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INSTITUTO POLITÉCNICO NACIONAL

ESCUELA SUPERIOR DE INGENIERÍA


MECÁNICA Y ELÉCTRICA
UNIDAD ZACATENCO

PSICOACÚSTICA

SEGUNDA EVALUACION

“Ruido”

Profesora:

Patricia Lorena Ramírez Rangel

Alumno:

Avelar Muñoz Miguel Angel

Grupo:

8CM16

Fecha de entrega:

VIII - IV – MMXX
Introducción.

El ruido se define como aquel sonido no deseado. Es aquella emisión de energía


originada por un fenómeno vibratorio que es detectado por el oído y provoca una
sensación de molestia. Es un caso particular del sonido: se entiende por ruido aquél
sonido no deseado.

Un ruido es la sensación auditiva no deseada correspondiente generalmente a una


variación aleatoria de la presión a lo largo del tiempo. Es un sonido complejo, y puede ser
caracterizado por la frecuencia de los sonidos puros que lo componen y por la amplitud de
la presión acústica correspondiente a cada una de esas frecuencias. Si estas últimas son
muy numerosas, se caracteriza entonces el ruido por la repartición de la energía sonora
en bandas de frecuencias contiguas, definiendo lo que se denomina espectro frecuencial
del ruido.

El espectro de frecuencias de un ruido varía aleatoriamente a lo largo del tiempo, a


diferencia de otros sonidos complejos, como los acordes musicales, que siguen una ley
de variación precisa. Existen multitud de variables que permiten diferenciar unos ruidos de
otros: su composición en frecuencias, su intensidad, su variación temporal, su cadencia y
ritmo, etc.

Imagen 1. Tipos de ruido


El ruido es uno de los contaminantes laborales más comunes. Gran cantidad de
trabajadores se ven expuestos diariamente a niveles sonoros potencialmente peligrosos
para su audición, además de sufrir otros efectos perjudiciales en su salud.

En muchos casos es técnicamente viable controlar el exceso de ruido aplicando técnicas


de ingeniería acústica sobre las fuentes que lo generan.

Entre los efectos que sufren las personas expuestas al ruido:

 Pérdida de capacidad auditiva.


 Acufenos.
 Interferencia en la comunicación.
 Malestar, estrés, nerviosismo.
 Trastornos del aparato digestivo.
 Efectos cardiovasculares.
 Disminución del rendimiento laboral.
 Incremento de accidentes.
 Cambios en el comportamiento social.

Dosis de Ruido

Se define como dosis de ruido a la cantidad de energía sonora que un trabajador puede
recibir durante la jornada laboral y que está determinada no sólo por el nivel sonoro
continuo equivalente del ruido al que está expuesto sino también por la duración de dicha
exposición. Es por ello que el potencial de daño a la audición de un ruido depende tanto
de su nivel como de su duración.

Efectos del ruido.

El ruido tiene una gran cantidad de consecuencias para la persona. Es quizás por ello que
este contaminante acumule una buena parte de los estudios sobre estrés ambiental.

Básicamente podemos clasificar los efectos nocivos de la contaminación acústica en dos


frentes:

Efectos psicológicos.

La principal consencia de los efectos psicológicos del ruido es la sensación de desagrado,


molestia y pérdida de concentración. Además, niveles altos de inmisión sonora pueden
provocar trastornos en la salud mental como cefaleas (dolor de cabeza), inestabilidad
emocional, irritabilidad, agresividad síntomas de ansiedad, etc. En definitiva, efectos
asociados a situaciones de estrés ambiental.
En general, una variable sumamente predictora de los efectos psicológicos asociados a
situaciones de estrés es la actitud que la persona o grupo tienen ante la fuente productora
de ruido. Si la actitud es negativa, es decir, si la fuente genera sentimientos negativos, es
más probable que la situación sea vivida como molesta o estresante. Así, una
determinada situación puede ser más facilmente evaluada como estresante. Por ejemplo:

 Si el ruido es percibido como innecesario.


 Si el receptor concibe el ruido como perjudicial para su salud.
 Si el ruido se asocia a situaciones emocionales negativas como miedo, pánico, ira,
etc.
 Si existe sensibilidad o descontento con otros aspectos situacionales (ambientales
o no) que son conceptualizados como estresantes.

Otras variables que contribuyen a incrementar los efectos psicológicos del ruido son la
intermitencia y la imprevisibilidad. Glass y Singer (1972) estudiaron como los ruidos
intermitentes suelen ser vividos como más agresivos que los continuados.

Por otro lado, el ruido suele molestar mucho más si la intermitencia es aperiódica, es
decir- y aquí introducioms la segunda variable, si es más difícil de predecir que no si la
intermitencia es regular. Precisamente, el factor de imprevisibilidad es el más
determinante de los efectos adversivos, y ello porque:

Aumenta el estrés al ser evaluada la situación como amenazante

 Aumenta la atención sobre el ruido, restando capacidad de concentración para


otras actividades.
 Resulta más difícil adaptarse o acomodarse al ruido

Tanto es así que si un ruido pasa a ser predecible sin reducir la intensidad, muchos
efectos disminuyen o desaparecen.

Efectos fisiológicos.

El efecto fisiológico más conocido como consecuencia de altos niveles sonoros es la


sordera. En este caso cabe distinguir entre sordera de transmisión (cuando se ven
afectados elementos del oído externo o medio, como por ejemplo una perforación de
tímpano) y sordera de percepción (cuando lo que se ve afectado el nervio auditivo o
elementos del oído interno).

Pero una exposición prolongada a niveles de inmisión sonora considerables pueden


producir un conjunto de importantes alteraciones en el organismo, entre otras:
 Alteración de las funciones circulatorias.
 Alteración de las funciones cardíacas (taquicardia)
 Alteración de las funciones respiratorias, par ejemplo, aumento del consumo de
oxigeno
 Alteraciones de las funciones endocrinas
 Aumento de la actividad electrodérmica
 Alteraciones en la presión sanguínea
 Alteraciones en el sistema digestivo: vómitos, náuseas, diarreas, digestiones
pesadas
 Disminución de la agudeza visual y la visión cromática
 Alteraciones en el ciclo del sonido
 

En la Imagen 2 se puede
apreciar algunos de los
principales efectos que sobre el
organismo puede ejercer la
exposición continuada a entornos
contaminados acústicamente.

Estas alteraciones no siempre


son permanentes. A menudo el
organismo se activa para hacer
frente a situaciones concretas y
breves de estrés ambiental.

Imagen 2. Efectos del ruido

Efectos de ruido en la ejecución de un trabajo.

Quizás el efecto más nocivo de la exposición a ambientes ruidosos en términos de


rendimiento es que el ruido tiene la capacidad de atraer involuntariamente nuestra
atención y, por lo tanto, tiene un efecto disruptivo en relación con las tareas que podemos
estar realizando en un determinado momento. Entre los efectos negativos destacan,
además de déficit de atención, aumento de la tasa de errores, imprecisión y falta de
calidad en las respuestas emitidas, estados generales de ansiedad y sensación global de
cansancio.

Además, la “lucha” contra el ruido en situaciones de rendimiento tiene efectos


acumulativos, es decir, su impacto en términos de fatiga atencional continua presente
incluso cuando la situación ruidosa desaparece.
En un estudio realizado en aulas de generaron dos grupos de escolares para realizar una
actividad de cálculo durante 60 minutos. En el grupo control se mantuvo el nivel acústico
habitual durante toda la sesión. El grupo experimental trabajó en situación de ruido
durante la primera media hora. Los resultados fueron que, en la primera media hora el
grupo experimental rindió mejor que el grupo control, pero este rendimiento cayó en
picado durante la segunda media hora, a pesar de que la situación ruidosa había
desaparecido. En esa segunda parte el grupo control obtuvo mejores resultados. Una
explicación posible es que la bajada de rendimiento en el grupo experimental se debió a
los efectos acumulativos de la fatiga atencional.

Además, estos efectos disruptivos pueden acentuarse o atenuarse en función de toda una
serie de variables. Por ejemplo:

 Si el ruido es intermitente resulta más molesto que si es continuo.


 Si el ruido es aperiódico (imprevisible) resulta más molesto que si es regular.
 La imprevisibilidad es el determinante de buena parte de los efectos aversivos ya
que se suele asociarse con amenaza, desvía con más intensidad la atención
dedicada a la tarea y genera situaciones donde se hace mucho más difícil la
adaptación.
o Mucha gente que confiesa tener miedo a los petardos, en el fondo a lo que
tiene miedo es a la imprevisibilidad del ruido que generan, lo cual los
convierte en una amenaza para su integridad física. La intensidad, a su
vez, incrementa exponencialmente este efecto. Por esas mismas razones,
los perros son, muchas veces, las principales víctimas de una noche de
verbena.
 Ruidos de intensidad o ritmo desconocido incrementan la curiosidad y distraen la
atención.
 Cuanto más alto es el ruido con respecto al fondo acústico ambiental, más
despierta nuestra atención y más distrae.
 Los ruidos cercanos al umbral de inteligibilidad son más disruptivos porque
concentran nuestra atención en su desciframiento y, por lo tanto, captan y
focalizan nuestro esfuerzo en detrimento de la tarea o de la interacción social que
estamos manteniendo.
o El llamado efecto de “poner las antenas” es un claro ejemplo de este
fenómeno: nuestra atención se activa y focaliza ante conversaciones
ajenas que, con un poco de “esfuerzo” permiten ser escuchadas. Quien
esté libre de culpa que tire la primera piedra.
 Los ruidos de origen desconocido provocan más ansiedad ya que resulta más
difícil el control cognitivo de la situación.
 Los ruidos con espectros de altas o bajas frecuencias son más molestos que los
que se sitúan en frecuencias medias.
 Los ruidos no producidos por nuestro trabajo son más molestos que aquellos que
nosotros mismos generamos.
o Las obras en la calle son una de las situaciones más molestas en términos
de contaminación acústica: las frecuencias extremas de las herramientas
mecánicas y la distinta percepción del ruido entre trabajadores y vecinos
son algunas de las variables que contribuyen a ello.

Efectos del ruido en ambientes laborales.

Pérdida de la capacidad auditiva es el efecto perjudicial del ruido más conocido y


probablemente el más grave, pero no el único. Otros efectos nocivos son los acufenos
(sensación de zumbido en los oídos), la interferencia en la comunicación hablada y en la
percepción de las señales de alarma, las alteraciones del rendimiento laboral, las
molestias y los efectos extra-auditivos.

En la mayoría de las circunstancias, la protección de la audición de los trabajadores debe


servir de protección contra la mayoría de estos efectos. Esta consideración debería
alentar a las empresas a implantar programas adecuados de control del ruido y de la
conservación de la audición.

El deterioro auditivo inducido por ruido es muy común, pero a menudo se subestima
porque no provoca efectos visibles ni, en la mayoría de los casos, dolor alguno. Sólo se
produce una pérdida de comunicación gradual y progresiva, estas pérdidas pueden ser
tan graduales que pasan inadvertidas hasta que el deterioro resulta discapacitante. El
grado de deterioro dependerá del nivel del ruido, de la duración de la exposición y de la
sensibilidad del trabajador en cuestión.

Lamentablemente, no existe tratamiento médico para el deterioro auditivo de carácter


laboral; solo existe la prevención. La pérdida auditiva provocada por ruido suele ser, al
principio, temporal. En el curso de una jornada ruidosa, el oído se fatiga y el trabajador
experimenta una reducción de su capacidad auditiva conocida como desviación temporal
umbral (Temporary Threshold Shift, TTS) pero a menudo parte de la pérdida persiste.
Tras días, meses y años de exposición, la TTS da lugar a efectos permanentes y
comienzan a acumularse nuevas carencias por TTS sobre las pérdidas ya permanentes.

Un buen programa de pruebas audiométricas permitirá identificar estas pérdidas auditivas


temporales y proponer medidas preventivas antes de que se convierta en permanentes.

Existen pruebas experimentales de que varios agentes industriales son tóxicos para el
sistema nervioso y producen pérdidas auditivas en animales de laboratorio, especialmente
si se presentan en combinación con ruido. Entre estos agentes cabe mencionar:

 Metales pesados peligrosos, como los compuestos de plomo y trimetiltina


 Disolventes orgánicos, como el tolueno, el xileno y el disulfuro de carbono,
y Un asfixiante, como el monóxido de carbono.
Las investigaciones realizadas con trabajadores industriales sugieren que sustancias
como el disulfuro de carbono y el tolueno, pueden incrementar el potencial nocivo del
ruido.

Sugerencias para controlar y combatir el ruido

Al igual que con otros tipos de exposición, la mejor manera de evitarlo es eliminar el
riesgo. Así pues, combatir el ruido en su fuente es la mejor manera de controlar el ruido.

 Impedir o disminuir el choque entre piezas.


 Disminuir suavemente la velocidad entre los movimientos hacia adelante y hacia
atrás.
 Modificar el ángulo de corte de una pieza.
 Sustituir piezas de metal por piezas de plástico más silenciosas.
 Aislar las piezas de la máquina que sean particularmente ruidosas.
 Colocar silenciadores en las salidas de aire de las válvulas neumáticas.
 Poner en práctica medidas de acústica arquitectónica.
 Emplear maquinas poco ruidosas.
 Utilizar tecnología y métodos de trabajo, poco ruidosos.
 Cambiar de tipo de bomba de los sistemas hidráulicos.
 Colocar ventiladores más silenciosos o poner silenciadores en los conductos de
los sistemas de ventilación.
 Delimitar las zonas de ruido y señalizarlas.
 Poner amortiguadores en los motores eléctricos.
 Poner silenciadores en las tomas de los compresores de aire.

También son eficaces para disminuir los niveles de ruido el mantenimiento y la lubricación
periódicos y la sustitución de las piezas gastadas o defectuosas. Se puede reducir el ruido
que causa la manera en que se manipulan los materiales con medidas como las
siguientes:

 Disminuir la altura de la caída de los objetos que se recogen en cubos o tachos y


cajas.
 Aumentar la rigidez de los recipientes contra los que chocan objetos, o dotarlos de
amortiguadores.
 Utilizar caucho blando o plástico para los impactos fuertes.
 Disminuir la velocidad de las correas o bandas transportadoras.
 Utilizar transportadoras de correa en lugar de las de rodillo.

Una máquina que vibra en un piso duro es una fuente habitual de ruido. Si se colocan las
máquinas que vibran sobre materiales amortiguadores disminuyen notablemente el
problema.

Barreras:

Si no se puede controlar el ruido en la fuente, puede ser necesario aislar la máquina, alzar
barreras que disminuyan el sonido entre la fuente y el trabajador o aumentar la distancia
entre el trabajador y la fuente.

Estos son algunos puntos que hay que recordar si se pretende controlar el sonido
poniéndole barreras:

 Si se pone una barrera, ésta no debe estar en contacto con ninguna pieza de la
máquina.
 En la barrera debe haber el número mínimo posible de orificios.
 Las puertas de acceso y los orificios de los cables y tuberías deben ser rellenados.
 Los paneles de las barreras aislantes deben ir forrados por dentro de material que
absorba el sonido.
 Silenciar y alejar de los trabajadores las evacuaciones de aire.
 La fuente de ruido debe estar separada de las otras zonas de trabajo.
 Se debe desviar el ruido de la zona de trabajo mediante un obstáculo que aísle del
sonido o lo rechace.
 Se deben utilizar materiales que absorban el sonido en las paredes, los suelos y
los techos.

En el propio trabajador:

El control del ruido en el propio trabajador, utilizando protección de los oídos es,
desafortunadamente, la forma más habitual, pero la menos eficaz, de controlar y combatir
el ruido. Obligar al trabajador a adaptarse al lugar de trabajo es siempre la forma menos
conveniente de protección frente a cualquier riesgo.

La formación y motivación son claves para que el uso de los protectores auditivos sea el
adecuado.
Los trabajadores deberán ser formados y capacitados para que se concentren en el
porqué y como proteger su propia capacidad auditiva dentro y fuera del trabajo.
Por lo general, hay dos tipos de protección de los oídos: tapones (endoaurales) de oídos y
los protectores auditivos de copa. Ambos tienen por objeto evitar que un ruido excesivo
llegue al oído interno.

Con relación a los protectores auditivos, los más usados son dos tipos:

 Los tapones endoaurales para los oídos, se introducen en el oído, pueden ser de
distintos materiales. Son el tipo menos conveniente de protección del oído, porque
no protegen en realidad con gran eficacia del ruido y pueden infectar los oídos si
queda dentro de ellos algún pedazo del tapón o si se utiliza un tapón sucio. No se
debe utilizar algodón en rama para proteger los oídos.
 Los protectores de copa protegen más que los tapones endoaurales de oídos si se
utilizan correctamente. Cubren toda la zona del oído y lo protegen del ruido. Son
menos eficaces si no se ajustan perfectamente o si además de ellas se llevan
lentes.

Se debe imponer de manera estricta la utilización de protectores auditivos en las áreas


necesarias; se debe tener en cuenta la comodidad, la practicidad y el nivel alcanzado de
atenuación real, estos son los principales criterios para elegir los protectores auditivos a
adquirir; a cada empleado se le debe enseñar cómo utilizarlos y cuidarlos
apropiadamente; reemplazar en forma periódica los protectores auditivos.

La protección de los oídos es el método menos aceptable de combatir un problema de


ruido
en el lugar de trabajo, porque:

 El ruido sigue estando ahí: no se ha reducido.


 Si hace calor y hay humedad los trabajadores suelen preferir los tapones
endoaurales de oídos (que son menos eficaces) porque los protectores de copa
hacen sudar y estar incómodo.
 La empresa no siempre facilita el tipo adecuado de protección de los oídos, sino
que a menudo sigue el principio de "cuanto más barato, mejor".
 Los trabajadores no pueden comunicarse entre sí ni pueden oír las señales de
alarma.

A los trabajadores que están expuestos a niveles elevados de ruido se les debe facilitar
protección para los oídos y deben ser rotados para que no estén expuestos durante más
de cuatro horas al día. Se deben aplicar controles mecánicos para disminuir la exposición
al ruido antes de usar protección de los oídos y de rotar a los trabajadores.

Si los trabajadores tienen que llevar protección de los oídos, es preferible que sean
orejeras en lugar de tapones para los oídos. Lea las instrucciones de los distintos
protectores de oídos para averiguar el grado de protección que prestan. Analice la
información con el empleador antes de que compre los protectores. Es importante que los
trabajadores sepan usar adecuadamente los protectores de oídos y que conozcan la
importancia de ponérselos cuando haga falta.

Otros aspectos a considerar.

 Controlar que el ruido de fondo no sea perturbador al realizar un trabajo


intelectual.
 Que sea posible trabajar en forma concentrada, que al hablar por teléfono no se
eleve la voz.
 Que la comunicación entre los trabajadores no sea dificultosa por el ruido.
 Que sea posible escuchar los sistemas de alarma acústicos sin dificultad.

Pérdida de la audición inducida por ruido.

Todos los días, estamos expuestos a sonidos en nuestro ambiente, como los que vienen
del televisor y la radio, los aparatos electrodomésticos y el tráfico. Normalmente oímos
estos sonidos a niveles que no afectan nuestra audición. Sin embargo, los ruidos muy
altos pueden ser dañinos, aunque duren poco o mucho tiempo. Estos ruidos pueden
dañar las estructuras delicadas del oído interno, causando pérdida de audición inducida
por el ruido (noise-induced hearing loss, NIHL).

La pérdida de audición inducida por el ruido puede ser inmediata o puede tomar mucho
tiempo hasta que uno la note. Puede ser temporal o permanente y puede afectar uno o
ambos oídos. Aun cuando usted no pueda notar que está dañando su audición, podría
tener problemas en el futuro. Por ejemplo, tal vez no pueda entender a otras personas
cuando hablan, sobre todo por teléfono o en un lugar ruidoso. Aunque no sabemos cómo
le podría afectar el ruido en el futuro, sí sabemos que la pérdida de audición inducida por
el ruido se puede prevenir.

Causas de la perdida de audición inducida por ruido.

La pérdida de audición inducida por el ruido puede ocurrir de una sola vez por un sonido
intenso e “impulsivo”, como el de una explosión. También puede ocurrir poco a poco por
la exposición continua a sonidos fuertes, como los ruidos generados en una carpintería.

Algunas actividades recreativas que pueden ponerlo en riesgo de desarrollar pérdida de


audición inducida por el ruido son el tiro al blanco y la cacería, los paseos en motonieve,
escuchar música con auriculares a un volumen alto, tocar en una banda e ir a conciertos
con la música fuerte. En el hogar, los ruidos dañinos pueden venir de fuentes como la
cortadora de césped, el soplador de hojas y las herramientas de carpintería.

El sonido se mide en unidades llamadas decibelios o decibeles. Es muy raro que los
sonidos de 70 decibelios ponderados A (dBA) o menos causen pérdida de audición, aun
cuando uno esté expuesto a ellos por mucho tiempo. Sin embargo, exponerse por mucho
tiempo o repetidamente a sonidos de 85 dBA o más puede causar pérdida de audición.
Mientras más alto sea el sonido, más rápido se desarrolla la pérdida de audición inducida
por el ruido.

Estos son los niveles promedio de algunos sonidos comunes, medidos en decibelios:

• Una conversación normal 60-70 dBA


• El cine 74-104 dBA

• Las motocicletas o motocicletas todoterreno 80-110 dBA

• La música a través de auriculares 94-110 dBA

• Las sirenas 110-129 dBA

• Los fuegos artificiales 140-160 dBA

Dos factores importantes para proteger la audición son mantener una distancia entre el
punto de origen del sonido y usted, y limitar por cuánto tiempo se expone al sonido. Una
regla práctica es evitar sonidos que sean “demasiado altos” y que estén “demasiado
cercanos”, o que duren “demasiado tiempo”.

Causas

Para comprender cómo los sonidos fuertes nos pueden dañar la audición, es necesario
comprender cómo oímos. La audición depende de una serie de pasos complejos para
convertir las ondas sonoras que viajan por el aire en señales eléctricas. Estas señales
llegan al cerebro a través del nervio auditivo después de un proceso complejo.

Imagen 3. Estereocilios sobre las células ciliadas sensoriales en el oído interno

1. Las ondas sonoras entran al oído externo a través de un pasaje estrecho llamado
“conducto auditivo” que llega hasta el tímpano.
2. El movimiento de las ondas sonoras que entran hace que el tímpano vibre y a la
vez transmita estas vibraciones a tres huesecillos diminutos del oído medio. Estos
huesecillos se llaman martillo, yunque y estribo.
3. Los huesecillos del oído medio amplifican las vibraciones de sonido que llegan en
el aire y se convierten en vibraciones líquidas dentro de la cóclea en el oído
interno. La cóclea tiene forma de caracol y está llena de líquido. Tiene una
membrana elástica a lo largo de su estructura que la divide en dos secciones:
superior e inferior. Esta membrana es conocida como “membrana basilar” porque
sirve de base para estructuras claves del sistema auditivo.
4. Una vez que las vibraciones llegan hasta el líquido dentro de la cóclea, se forman
ondas que viajan a lo largo de la membrana basilar. Las células ciliadas, que son
células sensoriales sujetas a la superficie de la membrana, “bailan” con el
movimiento de la ola.
5. Al moverse las células ciliadas hacia arriba y hacia abajo, unas proyecciones
microscópicas parecidas a cerdas (conocidas como estereocilios), que se
encuentran encima de las células ciliadas, se topan con una membrana
sobresaliente y se inclinan. Esta inclinación hace que se abran unos canales que
parecen poros, que están en las puntas de los estereocilios. Esto permite que
ciertas sustancias químicas entren, generando así una señal eléctrica.
6. El nervio auditivo lleva la señal eléctrica al cerebro donde es traducida a sonidos
que podemos reconocer y entender.

La mayoría de los casos de pérdida de audición inducida por el ruido son causados por el
daño y finalmente la muerte de estas células ciliadas. A diferencia de las células ciliadas
de los pájaros y los anfibios, las células ciliadas humanas no vuelven a crecer. Es decir, el
daño es permanente.

Efectos y señales de la perdida de audición

Cuando se está expuesto a ruidos fuertes durante un período largo de tiempo, es posible
que poco a poco comience a perder la audición. Como el daño causado por la exposición
al ruido suele ser gradual, tal vez no lo note o tal vez ignore las señales de la pérdida de
audición hasta que sean más notables. Con el tiempo, los sonidos pueden distorsionarse
o escucharse débiles. Es posible que resulte difícil entender a otras personas cuando le
hablan o que tenga que subir el volumen del televisor. El daño que ocurre en la audición
por causa del ruido, combinado con el envejecimiento, puede resultar en una pérdida de
audición grave. Tal vez necesite audífonos que amplifiquen los sonidos a su alrededor
para poder oír, comunicarse y participar más plenamente en las actividades diarias.

La pérdida de audición inducida por el ruido también puede ser causada por el ruido de
estallidos extremadamente altos, tales como disparos o explosiones. Éstos pueden
romper el tímpano o dañar los huesecillos en el oído medio. Este tipo de pérdida de
audición inducida por el ruido puede ser inmediata y permanente.

La exposición al ruido fuerte también puede causar tinnitus, que es un timbre, silbido,
zumbido o rugido en los oídos o la cabeza. El tinnitus puede desaparecer con el tiempo,
pero a veces puede continuar (de manera constante u ocasional) a lo largo de la vida. La
pérdida de audición y el tinnitus pueden ocurrir en uno o ambos oídos.
A veces la exposición a ruidos fuertes impulsivos o continuos provoca una pérdida de
audición temporal que desaparece entre unas 16 a 48 horas más tarde. Las
investigaciones recientes sugieren, sin embargo, que a pesar de que la pérdida de
audición aparenta desaparecer, a largo plazo puede haber daño residual de la audición.

Prevención de la perdida de audición por efectos de ruido.

La pérdida de audición inducida por el ruido es el único tipo de pérdida de audición que es
totalmente prevenible. Si usted comprende cuáles son los riesgos del ruido y cómo
practicar una buena salud auditiva, podrá proteger su audición de por vida. Aquí se
explica cómo:

 Sepa qué sonidos le pueden hacer daño (los de 85 dBA o más).


 Use tapones para los oídos u otros aparatos de protección cuando haga alguna
actividad en la que se exponga a ruidos fuertes.
 Si no puede reducir el ruido, protéjase o aléjese de él.
 Esté alerta a ruidos peligrosos en el entorno.
 Proteja los oídos de los niños que sean demasiado jóvenes para protegerse ellos
mismos.
 Asegúrarse de que su familia, amigos y colegas estén conscientes de los peligros
del ruido.
 Hacerce una prueba auditiva si piensa que podría tener pérdida de audición.

Programas de conservación de la audición.

La exposición a niveles peligrosos de ruido puede causar daño al oído con pérdida
auditiva. La exposición al ruido puede causar pérdida auditiva temporal. Las exposiciones
repetidas pueden llevar al daño permanente al oído y pérdida auditiva permanente e
irreversible.

La exposición a altos niveles de ruido puede causar otros efectos dañinos de salud, tal
como estrés, silbidos crónicos en los oídos y alta presión sanguínea. Además, los
trabajadores sin protección en entornos de altos niveles de ruido tienen más accidentes
con tiempo perdido, son menos productivos, tienen tasas mayores de absentismo y más
problemas de disciplina.

En su Guía para la Seguridad Auditiva, la Administración de Salud y Salud Ocupacional


de California indica algunas señales que indicarían la necesidad del monitoreo de ruido:

 Las personas en el trabajo necesitan hablar más alto para poder ser escuchadas
por alguien que está a la distancia de un brazo.
 Los trabajadores tienen silbidos o zumbidos (tinnitus) en los oídos o pérdida
auditiva temporal después de irse del área de trabajo.
 Los trabajadores tienen evidencia de pérdida auditiva permanente.
 Los trabajadores se quejan del nivel de ruido.

Toma de medidas del ruido.

Comenzar un estudio con sonómetro de varias áreas de su empresa durante los turnos
más ocupados y más ruidosos. Asegurarce de seguir las instrucciones del equipo sobre el
uso adecuado para las evaluaciones de ruido ocupacional y calibración. No se olvide
incluir el equipo en el que trabajan el personal de reparaciones y mantenimiento, tales
como compresores, calderas y equipo de taller de maquinaria. Use el sonómetro para
tomar lecturas instantáneas para identificar a las personas que podrían estar expuestas a
niveles altos de ruido, y las áreas en las cuales hay niveles altos de ruido.

Si obtienen lecturas de nivel de sonido cerca de los 85 decibelios en la escala A (dBA) o


que excedan los 85, obtenga el servicio de un profesional de seguridad y salud calificado
para que lleve a cabo una prueba de dosimetría del ruido.

Una vez que se identifique un trabajo o área con un promedio ponderado de 85 dBA o
superior, todos los empleados que realizan este trabajo o trabajan en esta área deben
estar en un programa de conservación de la audición. Los empleados que se monitorean
serán representativos de otros empleados en su departamento, trabajo o ubicación.

Algunas industrias están exentas de tener que implementar un programa de conservación


de la audición. Se requiere que todas las industrias controlen las exposiciones al ruido de
sus empleados con el fin de que no excedan el límite de exposición permisible.

Elemento del programa de conservación de la audición.

Hay cinco elementos principales del programa de conservación de la audición:

 Monitoreo del ruido: estudios con sonómetros o estudios con dosimetría del ruido
para identificar trabajos y áreas que requieren controles.

 Audiometría (pruebas auditivas): programa de vigilancia de pruebas auditivas para


efectuar seguimiento en la prevención de pérdida auditiva de un empleado.
 Capacitación: por lo menos anualmente, el empleador debe capacitar a los
empleados sobre cómo sucede la pérdida auditiva y la manera correcta de usar y
mantener los dispositivos de protección auditiva.

 Dispositivos de protección auditiva: el empleador debe suministrar y mantener


gratuitamente una variedad de dispositivos de protección auditiva

 Mantenimiento del registro: el empleador debe guardar registros de la audiometría,


monitoreo del ruido y capacitación del empleado.
Medidas de protección contra el ruido.

En la mayoría de ocasiones, nuestra lucha contra el ruido no radica en abordar


directamente las fuentes de contaminación acústica sino que tan solo podemos arbitrar
medidas de protección contra el ruido. Por ejemplo, una de las formas de reducir el ruido
urbano es alejarnos de él.

Efectivamente, en los últimos años se ha extendido un modelo de residencia de calidad


que se caracteriza por un alejamiento de las principales fuentes de contaminación
acústica (y también atmosférica) y un mayor contacto con entornos naturales. Las
urbanizaciones con casas unifamiliares o casa adosadas han proliferado de manera
extraordinaria en los alrededores de nuestras ciudades. Sin embargo, aunque a nivel
particular podamos vivir en un entorno menos ruidoso, a nivel global lo que se produce es
un incremento generalizado de ruido por todo el territorio: la necesidad de uso de
vehículos privados, la extensión de las redes viarias a nuevas áreas y una mayor
ocupación del suelo para actividades "urbanas" són solo algunos de los factores que
hacen desdeñar este tipo de desarrollo completamente insostenible.

En general, hablando de medidas de protección acústica, podemos distinguir tres ámbitos:


el entorno residencial, la propia vivienda y la propia persona.

Existen diversas medidas de protección de la contaminación acústica que podemos ubicar


en el entorno, especialmente al lado de grandes infraestructuras que, por lo general, son
una de las principales fuentes generadoras de ruido. Entre estas medidas podemos citar
la construcción de pantallas acústicas o bien la instalación de elementos "seminaturales"
como taludes, montículos o arboledas.

Otro tipo de medidas de protección afectan a nuestra vivienda o a los entornos laborales
tales como oficinas, talleres, etc. Así, la instalación de doble cristal en las ventanas, la
cobertura de paredes con materiales fonoabsorventes o la colocación de determinados
elementos de mobiliario como cortinas o muebles de oficina pueden reducir la penetración
del ruido en el interior del habitáculo o bien evitar reververaciones o ruidos molestos
producidos por la propia actividad en el interior.
Una medida ampliamente utilizada es el denominado ruido blanco, consistente en generar
un cierto nivel sónico que permita cubrir ruidos más molestos (por intermitentes o
imprevistos) y genere un entorno más relajado y agradable. Muchas veces el hilo musical
funciona como ruido blanco y, por ejemplo, en una oficina, puede llegar a tapar ruidos
como el tecleo, los lápices golpeando la mesa, la tos, etc. Sin embargo, no siempre su
presencia provoca efectos tan positivos como los descritos, precisamente por la propia
definición psicológica de ruido como sonido no deseado.

Bibliografía.

Medida y Control del Ruido. Autores: Juan M. Ochoa Pérez, Fernando Bolaños –
Colección “Prodúctica” – Barcelona: España

López Barrio, I., y Herranz, K. (2010). Factores físicos medioambientales. En J.I.


Aragonés y M. Amérido (coords.). Psicología Ambiental, 4ª Edición. Madrid: Pirámide, pp.
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Conceptos básicos del ruido ambiental. (s. f.). Recuperado 7 de abril de 2020, de


http://sicaweb.cedex.es/docs/documentacion/Conceptos-Basicos-del-ruido-ambiental.pdf

Pérdida de audición inducida por ruido. (2019, junio 2). Recuperado 7 de abril de 2020, de
https://www.nidcd.nih.gov/es/espanol/perdida-de-audicion-inducida-por-el-ruido

Conceptos básicos del ruido ambiental. (s. f.). Recuperado 7 de abril de 2020, de


http://sicaweb.cedex.es/docs/documentacion/Conceptos-Basicos-del-ruido-ambiental.pdf

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