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1. Definición de «perdón»:
El perdón puede definirse como renuncia de un sujeto
autorizado –a esa renuncia– a la imposición o ejecución de
un castigo merecido –total o parcial–.
2. Elementos:
a. El sujeto autorizado a esa renuncia, en tanto titular
del iuspuniendi: Estado.
b. La víctima del acto merecedor del castigo merecido
en la medida que se perdona, y que sea reconocida
por el Estado: el sujeto pasivo del delito (particular,
sociedad o Estado). En este elemento se excluyen
los casos de delitos sin víctima.
c. El castigo merecido, a partir sólo de un injusto
culpable. Si el castigo no es merecido, no puede
haber perdón.
3. Modalidades de perdón:
a. Perdón legislativo.
b. Perdón judicial.
c. Perdón gubernativo (legislativo).
4. Nota importante
Si se renuncia a una sanción, porque el sujeto podía ser
castigado, a esto no se le puede llamar perdón.
5. Origen y proceso histórico
a. Perdón monárquico. - Trató de un perdón
absoluto y gratuito, que se remonta a los Monarcas:
“lo perdono porque me place”.
b. Perdón por razones de justicia. - Que entendió
al Perdón como mecanismo de corrección de leyes
injustas (Beccaria).
c. Perdón por falta de necesidad de castigo. - A
pesar que el castigo sea merecido (existe
merecimiento de pena), se podría prescindir por
falta de necesidad de castigo (ausencia de
necesidad de pena).
c1) Por un estado de necesidad exculpante o
disculpante, al tratarse de una indulgencia, de una
forma de perdón.
c2) Por la producción de sufrimientos (en el
delincuente) por el delito que ha cometido. Por
ejemplo, el caso del ladrón que cae gravemente al
robar ¿poena naturalis?; las legítimas defensas que
dejan secuelas; los casos de venganza contra el
delincuente. A través de estos ejemplos, SILVA se
pregunta todavía se puede hablar de un perdón por
falta de necesidad. Aunque no señala una
respuesta certera.
c3) Por utilitarismo, en donde el perdón funciona
como incentivo o recompensa (“conviene no
castigar”). Indirectamente tiene que ver con el
Derecho penal, ya no con el hecho concreto no con
el sufrimiento. Por ejemplo, señala el jurista
español, en el siglo XVII, a un noble prusiano se le
podía perdonar si aceptaba convertirse en guerrero
y comandar al ejército. En la actualidad,
conformarían esta clase de perdón impuro o
condicionado, la colaboración eficaz. Aquí, los
intereses del Derecho penal ceden (se sacrifica) a
otros intereses. Esto ocurre también en el indulto,
la amnistía y la justicia transicional.
6. ¿Queda un espacio para el perdón equitativo (el
perdón justo)? ¿Aún tiene sentido un perdón en
el Estado de Derecho?
Notas complementarias.
El perdón no tiene un gran prestigio. Se piensa que es
impunidad, injusticia, o algo negativo. La figura de la
imprescriptibilidad es una negación plena del perdón. Se
habla de la teoría de la retribución satisfactiva, que consiste
en hasta que satisfaga la víctima. Sin embargo, en general,
la víctima no perdona.
La cultura del resentimiento, restringe esta aproximación.
¿El Estado debe someterse al perdón de la víctima? La
respuesta también es afirmativa. El Estado no debe ser un
obstáculo para dejar la reconciliación. Esto significa que, en
todo momento, el Estado debe cumplir con reestabilizar las
normas, y en la medida que es posible, debe también
permitir la reconciliación. En consecuencia, usar cada vez
menor violencia. Esto también es un perdón, en tanto que
la víctima intenta superar el resentimiento.