Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Señor(a).
JUEZ CUARTO PENAL MUNICIPAL CON FUNCIONES DE CONOCIMIENTO.
Ciudad.
Paola Andrea Falla Aldana, identificada como aparece al pie de mi firma, actuando en
nombre propio, por medio de este escrito doy respuesta a la acción de tutela presentada
en mi contra por el señor Juan Daniel Serrano Guerrero, y sustento las razones por las
cuales no se configura ninguna violación de los derechos a la Intimidad, Buen Nombre y
Honra y me opongo a la totalidad de las pretensiones con base en los argumentos de
hecho y de derecho que sustento a continuación:
Hecho 4. Es cierto.
1
Hecho 5. Es cierto, y como lo demostraré en este escrito el accionante incumplió
las cláusulas primera, segunda y séptima del Contrato Privado de Adopción de
Animales.
Hecho 9. Es cierto, lo que corrobora las versiones falaces sobre el destino del
animal entregado en adopción el día 29 de febrero de 2020 y comprueba el
incumplimiento de las cláusulas primera, segunda y séptima del Contrato Privado
de Adopción de Animales (Ver Prueba 1).
Hecho 10. Es cierto, por fortuna, ya que al momento de solicitarle la entrega del
segundo animal en cuestión, éste presentaba signos letargo y somnolencia y al
momento de examinarla presentaba un fuerte olor a la sustancia Cannabis. Cabe
destacar que en ese momento el señor Serrano presentaba un comportamiento
extraño, confuso, errático, con movimientos torpes y con percepción distorsionada
de la realidad. En el ambiente se percibía un intenso olor característico del uso de
la marihuana. Estos hechos son atestiguados en calidad de testigo presencial bajo
la gravedad de juramento por la señora Guisella Paola Espitia Forigua (Ver Prueba
2).
2
Hecho 11. Es cierto, la publicación en mención se realizó como medida preventiva,
protectora, defensora y alarmante a la comunidad activista animalista en pro de
evitar en un futuro las situaciones descritas que conllevaron a un incumplimiento
del Contrato Privado de Adopción de Animales. Decidí realizar la publicación como
una manera de expresar libremente mi pensamiento, opiniones y el sentimiento
de impotencia que me embargó al vivir personalmente como se vulneraba la vida
de un animal en estado de indefensión y consagrados en la Declaración Universal
de los Derechos de los Animales proclamada por la UNESCO y en la Ley 1774 de
2016 en su artículo No.1.
Hecho 12.3. Es parcialmente cierto pues como lo demostraré en este escrito estoy
ejerciendo mi derecho a la libertad de expresión de mis pensamientos y opiniones.
Hecho 14. Es cierto, la señora Guerrero envió ese mensaje a la suscrita, pero
aclarando que el mensaje manifiesta –como es evidente- solo una opinión de la
señora Guerrero.
3
de la señora Guerreo y no un hecho. Reitero que el día 9 de marzo de 2020 realicé
una publicación en mi red social Facebook exhortando a la comunidad animalista y
demás interesados a no agredir ni amenazar al accionante (Ver Prueba 3)
reforzando mi pensamiento y opinión respecto de los hechos acontecidos.
4
improbable ya que el señor Serrano reside –al menos para la época de los
hechos- en un edificio de apartamentos dónde hay restricciones de libre
circulación hacía la calle exterior, mayormente para un animal tan
pequeño. Aún si fuere cierto este hecho, aquí el señor Serrano nuevamente
incumpliría del Contrato Privado de Adopción de Animales (Ver Prueba 1)
en su cláusula primera, además de violar presuntamente lo dispuesto en el
Artículo No. 1 de la Ley 1774 de 2016 citado anteriormente.
Hecho 16. Es parcialmente cierto en cuanto a que la madre del accionante envió a
la suscrita dicho mensaje. En cuanto a la angustia de ésta por las supuestas
amenazas que recibió su hijo, esto no comporta un hecho sino una afirmación
subjetiva del accionante. Se informa a su Señoría que el día 9 de marzo –con
extrañeza- se recibieron a través de la aplicación de mensajería de la red social
Facebook unos mensajes por parte de un señor identificado como Jacobo Gómez y
un señor Alejandro Ochoa a mi perfil y al de mi esposo en los cuales se manifiesta
una evidente animadversión hacia mí (Ver Pruebas 5 y 6).
Hecho 18. No es cierto, puesto que la publicación solo fue compartida en mi perfil
de la red social Facebook más nunca yo la exhibí en grupos de las ciudades de
Medellín y Cali. Al colocar el nombre del Accionante o los términos de la
5
publicación en un motor de búsqueda, no se encuentra ninguna página en donde
repose el mensaje, ya que este no fue compartido en una página de internet.
Hecho 19. No hay comentarios sobre este numeral ya que es un dato irrelevante y
no puede ser constatado por el accionante.
Hecho 20. No hay comentarios sobre este numeral ya que es una opinión, no un
hecho.
3. FUNDAMENTOS DE DERECHO
La jurisprudencia constitucional ha señalado que “se atenta contra este derecho cuando,
sin justificación ni causa cierta y real, es decir, sin fundamento, se propagan entre el
público -bien en forma directa y personal, y a través de los medios de comunicación de
masas- informaciones falsas o erróneas o especies que distorsionan el concepto público
que se tiene del individuo y que, por lo tanto, tienden a socavar el prestigio y la confianza
6
de los que disfruta en el entorno social en cuyo medio actúa, o cuando en cualquier forma
se manipula la opinión general para desdibujar su imagen”.
“el derecho al buen nombre no es gratuito. Por su misma naturaleza, exige como
presupuesto indispensable el mérito, esto es, la conducta irreprochable de quien
aspira a ser su titular y el reconocimiento social del mismo. En otros términos, el
buen nombre se adquiere gracias al adecuado comportamiento del individuo,
debidamente apreciado en sus manifestaciones externas por la colectividad.
Eso mismo acontece en los diversos campos de la vida social, en los cuales la conducta
que una persona observa, cuando es incorrecta, incide por sí sola, sin necesidad de
factores adicionales y de una manera directa, en el desprestigio de aquella.
7
garantizar que, en principio, no existan personas, grupos, ideas o medios de expresión
excluidos a priori del debate público».1
“(i) que toda expresión está amparada prima facie por el derecho a la libertad de
expresión; (ii) que en los eventos de colisión del derecho a la libertad de expresión
con otros derechos fundamentales, en principio, aquel prevalece sobre los demás;
(iii) que cualquier limitación de una autoridad pública al derechos a la libertad de
expresión se presume inconstitucionales, y por lo tanto deber ser sometida a un
control constitucional estricto; (iv) que cualquier acto de censura previa por parte
de las autoridades es una violación del derecho a la libertad de expresión, sin que
ello admita prueba en contrario”.
Visto lo anterior, y sin perjuicio de todos los argumentos expuestos líneas atrás, queda
absolutamente claro con todo lo dicho y probado a lo largo de la presente contestación,
que los alegatos presentados por el accionante de ninguna manera logran desvirtuar las
presunciones constitucionales que protegen mi derecho fundamental a la libertad de
expresión.
1
CIDH, Relatoría Especial para la Libertad de Expresión. Marco jurídico interamericano sobre la libertad de
expresión. OEA/Ser.L/V/II. CIDH/RELE/INF.2/09. 30 diciembre 2009, párr. 30.
8
Las manifestaciones cuestionadas están protegidas por el derecho a la libertad de
expresión.
9
Mi opinión sobre el Accionante Juan Daniel Serrano Guerreo y su incumplimiento al
Contrato Privado de Adopción de Animales.
Es de destacar que el señor Serrano nunca realizó el más mínimo esfuerzo por haber
auxiliado al animal ni haberme informado, como era su deber legal y moral, los hechos
ocurridos. No presentó prueba alguna de las acciones tendientes al auxilio del animal
entregado para su custodia.
Salta a la vista que el Accionante tiene unos muy confusos propósitos en su proceder
respecto a los animales que ha acogido en calidad de adoptante ya que, como lo
demuestran los hechos que aporto en mis pruebas, en un lapso inferior a diez días
calendario fue responsable por la desaparición de dos especímenes felinos de
aproximadamente dos meses de edad.
10