palabras clave del texto: (entre 3 y 5 conceptos o palabras)
desterritorialización: Se refiere a la pérdida de territorio, pugnas de poder; en
la que se condena a vivir en sitios indiferenciados, donde se rompe toda relación con la historia y la memoria de los lugares, en el cual existe una amnesia territorial, que puede significar extrañeza y desculturización. Contemporaneidad: Circunstancia de ser una cosa o una persona contemporánea de otra. "la contemporaneidad de dos obras de arte; el descubrimiento y la valoración del Greco alcanza su máximo éxito en contemporaneidad estricta con los movimientos expresionistas de nuestro siglo". Fantasmas: Relacionado con el espectro, que proviene del espectador que en lo urbano puede estar presente en la vida social. Fantasma Urbano: Presencia indescifrable e una marca simbólica en la ciudad vivida como marca simbólica por la colectividad o su mayoría de habitantes Ritualización de un imaginario colectivo: En el que si hay un buen conocimiento empírico se subestima la producción fantasmagórica.
Alcanzar una obra en su quinta edición demanda una impetración de su autor
Armando Silva; que seda través de una investigación, llevada a cabo primordialmente en las ciudades de Sao Paul y Bogotá, y gran parte en América Latina, y es la forma en que los individuos de las ciudades perciben sus propios conceptos de ciudad y edifican un imaginario de éstas. Es decir, los imaginarios urbanos, es el asiento de un desarrollo de los ciudadanos, que permite estudiar las investigaciones de la cooperación ciudadana y de una construcción simbólica de la urbe, para así poder deducir sus usos y acciones y poder especificar otras maneras de vivir a partir una perspectiva más estética. Armando Silva en su teoría de los imaginarios urbanos busca examinar esos escenarios en donde la percepción y la cognición son rasgos de la vida urbana de las sociedades actuales, señaladas por el exagerado progreso que han experimentado estas sociedades digitales en todas las dimensiones de la existencia de los ciudadanos. En el escenario presente, expuso Armando Silva, se origina un desplazamiento en la identidad del individuo que participa en la construcción de esta sociedad. Uno de los sucesos más característico de la sociedad actual es que, por primera vez en la historia del ser urbano, se está desarrollando un urbanismo sin ciudad. los ciudadanos, se urbanizan sin necesidad de vivir en ciudades. Expresó Silva La urbanización, crea modelos cognitivos y pautas sociales que establecen nuestra actuación y las relaciones con los demás. Los atentados a las Torres Gemelas de Nueva York, un poder intenta urbanizarnos en el miedo y todo esto está beneficiando la creación de ciudades y fortalezas equipadas de equipos tecnológicos que permiten vigilar los movimientos de los habitantes; convirtiéndose, en sujetos sospechosos. En este argumento, dice Silva, el temor no es sólo una herramienta que se recurre al poder de manera extraña para dirigir entornos conflictivos, sino que simboliza el aspecto cotidiano del dominio actual.
Tomémonos un segundo y pensemos en esto.
¿Si los imaginarios configuran nuestra forma de pensamiento y las maneras en que se establece nuestro ser y conducta, Cómo pensar o repensar lo imaginario y lo urbano después de toda esta crisis que está padeciendo la humanidad con el covid-19? Si todo ello sirve a cada conciencia, como construiremos nuestro sentido de vida. Los imaginarios determinan maneras de ser y comportarse, así como las formas del uso de los objetos que representan. En esta medida, los imaginarios no existen en un espacio geográfico, sino simbólico, que permite rastrear y examinar posiciones y relaciones de interacción. A su vez, los objetos que incorporan imaginarios van cimentando registros que, más allá de recopilar sucesos palpables, van acumulando experiencias estéticas y valoraciones simbólicas. En este orden, lo imaginario hace alusión a la percepción grupal a través de los deseos. Los imaginarios apuntan a una categoría cognitiva que revela cómo los seres sociales, no por medio de la razón, sino más bien a través de la sensación perciben sus propios mundos y realidades (Silva, 2012). Lo imaginario se hace real en tanto genera un efecto social en lo público; en consecuencia, no es una ilusión diferente de la realidad. En nuestro mundo se vive a través de los imaginarios de una forma real en la medida en que es determinada por sus formas de percibir los objetos; se vive como verdad de los seres humanos así no corresponda a hechos comprobables. La percepción imaginaria se debe a un nivel de elaboración social, corresponde a una verdad construida socialmente a través de múltiples sueños que se unen a personas y sus modos de actuar. Esto quiere decir que el ver está pautado socialmente, los imaginarios alimentan nuestras visiones. A estas diferencias estructurales de los imaginarios, se inscriben en lo psíquico y social. (Silva, 2012). Esta investigación que realizo Armando Silva parte de mostrar lo diferente de la urbe basado en el reconocimiento y la recuperación de la “experiencia espacial” del habitante urbano, ya que la ciudad no es capturada solamente por los sentidos sino que se interioriza e identifica con nuestro propio cuerpo y con nuestra experiencia de vida; así, el habitante de la ciudad a través de un proceso cognitivo, que almacena la información necesaria aportada por los sentidos y proyecta sus propias imágenes mentales sobre la ciudad y su entorno. En este artículo se plantea una metodología de análisis del paisaje urbano a partir de los imaginarios tomando como caso de estudio la Plaza de San Fernando en la ciudad de Guanajuato, (México) con la finalidad de mostrar cómo el habitante revierte el proceso de aprehensión del entorno en prácticas sociales particulares y cómo éstas constituyen la memoria colectiva de un lugar. A partir de los imaginarios compuestos por imágenes, informaciones, experiencias, simbolismos se reconstruyen visiones del mundo con efectos y propósitos de la acción cotidiana expresados en el hábitat. La apropiación simbólica del espacio y la constitución de lugares a través de los imaginarios urbanos, permite entender la variedad de fragmentos y formas de percibir el paisaje y construir la ciudad. En este sentido, el presente libro, Armando Silva explora la construcción del imaginario urbano en los elementos del paisaje entendiendo que las representaciones sociales son construcciones realizadas por los sujetos en el marco de un contexto social, conforman una manera de interpretar y de pensar la realidad cotidiana y pertenecen a una actividad mental desplegada por los individuos, constituyendo entonces una relación entre el mundo y el sujeto; Donde el espacio y el paisaje urbano no sólo son ambientes que nos envuelven sino se constituyen en representaciones sociales del ser humano. En América latina viene tomando forma una fuerte expresión imaginaria en la manera de examinar el poder y esto no sólo es parte del componente irónico de sus habitantes, sino también que es portador de elementos insubordinados en la manera de enfrentar élites gobernantes, como es el caso en Bogotá a un ex educador universitario e instalador urbano, Antanas Mockus, quien de exhibicionista, pasó a ser maestro de la urbanidad clásica, enseñándonos a todos nosotros, a qué hora acostarnos, cómo ahorrar agua y cruzar las vías. estableciendo un sinfín de manuales de buenas prácticas ciudadanas. Los imaginarios urbanos como categoría de análisis admiten abordar la vida urbana, desde el punto de vista cultural y social, así como las creaciones materiales y simbólicas que de ella provienen. América latina ha visto surgir en los mismos últimos años una auténtica exaltación cultural por tratar de ser urbana y entender qué significa todo ello. Se debe quizás prestar atención de cómo concuerdan en un mismo eje de hacer ciudad, tanto los habitantes que se imaginan gobernantes astutos, chiflados; los artistas que imaginan con grandes propiedades urbanas que tratan de entenderla, a partir de una reflexión teórica, como una obra imaginaria. Las representaciones sociales son transformaciones llevadas a cabo por los individuos en un lugar determinado, socialmente hablando, conforman un modo de interpretar y de pensar la realidad cotidiana y pertenecen a una actividad mental desarrollada por las personas, constituyendo entonces una relación entre el mundo y el sujeto. Actualmente los pueblos viven una experiencia de una expropiación de su ciudad en la destrucción de su memoria, la transformación de lo público en privado y de la comunicación. En este libro Silva explora esas experiencias, desde los imaginarios con que las gentes construyen y se apoderan de la ciudad, y que descubre esa diversidad que la conforman. Se trata de una ciudad inexplorada, los estudios urbanos en Colombia y algunos territorios en latino américa siguen amarrados en una división de las disciplinas y de sus territorios que es la ciudad. Desde hace algún tiempo Armando Silva viene dibujando pasos, de alguna forma como comprender la ciudad, pasos que se recogen en este estudio y una investigación plasmados en este libro; Dicha investigación se articula con la antropología y sociología, esta obra trata de aborda el estudio de los espacios urbanos comprendidos como lugares de naturaleza simbólica y en escena ciudadana, producción de una cultura en la que participan los grupos y las personas como actores de su acción. Investigar la presencia de las huellas simbólicas que quedan en la experiencia y memoria de cada sujeto, demandará de una habilidad y tiempo para acceder y entender esos símbolos que los ciudadanos tienen de su ciudad y es quizás en recordar la ciudad en sus sucesos, personajes y los lugares, que la identifican, en sus historias, que las relatan. Una aproximación así de esta obra le permite al autor no permanecer en la investigación detallada de las regiones y las prácticas y escenarios, es presentar algunas premisas, sobre los imaginarios en que se conciben las ciudades de América Latina en una oferta nueva de visión de ciudad; es decir en palabras de su autor, una idea de cultura y sociedad determinada por la trama de sus usos más que por la integridad de sus orígenes. ¿Qué es ser urbano en nuestras sociedades de América latina? Es importante observar cómo los imaginarios se producen en un contexto social y cultural. En tal ocasión se exhiben respuestas particulares de cada ciudadano a los imaginarios como el nivel socioeconómico de cada Barrio o lugar. Asimismo, se debe entender que en ambientes sociales definidos los imaginarios y las representaciones sociales de cada individuo no son marcas de vida; son elaboraciones de identidades, es decir identidad personal y colectiva, que se mejora a lo largo del tiempo, trasformando la estructura ambiental de un lugar. Estas representaciones de la realidad social de américa latina no son un simple reflejo de ésta, son en realidad imágenes construidas y hechas simbólicamente, poseen unas cualidades determinadas que mora sobre los pensamientos y actuaciones de una colectividad. La desterritorialización quiere decir a la pérdida de un territorio, luchas de poder; en la que se condena a vivir en sitios particulares, destrozando toda relación con la historia. En la última etapa de los capítulos referentes sobre Bogotá y Sao Paulo, el lector hallará diferentes modelos de esquemas, con unas deducciones del estudio; con el esfuerzo de hacer más evidente la obra de una imagen urbana. La imagen de una urbe, no es sólo una imagen de ciudad que se halla cualquier lugar, es la consecuencia de muchos puntos de vista de sus habitantes, una ciudad de igual forma es el resultado de un deseo de muchas personas que se oponen a admitir que la ciudad no sea también el otro mundo que todos desearan vivir.