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EXCAVACIÓN CLASIFICADA

En obras grandes las condiciones de excavación son variadas y por lo tanto las labores se pueden
clasificar como: corte de camino, préstamo, zanja poco profunda, alcantarilla o zanja profunda. Los
trabajos también se pueden catalogar de acuerdo a la dificultad de realizar excavación, es decir:
excavación en tierra o roca, en material seco o inmerso en agua.

Es una practica común, asumir que la tierra puede excavarse directamente con palas mecánicas de
tamaño normal; mientras que la roca debe ser volada o fracturada antes de extraerla. La diferencia en el
pago depende de estos factores.

Costo más Utilidad

Si las condiciones del trabajo son tales que el contratista no puede definir fácilmente la cantidad ó clase
de excavación, si no es práctico definir el estado final de la obra; o si el trabajo debe hacerse poco a
poco, a medida a que haya disponibilidad de equipos o fondos; un arreglo costo más utilidad, será
probablemente el más satisfactorio.

En este tipo de arreglo, al contratista se le pagarán todos los costos de ejecución del trabajo. Recibirá
además, ya sea una cantidad fija o un porcentaje del costo de la obra. Este tipo de contrato es utilizado
en situaciones, en las cuales por razones de urgencia es imposible llevar a cabo una investigación
completa del sitio, o cuando los planos están sujetos a cambios.

En este sistema (costo más utilidad) se premia la ineficacia, pues errores al cuantificar los costos
incrementan la utilidad del contratista.

Trabajo por Hora

En obras pequeñas el trabajo por hora es la práctica común. El gasto en investigación por parte del
propietario y la estimación del contratista no están justificados por el importe.

La hora de trabajo puede considerarse como el tiempo en que la máquina permanezca en la obra, el
tiempo en que este presente y lista para trabajar, o únicamente el tiempo de trabajo efectivo,
dependiendo de los arreglos hechos.

En efecto, el contratista que es el propietario del equipo lo esta alquilando a su cliente, pero usualmente
retiene el derecho de supervisar y pagar todos los gastos, incluyendo el operador, combustible
lubricantes y reparaciones. Ocasionalmente el cliente podrá suministrar el combustible u otros
conceptos.

El pago por el tiempo de una máquina que esta atascada en el lodo, usualmente corre por cuenta del
que la alquila; ya que es una circunstancia causada por las condiciones de la obra. Sin embargo si la
falta radica en un operador desobediente o descuidado, o si el propietario garantizó que la máquina no
se atascaría en esa obra, puede que el pago sea retenido.

No se paga el tiempo perdido por la máquina debido a falla mecánica o a ausencia del operador. Sin
embargo, los paros por ajuste, reparaciones menores, carga de combustible, lubricación o tiempo para
fumar que promedie menos de diez minutos por hora, puede considerase tiempo de trabajo si se hace
un arreglo para ese efecto.
Medición del Tiempo

El tiempo de trabajo o de pago puede obtenerse de las lectura de medidores eléctricos de horas, que
registran el tiempo en que el motor esta funcionando; de contadores mecánicos que registran las
revoluciones del motor en función de las horas de operación activa; de verificaciones especiales de un
capataz o de un tomador de tiempo, de las hojas de tiempo, de la obra del que alquila, o de los registros
del propietario.

La medición del tiempo mediante medidores de horas hace que las operaciones del propietario
mantengan el motor andando, se necesite o no. Muchas obras comprenden cantidades sustanciales de
tiempo de espera, durante las cuáles el ruido y el desgaste se reducirá parando los motores, pero esta
acción del operador perjudicaría a su patrón y posiblemente a el.

Este método ofrece la desventaja adicional de permitir una ganancia al mantener los motores a toda
velocidad en todo tiempo. Esto puede ser difícil, al realizar trabajos precisos; causando desgaste,
desperdicio y ruido excesivo.

Contratos Engañosos

Muchos contratos son engañosos y pueden utilizarse para hacer que el contratista haga su trabajo por
parte del pago, o tomar responsabilidades de condiciones más allá de su control. Es costumbre hacer
pagos a cuenta de obras que requieren más de unas cuantas semanas para su terminación, de manera
que el contratista tenga que pasar apuros por los registros y el gasto inmediato del dinero. En muchos
tipos de trabajo es usual que el propietario retenga un porcentaje que puede variar desde 5 hasta 50%
del valor del trabajo desarrollado, como una seguridad para la terminación de la obra y el cumplimiento
de cualesquiera garantías.

Tales contratos pueden dejar al propietario la opción de no terminar la obra reteniendo así el pago final
indefinidamente.

En los contratos que exigen sanciones por incumplimiento de terminar en cierta fecha, el contratista
deberá protegerse contra las demoras causadas por el propietario. Estas pueden incluir el no terminar
las operaciones previas, o no quitar el material sobrante dejado por ellas; o no proporcionar a tiempo
planos, estacas de rasante, permisos de trabajo o acceso a la propiedad.

El contratista también debe protegerse contra la escasez de materiales, mediante cláusulas de demoras
causadas por circunstancias fuera de control y autorización para sustituir artículos obtenibles, en lugar
de los no obtenibles.

Sin embargo las mayores perdidas de los contratistas, ocurren cuando olvidan mencionar que las
demoras de la obra, obedecen a las condiciones del subsuelo; las principales roca y agua, o una de
combinación de estas (Herbert Low N. 1980, p. 435).

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