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Rigo Vazquez-Reforestacion Con Nopal y Maguey2 PDF
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SUELO Y AGUA
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Resumen
La restauración de los ecosistemas naturales, es una demanda ineludible en México, pues los suelos
están resintiendo la perdida de la parte superficial, la cual es la más fértil y útil para el buen desarrollo
de las plantas. La búsqueda de especies vegetales apropiadas para cultivarse en zonas áridas es una
preocupación permanente de la mayoría de la gente que vive en estas regiones. Las cactáceas llenan
la mayoría de los requerimientos de un forraje tolerante a sequía además que el nopal y el maguey
producen beneficios ecológicos en la captura de carbón, beneficiando ampliamente el aspecto de
calentamiento global, comparadas estas dos especies con plantad de diferentes metabolismo
Abstract
Restoration of natural ecosystems, is an unavoidable demand in Mexico because loses of soil surface,
which is the most fertile and useful for plant growth. Search for vegetable species adapted to arid
areas is a permanent concern to most people that lives in these regions. Cactus plants fills most of the
requirements for a tolerant forage to drought conditions, also Cactus pear and Agave produce
ecological benefits like carbon capture, decreasing the global warming, comparing these two species
whit other plants of different metabolism.
RESPYN “Revista Salud Pública y Nutrición” Edición Especial No. 5 2011 pp 185-203. (ISSN 1870-0160)
Introducción
Uno de los grandes desafíos que enfrenta México en la actualidad, es la conservación de sus
bosques, selvas, humedales y principalmente las zonas áridas del país, donde grandes superficies
forestales se han perdido o degradado por factores como el cambio de uso del suelo a favor de las
actividades agropecuarias y en otras ocasiones por la expansión de áreas urbanas, también el
pastoreo desmedido, el uso de leña como combustible, entre otros.
La restauración de los ecosistemas naturales, es una demanda ineludible pues los suelos están
resintiendo la perdida de la parte superficial, la cual es la más fértil y útil para el buen desarrollo de las
plantas. Esto implica el desarrollo de obras de conservación de suelos, acompañadas de un proceso
de reforestación agresivo principalmente en las zonas más críticas, donde la elección de la especie
y/o especies a utilizar, juegan un papel preponderante en el éxito de la empresa.
En México los daños más fuertes debidos a la deforestación se están dando en las zonas áridas y
semiáridas, siendo estas las que ocupan una mayor extensión en base a la superficie ocupada, siendo
casi la mitad del territorio nacional. La zona árida se caracteriza por tener una precipitación anual de
menos 400 mm, con una época de sequia de entre 8-12 meses, mientras una semiárida, tiene una
precipitación anula de 400 a 700 mm anuales y de 6-8 meses sequia. Bajo estas condiciones los
daños a la vegetación son más difíciles de recuperar. Los principales tipos de vegetación que
caracterizan a este tipo de hábitat son de matorral xerófilo, pastizal y vegetación halófita, por lo tanto
las especies adecuadas para reforestas deben ser las de estos mismos hábitat (1,2). Dentro de las
especies endémicas de estas zonas se tiene el grupos de las cactáceas y Agaves, compuestas y
pastos. Debido a los aspectos antes mencionados el objetivo del presente trabajo es revisar los
procedimientos de la reforestación para promover la conservación del suelo y agua.
Antecedentes
Los ecosistemas naturales, desarrollan funciones como la regulación del ciclo hidrológico, captura y
almacenamiento de agua, captura de carbón y liberación de oxígeno, generación y conservación del
suelo, entre otros aspectos. También proporcionan diferentes tipos de materiales al ser humanos,
tales como alimentos diversos, madera para construcción y como combustible y plantas medicinas,
entre otros muchos satisfactores. CONAFOR (3), reporta que en México el área con vegetación ocupa
una superficie que se extiende hasta 140 millones de hectáreas, del total del territorio nacional.
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excesos de agua, donde esto se acentúa, cuando no se cuanta con una cubierta vegetal que lo
proteja, y así ocasionándose lo que conocemos como erosión hídrica. Posteriormente el viento
puede empeorar estas condiciones, acelerando el proceso de perdida de suelo fértil, e iniciándose los
efectos dañinos de la erosión eólica (5).
Cuadro 1. Ecosistemas que ocupan con vegetación las mayores superficies en el territorio
nacional.
Ecosistemas Territorio nacional (%) Hectáreas millones
Bosques templados 15.47 30.04
Selvas 13.44 26.4
Vegetación de zonas áridas 29.72 58.5
Áreas vegetales perturbadas 11.30 22.2
Total parcial 69.93 137.1
Total 72.05 141.7
Fuente: SEMARNAP (6).
Algunas de las especies que pueden presentarse en estos ecosistemas son del tipo de matorrales
xerófitos, entre las cuales se cuentan los mezquites, sahuaros o cardón, chollas, nopales, ocotillo, y
diversos tipos de matorral: Matorral desértico micrófilo, desértico rosetófilo y el espinoso tamaulipeco.
Las especies en estas zonas presentan una reducción en su transpiración, así como una reducción en
el número de estomas y superficie foliar, la cual puede estar representada por espinas, siendo estos
mecanismos adaptativos. Por otra parte las raíces de las plantas son amplias y superficiales, de
manera que pueden aprovechar la mayor humedad disponible en la menor cantidad de tiempo. Los
tejidos son turgentes como los de los cactus que almacenan importantes cantidades de agua (7).
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El futuro de las zonas áridas y semiáridas del mundo depende del desarrollo de sistemas agrícolas
sustentables y de la siembra de cultivos apropiados. El nopal y maguey llenan la mayoría de estos
requerimientos y son importantes para la economía de las zonas áridas, tanto para condiciones de
subsistencia como para las orientadas al mercado (12).
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nopales sin espinas (Opuntia ficus-indica) es usado en Argelia y Túnez para aminorar y dirigir el
movimiento de las dunas, mejorar la restauración de la cubierta vegetativa y evitar la erosión de las
terrazas construidas para reducir la escorrentía (22).
En el sur y centro de Túnez, las plantaciones de nopal proveen de grandes cantidades de forraje para
el ganado y juegan un papel clave en la conservación del suelo. Las terrazas son dañadas fácilmente
por la escorrentía, pero las raíces del nopal ayudan a mantenerlas en su lugar, asegurando su
estabilidad. Se plantan dos hileras de nopal en el margen interior de las terrazas. La humedad
almacenada en la base de la terraza mejora el crecimiento de la planta. Adicionalmente, las pencas
son cosechadas y usadas como forraje durante los períodos de sequía. Los nopales pueden usarse
en combinación con barreras de cemento u hojas de palma cortadas y acomodadas para reducir la
erosión eólica y el movimiento de arena, manteniendo el suelo y mejorando la cubierta vegetativa.
Normalmente las raíces pueden presentar dos formas. Una es cuando se deriva la radícula de una
semilla se forma una raíz típica pivotante (Figura 2). La segunda forma es cuando se origina de una
reproducción vegetativa, la raíz que se forma es del tipo fasciculada superficial (Figura 3). La
profundidad radicular puede alcanzar de 18-20 cm con varios metros en sentido longitudinal de
separación de la planta madre (Figura 4). Las raíces tanto de Opuntia como de Agave, son
estimuladas por la presencia de la lluvia, crecen abundantemente durante estos eventos, para utilizar
la máxima cantidad de agua posible (24, 25, 26,27).
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Beneficios ecológicos del Nopal y Maguey
Pimienta et al. (28), reportan que tanto el nopal como el maguey producen una amplia captura de
carbón, lo que beneficia ampliamente el aspecto de calentamiento global, comparadas estas dos
especies con plantad de diferentes metabolismo. En el Cuadro 2 se observa como el Agave tequilana
tiene tasas de asimilación de CO2 y valores de asimilación neta similares a plantas C3 y C4, creciendo
en condiciones optimas de humedad de suelo pero con bajas tasas de transpiración (29,30). Sin
embargo Agave tequilana y Opuntia ficus-indica tienen tasas de asimilación sustanciales a través de
todo un año. Los altos valores de asimilación neta de CO 2 ocurren tanto en condiciones de humedad
como en sequía si las temperaturas son moderadas entre el día y la noche y estas prevalecen. El
incremento en las áreas de cultivo con Agave tequilana y Opuntia ficus-indica, presenta beneficios
agronómicos y ecológicos por la facilidad de estas plantas MAC de secuestrar carbono durante largos
periodos de sequía cuando pocas plantas de metabolismo C3 y C4 y algunas plantas nativas apenas
pueden fijar CO2 atmosférico (31,32,33).
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Figura 4. Desarrollo superficial de la raíz en
planta adulta de nopal cacanapo.
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deforestación es correcta o errada, pues estos datos fueron calculados con diferentes definiciones,
metodologías y fuentes de información (Cuadro 3).
De forma general, se distinguen dos tipos de procesos de degradación del suelo (la erosión por agua y
viento), fenómenos que originan una degradación in situ del suelo. También pueden ser procesos de
degradación física (la compactación) o química (acidificación, salinización, pérdida de materia
orgánica y contaminación).
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López y Elizondo (46), describen cuatro grandes zonas nopaleras en la República Mexicana, tomando
en cuenta su abundancia, sus características fisiológicas, las condiciones climáticas y edáficas donde
estas crecen, son las siguientes:
A) La Zona centro-sur incluye partes de los estados de Puebla, Querétaro y Oaxaca, se caracteriza
por tres tipos de nopaleras cultivadas para cladodios tiernos (nopalitos), fruta (tunas) y forraje. Las
especies principales son Opuntia ficus-indica (nopal de Castilla), O. amychlaea (nopal Alfajayucan),
con algunas variedades cultivadas, O. megacantha (tuna amarilla) y O. tomentosa.
B) La Zona del altiplano, se ubica principalmente en los estados de Zacatecas y San Luís Potosí,
pero también comprende partes de Aguascalientes, Durango, Guanajuato, y Jalisco. Incluye
vegetación arbórea de O. leucotricha (nopal duraznillo), O. streptacantha (nopal cardón) así como
plantas arbustivas de O. robusta (nopal tapón), O. cantabrigiensis (nopal cuijo), O. rastrera (nopal
rastrero), O. lindheimeri (nopal cacanapo) y O. leptocaulis (tasajillo).
C) La Zona norte, ubicada en el desierto chihuahuense, es la región de mayor tamaño e incluye los
estados de Chihuahua, Durango, Zacatecas y Coahuila. Esta representada por vegetación arbustiva
de O. cantabrigiensis, O. phaeacanta (nopal rastrero), y O. rastrera, O. lindheimeri.
D) Zona costera del Golfo de México, esta cubre parte de los estados de Coahuila, norte de Nuevo
León y Tamaulipas. En esta se presentan plantas arbustivas de O. lindheimeri (nopal cacanapo)
asociadas con otras especies forrajeras.
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Desierto Chihuahuense
a) Plantación de nopal forrajero sin espina b) Plantación de nopal forrajero sin espina
variedad COPENA F1. variedad Liso Forrajero.
Figura 8. Producción de semilla para reforestación de nopal forrajero sin espina.
B) Producción de material vegetativo para propagación (Figura 9): Se hace con plantas nativas
jóvenes o adultas y sanas ubicadas en áreas cercanas al sitio que se va a reforestar. Implica la
selección y manejo de planta donadoras de ramas, raquetas (en caso de nopal), hijuelos (en caso
de maguey), etc. Así mismo la transportación al área de plantación y una plantación adecuada en
suelo previamente preparado para obtener un enraizamiento satisfactorio.
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A) Plantación de nopal criollo con espina, B) Plantación de nopal criollo con espina
Tapón (Opuntia robusta). Cacanapo (Opuntia lindheimeri).
Figura 9. Obtención de semilla de material nativo para reforestación de A) Opuntia robusta y B)
Opuntia lindheimeri.
Protección y mantenimiento
Representa cuidar la reforestación contra daño por animales, plagas y enfermedades. También es
importante el replante, deshierbe, abonado y riego cuando sea posible. Las actividades de
mantenimiento se deben realizar durante el tiempo necesario y la época del año adecuada, hasta que
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dicha replantación se encuentre plenamente establecida. La plantación se puede considerar
establecida, cuando más de 60 % de las plantas ha sobrevivido después de tres años (Cuadro 5).
Cuadro 5. Reforestaciones desarrolladas en los estados del norte de México, entre otras
especies utilizaron nopal y maguey (49).
Estados Nombre común Nombre Científico Supervivencia (%)
Chihuahua
Nopal Opuntia spp 65.22
Coahuila Nopal Opuntia spp 64.31
Nopal rastrero Opuntia rastrera 69.94
Maguey Agave angustifolia 88.39
Maguey Agave spp 87.65
Durango Maguey Agave durangensis 88.96
Nopal Opuntia spp 78.67
Nopal rastrero Opuntia rastrera 75.68
Nuevo León Nopal Opuntia spp 82.34
Maguey Agave spp 90.13
Nopal rastrero Opuntia rastrera 79.46
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Con respecto a la asignación de recursos oficiales para las tareas de reforestación y restauración de
suelos, CONAFOR en 2010, reporta que para Nuevo León se respaldaron siete municipios y otros
muchos en diferentes estados de la Republica Mexicana. Se atendió el problema de erosión de suelos
y deforestación acentuada sobre sus recursos vegetales. Los municipios de Nuevo León que fueron
respaldados son: Mina con 226 ha, San Pedro Garza García 20 ha, Salinas Victoria 166 ha, Linares
66 ha, Aramberri 1,060 ha, Galeana 285 ha y General Zaragoza con 180 ha. Las superficies
beneficiadas indican que el municipio de Aramberri con 1,060 ha, tiene problemas muy serios para
incorporarse en los aspectos de la vida productiva agropecuaria del municipio.
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Figura 9. Utilización eficiente del terreno en las primeras etapas de desarrollo de
nopal, pudiéndose asociación con un cultivo anual (54).
Prevención de la erosión
El índice de erosión se obtiene al sumar los valores observados en campo, ordenando los resultados
en rangos para cinco indicadores de condición de pérdida del suelo, basados en el suelo perdido en
toneladas por hectárea por año. En el Cuadro 6, podemos observar que la condición de erosión
estable, es la más alta en los tres estados de la Republica Mexicana que fueron evaluados 56, 60 y 46
% respectivamente, anualmente esta categoría solo puede perder 0.4 t ha-1 año-1 de suelo, lo que
representa una condición normal en un cultivo tradicional, después le sigue la condición de erosión
Ligera de 0.5 a 1.8 t ha-1 año-1, donde N.L. y Chihuahua presentan los datos más altos y finalmente se
puede observar que Chihuahua presenta un 4 % de erosión con una categoría Critica, con un rango
de 2.5 hasta 15.9 t ha-1 año-1, lo cual ya comienza a ser un problema serio para esta región. Los datos
anteriores nos indican que los mejoramientos de aéreas deforestadas son muy puntuales, lo que
podría poner en duda la sobrevivencia futura de las plantas utilizadas. Un esquema de cuenca nos
podría dar una mejor idea del balance de los recursos hídricos requeridos para la región, los
problemas de los recursos suelo, fauna y sus interacciones.
Cuadro 6. Prevención de erosión en Nuevo León, Coahuila y Chihuahua, de acuerdo al número
de predios establecidos y su nivel de erosión. 2008.
Ejercicio 2008
Niveles de
t ha-1 año-1 No. predios (N. No. predios No. predios
erosión
L.) (Coahuila) (Chihuahua)
Estable 0.4 56% 60% 46%
Ligera 0.5 a 1.8 30% 10% 27%
Moderada 1.9 a 2.4 15% 30% 23%
Crítica 2.5 a 15.9 4
Severa más de 16
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Seguimiento
Para tener un seguimiento aceptable, se puede utilizar una parcela permanente, para dar seguimiento
a una plantación testigo, dando periódicamente las prácticas que se requieran, tomando datos de
diámetro, altura de plantas, rendimiento, etc. También se debe evaluar la calidad de las plantas
utilizadas, lo drástico de las sequías (representa la mayor causa de mortalidad de planta), los daños
por pastoreo y por la fauna silvestre, también son muy significativos mermando las población
establecida. La selección de la fecha de reforestación debe coincidir con la presencia de las lluvias en
la región. Finalmente los aportes de recursos financieros también juegan un papel preponderante en el
inicio de los trabajos correspondientes.
Conclusiones
1. El nopal y maguey representan las especies más adecuadas para sobrevivir condiciones
extremas en sequías y suelos degradados, donde otras especies no podrían competir.
2. Las especies de nopal más adecuadas para la Zona Norte y Costera del Golfo que se pueden
utilizar en reforestación son: Opuntia rastrera (nopal rastrero), Opuntia phaeacanta (nopal
rastrero), Opuntia lindheimeri (nopal cacanapo), Opuntia cantabrigiensis (nopal cuijo), y
Opuntia robusta (nopal tapón). Las especies de maguey más comunes en estas zonas son:
Agave angustifolia, Agave spp y Agave durangensis.
3. El nopal y maguey ofrecen beneficios ecológicos por su captura alta de carbón durante un
año, comparadas estas dos especies contra las de metabolismo C3 y C4 viviendo en zonas
desérticas o semidesérticas.
4. El manejo de la deforestación debe efectuarse en forma integral, considerando la flora, fauna,
agua y suelo, pues estos no son elementos aislados, lo que permitiría un maneje sostenible.
5. Manejar la reforestación a nivel de cuencas hidrográfica permite mejorar las relaciones entre
los factores involucrados, como su manejo, conservación y restauración del ecosistema.
6. La sequía representa la mayor causa de mortalidad de planta de las zonas reforestadas, por
lo que la selección de fecha de siembra debe coincidir con la presencia de lluvias en la región.
7. Finalmente, los aportes de recursos financieros para reforestación, deben ajustarse a las
condiciones ambientales y técnicas requeridos. Los retrasos ponen en peligro la sobrevivencia
de las plantas utilizadas.
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203
RESPYN “Revista Salud Pública y Nutrición” Edición Especial No. 5 2011 pp 185-203. (ISSN 1870-0160)