ahora referirnos a los medios especifico que consagra el
nuevo Código, como formas alternas de solución de conflictos y
empezamos con la conciliación, a la cual se le dedica en la ley un solo
artículo que a continuación transcribimos.
Art.206. Conciliación. En los delitos que admiten desistimiento de
acuerdo con el artículo 201, el Ministerio Público promoverá la
conciliación entre la víctima y el imputado. En estos supuestos, la
conciliación tendrá lugar en el centro que escojan las partes.
Mientras se adelanta la conciliación se suspenderá condicionalmente el
proceso por un término máximo de un mes.
Si se llega a un acuerdo conciliatorio, no habrá extinción de la acción
penal hasta tanto no se dé cumplimiento a las obligaciones contenidas
en el acta de conciliación.
Si se incumple el acuerdo, se reanudará la acción penal, si se cumple, se
extinguirá la acción penal y el acuerdo tendrá efecto de cosa juzgada.
La lectura del artículo 206 permite establecer las siguientes
características propias de la conciliación en el Código de Procedimiento
Penal.
 Opera únicamente en los casos que admiten desistimiento y que
ya señalamos están contemplados en el artículo 206.
 Que debe el agente de instrucción en la etapa de investigación
promover la conciliación.
 Que las partes tienen la opción de escoger el centro donde se
llevara a cabo la conciliación de aceptar acogerse a ella.
 En caso de irse a conciliación el proceso se suspende por el
término de un mes como máximo.
 La extinción de la acción penal esta supeditada al cumplimiento de
las obligaciones establecidas en el acuerdo, y
 Que el incumplimiento de las obligaciones trae como sanción la
reanudación de la acción penal.

3. Conciliación en materia laboral.


La conciliación laboral hace referencia al acto que se organiza en
caso de conflicto entre las partes, empresa y trabajador, en el que
se trata de llegar a un acuerdo que evita llegar al juicio. En caso
de despido es obligatorio presentar la papeleta de conciliación
ante los servicios de correspondientes con el fin de intentar llegar
a un acuerdo que eluda la demanda.

Al acto de conciliación no es necesario acudir con un abogado si te


has informado previamente y tienes claro lo que puedes obtener si
vas a juicio.

Aunque es obligatorio presentar la papeleta no lo es que, quien


presenta la demanda, se persone. Es decir, puede delegar en otra
persona, mediante notario, en este caso previo a la presentación
de la papeleta o mediante una apud acta, que ponen a disposición
de forma gratuita los servicios de conciliación cuando ya se ha
presentado la papeleta.

Con los acuerdos alcanzados o no el letrado conciliador, figura que


representa el acto de conciliación, escribe un acta y se ocupa de
vigilar que los derechos del trabajador se estén cumpliendo.

Esta acta puede terminar con diferentes conclusiones:


desistimiento, cuando no se presenta el trabajador, con avenencia,
cuando se llega a un acuerdo, sin avenencia, cuando no se llega al
acuerdo y sin efecto, cuando la empresa no se presenta.

En caso de que haya que continuar hasta la demanda porque no


se llegue a un acuerdo o porque la empresa no se haya
presentado hay que adjuntar el acta de conciliación a la demanda
ya que se recibirá una copia de la misma.
4. Conciliación en materia familiar. Conciliación
administrativa.
En materia de familia la conciliación puede manifestarse en dos
ámbitos: uno de carácter procesal y otro de carácter extraprocesal
(Artículo 84 Inciso 3 LPF). Sin embargo, resulta mejor hablar de
conciliación judicial y extrajudicial. La conciliación judicial tiene
lugar cuando las partes concilian delante del Juez durante la
sustanciación del juicio, ya sea por medio de escrito debidamente
firmado o de forma oral en audiencia (Artículo 84 Inciso 2 LPF).
Este tipo de conciliación se produce después del emplazamiento y
antes de que se dicte el fallo en primera instancia (Artículo 84
Inciso 1 LPF). Contestar la demanda no es un requisito
imprescindible para conciliar judicialmente. Por ello, en
determinadas ocasiones la parte demandada concilia en la
Audiencia Preliminar, aunque no haya contestado la demanda o
aunque lo haya hecho fuera de tiempo. La conciliación puede
plantearse por las partes en su carácter personal o por medio de
sus abogados. Por efectos de igualdad procesal, no se permite que
una de las partes concilie bajo la representación de su abogado y
la otra lo haga en su carácter personal, salvo que ésta también
tenga un conocimiento técnico del Derecho. Con ello se evita que
la persona que no conoce de Derecho sufra alguna desventaja
procesal por ese mismo motivo.

Nuestra Constitución Política consagra la figura de conciliación en


su Art. 116, este sirvió como fundamento para desarrollar este
como un mecanismo alternativo para la solución de conflictos, la
materia administrativa y contenciosa administrativa también
quedo cubierta con los beneficios de dichos instrumentos de
solución, cuyo uso se ha venido incrementando en los últimos años
en los casos en que la administración está obligada a responder
patrimonialmente por diferentes motivos.
Igualmente, cabe resaltar que no se pueden conciliar aquellos
asuntos que no admiten transacción o acuerdo. Dentro de este
grupo esta, entre otros, el estado civil y nacionalidad de las
personas y aquellos delitos, en su mayoría, que no admiten
desistimiento como, por ejemplo: el secuestro, el narcotráfico y
delitos sexuales.
Teniendo en cuenta lo anterior podemos definir la conciliación
administrativa como un mecanismo alternativo de resolución de
conflictos, a través del cual las partes, una de ellas una persona
jurídica de derecho público, dirimen un conflicto de contenido
patrimonial existente, siendo la otra una persona natural o jurídica
de derecho privado o público, con la colaboración de un tercero
objetivo e imparcial, quien propone fórmulas de arreglo e impulsa
las planteadas por las partes, con el fin de llegar a un acuerdo.
En materia contencioso-administrativa, la Ley 1285 de 2009
estableció la conciliación extrajudicial como requisito de
procedibilidad para acudir a dicha jurisdicción cuando se
interpongan las acciones de nulidad y restableciendo del derecho,
reparación directa y controversias contractuales. Así mismo, el
Decreto 1716 de 2009 precisó en su artículo 2- que pueden acudir
a la conciliación las entidades públicas y las personas privadas que
desempeñan funciones propias de los distintos órganos del Estado,
por conducto de apoderado, para llegar a un acuerdo en torno a
conflictos de carácter particular y contenido económico de los
cuales pueda conocer la jurisdicción de lo contencioso
administrativo a través de las citadas acciones. La conciliación
puede ser judicial si se realiza dentro de un proceso judicial, o
extrajudicial, si se lleva a cabo antes o por fuera del mismo.
Aunque estas dos clases de conciliación comparten los rasgos
definitorios esenciales de este mecanismo alternativo de solución
de conflictos, en materia contencioso-administrativa presentan
unas ligeras diferencias que es preciso tener en cuenta.

TEMA 7

LA MEDIACIÓN
1. Introducción.
La mediación es un método alternativo de resolver conflictos, el
cual tiene como finalidad intrínseca llegar a la solución integral de un
conflicto entre partes (pueden ser dos o más personas), evitando de
este modo, llegar a la instancia judicial. Los principios rectores que guían
e instrumentan la mediación son: la confidencialidad, la voluntariedad,
la oralidad entre las partes y la plena comunicación entre las mismas, la
imparcialidad del mediador interviniente y la neutralidad del mismo
frente a la materia traída a cuestión.

Se basa en la democracia, la pacificación social, el diálogo


individual y social, el respeto, y el consenso para la convivencia.
Consiste en la intervención de un tercero en un conflicto, el mediador,
con el fin de facilitar el acercamiento de las partes enfrentadas y
promover un proceso de negociación que permita arribar a un acuerdo
consensuado y aceptado por las partes que ponga fin al conflicto.

La mediación se distingue de otros sistemas alternativos de


resolución de conflictos como la conciliación y el arbitraje. La mediación
se caracteriza por el principio de neutralidad y no reemplaza el papel
protagonista de las partes en la elaboración del acuerdo.

La mediación adquiere características especiales según se trate de


conflictos internacionales, sociales o colectivos, e individuales.

2. Definiciones de mediación.
El concepto de mediación, procedente del vocablo latino mediatio,
alude al acto y el resultado de mediar. Este verbo (mediar) tiene
varios usos: puede tratarse de interceder por alguien, de intervenir para
que dos o más partes alcancen un acuerdo o de llegar a la mitad de
algo.
La noción de mediación se utiliza en el ámbito del derecho para hacer
referencia a la acción que desarrolla un individuo de confianza de
aquellos que mantienen un conflicto o un enfrentamiento, con el
objetivo de evitar un litigio o de concluirlo a través de un arreglo.
La mediación, de este modo, es un mecanismo para la resolución de
disputas. La finalidad de este recurso es que el pleito no alcance la
instancia judicial, resolviéndolo antes a partir de un convenio entre
las partes.
La imparcialidad y la neutralidad del mediador; la confidencialidad del
proceso; y la comunicación entre las partes son algunas de las bases
de la mediación. Gracias a este recurso, las partes pueden acercar sus
posiciones y alcanzar un consenso que permita finalizar el altercado.
Existen distintas clases de mediación según cada legislación. En
algunos países se distingue entre la mediación familiar, la mediación
laboral, la mediación civil y la mediación mercantil, por ejemplo. En
otros se diferencia entre la mediación voluntaria y la mediación
obligatoria.

3. El Mediador.
Las personas llegan a Mediación, cada una, con el relato de sus
propias historias, que reflejan una realidad única y, además, con la
creencia de que es difícil de compatibilizarla con la del otro y en la que,
generalmente, ese “otro’ tiene la culpa de todo”.
El mediador ¿quién es? Es un experto en desarticular conflictos y
gestor de cambios. “Es el profesional, tercero imparcial que interviene
en la Mediación con diferentes dispositivos, herramientas y técnicas
para ayudar en la comunicación a sus mediados, con el fin de provocar
cambios de actitudes que les permitan construir una solución a sus
conflictos, en una realidad compartida.”.
El mediador debería estar entrenado no sólo para gestionar el
conflicto sino para ayudar a las personas a que sean ellas mismas las
que lo trabajen de manera colaborativa para que puedan llegar a un
acuerdo en el que se sientan satisfechas de sus decisiones.

4. Controversias susceptibles de mediación.


Las partes sometieron la controversia a mediación en virtud del
Reglamento de Mediación de la OMPI. El Centro de Arbitraje y Mediación
de la OMPI propuso a las partes mediadores especializados en patentes
y en la tecnología pertinente. Las partes optaron por uno de esos
mediadores, quién celebró una reunión de dos días con las partes, en la
que éstas llegaron a un acuerdo no sólo sobre la cuestión de las
regalías, sino sobre futuros contratos de consultoría.
Así pues, la mediación fue decisiva para transformar una situación hostil
en que las partes se preparaban a entablar un litigio prolongado y
oneroso, en una situación en la que pudieron llegar a un acuerdo que
respetaba los intereses comerciales de ambas partes y garantizaba la
utilización provechosa de la tecnología en beneficio de dichos intereses.
Se puede combinar la mediación con el arbitraje. En este caso, primero
se somete la controversia a mediación en virtud del Reglamento de
Mediación de la OMPI. Acto seguido, si no se encuentra una solución
dentro del plazo definido (se recomienda que las partes dispongan de 60
ó 90 días), o si una parte se niega a participar o a continuar participando
en la mediación, se remite la controversia a arbitraje para que se dicte
una decisión obligatoria en virtud del Reglamento de Arbitraje de la
OMPI (o a arbitraje acelerado si las partes llegan a un acuerdo en tal
sentido).
TEMA 8
PROCEDIMIENTO DE MEDIACIÓN
1. Introducción.
La mediación es ante todo un procedimiento no obligatorio. Ello significa
que, aun cuando las partes hayan convenido en someter una
controversia a la mediación, no están obligadas a continuar el
procedimiento de mediación después de la primera reunión. En este
sentido, las partes controlan siempre la mediación. La continuación del
procedimiento depende de que éstas sigan aceptándolo.
El carácter no obligatorio de la mediación también significa que no se
puede imponer una decisión a las partes. Para poder llegar a una
solución, las partes deben aceptarla voluntariamente.
Por consiguiente, contrariamente a un juez o a un árbitro, el mediador
no es una persona que toma decisiones. La función del mediador
consiste más bien en ayudar a que las partes lleguen a tomar una
decisión propia sobre la solución de la controversia.
Hay dos formas principales en que los mediadores ayudan a las partes a
tomar su propia decisión y éstas corresponden a dos tipos o modelos de
mediación practicados en el mundo entero. Con arreglo al primer
modelo, la mediación-facilitación, el mediador se esfuerza por facilitar la
comunicación entre las partes y por ayudar a cada una de ellas a
comprender la perspectiva, posición e intereses de la otra en relación
con la controversia. Con arreglo al segundo modelo, la mediación–
evaluación , el mediador realiza una evaluación no vinculante de la
controversia que luego las partes están libres de aceptar o rechazar
como solución de la controversia. Son ellas las que deciden cuál de los
dos modelos de mediación desean seguir. El Centro de Arbitraje y
Mediación de la OMPI ("el Centro") les ayudará a encontrar un mediador
apropiado para el modelo que deseen adoptar.
La mediación es un procedimiento confidencial. La confidencialidad sirve
para fomentar la franqueza y la apertura en el procedimiento,
garantizando a las partes que las declaraciones, propuestas u ofertas de
solución no tendrán ninguna consecuencia más allá del procedimiento
de mediación. Por regla general, éstas no podrán utilizarse en litigios o
arbitrajes ulteriores. El Reglamento de Mediación de la OMPI contiene
también disposiciones detalladas destinadas a preservar la
confidencialidad en cuanto a la existencia y el resultado de la mediación.

2. Periodo de introducción al procedimiento de Mediación.


El concepto de soluciones amigables a través de negociaciones directas
no es algo nuevo: se encuentra plasmado en muchos tratados
multilaterales de inversión, a menudo, denominado "período de
avenimiento" ("amicable settlement period") o "período de negociación
previa" ("cooling-off period").  A modo de ejemplo, el Artículo 10.15 del
Tratado de Libre Comercio de Centroamérica establece que "el
demandante y el demandado deben primero tratar de solucionar la
controversia [relativa a inversiones] mediante consultas y negociación,
lo que puede incluir el empleo de procedimientos de terceras partes de
carácter no obligatorio, tales como conciliación y mediación"

2.1. Aspectos materiales en el periodo de la introducción el


procedimiento de Mediación.
Es en ese momento que el Centro comenzará a examinar con las partes
las cuestiones de índole material, por ejemplo, el lugar de la mediación
(que por regla general ya habrá sido especificado en el acuerdo de
mediación), así como los locales y otros medios necesarios.
En esta etapa del nombramiento del mediador el Centro fijará, en
consulta con las partes y el mediador, los honorarios de este último.

2.2. Aspectos personales en el periodo de la introducción el


procedimiento de Mediación.
Existe toda una gama de estilos personales, tanto del mediador
como de las partes, casos dediversa complejidad, distintos
ámbitos en los que se plantea el conflicto, que llevarán a
elegirdistintas variantes.No hay duda de que las características del
país, la forma como está organizada la comunidad y
sucomponente étnico son variables para tomar en cuenta cuando
se piensa en generalizar el uso de lamediación. En este sentido, se
plantea con frecuencia la pregunta de si los argentinos somos
máslitigiosos que los estadounidenses y, por lo tanto, si seremos
más reacios a adoptar estaalternativa. Ésta es una incógnita que
podrá ser develada dentro de unos años cuando evaluemosnuestra
experiencia.Nuestra presunción es que cuando se conozcan las
ventajas de la mediación en cuanto a rapidez,versatilidad y
participación, se transformará con naturalidad en una alternativa
posible deresolución de conflictos.

3. La mediación propiamente dicha.


El mediador es un tercero neutral e imparcial, lo que significa que las
partes le han de reconocer estas cualidades desde el inicio del proceso
de mediación, es decir, es una persona en la que ambas deben confiar
plenamente, teniendo la certeza de que si se apartan de la mediación
esta persona va a desaparecer completamente del conflicto, y nunca va
a acudir ante un tribunal para favorecer o perjudicar a ninguno de ellos.
Además debe ser un profesional legalmente habilitado, que conozca y se
haya entrenado en técnicas de gestión de conflictos.

3.1. Introducción.
El proceso de mediación generalmente comienza con una reunión
conjunta con las partes, para definir la agenda, los temas a tratar y tener
una primera impresión de las posiciones y preocupaciones de las partes.
Esto ayuda a las partes a enfocarse en el proceso de modo efectivo y
trabajar adecuadamente. Lo más probable es que luego de este
encuentro, el mediador se reúna en forma separada (reunión llamada
caucus) con cada parte y su abogado. Esto permite que cada parte
explique en forma confidencial su posición y objetivos. Ello también dará
al mediador oportunidad de hacer preguntas que puedan crear dudas en
las posturas de las partes sobre la validez de posiciones particulares o
extremas.

3.2. Técnicas para la Mediación.


El caucus es una de las fases de un proceso de mediación que se
utiliza en momentos específicos de la sesión. Este consiste en una
reunión privada, individual y confidencial que se realiza por
separado con cada una de las partes del proceso, después de que se
haya realizado una primera sesión conjunta. Las técnicas de mediación
son esenciales en este proceso. 
En el siguiente caso práctico que presentamos, el mediador Antonio
Tula realiza un caucus con una de las partes del conflicto. En este caso
los protagonistas son una pareja que se encuentra en trámites de
separación, y donde existen dos hijos menores de por medio. 
A lo largo de la reunión, el mediador emplea una serie de técnicas
propias de la mediación, como ‘la pregunta milagro’, el uso de la voz
o las preguntas abiertas. 
Técnicas aplicadas en el caso práctico: 
 Preguntas abiertas
Se desarrollan a través del cómo, cuándo, dónde, qué, quién, etc.  Estas
generan una situación en las que el interlocutor es el protagonista. En el
caso práctico, el mediador realiza este tipo de preguntas para que la
clienta se sienta protagonista al contar la historia.  
A lo largo de la sesión, el mediador emplea el ‘pregunder‘ que consiste
en realizar la segunda pregunta a través de la respuesta de la
primera pregunta lanzada. Esto ayuda a profundizar en el significado:
la parte se va preguntado sola y dándose respuestas más profundas. 
 Pregunta milagro
Consiste en generar en la parte una mirada ideal de cómo le gustaría
que fuese la situación si no existiese conflicto. En un primer momento
esta idealización aparece como un sueño que luego se convierte en
realidad. La pregunta se debe realizar con un tono íntimo y profundo
para generar ‘hipnosis de la pregunta’, según explica Tula.  
Se trata, según apuntó el mediador, de «poner sobre la mesa una
charla del futuro que se hace presente». Esta busca que se pase de
la queja a generar nuevas aptitudes que beneficien a la resolución del
conflicto, en el caso práctico: no perjudicar a los menores de la pareja.
Es importante, también, encontrar el momento adecuado para realizar la
pregunta.
 Uso de la voz 
El tono de voz es otra de las técnicas que ha empleado el mediador en
este caso práctico. La voz y actitud se van adecuando a la de la parte
para generar sintonía. En momentos como en el que emplea la pregunta
milagro, emplea una voz suave e íntima acorde a la profundidad de la
misma. 
 Ponerse en los zapatos del otro y el intercambio de roles 
Se tratan de dos técnicas habituales en la mediación. La primera
consiste en hacer que la parte se ponga en el lugar de la otra
persona para que vea como vive el conflicto. En la segunda, en este
caso práctico, es el propio mediador quien toma el rol de la otra
parte del conflicto para que la asistente al caucus pueda expresar qué
le gustaría decirle a la que fue su pareja. 
 Síntesis. Resumen de los avances alcanzados
Concretar lo que se ha ido hablando a lo largo de la sesión.
Desde la llegada de la cliente, se van tratando distintos puntos que van
evolucionando y se generan modificaciones. Por tanto, el mediador ha
de crear un relato con un hilo argumental claro: una síntesis. 
Con esto la parte escuchará una visión nueva respecto al
conflicto. Una visión distinta a la que tenía cuando se comenzó la
mediación.

3.3. Conclusión de la Mediación.


Mediar o negociar es algo en que todos hemos participado, participamos
y seguiremos participando.
Llevar a cabo un proceso de mediación favorece que se agoten las
posibilidades de solución extrajudicial, sin perjudicar en absoluto al
derecho de acudir, en cualquier momento, ante los tribunales de justicia,
ya que más vale un buen arreglo que un mal pleito.
Actualmente, la práctica de mediación en las sociedades occidentales ha
ido creciendo y se aplica en el ámbito interpersonal, desde el divorcio
hasta litigios sobre custodia de hijos de parejas que se separan, hasta
asuntos laborales, riñas en el área de descanso, litigios entre
propietarios e inquilinos, reclamaciones de consumidores, o luchas
empresariales entre ejecutivos.
La mediación no es la panacea, pero es un gran paso para mejorar el
sistema de administración de justicia.

4. El acuerdo Mediado.
Por tanto los acuerdos de mediación, no solo tienen validez
jurídica reconocida si no que para ejecutarlos se les debe aplicar la
normativa propia de los títulos ejecutivos jurisdiccionales prevista en la
Ley de Enjuiciamiento Civil.
 Respecto a la competencia de los Tribunales para conocer de los
incumplimientos de un acuerdo de mediación si se opta por la vía
judicial, la LM reconoce ésta en su art. 26 del siguiente modo:
– La ejecución de los acuerdos resultado de una mediación iniciada
estando en curso un proceso se instará ante el tribunal que homologó el
acuerdo.
– Si se tratase de acuerdos formalizados tras un procedimiento de
mediación será competente el Juzgado de Primera Instancia del lugar en
que se hubiera firmado el acuerdo de mediación, de acuerdo con lo
previsto en el apartado 2 del artículo 545 de la Ley de Enjuiciamiento
Civil
En cuanto a la ejecución de los acuerdos de mediación transfronterizos
el art. 27 LM  establece varios supuestos:
– Un acuerdo de mediación que ya hubiera adquirido fuerza ejecutiva en
otro Estado sólo podrá ser ejecutado en España cuando tal fuerza
ejecutiva derive de la intervención de una autoridad competente que
desarrolle funciones equivalentes a las que desempeñan las autoridades
españolas.
– Un acuerdo de mediación que no haya sido de clarado ejecutable por
una autoridad extranjera sólo podrá ser ejecutado en España previa
elevación a escritura pública por notario español a solicitud de las
partes, o de una de ellas con el consentimiento expreso de las demás.
– El documento extranjero no podrá ser ejecutado cuando resulte
manifiestamente contrario al orden público español.

4.1. Requisitos de forma del acuerdo de Mediación.


En el régimen jurídico del acuerdo de mediación concurren, entre
otros, requisitos de forma (que condicionan su validez) y de
documentación (que afectan a su eventual configuración como
título ejecutivo mediante su elevación a público). Por lo que
respecta a su forma, el acuerdo de mediación debe constar por
escrito para que pueda considerarse válidamente celebrado. Por lo
que se refiere a su documentación, el acuerdo de mediación debe
quedar registrado tanto en el acta final como en un documento
contractual ad hoc, pues ambos resultan necesarios para dotarlo
de fuerza ejecutiva mediante el otorgamiento de la
correspondiente escritura de elevación a público. Satisfechos los
requisitos aplicables, el acuerdo de mediación desplegará los
efectos que le son propios, a saber: (i) ser fuente de obligaciones,
imponiendo a las partes el deber de observar lo pactado y, en
particular, de abstenerse de plantear la controversia en sede
litigiosa; (ii) resolver de manera efectiva las cuestiones sometidas
a mediación, de suerte que el acuerdo de mediación resulte
oponible, mediante la correspondiente excepción, frente a la parte
que pretenda resucitar cuestiones transigidas en virtud de aquél; y
(iii) gozar de eficacia ejecutiva, siempre que las partes ejerciten su
facultad de configurarlo como título ejecutivo.

4.2. Requisitos de contenido del acuerdo de Mediación.


Los requisitos del acuerdo de mediación no se agotan con la forma
escrita ni con el régimen de documentación, pues la LM impone un
contenido legal mínimo. En concreto, el artículo 23.1.II de la LM
exige que en el acuerdo de mediación se hagan constar los
siguientes extremos: (i) identidad y domicilio de las partes38; (ii)
lugar y fecha de suscripción; (iii) obligaciones que cada parte
asume; (iv) indicación de que se ha seguido un procedimiento de
mediación ajustado a las disposiciones de la LM; e (v)
identificación del mediador y, en su caso, de la institución de
mediación. Las menciones anteriores integran, por tanto, el
contenido preceptivo del acuerdo de mediación.
En el procedimiento simplificado de mediación por medios
electrónicos, la identidad de las partes deberá acreditarse, en todo
caso, en el momento de la firma del acuerdo de mediación por
alguno de los medios previstos en el apartado 1 del artículo 32 del
Real Decreto 980/2013, de 13 de diciembre, por el que se
desarrollan determinados aspectos de la LM, de acuerdo con lo
previsto en el párrafo segundo del precepto anteriormente citado.

En atención a la finalidad de este estudio, resulta obligado analizar


en primer lugar si el contenido legal mínimo del acuerdo de
mediación constituye un auténtico requisito de validez o si
simplemente condiciona su eventual configuración como título
ejecutivo mediante su elevación a público. En otras palabras –y
retomando la distinción terminológica anteriormente empleada–,
debemos preguntarnos si las menciones preceptivas del artículo
23.1.II de la LM se predican tanto del “acuerdo de mediación-
contrato” como del “acuerdo de mediación-documento”, o
únicamente del segundo.

9 TEMA 9
EL ARBITRAJE
1. El Arbitraje como medio alternativo de solución de
controversias
Se denomina procedimiento de arbitraje el protocolo ordinario
destinado a resolver litigios entre partes de una versión privada
del Contrato General. El procedimiento descrito se entiende sin
perjuicio del principio de subordinación a las leyes del lugar de
residencia de las partes y a los convenios internacionales de
arbitraje.
2. Reseña Histórica del arbitraje.
Los orígenes de la mediación se remontan a principios de la
civilización y son anteriores a la justicia pública y a la aparición de
los jueces.
La mediación aparece como un producto de la evolución de la
justicia por mano propia (ejemplos de ello son la ley del más
fuerte, la venganza privada y la ley del talión).
Con la aparición de la monarquía primitiva, los reyes empiezan a
oficiar como jueces y ya no es un tercero el que interviene (cabe
citar como ejemplo al rey Salomón y su fallo salomónico).

3. Diversas clases de arbitraje,


Existen varios tipos de arbitraje, el arbitraje ad hoc, el arbitraje
institucional, el arbitraje domestico, internacional, de derecho y
equidad, voluntario y forzoso.

3.1. Arbitraje doméstico y arbitraje internacional.


ARBITRAJE DOMESTICO O INTERNACIONAL, esta calificación
obedece cuando intervienen un estado o se vincula con más de
uno:
La ley de arbitraje Nº 26572 Art. 91, define como arbitraje
internacional cuando existen los siguientes factores:
a) Si las partes tiene al momento de celebrar el convenio arbitral
domicilios en estados diferentes.
b) Si uno de los lugares siguientes está situado fuera del estado en
que las partes tienen sus domicilios.
b.1.- el lugar de arbitraje, si este ha sido determinado en el
acuerdo de arbitraje o con arreglo a él;
b.2.- el lugar de cumplimiento de una parte sustancial de las
obligaciones de la relación jurídica o el lugar con el cual el objeto
del litigio tenga relación más estrecha.

3.2. Arbitraje de derecho y en equidad.


En el arbitraje de derecho, la resolución adoptada por el árbitro
deberá resolver el conflicto basándose en criterios jurídicos y
legales. En el cual, el árbitro dictará un laudo jurídicamente
argumentado y motivado que será de obligatorio cumplimiento
para las partes.

En el arbitraje de equidad, la resolución adoptada por el árbitro


deberá resolver el conflicto de acuerdo a su leal saber y entender.
En el cual, el árbitro dictará un laudo que, sin contravenir el
ordenamiento jurídico, deberá estar motivado por su sentido de lo
justo.

Las partes pueden pactar que el arbitraje se realice y resuelva de


acuerdo a derecho o equidad en función de su autonomía de la
voluntad. Y, a falta de acuerdo en esta cuestión, la Ley de arbitraje
establece que el arbitraje será siempre de derecho.

3.3. Arbitraje ad-hoc y arbitraje institucionalizado.


Este tipo de arbitraje se denomina también arbitraje libre o
arbitraje independiente la modalidad en la que las partes
establecen lasa normas del procedimiento arbitral, los efectos, el
nombramiento de los árbitros y cualquier otra cuestión relativa al
arbitraje, respetando la Ley de Arbitraje. En el arbitraje ad hoc las
partes y el tribunal arbitral deben pactar el procedimiento a seguir
en tanto que en el arbitraje institucional dicho procedimiento esta
prestablecido en el reglamento de la institución arbitral elegida,
otra distinción radica en los costos del arbitraje, las instituciones
arbitrales cuentan con un tarifario para sus costos y los honorarios
de los árbitros, en arbitraje ad hoc, el tribunal es el que determina
esos costos, en cuanto a la designación de los árbitros, las
instituciones arbitrales cuentan con un listado cerrado de árbitros
al cual las partes deben sujetarse,, ya sea para la designación de
todos los árbitros o al menos para la designación del presidente,
en el arbitraje ad hoc los árbitros pueden ser elegidos libremente.
Haciendo una comparación entre el arbitraje institucional y el
arbitraje ad hoc, podemos evidenciar en cuanto a las reglas:
Arbitraje institucional.- Los reglamentos arbitrales son
conocidos por las partes con anterioridad al inicio del arbitraje.
Arbitraje Ad Hoc.- Las reglas se conocen y son fijadas por el
tribunal arbitral al inicio y durante el arbitraje, lo que genera
incertidumbre en las partes
En cuanto a personal especializado:
Arbitraje institucional.- La organización del arbitraje esta en
manos de la institución arbitral, que cuenta con un equipo de
abogados especializados y con experiencia para las labores de
secretaría arbitral.
Arbitraje Ad Hoc.- No existe mayor soporte técnico ni
administrativo. La organización del arbitraje esta en manos de los
árbitros
Entre las ventajas del arbitraje ad hoc se tiene:
- Mayor libertad en la elección de los árbitros
- Mayor libertad en el diseño del procedimiento
- El arbitraje puede resultar menos costoso
- La tramitación puede ser mas rápida
Entre sus desventajas tenemos
- Toda controversia será resuelta amigablemente mediante
arbitraje
- Las partes podrán resolver sus controversias mediante
negociación o arbitraje
- El arbitraje deberá ser expedito y no durar mas de 60 dias
- El arbitro deberá ser de nacionalidad boliviana que hable
perfectamente ingles y español, de profesión abogado y
economista y por lo menos con treinta años de experiencia en
materia de propiedad rural.

3.4. Arbitraje voluntario y arbitraje forzoso.


El arbitraje puede ser voluntario o forzoso: es voluntario el que se
constituye por la libre y espontánea voluntad de las partes; es
forzoso o necesario, el que nace de la ley.

Ya nadie sostiene hoy el arbitraje necesario. Tan absurdo seria


prohibir el voluntario como establecer el forzoso. Si las partes
confían más en la capacidad y rectitud de simples ciudadanos que
en la capacidad y rectitud de las personas investidas de la facultad
de resolver los conflictos jurídicos; si prefieren ver resueltas sus
diferencias con arreglo a fórmulas sencillas y baratas, a
someterlas al formulismo estrepitoso y costosísimo de los
tribunales; si aprecian en algo el tiempo y quieren huir de los
interminables trámites del enjuiciamiento ordinario, es lógico no
privar a los litigantes de las insinuadas ventajas y de la
inapreciable de que el juzgador sea a satisfacción de los
justiciables, como dice Gómez de la Serna.

Aparte de ésto, no es racional que un Estado que tiene sus


tribunales constituidos para administrar justicia declare en las
leyes necesaria la creación de tribunales de excepción para decidir
las pretensiones que las partes no puedan sustraer de la
jurisdicción de los tribunales ordinarios; el arbitraje forzoso
equivale a declarar la deficiencia y la desconfianza de los
tribunales.

Los pueblos que han estatuido en sus códigos el arbitraje


necesario, pronto han visto multiplicados los abusos que había
presentado el orden judicial. Creemos racional el arbitraje
voluntario y totalmente absurdo el forzoso.

4. Naturaleza jurídica del arbitraje.


La naturaleza del arbitraje es controversial, debido a que no se
puede situar específicamente en la tradicional división del derecho
positivo, ya sea público o privado, por lo que su naturaleza atiende
a diversas teorías.

4.1. Corriente privatista o contractualista.


La tesis contractualista es seguida por Merlín, Fuzier-Herman,
Giovenda, Weiss, Brachet, Guasp, Herze y Ogayar entre otros.

La teoría contractualista establece que el arbitraje consiste en un


contrato basado en la voluntad de las partes, que delegan el
arreglo de sus diferencias en un tercero neutral, árbitro. En ese
sentido, el arbitraje tiene carácter contractual y, por tanto,
privado.

Este principio contractual del pacto arbitral considera al árbitro


como mandatario de las partes, donde el laudo arbitral que dicte
no tiene carácter de sentencia, puesto que, viene a ser una simple
ejecución del mandato por el compromisario. Chiovenda y Betti
afirman que los árbitros no ejercen funciones jurisdiccionales,
entendiéndose por tales, la aptitud de juzgar y hacer justicia, por
lo tanto, el laudo, aunque se asimile a sentencia, no es su
equivalente.

Esta teoría parte de la premisa que la función jurisdiccional es


considerada como propia de la esencia de la autoridad y el poder
estatal, como una de las manifestaciones de los magistrados.

Por lo expuesto anteriormente podemos llegar a la conclusión de


que esta primera tesis sostiene que el árbitro no es juez ni forma
parte de la jurisdicción y tampoco está facultado para ejecutar sus
propias decisiones.

También podemos rescatar que el arbitraje contiene un doble


convenio:
- Un contrato de compromiso, donde las partes deciden someterse
al futuro laudo que se dicte. Podríamos considerarlo un
compromiso de buena fe. - Un contrato de mandato, donde al
árbitro se le obliga a resolver bien con arreglo a derecho o bien
con arreglo a equidad.

4.2. Corriente procesal jurisdiccional.


Según esta corriente, el arbitraje es una institución de índole
procesal, por lo tanto de orden público. Tiene carácter de juicio,
por lo tanto el árbitro cumple la función de juez y su laudo se
equipara a la sentencia, por ende tiene naturaleza jurisdiccional.

Podemos señalar entonces, que bajo este principio, se sostiene


que la función jurisdiccional otorgada a los tribunales estatales
instituido por ley, es ejercida de forma excepcional y temporal por
los jueces privados que son los árbitros.

Laurent, Glasson, Tissiel, Morel, entre otros justifican esta posición


cuando advierten que “si bien es cierto que el arbitraje deriva su
poder del compromiso de las partes en lo que pudiera asimilarse al
mandatario, sin embargo desempeña su función como juez, y
como tal, es independiente y autónomo. Solo tiene en cuenta los
intereses de la justicia y dicta su fallo en derecho o en equidad; y,
sin otras consideraciones que su conciencia y la ley, desempeñan
en tal carácter su función jurisdiccional, lo cual da lugar a que las
resoluciones tengan el carácter de verdaderas sentencias”.

Autores como Fenech, Alcalá Zamora, Carreras, Serra y Montes


argumentan que la decisión arbitral ostenta todas las notas
esenciales de la cosa juzgada, obligatoriedad, ejecutoriedad,
imperatividad y que además la excepción procesal para hacerla
valer es la de cosa juzgada, además aluden que los árbitros gozan
de “autoritas” no de “potestas”.

Para concluir diremos que el arbitraje para la tesis jurisdiccional no


es en sentido estricto un juicio sino que es un proceso que se
equipara al juicio ya que el árbitro cumple la función de juez al
decir el derecho (ius decire), y por tanto ejerce una función
jurisdiccional, función que tiene similares características a la de los
órganos jurisdiccionales estatales.

4.3. Corriente mixta o ecléctica.


La tesis mixta es defendida por Carnelutti y Prieto Castro. Según
Carnelutti el arbitraje es un “equivalente jurisdiccional” ya que a
través de él se pueden obtener los mismos objetivos que por la
jurisdicción civil.

Dalloz y Mongalvy a su vez definen el arbitraje como jurisdicción y


califican a los árbitros de jueces.

Para la Dra. María de los Ángeles Nahid Cuomo, la teoría mixta o


también llamada conciliadora considera el arbitraje como una
institución sui generis, de naturaleza mixta o híbrida, en la que
conviven, como un todo indisoluble, el origen contractual del
mismo y la teología jurisdiccional que explica su aparición,
institución contractual por su origen, procesal por sus efectos.

Por lo expuesto anteriormente diremos que para la tesis mixta el


arbitraje y los actos que lo rodean son un verdadero proceso, ya
que se trata de una contienda entre partes sometidas a la
resolución de un tribunal, pero también tiene un origen contractual
dado que las partes suscriben un convenio donde manifiestan su
renuncia a someter un conflicto surgido o por surgir ante los
tribunales ordinarios, y por tanto someterla a la decisión de un
tribunal creado por la institución jurídica del arbitraje.

4. Principios aplicables al arbitraje.

Artículo 1. - Son principios fundamentales del arbitraje ante


el CEMARC los siguientes:
IGUALDAD DE LAS PARTES
CONFIDENCIALIDAD
TRANSPARENCIA EN LOS PROCEDIMIENTOS
CELERIDAD
Artículo 2. - Con arreglo al principio de IGUALDAD, todas las
partes tendrán los mismos derechos y obligaciones ante el
CEMARC o el Tribunal Arbitral.
Artículo 3. - El principio de CONFIDENCIALIDAD obliga a todos
los participantes de un arbitraje a guardar estricta reserva de
todo cuanto llegue a su conocimiento en el curso del mismo.
Todos los obligados al cumplimiento de éste Código de Ética
sólo podrán dar estado público de los laudos cuando cuenten
con el previo y fehaciente consentimiento de ambas partes, o
-en la medida en que la identidad de las mismas no pueda ser
reconocible.
Artículo 4. - El principio de TRANSPARENCIA obliga al Tribunal
a informar a las partes toda actuación que pueda ser de
interés para ellas. Consecuentemente, cualquier presentación
escrita o comunicación oral recibida de una de las partes será
comunicada de inmediato a las demás partes y a los árbitros.
La conducta de los integrantes del Tribunal Arbitral debe
guardar transparencia entre sí y respecto del CEMARC.
Artículo 5. – El principio de CELERIDAD obliga a que
-ateniéndose siempre a los plazos establecidos en el
Reglamento de Arbitraje del CEMARC (el “Reglamento”)- todos
los participantes en un arbitraje procurarán cumplir los
trámites a la mayor brevedad posible. La celeridad no es
incompatible con el tiempo necesario para alcanzar una
decisión justa.

5. Autonomía de la Cláusula Arbitral.


La naturaleza contractual de la cláusula arbitral infiere que no
puede considerársela aislada de un contrato principal del que
forma parte, desde la premisa que requiere la determinabilidad de
las posibles cuestiones litigiosas a través de su inserción en ese
contrato. Esta sería la posición general, pero la cuestión más
específica se denomina como el principio de autonomía del
acuerdo arbitral.

La cláusula arbitral está ligada, en cuanto al pacto accesorio, a la


existencia y eficacia de la convención principal, de tal modo que la
inexistencia o la ineficacia de la cláusula trae aparejada la del
acuerdo arbitral, que es el principio de la unidad fundamental de
contrato. Ahora que el arbitraje alcanza una evolución en la propia
doctrina, se moldea una nueva manera de enfocar la cuestión,
concluyendo en aceptar un relativo grado de autonomía del pacto
de arbitraje con relación al contrato base.

La doctrina (tan importante para ser un buen árbitro), coincide


actualmente en que el acuerdo arbitral goza de cierta autonomía
respecto al contrato principal, a cuya consecuencia no sufre las
vicisitudes propias del contrato; de esta manera la eficacia del
arbitraje se nos vería afectada por aquellas causales en virtud de
las mismas pueda controvertirse la validez del contrato,
conviniendo que la cláusula arbitral no es meramente accesoria
del contrato, sino que se comporta como un verdadero contrato
dentro de otro contrato más amplio.

El problema se centra en la competencia, ya que si se cuestiona la


validez del contrato ¿se estaría afectando dicha competencia o
que la supuesta invalidez arrastra consigo a la del pacto arbitral?
Esta interrogante trae otra cuestión conexa que es el problema de
la "competencia de la competencia", denominación surgida del
idioma alemán como el principio Kompetenz der Competen, y se
utiliza para definir la posibilidad que se reconoce a los árbitros
para decidir acerca de su propia competencia, cuando esta es
observada o cuestionada. Es decir, si los árbitros tienen o no
competencia para resolver el planteo de incompetencia.

Lo expresado se puede presentar cuando el demandado ante un


Tribunal Arbitral comparece la proceso y opone como defensa la
invalidez del contrato del que surge la atribución de jurisdicción
arbitral y la incompetencia de los árbitros, añadiendo además, una
objeción a su competencia para resolver la cuestión de
competencia, consecuencia de la impugnación previa. Aquí se
examina si los árbitros tienen facultades para considerar y resolver
el cuestionamiento de una de las partes sobre la misma
competencia arbitral, constituyendo este alcance, aunque sea
diverso ontológicamente, un esquema común de defensa, en
aquellos casos en que la incompetencia del tribunal está
sustentada en la invalidez de la cláusula arbitral, consecuencia de
la invalidez del contrato, donde se halla incorporada.

Como conclusión, que ha merecido recepción universal, por la


propia doctrina, se infiere que la jurisdicción arbitral pactada no
debe ceder en favor de la judicial cuando se ataca la validez
general del acto jurídico (contrato).Si se acepta que la mera
invocación de la nulidad del contrato se produce inexorablemente
el apartamiento de la competencia arbitral, que no se hace
usualmente por el potenciamiento del arbitraje y su autonomía, y
la necesidad que previamente un tribunal judicial deba determinar
la validez del contrato, cuando ello suceda debe invocarse al
principio del favor arbitralis que es la facultad de los árbitros para
decidir esta cuestión.

6. El principio Kompetenz-Kompetenz
El mencionado principio (cuyas primeras formulaciones se
remontan hasta el año 1876 por el autor Böhlau en Kompetenz-
Kompetenz, seguido principalmente por Schmitt en 1928 por su
obra Verfassungslehre) atañe a problemas tan complejos como la
distribución de competencias entre subsistemas estatales de
solución de controversias, o la reafirmación legislativa de la
jurisdicción arbitral sobre la del poder judicial.

En 1955, un fallo emitido por un Tribunal Superior en la República


Federal de Alemania contempla el principio “Kompetenz-
Kompetenz”. En éste se determinó que debía atribuírseles a los
árbitros la facultad de determinar el alcance del acuerdo arbitral
como la competencia y autoridad hacia el mismo.

La Comisión de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil


Internacional: UNCITRAL adoptó oficialmente el principio
“Kompetenz-Kompetenz”, estableciendo al respecto en el artículo
21, numeral 1 de su Reglamento de arbitraje, lo siguiente: “El
tribunal arbitral estará facultado para decidir acerca de las
objeciones de que carece de competencia, incluso las objeciones
respecto de la existencia o la validez de la cláusula compromisoria
o del acuerdo de arbitraje separado”.

Posteriormente, en 1985, estableció en el artículo 16: “Facultad


del tribunal arbitral para decidir acerca de su competencia… El
tribunal arbitral estará facultado para decidir acerca de su propia
competencia, incluso sobre las excepciones relativas a la
existencia o a la validez del acuerdo de arbitraje. A ese efecto, una
cláusula compromisoria que forme parte de un contrato se
considerará como un acuerdo independiente de las demás
estipulaciones del contrato. La decisión del tribunal arbitral de que
el contrato es nulo no entrañará ipso jure la nulidad de la cláusula
compromisoria”.
Previamente a la ley UNCITRAL, la Convención Europea de
Arbitraje Comercial de 1961 ya había adoptado el Principio
“Kompetenz-kompetenz”. A medida que la tendencia a la
uniformidad de legislaciones fue evolucionando, dicho principio
empieza a reconocerse cada vez en más países.

TEMA 10
EL PROCEDIMIENTO ARBITRAL
1. Las etapas del proceso arbitral.
Son las siguientes:
- Etapa inicial
- Etapa de méritos
- Etapa de elaboración y emisión del laudo arbitral
- Etapa recursiva

1.1. La etapa inicial.


Actis procesales en esta etapa. La etapa inicial comprende desde
la fecha de notificación con la solicitud de arbitraje al Centro de
Conciliación y Arbitraje o al Centro de Arbitraje, hasta la fecha de
aceptación de la o el Árbitro Único o la constitución del Tribunal
Arbitral, o desde el día de la última sustitución de los mismos
1.2. La etapa de méritos.
Acts procesales en esta etapa. La etapa de méritos comprende
desde la aceptación de la o el Árbitro Único o la constitución del
Tribunal Arbitral, hasta la fecha de celebración de la audiencia
conclusiva o la presentación de escritos post audiencia o del
último actuado procesal que tenga como consecuencia el cierre de
las actuaciones procesales. Salvo acuerdo de partes, la duración
máxima de la etapa de méritos será de doscientos setenta (270)
días.
De manera excepcional y debidamente fundamentada, el Árbitro
Único o el Tribunal Arbitral, podrá ampliar el plazo hasta
trescientos sesenta y cinco (365) días.

1.3. La etapa de elaboración y emisión del Laudo Arbitral.


La etapa de elaboración y emisión del laudo arbitral comprende
desde la fecha de celebración de la audiencia conclusiva o la
presentación de escritos post audiencia o del último actuado
procesal que tenga como consecuencia el cierre de las actuaciones
procesales, hasta la fecha de notificación a las partes con el laudo
arbitral emitido por la o el Árbitro Único o el Tribunal Arbitral. Salvo
acuerdo entre las partes, esta etapa tendrá una duración máxima
de treinta (30) días calendario, prorrogables por un plazo similar
por una sola vez.

1.4. La etapa recursiva.


La etapa recursiva comprende desde la notificación formal del
laudo arbitral hasta que adquiera calidad de cosa juzgada.

2. Reglas de interpretación de las normas procesales


arbitrales.
Cuando una disposición de la presente Ley otorgue a las partes la
facultad de decidir libremente sobre una cuestión determinada, las
mismas podrán autorizar a una tercera persona, natural o jurídica,
a que adopte esa decisión.

Cuando una disposición de la presente Ley se refiera a un acuerdo


de partes celebrado o por celebrar, se entenderán comprendidas
en ese acuerdo todas las disposiciones del reglamento de arbitraje
que las partes hayan decidido adoptar.

Las normas referidas a la designación de la o el Árbitro Único o la


constitución del Tribunal Arbitral y al procedimiento arbitral, son
de carácter supletorio en relación a la voluntad de las partes.Éstas,
por mutuo acuerdo, podrán proponer a la o el Árbitro Único o al
Tribunal Arbitral la modificación parcial o la complementación de
las normas del procedimiento previstas en la presente Ley,
siempre y cuando no alteren los principios del arbitraje y las
controversias sometidas a Régimen Especial o excluidas del
arbitraje.

3. El procedimiento de recusación de árbitros.


Las partes podrán acordar libremente el procedimiento de
recusación de los árbitros o remitirse al reglamento del Centro de
Conciliación y Arbitraje o del Centro de Arbitraje.
A falta de acuerdo, la parte recusante podrá acudir ante la
Autoridad Nominadora, de acuerdo a lo siguiente:
La parte recusante presentará su solicitud debidamente
fundamentada, acompañando la prueba pertinente dentro de cinco
(5) días siguientes que tome conocimiento de la aceptación del
Árbitro.
Toda recusación se notificará a las partes, así como al Árbitro
recusado y a los demás miembros del Tribunal Arbitral, para que
dentro el plazo de cinco (5) días a partir de su notificación, se
celebre audiencia para resolver la recusación.
Tratándose de un solo Árbitro o si la recusación involucra a la
mayoría de los miembros del Tribunal Arbitral, la recusación
planteada no suspenderá la competencia de los árbitros en tanto
la misma no se declare probada.

4. Demanda y reconvención.
La demanda y la contestación deberán cumplir los siguientes requisitos:
El nombre y los datos de contacto de las partes.
Relación de hechos en los que se base la demanda o la
contestación.
Materia u objeto de la demanda o de la contestación.
Motivos jurídicos o argumentos que sustente la demanda o la
contestación.
Salvo acuerdo de partes, la parte demandada en el plazo de treinta
(30) días de notificado con la demanda, deberá contestar a la misma o
reconvenir.
La parte demandante podrá modificar o ampliar su demanda hasta
antes de que sea notificada con la contestación, en cuyo caso el plazo
para contestar a la demanda, se reiniciará.
A tiempo de presentar la reconvención o la contestación, la parte
demandada podrá presentar todas las pruebas que considere
pertinentes.

4.1. Excepción de arbitraje.


La excepción de incompetencia de la o el Árbitro Único o del Tribunal
Arbitral, podrá fundarse en:
Materia no arbitrable.
La inexistencia, la nulidad, la anulabilidad o la caducidad de la
cláusula arbitral o convenio arbitral.
La excepción de incompetencia podrá ser opuesta hasta el momento
de presentar la contestación de la demanda, aunque la parte
excepcionista haya designado árbitro o participado en su designación.
La excepción referida a un eventual exceso del mandato de la o el
Árbitro Único o del Tribunal Arbitral, deberá oponerse dentro de los cinco
(5) días siguientes al conocimiento del acto y durante las actuaciones
arbitrales, concretando la controversia que supuestamente exceda dicho
mandato.
La o el Árbitro Único o el Tribunal Arbitral deberá decidir sobre la
excepción de incompetencia, como cuestión previa y de especial
pronunciamiento.
Cuando la o el Árbitro Único o el Tribunal Arbitral, declare como
cuestión previa que carece de competencia, se darán por concluidas las
actuaciones arbitrales debiendo devolverse la documentación a las
partes.

4.2. Renuncia al arbitraje


La renuncia al arbitraje será válida únicamente cuando concurra la
voluntad de todas las partes, hasta antes del laudo arbitral, de la
siguiente forma:
Renuncia expresa, será mediante comunicación escrita cursada a la
o el Árbitro Único o al Tribunal Arbitral en forma conjunta, separada o
sucesiva, en cuyo caso podrán recurrir a la vía jurisdiccional o a otros
medios alternativos de solución de controversias que consideren
convenientes.
Renuncia tácita, será cuando una de las partes es demandada
judicialmente por la otra y no opone una excepción de arbitraje
conforme la normativa procesal correspondiente.
No se considerará renuncia tácita al arbitraje, el hecho que cualquiera
de las partes, antes o durante el procedimiento arbitral, solicite de una
autoridad judicial competente la adopción de medidas preparatorias de
demanda o cautelares, o que dicha autoridad judicial conceda el
cumplimiento de las mismas.

5. Periodo de prueba.
El ofrecimiento y recepción de toda prueba, debe notificarse a las partes
o sus representantes para efectos de validez. Particularmente, deberá
ponerse a disposición de ambas partes los peritajes o los documentos
probatorios en los que la o el Árbitro Único o el Tribunal Arbitral, pueda
fundar su resolución.
Las pruebas deberán producirse dentro del plazo máximo de treinta
(30) días computables a partir de la fecha de notificación con la
contestación de la demanda o la reconvención.
Previa justificación, la o el Árbitro Único o el Tribunal Arbitral podrá
requerir de oficio, las pruebas que estime pertinentes.
La producción de las pruebas sólo podrá realizarse con la presencia
de la totalidad de los árbitros.

5.1. Medios probatorios.


Pueden ser peritos o testigos, en el caso de los peritos Podrá
actuar como perito, cualquier persona designada por una parte
para que informe ante la o el Árbitro Único o el Tribunal Arbitral
sobre materias que requieran conocimientos especializados.
En caso que la o el Árbitro Único o el Tribunal Arbitral requiera
claridad sobre los hechos de la controversia, previa comunicación
a las partes, podrá designar uno o más peritos independientes.
El perito presentará a la o el Árbitro Único o al Tribunal Arbitral y
a las partes, antes de aceptar su designación, una descripción de
sus cualificaciones y una declaración de aceptación, disponibilidad,
imparcialidad e independencia.
En el plazo que dicte la o el Árbitro Único o el Tribunal Arbitral,
las partes podrán formular objeciones sobre las cualificaciones, la
imparcialidad o la independencia del perito.
La o el Árbitro Único o el Tribunal Arbitral, resolverá la objeción
en el plazo de cinco (5) días desde la fecha en que se ha
formulado. En caso de ser procedente, se designará otro perito.
Las partes suministrarán al perito toda la información que los
sea requerida a fines de su valuación.
Una vez recibido el dictamen del perito, la o el Árbitro Único o el
Tribunal Arbitral remitirá una copia del mismo a las partes, a
quienes ofrecerá la oportunidad de expresar por escrito su opinión
sobre el dictamen. Las partes tendrán derecho a examinar
cualquier documento que el perito haya invocado en su dictamen.
En cuanto a los testigos se tiene que Podrá actuar como testigo,
cualquier persona designada por una de las partes, para que
testifique sobre cualquier cuestión de hecho relacionada con la
controversia.
Los testigos podrán ser tachados de acuerdo a normativa legal
vigente.

5.2. Carga de la prueba.


Serán medios de prueba la documental, testifical, pericial y todas
aquellas permitidas por Ley.
Cada parte deberá asumir la carga de la prueba de los hechos
en que se basa para fundar sus acciones o defensas.
La o el Árbitro Único o el Tribunal Arbitral determinará la
admisibilidad, pertinencia e importancia de las pruebas
presentadas.
A menos que la o el Árbitro Único o el Tribunal Arbitral disponga
lo contrario, las declaraciones de los testigos y peritos podrán
presentarse por escrito, en cuyo caso deberán estar suscritas por
ellos.

5.3. Valoración de la prueba.


La o el Árbitro Único o el Tribunal Arbitral, a tiempo de pronunciar
el Laudo Arbitral, tendrá la obligación de considerar todas y cada
una de las pruebas producidas, individualizando cuales el
ayudaron a formar convicción y cuales fueron desestimadas, de
acuerdo con las reglas de la sana crítica o prudente criterio.

6. Formas extraordinarias de conclusión del proceso arbitral.

Con anterioridad a que se emita el Laudo Arbitral y de forma


extraordinaria, la o el Árbitro Único o el Tribunal Arbitral, podrá
concluir el arbitraje en los siguientes casos:

Retiro de la demanda antes de su contestación, teniéndose por


no presentada.
Desistimiento de la demanda, salvo oposición de la parte
demandada fundada en un interés legítimo en obtener una
solución definitiva de la controversia, reconocida por la o el Árbitro
Único o el Tribunal Arbitral.
Desistimiento de común acuerdo del procedimiento arbitral.
Imposibilidad o falta de necesidad para proseguir las
actuaciones, comprobada por la o el Árbitro Único o el Tribunal
Arbitral.
Abandono del procedimiento arbitral por ambas partes por más
de sesenta (60) días calendario, computable desde la última
actuación.
Conciliación, transacción, mediación, negociación o amigable
composición.
Según lo establecido en el Parágrafo II del Artículo 100 de la
presente Ley.

7, El laudo arbitral. Requisitos, contenido y valor.


Requisitos del Laudo:
- Lugar y fecha de expedición.

- Nombres de las partes y de los árbitros.

- La cuestión que será sometida a arbitraje.

- Valoración de las pruebas que sustente la decisión.

- Fundamentos de hecho y de derecho para admitir o rechazar las


respectivas pretensiones y defensa.

- La decisión.

(Contenido del laudo) El Laudo Arbitral contendrá mínimamente:


1. Nombres, nacionalidad, domicilio y generales de Ley de las
partes y de los árbitros.
2. Sede, lugar y fecha en que se pronuncia el Laudo Arbitral.
3. Relación de la controversia sometida a arbitraje.
4. Individualización y evaluación de las pruebas y su relación
con la controversia.
5. Fundamentación de la decisión arbitral sea en derecho o en
equidad.
6. Modo, tiempo y lugar de cumplimiento de las obligaciones o
derechos exigibles.
7. Penalidades en caso de incumplimiento.
8. Firmas del Árbitro Único o de la mayoría de los miembros del
Tribunal Arbitral, incluyendo al o los disidentes.

La resolución del tribunal arbitral – llamado laudo arbitral - tiene la


misma eficacia que un fallo que se dicta en la justicia ordinaria. El
laudo arbitral es irrecurrible, salvo casos excepcionales de nulidad
por pronunciarse fuera del plazo previsto, ser irrazonable o tratar
sobre temas no sometidos al arbitraje.

11 TEMA 11
EL RECURSO DE NULIDAD DEL LAUDO ARBITRAL
El laudo arbitral que se sustente en un aspecto o cuestión no
discutida en el arbitraje, lesiona el derecho a la defensa e incurre
en la causal del art. 112.3.b de la Ley 708 de Conciliación de
Arbitraje (en adelante LCA) que permite la acción de nulidad
cuando “se hubiere afectado el derecho a la defensa de una de las
partes, durante el procedimiento arbitral”.

1. Recurso de nulidad en la Ley 708.


Contra el Laudo Arbitral dictado, sólo podrá interponerse
recurso de nulidad del Laudo Arbitral. Este recurso constituye la
única vía de impugnación del Laudo Arbitral.Artículo 112.
(CAUSALES DE NULIDAD DEL LAUDO ARBITRAL). I. La autoridad
judicial competente declarará la nulidad del Laudo Arbitral
por las siguientes causales:Materia no arbitrable.Laudo Arbitral
contrario al orden público.Cuando la parte recurrente pruebe
cualquiera de las siguientes causales:Que exista nulidad o
anulabilidad de la cláusula arbitral o convenio arbitral,
conforme la Ley Civil.Que se hubiera afectado al derecho a
la defensa de una de las partes, durante el procedimiento
arbitral.Que el Tribunal Arbitral se hubiera extralimitado
manifiestamente en sus facultades en el Laudo Arbitral, con
referencia a una controversia no prevista en la cláusula arbitral o
en el convenio arbitral.
Que el Tribunal Arbitral se hubiera compuesto irregularmente.II.
Las partes podrán invocar una o varias causales de nulidad
del Laudo Arbitral, siempre y cuando hubieran hecho debida
protesta de dicha causal durante el procedimiento arbitral. Artículo
113. (INTERPOSICIÓN, FUNDAMENTACIÓN Y PLAZO). I. El recurso
de nulidad del Laudo Arbitral se interpondrá ante la o el Árbitro
Único o el Tribunal Arbitral que pronunció el Laudo Arbitral,
fundamentando el agravio sufrido, en el plazo de diez (10) días
computables a partir de la fecha de notificación con el Laudo
Arbitral o, en su caso, de la fecha de notificación con la
resolución de enmienda, complementación o aclaración. II. De
este recurso se correrá traslado a la parte contraria, que deberá
responder dentro del mismo plazo. Vencido éste, la o el Árbitro
Único o el Tribunal Arbitral, con o sin respuesta del traslado
corrido, concederá el recurso disponiendo el envió de los
antecedentes ante la autoridad judicial competente de la
jurisdicción donde se realizó el arbitraje. La remisión de los
antecedentes se efectuará dentro del plazo de tres (3) días de la
concesión del recurso.III. La o el Árbitro Único o el Tribunal
Arbitral rechazará sin mayor trámite cualquier recurso de
nulidad del Laudo Arbitral que sea presentado fuera del plazo
establecido por el presente Artículo, o que no refiera alguna
de las causales señaladas en el Artículo 112 de la presente
Ley.Artículo 114. (TRÁMITE DEL RECURSO). I. Una vez recibidos los
antecedentes, la autoridad judicial radicará la causa. El domicilio
procesal de las partes será la Secretaría del Juzgado.II. La
autoridad judicial cuando se le solicite la nulidad del Laudo
Arbitral, podrá suspender la ejecución del Laudo Arbitral,
cuando corresponda y así lo solicite una de las partes, por el plazo
que estime pertinente, a fin de dar a la o el Árbitro Único o al
Tribunal Arbitral la oportunidad de reanudar las actuaciones
arbitrales o adoptar cualquier otra medida que a su juicio
elimine las causas que motivaron el recurso de nulidad del
Laudo Arbitral.III. La autoridad judicial dictará resolución sin
mayor trámite, en el plazo de treinta (30) días computables a
partir de la fecha de ingreso del expediente a despacho.IV. La
autoridad judicial conforme a su sana crítica, podrá abrir un
término probatorio de ocho (8) días, observando las reglas de la
norma procesal civil vigente.
Artículo 115. (INADMISIBILIDAD DE RECURSOS). La resolución
que resuelva el recurso de nulidad del Laudo Arbitral, no
admite recurso alguno

2. El recurso de nulidad en la doctrina.


En cuanto al trámite, el art. 760, dispone en el último párrafo que el
recurso se resolverá “sin sustanciación alguna, con la sola vista del
expediente”, es decir inaudita parte. La doctrina ha destacado la
inconveniencia de la falta de sustanciación, teniendo en cuenta que
el tema de la nulidad del pronunciamiento arbitral es complejo y son
graves las consecuencias que pueden derivar de la decisión del
recurso135. Un tribunal ha declarado la invalidez constitucional del
último párrafo del art. 760 del CPCCN pues reconocer derechos no
debatidos es incompatible con el art. 18 de la Constitución Nacional
que consagra la garantía de la defensa en juicio 136. Gozaíni,
comentando este fallo, entiende que la inconstitucionalidad
decretada por el tribunal no advierte el funcionamiento procesal de
los arts. 760 y 761 en su debida correspondencia con los principios y
presupuestos de la teoría general de la impugnación, y con las
flexibilidades y tolerancias sin abusos que admite el proceso arbitral.
Es obvio, dice, que el párrafo final del art. 760 está pensando que los
errores de procedimiento se deben resolver sin sustanciación, porque
de otro modo sería posibilitar la defensa del error. Considera que el
art. 760 funciona como un incidente de nulidad donde se revisa el
error de procedimiento y, en su caso, se devuelve a la instancia
arbitral; mientras que el art. 761 es el que permite el iudicium
recisorium, es decir, revertir
el laudo y aplicarlo a la nueva sentencia que se dicte, las reglas
comunes de los recursos.
El tribunal competente para conocer en el recurso de nulidad es el
jerárquicamente superior al juez que debiera haber intervenido en el
caso, si las partes no hubieran sometido la cuestión a árbitros (art.
763 CPCCN)138. Y por más que la última parte de este artículo marque
la salvedad que el compromiso estableciera la competencia de otros
árbitros para entender en el recurso, considera Caivano que no es
prudente en el estado actual de evolución del arbitraje admitir que la
única instancia de control judicial quede librada a la renuncia
indirecta; por ello entiende que el recurso de nulidad no puede sino
tramitar ante un tribunal judicial.
Si el recurso fuere denegado por el tribunal, el recurrente tiene la vía
de la queja que prevén los arts. 282 y 283 del CPCCN (art. 759,
segundo párrafo), la que debe interponerse directamente ante el
tribunal de alzada para que conceda el recurso .

3. EL recurso de nulidad en la jurisprudencia.


SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1765/2013

Sucre, 21 de octubre de 2013

SALA PRIMERA ESPECIALIZADA

Magistrada Relatora: Dra. Neldy Virginia Andrade Martínez

Acción de amparo constitucional


Expediente: 03782-2013-08-AAC

Departamento: La Paz

En revisión la Resolución 31/2013 de 21 de mayo, cursante de fs.


476 a 479 vta., pronunciada dentro de la acción de amparo
constitucional interpuesta por Luís Artemio Lucca Suárez contra
Víctor Luís Guaqui Condori, Juez Undécimo de Partido en lo Civil y
Comercial del departamento de La Paz, Mario Ramiro Zapata
Mejía, Jaime Ponce García y Olga Janeth Larraín Sánchez, árbitros
del Centro de Conciliación y Arbitraje de la Cámara Nacional de
Comercio.

I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA

I.1. Contenido de la demanda

El accionante mediante memoriales de 11 y 25 de abril de 2013,


cursante de fs. 221 a 234 y 237 a 243 vta., manifestó que:

I.1.1. Hechos que motivan la acción

El 29 de enero de 2009, formalizó una demanda arbitral ante el


Centro de Conciliación y Arbitraje de la Cámara Nacional de
Comercio de esta ciudad, que fue dirigida contra el Banco
Mercantil Santa Cruz S.A. Alianza Vida, Seguros y Reaseguros S.A.
y HP Brokers S.R.L., habiéndose iniciado el proceso arbitral con el
Tribunal Arbitral constituido por los abogados Mario Ramiro Zapata
Mejía, Jaime Ponce García y Fernando Gutiérrez, último que a raíz
de su fallecimiento fue sustituido por Olga janeth Larraín Sánchez.
Llevado a cabo el procedimiento respectivo, el 17 de septiembre
de 2012, los árbitros emitieron el Laudo Arbitral 02/2012 de 17 de
septiembre, por el cual declararon improbadas las excepciones de
la parte demandada e improbada la demanda así como la
reconvención opuesta por HP Brokers S.R.L., notificado con el
citado Laudo Arbitral el 25 de septiembre de 2012, solicitó
“aclaración y complementación” (sic) que fue resuelto por Laudo
Arbitral Complementario 04/2012 de 1 de octubre y
posteriormente a ello, en plazo hábil presentó recurso de
anulación contra el referido Laudo, amparado en los arts. 62 y
63.I.2 de la Ley de Arbitraje y Conciliación (LAC).

Posteriormente, el Tribunal Arbitral emitió Laudo Interlocutorio


21/12 de 13 de noviembre de 2012, el que le fue notificado el 20
de noviembre, por el cual de manera antijurídica e ilícita, se
rechazó el recurso de anulación señalándose -a su juicio-
falsamente que: a) “la anulación parcial del Laudo no está
concebida en la Ley de Arbitraje y Conciliación” (sic),
específicamente en el art. 63 de la LAC, debido a que dicha norma
se refiere a la anulación del laudo “en su integridad”; y, b) Que su
persona “no ha efectuado protesta expresa de las causales de
anulación, sobre la cual funda el recurso de anulación presentado”
(sic), esto es, teniendo la oportunidad de hacerlo como parte de su
solicitud de complementación y enmienda o de modo
independiente. Esa interpretación resulta irrazonable, arbitraria e
ilógica, además de contraria a sus derechos fundamentales por lo
siguiente:
1) Omite las reglas y métodos de interpretación al momento de
interpretar la norma contenida en el art. 63 de la LAC, en clara
vulneración lo establecido en la “SC 1846/2004” Dicha norma
señala: “La anulación parcial del Laudo Arbitral no está concebida
por la Ley ya que ella se refiere a la anulación del Laudo en su
integridad” (sic). Así desde una interpretación teleológica implica
que la intención del legislador al adoptar el recurso de anulación si
bien fue establecer la mínima intervención de la jurisdicción
ordinaria; sin embargo, cuando interviene es para dotar al
ciudadano de un medio por el cual pueda someter a control judicial
los actos del Tribunal Arbitral, cuando se presenten algunas de las
causales previstas en la ley en protección del derecho a la tutela
judicial efectiva. En el mismo sentido, aplicando los principios de
progresividad (art. 29.b) y c) de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos), pro homine (arts. 5 del Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos y 29 de la [PIDCP]), pro actione y de
favorabilidad, los cuales tienen a prohibir restricciones para el
acceso a la justicia, el recurso de anulación conforme se encuentra
legislado no está restringido y menos limitado en su interposición
contra la totalidad del laudo arbitral, toda vez que sería ilógico
suponer o interpretar que obligatoriamente deban impugnarse
aspectos que no generen agravios al “recurrente”, entendimiento
que también puede extraerse desde una interpretación literal de la
norma, que no menciona que el recurso de anulación
exclusivamente procede sólo contra la “totalidad” o “integridad”
del Laudo Arbitral; y,

2) Se interpretó ilógica y equivocadamente el art. 63.III de la LAC,


toda vez que dicha norma refiere que durante el procedimiento
arbitral la parte recurrente deberá plantear una protesta respecto
de las causales referidas. De una interpretación literal y
sistemática de dicha norma no es posible considerar que dentro de
la petición de aclaración, complementación y enmienda pueda
hacerse protesta sobre alguna de las causales de anulación del
laudo arbitral, conforme lo indica el art. 59 de la LAC y menos aún
podría ser factible presentar la protesta “de modo independiente”
(sic), es decir después del laudo, debido a que el art. 61 de la LAC,
señala que los actos relativos a la “complementación y enmienda”
dan por terminadas las actuaciones arbitrales con lo cual cesan las
funciones del Tribunal arbitral no pudiendo existir posteriormente
peticiones “independientes”. Es decir, no se consideró que el 9 de
marzo de 2012, presentó alegatos dentro del proceso arbitral y en
el punto 5 hizo protesta expresa de acudir al recurso de anulación
por violación al orden público e inclusive citó y transcribió el art.
63.III de la citada Ley, para confirmar que se encontraba haciendo
la protesta respectiva en base a la causal del mencionado art.
63.I.2 de la LAC. Inclusive el propio Laudo Arbitral 02/2012, en su
página 109, primer párrafo reconoce que su persona hizo protesta
de utilizar el recurso de anulación por violación al orden público,
por lo que es inconcebible que los árbitros indiquen falazmente
que no realizó la protesta respectiva utilizando “interpretaciones”
(sic) fuera de contexto.

Contra dicho rechazo, en aplicación del art. 65 de la LAC, formuló


recurso de compulsa, que fue resuelto por el Juez Undécimo de
Partido en lo Civil y Comercial, mediante Resolución 12A/2013 de
21 de enero, quien determinó declarar ilegal la compulsa con un
argumento contradictorio, que por una parte afirma que “las
partes pueden hacer uso de la potestad del art. 63.III de la Ley
1770 sólo durante el procedimiento arbitral el cual empieza
cuando los árbitros notificaron su aceptación y concluye con el
laudo arbitral” (sic) y por otra parte que “una vez dictado el Laudo
Arbitral en esa oportunidad o de manera separada hasta la
emisión del Laudo Arbitral complementario no se hizo protesta
expresa contra el Laudo Arbitral y que la protesta formulada en el
memorial de alegatos no es una protesta concreta y puntual sino
general” (sic); es decir, que una vez dictado el Laudo Arbitral en
esa oportunidad o de manera separada hasta la emisión del Laudo
Arbitral complementario no se hizo protesta expresa contra el
mismo y que la protesta formulada en el memorial de alegatos no
es una protesta concreta y puntal sino general. En suma,
incoherentemente, el referido Juez razonó que sólo durante el
procedimiento arbitral y hasta que concluye el mismo con la
emisión del laudo arbitral se puede hacer protesta de alguna
causal de anulación y que luego diga discordantemente que su
persona de manera posterior al laudo arbitral no hizo protesta
expresa, si se supone que a criterio del juez el procedimiento
concluyó con el laudo arbitral entonces no cabría posibilidad de
que se hubiera hecho protesta después de emitido dicho laudo,
extremo irracional que vulnera la finalidad de la interpretación
cual es el encontrar el sentido y alcance de la norma en análisis.

Esa interpretación deja de lado indebidamente por parte de los


demandados que mediante memorial de alegatos de 9 de marzo
de 2012, su persona sí formuló en el punto 5 protesta expresa de
acudir al recurso de anulación por violación al orden público e
inclusive citó y transcribió el art. 63.III de la LAC, para confirmar
que se encontraba haciendo dicha protesta en base a la causal
prevista en el art. 63.I.2 de la LAC, por constituirse un Laudo
Arbitral contrario al orden público, situación que fue reconocida en
el propio Laudo Arbitral 02/2012, en su página 109, primer párrafo,
en el cual afirma que en efecto hizo protesta de utilizar el recurso
de anulación por violación al orden público. Por lo mismo, el Juez al
emitir la Resolución 12A/2013, señaló que efectuó una
“interpretación integral” del art. 63.III de la LAC; sin embargo,
tampoco mencionó o precisó el método o criterio de interpretación
específico que hubiera asumido para arribar a la conclusión
contenida en su resolución.

I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados

El accionante estima lesionados sus derechos al debido proceso y


tutela judicial efectiva por irrazonable interpretación de la
legalidad ordinaria, a recurrir y a ser oído por un juez
independiente, competente e imparcial; a utilizar un recurso
efectivo o derecho a la impugnación y al acceso a la justicia, así
como inobservancia del principio de legalidad, sin citar norma
constitucional que los contenga.

I.1.3. Petitorio

Solicita se le conceda la acción de amparo y en consecuencia: i) Se


anule y se deje sin efecto legal la Resolución 12A/2013, emitida
por el Juez Undécimo de Partido en lo Civil y Comercial
demandado; ii) Se anule y se deje sin efecto legal el Laudo
Interlocutorio 21/12, que rechazó el recurso de anulación; y, iii) Se
ordene al Juez Undécimo de Partido en lo Civil emita nueva
resolución apegada a una correcta interpretación “y respeto a los
derechos y garantías antes desarrollados y se declare legal la
compulsa presentada” (sic).

I.2. Audiencia y Resolución del Tribunal de garantías

La audiencia pública instalada el 30 de abril de 2013, según consta


en el acta cursante de fs. 249 a 250, se suspendió por haberse
constatado que no se notificaron a los terceros interesados.

Celebrada la audiencia pública el 7 de mayo de 2013, según


consta en el acta cursante de fs. 456 a 465, se produjeron los
actuados que a continuación se detallan:

I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción

El abogado del accionante ratificó y reiteró la acción de amparo


constitucional presentada.

I.2.2. Informe de las autoridades demandadas

Víctor Luís Guaqui Condori, Juez Undécimo de Partido en lo Civil y


Comercial del departamento de La Paz, en su informe escrito de 30
de abril de 2013, cursante a fs. 247 y vta., manifestó lo siguiente:
a) Dentro del recurso de compulsa seguido por el accionante no se
encuentra formalmente notificado con la Resolución 12A/2013,
razón por la cual no se ha devuelto el expediente arbitral; b) Al
conocer y resolver el recurso de compulsa interpuesto contra el
laudo interlocutorio que rechazó el recurso de anulación se limitó a
establecer si dicho rechazo por parte del Tribunal Arbitral fue al
margen de las causales de anulación previstas por el art. 63 de la
LAC; c) En ese orden, respecto al momento procesal para plantear
el instituto jurídico de la protesta, conforme refiere el art. 63.III de
la LAC, las partes pueden hacer uso de la misma sólo durante el
procedimiento arbitral, el cual empieza según el art. 43 de la LAC,
cuando los árbitros hayan notificado a las partes la aceptación de
su designación y concluye según dispone el art. 50 de la citada
Ley, con el laudo arbitral, es así que puede plantearse la protesta
en cualquiera de las fases señaladas para en su caso ser
reiterados en el recurso de anulación; situación que no ocurrió en
el caso concreto, por cuanto el accionante el 28 de septiembre de
2012, solicitó complementación del Laudo Arbitral 02/2012, que
según señalaba, era contrario al orden público, sin que en esa
oportunidad o de manera separada hasta la emisión del Lauto
Arbitral Complementario de 1 de octubre de 2012, hubiera hecho
protesta expresa contra el Laudo Arbitral; toda vez, que no
correspondía la protesta de una causal de anulación inexistente; y,
d) Por lo que, lo referido en el punto cinco del memorial de
alegatos de 9 de marzo de 2012, expuestos ante el tribunal
arbitral, base del recurso de compulsa, no cumplió con el citado
art. 63.III de la LAC; es decir, la alegación referida no constituye
una protesta concreta y puntal sino general, que hace alusión a la
correcta valoración de las pruebas caso contrario el fallo sería
contrario al orden público.

Por su parte, Olga Janeth Larraín Sánchez, árbitra del Centro de


Conciliación y Arbitraje de la Cámara Nacional de Comercio, en su
informe escrito cursante de fs. 402 a 404, indicó que el Tribunal
Arbitral que conformó como árbitro sustituto al fallecimiento de
Fernando Gutiérrez Moscoso, dio estricto cumplimiento a la Ley de
Arbitraje y Conciliación y el Reglamento del Centro de Conciliación
y Arbitraje, por lo que peticionó que la presente acción se declare
“improcedente”, indicando lo siguiente: 1) Desde la emisión Laudo
Arbitral 02/2012 de 17 de septiembre, por el cual, resolviendo en
equidad se declaró improbada la demanda y también la
reconvención, han transcurrido más de seis meses, por lo que la
acción de amparo, contra el Tribunal Arbitral, fue planteada fuera
de término conforme lo dispuesto en el art. 129.II de la
Constitución Política del Estado (CPE), por lo mismo dicho tribunal
cesó en sus funciones; 2) La acción de amparo fue planteada
defectuosamente, debido a que en la misma se demandó al
Tribunal Arbitral y también al Juez Undécimo de Partido en lo Civil
y Comercial, dos instancias con jurisdicción distinta, por lo mismo
no correspondía se plantee en una misma acción; y, 3) La solicitud
de anulación parcial del laudo arbitral efectuada por el ahora
accionante no se encuentra prevista en ninguna parte de la
legislación vigente. Contra el laudo arbitral sólo puede plantearse
recurso de anulación por alguna de las causales establecidas en el
art. 63 de la LAC, aspecto que no fue cumplido por el accionante
conforme estipula el parágrafo II de la misma norma, que señala:
“La parte recurrente que durante el procedimiento arbitral
omitiere plantear una protesta respecto de las causales señaladas,
no podrá invocar la misma causal en el recurso de anulación” (sic).
Ahora bien, en el memorial de alegatos presentado por el
accionante no hace protesta formal, sólo emite una advertencia
relacionada con este artículo en lo que concierne al orden público,
no siendo suficiente dicha advertencia para enmarcarse dentro del
art. 63.II de la LAC.

De otro lado, Mario Ramiro Zapata Mejía, en su informe escrito


cursante de fs. 408 a 410, expresó lo siguiente: i) Esgrime
similares fundamentos a los vertidos por Olga Janeth Larraín
Sánchez, respecto a que el amparo constitucional fue interpuesto
fuera del plazo de los seis meses, computando dicho plazo desde
la emisión del Laudo Arbitral de 02/2012; ii) Señala que en
aplicación de lo dispuesto en el art. 67 de la LAC referido a la
inadmisibilidad de recursos, no procedía la acción de amparo
constitucional, al ser una ley especial; iii) Conforme estipula el art.
62 de la LAC, esta norma abre la vía de impugnación del laudo
arbitral a través del recurso de anulación para revisar la validez
formal del arbitraje, como ocurre también con el amparo
constitucional; iv) Reproduce similares argumentos a los señalados
por Olga Janeth Larraín Sánchez, respecto a que no correspondía
interponer en un mismo amparo constitucional contra la autoridad
judicial y el Tribunal Arbitral, al ser instancias jurisdiccionales
distintas; v) No es posible incoar recurso de anulación parcial del
laudo arbitral, porque el mismo es una unidad en todos sus
componentes y además no está previsto en ninguna parte de la
legislación vigente, aseveración que concuerda con lo previsto en
el art. 14.IV de la CPE; vi) Contra el laudo arbitral sólo puede
plantearse el recurso de anulación por alguna de las causales
señaladas en el art. 63 de la LAC, aspecto que no fue cumplido por
el ahora accionante de conformidad con el parágrafo III de dicho
artículo, debido que de sus alegatos se advierte que no hizo una
protesta formal presentada en cualquier momento del
procedimiento arbitral, realizó únicamente una advertencia
relacionada y concerniente al orden público; y, vii) Conforme
dispone el art. 61 de la LAC, el Tribunal Arbitral cesó en sus
funciones, por lo que no puede interponerse “recurso” alguno a un
tribunal que ya no existe.

Finalmente, Jaime Ponce García, en su informe escrito cursante de


fs. 415 a 417, indicó lo siguiente: a) El Tribunal Arbitral ha
concluido completamente sus funciones desde que se notificó la
resolución del recurso de compulsa interpuesto por la parte
demandante -ahora accionante- y conforme dispone el art. 67 de
la LAC, desde que se resuelve dicho recurso no se admite ningún
otro; por lo que, no tiene ningún fundamento legal la incorporación
del Tribunal Arbitral en la acción de amparo constitucional; b)
Esgrime similares fundamentos a los vertidos por Olga Janeth
Larraín Sánchez y Mario Ramiro Zapata Mejía, respecto a que el
amparo constitucional fue interpuesto fuera del plazo de los seis
meses, computando dicho plazo desde la emisión del Laudo
Arbitral de 17 de septiembre de 2012; y, c) En el alegato de la
parte demandante -ahora accionante- que fue recogido con toda
amplitud en el Laudo, hizo una advertencia al Tribunal de que si
falla contra el orden público se utilizaría el art. 63 de la LAC, esto
es recurso de anulación. Esa advertencia no es protesta como
exige la Ley. La protesta debe presentarse y anunciarse si el
Tribunal viola o vulnera un derecho de la parte, como por ejemplo
los derechos a la defensa, el debido proceso, la misma debe ser
formal enunciado el hecho violatorio y anunciando que será causal
de nulidad del laudo. Dicha protesta como tal no se ha expresado
en ningún momento por el demandante, debido a que el Tribunal
arbitral no ha violado ningún derecho de las partes. Ahora bien,
como se hizo notar en el último laudo, la protesta se presenta en
cualquier momento del procedimiento arbitral y el recurso de
explicación, complementación y enmienda era el último momento
del procedimiento arbitral; es decir, subrayó que ni siquiera en la
última actuación se presentó una protesta específica, formal y
pública como debe ser para que se constituya en causal de
nulidad.

I.2.3. Intervención de los terceros interesados

Alejandro Fabián Ybarra Carrasco, representante legal de Alianza


Vida Seguros y Reaseguros S.A., a través de memorial de 7 de
mayo de 2013, cursante de fs. 431 a 433 vta., refirió: 1) En el
amparo no debió demandarse al Tribunal Arbitral y al Juez
Undécimo de Partido en lo Civil y Comercial, al mismo tiempo, por
cuanto son dos jurisdicciones totalmente distintas, sino solamente
contra la jurisdicción ordinaria quien tiene la competencia de
conocer el recurso de compulsa y que a decir del accionante ha
sido indebidamente negado; 2) El accionante no especificó que
vertiente del derecho al debido proceso le fue lesionado; 3) No se
vulneró su derecho a la jurisdicción, prueba de ello es que recurrió
incluso de recurso de compulsa, sin que su rechazo signifique su
lesión por cuanto el principio pro actione se encuentra limitado por
la Ley de Arbitraje y Conciliación; 4) El Juez Undécimo de Partido
en lo Civil y Comercial declaró ilegal la compulsa interpuesta
contra el Laudo Interlocutorio 21/12, que rechazó el recurso de
anulación parcial del Laudo Arbitral, únicamente se limitó a
establecer si el Tribunal Arbitral rechazó tal recurso de anulación
al margen de las causales de anulación previstas por el art. 63 de
la LAC y si el mismo estaba debidamente motivado; y, 5) El
accionante no ha cumplido con la carga argumentativa para que el
Tribunal Constitucional ingrese a revisar la interpretación de la
legalidad ordinaria.

Mauricio Javier Blacutt Blanco, representante legal del Banco


Mercantil Santa Cruz S.A., en su memorial de 7 de mayo de 2013,
cursante de fs. 452 a 455 vta., expresó lo siguiente: i) El proceso
arbitral, dado su carácter transaccional, no goza de todos los
derechos y garantías de un proceso judicial; por ello, solamente
cabe contra el laudo arbitral el recurso de anulación en el que no
se realiza un examen de fondo del asunto, lo que significa que
procede solo ante la existencia de algunas causales prevista en el
art. 63 de la LAC; conforme pretende el ahora accionante, esto es
por errónea valoración de la prueba e interpretación de las
normas; ii) La norma contenida en el art. 63.III de la LAC, exige
como requisito sine quanon para viabilizar toda interposición de un
recurso de anulación la previa protesta de las causales de nulidad
a ser invocadas, pero esta protesta, como es lógico, debe
necesariamente hacerse después de verificada la causal de
nulidad (tasada como tal por la ley) y antes de interponerse el
recurso de anulación. En el caso de examen, el accionante afirma
que realizó dicha protesta en sus alegatos, esto es, denunció
causales de nulidad del laudo arbitral, empero lo hizo, cuando aún
no existía materialmente dicho laudo; es decir, cuando aún no se
había dictado. Por lo mismo, en su memorial de alegatos lo único
que hizo es “amenazar que en caso de que se declare probada
alguna de las excepciones opuestas por los demandaos, el Laudo
Arbitral afectaría al orden público”(sic). Dicha amenaza no puede
ser considerada como invocación de alguna causal de nulidad y
menos aún puede ser la base de un recurso de anulación del laudo
arbitral, puesto que en el Laudo Arbitral no se ha declarado
probada ninguna de las excepciones opuestas por los
demandados. Es más, mediante memorial de 31 de agosto de
2012, el accionante dio su conformidad con el contenido del acta;
y, iii) Todo laudo arbitral constituye una unidad y es integral,
contiene causales de anulación o no, no puede contener
parcialmente causales de anulación, por eso es que el legislador
no contempló la posibilidad de una nulidad parcial de un laudo
arbitral. El accionante confunde el recurso de anulación con el de
apelación siendo que son distintos. Por lo mismo, no puede
demandarse nulidad parcial de un laudo en la parte que no
favorece a una de las partes, debido a que es procedimiento de
única instancia.

Hernán Osuna Arano, representante legal de HP Brokers


Corredores y Asesores de Seguros S.R.L., no presentó sus alegatos
en este proceso constitucional de amparo.

I.2.4 Resolución

La Sala Penal Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de La


Paz, constituida en Tribunal de garantías, por Resolución 31/2013
de 21 de mayo, cursante de fs. 476 a 479 vta., después de que se
emitieron dos votos disidentes y se convocó un dirimidor, con el
voto particular y fundamentado de cada uno de los miembros, se
denegó la tutela peticionada, respecto tanto de los árbitros del
Centro de Conciliación y Arbitraje de la Cámara Nacional de
Comercio, así como del Juez Undécimo de Partido en lo Civil y
Comercial ahora demandados, con los siguientes fundamentos
jurídicos: a) Conforme dispone el art. 63.III de la LAC y así lo
entendieron la SC 0616/2011-R y la SCP 0958/2012, para
habilitarse al recurso de anulación del laudo arbitral debe existir
una protesta expresa, formal y previa, la que debe ser efectuada
en el trámite del proceso arbitral, protesta que no puede ser
excusada, de lo contrario surge la preclusión. En el caso concreto,
el accionante no cumplió con la protesta sobre las posibles causas
de anulación del laudo arbitral, por cuanto si bien se lo hizo en los
alegatos, ello no constituye una verdadera protesta, por lo que de
conformidad con el art. 64.II de la LAC, el Tribunal Arbitral actuó
correctamente rechazando el recurso de anulación; y, b) De las
normas previstas en el art. 62 y 63 de la LAC, y de toda la ley, se
extrae que el recurso de anulación procede contra todo el laudo
arbitral y no así contra una parte del mismo, más aún si se
cuestiona violación al orden público, como afirmó el ahora
accionante, distinta es la situación cuando la protesta se efectúa
sólo respecto a una de las causales y no de todas, empero la
anulación es de la totalidad del laudo arbitral.

II. CONCLUSIONES

De la debida revisión y compulsa de los antecedentes, se llega a


las conclusiones que se señalan seguidamente:

II.1. Dentro del proceso arbitral iniciado por Luís Artemio Lucca
Suárez -ahora accionante- contra el Banco Mercantil Santa Cruz
S.A., Alianza Vida Seguros y Reaseguros S.A. y HP Brokers
Corredores y Asesores de Seguros S.R.L, el Tribunal Arbitral
compuesto por Mario Ramiro Zapata Mejía, Jaime Ponce García y
Olga Janeth Larraín Sánchez, árbitros del Centro de Conciliación y
Arbitraje de la Cámara Nacional de Comercio, emitió el Laudo
Arbitral 02/2012 de 17 de septiembre, por el cual, resolviendo en
equidad, declaró improbadas la demanda, la reconvención, así
como las excepciones opuestas por los demandados (de
incompetencia, de prescripción, litis pendencia, oscuridad y
contradicción en la demanda, constitución irregular del Tribunal
Arbitral y falta de personería o legitimidad del demandado) (fs. 28
a 174).

II.1.1. En el memorial de 9 de marzo de 2012, el accionante


formuló sus alegatos. En el punto 5, bajo el título de petitorio,
señaló lo siguiente: “…haciendo protesta de que en atención a que
la correcta valoración de las pruebas conforme a las reglas
establecidas en nuestro sistema procesal civil y aplicación objetiva
de la norma sustantiva civil-comercial que ha sido desarrollada a
lo largo del proceso darán lugar a establecer la veracidad de mis
argumentos de fondo y la improcedencia de las excepciones
opuestas porque caso contrario el fallo a ser emitido será contrario
al orden público (Art. 63.II de la Ley 1770); solicito a sus dignas
Autoridades emitir Laudo Arbitral por medio del cual se declare
probada mi demanda ….” (sic) (fs. 1 a 27 vta.).

II.1.2 Por memorial de 31 de agosto de 2012 (fs. 296), el


accionante dio su conformidad con el contenido de las actas, entre
otras, de “Alegatos” de 9 de marzo de 2012.
II.2. Después de notificado el accionante con el Laudo Arbitral
02/2012 de 17 de septiembre, solicitó aclaración y
complementación (fs. 179), que fue resuelto por Laudo Arbitral
Complementario 04/2012 de 1 de octubre, declarando no ha lugar
a lo solicitado (fs. 180 a 182)

II.3. Presentado el recurso de anulación ante el Tribunal Arbitral el


17 de octubre de 2012, contra el Laudo Arbitral 02/2012 y su
complementario 04/2012 (fs. 187 a 200), motivando en la causal
de anulación contenida en el art. 63.I.2 de la LAC y peticionando
se “anule parcialmente el Laudo Arbitral No. 02/2012 de 17 de
septiembre dejándose sin efecto los Artículos Tercero y Sexto…”
(sic); el Tribunal Arbitral emitió el Laudo Interlocutorio 21/12 (fs.
201 a 202), rechazando su impugnación con los siguientes
argumentos: 1) La anulación parcial del Laudo Arbitral no está
concebida por el art. 63 de la LAC, ya que dicha norma se refiere a
la anulación del Laudo “en su integridad”; y, 2) No efectuó
protesta expresa de las causales de anulación conforme dispone el
art. 63.III de la LAC, teniendo la oportunidad de hacerlo como
parte de su solicitud de complementación y enmienda o de modo
independiente.

II.4. Contra el rechazo del recurso de anulación, el accionante


presentó ante el Juzgado Undécimo de Partido en lo Civil y
Comercial, recurso de compulsa (fs. 204 a 206), que fue resuelto
por dicha autoridad jurisdiccional mediante Resolución 12A/2013
de 21 de enero (fs. 214 a 215), declarando ilegal la compulsa con
el siguiente argumento:
Conforme a lo dispuesto en el art. 63.III de la LAC, las partes
pueden hacer uso de la potestad de protesta sólo durante el
procedimiento arbitral, el cual empieza, según el art. 43 de la LAC,
cuando los árbitros hayan notificado a las partes su aceptación de
la designación y concluye según dispone el art. 50 de la LAC, con
el laudo arbitral, para en su caso ser reiterado en el recurso de
anulación. En el caso concreto, en oportunidad de solicitar la
complementación del Laudo Arbitral o de manera separada hasta
la emisión del Laudo Arbitral complementario de 01 de octubre de
2012, debió realizar la protesta expresa contra el laudo arbitral,
toda vez que no corresponde la protesta de una causal inexistente.
Por lo que, lo señalado en el memorial de alegatos, no cumple con
el citado art. 63.III de la LAC; es decir, no constituye una protesta
concreta y puntual sino general, haciendo alusión a la correcta
valoración de las pruebas y violación al orden público.

III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO

El accionante, alega la vulneración a sus derechos al debido


proceso y tutela judicial efectiva por irrazonable interpretación de
la legalidad ordinaria, a recurrir y a ser oído por un juez
independiente, competente e imparcial, a utilizar un recurso
efectivo o derecho a la impugnación y al acceso a la justicia, así
como inobservancia del principio de legalidad, en razón a que en
el proceso arbitral en el que era demandante, tanto el Tribunal
Arbitral, al momento de rechazar el recurso de anulación a través
del Laudo Arbitral Interlocutorio 21/12 de 13 de noviembre de
2012, como el Juez Undécimo de Partido en lo Civil y Comercial al
declarar ilegal la compulsa a través de la Resolución 12A/2012 de
21 de enero, interpretaron irrazonablemente la ley aplicable
vulnerando sus derechos arriba mencionados, porque: 1)
Interpretaron y aplicaron incorrectamente y sin tener en cuenta
criterios de interpretación constitucional, el art. 63.III de la LAC,
invalidando la protesta que realizó el 9 de marzo de 2012, en sus
alegatos dentro del proceso arbitral sobre la causal de anulación
del laudo arbitral descrita en el art. 63.I.2 de la LAC; esto es, por
violación al orden público, con el argumento de que no hizo
protesta expresa de las causales de anulación en su solicitud de
complementación o enmienda o de modo independiente, pese a
que el propio laudo reconoció que realizó tal protesta; y, 2) La Ley
de Arbitraje y Conciliación no prevé la posibilidad de interponer
recurso de anulación parcial contra el laudo arbitral, porque sólo
se refiere a la anulación del laudo en su integridad, sin tener en
cuenta que con ello se estaría entendiendo que deba impugnarse
aspectos que no generen agravios al recurrente.

En consecuencia, corresponde determinar en revisión, si se


concede o no la tutela solicitada.

III.1. Recurso de anulación del Laudo Arbitral

Dada la naturaleza jurídica de los procesos arbitrales, de ser un


medio alternativo de solución de controversias, la ley ha previsto
el recurso de anulación, como único mecanismo de impugnación
ante la jurisdicción ordinaria, sólo en los casos en los que procede
la anulación del Laudo. Así el art. 62 de la LAC, dispone que:
"Contra el laudo dictado por el Tribunal Arbitral sólo podrá
interponerse recurso de anulación. Este recurso constituye la única
vía de impugnación del laudo arbitral…".

El recurso de anulación, conforme dispone el art. 64 de la LAC, se


interpone ante el mismo Tribunal Arbitral que pronunció el Laudo
Arbitral fundamentando el agravio sufrido, en el plazo de diez días
computables a partir de la fecha de su notificación o, en su caso,
de la fecha de notificación con la resolución que resuelva la
enmienda, complementación o aclaración y, una vez corrido el
traslado a la parte contraria con o sin respuesta, concederá el
recurso disponiendo el envío del expediente ante el Juez de Partido
en lo Civil y Comercial de turno del correspondiente Distrito
Judicial en el plazo de veinticuatro horas de la concesión del
recurso; sin embargo, el Tribunal Arbitral puede rechazar dicho
recurso de anulación sin mayor trámite pero con la debida
fundamentación, por estar fuera de plazo o porque no se
encuentra fundado en las causales señaladas por el art. 63 de la
LAC, conforme lo dispone el art. 64.III de la citada Ley.

Por su parte, el art. 65 de la LAC, refiere que si el recurso de


anulación fuere rechazado al margen de las previsiones del
artículo anterior, la parte interesada podrá interponer recurso de
compulsa ante el juez de partido de turno en lo civil, quien lo
sustanciará conforme a lo dispuesto en el Código de Procedimiento
Civil. Al respecto la SC 0548/2005-R de 20 de mayo, señaló que la
facultad conferida por el art. 65 de la LAC, al juez ordinario: “…se
limitará a establecer si el tribunal arbitral rechazó el recurso de
anulación al margen de las causales de anulación previstas por el
art. 63 de la LAC, sin que le corresponda realizar otro análisis, sin
embargo se entiende que dicha Resolución debe estar motivada
pues la exigencia de motivación de las resoluciones judiciales se
satisface cuando éstas, de modo explícito o implícito, contienen las
razones o elementos de juicio que permiten conocer a los
interesados cuáles han sido los hechos y los criterios jurídicos que
fundamentan la decisión”.

Para la procedencia del recurso de anulación el art. 63.III de la


LAC, exige protesta previa en el procedimiento arbitral de las
causales de anulación, así el mencionado art. 63 indica: “La parte
recurrente que durante el procedimiento arbitral omitiere plantear
una protesta respecto de las causales referidas, no podrá invocar
la misma causal en el recurso de anulación”. Sobre ello este
Tribunal Constitucional Plurinacional se ha manifestado en otro
caso, al respecto la SCP 1673/2012 de 1 de octubre, identificó dos
supuestos en los que no es exigible la protesta previa, esto es,
cuando se invoquen las causales de anulabilidad previstas en el
art. 63.II.3 de la LAC, por lesión al derecho a la defensa y art.
63.I.2 de la mencionada Ley, cuando el laudo arbitral sea contrario
al orden público; en ambos casos la parte afectada puede
interponer directamente su recurso de anulación contra el laudo
arbitral, con la exigencia de que motive en forma suficiente las
causales de anulación, a tiempo de interponerse el recurso de
anulación referido. La señalada Sentencia, estableció que: “…el
Laudo Arbitral Definitivo o en su caso el Laudo Complementario,
llegasen a vulnerar el derecho al debido proceso de las partes, en
su vertiente derecho a la defensa (reconocida como causal de
anulabilidad según el art. 63.II.3 de la LAC), o en su caso cuando el
Laudo Arbitral sea contrario al orden público (reconocido como
causal de anulabilidad según el art. 63.I.2 de la indicada Ley), no
será exigible la protesta establecida en el art. 63.III de LAC,
pudiendo la parte afectada, interponer directamente su recurso de
nulidad, sin necesidad de cumplir previamente con la protesta;
dentro los plazos procesales establecidos para el efecto; con la
exigencia, de que la parte afectada, mencione expresamente la
causal en la que funda su recurso y la motive de manera clara, ya
que no sería aceptable que se presente el indicado recurso, en
base a hechos o actos que no se encuentren expresamente
reconocidos como causales de anulabilidad en el ordenamiento
legal. Razonamiento constitucional, que se desarrolla, en
resguardo al derecho de impugnación reconocido en el art. 180.II
de la CPE 'Se garantiza el principio de impugnación en los procesos
judiciales', extensible a los procesos arbitrales, en razón a que
este último, se constituye en un medio alternativo de solución de
controversias; así como al principio de flexibilidad, por el que se
establece, que las actuaciones en el proceso arbitral, son
informales, adaptables y simples, por su naturaleza jurídica, tal
cual lo dispone el art. 2 inc. 2 de la LAC”.

Ahora bien, dicho entendimiento jurisprudencial contenido en


la referida SCP 1673/2012, que exime a las partes en
determinados casos de presentar protesta previa de las causales
de anulación, se justifica en razón a que si durante el
procedimiento arbitral se afectaron derechos, garantías y
principios consagrados en la Constitución, como son la defensa
(art. 63.II.3 de la LAC), o cuando el Laudo Arbitral sea contrario al
orden público (art. 63.I.2 de la LAC), el Juez de Partido en lo Civil y
Comercial de turno, tiene la facultad y obligación de efectuar el
control jurisdiccional del laudo arbitral que es objeto de recurso de
anulación aún sin previa protesta, por cuanto, conforme refirió la
SCP 0814/2012 de 20 de agosto, el control del cumplimiento de los
límites al ejercicio de los mecanismos alternativos de solución de
controversias como es el arbitraje, está encomendado al juez
ordinario civil, dado que conforme advirtió la SCP 0112/2012 de 27
de abril, los jueces ordinarios se constituyen en los garantes
primarios de la Constitución de acuerdo al mandato previsto en el
art. 410 de la CPE.

III.2. Análisis del caso concreto

En el caso concreto el accionante, alega que tanto el Tribunal


Arbitral de la Cámara Nacional de Comercio, al momento de
rechazar el recurso de anulación a través del Laudo Arbitral
Interlocutorio 21/12, como el Juez Undécimo de Partido en lo Civil y
Comercial, al declarar ilegal la compulsa a través de la Resolución
12A/2013, interpretaron irrazonablemente la ley aplicable
vulnerando sus derechos, porque interpretaron y aplicaron
incorrectamente y sin tener en cuenta criterios de interpretación
constitucional, el art. 63.III de la LAC, invalidando la protesta que
realizó el 9 de marzo de 2012, en sus alegatos dentro del proceso
arbitral sobre la causal de anulación del laudo arbitral, contenida
en el art. 63.I.2 de la LAC, esto es, por violación al orden público,
con el argumento de que no hizo protesta expresa de las causales
de anulación en su solicitud de complementación o enmienda y de
modo independiente, pese a que el propio Laudo reconoció que
realizó tal protesta.
Conforme se tiene demostrado de los hechos conclusivos
(Conclusión II.4), contra el rechazo del recurso de anulación, el
accionante presentó ante el Juzgado Undécimo de Partido en lo
Civil y Comercial, recurso de compulsa, que fue resuelto por dicha
autoridad jurisdiccional mediante Resolución 12A/2013,
declarando ilegal la compulsa con el argumento que conforme a lo
dispuesto en el art. 63.III de la LAC, las partes pueden hacer uso
de la potestad de protesta sólo durante el procedimiento arbitral,
el cual empieza, según el art. 43 de la de la citada Ley, cuando los
árbitros hayan notificado a las partes la aceptación de su
designación y concluye según dispone el art. 50 del cuerpo
normativo, con el laudo arbitral, para en su caso ser reiterado en
el recurso de anulación.

Al respecto, cabe establecer que como se señaló en la SCP


1673/2012, no es exigible la protesta previa cuando se invoca
como causal de anulación que el laudo arbitral es contrario al
orden público (art. 63.I.2 de la LAC), en cuyo mérito no resultaba
exigible la protesta previa al recurso de anulación; de ahí se tiene
que el Tribunal Arbitral al momento de conceder o rechazar el
recurso debe analizar si el mismo se adecua a los escenarios de
anulación del art. 63 de la LAC, pronunciándose sobre la
procedencia de la concesión o no del recurso, al efecto dicho
Tribunal en atención a la jurisprudencia vigente antes relatada, al
percatarse que se impugnaba el Laudo por ser contrario al orden
público, debió haber ingresado a considerar si lo argumentado por
el accionante se enmarcaba dentro de los escenarios del orden
público o no, en miras a determinar la concesión del recurso de
anulación o no, pero no rechazar el mismo directamente por falta
de protesta previa y al haber obrado así se violó el derecho que
tenía el accionante a tener una resolución judicial motivada, y ello
eventualmente puede haber lesionado su derecho a la
impugnación, toda vez que el recurrente no pudo conocer si
evidentemente era concedible o no su recurso de anulación, pues
los demandados al limitar su razonamiento en la falta de protesta
impidieron que el accionante tenga una resolución motivada que
se pronuncie sobre su pretensión anulatoria.

Por lo señalado, corresponde conceder la tutela aclarando que la


misma no involucra directamente la concesión del recurso de
anulación, pues esa es labor del Tribunal Arbitral y en su caso del
Juez que conoce la compulsa, al respecto, cabe recordar que son
esos órganos los que deberán de manera fundamentada
establecer si evidentemente la pretensión del accionante se
acomoda a los supuestos del art. 63 de la LAC, recordando que el
recurso de anulación no es una segunda instancia de lo resuelto en
un proceso arbitral, sino simplemente es un mecanismo
impugnaticio creado por el legislador a efectos de no permitir la
convalidación de laudos arbitrales que hayan sido dictados
incurriendo en causales tazadas de anulación legal.

Por lo referido corresponde conceder la tutela impetrada,


disponiéndose la nulidad de la Resolución Judicial que resuelve el
recurso de compulsa y no así lo dispuesto por el Tribunal Arbitral,
toda vez que será el Juez demandado el que tenga que acoger los
razonamiento glosados en esta Sentencia Constitucional
Plurinacional y el que repondrá los derechos lesionados en el caso
concreto tampoco lo referente a que no es posible interponer el
recurso de anulación parcial contra el laudo arbitral pues dicho
aspecto no fue considerado por el Juez demandado.

De todo lo expuesto, se concluye que el Tribunal de garantías, al


denegar la tutela, respecto tanto de los árbitros del Centro de
Conciliación y Arbitraje de la Cámara Nacional de Comercio, así
como del Juez Undécimo de Partido en lo Civil y Comercial ahora
demandados, no evaluó correctamente el caso de autos.

POR TANTO

El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Primera


Especializada; en virtud de la autoridad que le confiere la
Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia y el art.
12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: REVOCAR, la Resolución 31/2013 de 21 de
mayo, cursante de fs. 476 a 479 vta., pronunciada por la Sala
Penal Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz; y
en consecuencia, CONCEDER tutela solicitada respecto de las
autoridades demandas, disponiendo que el Juez Undécimo de
Partido en lo Civil y Comercial; emita nueva resolución conforme a
los fundamentos esgrimidos en esta Sentencia Constitucional
Plurinacional, sin costas por ser excusable.

Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional


Plurinacional.

Fdo. Dra. Neldy Virginia Andrade Martínez


MAGISTRADA

Fdo. Efren Choque Capuma

MAGISTRADO

4. Casuales de nulidad.
El articulo 112 menciona las causas para la nulidad del laudo
arbitral
I. La autoridad judicial competente declarará la nulidad del Laudo
Arbitral por las siguientes causales:

Materia no arbitrable.
Laudo Arbitral contrario al orden público.
Cuando la parte recurrente pruebe cualquiera de las siguientes
causales:
Que exista nulidad o anulabilidad de la cláusula arbitral o
convenio arbitral, conforme la Ley Civil.
Que se hubiera afectado al derecho a la defensa de una de las
partes, durante el procedimiento arbitral.
Que el Tribunal Arbitral se hubiera extralimitado
manifiestamente en sus facultades en el Laudo Arbitral, con
referencia a una controversia no prevista en la cláusula arbitral o
en el convenio arbitral.
Que el Tribunal Arbitral se hubiera compuesto irregularmente.
II. Las partes podrán invocar una o varias causales de nulidad del
Laudo Arbitral, siempre y cuando hubieran hecho debida protesta
de dicha causal durante el procedimiento arbitral.

12 TEMA 12
EJECUCIÓN FORZOSA DEL LAUDO ARBITRAL
1. Cuándo Procede la ejecución forzosa
Con la demanda ejecutiva se inicia el acto procesal por la que se
despachará ejecución a petición de parte, en la que se expresará:
El título en que se funda el ejecutante (el laudo arbitral)

2. Requisitos.
El título ejecutivo y los actos de ejecución que se solicitan no
adolezcan de ninguna irregularidad formal y sean conformes con la
naturaleza y contenido del título

3. Procedimiento.
Siempre que los requisitos procesales, el título ejecutivo y los
actos de ejecución que se solicitan no adolezcan de ninguna
irregularidad formal y sean conformes con la naturaleza y
contenido del título, se dicta Auto despachando ejecución, que
contendrá:
 La persona o personas a cuyo favor se despacha la ejecución y la
persona o personas contra quien se despacha ésta.
 Si la ejecución se despacha de forma mancomunada o solidaria.
 La cantidad, en su caso, por la que se despacha la ejecución, por
todos los conceptos.
 Las precisiones que resulte necesario realizar respecto de las
partes o del contenido de la ejecución, según lo dispuesto en el
título ejecutivo.
 Dictado el auto por el Juez o magistrado, el Secretario Judicial
responsable de la ejecución, en el mismo día o en el siguiente día
hábil a aquél en que hubiera sido dictado el auto despachando
ejecución, dictará decreto en el que se contendrán:
• Las medidas ejecutivas concretas que resultaren procedentes,
incluido si fuera posible el embargo de bienes.
• Las medidas de localización y averiguación de los bienes de la
parte ejecutada que procedan, conforme a lo previsto en los
artículos 589 y 590 de la Ley de Enjuiciamiento Civil.
• El contenido del requerimiento de pago que deba hacerse a la
parte deudora, en los casos en que la ley establezca este
requerimiento.
Contra el auto autorizando y despachando la ejecución no se dará
recurso alguno, sin perjuicio de la oposición que pueda formular la
parte ejecutada.
Contra el decreto dictado por el Secretario Judicial cabrá interponer
recurso directo de revisión, sin efecto suspensivo, ante el Tribunal que
hubiere dictado la orden general de ejecución.
Notificación del Auto despachando ejecución a la parte ejecutada: El
Auto despachando la ejecución y la copia de la demanda ejecutiva se
notifican a la parte deudora, otorgándole 10 días para que pueda
oponerse a la ejecución.
Denegación del despacho de ejecución: Puede ocurrir que el Tribunal
entienda que no concurren los presupuestos y requisitos legalmente
exigidos para el despacho de la ejecución. En tal caso, dictará auto
denegándolo. Contra dicho auto cabe el recurso de apelación y, si la
parte acreedora lo cree oportuno, el recurso de reposición previo al de
apelación, ambos en el plazo de 5 días (artículos 451 al 456 de la
LEC).
Abstención del despacho de ejecución: puede darse el caso de
abstención del despacho de ejecución, por motivos de incompetencia
territorial, debiéndose indicar en tal caso a la parte demandante el
tribunal ante el que ha de presentar la demanda.
Oposición de la parte deudora: dentro de los 10 días siguientes a la
notificación del auto en que se despacha la ejecución, la parte
ejecutada o deudora, puede oponerse a ella. Las causas para la
oposición, aparecen reguladas en la Ley de Enjuiciamiento Civil (art.
556), entre las que se encuentran: el pago o cumplimiento de lo
ordenado en el laudo, lo que tendrá que justificar documentalmente;
la caducidad de la acción ejecutiva; y los pactos y transacciones que
se hubiesen convenido para evitar la ejecución, siempre que dichos
pactos y transacciones consten en documento público.
La oposición que se formule en estos casos, no suspenderá, por lo
general, el curso de la ejecución.

4. Ejecución de laudo extranjeros

a Ley ha venido a suscitar algunas cuestiones respecto al


exequatur de laudos extranjeros y su ejecución en España habida
cuenta de la derogación expresa que se hace en su Disposición 
Derogatoria Única del artículo 955 de la Ley de Enjuiciamiento Civil
de 1881, norma que defería la competencia para conocer del
exequatur de laudos extranjeros a las Salas de lo Civil y Penal de
los Tribunales de Justicia, actuando como Salas de lo Civil, en
única instancia sin posibilidad de recurso alguno contra las
resoluciones dictadas por dichos órganos jurisdiccionales.

El artículo 46 de la Ley 60/2003 de 23 de Diciembre, de Arbitraje,


reconocido como norma especial de aplicación preferente por la
Disposición Adicional Primera de la Ley 29/2015 de Cooperación
Jurídica Internacional, dispone que el exequatur de laudos
extranjeros se regirá por el Convenio sobre reconocimiento y
ejecución de las sentencias arbitrales extranjeras, hecho en Nueva
York, el 10 de junio de 1958, sin perjuicio de lo dispuesto en otros
convenios internacionales más favorables a su concesión, y se
sustanciará según el procedimiento establecido en el
ordenamiento procesal civil para el de sentencias dictadas por
tribunales extranjeros.
TEMA 13
EL ARBITRAJE DE INVERSIÓN
1. Principios. Arbitraje en inversión nacional.
En este contexto graficó lo que serían las primeras reticencias
frente a los “arbitrajes puramente nacionales” que en su criterio
podrían “espantar” a los inversores.

2. Arbitraje en inversión nacional.

Es un procedimiento por el que se solventan disputas entre inversores


extranjeros y Estados de acogida. Ofrece al inversor extranjero la opción
de acudir a árbitros imparciales para resolver la disputa. Se evitan así
los Tribunales nacionales de los Estados de acogida, que podrían ser
parciales y poco independientes.

De esta manera, el arbitraje de inversión constituye una garantía de


imparcialidad en la resolución de conflictos de esta índole. Ahora bien,
para que un inversor pueda acudir a este arbitraje, el Estado de acogida
debe dar su consentimiento.

Además de la garantía principal de poder acudir a Arbitraje en lugar de a


los Tribunales nacionales, existen las siguientes:

 Protección contra la expropiación.


 Tratamiento equitativo y justo.
 Igualdad de trato con los nacionales.
 Principio de nación más favorecida.
 Libertad para repatriar fondos.
 Total protección.

3. Arbitraje en inversión internacional.

Por otro lado, muchos Acuerdos Internacionales de Inversión excluyen la


vía arbitral si se acude a la vía jurisdiccional. Así, los Estados de acogida
acuden rápidamente a sus propios tribunales para evitar que la cuestión
se someta a arbitraje. Esta cuestión debe ser tenida muy en cuenta por
el asesor legal del inversor.

Instituciones de Arbitraje de Inversión (CIADI)

La principal institución de Arbitraje de Inversión es el Centro


Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI).
Tiene su sede en Washington, forma parte del grupo del Banco Mundial
y acoge controversias de todo el mundo. Se crea a través del Convenio
de Washington o Convenio CIADI.

Otras instituciones de Arbitraje de Inversión importantes son:

 Cámara de Comercio de Estocolmo (SCC).


 Corte Permanente de Arbitraje (PCA).
 Cámara Internacional de Comercio (CPI).

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