LA TERCERA Sábado 28 de marzo de 2009
Curso: Liderazgo en la empresa - Clase 3
El Liderazgo apreciativo
El líder apreciativo es el que tiene el talento de gestionar las fortalezas y recursos de sus colaboradores desde la
positividad. Debe ser humilde para no marearse con el éxito y tener férrea determinación para sostener el
sentido y la cultura de su empresa
Para Albert Einstein: “la crisis es
la mejor bendición que puede suce-
derle a personas y países, porque la
crisis trae progresos”. Una frase
equivalente a una ducha de agua
fría para algunos, pero que sin
embargo no deja de ser cierta. Todo
depende de la mirada que le demos:
la crisis puede ser una carga de pér-
didas y sufrimientos para nuestra
empresa o una oportunidad. Este
último enfoque es la base del lide-
razgo apreciativo, el cual se centra
en los recursos y las fortalezas, más
que en la falta de ellos.
Desde su origen, la mirada de la
administración y de la economía ha
estado centrada en la gestión de la
escasez. El supuesto es: los recursos
son limitados, por lo que es necesa-
rio racionalizarlos para administrar-
los. Por más que los ejecutivos de
una empresa quieran buscar la
riqueza y el bienestar, si concentran
la mirada en la escasez, sólo van a
generar conductas que reduzcan
los ingresos más que aumentarlos.
El líder que se concentra en
problemas, a lo que más puede
aspirar es a resolverlos. El que
mira brechas, sólo podrá
llegar hasta
la meta pre-
establecida.
Cuando
se mira lo
negativo, los
líderes gene-
ran dos dinámi-
cas de relación
en los equipos: por
una parte está la de
punto fijo, en las
que nadie habla ni da
ideas, pues el enfoque
del jefe es único y es correc-
to. Y por otro lado tenemos la de
ciclo límite, en la cual se dan más
ideas, pero siempre dentro de los
límites de lo conocido y lo que hace-
mos. El único problema es que la
innovación no está en lo conocido,
está en lo desconocido. No está en la
parte vacía del vaso, está en la llena.
Un revolucionario cambio de
mirada
El liderazgo apreciativo es una
nueva forma de concebir el lideraz-
go que conlleva un modo diferente
de actuar. Se trata de un cambio de
mirada que se origina en las discipli-
nas que valoran las fortalezas y la
mirada positiva de las personas y
equipos. Las líneas que han tenido
un desarrollo más intenso en los
últimos años están resonando y
expandiéndose a gran velocidad.
Estas son:
1) Indagación Apreciativa: en
1987, David Cooperrider hace el pri-
mer aporte con esta propuesta. Junto
a un afiatado grupo de investigado-
res, promueven mirar siempre la
intención positiva en los actos y el
poder de indagar aquello que se ha
efectuado eficazmente o de las posi-
bilidades emergentes en equipos con
metas inspiradoras y compartidas.
2) Psicología Positiva: esta dis-
ciplina esta liderada por Martín
Seligman, que focaliza la mirada en
la necesidad de mirar el aspecto
positivo de las personas y concen-
trarse en ellas como camino
para una auténtica felicidad.
3) Crecimiento basado en
fortalezas: este aporte lo rea-
liza Marcus Buckinhgham,
cuyos libros han salido del
ámbito académico para
constituirse en un tema de
Según el súper ventas
Marcus
Buckinhgham, el
88% de las personas
declara que en el día a
día no dedica tiempo
relevante para poner
sus fortalezas en
acción.
interés general para el lector de
best-seller. Quizás es quien más ha
contribuido a masificar esta mirada
de construir la vida sobre las fortale-
zas, más que intentar mejorar las
debilidades. Esta visión, si bien es
compartida por la mayoría de las
personas, aún no se transfiere a las
prácticas cotidianas de trabajo,
donde el 88% declara que en el día a
día no dedica tiempo relevante a
poner sus fortalezas en acción.
Gracias a estas tendencias, en los
últimos 20 años, la psicología y el
management han tenido un giro
radical: se ha pasado de la escasez a
los recursos, yendo más allá de la
tradicional mirada de patología,
carencia, daño del pasado, brecha y
dolor. Este sí es un cambio revolu-
cionario, ya que se trata de mirar el
mundo con ojos apreciativos en
cuando a lo que funciona y nos
impulsa hacia lo nuevo y mejor, a lo
que da vida.
El líder apreciativo
El enfoque apreciativo se centra
en lo que funciona adecuadamente
en un sistema humano, en la valora-
ción de los recursos, fortalezas y
capacidades propias, de otros y del
contexto en el cual se trabaja. Sólo
así facilitamos el despliegue de las
potencialidades existentes y logra-
mos hacer emerger lo mejor de cada
uno y del nosotros colectivo.
El líder apreciativo es el que
ejerce influencia desde lo que fun-
ciona y tiene el talento de gestio-
nar las fortalezas y recursos de sus
colaboradores desde la positividad.
Es un gestor de energía positiva y
debe preparar el clima de trabajo
para que las personas se suban a
esta invita-
Ignacio Fernández
Magíster en Dirección
de Recursos Huma-
nos, UAI. Psicólogo,
Universidad Católica
de Chile. Director del
Magíster en Psicología
de las Organizaciones
y de la revista Psicología Organizacional Hu-
mana, Universidad Adolfo Ibáñez. Socio de
Trust & Placement.
Nicolás Shea
M.Sc. (c ) in Manage-
ment, Stanford Uni-
versity. Master in
Education, Columbia
University. Ingeniero
Comercial, Universi-
dad Católica de Chile.
Fundador y gerente general de eClass.
ción. La emoción organizacional
esencial del líder positivo es la con-
fianza esencial en la honestidad e
integridad de las personas, que se
complementa con la confianza en
las competencias técnicas de las
personas y el cumplimiento de
compromisos.
En cuanto a las personas que
tengo a mi cargo, la mejor forma de
impactar significativamente a otros
es involucrándolos y haciéndolos
parte de una iniciativa. Esto debe
hacerse de modo tal, que surja cohe-
sión y un sentido compartido para
motivar y sostener el nivel de ener-
gía y positivismo requerido para
lograr un cambio y que este se sos-
tenga en el tiempo. Una nueva ener-
gía y un nivel de logro sobresaliente
e inesperado son los efectos que
revelan la mayor contribución del
liderazgo apreciativo.
Lo que un líder apreciativo
logra en su empresa y con sus
colaboradores, tiene directa
relación con su actitud
ante la vida, la cual es
una actitud de permanente
aprendizaje. Jim Collins,
autor de “Empresas que sobre-
salen”, demostró que los líderes
balanceados tienen dos condiciones
distintivas: la humildad y la férrea
determinación. Humildad para
aprender y para no marearse con el
poder y el éxito, y férrea determina-
ción para sostener el sentido de la
empresa, la cultura interna, la exi-
gencia y la dirección.