EL MILAGRO DE FATIMA

(I ESCENA)

NARRADOR: Hace muchos años en un pueblo de Portugal sucedió algo sorprendente: el

13 de mayo tres niños se encontraban en Cova de Iría, cuando de repente vieron un rayo
de luz, era una Señora vestida de blanco y brillaba como el sol, en su mano llevaba un
rosario.

VIRGEN: No tengan miedo, no les haré daño

LUCÍA: ¿de dónde es usted?

VIRGEN: mi lugar es el cielo

LUCÍA: ¿y qué desea de nosotros?

VIRGEN: vengo a pedirles que vengan el 13 de cada mes al mediodía

LUCÍA: ¿nosotros iremos al cielo?

VIRGEN: Jacinta y tú, sí

LUCÍA: ¿y Francisco?

VIRGEN: él también irá al cielo, pero antes tendrá que rezar muchos rosarios.

Van a sufrir, pero la gracia de Dios les dará fuerza. Recen siempre el rosario para alcanzar
la paz del mundo y el fin de la guerra.

(La Virgen desaparece)

…….Los pastorcitos se retiran del lugar

NARRADOR: Entonces la Virgen se volvió a aparecer a los pastorcitos como lo había

prometido

LUCÍA: ¿quiere llevarnos a los tres al cielo?

VIRGEN: sí, a Jacinta y a Francisco los llevaré muy pronto, pero tú debes quedarte todavía
porque Jesús quiere que tu hagas que me amen y me conozcan.

LUCÍA: y voy a quedarme solita en este mundo?

VIRGEN: no hijita, sufrirás, pero yo no te abandonaré, tú estrás en mi corazón y yo seré

quién te conduzca a Dios (la Virgen se retira)
 (II ESCENA)

NARRADOR: la Virgen ordenó avisar al Sacerdote del pueblo para que la gente crea en la
aparición de la Virgen en Cova de Iría.

SACERDOTE: por ahora hijita no hay ninguna prueba de lo que haz dicho, quizá sea una
ilusión

LUCÍA: no puede ser una ilusión Señor cura, mis primos han oído a la Virgen como yo

SACERDOTE: vamos hijita, será mejor que vayas a casa con tus padres.

…….salen de escena

NARRADOR: El tiempo pasó y la Virgen volvió a aparecer. Había mucha gente que
siguieron a los tres pastorcitos a Cova de Iría para ver el milagro de su aparición.

…….todos arrodillados

LUCÍA : Bella Señora, haz el milagro de tu aparición para que los demás crean en la
verdad.

NARRADOR: La gente alzo la vista y contempló una luz radiante como el sol, y los tres
pastorcitos vieron a la Virgen aparecer. Ninguno de los que estaba presentes dudaron de
esta maravillosa aparición, la Virgen había cumplido su palabra.