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Aprender para servir, servir para construir

Nombre:
Rovenny
Apellidos:
Saint-Hilaire Núñez
Asignatura:
Laboratorio de
enfermedades parasitarias
Asignación:
Sarcosporidiosis
Profesor/a:
Wendy Suriel
Fecha de entrega:
Abril, 2020
 Introducción

La sarcosporidiosis, también conocida como sarcocistosis, es una enfermedad zoonótica


parasitaria producida por protozoos intracelulares del género Sarcocystis. Dicho género
cuenta con más de 130 especies, siendo las más comunes Sarcocystis bovicalis,
Sarcocystis bovifelis, Sarcocystis bovihominis y Sarcocystis suihominis.

Es una enfermedad de amplia distribución geográfica, aunque existen especies que solo
se encuentran en regiones específicas. Este es el caso de la especie Sarcocystis neurona,
la cual es endémica del continente americano.

A pesar de ser zoonótica y de presentarse principalmente en mamíferos, la infección


humana es muy poco frecuente y de poca gravedad, por lo general cursa de manera
asintomática. Por otro lado, la infección en animales presenta un cuadro crónico y puede
afectar a una gran variedad de especies silvestres y domésticas. Entre ellas bovinos,
porcinos, caninos, felinos, aves de corral y reptiles. Por esta razón, es una patología
importante para el conocimiento de personal de salud humana y animal.
 Historia
El agente causal de la sarcocistosis fue identificado por primera vez en los músculos de un
ratón, por el científico suizo Friedrich Miescher en el año 1843, sin embargo, no fue
identificado como protozoario hasta años después y mientras tanto las estructuras se
conocieron como “túbulos de Miescher”.
En 1865 se encontraron estructuras similares en el músculo de un cerdo, a las que se les dio
el nombre de Sarcocystis miescheriana 33 años después en 1899.
No obstante, a pesar de todos los años de estudio aún había dudas sobre la naturaleza de
organismo, no estaba claro si se trataba de un hongo o de un protozoario ya que solo se
habían observado en su estadio de quiste. No fue hasta el año 1967 con la invención del
microscopio electrónico donde se identificó como un protozoario relacionado con los géneros
Toxoplasma y Eimeria.
Los estudios sobre su ciclo de vida y transmisión iniciaron en el 1970, cuando se extrajeron
de músculos de aves en su estadio de bradizoitos y se inocularon en cultivos celulares en el
laboratorio y se observaron las etapas de su desarrollo (1).
 Etiología
Como menciono anteriormente, la sarcocistosis es causada por especies del género de
protozoos intracelulares Sarcocystis, los cuales son parásitos del tipo Apicomplexa.
Estos parásitos tienen un ciclo de vida heteroxeno indirecto, lo que quiere decir que cursa sus
etapas de desarrollo dentro de dos huéspedes, uno intermediario -HI- o presa en este caso
particular, y uno definitivo -HD- o depredador (2). A partir de su descubrimiento se han
descrito ciclos biológicos de especies de Sarcocystis en varias especies animales, siendo las
siguientes algunas de las interacciones más comunes entre HI y HD (3).
 Bovino – Humano, S. hominis.
 Bovino – Canino, S. cruzi.
 Bovino – Felino, S. hirsuta.
 Ovino y Caprino – Canino, S. capracanis y S. hircicanis.
 Ovino – Felino, S. gigantea y S. medusiformis.
 Caprino – Felino, S. moulei.
 Porcino – Humano, S. suihominis.
 Porcino – Canino, S. meischeriana.
 Porcino – Felino, S. porcifelis.

Los parásitos del género Sarcocystis están ampliamente distribuidos a nivel mundial, sin
embargo, existen especies endémicas de ciertas regiones. Este es el caso de las especies S.
neurona que solo se encuentra de manera natural en el continente americano y es el agente
causal de la mieloencefalitis protozoaria de los equinos.
 Transmisión y ciclo de vida
La enfermedad puede cursar de dos formas dependiendo del modo de transmisión y, por lo
tanto, del tipo de hospedador en cuestión. Los huéspedes intermediarios presentan una
infección muscular, que ocurre luego de que ingieran heces contaminadas con los
esporoquistes procedentes de un huésped definitivo, mientras estos últimos presentan una
infección intestinal producida con la ingesta de la carne de un huésped intermediario.
Entre una y dos semanas después de ingerir carne contaminada, el huésped definitivo
empieza a expulsar esporoquistes en las heces, lo que puede ocurrir durante varios meses.

 Ciclo de vida

1. Esporoquistes y ooquistes de pared delgada salen en las heces de huésped definitivo.


Esta es una de sus etapas infectivas y diagnósticas.
2. Los esporoquistes y ooquistes son ingeridos por el huésped intermediario.
3. Los esporoquistes se rompen liberando esporozoitos que pasan al torrente sanguíneo,
éstos entran en las células endoteliales de los vasos sanguíneos donde ocurre una
gametogonia asexual, para luego invadir el tejido muscular o neuronal.
4. En el tejido muscular forman la pared del sarcoquiste y se rompen liberando
merozoítos, estos últimos se multiplican durante varias generaciones.
- Los sarcoquistes son quistes blanquecinos ovalados, cuyo tamaño varía de
microscópico a visible dependiendo de la especie. Por ejemplo, los quistes de S.
hirsuta y S. gigantea son visibles sin necesidad del microscopio, mientras que S.
cruzi produce quistes microscópicos.
5. Los merozoítos penetran en las células musculares y se convierten en sarcoquistes,
que contienen de cientos a miles bradizoítos.
6. Los sarcoquistes son ingeridos por los huéspedes definitivos al consumir carne mal
cocida de un animal infectado. Esta es su otra etapa infectiva y diagnóstica.
7. Los bradizoítos son liberados y penetran en las células intestinales de dos formas
diferentes: como microgametos y como macrogametos. En la lámina propia
experimentan la gametogonia y forman ooquistes inmaduros que más adelante
maduran y son expulsados en las heces del huésped definitivo.
- Dichos ooquistes contienen dos esporoquistes cada uno de los cuales contiene
cuatro esporozoitos.
Cabe destacar que algunos insectos como las moscas y las cucarachas pueden actuar como
vectores del Sarcocystis en algunas ocasiones (2, 3).
 Patogenia

Por lo general, las infecciones por Sarcocystis son consideradas de baja patogenicidad,
exceptuando la infección por esporoquistes de S. cruzi a partir de la ingesta de heces
caninas, la cual puede provocar un cuadro agudo en el ganado bovino; por S. tenella en
ovinos y por S. miescheriana en porcinos.
Como en la mayoría de las enfermedades, se ha encontrado que el estado inmunológico
es un factor de suma importancia para el desarrollo de la enfermedad a nivel clínico.
Como ejemplo se han observado cambios más pronunciados en los músculos esqueléticos
y el miocardio de vacas que padecen de leucemia linfática.
Otro factor que condiciona el progreso de la patología es la cantidad de esporoquistes
presentes en el organismo, siendo las cantidades más bajas las de menor patogenicidad.
Mediante esta observación y bajo los principios de la inmunidad se han utilizado bajas
dosis de esporoquistes para prevenir el desarrollo o reducir el efecto de la enfermedad;
sin embargo, la cantidad que se considera “baja” dependerá de la especie en cuestión (3).

 Signos clínicos (3)

Aun cuando la sarcosporidiosis es una enfermedad frecuente entre los animales


domésticos, la mayoría de ellos la cursan de manera asintomática. Así, en el caso de los
animales de granja destinados a carne, por lo general se conoce la patología cuando se
encuentra el parásito en los mataderos. Los sarcoquistes son recuperados principalmente
del esófago, el diafragma y el músculo cardiaco.

No obstante, como se menciona anteriormente en el apartado “Patogenia”, los bovinos


presentan una enfermedad aguda al infectarse con S. cruz y entre sus síntomas se
encuentran los siguientes:

 Fiebre
 Anorexia
 Caquexia
 Disminución en la producción de leche
 Diarrea
 Espasmos musculares
 Anemia
 Pérdida de pelo en el área de la cola
 Fácil excitación
 Debilidad
 Postración
 Aborto en las vacas infectadas en el último trimestre de gestación

Cabe destacar que aún después de su recuperación del cuadro agudo, es común que los
animales tengan un bajo crecimiento y/o permanezcan caquécticos, lo que puede
eventualmente provocarles la muerte.
 En ovinos las lesiones principales en infecciones son por lo general anemia,
miocarditis y hepatitis, pero además suelen se presentan casos de encefalomielitis.
Luego de recuperarse de una infección aguda pueden perder lana.
 Los porcinos pueden presentar pérdida de peso, disnea, temblores musculares y
abortos, y en algunos casos coloración púrpura en la piel de las extremidades
posteriores y los glúteos.
 En perros y gatos puede provocar encefalitis y hepatitis en cachorros y signos
neurológicos como depresión, debilidad, nistagmo y convulsiones en adultos.
En sentido general, en las necropsias de animales infectados se pueden encontrar
hemorragias en las membranas serosas de las vísceras y en el miocardio.
 Diagnóstico (1,3)

En la gran mayoría de los casos el diagnóstico se realiza post mortem durante la


examinación del músculo esquelético en el matadero si se trata de animales de
producción, o en necropsias realizadas específicamente para el diagnóstico. Como
menciono anteriormente se pueden encontrar quistes visibles a simple vista o éstos
pueden ser microscópicos por lo que se necesita tomar una muestra para microscopía.
Cuando se realiza ante mortem o en vida, por lo general se trata de un inmunodiagnóstico
por pruebas dérmicas.

Para los humanos, como padecen de un cuadro intestinal, se puede realizar una
coprología por métodos de flotación o sedimentación.

 Diagnóstico diferencial
Se deben descartar otros parásitos heteroxenos y formadores de quistes como son los
géneros Toxoplasma, Neospora y Eimeria.

 Tratamiento y control

 Tratamiento
En los huéspedes intermediarios, no se han encontrado tratamientos terapéuticos para
la infección crónica de Sarcosporidiosis, es decir cuando los quistes se forman en los
tejidos.

 Control
Como los animales de granja por lo general se contagian de sarcosporidiosis al ingerir
heces contaminadas de otros animales, en este caso carnívoros, la medida más
importante para la prevención de la enfermedad es evitar la presencia de animales
externos a la producción dentro de las fincas. Esta medida incluye también aves,
insectos y roedores.

En bovinos se han observado resultados positivos con la administración de


Amprolium en dosis de 100mg /kg/ día durante 30 días junto con la inoculación de S.
cruzi a modo de inmunización. La misma también ha resultado ser efectiva en ovinos.

En el caso de los animales domésticos carnívoros que se tienen como mascotas, es


importante no dejarles ingerir carne cruda o mal cocida; la misma medida necesaria
para la prevención de la enfermedad en los humanos.

Por otro lado, para evitar el contagio al consumir carne que no fue descartada en el
matadero, quizás por presentar quistes microscópicos, es necesario destruirlos por
cocción o por congelamiento. En la carne porcina se pueden destruir por 15 minutos
de cocción a 70°C, por congelamiento a -4°C durante dos días o a -20°C durante dos
días.

 Infección en humanos (2)

 Período de incubación. En la infección intestinal los signos aparecen entre 3 y 6


horas después de la ingesta de la carne, pudiendo prolongarse hasta entre 14 y 18 días
después. Pueden también presentar una infección muscular.
- La excreción de quistes inicia alrededor del décimo día de infección y puede
prolongarse durante 6 meses.
 Signos clínicos. Se ha registrado dolor e inflamación muscular, eritema, dolor a la
palpación, debilidad, fiebre, broncoespasmo, tos, dolor articular, dolor de cabeza,
linfoadenopatía, pérdida de masa muscular, diarrea, náuseas y vómitos.
 Diagnóstico. Se puede diagnosticar mediante la detección de esporoquistes en las
heces con técnicas coprológicas de flotación, por lo general con sulfato de zinc. En
infecciones musculares se pueden identificar quistes mediante tomografía axial
computarizada (CT) o resonancia magnética (MRI).
- Otro indicador puede ser la detección de eosinofilia en un hemograma.
Las pruebas serológicas son menos comunes, pero se puede realizar la prueba de
inmunofluorescencia indirecta de anticuerpos y la inmunotransferencia, ésta última
utilizada en el diagnóstico de infecciones musculares.
 Tratamiento. La infección muscular se suele tratar con antiparasitarios como
metronidazol, cotrimoxazol y albendazol, acompañados de corticoesteroides para
reducir la inflamación.
 Bibliografía

1. Sarcocytis. [Internet]. Disponible en: https://en.wikipedia.org/wiki/Sarcocystis.


2. Iowa State University. Sarcocistosis. 2005. [Internet]. Disponible en:
http://www.cfsph.iastate.edu/Factsheets/es/sarcocistosis.pdf.
3. Gastón Moré. Overview of Sarcocystosis. Merck Veterinary Manual. Argentina.
[Internet]. Disponible en: https://www.merckvetmanual.com/musculoskeletal-
system/sarcocystosis/overview-of-sarcocystosis?query=sarcocystis.

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