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CLASE 3 PPL EEyL 2017
CLASE 3 PPL EEyL 2017
Clase 3:
Nuevos modos de enseñar lengua
y literatura en contextos diversos: formas de adecuar
las prácticas para generar vínculos de inclusión en
diferentes comunidades educativas. Los nuevos
sujetos destinatarios de la educación: conocer a
nuestros alumnos y la gramática de la invención
Introducción
¡Bienvenidos a la clase 3!
En los últimos veinte años del siglo XX los cambios sociopolíticos, junto al progresivo deterioro
de la educación pública y privada en la Argentina, han planteado nuevos desafíos para encarar
la enseñanza de lengua y literatura en un contexto sumamente complejo. Nos referiremos a
describir esos cambios y a pensar de qué modos –a través de qué estrategias– los docentes
podrán hacer frente a nuevas aulas que requieren repensar la práctica de cada profesor en el
día a día. En este sentido, es relevante destacar la crisis de sentido en la enseñanza de lengua
y literatura para reflexionar, en una realidad inmersa en procesos de permanente cambio,
redescubrir y reinventar formas que permitan nuevos acercamientos al conocimiento. Con esa
finalidad, nuestra postura es generar un espacio de reflexión desde una perspectiva aúlica,
apuntando a los interrogantes y a las problemáticas cotidianas dentro de la escuela, pero sin
dejar de lado conceptos teóricos que enriquezcan los modos del hacer docente.
Nos centraremos en ciertas preguntas que en el siglo XXI continúan más presentes que nunca
y necesitan ser redefinidas. La primera es qué significa enseñar lengua y literatura hoy, qué es
relevante de acuerdo los objetivos planteados, de qué modo enseñar en diferentes contextos
sociales –más o menos favorables que implican un desafío difícil y constante–; y por último
preguntarse cuáles son las estrategias más adecuadas para que los estudiantes –como sujetos
activos– puedan generar un vínculo vigoroso con la lengua –de uso fuera y dentro del aula– y
desarrollar herramientas más potentes en los procesos de comprensión de lectura que generen
una escritura singular, una voz propia de parte de cada alumno.
La crisis de enseñar lengua y literatura, y las posibilidades del taller de escritura
La lengua y la literatura son una preocupación capital dentro del currículo escolar, pero sobre
todo debemos recordar la relevancia que posee la lengua en relación a la definición de las
políticas educativas en determinado marco histórico. En cada época pueden rastrearse crisis,
perplejidades frente a situaciones que antes se resolvían de una forma y ahora esas mismas
herramientas comienzan a perder eficacia. De este modo se entra en un proceso necesario de
crítica y cuestionamiento, con la finalidad de lograr una transformación. Es fundamental volver
a ensayar una nueva respuesta por el sentido de la tarea de enseñar entre toda la comunidad
educativa de cada escuela. Es decir, específicamente entre los profesores y los alumnos, más
allá de quienes producen reflexiones desde ámbitos académicos. Son preguntas imperiosas del
presente, cargadas de las urgencias del momento en situaciones áulicas, cuyas preguntas más
interesantes y respuestas más novedosas están en los adolescentes, quienes transitan junto a
los profesores, dudas acumuladas que en buena medida deben ser revisadas.
La supuesta indiferencia por la lectura y la escritura que muchos alumnos ponen en escena
cada día es un síntoma de los cambios culturales que se están produciendo. Es imprescindible
desplegar una mirada con renovada aceptación y simpatía para asumir los nuevos desafíos.
Una y otra vez se plantean interrogantes que deben ser respondidos con una postura que
tenga en cuenta la relación de los alumnos con las nuevas tecnologías (todo tipo de pantallas)
para no quedarse entrampados en antiguas concepciones. “Este tipo de posiciones (...) en el
ámbito educativo, ratificadas a veces por algunos especialistas, supone un efecto
empobrecedor” (Bombini, 2006), porque es fundamental conocer a las nuevas generaciones
para descubrir los modos a través de los cuales producir una experiencia intelectual
interesante.
https://www.youtube.com/watch?v=4NrLfVVSlXw
Gianni Rodari nació en Omenga, Italia, en 1920. Hijo de padres panaderos y huérfano de padre
desde los nueve años, fue criado a partir de entonces por una tía y después educado en
internados y seminarios. La vida de Gianni Rodari sobresalió en su obra para niños y jóvenes,
ligada al estilo de la poesía popular italiana. Reflejó al mismo tiempo las preocupaciones de los
pequeños con un gran desarrollo de fantasía e invención muy características. Falleció en Roma,
el 14 de abril de 1980.
Los estereotipos sobre los alumnos y algunas estrategias para promover la lectura
en los nuevos destinatarios de la educación
Valentin Louis Georges Eugène Marcel Proust (Auteuil, 10 de julio de 1871 - París, 18 de
noviembre de 1922) fue un novelista, ensayista y crítico francés cuya obra maestra, la
novela En busca del tiempo perdido (título original en francés: À la recherche du temps perdu),
compuesta de siete partes publicadas entre 1913 y 1927, constituye una de las cimas de la
literatura del siglo XX, enormemente influyente tanto en el campo de la literatura como en el
de la filosofía y la teoría del arte.
Ahora bien, con la finalidad de promover la lectura dentro del aula es aconsejable:
1. Que exista una biblioteca interesante dentro de la escuela, dotada de buena literatura
tanto para los alumnos como para los docentes, y que se fomente el uso lúdico de dicho
espacio, con estrategias que inciten a los estudiantes a llevarse libros en préstamo.
2. Que los profesores sean lectores apasionados y transmitan sus sensaciones a los
alumnos, con la finalidad de despertar en ellos el amor por lo que a ellos mismos les
suscita una enorme pasión.
3. Que no se abandone la lectura en voz alta, ya que permite poner en escena y compartir
el ritmo y el sonido de las palabras, fundamental para un disfrute completo de la
literatura.
4. Que la lectura se presente como un problema y que se elaboren estrategias posibles
para la resolución de situaciones dentro del ámbito de la lectura.
5. Que el docente no anteponga su valoración de los textos literarios imponiéndola a los
alumnos, ya que la discusión, los comentarios y la argumentación hecha en el marco de
la clase, la enriquece con diversas opiniones que amplían la reflexión conjunta y la
participación.
En la Argentina existe un grupo de docentes que está llevando a cabo una experiencia
novedosa en relación a la educación tradicional. Se están desarrollando escuelas populares en
fábricas recuperadas, lo que genera como efecto nuevas escenas escolares donde los
profesores despliegan nuevas estrategias que promueven transformaciones en los modos de
trabajar y de pensar las formas de la enseñanza dentro de esas nuevas aulas. Se trata de
experiencias en las que, dado un contexto particular, se generan nuevos saberes, que lejos
están de querer ser ejemplificadores o mostrar una postura de compromiso social, sino más
bien de enriquecer las estrategias frente a problemáticas que se dan en la cotidianeidad del
aula. En este sentido, es relevante generar espacios de intercambio entre docentes donde
puedan compartir modos de hacer diversos de los que todos puedan nutrirse. Una de las
particularidades de las escuelas montadas en fábricas recuperadas tiene que ver con la
desnaturalización de aquello que se presenta como dado en las escuelas que son mayoría. Las
escuelas que se desarrollan en un espacio fabril se dieron en un contexto socieconómico de
empobrecimiento y desempleo, desencadenado a fines de los años noventa, que estalló en la
crisis de diciembre del 2001 cuando renunció a su cargo de primer magistrado el ex presidente
Fernando de la Rúa. Así, la educación no quedó marginada de un proceso que alteró la
estructura socioeconómica del país, y las escuelas en fábricas recuperadas deben leerse como
una forma que generó la sociedad civil de defender su derecho a la educación. “Se trata de un
proyecto de educación popular que tiene un significado político más que asistencial y que
busca incluir a los jóvenes y a los adultos que no tienen lugar en el sistema educativo, que
vienen de transitar experiencias de repitencia y abandono” (Bombini, 2006). Ahora bien, el
interrogante es si un contexto como el anteriormente mencionado requiere otro método de
enseñanza, la propuesta de contenidos diferentes, otro tipo de tareas en el aula, o si se trata
simplemente de trabajar de la misma forma, con los mismos contenidos curriculares, y
desarrollando estrategias similares a las utilizadas en las escuelas formales. Si bien no hay una
respuesta clara en ninguno de los dos sentidos, es lógico que las características particulares
impuestas por el marco espacial estimulen a los docentes a reinventarse en función de las
necesidades propias de ese lugar. En definitiva, se trata de un proceso de amalgama de
saberes que permita desarrollarlos con un grado alto de eficacia. Por ejemplo, una de las
características salientes de este tipo de escuela es que el conocimiento circula de modo
compartido, lo que genera relaciones más horizontales donde todos los puntos de vista poseen
la misma importancia. En el caso de la literatura, la lectura en voz alta durante la clase tiene
un rol preponderante, ya que es partir de esa situación que se desencadena el proceso de
conocimiento. Es decir que, para decirlo con una dualidad histórica de la didáctica, se hace un
camino desde la práctica hacia la teoría. A partir de los comentarios de los alumnos sobre lo
leído, el docente comenta aspectos vinculados a los procedimientos y a los recursos retóricos
que dan cuenta del modo en que está escrito el texto.
“...no hay plenitud fuera de la relación con los otros; el reconfortamiento, el reconocimiento, la
cooperación, la imitación, la competencia, la comunión con el otro pueden ser vividos en la
felicidad” (Todorov, 1996).
Escritura y gramática de la invención en la escuela
“Lejos quedaron las épocas en que los alumnos se sometían sin chistar a la
imposición de la norma escrita y los maestros no dudaban en imponerla, porque
esa era la vía de acceso a una cultura valorada e incuestionable. Ahora es
necesaria una motivación que impulse a emprender ese arduo camino para que
el esfuerzo sirva de algo. Aquí es donde la invención de historias y la modalidad
de taller de escritura, en el que el propio grupo se vuelve receptor de textos,
adquiere sentido. El desafío a la imaginación, encarnado en una consigna, es un
acicate para la escritura, individual o colectiva, que no ha sido lo bastante
aprovechado didácticamente. Pese a la larga y original trayectoria de los talleres
de escritura en nuestro país y a su incidencia en la pedagogía de la escritura
desde la década del ochenta hasta nuestros días, todavía se los sigue asociando
con la escritura llamada creativa y con una práctica espontánea y asistemática.”
(Alvarado, 1997)
La modalidad del taller posee un gran potencial pedagógico en la medida en que propone a los
alumnos una relación con la lengua y la literatura atravesada por el deseo, la búsqueda, el
descubrimiento y el placer. En este sentido, resulta fundamental recalcar la noción de escritura
en proceso ya que permite que los docentes, no solo corrijan el texto en función de aquello
que están leyendo exactamente, sino que posibilita una evaluación en tanto proyecto, en tanto
apropiación y uso de recursos, y de la progresiva búsqueda de un estilo propio de escritura
que se da en la escritura misma. Este enfoque requiere que el trabajo de escritura no se limite
a la redacción, sino que debe comenzar con una cuidadosa evaluación para pensar aquello que
se va a realizar, y en este sentido sopesar cuáles son los recursos más apropiados, para
generar determinado efecto de lectura. En este sentido es un proceso que exige interés,
persistencia y estar permeables y abiertos a los sentidos que se abren, una y otra vez, en cada
nuevo texto.
A modo de conclusión
A lo largo de toda esta clase y las anteriores, hemos repasado diferentes posturas con respecto
a las formas de enseñanza de la lengua y literatura en diferentes épocas y contextos. Debido a
eso, se pueden describir ciertas continuidades, pero también rupturas no menos relevantes
que las primeras. Desde los últimos treinta años del siglo XX, la pedagogía normativa
tradicionalista que rigió desde comienzos del siglo XIX ha ido progresivamente entrando en
crisis, lo que de ninguna forma significa que ya no se enseñe. Si bien es cierto que algunos
aspectos, como por ejemplo, el hecho de dibujar con prolijidad la letra ha comenzado a perder
valor, no es menos cierto que la ortografía y el análisis sintáctico continúan, en muchos casos,
siendo centrales en los currículos escolares. En esta dirección, nos interesa destacar que los
diferentes enfoques pedagógicos no operan lisa y llanamente por desplazamiento, sino que
conviven –algunas veces en armonía y otras con cierta tensión–, y con el paso del tiempo se
van impregnando, dando paso a prácticas áulicas más eficaces, de acuerdo a las finalidades
que deseamos lograr.
Deseamos remarcar la importancia de poder llevar adelante la tarea docente en diferentes
contextos que, como hemos visto, requieren una mirada renovada que comprenda e incluya
las situaciones socio-culturales por las que atraviesan los alumnos para brindarles una
educación eficaz a esos propósitos. Sin embargo, también es relevante transmitir que cualquier
contexto donde se desarrolla la tarea docente requiere de una mirada crítica que posibilite
ampliar los horizontes, y dejar de lado los prejuicios, sobre aquello que es interesante hacer
dentro del aula. Aquello nuevo será aquello que brinde nuevos e inesperados resultados. Por
eso nos parece importante intentarlo una y otra vez. En este sentido, es capital la idea
anteriormente desarrollada de taller de escritura donde los alumnos puedan desarrollar su
potencial, pero de una forma sistemática que permita acrecentar y evaluar sus herramientas,
así como su forma de escribir que, en el fondo, es un proceso de reflexión y conocimiento
constante acerca del mundo y de nuestra forma de percibirlo e interpretarlo.
Actividad
Leer el texto “El binomio fantástico” de Gianni Rodari, incluido en Gramática de la
fantasía y escribir un pequeño cuento (500 palabras como máximo) a partir de la
consigna planteada en el texto antedicho. Una vez realizada la actividad, el
estudiante debe subirla al foro en el transcurso de una semana. Por último, deberá
seleccionar un texto de un compañero y escribir un breve comentario en relación a
la forma en que fue utilizada la teoría del binomio fantástico en dicho texto.
Ir al foro
Bibliografía obligatoria
Rodari, Gianni. (1979). “El binomio fantástico”, Gramática de la fantasía, Barcelona:
Reforma de escuela. Recuperado
de: http://cungraficos.weebly.com/uploads/5/0/0/7/5007473/rodarigianni-
gramaticadelafantasiaintroduccionalartedeinventarhistorias.pdf
Bibliografía de referencia
Alvarado, M. (2013). Escritura e invención en la escuela. Buenos Aires: Fondo de
Cultura Económica.
Alvarado, M. (1997). Los CBC en la escuela. Buenos Aires: A-Z, serie “Pensar el aula”
compilada por Iaies, G.
Alvarado, M. y Pampillo, G. (1989). Talleres de escritura. Buenos Aires: Libros del
Quirquincho.
Bombini, G. (2006). Reinventar la enseñanza de la lengua y la literatura. Buenos Aires:
Libros del Zorzal.
Rodari, G. (1979). Gramática de la fantasía. Introducción al arte de contar historias.
Barcelona: Reforma de la escuela.
Todorov, T. (1995). La vida en común: ensayo de antropología general. Buenos Aires:
Taurus Ediciones.
Autor :Juan Pablo Bonino