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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DE EDUCACIÓN SUPERIOR


UNIVERSIDAD BOLIVARIANA DE VENEZUELA
PROGRAMA DE FORMACIÓN DE GRADO EN ESTUDIOS JURÍDICOS
PERIODO ACADEMICO 2020-I
SECCIÓN 1501 - TSJ

TEMA IV
ANÁLISIS DE LA ESTRUCTURA DE LA NORMA JURÍDICA DESDE LA
PERSPECTIVA DE HANS KELSEN.
CONTRIBUCIONES MÁS SIGNIFICATIVAS DEL SIGLO XX A LA FILOSOFÍA
POLÍTICA Y DEL DERECHO.

Unidad Curricular:
Análisis Sociológico del Derecho.
Prof. Abg. An Mary Sánchez.
Estudiante:
Penélope Franco
CONTENIDO
PÁG.
1.- Análisis de la estructura de la norma jurídica desde la perspectiva de Hans Kelsen. 3
2.- Contribuciones más significativas del siglo XX a la filosofía política y del derecho. 5
3.- Consultas. 7

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1.- Análisis de la estructura de la norma jurídica desde la perspectiva de Hans Kelsen.

La teoría jurídico-política de Hans Kelsen (1881-1973), más allá de su teoría pura del derecho,
permeó profundamente el modo de concebir los elementos medulares del sistema jurídico y de
la organización del Estado. Si bien la Teoría pura del derecho fue su producción científica más
notable, Kelsen fue un autor prolijo, que durante casi siete décadas se ocupó también de otros
ámbitos distintos a la filosofía y la teoría del derecho, tales como la teoría del Derecho Público
–sobre todo el Derecho Constitucional–, la teoría de las normas jurídicas, el Derecho
Internacional Público, la teoría política, el diseño constitucional y la revisión judicial de
constitucionalidad que ejerció como magistrado del tribunal que contribuyó a crear, así como
otros campos menores a los que también dedicó parte de su obra, como la filosofía griega
clásica.

Podemos decir en cuanto a las teorías de Hans Kelsen que constituyen una base a lo que es la
modernidad del derecho desde el positivismo formando los elementos medulares del sistema
jurídico y de la organización del Estado. Kelsen introdujo durante casi siete décadas sus teorías
que abarcaron ámbitos diferentes a la jurídica, entre esos ámbitos podemos reflejar la filosofía y
la teoría del derecho, tales como la teoría del Derecho Público sobre todo el Derecho
Constitucional, la teoría de las normas jurídicas, el Derecho Internacional Público, la teoría
política, el diseño constitucional y la revisión judicial de constitucionalidad que ejerció como
magistrado del tribunal que contribuyó a crear, así como otros campos menores a los que
también dedicó parte de su obra, como la filosofía griega clásica.

Ahora bien podemos referir que la importancia de la “teoría pura” radica en que se trata de una
teoría estrictamente jurídica, que supone que la verdad o falsedad de los enunciados jurídicos no
dependen de la verdad o falsedad de premisas empíricas o morales. La existencia y el contenido
del derecho, como reza la premisa fundamental del positivismo, dependen de hechos sociales y
no de sus cualidades o virtudes. En este sentido, Kelsen hace referencia a la “pureza metódica”
de la ciencia jurídica. Para Kelsen, el pensamiento iusfilosófico de la época contaminaba a la
ciencia del derecho con estándares morales e ideología política, o intentaba reducirla a las
ciencias naturales o sociales. La idea de la “pureza” de la ciencia jurídica se concibe para
distinguirla de la moral y de la ciencia empírica. Separarla de la divinidad y potestad divina y
basarse en las sociedades.

El tema de la “Pureza” en la doctrina kelseniana se relaciona con la tesis de la independencia


que, de un lado, significa la separación entre el ser y el deber ser, en virtud de la cual no es
posible justificar enunciados normativos mediante enunciados empíricos y; de otro, exige que la
justificación de los enunciados normativos se refiera únicamente a otros enunciados normativos.
El derecho en la teoría pura es un orden normativo, porque lo concibe desde el deber ser
objetivo que comportan las normas que lo integran. Una norma es lo que “debe ser”, es decir, lo
que se espera que oriente una determinada conducta.

La teoría pura concibe a la norma jurídica como un juicio hipotético que expresa el vínculo
específico que se establece entre un hecho condicionante y su consecuencia. Una norma es,
entonces, el sentido de un acto con el cual se ordena o permite y, en especial, se autoriza un
comportamiento. De aquí que deba también diferenciarse entre el acto de voluntad que estatuye
una norma y su validez jurídica. Ello, por ejemplo, distingue al asesinato de la pena de muerte.
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Como acontecimientos empíricos, son iguales, pero su significación jurídica es radicalmente
opuesta.

Kelsen define al derecho como un orden coercitivo, es decir: un sistema de normas que busca
motivar conductas a través de la amenaza de un mal que debe imponerse institucionalmente. En
la mayoría de casos, la norma jurídica no ordena directamente la conducta que el sistema quiere
motivar, sino que, por el contrario, articula una sanción a su conducta contraria. Es decir, no
prohíbe taxativamente, pero si sanciona en lo conductual. Es decir los sistemas morales, no
cuentan con un sistema coactivo institucionalizado, y las normas morales tienen la característica
estructural de ordenar positivamente la conducta debida. Por ejemplo, para el caso de la
prohibición de matar, una norma moral establece dicha prohibición a través del enunciado: “no
se debe matar”. Por esta razón estructural, una teoría del derecho con pretensiones científicas
debe establecer conceptualmente una estricta separación entre el derecho y la moral.

El objetivo de las teorías que expreso Kelsen, es el estudio a la norma jurídica. De esta manera,
excede a su ámbito de estudio el análisis de su calidad moral. Como existe una separación
conceptual entre el derecho y la moral, la ciencia jurídica puede describir los sistemas jurídicos
“a valorativamente”.

La tesis de la separación es una expresión del relativismo valorativo que defendiera Kelsen. No
hay valores superiores en virtud de los cuales el derecho pueda delimitarse. Si bien cualquier
ordenamiento jurídico positivo puede estar conforme con alguna norma de justicia, su validez es
independiente de la validez de los parámetros morales. La relación entre la conformidad de una
norma jurídica con la de una norma moral no se puede considerar como el fundamento de su
validez. La justificación de los enunciados jurídicos solo puede realizarse mediante la referencia
a otros enunciados jurídicos.

Premisa: La validez del sistema jurídico

Una de las premisas de Kelsen es sobre el fundamento de validez del sistema jurídico, dirá que
una norma vale porque otra norma superior así lo establece. A través de una “cadena de
validez”, se llegará hasta la primera constitución histórica. Aquí aparece el problema de cuál es
la norma que valida a la primera constitución histórica. Pues, si se alegara que la misma vale
por su eficaz imposición, entonces se produce un salto del ser al deber ser, lo cual Kelsen ha
descartado como lógicamente posible. Por ello, reconstruye el concepto de “norma fundante
básica”. La misma, a diferencia de las otras normas jurídicas, no es una norma puesta por una
autoridad, sino que se trata de una norma presupuesta por todo aquel que adopta una perspectiva
jurídica. Todo aquel que pretenda describir científicamente al derecho debe presuponer dicha
norma e interpretar como su sentido objetivo al sentido subjetivo de la imposición de esa
primera constitución histórica.

La norma fundamental desempeña varias funciones en la teoría pura: explica la naturaleza


sistemática de las normas jurídicas y constituye el fundamento de una explicación de la validez
jurídica y de la normatividad del derecho. A demás, surge la relación entre la validez y la
eficacia, es decir, el hecho de que las normas sean cumplidas por las personas a quienes se
aplican.
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Una norma es jurídicamente válida con la condición de que pertenezca a un sistema de normas
que, en general, sea eficaz. La validez de una norma depende de la eficacia, pero no de su
propia eficacia; lo cual conduciría a afirmar que una norma que no se cumple deja de ser válida,
sino a la eficacia del sistema jurídico donde dicha norma se encuentra inserta. Un determinado
contenido de un ordenamiento jurídico es considerado normativo, si un sujeto lo considera
como una razón válida para la acción. 

2.- Contribuciones más significativas del siglo XX a la filosofía política y del derecho.

En nuestro primer trabajo de esta materia investigamos que Hans Kelsen (Praga, 1881 -
Berkeley, California, 1973) fue un pensador jurídico y político Austriaco, Profesor de Filosofía
del Derecho de la Universidad de Viena (1917); luego de finalizada la Primera Guerra Mundial
(1914-18), toma parte activa en la organización institucional de Austria y es unos de los
principales autores de su Constitución para 1920, tras la desintegración del Imperio Austro-
Húngaro. La toma de Hitler del poder lo llevo a deja Alemania en 1933. Se refugia en Estados
Unidos (1940) por el estallido de la segunda Guerra Mundial (1939-45), donde ejerció la
docencia (enseñar ciencias políticas) en la Universidades de Harvard y Berkeley. Perteneciente
a la corriente del formalismo jurídico, Kelsen sostuvo la teoría del normativismo, según la cual
el derecho es un fenómeno autónomo de cualquier hecho o ley positiva. La doctrina de Kelsen,
que él llamó “Teoría pura del Derecho”, tuvo continuidad en la escuela de Viena e influyó en
la orientación jurídica de muchos países europeos

Según Villar Borda, Kelsen destaco en la década de 1930, correlativamente con el proceso de
renovación democrática en países como Argentina, México, Brasil, Chile y Colombia. La
influencia de su teoría fue fundamental en el desarrollo y la configuración, no solo de la
filosofía del derecho, sino también de la cultura jurídica en la región. En Colombia, el sistema
de control concentrado de constitucionalidad en cabeza de un tribunal especializado e
independiente, adoptado en 1991, sigue los artículos que redactó Kelsen para la Constitución
Austríaca de 1920.
 
La confluencia del positivismo y el neokantismo entrado el siglo xx se convierten en las dos
grandes tendencias de pensamiento que modelan el pensamiento teórico de Hans Kelsen, pese a
que en la inserción de ambas se adviertan caracteres diferenciadores en cada una respecto a sus
fuentes originales. Kelsen parte de considerar un grupo de conclusiones filosóficas y teórica-
cognoscitivas, entre las categorías del ser y deber ser. En la separación de las ciencias
filosóficas y políticas. Entre ciencia e ideología; la existencia de conocimientos “puros”,
independiente de todo material empírico.

Esta posición la sostiene Kelsen con más fuerza aún en la edición de la Teoría Pura de 1960:
“Al caracterizarse como una doctrina “pura” con respecto del derecho, lo hace porque
quiere obtener solamente un conocimiento orientado hacia el derecho, y porque desearía
excluir de ese conocimiento lo que no pertenece al objeto precisamente determinado como
jurídico. Vale decir: quiere liberar a la ciencia jurídica de todos los elementos que le son
extraños. Este es su principio fundamental en cuanto al método. Pareciera tratarse de algo
comprensible de suyo. Sin embargo, la consideración de la ciencia jurídica tradicional, tal

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como se ha desarrollado en el curso de los siglos xix y xx, muestra claramente qué lejos esa
ciencia ha estado de satisfacer la exigencia de pureza.”

Ahora bien desde mi perspectiva, una de la mayor contribución fue precisamente la separación
de la divinidad, de las normativa de las leyes sociales; igualmente la jerarquización de la
normativa jurídicas, de como de una norma que se presume consuetudinaria la norma madre que
sería la constitución se fundamenta la estructura de un estado nación. De la valides de la norma
y la eficacia.

Para el neokantismo (…) el saber filosófico, la propia filosofía, se colocó como una
problemática de las distintas corrientes de pensamiento europeo. De la misma forma esta
reflexión filosófica se convirtió en una reflexión sobre la ciencia, y en las problemáticas
mediante las cuales se logran las condiciones de su validez. Se refirió a una ciencia que se
encogió hasta aparecer solamente como teoría del conocimiento, pues la validez de la ciencia
era una cuestión indiscutida. Por ello la reflexión filosófica, como reflexión sobre la ciencia, se
enfocó únicamente en descubrir las condiciones que posibilitaban y multiplicaban la validez de
la ciencia.

De esta manera el arranque del kelsenianismo desde estructuras y contenidos del pensamiento
filosófico del neokantismo, sobre la base del positivismo jurídico, hizo que la filosofía del
Derecho convirtiera la construcción de una ciencia del Derecho en su principal objetivo.
Elaborada bajo los presupuestos de una posición radical entre ciencia y valor, se enmarcó en
esta etapa del pensamiento enfilada a reducir la filosofía a un contenido metodológico y a
formas lógicas todo conocimiento científico concreto.

Gran parte del pensamiento europeo que está presente al momento en que Kelsen comienza su
labor intelectual, plantea el conocimiento del mundo en grandes dicotomías: el hecho y el valor,
el ser y el deber ser, lo descriptivo y lo valorativo como esfera científica la primera e ideológica
la segunda, etc. Por estos senderos, en el conocimiento de los fenómenos sociales, Kelsen
construye una metodología y una epistemología del conocimiento hacia fenómenos de la
realidad que, desde una posición filosófica metafísica y logicista, potencia la creación a nivel
ideal de un conocimiento abstracto, de objetos formales en el conocimiento que se divorcian y
desvinculan radicalmente de la realidad objetiva que pretende representar o que sirven de
soporte para una construcción teórica.

El positivismo normativista de la teoría pura de Kelsen arranca desde la estrechez de marcos en


que concibió el Derecho y el análisis de su estructura. Desde bien temprano su esfuerzo teórico
trató de hacer la diferencia y rebasar el positivismo jurídico del siglo XIX que daba cabida en el
análisis del fenómeno jurídico a la política, a la moral, a la religión. Kelsen condenó el objeto
del derecho al estudio de la norma y de todo el sistema formal montado por esta, todo ello
posible porque delimitó con absoluta abstracción el objeto de lo que consideró objetos de
estudios de otras ciencias.

En la perspectiva planteada por los neokantianos, en referencia la relación de forma y contenido


en el Derecho, Norberto Bobbio afirmó: “La gran dicotomía kelseniana, que sirve para
distinguir las dos esferas de conocimiento, no es forma-contenido sino sein-sollen. Una cosa
es decir que el Derecho es una forma de la sociedad y otra afirmar, como lo hace Kelsen, que
la tarea de la teoría pura del derecho, esto es, una teoría que pretende ser científica, es
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estudiar el derecho en su estructura formal.” Darle la cientificidad a la teoría, desde la
prelación de su propia estructura dentro de la sociedad.

3.- Consultas:

 Harold Bertot Triana (2019). La teoría pura del Derecho de Hans Kelsen: una teoría pura
sobre el Derecho, no una teoría sobre un Derecho puro.
 Kelsen, Hans. (1982). Teoría Pura del Derecho, México: Universidad Autónoma de
México.
 https://www.ambitojuridico.com.
 Bobbio, Norberto. Kelsen y Max Weber, en: Oscar Correas (Comp.). (1989). El otro
Kelsen, (1a ed.), México: Universidad Autónoma de México.

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