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¡Sólo dejenlos ser!

Un día de prácticas yo me encontraba en un salón de cuarto grado. Me


encontraba entusiasmada y motivada distal con mis niños, nada podía cambiar
ese hecho. Llegué temprano y la maestra titular me había hecho menos caras
de desagrado que otros días. Me sentía tan bien.
Acomode mi mochila en un lugar donde no estorbara. llegó Carlos Enrique tan
alegre saludando a todos y dándole un abrazo a su amigo Giovanni.
Ambos eran de la edad y muy buenos amigos, se abrazaban, por más que lo
separaban ellos se reunían, nada podía separarlos, si alguno si un acto de
vandalismo el otro era capaz de hacerse cómplice. Se querían yo lo veía asi,
nadie podía entenderlo pero yo era derretida con su amor y con su amistad.

Un día mientras ellos trabajaban Yovani se paró y fue con Carlos, yo


discretamente me acerqué, escuché decir a Giovanni.
-¿Qué vas a comprar en el recreo?¿Vas a comprar las tarjetas?
-no, voy a ahorrar para comprarle una pulsera a Natalia
Contexto frío y rápido. Carlos notó que yo escuchaba.

Yo moría de curiosidad por saber que estaba pasando, así que tímidamente me
acerqué un poco más, Carlos, mandó a sentar a Yovani, símulo trabajar. Así
que no me importó.
me puse en cuclillas junto a él y con voz baja le pregunté.
-¿Quién es Natalia?
Carlos abrir los ojos y sonrío muy avergonzado, me sentí muy chismosa pero a
la vez mi ternura creada por la inocencia de Carlos me motivó a preguntar y él
contestó.
-es una niña de cuarto B quiero que sea mi novia y voy a darle una pulsera su
tía de Giovanni vende dónde vivimos, en el recreo le voy a decir que sea mi
novia.
Yo sólo moví mi cabeza y le sonreí. Me sentía bien saber que él confiaba en mí.
Al día siguiente Llegué temprano, Carlos me gano, estaba esperando
Geovanny. El traía el encargo.
Llego Yo bien y muy discreto le dio la pulsera. Yo lo vi, era una ternura.
en el recreo Giovanni salió corriendo y muy contento sin importarme lo que le
dijeran grito
-¡ Carlos, ya va a salir!
Carlos me miró y le gritó.
-¡Cállate te va a escuchar la maestra!
Me acerqué y le pregunté.
-¿Ya es tu novia?
Yo me puse sonriente y me contestó.
-Sí, pero me da pena. Giovanni dice que la agarre de la mano, ayer la inspiré
en la salida.
Aún estamos en clase, la maestra se escuchó.
-¡Carlos callate y ponte a estudiar!
Carlos se puso serio y con cara triste.
-Tú no debes de tener novia,¡¿ya terminaste tu trabajo?, Mejor ponte a
estudiar!
La maestra seguía gritándole, yo me sentía impotente por no poder parar la
maestra, ella era una rompecorazones. Y eso que Carlos cambiará su forma de
ser, no sé que para pasado después con la historia de un amor infantil de
Carlos y Natalia y no sé cómo afectó a Carlos, el que la maestra no aceptará
dicha relación.
Me lleva una reflexión de que nosotros no tenemos que romper los sueños de
nuestros alumnos más bien propiciarlos y que ellos no sean conformes con lo
que debe ser, más bien que hagan más de lo que deben hacer. Ese día pudo
haber sido un día muy feliz para Carlos y su primer amor o pude haber sido el
inicio de un desprecio de Carlos hacia las novias.

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