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Directorio

Mtro. José Eduardo Calzada Rovirosa


Secretario de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, sagarpa

Mtro. Jorge Armando Narváez Narváez


Subsecretario de Agricultura, sagarpa

Lic. Ricardo Aguilar Castillo


Subsecretario de Alimentación y Competitividad, sagarpa

Mtra. Mely Romero Celis


Subsecretaria de Desarrollo Rural, sagarpa

Mtro. Marcelo López Sánchez


Oficial Mayor, sagarpa

Dr. Luis Fernando Flores Lui


Director General del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias,
inifap

Mtra. Patricia Ornelas Ruiz


Directora en Jefe del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera, siap

MVZ. Enrique Sánchez Cruz


Director en Jefe del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria,
senasica

Lic. María Sofía Valencia Abundis


Directora General de Desarrollo de Capacidades y Extensionismo, sagarpa

Dr. René Camacho Castro


Director Regional del Centro de Investigación Regional Pacífico Sur, CIRPAS

Dr. Juan Francisco Castellanos Bolaños


Director de Investigación del Centro de Investigación Regional Pacífico Sur, CIRPAS

Lic. Jaime Alfonso Hernández Pimentel


Director de Administración del Centro de Investigación Regional Pacífico Sur, CIRPAS

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AGENDA TÉCNICA AGRÍCOLA

OAXACA

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Agenda Técnica Agrícola de Oaxaca

© Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias

Progreso Núm. 5,

Col. Barrio de Santa Catarina,

Delegación Coyoacán,

C.P. 04010, Ciudad de México.

Impreso en México

2017

Fotografías: INIFAP.

Cartografía: INEGI, SIAP.

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Presentación

El INIFAP participa en los programas de extensionismo rural prácticamente desde su


creación. Esta estrategia de desarrollo del campo mexicano pretende una agricultura más
productiva, competitiva, rentable, eficiente y sustentable, de tal manera que los principales
actores de la cadena agroalimentaria y los productores primarios, preferentemente de los
estratos económicos más bajos y mejoren su calidad de vida.

Bajo este entorno es que el INIFAP tiene un papel determinante en dicha estrategia, ya
que es la institución generadora de conocimientos y tecnologías agrícolas que benefician
a los productores primarios del medio rural en todas las regiones agroecológicas del
país. Los paquetes tecnológicos, integrados en las agendas técnicas, se pondrán
a disposición y al alcance los productores agrícolas, para que hagan de ellos una
herramienta que les permita reducir de costos de producción, o bien en incrementar
ingresos por venta de sus productos.

Los aliados fundamentales en la estrategia de desarrollo rural son los extensionistas


distribuidos en las 32 entidades federativas de la República, de quienes se espera sean
los usuarios de estas Agendas Técnicas Agrícolas que los proveen de los conocimientos
para ser los agentes de cambio que México necesita, debido a que fungen como enlaces
entre los productores primarios y el personal científico del INIFAP; por lo que, con su
apoyo se pretende lograr coberturas más amplias en la transferencia de conocimientos
tecnológicos para así contribuir en aumentar la competitividad del campo mexicano.

La comunidad científica de las universidades que atienden al sector agrícola tendrá la


oportunidad de tener un material de enseñanza a manera de paquetes tecnológicos
que les permitirán una mejor comprensión de la implementación de las innovaciones
agrícolas a los próximos profesionistas que atenderán las necesidades de los agricultores
en diversos tópicos y componentes tecnológicos, con lo que estarán contribuyendo a la
transformación y mejoramiento de la producción agrícola.

Por lo antes mencionado, el acervo de conocimientos plasmados en las Agendas


Técnicas Agrícolas que comprenden alrededor de 100 sistemas producto serán una palanca
que impulse a todos los productores agrícolas a lograr un México mejor.

Dr. Luis Fernando Flores Lui


Director General del inifap

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Índice

Generalidades del estado de Oaxaca 7


Paquetes tecnológicos
Amaranto 10
Cocotero 17
Frijol 26
Higuerilla 32
Jamaica 38
Jitomate 43
Limón mexicano y persa 73
Maíz de la mixteca de Oaxaca 82
Maíz para los valles centrales de Oaxaca 96
Sorgo 101
Trigo 111

Abreviaturas 120
Anexos. Mapas de Oaxaca 121
Agradecimientos 144

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Generalidades del estado de Oaxaca

Oaxaca tiene una superficie de 9,379 millones de hectáreas (ha), equivalentes


a 4.8% de la superficie nacional, por lo que es la quinta entidad en extensión
territorial. El estado está dividido en ocho regiones geográficas y 570 municipios.
El principal uso del suelo es forestal (53%), le siguen el uso pecuario (25%) y
el agrícola (16%), el resto de la superficie es improductiva, ya que son
cuerpos de agua y áreas urbanas (INEGI, 2015).

El número de habitantes en Oaxaca es de 4,012,295 habitantes, de los cuales


48% son hombres y 52% mujeres, lo que ubica al estado como el décimo lugar
a nivel nacional. De ese total, un segmento de 1,579,240 integra la población
económicamente activa (INEGI, 2015).

Una porción de 13.5% de la población es analfabeta. Según los índices de


marginación, 28% de la población (1,130,300 habitantes) se ubica en
grado alto y muy alto, mientras que 38% (1,532,500 habitantes) en grado
medio, segmentos que se concentran en los núcleos rurales en donde habitan
los 16 grupos étnicos. Oaxaca es el segundo estado más pobre de México, ya
que 67% de la población se encuentra por debajo del umbral de pobreza, así
como el tercero con los niveles de marginación más alta. Se estima que 23% de
los habitantes vive en localidades rurales (CONEVAL, 2014).

La población que habla alguna lengua indígena representa 34% del total
(5% de la población no habla español y 29% habla español y alguna lengua
indígena), por lo que el 66% restante no habla alguna lengua indígena. Las
lenguas con mayor población hablante son zapoteco, mixteco, mazateco, mixe
y chinanteco (INEGI, 2015).

La entidad tiene los mayores niveles de dispersión en un territorio


predominantemente montañoso, ya que aproximadamente 70% de las
localidades cuentan con menos de 2,500 habitantes, lo que acentúa los retos y la
facilidad de oportunidades para la población. La educación alcanza 6.9 años
en promedio, indicador muy por debajo de la media nacional (INEGI, 2015).

En lo relativo a los factores económicos y productivos, Oaxaca se encuentra


en la última posición de los índices de competitividad estatal, explicados

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principalmente por factores como las características geográficas y de tenencia
de la tierra, debido a que una gran proporción no está regularizada. También
influyen los bajos niveles de servicios y de apertura a mercados, si se considera
que las condiciones de comunicaciones y transportes ofrecen en general
niveles de infraestructura mínimos o nulos en algunos municipios. Además, los
servicios de energía y agua también son deficitarios ya sea en el ámbito urbano
o en el rural (Foro Consultivo Científico y Tecnológico A.C. 2013).

En términos de organización productiva agropecuaria, existe una elevada


dispersión y pulverización de las unidades de producción, en la medida en que
63% de la superficie es menor a 3 ha, lo que abarca a 86% de los productores
(SAGARPA, 2014).

El minifundismo y la pobreza rural provocan una limitada capacidad de


acumulación de capital. Esto determina poca adquisición de activos
productivos, escasa o nula inversión en insumos estratégicos para la producción,
rezagos tecnológicos, migración y abandono de la actividad (CONEVAL, 2014).

La agricultura es principalmente de temporal, con una participación de 93%,


y tan sólo 5% de riego y 2% de humedad residual, aspecto que refleja su bajo
nivel de tecnificación y en particular de aprovechamiento racional del agua
(INEGI, 2015).

Los principales cultivos son maíz, café, frijol, trigo, caña de azúcar, mango,
limón y maguey. El maíz ocupó en el año 2015 (ciclos primavera-verano y
otoño-invierno) un total de 568,134 ha; el café, 139,819 ha, lo que representó
más de 19% del área nacional cultivada; el fríjol, 40,807 ha, y el trigo, 13,288 ha.
Dentro de los cultivos perennes, la caña de azúcar alcanzó 68,847 ha; el mango,
16,880 ha; el limón, 20,647 ha, y el maguey, 7,748 ha (SIAP. 2015).

En el año 2015, se obtuvo una producción de maíz de 646,016 toneladas (t),


con un rendimiento promedio de 1.23 toneladas por hectárea (t/ha), por
debajo de la media nacional (3.48 t/ha). El cultivo de café reportó un rendimiento
promedio de 0.7 t/ha y una producción de 82,512 t. Para los cultivos perennes,
el mango alcanzó un rendimiento promedio de 9.8 t/ha y una producción de
146,029 t; mientras que el limón arrojó una producción de 245,137 t, con
rendimiento promedio de 8 t/ha, por debajo de la media nacional de 14.5 t/ha.
El maguey tuvo un rendimiento promedio de 60.6 t/ha y una producción de
72,704 t (SIAP, 2015).

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En cuanto a producción de hortalizas, el cultivo de jitomate ocupó en el año
2015 una superficie de 772 ha, de las cuales 91% fue bajo sistema de riego, con una
producción de 91,280 t y un rendimiento promedio de 118 t/ha. El chile verde
abarcó una superficie de 2,576 ha, lo que implicó una producción de 9,680 t
y un rendimiento promedio de 3.7 t/ha, con lo que se ubicó por debajo de la
media nacional de 18.7 t/ha, no obstante que 23% de la superficie se trabajó
bajo sistema de riego (SIAP, 2015).

Oaxaca aporta 1.6% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional, de modo
que en el año 2015 ocupó el lugar 22 respecto a las economías estatales más
importantes del país (INEGI, 2016). Las actividades terciarias, como comercio,
turismo y servicios, son el principal motor económico del estado, al representar
62% del PIB estatal; mientras que las actividades secundarias, como la minería y
la industria, representan 32%. Las actividades primarias, como agricultura,
ganadería y el sector forestal, solo contribuyen con 6% (INEGI 2016).

Bibliografía

CONEVAL. Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social. Anexo


estadístico de pobreza en México 2014. http://www.coneval.org.mx/ (22 de enero 2017).

INEGI. Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática. 2015. Anuario


estadístico y geográfico de Oaxaca 2015. México. 1424 p.

SIAP. Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera. Producción agrícola y


ganadera 2015. http://www.gob.mx/siap/ (24 de enero 2017).

SAGARPA. Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y


Alimentación 2014.

Foro Consultivo Científico y Tecnológico. A.C. 2013. Ranking Nacional de Ciencia,


Tecnología e Innovación. Capacidades y oportunidades de los Sistemas Estatales de CTI.
México. 206 p.

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Paquetes tecnológicos

Amaranto

Introducción

El amaranto fue domesticado y usado como alimento desde antes de la llegada


de los españoles. Actualmente se siembra en estados como Tlaxcala y Puebla, los
cuales concentran 85% de la producción nacional. La planta del amaranto tiene
múltiples usos; con el grano, el cual contiene un alto valor proteínico, se pueden
elaborar palanquetas, galletas, panes, atole, helados, etcétera. Con las hojas
se elaboran sopas, cremas o ensaladas. Debido a esto, el amaranto es de fácil
incorporación a la dieta habitual de las familias, lo que contribuye así a reducir
los problemas de desnutrición de la población, especialmente de los niños
y niñas.

En la parte agrícola, sobresalen sus cualidades como la tolerancia a la sequía,


la presencia reducida de plagas y enfermedades, la adaptabilidad a diversas
condiciones ambientales, ciclos de vida cortos con alta ganancia de biomasa
(fotosíntesis C4), rendimientos de grano que pueden alcanzar las 3 toneladas
por hectárea (t/ha) y su vida de almacenamiento prolongado, incluso mayor a
10 años.

El amaranto posee relevancia histórica y Oaxaca se considera centro de


origen y domesticación del cultivo. En la actualidad encontramos comunidades
indígenas como San Antonino el Alto, San Miguel Mixtepec y otros de la

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región Sierra Sur donde el amaranto, asociado con el sistema de la milpa
se remonta a épocas precolombinas, y aún en la actualidad forma parte de su
estrategia alimentaria en especial para años de malas cosechas y escasez
de alimentos.

En la última década, el interés por este cultivo con fines comerciales ha


tomado auge en diferentes regiones del estado, principalmente en los Valles
Centrales, Mixteca y Sierra Sur, en donde, conforme a datos del Consejo
Integrador de Productores de Amaranto del Estado de Oaxaca A.C. (CIPAO),
existen más de 300 productores en 15 municipios que comienzan a incursionar en
esta actividad productiva.

El rendimiento medio en condiciones de temporal es de 800 kilogramos por


hectárea (kg/ha), mismo que es factible incrementar hasta 100% en áreas de
clima templado (Mixteca Alta y Sierra Sur) y semicálido (Valles Centrales), con
precipitaciones bien distribuidas y superiores a 500 milímetros (mm) de junio
a noviembre, siempre que se utilice la siguiente tecnología que fue generada
por el INIFAP, con el apoyo del CIPAO y la Fundación Produce Oaxaca A.C.

Selección y preparación del terreno

El amaranto crece óptimamente en terrenos suaves, ligeramente arenosos, sin


problemas de encharcamiento. Preferentemente terrenos donde se haya obtenido
buena cosecha de maíz o que fue sembrado con alguna leguminosa (frijol,
alfalfa, haba, alverjas, lenteja, etcétera). Además, es importante que en el
terreno no se hayan aplicado herbicidas en el ciclo anterior y sin historial de
altas poblaciones de quelite o quintonil (Amaranthus hibrydus). Su preparación
consistirá de un barbecho y los pasos de rastra necesarios para dejar el terreno
bien mullido. El surcado se efectuará a distancia de 60 a 70 centímetros (cm),
con una profundidad de 15 a 20 cm.

Fecha de siembra

Para determinar la mejor fecha de siembra es importante considerar dos


factores, el período de lluvias de la región y el ciclo de vida de la variedad a utilizar.
En lugares de clima templado (Mixteca Alta y Sierra Sur), con altura de 1,900
a 2,200 metros sobre el nivel del mar (msnm), la recomendación es sembrar
cuando inicien las lluvias hasta la primera quincena del mes de junio. Se

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sugieren variedades de ciclo largo o medio (de 140 a 160 días a cosecha) con el
propósito de que la cosecha, secado y trilla que se realizan a finales de octubre
e inicios de noviembre no sean afectados por las lluvias. Además, siembras
posteriores a la fecha recomendada corren el riesgo de ser afectadas por
heladas tempranas.

En localidades de clima semicálido y semiseco (Valles Centrales) es


preferible esperar a que las lluvias estén bien establecidas y sembrar entre la
última semana de junio y la primera quincena de julio, con el uso de variedades
de ciclo corto (90 a 120 días a cosecha), bajo el principio de evitar lluvias al
momento de la cosecha.

Método y densidad de siembra

Dado el pequeño tamaño de semilla, se requiere “acondicionarla” para usar


de 2.0 a 2.5 kg/ha. Este proceso consiste en preparar una mezcla homogénea de
estiércol descompuesto o lombricomposta previamente tamizado con la semilla en
una proporción de 50:1. Posteriormente se deposita la mezcla a “chorrillo” en el
talud o “costilla” del surco, donde previamente se trazará una raya de alrededor
de 1 centímetro (cm) de profundidad con una vara en donde se depositará la
mezcla e inmediatamente se cubrirá con una capa de tierra de 1 cm de espesor.
Es preferible preparar la mezcla un día antes de la siembra, para que la semilla
absorba humedad y cuando se siembre emerja de manera homogénea y
más rápida.

Cuando la siembra es mateada se deposita una pizca, es decir, el


equivalente a lo que se alcanza a tomar con la punta de tres dedos de la mezcla
de semilla-estiércol cada 30 cm en el talud o “costilla” del surco.

Es factible la siembra mecanizada, con el uso de sembradoras específicas para


amaranto que últimamente se comercializan y que adquieren organizaciones
de productores. Con este método se reducen los costos, se facilita la primera
fertilización y, en buena medida, se disminuye la actividad de raleo o aclareo.

Variedades

Conforme a los resultados obtenidos por el INIFAP, en el ciclo de temporal de


2013, la variedad de amaranto con buena adaptación a las condiciones de clima
templado (Mixteca Alta y Sierra Sur) es Nutrido, perteneciente a la especie
Amaranthus hipochondriacus L., que se caracteriza por ser de ciclo tardío (63 a

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68 días a inicio de floración y 140 a 145 días a madurez fisiológica), pero con
alto potencial de rendimiento (más de 2.0 t/ha). A la madurez, la altura de
planta es de 1.5 a 1.8 metros (m) y la panoja de color rojo púrpura.

En zonas con clima semicálido, como los Valles Centrales, las variedades
apropiadas son Revancha (A. hypocondriacus, raza mercado), además de Amaranteca,
Amilcingo Dorado y Gigante Dorado (A. cruentus, raza mexicana). Las cuatro
son de ciclo corto y alcanzan su punto de corte entre los 90 y 120 días.

Fertilización

Se sugiere que la dosis de fertilización química a aplicar se sustente en un


análisis de fertilidad de suelos y con el apoyo de personal técnico. Sin embargo,
en suelos de fertilidad media y baja se recomienda aplicar la dosis 60-40-00 y
80-40-00 de Nitrógeno, Fósforo y Potasio (N-P-K) por ha, respectivamente.
En ambos casos, todo el P y la mitad del N deberán aplicarse a “chorrillo” en
el momento de la siembra, ya sea manual o con la sembradora-fertilizadora,
mientras que el resto del N se usará antes del aporque o escarda. Se depositará en
forma “mateada” cuando se utilice este método de siembra. La aplicación se
efectúa cuando haya suficiente humedad en el suelo.

Labores de cultivo y control de malezas

La labor de cultivo que se recomienda se refiere al aporque o escarda, mediante


el paso de arado con yunta y tractor, una vez que la planta alcanza una altura
aproximada de 30 cm. Con esta labor se le arrima tierra a la planta para darle
mayor soporte, se cubre el fertilizante y se controlan las malezas. En algunos
casos es necesario realizar deshierbes manuales antes del aporque, para
mantener limpio el cultivo los primeros 40 días. Esta tarea se tendrá que hacer
incluso después del aporque, para facilitar la cosecha y evitar la mezcla del
grano de amaranto con semilla de quelite (A. hibrydus).

Raleo

Esta práctica se efectuará cuando el cultivo tenga aproximadamente un mes


de sembrado o cuando las plantas tengan máximo 20 cm de altura o cuando
tengan entre seis y 10 hojas verdaderas. Se trata de la eliminación de plantas
de amaranto débiles o enfermas para dejar solo las de mayor vigor y sanas. Se
recomienda dejar de seis a ocho plantas por m lineal, de forma tal que la planta

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presentará un buen crecimiento y producirá una pajona mayor a 40 cm de
longitud. En el caso donde la siembra fue mateada, deben dejarse de tres a
cuatro plantas por mata.

Plagas

Las plagas que pueden afectar de manera importante al cultivo de amaranto


en clima templado y semicálido son mayuela, chapulín (Sphenarium sp. y
Melanoplus sp.) y gusano telarañero (Loxostege similalis). Las dos primeras
se alimentan del follaje y el último de la panoja en crecimiento. Si el daño
causado amerita su control, éste se efectúa mediante la aplicación de un
insecticida de lambda cyhalotrina, en dosis de 250 milímetros por hectárea
(mm/ha). Si es necesario se debe repetir la aplicación a los 15 días.

Enfermedades

En lugares con exceso de humedad es posible que se presenten afectaciones de


mancha negra causada por el hongo Macrophoma sp., que se caracteriza por
lesiones negras o pardas que inician en la porción baja del tallo, lo debilitan
y luego avanzan a la parte superior con lo que ocasionan la ruptura del mismo y
la muerte de la planta. La presencia de Rhizoctonia sp. se manifiesta como un
estrangulamiento en el cuello de la raíz, con lesiones necróticas que hacen caer a
la planta. La infestación por Phytophthora sp. se detecta por un marchitamiento
parcial o total del follaje y una infección que comienza en la base del tallo o en
la raíz, donde aparece una lesión café oscuro.

Las buenas prácticas, como la rotación de cultivos —de preferencia con leguminosas—,
los barbechos profundos y períodos prolongados de solarización permiten la
desinfección del terreno y en buena medida el control de este complejo de hongos.

En caso de requerir control químico, aplicar los fungicidas Captam 50PH


más Cupravit, en dosis de 3 kg/ha cada uno en la base de la planta cuando se
observen los primeros síntomas. Deberá efectuarse el número de aplicaciones
que sean necesarios.

Cosecha

La cosecha del amaranto es una de las actividades más laboriosas del cultivo por
el pequeño tamaño del grano. Los indicadores para iniciar el corte se resumen en:

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1. La planta se empieza a secar o a ponerse amarillenta

2. La espiga cambia de color rojo a café

3. Al frotar la espiga con las manos, las semillas se separan de la panoja

4. Las semillas se ven como el “ojo de una gallina”, esto es que el círculo
interior es transparente o cristalino y el exterior forma una aureola de
color blanco.

5. Al morder la semilla se siente ligeramente dura

El corte de la panoja debe realizarse a la altura media del tallo de la planta,


preferentemente con un machete corto filoso. El corte debe ser de un solo
golpe para evitar sacudir lo menos posible las panojas y evitar la caída
de grano. Realizado el corte, debe cuidarse que no tenga contacto directo con
el suelo, por lo que debe colocarse en forma vertical o extenderse en lonas para
su secado de ocho a 10 días.

Posteriormente se realiza el trillado, que consiste básicamente en desprender


los granos de las panojas. Esta actividad puede hacerse de manera manual, al
colocar las panojas secas sobre lonas, que posteriormente se golpean con varas,
se pisotean por animales o incluso se aplastan con las ruedas de un vehículo o
tractor. Enseguida, el material resultante de este proceso es pasado o cernido a través
de una criba provista de una malla del número 14 (14 hilos por pulgada cuadrada
—in²—) que permita separar la paja gruesa del grano y la pajilla.

Para facilitar la trilla, y como parte de las tecnologías apropiadas para


pequeñas y medianas superficies, se han diseñado algunas trilladoras
estacionarias impulsadas por motores a gasolina o por la toma de fuerza de un
tractor, las cuales requieren que el corte, secado y suministro de las panojas a la
maquinaria se realicen manualmente.

Limpia y almacenamiento del grano

Una vez terminado el proceso de trillado, es necesario continuar con el soplado


hasta alcanzar la separación del grano de la pajilla fina y del polvo, factor
muy importante en la determinación de la calidad del grano. La manera más
rudimentaria consiste en dejar caer desde un punto alto el grano y permitir

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que el aire natural separe la pajilla. Para agilizar el proceso y mejorar la calidad
del grano, se han diseñado máquinas basadas en una columna de aire de flujo
laminar, impulsadas por ventiladores de cola de ardilla o turbina.

La actividad de soplado y limpieza del grano regularmente se realiza en


campo. En la casa del productor o en un centro de acopio suele efectuarse otra
soplada para dejar el grano completamente limpio.

El grano limpio deberá almacenarse en un sitio fresco, seco y ventilado, con


un contenido de humedad menor a 12%, lo que evitará la presencia de hongos
y contaminación por aflatoxinas. Es recomendable el uso de costales de rafia
tipo azucareros, colocados sobre tarimas, para evitar el contacto con el suelo.

Calidad del grano

Para determinar la calidad del grano de amaranto deben tomarse como


referencia las especificaciones planteadas en la Norma Mexicana
NMX-FF-114-SCFI-2009, “Grano de Amaranto (Amaranthus spp.) Para Uso
y Consumo Humano–Especificaciones y Métodos de Ensayo”.

Para mayor información dirigirse con el autor:


MC. Horacio Espinosa Paz
espinosa.horacio@inifap.gob.mx
01-800-088-22-22 ext. 86206
Centro de Investigación Regional Pacífico Sur
Campo Experimental Valles Centrales de Oaxaca
Melchor Ocampo No 7, Santo Domingo Barrio Bajo, Etla, Oaxaca.

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COCOTERO

Introducción

México ha tenido un antecedente de liderazgo en la producción de copra


en América Latina, con cerca de 207,000 hectáreas (ha) bajo el cultivo del
cocotero. Sin embargo, esta superficie se ha reducido en las últimas dos décadas
por muy diversas causas.

La problemática que ha ocasionado esta reducción es compleja, aunque


puede resumirse en la edad avanzada y mal manejo de las plantaciones,
fluctuaciones en el precio de la copra, problemas crediticios, cambio de
la vocación coprera tanto en los suelos como en los productores y diversos
problemas fitosanitarios entre los que destaca una devastadora enfermedad
conocida como Amarillamiento Letal del Cocotero.

Requerimientos edafoclimáticos del cultivo

Los cocoteros requieren de las mejores condiciones para expresar su máximo


potencial. Para establecerlos deben preferirse suelos con una profundidad de
80 a 100 centímetros (cm) y libres de un lecho rocoso o arcilloso, además
de que deben ser permeables y con una buena capacidad de aireación. El
manto freático debe estar entre los 100 y 200 cm. Para evitar inundaciones
prolongadas, las palmas deben establecerse en suelos con adecuado drenaje
horizontal; la textura debe ser arenosa, franco arenosa o de migajón arenoso.
No deben establecerse cuando la conductividad sea mayor a 6 mil mhos/cm;

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un pH de 7 o cercano a éste es el óptimo para el desarrollo de las plantas. La
insolación no será menor de 2,000 horas-sol por año (Heliógrafo de Campbell).

La humedad atmosférica debe ser de 80 a 90% con un promedio


mensual no menor de 60%. La temperatura media anual debe ser 26.8ºC,
con temperaturas medias máximas de 30.1ºC y medias mínimas 23.5ºC.
La distribución de la precipitación durante el año tiene que ser lo más homogénea
posible y no menor de 1,600 milímetros (mm), con un período seco no
mayor de tres meses. La ubicación de las plantaciones comerciales debe de
preferirse entre 0 y 300 metros sobre el nivel del mar (msnm) y debe estar
localizada entre los dos paralelos de latitud 20º.

Condiciones de los predios

• Que no estén en partes bajas que se inunden durante la temporada de


lluvias o en suelos que se agrieten durante las épocas secas.

• Que cuenten con vías de comunicación permanente (caminos transitables


todo el año en vehículo de motor).

Variedades recomendadas

Los cultivares a emplearse serán los Criollos Altos del Pacífico (C.A.)
registrados ante SNICS: Capi (C.A. Nexpa), Costa Chica (C.A. San Luis San
Pedro), Gigante (C.A. Colima), Felicitos (C.A. Michoacán) y Escondido (C.A.
Oaxaca). Estos criollos poseen moderada tolerancia al amarillamiento letal y
alta producción de copra y agua y son tolerantes a vientos huracanados.

Preparación del terreno

La preparación del terreno empieza desde la selección del mismo y, aunque ya


se mencionaron las condiciones agroecológicas del área, conviene puntualizar
que deben preferirse los suelos ligeros, arenosos y bajo influencia marítima.
Este tipo de suelo se localiza en los litorales. Tierra adentro existen suelos de
transición de textura ligeramente más pesada que también pueden ser útiles
para este tipo de plantaciones. Cualquiera que sea la localidad escogida, se debe
tener cuidado de que la misma cuente con vías de comunicación y vigilancia
y también es muy deseable que se disponga de infraestructura de riego.

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Suelos arenosos

Cuando la localidad costera haya sido seleccionada, la preparación del


suelo consistirá en desmonte y limpieza del área. Por sus características
intrínsecas, los suelos arenosos no requieren de barbechos o rastreos.

Una vez limpia el área de malezas, deberá hacerse el trazado de la plantación


con una distribución de plantas a tresbolillo o marco real y una distancia
de 10 metros (m). El trazo de la plantación deberá realizarse con auxilio de
equipo topográfico y plantilla para una mejor exactitud en la distribución
de las plantas.

Previo a la siembra definitiva de las plántulas, deberá realizarse el poceteo


con base en unas medidas de 70 X 70 X 70 cm. Dicha actividad en estos suelos
es relativamente fácil de efectuar y la cepa así formada se llenará, conforme a
los recursos de la región, con capas alternas de arena y sargazo.

Se deberá tener cuidado de interponer una barrera rompevientos entre la


plantación y los vientos provenientes del mar, para evitar el efecto abrasivo del
viento en el follaje de las palmas. Tales barreras deberán estar formadas por
especies nativas del área como uva de mar, mangle, casuarina, etcétera.

Suelos de transición

En esta clase de terrenos la preparación del suelo deberá incluir, según los
antecedentes del mismo, un desvare para fragmentar residuos de cosechas o
malezas, un barbecho profundo y un rastreo cruzado.

El trazo de la plantación deberá hacerse con las mismas consideraciones ya


descritas para los suelos arenosos. El poceteo tendrá cepas de 50 X 50 X 50 cm,
que contendrán una mezcla formada por 60% de suelo fértil, 20% de estiércol
seco y descompuesto y 20% de cascarilla de arroz o un material similar que se
pueda adquirir en la localidad.

Siembra (trasplante)

El trasplante debe planearse para aprovechar el establecimiento del temporal,


que generalmente es en mayo o junio. Para este propósito tendrán que usarse
plántulas embolsadas que hayan individualizado la primera hoja palmeada en

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foliolos. En caso de existir retrasos, la plántula puede soportar otros cuatro
meses en el vivero, pero con la aclaración de que septiembre —
­ tradicionalmente
lluvioso— es la fecha límite para el trasplante bajo condiciones de temporal.

Arreglo topológico

Las plantaciones de coco pueden establecerse en una distribución a “marco


real” o bien a “tresbolillo”. En cualquier caso, la distancia entre plantas deberá
ser de 10 m.

Tanto a marco real como a tresbolillo, una vez que se han colocado correctamente
las estacas indicadoras del sitio de plantación, se corre el riesgo de que al excavar la
poceta se coloque mal la plántula pues la posición de la estaca desaparece con
la poceta. Esto ocasionaría una mala alineación de las plántulas. Para evitar
esto, antes de excavar la poceta se construye una plantilla con tres muescas, de
las cuales la muesca de en medio se coloca sobre la estaca donde irá la plántula
y en las dos muescas restantes se clavarán dos estacas que quedarán fuera de
la poceta. Una vez excavada esta, se coloca de nuevo la plantilla para hacer
coincidir las muescas laterales en sus respectivas estacas, por lo que la muesca
de en medio servirá para dirigir la posición de la plántula.

Densidad de población

a) Marco real.- Bajo esta distribución de plantas y a una distancia de 10 m, se


tendrá una densidad de 100 palmas de coco por ha.

b) Tresbolillo.- Bajo esta distribución de plantas y a una distancia de 10 m, se


tendrá una densidad de 120 palmas de cocotero por ha.

Control de maleza

Es importante mantener la plantación limpia de malezas, porque se reducen


muchos problemas fitosanitarios y de operación. Esto puede lograrse mediante
rastreos los dos primeros años y, a partir del tercer año, deberá preferirse el uso
de métodos que no afecten el sistema radicular del cultivo (desvaradora,
chapeo manual, herbicidas, etcétera).

Cuando se trate de infestaciones severas de zacates, el Glifosato (Faena, Rival,


Jornal, etc.) a dosis de 1,440 gr de I.A./ha proporciona un buen control. Con
esto se eliminan las plantas de rizoma y generaciones subsecuentes provenientes

20
de semilla pueden controlarse al aplicar Paraquat (Gramoxone, Cuproquat,
etc.) a dosis de 375 gr de I.A./ha, que elimina simultáneamente otras especies.
Para malezas de hoja ancha se recomienda usar el Ácido 2,4 D-Amina en dosis de
1,437 gr de I.A./ha; la aplicación deberá efectuarse en etapas tempranas
de desarrollo de las malezas.

Fertilización

La dosis y fuentes de fertilizantes pueden variar conforme al tipo de suelo y


otras condiciones, en cuyo caso deberán consultarse las recomendaciones del
INIFAP para la zona en particular.

Primer año: aplicar en septiembre y por poceta, cuatro meses después del
trasplante, 150 gramos (g) de urea, 200 g de superfosfato triple de calcio y
250 g de cloruro de potasio. La mezcla de los fertilizantes puede aplicarse al
distribuirse en tres perforaciones al suelo, realizadas con barreta a 25 cm de la
plántula y equidistantes entre sí. Los huecos deberán taparse inmediatamente
después de depositada la mezcla.

Segundo año: un año después de la primera fertilización deben aplicarse por


poceta 300 g de urea, 300 gr de superfosfato triple de calcio y 500 g de cloruro
de potasio. La forma de aplicación es similar a la anterior, con la salvedad de
que la distancia entre los huecos y la planta debe ser de 40 cm.

Tercer año: con un año de intervalo entre la aplicación anterior, cada planta debe
recibir 450 g de urea, más 400 g de superfosfato triple de calcio, más 750 g de
cloruro de potasio. La mezcla debe depositarse en una zanja circular alrededor del
tronco distanciada del mismo 1.5 m y cubrirse con la tierra inmediatamente.

Cuarto y quinto año: cada planta debe ser fertilizada con 600 g de urea, 400 gr
de superfosfato triple de calcio y 1,000 g de cloruro de potasio. La forma de
aplicación es idéntica a la anterior, al aumentar a 2 m la distancia entre la zanja
y el tronco de la palmera.

Si se dificulta conseguir alguno de los tres fertilizantes mencionados, se


pueden emplear otras opciones, como las que se indican en el programa
de fertilización en la siguiente tabla.

21
Tabla 1. Programa de fertilización
Año de Dosis/planta Dosis/planta
Aplicación (Opción 1) (Opción 2)
72 g de urea
541 g de Triple 17
1 200 g de 18-46-00
97 g de cloruro de potasio
250 g de cloruro de potasio
182 g de urea
812 g de Triple 17
2 300 g de 18-46-00
270 g de cloruro de potasio
500 g de cloruro de potasio
293 g de urea
1,220 g de Triple 17
3 400 g de 18-46-00
410 g de cloruro de potasio
750 g de cloruro de potasio
443 g de urea
1,620 g de Triple 17
4* 400 g de 18-46-00
530 g de cloruro de potasio
1,000 g de cloruro de potasio
* y años siguientes.

Plagas y enfermedades

Para evitar o disminuir el ataque de las principales plagas y enfermedades del


cocotero deberán extremarse los cuidados. En la tabla 2 se detallan las
principales plagas y enfermedades y métodos de control.

Tabla 2. Plagas y enfermedades potenciales en palma de coco


Nombre Síntomas/daños Combate

Las larvas causan daños al


Uso de trampas (“CSAT” o
cogollo y tallo, destruyen los
“PET”) con atrayente natural
tejidos de la planta durante
(fruta) + atrayente
el proceso alimenticio y, si
sintético (feromona).
las galerías que construyen
1 trampa/ha en infestaciones
dañan la yema apical, la
Rhynchophorus leves y 2 trampas/ha en
palma muere.
palmarum L. infestaciones más severas.
Los adultos perforan el tallo
El sobre de feromona se
y además son vectores del
cambia cada tres meses,
nemátodo Bursaphelenchus
mientras que el atrayente
cocophilus Cobb, causante
natural se cambia cada
de la enfermedad del anillo
15 días.
rojo del cocotero.

Continúa Tabla 2...

22
Continúa Tabla 2...
Nombre Síntomas/daños Combate

Benomil (Benlate, Promil,


La enfermedad causa
etc.) a dosis de 1.5 g de
lesiones en las hojas que
I.A. por litro (l) de agua;
Pestalotiopsis sp. se presentan a manera de
Mancozeb (Manzate,
quemaduras que terminan
Mancofol, Maneb, etc.) a dosis
por invadir todo el follaje.
de 5 g de I.A. por l de agua.
Adelgazamiento progresivo
Punta de lápiz del extremo superior Eliminación de las palmas
(de origen no del tronco, extremo afectadas. Suministro de
infeccioso) que adquiere una forma fertilizantes.
piramidal de punta de lápiz.
Las ninfas y adultos Azaridachtina a dosis de
causan daños en flores y 0.16 g de I.A. / l de agua que
frutos. Los frutos atacados equivalen a 5 centímetros
por el ácaro pueden caer cúbicos (cc) del producto
prematuramente o pueden comercial (PHC Neem,
completar su maduración Organeem, etc.).
con gran parte de su Azufre a dosis de 4 cc/L de
superficie necrosada. Las agua de producto comercial
Eriophyes (Aceria) nueces que permanecen (Sultrón).
guerreronis (Keifer) en los racimos son de bajo Bacillus thuringiensis
tamaño y malformadas, lo subespecie kurstaki a dosis de
que varía con la infestación. 2.3 g/l de agua, equivalentes
Los frutos con estas a 0.87 billones de esporas
características se convierten viables (Dipel Dust).
en un producto despreciado Aplicaciones cada 30 días
en el mercado para consumo durante el primer año de
de agua de coco, con lo que floración y cada 60 días a
pierden su valor comercial. partir del segundo.

Los nemátodos se propagan


en el parénquima de la
Control del vector, por lo que
palma sana, la presencia
se sugiere la colocación de las
de ellos bloquea el flujo
Radinaphelenchus trampas “CSAT” ó “PET” y
de agua, nutrientes y savia
cocophilus Coob además el derribe y desalojo
al obstruirse los vasos
de las plantas afectadas.
conductores, lo que causa un
repentino amarillamiento y
secado de las hojas.

23
Cajeteo, despalape y encalado

El cajeteo, despalape y encalado son prácticas que se efectúan para apoyar la


prevención de problemas fitosanitarios.

El cajeteo consiste en efectuar una limpieza total alrededor del tallo al dejar
un ligero desnivel para retener el agua de lluvia, lo que se sugiere hacer previo
a la fertilización.

El despalape es la eliminación de todas las hojas secas de las palmeras y


su desalojo de la plantación. Estas se pueden concentrar para dejarlas que se
conviertan en materia orgánica, la cual posteriormente, se puede reincorporar
a la parcela o utilizarse como sustrato.

El encalado consiste en aplicar una lechada de cal o bien de pintura vinílica


en el tronco, desde la superficie del suelo hasta 1.5 m de altura.

Cosecha

a) Copra
En plantaciones comerciales esta actividad se realiza generalmente cada tres o
cuatro meses. La cosecha debe realizarse en los frutos maduros y secos, condición
que se alcanza entre 11 y 13 meses después de la polinización natural de los ovarios.

b) Coco-fruta
Cuando se trate de frutos destinados al consumo de agua, se deberán cortar a la
edad de ocho a nueve meses.

A estas edades se obtienen los mejores valores de °Brix y pH. El INIFAP ha


validado y transferido técnicas para identificar los frutos de estas edades.

Rendimiento esperado

a) Copra
Cada palma de coco deberá producir entre 96 y 144 nueces por año, con un
rendimiento promedio de copra de 257 g/nuez.

La producción de copra por ha variará según el diseño de plantación escogido


y otros factores. En general, bajo condiciones de temporal y un buen manejo de
plantación, se podrán obtener 2.9 toneladas por hectárea (t/ha) al año. Bajo
condiciones de riego se pueden obtener 4.4 t/ha anuales.

24
b) Coco- fruta
En una población completa y en circunstancias normales es razonable esperar
una cosecha mensual promedio de 1,500 frutos/ha, con volúmenes promedio
de 635 ml de agua/fruto.

Para mayor información dirigirse con el autor:


MC. Manuel Enrique Ovando Cruz
ovando.manuel@inifap.gob.mx
01-800-088-22-22 ext. 86223
Centro de Investigación Regional Pacífico Sur
Sitio Experimental Costa de Oaxaca
Km 94.5 Carretera Pinotepa Nacional-Puerto Escondido,
Río Grande, Tututepec, Oaxaca. C.P. 71830

25
Frijol

Introducción

El frijol es un importante complemento nutrimental en la alimentación de la


población mixteca, debido a su riqueza en aminoácidos esenciales como la lisina y
el triptófano, elementos determinantes para el crecimiento y desarrollo humano
que se encuentran en bajos niveles en el maíz. Se tiene estimado un consumo per
cápita de esta leguminosa en 15.75 kilogramos (kg) por año.

Zona de influencia: Mixteca alta oaxaqueña

Preparación de terreno

Una buena preparación del terreno permite ubicar y distribuir adecuadamente


la semilla, con lo cual se favorece la emergencia uniforme del cultivo y su
desarrollo; para lograrlo, deben realizarse las siguientes labores:

Barbecho: se sugiere realizar esta labor a una profundidad de 30 centímetros


(cm), de preferencia inmediatamente después de cosechar el cultivo anterior,
con el propósito de aflojar el suelo y permitir así la entrada de agua y aire. Otra
razón es la de incorporar los residuos de cosecha para favorecer la infiltración y
conservar el agua. Al barbechar después de la cosecha anterior, se obtiene
un mejor control de plagas al exponerlas a la acción de sus enemigos naturales
y a las condiciones ambientales.

26
Rastreo: después de una o dos lluvias, puede ser necesario dar un rastreo con el
propósito de desmoronar los terrones que se formaron al barbechar, así como
eliminar las malezas que hayan emergido tras el barbecho.

Variedades

Los resultados de la investigación realizada hasta la fecha han detectado algunas


variedades criollas como sobresalientes en rendimiento de grano, mismas que
se recomiendan para las siembras en unicultivo bajo condiciones de temporal.

Las variedades criollas de frijol recomendadas para las siembras de temporal


en la Mixteca Alta de Oaxaca y sus principales características agronómicas se
muestran en la Tabla 1.

Tabla 1. Rendimiento de grano de variedades de frijol


para la Mixteca Alta de Oaxaca

Días a madurez Rendimiento


Variedad
fisiológica tonelada por (t/ha)

Criollo Yanhuitlán 134 1.5

Criollo Jaltepec (Vaina Blanca) 132 1.2

Negro 8025 98 1.58

Negro otomí 100 1.57

Fecha de siembra

En la Mixteca Alta la siembra de frijol de temporal debe realizarse entre el 15


de junio y el 1 de julio, ya que las siembras realizadas antes o después de dicho
periodo pueden exponerse al daño por sequía y heladas tempranas, así como al
mayor ataque de algunas plagas y enfermedades.

Cantidad de semilla

Una adecuada población asegura una buena producción. Para las variedades
señaladas se sugiere sembrar 40 kilogramos por hectárea (kg/ha), mismos que
deben quedar de 20 a 25 semillas por metro (m) de siembra. La intención es
obtener un promedio de 18 plantas por metro (m), en el entendido de que se

27
utilizarán semillas con un mínimo de germinación de 80%. La profundidad
de siembra debe quedar de 6 a 8 centímetros (cm).

Método de siembra

La siembra puede realizarse en tierra húmeda para lograr una germinación


uniforme. Cuando se cuente con sembradora, la plantación debe hacerse en el
lomo del surco lo cual implica que primero se surca y después se siembra
en el lomo del surco. Si se hacen algunas adecuaciones a las sembradoras se
puede surcar y sembrar al mismo tiempo. Se sugiere hacer la plantación en el
lomo del surco, porque disminuyen los problemas de pudriciones por exceso
de humedad.

Para hacer las adecuaciones de las sembradoras tradicionales, consulte


con el personal técnico de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo
Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA) y el INIFAP.

Si se siembra en plano, el surco se debe levantar al efectuar la primera escarda.


Los surcos deben separarse a 80 cm.

A continuación se mencionan las ventajas de sembrar frijol en surcos en


comparación con las siembras al voleo:

• Distribución uniforme de semilla

• Se utiliza menor cantidad de semilla

• Facilita el control de malezas ya que es posible escardar

• Reduce la incidencia de enfermedades

• Mayor conservación de la humedad del suelo

• Cosecha más rápida

• Mayor rendimiento

Fertilización

Al momento de la siembra se recomienda aplicar la dosis 40-40-00 de


Nitrógeno (N), Fósforo (P) y Potasio (K). Como fuente de N, use sulfato

28
de amonio (20.5-00-00) y de P, fosfato monoamónico (11-52-00). Se sugiere
que esta fertilización sea complementada con aplicaciones foliares, sobre todo con
elementos menores (Fierro, Zinc, y Manganeso, entre otros). En este caso, pueden ser
dos aplicaciones foliares: una al inicio de la floración y la segunda cuando inicie
la formación de vainas.

Control de malezas

El cultivo de frijol debe permanecer libre de malas hierbas, al menos durante


los primeros 40 días después de la siembra, ya que éstas compiten por luz, agua
y nutrimentos.

Control mecánico. El control de maleza puede hacerse en forma mecánica


mediante dos escardas: la primera a los 25 días posteriores a la emergencia del
frijol y la segunda a los 20 días después de la primera, pero antes de la floración.

Control químico. Éste se logra mediante la utilización de herbicidas selectivos


como el Flex, que se aplica en dosis de 0.250 + 1.5 l de Basagrán disueltos en
200 a 300 litros de agua por hectárea (l/ha).

Estos productos deben aplicarse aproximadamente a los 20 días de nacido


el cultivo y cuando la maleza inicia su desarrollo. Además, debe existir buena
humedad en el suelo al momento de su aplicación, para lograr un control
eficiente de la maleza y no dañar al cultivo. El herbicida Flex es residual, por lo
que no se debe de utilizar una sobredosis. Para el control de gramíneas, aplique
el herbicida POAST a una dosis de 2.0 l/ha. Los herbicidas que controlan
malezas de hoja ancha no se deben mezclar con los que controlan gramíneas,
ya que su eficiencia de control disminuye. Debido a que el herbicida POAST es de
efecto residual, no se recomienda aplicarlo cuando se va a rotar con maíz o
cultivos susceptibles a este producto.

Control de plagas

Las plagas más importantes en este cultivo son chapulines (Melanoplus spp.),
conchuela (Epilachna varivestis), picudo del ejote (Apion godmani), chicharitas
(Empoasca spp), mosca blanca (Bemisia tabaci) y gallina ciega (Phyllophaga spp.). Si
no se les controla, estos insectos pueden reducir el rendimiento del grano hasta
en 75%, como se muestra en la siguiente tabla.

29
Tabla 2. Información para el control de plagas que dañan al frijol en la
región Mixteca de Oaxaca
Plagas Producto Dosis (ha) Época de aplicación
Crusier Maxx 100 mililitros Tratamiento a semilla
(tiametoxam + (ml)/40 kg de al momento de la
Gallina ciega
fludioxonil) semilla (2.5 ml/kg) siembra
Tratamiento de la
semilla al momento
de la siembra,
Crusier Maxx 100 ml/40 kg de cuando se observen
Beans semilla (2.5 ml/kg) adultos en las hojas
Diabrótica
y que estén bien
distribuidos en
el cultivo
Cuando se observen
Engeo de cinco a 10 insectos
Mosquita 200-300 ml
Karate (lamda por planta joven o de
blanca 250-300 ml
cyhalotrina) 10 a 20 por
planta grande
Cuando se
Engeo
encuentren de tres
(Thiametoxam 200-300 ml
Chicharitas a cinco insectos por
+ lambda 250-300 ml
planta joven o cinco a
cyhalotrina) Karate
10 en planta grande
Cuando se observen
15 chapulines /
Arrivo metro cuadrado (m2)
Chapulines 400 ml
(Cipermetrina) en bordos o cinco
chapulines/m2
de cultivo
Durante el periodo
de floración, cuando
Picudo del
Arrivo 400 ml se observen de dos a
ejote
cuatro insectos
por planta
Cuando se
encuentren de tres
Sevin 1.5 kg
Conchuela a cinco insectos por
80 Arrivo 400 ml
planta joven o cinco a
10 en planta grande

30
Enfermedades

Destacan la roya o chahuixtle (Uromyces phaseoli var. Typica), antracnosis


(Colletotrichum lindemuthianum) y cenicilla (Erisiphe polygoni). Para prevenir
la incidencia de estas enfermedades, es necesario un programa de rotación de
cultivos, utilizar semilla desinfectada libre de patógenos, eliminar residuos
de cosecha y finalmente utilizar variedades resistentes o tolerantes. Para el
combate del chahuixtle y la antracnosis se recomienda realizar aplicaciones
del fungicida Mancú D 2.5 kg/ha y Benlate a dosis de 0.5 kg/ha para el control de
la cenicilla.

Cosecha

La semilla alcanza su punto óptimo de cosecha cuando todas las hojas están
amarillas y la mitad de ellas ya han caído de la planta. Al llegar este momento y
de acuerdo con las condiciones del tiempo, se puede iniciar la cosecha y de esta
manera se evitará el desgrane de vainas, si se cosecha más tarde habrá mermas
por desgrane.

Para mayor información dirigirse con el autor:


MC. Leodegario Osorio Alcalá
osorio.leodegario@inifap.gob.mx
01-800-088-22-22 ext. 86201
Centro de Investigación Regional Pacífico Sur
Campo Experimental Valles Centrales de Oaxaca
Melchor Ocampo No 7, Santo Domingo Barrio Bajo, Etla, Oaxaca.

31
Higuerilla

Introducción

El estado de Oaxaca presenta condiciones agroecológicas propicias para el cultivo


de higuerilla, con una superficie catalogada como de muy buen potencial de
183,000 hectáreas (ha). Esta superficie se ubica mayormente en las regiones
de Valles Centrales, Istmo y Costa. En la región de Valles Centrales, el sistema
higuerilla en intercalación con maíz se ha practicado desde la época colonial, por
lo que existe un cúmulo de conocimiento tradicional que es aprovechado para
reactivar la siembra de esta especie oleaginosa. Una prueba es que, durante el
ciclo de temporal de 2015, se inició con un programa de producción de higuerilla
en aproximadamente 2,150 ha en los Valles Centrales de Oaxaca, cuyo uso
principal será la producción de biodiésel.

Preparación del terreno

En esta etapa se busca crear las condiciones óptimas para una buena y uniforme
germinación de la semilla, la emergencia y el establecimiento de las plántulas
de higuerilla. Esto se logra cuando se obtiene una textura fina del suelo para que
se facilite su buen contacto con las semillas; además de que se favorecerá una
profunda penetración de las raíces.

El sistema se labranza convencional se sustenta principalmente en tres


actividades: barbecho, rastreo y surcado.

32
Barbecho. Esta labor debe efectuarse después de haberse retirado el “rastrojo”
del cultivo anterior en el mes de noviembre y principios de diciembre. De
preferencia, se debe utilizar maquinaria agrícola para lograr mayor profundidad
—alrededor de 30 centímetros (cm)—. Su función consiste en la oxigenación, la
incorporación de los residuos de la cosecha y de las malezas, así como favorecer
la infiltración y captura del agua de lluvia, además de voltear la capa arable del
suelo y exponer los estados inmaduros de los insectos plaga y patógenos para su
destrucción por medio de los rayos solares y temperaturas adversas.

Rastreo. Esta actividad se debe realizar una o dos semanas después del barbecho.
Se trata de una práctica necesaria para homogenizar el suelo, pulverizar
los residuos orgánicos y afinar la capa arable. El número de pasos de rastra
dependerá de las condiciones del suelo, del cultivo anterior y de la capacidad del
implemento a utilizar.

Surcado. En este caso, se sugiere emplear maquinaria agrícola o yunta, pero con
una separación de 0.7 metros (m).

Variedades

Se recomienda utilizar variedades de higuerilla HC 98, RC 40 y criollas locales.


Asimismo, la higuerilla a utilizar no debe “reventar” en campo, es decir debe
ser indehiscente. En caso de intercalación con maíz, este debe ser de porte bajo.

Fecha y método de siembra

La fecha de siembra de la higuerilla inicia desde que se establecen las lluvias


hasta el 30 de junio. La siembra de la higuerilla se efectúa en forma mateada, al
depositar la semilla en el fondo del surco y cubrirla de tierra con el pie (método de
“tapa pie”) con lo que queda a una profundidad aproximada de 5 cm.

Arreglo topológico y densidad de población

La semilla de higuerilla se siembra en forma mateada a “tapa pie”, a una


distancia de 1.5 m, al depositar de una a dos semillas por mata, se dejan dos
surcos sin sembrar y se vuelve a sembrar en el tercero, y así sucesivamente. Con
este arreglo se logra una densidad aproximada de 3,100 plantas por ha. En caso
de intercalar maíz, éste se siembra a una distancia de 80 cm entre matas. En los
surcos libres, es decir en donde no se sembró higuerilla, se depositan de dos a

33
tres semillas por mata, lo que resulta en una densidad aproximada de 23,000
plantas por ha.

Fertilización

Para efectuar una adecuada fertilización en el cultivo de higuerilla, se


recomienda realizar un análisis de la fertilidad del suelo. Sin embargo, en
suelos con fertilidad media se sugiere la dosis 32-23- 00 de Nitrógeno, Fósforo
y Potasio (NPK). En el momento de la siembra, deberá aplicarse la mitad de N y
todo el P, mientras que el resto de N antes del aporque o deshierbo.

En la siembra deberá cuidarse que la semilla no quede en contacto con el


fertilizante. De igual manera, en la segunda fertilización, el producto debe
colocarse a un lado del tallo a una separación aproximada de 10 a 15 cm.
Se debe vigilar que no caiga fertilizante sobre el follaje de la higuerilla, ya que
puede sufrir quemaduras.

La fertilización química deberá complementarse con la aplicación de


biofertilizantes o bioinsumos. Para lo cual se requiere, inocular la semilla antes
de la siembra con algún producto micorrízico. También es preciso aplicar
un biomejorador del suelo y un regulador de crecimiento. Para su correcta
aplicación, se recomienda leer detenidamente la ficha técnica y las instrucciones
de uso de los productos.

Aclareo

Esta es una actividad muy importante para lograr la densidad de población


adecuada, ya que tiene el propósito de eliminar la competencia por espacio,
luz, humedad y nutrimentos entre las plantas de higuerilla y que consiste en
dejar una sola planta por mata. Durante el aclareo, deben eliminarse las plantas
raquíticas, enfermas o de menor tamaño. El aclareo debe efectuarse después de
haber aportado el aporque o deshierbo.

Poda apical

La poda apical o “capado” se realiza al cortar manualmente el meristemo


apical (cogollo) de la planta de higuerilla en la etapa de crecimiento vegetativo y
cuando la planta presenta una altura aproximada de 50 cm. Normalmente esto
ocurre alrededor de dos meses después de la siembra. Esta práctica propicia el

34
desarrollo de ramas laterales, con la intención de producir más racimos por
planta e incrementar el rendimiento del grano.

Control de malezas

La higuerilla presenta un crecimiento inicial lento, por lo que las malezas


presentes en el cultivo compiten por luz, agua, nutrientes, espacio y dióxido
de carbono (CO2). Asimismo, en la primera etapa se favorece la incidencia de
plagas y enfermedades, consecuentemente el cultivo debe permanecer limpio
los primeros dos o tres meses de su ciclo vegetativo.

El control de malezas se realiza mediante el arranque manual de la hierba o


con labores de cultivo, como el deshierbo o aporque con tractor o yunta, a los 30 a
40 días después de la siembra. Además de controlar malezas, con el aporque se
favorece un mejor anclaje de la planta.

Si cuando se efectúe la siembra hay presencia de malezas de hoja ancha y/o


angosta, se recomienda la aplicación de un herbicida hecho de glifosato (Faena), en
dosis de 1.0 litro por hectárea (l/ha), en etapa de preemergencia (después de
la siembra y antes de que emerja el cultivo). También se sugiere el uso de esa
sustancia en el espacio entre las hileras en etapa de floración y fructificación
de la higuerilla.

Siempre que se aplique el herbicida deberá existir suficiente humedad en el


suelo y previamente es necesario leer detenidamente las instrucciones de uso
del producto.

Control de plagas y enfermedades

A la fecha no hay plagas ni enfermedades de importancia económica que afecten


a la higuerilla en condiciones de temporal en los Valles Centrales de Oaxaca.
Sin embargo, ocasionalmente la chinche verde (Nezara virídula L.), un insecto
picador chupador, daña las cápsulas y su unión con la planta, lo que provoca
la caída y el avenamiento de las mismas. Al alimentarse, el insecto es capaz
de introducir toxinas y patógenos. Si la incidencia es severa se debe aplicar un
insecticida a base de Lambda-cihalotrina (Karate) en dosis de 0.25 l/ha.

35
Cosecha

Dado que actualmente en los Valles Centrales de Oaxaca la cosecha es manual,


esta puede iniciarse cuando los frutos de la higuerilla han llegado a la
madurez fisiológica (alrededor del 50% de los frutos del primer racimo estén
secos). Sin embargo, esto implica varios pasos de corte durante el ciclo, por lo
que se recomienda esperar a que la mayoría de los racimos estén secos para
proporcionar de dos a tres cortes durante su ciclo.

Para el corte se sugiere utilizar tijeras que eviten golpear y tirar los frutos.
Lo recolectado se transporta en canastos hacia el asoleadero para concluir el
secado. En caso de que se intercale maíz, este deberá cosecharse tan pronto
el grano presente la “capa negra”, para luego cortar el “rastrojo” y favorecer el
crecimiento de la higuerilla.

Trilla

Una de las actividades más laboriosas en la producción de la higuerilla es el


descascarado o trilla de manera manual. Esta actividad consiste primeramente
en separar los frutos (cápsulas) del raquis y extenderlos sobre un piso de cemento en
una capa delgada (de tres a cuatro cm de espesor). Posteriormente, los frutos se
friccionan sobre el piso firme, mediante la utilización de una tabla sostenida por
un “mango” de madera insertado a un ángulo de 450. La fricción se efectúa
varias veces de manera uniforme sobre los frutos, de tal manera que cuando
se observe que aproximadamente el 50% de las semillas se han descascarado, se
procede a eliminar la basura mediante el viento. De forma manual se separan las
semillas sin cáscara y las restantes se reintegran al piso firme para continuar
con la su trilla. Este proceso se repite hasta descascarar el total de granos.

En el programa de producción de higuerilla de los Valles Central que


promueve la SAGARPA y que inició en el ciclo primavera-verano de 2015,
se dispone de máquinas descascaradoras que trabajan con gasolina. Para un
eficiente descascarado de la higuerilla en este tipo de máquinas, se requiere que el
grano sea del mismo tamaño. Es decir, si se siembran dos variedades de higuerilla,
no se deben mezclar, sino que se deben descascarar por separado, de lo
contrario saldrán los frutos grandes y los pequeños no, lo que implica mayor
trabajo al separar manualmente los granos no descascarados.

36
Almacenamiento

El grano seco se debe envasar en sacos limpios, de aproximadamente 50 kg, y


se debe almacenar en lugares seguros, secos, ventilados y que faciliten el control de
posibles plagas de almacén mientras se comercializa.

Para mayor información dirigirse con el autor:


MC. Horacio Espinosa Paz
espinosa.horacio@inifap.gob.mx
01-800-088-22-22 ext. 86206
Centro de Investigación Regional Pacífico Sur
Campo Experimental Valles Centrales de Oaxaca
Melchor Ocampo No 7, Santo Domingo Barrio Bajo, Etla, Oaxaca.

37
Jamaica

Introducción

El cultivo de jamaica a nivel mundial está representado por los países de Sudán,
Tailandia y China principalmente. Sin embargo, México figura dentro de
los primeros 10 principales productores, debido a sus condiciones agroclimáticas
óptimas para el desarrollo de este cultivo, principalmente en estados con
litorales al Océano Pacífico, como es el caso de Guerrero, Michoacán, Nayarit y
Oaxaca, por mencionar algunos.

Actualmente existen más de 150 variedades de esta planta en el mundo, con


varias posibilidades de uso y comercialización. Particularmente la flor (cáliz) de
jamaica representa la importancia económica de este cultivo, ya que se utiliza
para la elaboración de bebidas, jalea, mermeladas, salsas, dulces, conservas,
licores y ensaladas, entre otros usos.

Oaxaca es el segundo productor de jamaica a nivel nacional, ya que durante


el ciclo P-V 2009 se cultivaron 2,307 hectáreas (ha) que, con rendimiento
promedio de 334 kilogramos por hectárea (kg/ha), produjeron 770 toneladas
(t) de cálices secos. En la región Costa prevalece el uso de un solo genotipo criollo
que concentra la producción en el mes de diciembre y no permite establecer
el cultivo en otro ciclo que no sea el temporal. Por otro lado, Colima, Jalisco,
Nayarit y Puebla registran rendimientos superiores a 500 kg/ha, mientras que
en otros países como China e India obtienen más de 800 kg/ha.

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Preparación del terreno

Por lo general, los suelos propios para la siembra de jamaica son franco arenosos, por lo
que no es necesario el paso de subsolador ni del arado. Basta con el paso de la rastra
para que el terreno quede bien mullido; sin embargo, en el segundo rastreo es
necesario pegar a la rastra un tablón que hace que el suelo quede homogéneo.

Variedades

EL INIFAP ha trabajado en los últimos años con la introducción y caracterización


de diversas variedades de jamaica. De estos estudios ha surgido una gama de
gran interés para los productores, en su mayoría unas flores más tempranas para
la cosecha, algunas más fáciles de cosechar, otras insensibles al fotoperiodo
o bien flores de diferentes tonalidades, lo que puede permitir ventanas de
oportunidad para la comercialización.

Yerzi o Yerzey: esta variedad tiene un rendimiento promedio de 600 a


800 kg/ha de cálices secos. Es una planta vigorosa, de cálices gruesos, color rojo
obscuro y menos ácidos que la jamaica criolla. Es insensible al fotoperiodo,
lo que a diferencia de la criolla permite cultivarla en cualquier época del
año, cuando se dispone de humedad. Es además preferida para la preparación
de mermeladas, por su menor acidez y menor contenido de fibras.

Sudán: es una planta que presenta el tallo oscuro, con ocho ramas en
promedio, cálices grandes y gruesos de color oscuro. La primera flor aparece a
los 91 días, crece a 205 cm de altura y produce en promedio entre 400 y 500 kg de
cálices secos por ha.

Colima 3: esta jamaica se caracteriza por ser de tallo rojo claro, con nueve
ramas en promedio y cálices grandes de aspecto globoso, color rojo claro. Su
floración inicia a los 85 días, alcanza 191 cm de altura y produce 500 kg/ha de
cálices secos.

Colima 5: es una variedad que posee tallos rojos, más oscuros que la criolla,
emite ocho ramas en promedio y sus cálices son gruesos, con el epicáliz grande.
Inicia floración a los 87 días y crece hasta 169 cm de altura. Su producción
promedio va de 450 a 550 kg/ha. Ha tenido una alta preferencia entre los productores,
debido a que los cálices se desprenden completos en la extracción y toman una
coloración muy atractiva después del secado.

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Colima 7: es una planta que presenta tallos rojos, similares a la criolla, con
ocho ramas en promedio y cálices grandes color rojo claro. Inicia floración a los
85 días, desarrolla hasta 194 cm de altura y produce en promedio entre 450 a
500 kg/ha.

Criolla: en la Costa de Oaxaca prevalece esta variedad, que se caracteriza por tener
una flor chica y tardía para entrar en producción. El rendimiento promedio es
de 350 kg/ha de cálices secos.

Alma blanca: es producto de una mutación natural de la criolla regional, a


la cual se sometió durante cinco años a selección masal para obtener mayor
uniformidad. Las corolas son de color amarillo claro o crema con el centro
amarillo. Los cálices tiernos son de color verde claro, que se vuelven de color
crema al madurar y color paja cuando están secos. Esta planta presenta tallos,
hojas y nervaduras verdes durante el desarrollo vegetativo, pero los tallos se
vuelven blancos cuando están próximos a la cosecha.

Cotzaltzin: esta variedad presenta características de planta y fruto similares


a la criolla de Oaxaca, pero es más precoz ya que abre sus primeras flores a los 87
días de la siembra, 21 días antes que la variedad criolla. En este caso, la producción
promedio es 400 kg/ha.

Preparación del terreno

La jamaica es un cultivo poco exigente por lo que, en siembras solas, la


preparación del suelo puede realizarse con base en rastreos y surcado con
tractor o tracción animal de 90 a 100 cm entre surcos.

Siembra

La plantación puede realizarse desde los inicios del temporal hasta finales
del mes de agosto, pero lo mejor es sembrar durante julio. Cuando se
siembra sola, se depositan de seis a ocho semillas de jamaica cada metro (m),
en surcos separados de 90 a 100 cm, para lo que se requieren de 3 a 4 kg/ha
de semilla.

Fertilización

Se ha evaluado la respuesta del cultivo a la fertilización. Cuando se

40
aplica la fórmula 40-40-00 de Nitrógeno, Fósforo y Potasio (N, P, K),
respectivamente, se ha comprobado un incremento de entre 50 y 60%
en la producción de cálices secos. También se ha encontrado respuesta
positiva a la aplicación de micorrizas y azospirilum.

Control de maleza

Generalmente se requiere de un cultivo y una o dos limpias a mano en siembras


solas. Cuando se asocia con maíz, el control de malezas para este es suficiente
para el de jamaica. Es importante mencionar que, si se asocia con maíz,
no se deben aplicar en el cultivo los herbicidas Gesaprim o Primagram, que se
aplican en premergencia o en emergencia temprana del maíz, porque entonces la
semilla de la jamaica no nace o nace y luego presenta daños de toxicidad, que
luego acarrean la muerte de plántulas.

Control de plagas

La jamaica es poco atacada por plagas. El principal daño lo ocasiona la hormiga


arriera que puede acabar con el cultivo. El control de este insecto se realiza con
100 gramos (g) del insecticida Patrón, que se distribuye alrededor de cada agujero
o “casa de arriera”. Es importante seguir las instrucciones del producto para que se
logre un control adecuado de esta plaga. Asimismo, se recomienda sembrar surcos
barrera, lo que consiste en sembrar jamaica a chorrillo, con una alta densidad,
para que esos surcos sean como una protección del resto del cultivo.

Control de enfermedades

En la Costa no se tienen problemas de consideración económica con


enfermedades en la jamaica, a menos de que no se haya seleccionado
adecuadamente el terreno y que se presente un temporal con excesos de
precipitaciones. En este supuesto, se va a presentar el problema de pudrición
de la raíz, atribuido al hongo Phythopthora sp, en cuyo caso debe buscarse la
forma de drenar para evitar que los problemas sean grandes, ya que la aplicación
de fungicidas ayudaría muy poco.

También se ha presentado el problema de ennegrecimiento de la flor, que


resulta en el proceso de secado o en flores que tienden a pasarse un poco de
tiempo en el corte. Este problema ha venido en incremento año tras año y
se debe de identificar para controlarlo.

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Cosecha

Esta etapa comienza una vez que las plantas tiran las hojas y los frutos de la
parte baja empiezan a secarse y se abren mostrando las semillas, lo que sucede en
noviembre para todas las variedades recomendadas —con excepción de la criolla que
es en diciembre—. Las ramas secundarias se jalan a través de horqueta o “tralla”.
Los cálices desprendidos se ponen al sol por cuatro días para lograr su completo
secado. La criolla puede cosecharse también con una despicadora estacionaria
de motor, pero en la Yerzi sólo puede hacerse esto en forma mecánica con
las ramas más delgadas. Si se presentan abundantes precipitaciones en etapas
cercanas a la cosecha, los cálices pueden tomar una tonalidad roja más oscura,
lo que demerita la calidad, por lo que no es conveniente tener un exceso de
población para permitir la libre circulación del aire y la rápida evaporación
de la humedad.

Secado

Para este propósito se necesita de un área de asoleadero, preferentemente de


cemento. Muchos lo hacen en la loza de sus casas o en los patios, pero
sobre lonas o lienzos de polietileno. Debe evitarse que sea pasadero de lejos de
animales, para asegurar la limpieza y sanidad del producto. Ya secos los cálices
se envasan en costalillas y se almacenan en un lugar seco y, de preferencia, sin
mucha entrada de luz.

Para mayor información dirigirse con el autor:


MC. Manuel Enrique Ovando Cruz
ovando.manuel@inifap.gob.mx
01-800-088-22-22 ext. 86223
Centro de Investigación Regional Pacífico Sur
Sitio Experimental Costa de Oaxaca
Km 94.5 Carretera Pinotepa Nacional -Puerto Escondido,
Rio Grande, Tututepec, Oaxaca. CP. 71830

42
Jitomate

Introducción

El jitomate es la hortaliza número uno en consumo, por lo tanto, el volumen


de este producto es el más importante en los diferentes mercados nacionales e
internacionales. En México, la mayor parte de su demanda se abastece con la
producción a cielo abierto. Existen algunos picos de mercado en los meses de
julio-septiembre y diciembre-enero en los cuales no hay suficiente producción.
Por esta razón la protección de los cultivos, principalmente de las hortalizas, se
ha convertido en una necesidad imperiosa ante la imposibilidad de producir
en condiciones de intemperie. Esto explica el acelerado crecimiento de la
superficie cultivada bajo cubierta, lo que comúnmente se conoce como
agricultura protegida, que se da como respuesta al problema del clima, por lo que
la producción de hortalizas en bioespacio es un ejemplo de este tipo de agricultura.

En el estado de Oaxaca, la producción de hortalizas es afectada por una


serie de enfermedades y plagas entre otras condicionantes. Se ha destacado
a insectos trasmisores de virus y al efecto de éstos como el factor limitante.
No obstante, recientemente se ha desarrollado la tesis de que los efectos del
cambio climático (aumento en la temperatura y disminución en la humedad
relativa en regiones como Oaxaca) tienen alta relación con la manifestación de
enfermedades que disminuyen fuertemente los rendimientos y período de cultivo,
ya que se ha determinado que los niveles térmicos y de humedad ambiental

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actuales alcanzan valores extremos, que afectan el metabolismo de la planta y
la predisponen al ataque de patógenos.

La regulación de estos elementos, al acercarlos a niveles favorables para el


desarrollo y crecimiento de la planta, coadyuvan al manejo integral de
la misma. Por esta razón el INIFAP desarrolló el concepto de bioespacios,
con el cual se asocian efectos de buenas prácticas agronómicas y de modificación
microambiental. Estas acciones consisten en estructuras con forma de túnel
o cubo, en las que mallas blancas con transmisiones de luz en función de la
región en que se utilizarán y manejo agronómico de planta en función de
la estación del año, se conjugan para reducir la temperatura e incrementar la
humedad relativa con el objeto de inducir un crecimiento y desarrollo vigoroso
de las plantas y débil en la población de insectos vectores de enfermedades de
naturaleza viral.

Ciclos de cultivo

Los bioespacios son estructuras reguladoras del microambiente en zonas con


alta radiación y temperatura, como lo son los climas semicálidos subhúmedos
y cálidos subhúmedos que predominan en las áreas hortícolas en el
estado. Los bioespacios, según el manejo integral de planta bajo el sistema de
fertirrigación y óptima nutrición, modifican estas condiciones al favorecer el
crecimiento y desarrollo de la planta, particularmente en hortalizas de fruto.
Bajo esas condiciones de clima, es posible producir jitomate durante todo el
año; sin embargo, debido a que la estructura de bioespacio es permanente, se
tienen que tomar en cuenta las siguientes consideraciones:

1. Accesibilidad, que permita el libre tránsito todo el año

2. Fuente permanente de agua y energía eléctrica

3. Terreno libre de inundaciones

4. Que los vientos no sean mayores a 50 kilómetros por hora

5. Suelos profundos y con buen drenaje

6. Terreno libre de malezas perennes como zacate Johnson (Sorghum


halapensis L; grama, Cynodon dactilon L, etc).

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7. Terreno libre de plagas de suelo (gallina ciega, Phyllophaga sp.; gusano de
alambre, Hypolithus sp.; alfilerillo, diabrótica, etc)

8. Orientación a favor de los vientos dominantes, con el propósito de reducir


la incidencia de enfermedades durante las lluvias

9. Al utilizar bioespacios en zonas cálido secas, es posible sembrar jitomate


en cualquier época del año; sin embargo, en aquellas zonas en las que pudieran
llegar a presentarse heladas ocasionales, se sugiere que no haya cultivo
durante los meses de diciembre y enero.

Clima

El manejo racional de los factores climáticos de forma conjunta es fundamental


para el funcionamiento adecuado del cultivo. El jitomate es una planta termoperiódica,
que crece mejor con temperatura variable con la edad de la planta. Diferencias
térmicas noche y día de 6 a 7 °C son óptimas. Pero durante la fase de crecimiento
vegetativo, una temperatura alta de 25 °C favorece el crecimiento foliar, a
expensas del ápice.

Las temperaturas óptimas del cultivo del jitomate están relacionadas


con la iluminación, por lo que es recomendable una mayor temperatura con
mayor radiación. A temperaturas superiores a 25 ºC e inferiores a 12 ºC, la
fecundación es defectuosa o nula. La maduración del fruto está muy influida por
la temperatura en lo referente tanto a la precocidad como a la coloración, de
forma que valores cercanos a 10 ºC así como superiores a los 30 ºC originan
tonalidades amarillentas.

La humedad relativa óptima oscila entre 60 y 80%. Humedades relativas muy


elevadas favorecen el desarrollo de enfermedades aéreas y el agrietamiento del
fruto y dificultan la fecundación, debido a que el polen se compacta y aborta
parte de las flores. El rajado del fruto igualmente puede tener su origen en un
exceso de humedad edáfica o riego abundante tras un periodo de estrés hídrico.
Una humedad relativa baja dificulta la fijación del polen al estigma de la flor.

El jitomate es un cultivo insensible al fotoperiodo, desarrolla bien entre ocho


y 16 horas, aunque requiere de buena iluminación. Iluminaciones limitadas al
reducir la fotosíntesis neta implican mayor competencia por los productos asimilados,

45
con incidencia en el desarrollo y producción. Asimismo, la poca luminosidad
afecta el proceso de floración, fecundación y el desarrollo vegetativo de la
planta. La luminosidad mínima es de 1,500 horas luz por año.

Valores de radiación total diaria en torno a 0.85 megajoule por metro cuadrado
(m2) son los umbrales considerados mínimos para la floración y cuajado, por
lo que es preferible mayor iluminación en menor periodo que iluminaciones
más débiles durante más tiempo. Los efectos negativos de una baja iluminación
pueden compensarse en parte con aumentos del contenido de dióxido de carbono
(CO2) en el aire. Hoy día, la mejora genética permite disponer de cultivares
mejor adaptados para la floración y cuajado de fruto en condiciones de baja
iluminación, usuales en ciclos de invierno.

Elección del terreno

La planta de jitomate no es muy exigente en cuanto a suelos, excepto en lo que


se refiere al drenaje, aunque prefiere suelos sueltos de textura silíceoarcillosa
y ricos en materia orgánica. No obstante, se desarrolla perfectamente en
suelos arcillosos enarenados. En cuanto al pH, los suelos pueden ser desde
ligeramente ácidos a ligeramente alcalinos cuando están enarenados. El
jitomate es la especie cultivada en invernadero que mejor tolera las condiciones
de salinidad tanto del suelo como del agua de riego.

Preparación del terreno

Subsoleo. Por el continuo tránsito que se realiza durante la construcción del


bioespacio, el suelo se compacta, de modo que para evitar encharcamientos que
favorezcan la incidencia de enfermedades fungosas, se sugiere dar dos pasos
cruzados de subsuelo, a una profundidad de 40 a 60 centímetros (cm).

Barbecho. Con el propósito de remover el suelo y de aumentar su porosidad,


condición que propicia la penetración de la raíz, aire y agua, se sugiere barbechar
a 30 cm de profundidad.

Rastreo. Para desmoronar los terrones y para propiciar las condiciones


adecuadas en el establecimiento del cultivo y acolchado, es necesario realizar
dos pasos de rastra cruzados.

Bordeo. Consiste en levantar bordos a una altura de 20 a 30 cm, separados


entre 1.4 y 1.6 metros (m). Estos bordos se hacen con la intención de

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evitar problemas de enfermedades causados por el exceso de humedad, que se
pudieran presentar durante el ciclo del cultivo. Los bordos pueden hacerse con
bordeadora o bien con surcadora adaptada con rejas grandes, que permitan la
formación de bordos de al menos 30 cm de alto.

Camas. Los bordos se acondicionan para formar camas, al utilizar una


acamadora jalada por el tractor o bien una tabla adaptada a la surcadora, que
permita aplanar el bordo del surco. En caso necesario, esta labor se puede hacer
en forma manual con el uso de un rastrillo. Lo anterior permite dejar liso y
plano el lomo del surco, condición que facilita la instalación de la cintilla de
riego, el trasplante e incluso el acolchado, si fuese necesario, sobre todo en la
temporada de lluvias.

Desinfección del suelo. Cuando por primera vez se siembra jitomate en el


terreno donde se instale el bioespacio o bien, que tenga de cuatro a cinco años de
no haberse sembrado esta especie hortícola u otras especies de la misma familia, es
posible eliminar esta práctica. No así, cuando en el ciclo anterior se haya
sembrado jitomate y más si en éste se presentaron problemas con enfermedades
causadas por patógenos que se encuentran en el suelo (nemátodos, hongos y
bacterias). Bajo esta última condición, es posible eliminar o al menos reducir
las poblaciones de los organismos antes mencionados, así como semillas de
malezas, mediante la utilización de Metam de Sodio, producto que se aplica
al menos 30 días antes del trasplante, a través del sistema de riego por
goteo. La aplicación de dicho producto en dosis de 400 litros por hectárea (l/ha)
se realiza sobre terreno bien húmedo y una vez que estén formadas las camas
de siembra, cantidad que se debe disolver en 1,600 l de agua. Los 2,000 l de
solución preparada se deben de aplicar por partes y, como ya se mencionó,
mediante el sistema de riego (quimigación) de la siguiente manera: el primer
día aplicar un tercio de la solución y, con un intervalo de 24 horas, hacer las
otras dos aplicaciones con un tercio de la solución en cada una de ellas.

Variedades

El jitomate es una planta perenne de porte arbustivo como cultivo anual.


Se desarrolla de forma rastrera, semierecta o erecta, y una de las variedades
recomendables es L. esculentum Mill., así como Cerasiforme y de Lycopersicon
pimpinellifolium (L) Mill. Existen variedades de crecimiento limitado
(determinadas) y otras de crecimiento ilimitado (indeterminadas).

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Los materiales (híbridos o variedades) de crecimiento determinado se
caracterizan por ser plantas de porte bajo, cuya altura no asciende a más de 1.5 m,
su ciclo vegetativo es aproximadamente de 150 a 180 días desde el transplante
al final de la cosecha y su siembra se sugiere sobre todo para bioespacios
que no cuentan con estructura de carga. Las variedades determinadas tienen
forma de arbusto, mientras que las ramas laterales son de crecimiento limitado
y la producción se obtiene en un periodo relativamente corto.

Esta característica es muy importante, porque permite concentrar la cosecha


en un periodo determinado según sea la necesidad del mercado. Para las
condiciones ambientales de Valles Centrales y Mixteca Baja de Oaxaca,
los jitomates híbridos con hábito de crecimiento determinado —que han tenido
un buen comportamiento bajo condiciones de bioespacio— son Olmeca, Yaqui,
Romanesco y BHN-03202, con los que en siembras a doble hilera es posible
obtener rendimientos superiores a las 100 toneladas por hectárea (t/ha).
Se sugiere utilizar este tipo de materiales, sobre todo cuando el bioespacio no
tiene estructura para soportar carga.

Los híbridos o variedades de jitomate de crecimiento indeterminado se caracterizan


por ser plantas de porte alto, cuya longitud del tallo asciende a más de 5 m.
El tallo producido a partir de la penúltima yema empuja a la inflorescencia
terminal hacia fuera, de tal manera que el tallo lateral parece continuación del
tallo principal que le dio origen. Éstos son ideales para establecer plantaciones en
ambiente protegido. Este tipo de cultivo requiere de condiciones más específicas de
manejo tanto de humedad, temperatura, fertilización y, sobre todo, de podas. Su
ciclo vegetativo se puede extender a más de 300 días después del transplante.

Actualmente existen en el mercado una gran cantidad de híbridos de jitomate


con este tipo de hábito de crecimiento. Sin embargo, los trabajos de evaluación
de híbridos de jitomate —realizados en condiciones de bioespacio— indican que
el Híbrido Cid es el que mejor se adapta a esta condición por su rendimiento, el
balance en la producción de frutos en sus distintas categorías, su tolerancia a
enfermedades, su facilidad para el tutoreo y buena vida de anaquel, aun
cuando esta sea un poco menor a la del Sun 7705, material mayormente
utilizado bajo condiciones de ambiente protegido.

Producción de plántula

La planta para trasplante se produce en charolas, método con el que se tiene

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la ventaja de que la planta se extrae con cepellón y con todas sus raíces, lo
que facilita su establecimiento en campo. Para ello se sugiere como sustrato la
germinaza, Shun shine o Peat moss, entre otros.

Es importante que las plantas tengan un crecimiento sano y vigoroso,


por lo que se deben producir en un vivero donde se garantice su sanidad.
El viverista debe tomar en cuenta las siguientes recomendaciones: las
charolas y el sustrato deberán de estar libres de patógenos para la prevención
del “enchinamiento”; antes de la siembra la semilla debe ser tratada con el
insecticida Imidacloprid (Gaucho 70 WS) y, posteriormente, un día antes de
extraer la planta de las charolas, se aplicará el mismo producto en su presentación
líquida (Confidor) con base en las dosis sugeridas por el fabricante.

Durante la primera semana posterior a la emergencia de la planta en las


charolas es necesario dar riegos ligeros sólo con agua. A partir de la segunda
semana, es posible aplicar una solución fertilizante a base de triple 17, en dosis
de 2 gramos por litro (g/l) de agua.

Para prevenir la enfermedad conocida como “ahogamiento, damping off


o secadera”, es necesario que a los 15 y 22 días de sembrada la semilla, así como
también a tres días antes del trasplante, se aplique el fungicida Clorotalonil
o bien el Metalaxil, en dosis de 1 g/l de agua, solución que deberá emplearse
en el follaje mediante una aspersora. Otra forma de prevenir la enfermedad
consiste en regular la humedad del sustrato y, antes de la siembra, desinfectar
las charolas con una solución de cloro al 3%.

Acolchado plástico

Se recomienda acolchar las camas con plástico color aluminio o gris plata, de
calibre 125. Mediante esta práctica se tienen las siguientes ventajas: se evita la
pérdida de agua por evaporación, se suprime el crecimiento de malezas, aumenta
la temperatura del suelo por lo que la raíz crece más y tiene un mayor volumen
de exploración para nutrimentos y agua, además de que el efecto del golpeteo de
las gotas de lluvia sobre las camas de siembra se reduce y el plástico color aluminio
refleja la luz solar y actúa como “repelente” de insectos principalmente contra
los trasmisores de virosis. Se sugiere utilizar el acolchado dentro del bioespacio,
de preferencia durante la temporada de lluvias, para así evitar deslaves en

49
las camas de siembra por el efecto de la caída de agua que se concentra en algunas
partes, ya que el bioespacio no protege de las lluvias.

Trasplante

Si las plántulas han sido producidas en charolas deben transportarse


cuidadosamente con el propósito de no dañarlas y de que se conserven en
buen estado hasta el momento del trasplante. Deben colocarse en un lugar
sombreado cerca del terreno definitivo. Al utilizar bioespacios en zonas
cálido-secas es posible sembrar jitomate en cualquier época, sin embargo
en las zonas propensas a heladas ocasionales se sugiere que no haya cultivo durante
los meses de diciembre y enero. El trasplante se realiza cuando las plantas
tengan entre 18 y 25 días de edad y alcancen una altura de entre 15 y 20 cm

Posterior a un riego de pretransplante, las plantas se deben colocar a una


separación de 50 cm, a doble hilera sobre el lomo del surco (cama) y una separación
entre surcos de 1.4 a 1.6 m, con lo que es posible alcanzar una densidad
aproximada de entre 25,000 y 28,600 plantas por ha. Para el trasplante se
sugiere que la planta quede aterrada hasta el nivel de las hojas cotiledonales.

Tutoreo

El tutoreo o guiado de las plantas es una labor necesaria, porque permite un


crecimiento adecuado del cultivo e impide que los frutos se dañen o sufran el ataque
de alguna enfermedad al estar en contacto con el suelo o sustrato. Además, esta
medida facilita las prácticas de poda, aplicación de agroquímicos y cosecha.

La espaldera tradicional se forma con los siguientes materiales: estacones de


2 m de longitud con un diámetro aproximado de 4 cm, carrizos de 2 m de largo
y como mínimo de 2 cm de diámetro y alambre galvanizado o hilo de rafia.

Los estacones se clavan a una profundidad de 30 a 40 cm y a una separación


de 4.8 m. Para que queden firmes, es conveniente hacer con una barreta hoyos de al
menos 30 cm de profundidad.

Los carrizos se distribuyen entre los estacones y se entierran a cada cuatro


plantas. Después de colocar los estacones y carrizos a lo largo de cada
hilera de plantas, se procede a colocar la rafia, la cual se fija a unos 30 cm de
altura en el primer estacón del extremo del surco, enseguida se pasa al carrizo
dándole vuelta y estirando el hilo. De esta manera se continúa hasta terminar

50
en el último estacón y se regresa del mismo al enredar y tensar la rafia por el
lado contrario del carrizo y estacón. Consecuentemente, la hilera de plantas
queda en medio de los dos hilos. Los siguientes hilos de alambre o rafia
se colocan a la misma separación que el primero y se usarán tantos como
crezca la planta. Esta forma de tutoreo se utiliza para híbridos o variedades
de crecimiento determinado.

Cuando el bioespacio cuenta con una estructura para soportar la carga y


si se utilizan híbridos de crecimiento indeterminado, otra forma de tutoreo
consiste en guiar las plantas de jitomate con rafia y sujetarlas a la estructura
del bioespacio o sobre alambres acerados colocados a 2 m o más arriba de las
hileras de plantas de jitomate. Si el bioespacio cuenta con estructura para soportar
la carga se tutorea a éste; de lo contrario, es necesario instalar un sistema
de carga independiente.

Una de las características de las variedades o híbridos de jitomate de


crecimiento indeterminado es que pueden alcanzar alturas mayores de 7 m, lo
que en términos prácticos impide tolerar el crecimiento ilimitado hacia arriba.
En este sentido, es necesario bajar los tallos a medida que se cosecha, lo que
facilita su manejo. En este tipo de materiales, el tutoreo de las plantas se realiza
al menos una vez por semana.

Conforme la planta crece se sujeta al hilo tutor mediante anillos hasta que
alcanza el alambre. A partir de este momento la opción es: bajar la planta al
descolgar el hilo, lo cual conlleva un costo adicional en mano de obra. Este
sistema empieza a introducirse con la utilización de un mecanismo de sujeción
denominado “holandés” o “de perchas”, que consiste en colocar las perchas
con hilo enrollado alrededor de ellas para dejarlo caer conforme la planta crece,
misma que se sujeta al hilo mediante clips. Así la planta siempre se desarrolla
hacia arriba y recibe el máximo de luminosidad, por lo que incide en una mejora de
la calidad del fruto y un incremento de la producción.

Poda

La poda tiene como propósito eliminar parte del follaje para facilitar el flujo
de aire en la parte baja de la planta, reducir la humedad y evitar la
proliferación de enfermedades fungosas, pero no sustituye el manejo de la humedad
en ambientes protegidos.

51
Por otra parte, la eliminación de chupones o retoños excedentes permite
obtener un mayor tamaño de fruto, por lo tanto, se tiene un aumento en la
producción de frutos de primera calidad. Con la poda es posible eliminar además
las hojas senescentes que muestran otros colores o que han sufrido el ataque
de plagas y enfermedades; y también es posible facilitar el manejo de la planta
y la cosecha. Para realizar las podas, es necesario iniciarlas cuando aparece el
primer racimo floral y quitar los brotes y chupones que aparecen debajo de
la primera horqueta, la cual se forma abajo de la primera inflorescencia. De ahí
en adelante, se pueden realizar las podas necesarias conforme al desarrollo de
la planta al guiarla a dos tallos. Asimismo, es conveniente realizar las podas
de los brotes tiernos, antes de que alcancen 10 cm de longitud.

Es importante considerar los siguientes aspectos:

• Nunca cortar la punta de la planta puesto que representa un retraso muy


fuerte en su desarrollo, ya que un nuevo tallo debe de ocupar el lugar del
que se cortó y eso toma tiempo.

• Los cortes deben hacerse delante del “codito” de la rama para facilitar el
“sanado” de la misma y evitar daños innecesarios. Después de la poda
se sugiere hacer la aplicación de algún fungicida como el oxicloruro de
cobre para que las heridas no sean la puerta de entrada de algún patógeno.

• Las podas se deben realizar con tijeras podadoras, mismas que deben
desinfectarse continuamente en una solución de cloro al 3%.

Las variedades de jitomate de crecimiento determinado no requieren podas


excesivas, ya que sus ramas terminan en un racimo floral. No obstante, se
sugiere conducir a dos tallos para mejorar el desarrollo del fruto y disminuir la
incidencia de enfermedades.

Al hacer la poda de plantas de crecimiento indeterminado, se recomienda no


cortar el brote apical que contiene el punto de crecimiento. A medida que se
cosechan los frutos de jitomate hacia arriba del tallo, se requiere podar las hojas
hasta el racimo siguiente con frutos y dejar dos hojas inmediatamente debajo
de dicho racimo.

Después de la poda, se sugiere hacer la aplicación de algún fungicida como el


oxicloruro de cobre para que las heridas no sean puerta de entrada de patógenos.
Las podas se deben realizar con tijeras podadoras, mismas que es necesario

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desinfectar continuamente en una solución de cloro al 3%. A medida que se
cosechan los frutos de jitomate hacia arriba del tallo, se requiere podar las hojas
hasta el racimo siguiente con frutos.

Uso de polinizadores

La competencia por lograr los mejores precios obliga a los agricultores a una alta
calidad en sus productos. Para lograrlo, utilizan tecnología de punta en todos los
aspectos involucrados con la producción: desde la preparación del suelo hasta
la postcosecha. Pero en ocasiones, es común encontrar cultivos que, a pesar de
contar con todas las prácticas para un óptimo desarrollo agronómico, carecieron
de una polinización eficiente, lo que resulta al final en una producción baja y
frutos de mala calidad.

En la planta de jitomate, la estructura de la flor asegura una estricta autogamia


(pistilo encerrado en el cono de los estambres, dehiscencia interna de los
estambres). La frecuencia de la polinización cruzada en el mismo es baja, ya
que el viento es un factor poco eficiente para la transferencia de polen y solo
contribuye en la autofecundación. Por tanto, el porcentaje de polinización cruzada
que puede producirse se debe casi siempre a la acción de los insectos.

No obstante lo anterior, existen otras formas para mejorar la polinización


de esta especie, sobre todo cuando se cultiva en condiciones de agricultura
protegida. A continuación, mencionamos algunas de ellas.

• Movimiento de las plantas por el viento, lo cual se presenta en condiciones


de bioespacio con un flujo de aire continuo (no sucede en un invernadero).

• Agitación de los alambres que sostienen a los tutores entre las 11:00 y las
2:00 horas.

• Utilización de un polinizador eléctrico planta por planta, al tocar cada


racimo de flores durante medio segundo con el polinizador y cada tercer
día. Esta técnica es aplicable en superficies pequeñas.

• Uso de una aspersora motorizada, la cual produce corrientes de aire.

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• Polinización biológica con el apoyo de abejorros Bombus terrestres, sobre
todo cuando el movimiento del aire es escaso en el interior del bioespacio.
Se puede emplear una colonia de esos insectos para una superficie de
2,000 m2, con el debido cuidado de que no haya aberturas en el bioespacio
por donde puedan escapar.

Plagas y su control

Las plagas se encuentran presentes prácticamente durante todo el ciclo del


cultivo y atacan raíces, tallos, follaje, flores y frutos. Sin embargo, debido a
la modificación del microambiente dentro del bioespacio o invernadero que
permite el desarrollo vigoroso del cultivo y limita el de las plagas, los problemas
ocasionados se reducen.

Aun así, es posible observar daños por gusanos trozadores (Spodoptera sp.),
mosca blanca (Trialeurodes vaporariorum y Bemisia tabaci), pulgones (Myzus
persicae y Aphis gossypii) y psílidos (Paratrioza cockerellii), gusanos del fruto
(Helicoverpa zea, Heliothis virescens); además de minador de la hoja
(Lyriomiza sativa), así como algunas especies de ácaros entre las que destacan
la araña roja (Tetranychus urticae), el del bronceado del tomate (Aculops
lycopersici) y el blanco de las hortalizas (Polyphagotarsonemus latus).

Gusano trozador. Esta plaga se presenta los primeros días después del trasplante
del jitomate. Una manera de prevenir el daño consiste en una buena preparación
del terreno y si el problema es grave, es decir si se observan plantas trozadas
en diferentes puntos del invernadero o bioespacio, se pueden aplicar a través del
sistema de riego los insecticidas Paration Metílico o el Clorpirifos, en dosis de
1.0 y 0.75 l/ha, los cuales deben usarse durante el último cuarto de tiempo de riego.

Insectos vectores, esto es la mosca blanca, pulgones y psílidos. Para el control


de estas plagas en la etapa de desarrollo de la planta —esto es cuando se
encuentra en la charola o almácigo y durante los primeros 40 días posteriores al
trasplante—, es necesario tratar la semilla con Gaucho. Asimismo, tres días después
del trasplante se aplica a través del sistema de riego por goteo el producto
Confidor a razón de 1.0 l/ha. En aras de proteger a los cultivos de la incidencia
de insectos vectores es necesario realizar una aplicación de Confidor, en dosis de
1 l/ha, durante los primeros tres días después del trasplante, aunque pueden
ser necesarias aplicaciones posteriores de insecticidas. Lo anterior siempre y
cuando así lo indique la revisión semanal de trampas pegajosas de color amarillo

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instaladas dentro del bioespacio, las cuales se colocan a la altura de la planta
de jitomate y se suben a medida que crece el cultivo. Una forma alternativa de
control consiste en utilizar otros insectos que se alimentan de las plagas, es decir
mediante control biológico, con el apoyo de enemigos naturales nativos producidos
en el laboratorio o bien con la conservación de los que de manera natural
se desarrollan en campo, entre los que se encuentran la catarinita, crisopa y chinche
pirata. Para el control biológico de la mosca blanca existen además algunas
avispitas, entre las que están Encarsia nigrichephala, Encarsia pergandiella y
Eretmocerus haldemani. En el caso del psílido, existe una avispita del género
Tamarixia triozae que controla de manera muy eficiente a esta plaga, siempre
y cuando se disminuya el uso de insecticidas. La conservación de éstos y otros
agentes de control biológico se realiza sobre todo cuando se reduce la aplicación
de insecticidas químicos. La actividad de algunos insectos benéficos se puede
aumentar mediante la aspersión de atrayentes alimenticios (solución de agua más azúcar
o miel de abeja en dosis de 100 g por 1 L de agua), que simulan las secreciones
azucaradas (mielecilla) excretadas por las plagas anteriores. La poda de
las hojas viejas es otra práctica que permite reducir las plagas antes mencionadas,
debido a que en este tipo de hojas se encuentran las mayores poblaciones de
insectos inmaduros.

Gusano del fruto. El daño es causado cuando el gusano penetra en los frutos y
ocasiona pudriciones. Su control se realiza mediante la destrucción de malezas
y restos de cosecha en los que se hospeda y con los barbechos porque se exponen
al sol las pupas invernantes. También se puede utilizar el control biológico,
que consiste en la liberación de la avispita Trichogramma sp. producida en
laboratorio, la cual ataca los huevecillos de la plaga. Según la gravedad del daño,
se pueden liberar de cinco a 20 pulgadas (cartoncitos) por ha por semana, con
huevecillos parasitados por la avispita. Para no exponer los huevecillos de la
avispita a altas temperaturas, las liberaciones se deben realizar por la mañana o
por la tarde. Un control efectivo de gusano del fruto se logra con la aplicación
de la bacteria Bacillus thuringiensis, cuyos nombres comerciales pueden ser
Dipel, Thuricide y Javelín, entre otros. Esta bacteria tiene la ventaja de que no
mata insectos benéficos como abejas y otras especies que se alimentan de
las plagas. La dosis que se recomienda utilizar es de 0.5-1.0 kilogramos por
hectárea (kg/ha) y se aplica cuando se observen las primeras larvas de la plaga.
Se recomienda que la aplicación se realice por las tardes.

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Minador de la hoja. Las larvas del minador hacen galerías en la hoja en forma
de caminos, lo que atrasa el crecimiento de la planta. Si el daño es severo en
la época de fructificación se caen las hojas y puede haber pérdidas económicas. El
uso de trampas de color amarillo como las utilizadas para mosca blanca, pulgones
y psílidos es una buena herramienta para el muestreo de adultos de minador.
Un producto específico para el control de la plaga es el Trigard, en dosis de 100 g/ha.

Araña roja. Este ácaro es muy pequeño, de forma ovalada, se encuentra en el


envés de las hojas y causa decoloraciones, punteaduras o manchas amarillentas
que pueden apreciarse en la parte de arriba de la hoja como primeros síntomas. Con
mayores poblaciones se produce desecación o incluso caída de hojas. Los ataques
más graves se producen en los primeros estados de desarrollo de la planta.
Las temperaturas elevadas y la escasa humedad en el ambiente favorecen el
desarrollo de la plaga. Cuando la población es muy abundante, se observa la
telaraña que forma sobre el follaje.

Ácaro del bronceado. Es una plaga exclusiva del jitomate que, en plantas dañadas
se manifiesta a través de un color bronceado primero en el tallo y posteriormente
en las hojas, e incluso en frutos que adquieren una apariencia rugosa. El daño
avanza desde la parte de debajo de la planta hacia arriba. Aparece por manchones
y su presencia es favorecida por la alta temperatura y baja humedad ambiental.
En la época seca del año, es necesario revisar continuamente el cultivo.

Ácaro blanco. Se encuentra en las puntas de las plantas, succiona los jugos de
éstas y causa un enrollamiento de las hojas en la nervadura central, con
lo que provoca la caída de las hojas y de las flores. Su daño es más frecuente
durante la floración o la formación de frutos. Los síntomas del daño pueden
confundirse con los producidos por virus o deficiencias nutrimentales. Cuando
el daño es severo produce achaparramiento y una coloración verde intensa de
las plantas. Se distribuye por manchones dentro de la parcela y se dispersa
rápidamente en épocas calurosas y secas.

El manejo de los ácaros mencionados debe considerar medidas preventivas


como la desinfección de estructuras del bioespacio, además del suelo antes de
la siembra, la eliminación de malas hierbas y restos de cultivo, así como evitar
dosis altas de Nitrógeno (N). Es importante vigilar el cultivo en las primeras
fases del desarrollo y evitar que la plaga se disperse a través de la ropa, el
calzado, etcétera.

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Las aspersiones con productos a base de azufre mojable, a razón de 4 a
5 kg/ha, resultan efectivas en el control de estos ácaros. También se pueden
usar acaricidas específicos como Agrimec en dosis de 300 a 500 mililitros por
hectárea (ml/ha) en 300 a 400 l de agua.

Control de enfermedades

Tizón tardío (Phytophthora infestans). Este hongo es capaz de infectar hojas, tallos,
ramas, flores y frutos. El síntoma inicia con una lesión, de apariencia húmeda, de
forma circular o irregular, la cual generalmente se presenta en la punta o
en los bordes de las hojas de estrato inferior de la planta. Si las condiciones
ambientales son favorables para el desarrollo de la enfermedad (humedad
relativa superior a 90%), las lesiones crecen con gran rapidez al infectar
primero el folíolo inicial, luego todos los folíolos, posteriormente todas las hojas
y finalmente cuando estas están infectadas mueren. En la parte inferior
de las hojas infectadas se pueden observar anillos de micelio de color blanco
grisáceo. En los tallos y ramas infectadas se observan manchas alargadas
necróticas de color café o café púrpura, las cuales dan la apariencia de haber sido
quemadas con fuego. Las lesiones son húmedas y, en condiciones favorables,
coalescen unas con otras de forma tal que provocan flacidez y doblamiento de
las ramas y tallos infectados. Los frutos de tomate pueden ser infectados en
cualquier fase de crecimiento; sin embargo, se presenta en mayor escala y
magnitud en los frutos inmaduros. En este tipo de frutos la lesión es de color
café oscuro y de consistencia firme, con los márgenes bien definidos, que
permanece así hasta que el tejido sano madura. Sin embargo, si las condiciones
ambientales son favorables, el patógeno invade todo el fruto y sobre la superficie
infectada se observan las fructificaciones del hongo. En los frutos maduros las
lesiones se presentan como manchas de color gris verdoso y de consistencia
suave y acuosa.

P. infestans. Se trata de un hongo que inverna en forma de micelio en los residuos


de la cosecha y sus mayores daños se presentan durante la temporada de
lluvias, sobre todo cuando en el ambiente se reporta una temperatura de 18 a
22 ºC y una humedad relativa de 90 a 100%. Estas condiciones generalmente se
presentan después de tardes nubladas, con lluvias ligeras (5 ml de precipitación),
seguidas de días despejados y calurosos.

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Métodos de control. Dado que P. infestans es un hongo muy agresivo, que puede
ocasionar daños devastadores si no se controla oportunamente, es de gran
importancia realizar un eficiente y eficaz control del patógeno, que se puede
lograr con la correcta ejecución de prácticas agronómicas (poda fitosanitaria) y
aspersiones de productos fungicidas. De preferencia, el tomate debe sembrase
en suelos de textura franca, sin problemas de drenaje y en terrenos donde no
se haya trasplantado el fruto por lo menos los últimos cinco ciclos. Además,
es conveniente eliminar las malezas alrededor del terreno o dentro y
alrededor del bioespacio, para evitar las posibles fuentes de inoculo primario
durante el desarrollo del cultivo. Los productos funguicidas que han
mostrado un excelente control del patógeno son Metalaxil, Cloratolonil y
las mezclas de Cymoxanil más Mancozeb y Metalaxil más Mancozeb,
en dosis de 1.5 a 2.0 kg/ha, según la incidencia y severidad del patógeno. Las
aplicaciones se realizan al inicio del temporal, al observar tardes nubladas con
lluvia ligera, seguida de días despegados y soleados, o bien al detectar los
primeros síntomas. Asimismo, se recomienda realizar las aspersiones con
un intervalo de aplicación de ocho a 10 días e incluir en la solución 2 ml de
humectantes, surfactantes y adherentes para favorecer la eficiencia de los productos.

Tizón temprano (Alternaría solani). Este hongo infecta hojas, pecíolos florales
y frutos. El síntoma más típico se manifiesta a través de una lesión, que por lo
regular inicia en las hojas del estrato inferior de la planta, y que consiste en
manchas circulares de color café en las que sobresalen los anillos concéntricos,
que son de un color más oscuro. Las manchas se encuentran rodeadas de
un halo clorótico. Cuando la infección es muy severa, las hojas infectadas
se tornan amarillentas, posteriormente café y finalmente caen, con lo que
ocasionan una defoliación severa que deja a los frutos expuestos a los rayos
solares produciendo el “golpe de sol”.

Las lesiones son de forma oval, pero al igual que las lesiones que ocurren en
los demás órganos de la planta, presentan anillos concéntricos de color café a
café oscuro y que pueden desarrollarse al grado de la estrangulación de la planta.

Los frutos de tomate que son infectados en campo, por lo general corresponden
a plantas que se encuentran en estrés, consecuencia de deficiencias hídricas,
nutrimentales o parasitarias. En estas condiciones, la infección del tizón
temprano inicia en el área del pedúnculo y con una forma circular, de color
café, con los clásicos anillos concéntricos. En los frutos cosechados la infección
se presenta en el sitio de inserción del pedúnculo y, por lo común, presenta

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aspecto aterciopelado de color verde oliváceo, que corresponde a los conidios
maduros de A. solani.

La infección de los frutos por A. solani en campo se ve favorecida por


precipitaciones y rocíos frecuentes y se disemina fácilmente por el viento. En los
centros de almacenamiento y centros de comercialización, el contagio se
ocasiona por las esporas que se desarrollan sobre las lesiones externas
y expuestas al medio, las cuales son fácilmente desprendidas y diseminadas por
el viento. A. solani sobrevive como conidios en residuos de las cosechas, las
semillas, el suelo y en plantas hospedantes alternas como tomate de cáscara,
berenjena y varias especies de malezas de la familia Solanácea. Sin embargo, los
conidios presentes en el suelo son los más importantes como fuentes de
inóculo primario, al presentarse las condiciones adecuadas para su desarrollo
y diseminación (temperatura de 24 ºC y humedad relativa superior al
90%). Las esporas de A. solani tienen la capacidad de sobrevivir más de un año
sobre restos de cultivo o en la superficie del suelo y una sola espora es capaz de
originar una lesión sobre hoja, tallo o sépalo. Asimismo, por las características
propias de la espora de A. solani, la germinación y penetración en la célula
hospedante puede ocurrir en una amplia gama de temperaturas, que va de 3
a 35 ºC (12 horas a 10 ºC, ocho horas a 15 ºC, tres horas entre 20 y 30 ºC).

Métodos de control. Las infecciones en campo se pueden contener con un


adecuado manejo del huerto, que abarque las prácticas de rotación de cultivos
al menos por cinco ciclos. Se pueden utilizar para este fin maíz, sorgo o alfalfa.
Se recomienda trasplantar plántulas libres de infecciones, así como tener un
óptimo control de malezas y renovación o desinfección de los tutores, además
de que es preciso evitar cualquier tipo de estrés de las plantas.

El fungicida que mejor efecto produce contra A. solani es Mancozeb (dosis


de 2.5 kg/ha),

Las aplicaciones se realizan al inicio del temporal o bien al detectar los


primeros síntomas. Asimismo, se sugiere realizar las aspersiones, con un
intervalo de aplicación de ocho a 10 días, e incluir en la solución 2 ml de
humectantes, surfactantes y adherentes para favorecer la eficiencia de los productos.

Mildiú polvoriento (Leveillula taurica). Enfermedad regionalmente conocida


como cenicilla, que afecta principalmente a las hojas situadas en el estrato

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inferior (las hojas viejas son las más susceptibles), de donde inicia la diseminación
a los estratos medio y superior al ocurrir las condiciones adecuadas para su
desarrollo. El síntoma más común de la cenicilla son las lesiones de forma
irregular y de color verde pálido a amarrillo brillante en el haz de las hojas. En
el envés, se observa una ligera vellosidad blanca que sale por las estomas
que corresponde a conidióforos del hongo, posteriormente la hoja infectada
muere (se seca) pero generalmente no se desprende de la planta.

La cenicilla se presenta por lo regular bajo condiciones de clima cálido, seco


y ausencia de lluvias. La temperatura óptima para su desarrollo y diseminación
es de 26 ºC y humedad relativa elevada (70 a 80%).

L. taurica inverna en restos de la cosecha como micelio, conidios o


cleistotecios, con apéndices micelioides o carentes de ellos, que producen
varias ascas. Los conidios pueden germinar con una humedad relativa de 0 a
100%, cuando la temperatura se encuentra entre 10 a 35 ºC. Bajo condiciones
ambientales óptimas (HR nocturna 90 a 95%, diaria por encima de 85% y
temperaturas de 15 a 28 ºC), los conidios germinan e infectan al hospedante en
un lapso de tiempo de 24 a 48 horas. El micelio crece internamente produciendo
conidióforos y conidios a través de las estomas. El patógeno se propaga a través
de los conidios que son diseminados por el viento. Una vez que la infección ha
ocurrido si se presentan días cálidos con temperaturas por encima de 25 ºC y
noches húmedas la enfermedad se desarrolla rápidamente.

Métodos de control. Los mayores daños en el cultivo de jitomate ocurren bajo


cobertura (invernadero, bioespacio o casa sombra) con riego presurizado por
goteo o riego por gravedad. Los niveles de incidencia y severidad del patógeno
se acentúan cuando el cultivo del jitomate se repite año tras año en la misma
nave y no se realiza una adecuada fumigación del suelo ni desinfección de
cubiertas ni tutores.

Algunos métodos culturales como la poda fitosanitaria y su eliminación


posterior del bioespacio y del campo mismo es una adecuada medida para
eliminar fuentes de inóculo primario y disminuir los niveles de incidencia y
severidad de la enfermedad. Sin embargo, es importante que ésta se realice
óptimamente para no reducir demasiado el área fotosintéticamente activa
y no aumentar excesivamente la exposición de los frutos al sol por falta de
protección foliar.

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En zonas donde la enfermedad produce severas pérdidas es necesario realizar
el control químico. El fungicida que se sugiere para el control del patógeno es el
Triadimefón, en una dosis de 200 a 300 g/ha.

Cenicilla del jitomate (Erysiphe cichoracearum). Al igual que la anterior, a esta


enfermedad se le denomina regionalmente como cenicilla del jitomate y su
presencia generalmente ocurre en plantíos en bioespacio. El principal síntoma
se manifiesta en el haz de las hojas y se presenta como manchas blanquecinas
de forma irregular que, posteriormente y conforme se desarrolla el patógeno,
paulatinamente se tornan de color café hasta necrosarse y morir. El síntoma
inicia en las hojas más susceptibles de la planta que corresponden al estrato inferior
de la misma, de donde se diseminan a las hojas superiores.

En condiciones ambientales favorables, las manchas pueden coalescer,


producir la muerte de la hoja y finalmente la defoliación de la planta, las primeras
hojas en caer corresponden a las ubicadas en estrato inferior. E. cichoracearum
inverna en forma de cleistotecio, micelio o conido en los residuos de cosecha.
Los conidios son la principal fuente de inoculo secundario y el viento la más
importante fuente de dispersión. La germinación de los conidios puede ocurrir
de 5 a 30 ºC (óptima de 22 ºC) y una humedad relativa de 85 a 100%. Además,
éstos no requieren de agua libre para germinar y causar la infección, sino sólo
de una humedad relativa ligeramente alta. Cuando más pequeñas son las gotas de
rocío, el agua de lluvia perjudica a los conidios, pues con ella la mayoría cae al
suelo y muere de inanición.

Métodos de control. Para evitar daños severos por la cenicilla del jitomate es
conveniente eliminar los residuos de cosecha y practicar la poda fitosanitaria,
al procurar que ésta no sea tan severa para impedir el daño por el “golpe de
sol”. Como E. cichoracearum es un hongo que se caracteriza por su desarrollo
externo, el control químico resulta ser muy eficaz, debido a que el fungicida entra
en contacto con las hifas, fácil y directamente y actúa con una gran eficacia. Los
fungicidas que proporcionan buen control sobre este patógeno son los mismos que
se indicaron para el mildiú polvoriento.

Pudrición por botritis (Botritis cinérea). Es capaz de infectar hojas, flores,


tallos y frutos. El signo más característico de la enfermedad es la abundancia de
conidióforos del hongo que crecen en el tejido necrótico. Estos conidióforos dan
al tejido enfermo una apariencia pelosa y gris parduzca que asemeja al fieltro.

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En las hojas, principalmente en las senescentes, se presenta como una lesión
de forma irregular, color gris oscuro y de consistencia acuosa, sobre la cual
se desarrolla un fieltro gris que corresponde a las esporulaciones del hongo. Las
lesiones en el foliolo se expanden progresivamente hasta alcanzar el foliolo
completo, después el peciolo y finalmente el tallo. Los tallos infectados pueden
presentar un anillado y marchitamiento de la planta por encima de la lesión.

En las flores, la lesión se manifiesta en los sépalos senescentes, los cuales son
los más susceptibles a ser atacados. El hongo puede crecer desde los pétalos
infectados hacia los sépalos antes de que se desprendan los pétalos y desde
allí crecer hacia el fruto en desarrollo. En las flores infectadas se produce el
micelio y los conidios, ambos con capacidad de producir infecciones en los
frutos recién formados, así como a los maduros y a otros más por contacto.
Los frutos infectados pueden presentar dos tipos de síntomas:

Primer síntoma. Una pudrición acuosa de color café claro, así como la epidermis
que se rompe y el hongo fructifica. El fruto termina lleno de un moho gris, lo que
es característico cuando el hongo inicia su colonización a partir del pedúnculo.

Segundo síntoma. Se caracteriza porque los frutos infectados presentan


pequeñas manchas circulares de color verde muy claro o blanco en cuyo centro
se forma una pústula obscura, que corresponde al punto de infección.

El hongo inverna como micelio o esclerocios sobre o dentro de los residuos


de las cosechas y en el suelo. Éstos al germinar producen conidióforos, que dan
origen a los conidios cuya liberación puede infectar plántulas en los almácigos,
hojas, flores y frutos en las plantas trasplantadas. B. cinérea generalmente
es considerado un patógeno escasamente virulento, pero que puede penetrar
directamente el tejido vegetal, mediante la formación de apresorios, si se le
suministra una fuente de nutrimentos. De cualquier manera, B. cinerea en el
follaje está asociado con alguna herida o a daños causados por insectos.

La enfermedad se desarrolla en condiciones de ambientes relativamente


frescos, sin embargo no requiere períodos prolongados de humedad alta. Las
condiciones de humedad que existen dentro de la cubierta de tomate durante
la noche son suficientes para el desarrollo de la enfermedad. Una vez
comenzada la enfermedad puede continuar su desarrollo en condiciones de calidad,
pero a un nivel más reducido.

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Métodos de control. Para disminuir daños por B. cinerea, se recomienda evitar
trasplantes muy densos, favorecer la ventilación dentro de la huerta, realizar las
podas con una estricta asepsia, recolectar y destruir plantas o residuos de
cosecha infectados.

Existen fungicidas efectivos para el control de esta enfermedad, pero la


aplicación debe iniciar antes de que la planta forme una cubierta densa, ya que
resulta imposible tratar las hojas senescentes que se encuentran en el centro de
la planta. Se sugiere aplicar Metalaxil, Benomil y Clorotalonil, en dosis de 1.5
a 2.0 kg/ha, con intervalos de aplicación de ocho a 10 días, pero siempre
que se toman en cuenta las consideraciones antes citadas, ya que producen un
adecuado control del patógeno.

Peca bacteriana (Pseudomonas syringae pv). Ésta es una de las enfermedades


más importantes en las regiones productoras de tomate, cuyas lesiones se
manifiestan en los foliolos, peciolos, pedúnculos, tallos y frutos. En los foliolos
aparecen manchas de coloración entre castaño obscuro y negro, que carecen
de halo en sus estados iniciales de desarrollo, pero que se forma posteriormente.
Las lesiones pueden coalescer unas con otras al extenderse por toda la hoja y
producir necrosis en grandes proporciones del tejido. Las plantas severamente
afectadas por peca bacteriana presentan hojas deformes, que posteriormente caen
al exponer los frutos a la luz directa del sol.

En los peciolos, pedúnculos y tallos la lesión adquiere una forma oval a


alargada, que igualmente presenta una coloración de color castaño oscuro a negro.
Es importante indicar que solo los frutos inmaduros, muy ácidos, son afectados, ya
que el pH de la epidermis es el adecuado para el desarrollo del patógeno. En los
frutos se forman pequeñas lesiones o manchas oscuras que rara vez son mayores a
1 milímetro (mm) de diámetro.

El tejido infectado que rodea a cada mancha puede mostrar un color verde más
intenso que el tejido no infectado; asimismo, las lesiones a simple vista
se observan aplanadas o ligeramente elevadas sobre la superficie del fruto aunque,
en algunos casos, las manchas parecen hinchadas. La bacteria se propaga por
la lluvia y por los aperos de labranza y se desarrolla en condiciones de bajas
temperaturas (18 a 24 ºC) y alta humedad relativa (superior a 80%).

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P. syringae pv sobrevive sobre la semilla y en el suelo, ya que la bacteria penetra
en la planta a través de heridas o por los estomas e inicia el proceso de infección. Se
disemina rápidamente por el salpique de la lluvia y puede conservarse en residuos del
cultivo por un largo periodo (hasta 30 semanas). Asimismo, este microorganismo
tiene la capacidad de mantenerse en la rizósfera y filoplano de varias especies
de maleza; sin embargo, en suelos tratados (metan Sodio o metan Potasio) no
resiste más de 30 días.

Métodos de control

Se debe evitar trasplantar en el mismo terreno por lo menos durante dos años
y practicar la rotación de cultivos que no sean del grupo de las solanáceas,
por el mismo lapso de tiempo. Una recomendación consiste en producir plántula
libre de inóculo preferentemente en zonas donde no se cultive el jitomate,
tratar la semilla y mantener libre el área de cultivo de malas hierbas y de plantas
espontáneas de jitomate. Las plantas que presenten síntomas dentro el
invernadero deben eliminarse y quemarse. Los métodos químicos son poco
eficaces, ya que sólo afectan a epifitas desarrolladas sobre la superficie de hojas
y frutos. Los derivados cúpricos son recomendables siempre que se atiendan
las recomendaciones del fabricante. Otros productos adecuados son el sulfato
de estreptomocina; sin embargo, cuando la presión de la enfermedad es alta
estos productos pueden ser insuficientes.

Virosis. En la última década las enfermedades de naturaleza viral han sido una
constante en la producción de tomate, a tal grado de que en las zonas productoras,
en mayor o menor grado, se encuentran presentes en todos los huertos de
producción de tomate. En forma general, a las enfermedades de naturaleza
viral se les conoce regionalmente como “chino”, pero los plantíos de tomate
son infectados principalmente por virus mosaico del tabaco, virus mosaico del
pepino, virus jaspeado del tabaco, virus marchitez manchada del tomate y
el geminivirus huasteco del chile.

El geminivirus huasteco del chile (phv) es de las enfermedades de


naturaleza viral que más daños causa a la producción del tomate, al ocasionar
las afectaciones más severas en el desarrollo y crecimiento de la planta. Las
plantas infectadas por el phv presentan acortamiento de entrenudos, enanismo
o achaparramiento, así como amarillamientos o clorosis intensa. Las hojas
pierden su color normal al adquirir una gama de coloraciones que pueden
ir desde el verde limón hasta el verde amarillento. Otros síntomas son el

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enrollado o deformación de las hojas, además de que los foliolos se enrollan
a lo largo de la nervadura principal hacia el haz, con lo que dan el aspecto
de un tubo y generalmente estas hojas son frágiles y quebradizas. También se
presenta la necrosis o las flores secas, un síntoma que inicia en el pedúnculo
floral y que puede afectar todo el ramillete, al adquirir una coloración café clara y
una consistencia seca. Los frutos de las plantas infectadas que se llegan a
producir son pequeños, sin ningún valor comercial. El geminivirus huasteco es
transmitido principalmente por la mosquita blanca Bemisia spp.

Marchitez manchada del tomate (vmmto). Produce los siguientes síntomas: las
hojas presentan al inicio de la infección un lento crecimiento y una coloración
amarillenta, que posteriormente se torna de color marrón-bronce, en forma
de manchas que pueden llegar a ocupar grandes áreas, que finalmente se
necrosan. En los frutos infectados se observan manchas necróticas de forma
irregular sobre la epidermis del fruto, aunque es frecuente que se presenten
ligeramente hundidas, al dar el aspecto al fruto como si estuviera carcomido.
En infecciones severas las manchas pueden abarcar toda la superficie del fruto. Este
virus posee una amplia gama de hospedantes que comprende plantas ornamentales,
hortalizas y malezas; se trasmite al menos por tres especies de trips de los
géneros Frankliniella y Thrips.

Mosaico del pepino (vmp). Produce un mosaico de manchas verde


claro, verde-obscuro o amarillo verdeso y, si la infección ocurre en la etapa vegetativa,
la planta presenta un crecimiento reducido, consecuencia de entrenudos y
pecíolos del tallo cortos. Las plantas infectadas por el vmp presentan un aspecto
de arbusto y sus hojas se agrupan a manera de roseta.

Los frutos que se forman en estas plantas presentan áreas de color verde pálido
entremezcladas con áreas en relieve de color verde obscuro. Se trasmite en
forma no persistente por más de 80 especies de áfidos, de los cuales Myzus
persicae y Aphis gossypii son los vectores más eficientes; el vmp tiene la
capacidad de infectar a más de 1,000 especies de plantas cultivadas y silvestres.

Jaspeado del tabaco. Este virus pertenece al grupo de los Potyvirus y sus partículas
son similares a un filamento flexible; se encuentra distribuido principalmente en
el continente americano y se trasmite principalmente de forma no persistente
por los áfidos o pulgones, dentro de los cuales los más eficientes vectores son
Myzus persicae, Aphis gossypii, Macrosiphum euphorbiae y M. Pisi.

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Las plantas infectadas por este virus generalmente son enanas, presentan hojas
rugosas y moteadas y los frutos son moteados y pequeños.

Métodos de control

En las huertas de tomate, como se señaló anteriormente, la moda es encontrar


más de un virus que ocasiona daños a la planta o a los frutos, por lo cual las medidas
de control deben de incluir una integración de prácticas, actividades o
técnicas que permitan, si bien no controlar a los virus, sí mantenerlos en los índices
en que sus daños no sean significativos, es decir, se requiere de una cultura que
permita la convivencia entre el hombre y las enfermedades de naturaleza viral.

Se recomienda la ejecución de un manejo integrado del tomate, que puede


incluir las siguientes prácticas agronómicas:

Semilla. Utilizar para siembra materiales híbridos, pues éstos resisten algunos
virus, pero aun así la semilla debe ser desinfectada por medio de inmersión en
una solución de fosfato tridósico al 10% durante 20 minutos, en complemento
con el Imidacloprid en dosis de 45 gramos por libra (g/lb) de semilla.

Producción de plántula

Las plántulas de tomate se producirán en charolas de unicel, para lo cual se


deberá utilizar un sustrato orgánico aséptico y estéril. El desarrollo de las
plántulas de preferencia debe hacerse en invernaderos, a una temperatura promedio
diaria de 24ºC y una humedad relativa de hasta 50%, con el propósito de
favorecer el rápido desarrollo y crecimiento de las plantas de tomate. En
estas condiciones las plantas estarán listas para su transplante en un lapso de 18 ó
25 días después de la siembra.

Mantenimiento de las charolas de germinación. Durante el tiempo que


permanezcan las plántulas en las charolas se aplicará cada tercer día una
solución nutritiva a base de 500 partes por millón (ppm) de N y 250 ppm de
Fósforo (P) y Potasio (K). En caso de presencia de “damping off” (caída de las
plántulas), se controlará con Previcur, a una dosis de 1,000 ppm, dirigida al
cuello de planta. Asimismo, 72 horas antes del transplante se les proporcionará
una aspersión de Confidor, a una dosis de 1,000 ppm, para evitar problemas
posteriores con enfermedades de naturaleza viral.

Barreras vivas. Unos 20 o 25 días antes del trasplante, establecer de dos a cinco

66
surcos de maíz o sorgo alrededor del cultivo, barrera que tiene como objeto
“limpiar” el aparato bucal de los áfidos que trasmiten virus no persistentes y
servir como barrera física contra la mosquita blanca.

Época de transplante. Esta etapa se debe realizar cuando no exista una alta
incidencia de los insectos vectores de virus. El trasplante se puede realizar
durante todo el año, sin embargo en los trasplantes de mayo a julio ocurre la
menor incidencia de enfermedades de naturaleza viral. Empero, el mejor precio
se obtiene en los trasplantes de otoño-invierno.

Densidad de transplante. El manejo integrado incluye un incremento de la


densidad de población con el objeto de eliminar todas las plantas que presenten los
síntomas iniciales del “chino” o “virosis” y que no disminuya la producción.
Además, se busca una distribución homogénea del vector en el cultivo, es decir,
al aumentar el número de plantas por vector la probabilidad de infección disminuye.

En el cultivo del tomate se aconseja una densidad de trasplante de 25,000


plantas por ha, la cual se logra con una planta por mata cada 30 cm en surcos
con una separación de 120 cm entre sí.

Aplicaciones postransplante. La aplicación de Imidacloprid es una de las


prácticas más importantes del manejo integrado, ya que proporciona un
eficiente y eficaz control de los insectos vectores de virus (áfidos, mosquita
blanca y psílidos) y garantiza los bajos niveles de incidencia y severidad de virosis
hasta por 75 días después del transplante. El uso de este producto se debe
realizar inmediatamente después del trasplante (hasta 96 horas después), al
emplear 1 L de producto comercial por ha e inyectarlo en el área del sistema
radical, con el uso de la mochila de aspersión manual.

Raizal. Este producto estimula el crecimiento y desarrollo del sistema radical.


Su aplicación se debe realizar 24 o 48 horas después del trasplante, a razón de
4 kg/ha. Se debe inyectar al suelo con la bomba de aspersión manual.

Previcur. Es un fungicida que controla excelentemente los patógenos del suelo,


que producen el estrangulamiento de los haces vasculares de la planta con la
consecuente marchitez y muerte de la misma. Se debe inyectar al suelo en
el área del sistema radical en dosis de 1 l/ha a las 48 o 72 horas después
del transplante.

67
Ácidos húmicos. Son fertilizantes orgánicos presentes en determinados suelos,
pero actualmente se comercializan en diferentes presentaciones.

Control de maleza

Se debe mantener el cultivo libre de maleza, dentro del plantío y alrededor del
mismo, durante todo el ciclo del cultivo, con el propósito de evitar la ovoposición,
emergencia, desarrollo y migración de los vectores de virus. Asimismo, se
deben establecer los cultivos lo más alejado posible de plantas cultivadas
hospederas de vectores, como frijol, ejote, tomate y alfalfa.

Reguladores del crecimiento. Para favorecer el desarrollo y crecimiento de la


planta de tomate se recomienda aplicar 95 ppm de ácido giberélico, dividido en
tres aspersiones: en etapa vegetativa (40 ppm), en el inicio de la floración
(30 ppm) y al 50% de la floración (25 ppm), además de 250 ppm de citocininas
al inicio de la floración.

También se sugiere desinfectar los aperos después de cada jornada con una
solución de cloro al 3%.

Nemátodos

Los nemátodos son parásitos de forma y tamaño variado, unos son más o menos
alargados o cilíndricos (vermiformes), otros obesos o con forma de pera o limón.
El tamaño medio de los nemátodos vermiformes es de aproximadamente 1 mm,
de ahí que son difíciles de ver, aunque se pueden distinguir con facilidad los que
forman quistes (Heterodera) y los formadores de nódulos (Meloidogyne).

Los nemátodos que afectan a los cultivos se conocen como fitoparásitos y


se caracterizan por un estilete, que es una especie de aguja hipodérmica, provisto
de un conducto interior y una musculatura que permite que el órgano sea retráctil y
se pueda introducir dentro de la raíz y los tejidos de las plantas, para su alimentación.
Dentro de los fitoparásitos hay dos grandes grupos: los ectoparásitos (unos que
se alimentan en los pelos radiculares y en las células epidérmicas de la raíz
con estilete muy débil y otros que se alimentan de las células profundas de los
tejidos, como los trasmisores de virus, que poseen un estilete muy largo)
y los endoparásitos, de los cuales unos son sedentarios, principalmente los de
forma esférica, y otros móviles.

68
Meloidogyne incógnita. El principal nemátodo que infecta las plantas de
jitomate es Meloidogyne incógnita, que regionalmente se conoce como “agallas
o jicamilla”. La presencia de este parásito en la región es poco frecuente pero,
cuando ocurre, los daños afectan drásticamente el rendimiento y calidad de la
producción hasta en 50%. Es importante aclarar que, en los últimos años,
las poblaciones de nemátodos se incrementan en forma alarmante en la
agricultura protegida, consecuencia de un deficiente manejo del suelo.

Síntomas. Las plantas afectadas por nemátodos presentan manchones y síntomas de


acortamiento de entrenudos (achaparramiento) y marchitez, consecuencia de la
disminución de agua asimilada por la planta. En la parte aérea de esta se puede
observar el follaje de un color pálido o ligeramente amarillo, sobre todo cuando el
sistema radicular presenta un severo daño o una alta infección por nemátodos.

El sistema radicular infectado disminuye en su tamaño y también es posible


detectar nódulos o agallas individuales o en grupos, que son más pequeños
que los que se pueden detectar en raíces de cucurbitáceas, por lo que pueden
pasar desapercibidas.

Las infecciones de nemátodos es más posible que ocurran en terrenos


arenosos o ligeros que en aquellos de texturas arcillosas o pesadas. En suelos
con estas características la diseminación del patógeno es favorecida por
riegos de aguas contaminadas, implementos agrícolas y plántulas infectadas
en el invernadero o en las charolas de poliestireno.

Después de desarrollarse parcialmente dentro del huevo, las larvas de este


nemátodo salen del mismo y se mueven en el suelo hasta alcanzar una raíz
susceptible, de la cual comienzan a alimentarse. Las larvas machos emigran de
las raíces en un determinado momento, mientras que las hembras permanecen
en ella y, fecundadas o no por los machos, comienzan a producir huevos
dentro o fuera de la raíz. Dos o tres días posteriores a la penetración y
establecimiento de la larva en la raíz, algunas de las células vegetales alrededor
de su cabeza comienzan a agrandarse y dividirse, pero sin formarse los
tabiques celulares. De esta forma, las plantas atacadas muestran nódulos y escaso
crecimiento radical, por lo que no absorben agua ni nutrientes en las cantidades
requeridas, lo que origina los clásicos síntomas de amarillamiento, marchitez y
escaso crecimiento.

69
Control. El manejo de los nemátodos en terrenos infectados es sumamente complicado,
sobre todo cuando se detecta la infección de plantas en pie. La manera más
fácil de evitar problemas de infección consiste en realizar la rotación de cultivos por
un espacio de al menos cinco años. Los cultivos a los que se puede recurrir son
los que presentan resistencia como cereales o pastos, o bien, los repelentes como el
cempasúchil (Tagetes erecta L.), que libera una substancia repelente.

Si las áreas infectadas no son muy grandes y no se cuenta con un sistema


de riego presurizado de riego por goteo, el manejo o control de estos
fitoparásitos se puede realizar con el auxilio de los nematicidas Oxamil
(Vydate) o Carbofurán (Curater 5% GR). El Oxamil se debe de aplicar en
forma localizada y dirigida hacia las áreas donde se detectó el problema; para
lo cual se prepara una solución 3.5 ml de Oxamil por L de agua y se incorpora por
medio de una regadera manual de 10 a 40 L de solución por metro cúbico (m³)
de suelo. El Carbofurán se debe de aplicar en banda en el área infectada al
incorporar de 30 a 40 kg/ha.

En los lotes e invernaderos, donde se cuenta con riego presurizado por goteo, lo
más conveniente es el uso de fumigantes como metam sodio o metam potasio.
En ambos casos es requisito indispensable que el suelo esté perfectamente
preparado y suelto, con el propósito de facilitar la penetración de la solución
que posteriormente se transformará en gas y se disipará a través de los espacios
porosos del suelo. El objetivo consiste en favorecer una mayor dispersión del
gas en el suelo, buscando la posibilidad de que el área tratada sea mucho
más amplia.

La dosis adecuada a utilizar de metam sodio (N-metil Dtiocarbamato de


Sodio) al 45% puede ser de 140 a 465 l/ha, aunque se podrá emplear la dosis alta
cuando existan altas incidencias de patógenos (hongos, bacterias o nemátodos)
en el suelo, o bien, en aquellos suelos arcillosos (pesados) y con alto contenido
de materia orgánica. Una óptima fumigación del suelo a base de metam
sodio, posibilita el control de las siguientes especies de los hongos del suelo:
Fusarium sp, Pythium spp, Sclerotium spp, Verticillium spp, Phytophthora spp,
Armillaria mellea, Rhizoctonia solani, Sclerotinia spp, Spongospera sp.

Asimismo, metam sodio ha demostrado su eficacia en el control de las


bacterias como Clavibacter michiganense y Erwinia spp.; además de que cumple con
un control satisfactorio de las siguientes especies de nemátodos: Meloidogyne
incognita, Longidorus spp, Meloidogyne hapla, Rotylenchus spp, Meloidogyne chitwoodi,

70
Pratylenchus spp, Dytilenchus destuctor, Paratylenchus spp, Xyphinema spp,
Tylenchus semipenetrans, Hoplolaimus spp, Helicotylenchus spp.

La aplicación de metam sodio requiere un plazo o intervalo de seguridad de


al menos 25 días en los terrenos ligeros o arenosos o de hasta 35 días en los
suelos pesados o arcillosos.

Por último y con el objeto de verificar si todavía quedan residuos de los


fumigantes incorporados al suelo y posterior a las actividades de aireación,
es recomendable realizar una prueba o test de germinación con plantas
indicadoras. Las semillas en germinación de dichas plantas son muy sensibles a
los fumigantes antes citados. Las especies más utilizadas para esta tarea son el
mastuerzo o berro común (Lepidium sativum) y la lechuga (Lactuca sativa).

Para la realización de la prueba bastará con seleccionar una muestra


homogénea del suelo desinfectado y utilizarla como sustrato de germinación
de las semillas, a una temperatura determinada. Si 48 o 72 horas después de
la siembra no ocurre la emergencia o se observan daños fitotóxicos en las plántulas,
se puede definir que aún existen vapores tóxicos procedentes del fumigante
utilizado. El uso de cualquier fumigante requiere de atención especial, por lo
cual y para obtener los mejores resultados en cuanto a alta penetración y mayor
dispersión del producto, es necesario que la temperatura del suelo esté en el
rango de 10 a 25 ºC y que no se presente ninguna precipitación entre 24 y 72
horas después de la aplicación misma.

Cosecha

Los primeros frutos completan su desarrollo alrededor de 100 días después


del trasplante. Un indicador para proceder con la cosecha es el cambio de
coloración de verde amarillento a rojo, en el área del ápice. En el lapso que va
desde la cosecha, selección, empaque, transporte y hasta consumo final, ocurren
pérdidas en calidad y cantidad, debido a que el fruto tiene un alto contenido
de agua, lo que lo hace sensible a golpes, raspaduras, daños mecánicos,
así como a heridas que son puerta de entrada de bacterias y hongos para una
posterior pudrición.

La selección y empaque del jitomate se debe hacer en un sitio fresco y sombreado. La


fruta debe manipularse cuidadosamente para preservar su calidad, por lo que es
muy importante seguir las recomendaciones de fertilización, sobre todo las del

71
periodo de cosecha, para garantizar que la fruta tenga la consistencia y calidad
adecuadas durante su manejo y prolongar su vida de anaquel. A este respecto,
existen en el mercado híbridos que tienen una mayor vida de anaquel.

Para reducir las pérdidas de jitomate, se aconseja no dejar que la fruta madure
completamente en la planta, que las cubetas en las que se recolecta sean
de plástico y sin protuberancias que la lastimen, y que se vacíen los frutos
sin golpearlos preferentemente en cajas de plástico. Al momento de clasificar
y empacar no se deben magullar los frutos, por lo que las maniobras de carga y
descarga de las cajas deben de efectuarse con cuidado.

Para mayores informes dirigigrse con los autores:


MC. Filemón Rafael Rodríguez Hernández
rodriguez.rafael@inifap.gob.mx
MC. Porfirio Simón López López
lopez.porfirio@inifap.gob.mx
01-800-088-22-22 ext. 86213 y 86217
Centro de Investigación Regional Pacífico Sur
Campo Experimental Valles Centrales de Oaxaca
Melchor Ocampo No 7, Santo Domingo Barrio Bajo, Etla, Oaxaca.

72
Limón mexicano y persa

Introducción

Por su importancia económica y social, los cítricos y en particular el limón


mexicano constituyen una de las cadenas prioritarias en el estado de Oaxaca,
donde existen tres zonas productoras bien diferenciadas: Costa, Istmo y
región Cañada.

Preparación del terreno

Se deben seleccionar terrenos que tengan el manto freático a por lo menos 2


metros (m) de profundidad, medido en abril o mayo, que son los meses más
secos del año. En caso contrario, se pueden tener fuertes problemas de muerte
de raíces y árboles por ahogamiento al subir el manto freático en árboles adultos.

Los suelos de la región son predominantemente franco-arenosos, con poca


capacidad de retención de la humedad, por lo tanto son fácilmente manejables.
Con un paso de barbecho a 30 centímetros (cm) de profundidad y dos rastreos en
forma cruzada es suficiente para dejar la tierra bien mullida y lista para la siembra.

Cultivares de limón mexicano Citrus aurantifolia (Christm) Swingle

Limón mexicano con espinas. El limón mexicano es originario de Birmania,


Malasia y las islas de Indonesia, de ahí se fue a la India y pasó a las zonas
del Mediterráneo. Esta es la especie del género Citrus que necesita mayor

73
cantidad de energía calórica para desarrollar y producir mejor calidad,
se cultiva desde el trópico seco caliente hasta el trópico húmedo, donde la
temperatura varía desde 13 °C a 27 °C. En el país existen áreas extensas que
satisfacen sus necesidades edafoclimáticas.

El limón mexicano es la especie de los cítricos más susceptible al virus de


la tristeza de los cítricos (VTC). Se cultiva en la costa del Océano Pacífico,
sus árboles son muy vigorosos y productivos, con abundante follaje, de espinas
cortas y muy puntiagudas, las hojas terminan en punta y son de color verde
pálido en el haz. Los árboles pequeños y glabros tienen pequeñas espinas duras,
mientras que los árboles grandes son de copa elipsoidal u ovalada y de hábito
de crecimiento abierto, con ramificación densa, ápices de los retoños de color
verde claro y superficie glabra, siempre verde. La hoja simple es brevipeciolada,
de alas muy estrechas y dentadas en el pedicelo, con el ápice romo o algunas
veces redondeado o puntiagudo, los peciolos presentan una estructura alada y
la articulación notoria.

Limón mexicano sin espinas. Además del cultivar la variedad con espinas,
se recomienda el uso del limón mexicano sin espinas, que es un mutante del
anterior y que permite una mayor facilidad de manejo, debido a la ausencia
de espinas en sus ramas. Las características internas y externas del fruto son
muy similares al anterior. El uso de este cultivar, aun cuando tiene una
producción similar al anterior, permite incrementar hasta 20% la rentabilidad por
su mayor facilidad de manejo.

Limón Persa o Lima Tahití. Este es un híbrido triploide, que tiene como padres
a la lima y el limón o la sidra. Es conocido como limón sin semilla y fue introducido
en el país en los años de 1934 y 1935. Como los de su grupo, posee frutos
más grandes, pero de acidez un poco menor al limón mexicano. Dentro
de los cítricos ácidos destaca que el Tahití es el que presenta mayor potencial para
su expansión en las zonas tropicales bajas.

Portainjertos

Debido a que los cultivares de limón que se recomiendan son muy susceptibles
a la gomosis, es necesario injertarlos sobre portainjertos resistentes. Los que
han mostrado buena adaptación a las condiciones de clima y suelo de la
región y además buena compatibilidad con el limón mexicano con espinas
y sin espinas y el limón Persa, son Macrofila Citrus macrophylla, Wester y

74
Volkameriana C. volkameriana, Pasquale. Estos deben injertarse a una altura
mínima de 60 cm sobre el nivel del suelo y pueden plantarse con éxito en suelos
con cierto contenido de sales, además de que toleran los excesos y falta
de humedad. Aunado a esto, el uso de estos patrones permite mayor
precocidad para la entrada en producción hasta por dos años con respecto al
criollo de pie franco. Para el caso de limón Persa, el C. volkameriana también
ha mostrado buena producción y gran vigor en el crecimiento de las plantas
por lo cual los árboles necesitan un manejo especial de podas y estrés para
disminuir el crecimiento. Bajo condiciones de suelos ácidos, los híbridos como
el Citrange carrizo y el C-35 han mostrado buena producción de fruta.

Trazo de la plantación

Debido a los problemas de enfermedades y plagas y a la tecnología de manejo


intensivo de podas, nutrición y riego, se recomiendan de medianas a altas
densidades de plantación, con tal de no tener huertas que lleguen hasta 20
a 30 años de edad. Ante la incidencia de la enfermedad HLB y conforme a la
experiencia de Colima y Michoacán, los árboles se deterioran paulatinamente
con lo que se reduce la vida útil económica de los mismos hasta 8 o diez
años después del establecimiento. Por lo cual se recomiendan los arreglos
rectangulares de plantación de 8 x 6 metros (m), 8 x 5 m, 8 x 4 y 6 x 4, hasta
6 x 3 m, con lo cual se logran densidades de 208, 250, 312, 416, hasta 555
árboles por hectárea (ha), respectivamente. De esta manera es posible formar
setos por un lado de la plantación y por el otro lado ingresar a la huerta. Para
estas densidades es necesario considerar que, después del cuarto año, las podas
deben enfocarse en despuntar los árboles para evitar que tiendan a crecer
mucho en altura, poda a la que se le llama descope o descopete. Hacia los lados,
la poda se enfoca en evitar traslape de ramas entre los árboles. Con estos trazos se
hace un uso más eficiente del suelo y del agua de riego.

Siembra

Primero se hace la apertura de cepas a 50 x 50 x 50 cm, luego se coloca la planta


y el espacio se rellena de tierra suelta y se aprieta con el zapato. Debe
procurarse que el cuello de la planta quede al mismo nivel que alcanzaba en
la bolsa. Se recomienda hacer la plantación una vez establecidas las lluvias (a
finales de junio) o en cualquier otra época en caso de contar con riego.

75
Riegos

Debido al largo periodo de estiaje de seis meses, que va de noviembre a mayo,


es necesario contar con un sistema de riego eficiente.

Alrededor de 90 % de la superficie plantada con limón mexicano se cultiva


bajo condiciones de riego. De ese total, cerca de 100 % usa riego por microaspersión
en la época seca, que va de noviembre a mayo. Debido a las altas temperaturas y
alta tasa de evapotranspiración, para garantizar la sobrevivencia de los dos primeros
años de los arbolitos, los riegos deben tener una frecuencia de hasta dos veces por
semana. Cuando los árboles ya están bien enraizados, la frecuencia de los riegos
puede ser cada ocho o 10 días. En plantaciones adultas, los intervalos de riegos deben
ser de entre 15 y 25 días, en función del tipo de riego que se use. En árboles de dos
años o más de edad, lo más recomendable es el riego por microaspersión, ya que
debe hacerse por lo menos una vez a la semana, durante un lapso de seis horas,
con lo cual se utilizarán aproximadamente 300 litros (l) por árbol por riego.

Fertilización

La mayoría de los suelos de la región tienen pobres contenidos de Nitrógeno (N)


y Fósforo (P), por lo cual es necesaria la aplicación anual de una determinada
cantidad de fertilizante que varía con la edad y etapa vegetativa de los árboles
(Tabla 1). Sin embargo, por ser un frutal que demanda altas cantidades de
Potasio (K), es necesario considerarlo en las aplicaciones.

Tabla 1. Recomendaciones para la fertilización del limonero


en el estado de Oaxaca

Edad del árbol Nitrógeno gramos por árbol Fósforo Potasio


(años) (g/árbol) g/árbol g/árbol

1 150

2 200 100

3 600 200 200

4 1,000 400 400

5 a más 1,500 600 600

76
Para huertas de temporal, se debe aplicar la mitad del N y K más todo el P,
en el mes de junio, y la otra mitad del N y K en septiembre. Para condiciones de
riego, puede fraccionarse esta misma dosis en tres o cuatro aplicaciones bien
distribuidas durante el año.

Enfermedades

Una de las enfermedades más comunes que afectan al limonero en la región es la


gomosis, causada por el hongo Phytophthora parasítica Dastur. La gomosis
es favorecida por el establecimiento de plantaciones de limón mexicano de
pie franco susceptible al patógeno así como por los excesos de humedad en
contacto con el tronco, los suelos pesados, los mantos freáticos superficiales y
las heridas en el tronco y raíces.

Medidas preventivas:

1. Utilizar los patrones tolerantes como Macrofila y/o Volkameriana,


injertados a una altura mínima de 60 cm.

2. Evitar heridas en el tronco, raíces o ramas. En caso de que accidentalmente


se realicen, se debe sellarlas con curabien o pintura, para prevenir la
entrada del hongo.

3. Evitar el contacto del agua de riego con el tronco durante un tiempo prolongado.

4. Sembrar en suelos con buen drenaje

5. No enterrar demasiado los arbolitos al establecer la plantación, ya que


estos deben quedar al nivel del cuello de la raíz.

6. Pintar los troncos con pasta bordelesa, que se prepara con 1 kilogramo (kg)
de sulfato de cobre más 1 kg de cal, mezclados en 10 L de agua.

7. Al podar los cortes mayores de 5 cm de diámetro, se deben sellar con pasta


bordelesa o pintura vinílica.

8. Mantener libre de malas hierbas el cajete

9. No dañar las raíces mediante rastreos profundos y muy cercanos al


sistema radical.

77
10. Realizar la siembra de limón mexicano en terrenos donde el manto freático
no sube más allá de 1.5 m bajo la superficie del suelo.

Medidas curativas:

1. Raspar las lesiones o partes dañadas al eliminar todo el tejido enfermo y


luego cubrir con pasta bordelesa (1 kg de cal más 1 kg de cobre más 10 L
de agua) u Oxicloruro de Cobre.

2. En lugar del paso anterior, se pueden sopletear las lesiones con antorcha
de mano.

3. Hacer una poda de rejuvenecimiento y asperjar al follaje con Fosetyl Al, a


razón de 250 g disueltos en 100 L de agua cada 30 días, en tres ocasiones.

Antracnosis (Colletotrichum acutatum, Simmonds)

La antracnosis es una enfermedad que se presenta exclusivamente durante el


temporal, que ataca principalmente a los brotes tiernos, flores y frutos chicos,
por lo que disminuye la cosecha de invierno. Para su control debe emplearse en
forma preventiva Mancozeb PH 80%, a razón de 300 g en 100 L de agua. Las
aplicaciones deben realizarse durante el temporal, a intervalos de entre 10 y
15 días, siempre y cuando haya brotación vegetativa y flores nuevas en el árbol,
las aplicaciones deben realizarse en forma preventiva. Cuando la enfermedad
está presente, pueden intercalarse las aplicaciones de Mancozeb, aspersiones
de (Bankit) Azosistrobin y/o (Tecto) Tiabendazole, a razón de 1 g/l de agua, de
tal manera que no se realicen más de tres aplicaciones de cada uno de estos
productos en la temporada de lluvias.

Control de malezas

Las malas hierbas más comunes que infestan los huertos de limón son: bejucos
Ipomoea spp., zacate gramma Cynodon dactilon, cola de zorra Leptochloa
filiformis, lechosilla Phyllanthus spp, verdolaga, Portulaca spp y coquillo
Cyperus spp. Estas malas hierbas compiten fuertemente con el limonero por
agua y nutrimientos del suelo, lo que dificulta la cosecha y hace que los riegos
sean más lentos. La mayor incidencia se presenta en el temporal (junio a octubre).
El control se realiza mediante rastreos entre calles y chaponeos en la zona de
goteo. Desde el establecimiento mismo, es posible emplear herbicidas para
contrarrestar el daño de estas malesas. Uno de los productos más efectivos

78
para eliminar tanto hierbas anuales como perennes es el Glifosato, que puede
aplicarse a razón de 2 a 3 l/ha. Además, el Paraquat —a razón de 2 a 3 l/ha— es
efectivo contra maleza joven que está en período de crecimiento pero, a diferencia
del anterior, este debe aplicarse sobre malas hierbas de crecimiento anual, ya que es
un producto desecante de efecto inmediato, pero que cuando se aplica sobre
malas hierbas perennes como Coquillo o chintule y zacates como la gramilla, estas
rebrotan rápidamente. Existe una mezcla de Paraquat más Diurón que puede
tener un efecto residual más largo, ya que el Diurón tiene su principal efecto en
la inhibición de la germinación de la semilla de las malas hierbas, aunque solo
se debe usar cuando el suelo está húmedo. Es recomendable que la aplicación
de estos productos se realice por la mañana y en maleza joven.

Plagas

En los últimos años en alguna temporada del año, las plagas alcanzan niveles de
población que ameritan las aspersiones para su control. Las más importantes
son el minador de la hoja (Phyllocnistis citrella Stainton), que generalmente
presenta altas poblaciones de junio a agosto y de noviembre a diciembre; la
mosquita blanca Dialeurodes spp.; los pulgones Aphis citricola y Toxoptera aurantii;
y también el Diaphorina citri, que alcanzan altos niveles poblaciones cuando
hay brotación vegetativa nueva, principalmente en la época seca del año de
noviembre a mayo.

Eventualmente también pueden presentarse altas poblaciones de mosca prieta,


la cual tiene un alto grado de asociación con el hongo causante de la fumagina, por lo
cual los árboles se tornan negros como si tuvieran tizne, que se desprende con
la yema de los dedos.

Para el control de estas plagas es necesario tomar en cuenta que hay población
natural de hongos que las controla, denominada entomopatógenos, y que
también existen otros insectos que pueden parasitar o depredar los diferentes
estados de desarrollo de la plaga y que, al aplicar productos químicos, se
disminuye la población de los atacantes y se altera el equilibrio que debe existir.
Por lo cual se recomienda iniciar con aspersiones de detergente como Salvo, Foca
y Roma en dosis de 1.5 kg/200 L de agua y aceites como Citrolina, en dosis
de 4 L/200 L de agua. En raras ocasiones se deberá recurrir a productos como
Imidacloprid (Confidorgr) o Thiametoxam (Aktara), debido a que si bien son

79
muy eficientes para el control de estas plagas, también abaten las poblaciones
de enemigos naturales.

Por otro lado, los ácaros llamados arañas rojas, Eutetranichus sp., atacan por
manchones y causan principalmente el manchado de la fruta, que demerita
su calidad y por consecuencia baja su precio o es desechada en los empaques, por
lo que es necesario considerar aplicaciones para su control. Los productos que
se recomiendan para su control son a base de azufres como el Sulfocop, en
dosis de 2 L/200 L de agua, o aceite mineral a 3 L/200 L de agua. La mayor
incidencia se presenta en áreas cercanas a caminos donde el polvo cubre las hojas.

Poda

La poda constituye el conjunto de prácticas (cortes, despuntes, arqueamientos o


levantamiento de ramas) tendentes a conformar una buena estructura de los
árboles para que la fructificación sea precoz, abundante, consistente y de calidad. La
poda de formación consiste en la eliminación de chupones, despunte de ramas
secundarias y terciarias para formar la copa. En árboles adultos deben efectuarse
podas de mantenimiento, que consisten en eliminar las ramas enfermas, viejas y
secas, así como los chupones. Los cortes de ramas mayores de 2 cm de diámetro
deben sellarse con pasta bordelesa o con pintura vinílica.

Promotores de la floración

Las aplicaciones de N —en forma de urea foliar desbiuretizada o nitrato de


potasio—, en los meses de septiembre y octubre, aceleran la emisión de flores
que darán lugar a los frutos que se van a cosechar de enero a marzo, en dosis de
4 a 5 kg/100 L de agua. Estos productos, además de ser muy baratos, pueden
tener un gran significado en la rentabilidad del cultivo. Es necesario que
con estos productos se considere el uso de fungicidas para disminuir el
daño de antracnosis en estos meses, que es muy severo, de lo contrario de nada
servirá adelantar la floración si toda esta va a ser afectada por la antracnosis.

Cosecha

En la región la cosecha se realiza durante todo el año, pero la máxima


producción ocurre de mayo a octubre, temporada en la que se concentra 80 %
de la producción. Se recomienda que esta práctica se realice con el uso de
“canastilla”, para evitar el excesivo golpeteo de la fruta y no dañar brotes ni
flores tiernas en el árbol. El transporte de la fruta debe realizarse en cajas, con

80
una capacidad máxima de 28 kg, que no se deben llenar demasiado para que
al colocar una sobre otra la fruta no se lastime ni haya demérito de la calidad.

Para mayor información dirigirse con el autor:


MC. Manuel Enrique Ovando Cruz
ovando.manuel@inifap.gob.mx
01-800-088-22-22 ext. 86223
Centro de Investigación Regional Pacífico Sur
Sitio Experimental Costa de Oaxaca
Km 94.5 Carretera Pinotepa Nacional -Puerto Escondido,
Rio Grande, Tututepec, Oaxaca. CP. 71830

81
MAIZ EN LA MIXTECA DE OAXACA

Introducción

La Mixteca oaxaqueña está localizada en la parte noroccidental del estado y por


su situación orográfica se divide en dos subregiones: Alta y Baja. La Mixteca
Alta abarca los distritos políticos de Tlaxiaco, Nochixtlán, Teposcolula y
Coixtlahuaca, con alturas que varían de 1,800 a 3,000 metros sobre el nivel
del mar (msnm). Predomina un clima templado subhúmedo, con temperaturas
medias anuales entre 12 y 18 °C. Las heladas ocurren de octubre a marzo y
las temperaturas más bajas se presentan en diciembre y enero. En más de 50%
del área llueve menos de 800 mililitros (ml) al año.

La Mixteca Baja se extiende en los distritos políticos de Silacayoapan, Juxtlahuaca


y Huajuapan. Posee un clima semicálido, con alturas que fluctúan entre 1,000 y
2,500 msnm. La precipitación pluvial varía de 685 a 1,055 ml al año, con una
temperatura media anual superior a 18 °C.

De acuerdo con los trabajos de investigación realizados en la región, se ha


determinado la factibilidad de elevar los rendimientos promedio en temporal
a 3.0 toneladas por hectárea (t/ha); a 6.0 t/ha con riegos de auxilio y hasta a
10.0 t/ha con riego. Este rendimiento se puede alcanzar con la introducción
de la tecnología que permita utilizar eficientemente los recursos suelo, agua
e insumos; pero también depende de la oportunidad en la realización de
las prácticas de cultivo, con el asesoramiento estrecho de los técnicos, y la
disposición del productor para adaptar la tecnología.

82
Zona de influencia: Mixteca oaxaqueña

Preparación del terreno (labranza convencional)

A continuación, se describen los principales componentes de la preparación


del terreno para el cultivo de maíz en cualquiera de sus modalidades: maíz de
temporal, maíz de punta de riego y maíz de riego en la Mixteca oaxaqueña, por
medio de la labranza convencional.

La preparación del terreno es una práctica muy variable, según la región y


condiciones de humedad, cuya principal finalidad es la de acondicionar el
suelo para efectuar la siembra, lograr una buena germinación de la semilla, así
como la emergencia y el desarrollo de las plántulas.

Barbecho. Esta práctica debe hacerse tan pronto como se levante el cultivo
anterior y puede realizarse con tracción animal o maquinaria.

En suelos planos y profundos debe barbecharse entre 25 y 30 centímetros


(cm) de profundidad, mientras que en terrenos superficiales debe hacerse a 20 cm
para evitar pérdidas de suelo.

Rastreo. Se recomienda dar uno o dos pasos de rastra según sea necesario, en
forma perpendicular a la del barbecho, con el propósito de desmoronar los
terrones. En suelos con demasiada pendiente, se sugiere rastrear días antes de
la siembra para minimizar los efectos erosivos por la lluvia.

Surcado. En caso de terrenos con pendiente, se recomienda surcar siguiendo


curvas de nivel a una profundidad de 15 a 20 cm, para así disminuir la pérdida de
suelo y evitar el arrastre de la semilla por el agua. La separación entre surcos
debe ser de 72 cm.

Preparación del terreno (labranza cero)

Los sistemas de labranza (cero y mínima) son técnica y económicamente


viables para ser aplicados en las siembras de maíz, debido a que reducen costos
de producción en el concepto de preparación del suelo y, al dejar parte (30%) de
los residuos de la cosecha sobre el suelo, evitan la erosión del suelo y conservan
más humedad en el mismo.

83
En este esquema se considera el sistema de labranza cero, para siembras de
maíz de punta de riego y maíz de riego.

Para obtener los mejores resultados con el sistema de labranza cero es


importante tener presente las siguientes consideraciones:

• En caso de que el terreno presente “capa de arado” se deberá roturar con


un subsoleo” o “cinceleo” previo a la siembra.

• Cuando se tenga una incidencia de pastos perennes como el zacate Johnson


(Shorghum halepense), chino (Cynodon dactylon), etcétera, es importante
erradicar primero estas malezas, lo cual puede lograrse con la labranza
convencional y aplicación de herbicidas.

• Si utiliza el riego rodado es importante marcar los surcos a 80 cm de ancho


para facilitar el manejo del agua.

• Para facilitar el movimiento del agua, el rastrojo que se deje sobre el terreno
debe desmenuzase con la ayuda de una desvaradora, lo que contribuirá
también a una rápida descomposición del rastrojo.

• La siembra se debe realizar con la sembradora especializada para este tipo


de sistemas, la cual está diseñada para cortar el rastrojo presente y mover
el suelo solo donde se deposita la semilla y ubicar el fertilizante y la semilla
a la profundidad adecuada.

• Es importante tener presente la incidencia de plagas y enfermedades


de ciclos anteriores, para aplicar los productos indicados en sus dosis y
momentos adecuados.

• El productor debe tener conocimientos sobre el manejo de agroquímicos


para el control de malezas y plagas, o en su defecto, debe asesorarse del
técnico de manera oportuna y permanente.

• El componente fundamental del sistema de labranza cero es la cubierta


con rastrojo que evita la pérdida de agua hacia la atmósfera, por lo que
al menos 30% de la superficie del suelo deberá quedar cubierto con el
rastrojo del cultivo anterior.

Existen diferentes sistemas de labranza (mínima, cero, de conservación)


tendentes a conservar los recursos agua y suelo y a disminuir los costos en la

84
preparación del suelo. Al sistema de labranza cero también se le conoce como
siembra directa y se refiere al tipo de manejo en el que la semilla se introduce
al suelo, con un grado mínimo de remoción de tierra. También puede existir
la presencia de residuos de cosecha que, una vez descompuestos, formarán el
mantillo que cubrirá el suelo. El control de malezas se realiza mediante el uso
de herbicidas.

Variedades

Para la siembra de maíz de temporal en la Mixteca Alta, se recomienda


utilizar en primer término los maíces criollos regionales de los que disponen
los productores. Por estar plenamente adaptados a las condiciones de suelo, clima
y manejo de las diversas comunidades de la Mixteca Alta, estas variedades son
tolerantes a la sequía, resistentes al ataque de plagas y enfermedades, además de que
su ciclo vegetativo oscila 170 días a la madurez fisiológica. Otra característica
importante de los maíces criollos es la calidad del grano, la cual reúne las
necesidades que demanda el marcado regional.

Los resultados obtenidos por el INIFAP en la región indican que también


pueden sembrarse los híbridos H-40, H-50 y el nuevo material H-161.
Estos genotipos han sido evaluados en parcelas de validación con productores
cooperantes y han mostrado buen comportamiento en la región, como puede
verse en las tablas 1 y 2.

Para maíz de temporal en la Mixteca Baja, se recomiendan las variedades


criollas, las cuales alcanzan su madurez en un lapso de 110 y 115 días después de
la siembra. También se puede sembrar la variedad sintética VS-529 que alcanza
su madurez en 125 días.

85
Tabla 1. Rendimiento de grano y variables agronómicas de genotipos para
maíz de temporal en la Mixteca Baja
Días estimados Altura
Rendimiento del
Híbrido floración planta mazorca
madurez grano (t/ha)
femenina m) (m)
Criollo 93 169 2.24 1.19 3.5

H-50 81 160 1.89 0.82 3.5

H-40 80 153 1.81 0.8 3.7

H-161 87 164 2.41 1.34 5

Tabla 2. Rendimiento de grano y variables agronómicas de híbridos para


maíz de punta de riego en la Mixteca Alta
Días estimados Altura
Rendimiento del
Híbrido floración planta mazorca
madurez grano (t/ha)
femenina (m) (m)

H-161 85 163 2.74 1.555 8.5

H-50 84 158 2.2 1.25 7.4

H-40 81 157 2.21 1.14 8

Es importante aclarar que los dos primeros genotipos de la tabla anterior


tienen mayor potencial de rendimiento, ya que su ciclo vegetativo es mayor; es
decir, maduran entre 01 y 06 días después del material más precoz (H-40).
Esta característica es de suma importancia porque los materiales más tardíos
demandarán mayor cantidad de agua y de nutrientes.

Las características agronómicas como días a floración y a madurez, además


de rendimiento de grano pueden variar conforme a las fechas de siembra y
prácticas agronómicas que se realicen, como son: fertilización, control oportuno
de plagas y malezas, densidad de población y oportunidad en la aplicación de
riegos. Es decir, los híbridos requieren de condiciones ideales de producción
y ambiente favorable para que puedan expresar su potencial de rendimiento.

Para siembras de maíz, en sus modalidades de punta de riego y de riego en la


Mixteca Baja, se recomiendan las siguientes variedades mejoradas.

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H-359. Este híbrido fue liberado para la región del Bajío, pero se ha estudiado
en la Mixteca Baja durante tres ciclos y ha demostrado ser excelente productor
de grano. Esta variedad puede rendir a nivel comercial 6 t/ha bajo buen manejo
agronómico, con lo que supera al H-311 en 7%, alcanza su madurez fisiológica
en 127 días y tiene una altura promedio de 2.38 m. Su grano es blanco y bien
desarrollado, además de que por el tamaño de la mazorca que produce, puede
ser usado como elote. Es un híbrido resistente a enfermedades de la raíz y de la
hoja, al tiempo que cuenta con buena sanidad de mazorca. Para que el productor
alcance altos rendimientos, deberá comprar semilla certificada cada año.

H-377. Es un híbrido de alto potencial de rendimiento adaptado a la región


Mixteca Baja y, según el manejo que tenga, puede rendir 7.0 t/ha de grano,
alcanzar su madurez fisiológica a 140 días después de la siembra, así como reportar
una altura de planta de 2.30 m y de mazorca de 1.27 m. Su mazorca es grande
y bien formada que al madurar queda bien cubierta por las brácteas, lo cual
reduce la incidencia de ataque de plagas y de algunas enfermedades, además
de que su grano es blanco. Para que el productor alcance buenos resultados con
este híbrido, deberá comprar cada año semilla certificada.

Época de siembra

El periodo de siembra para el maíz de temporal en la Mixteca Alta abarca desde


el inicio del temporal hasta el 15 de junio. Siembras posteriores a esta fecha
pueden sufrir por falta de agua al final del ciclo o sufrir daños por efecto de
heladas tempranas, que llegan a ocurrir desde finales de octubre. Se sugiere sembrar
en seco al inicio del periodo de lluvias con uso de sembradoras.

En la Mixteca Baja, la fecha límite de siembra es el 15 de julio.

Para maíz de punta de riego en la Mixteca Alta, si se considera que las heladas
pueden comenzar a finales de octubre, los híbridos tardíos tienen como fecha
de siembra todo el mes abril. Los híbridos intermedios H-161, H-58 y H-48 se
pueden sembrar desde el 15 de abril, en tanto que los híbridos precoces, como
H-50 y H-40, se pueden sembrar durante el mes de mayo. Las fechas de siembra
recomendadas obedecen al ciclo vegetativo de los híbridos, de la probabilidad
de heladas tempranas (del 20 de octubre en adelante) y de las necesidades
hídricas para el cultivo. Las siembras posteriores a las recomendadas pueden
ser dañadas por las bajas temperaturas que llegan a presentarse desde la

87
última semana de octubre. En caso contrario, si se siembra antes de las fechas
indicadas, existe la posibilidad de una mayor pudrición de la mazorca, porque la
madurez fisiológica del cultivo puede coincidir con las lluvias que se presentan
en septiembre.

El periodo de siembra para el maíz de punta de riego en la Mixteca Baja


abarca del 10 de junio al 15 de julio. Si no se respeta este periodo, se pueden
tener algunos problemas como mayor incidencia de plagas del follaje o de
pudrición de la mazorca.

El periodo de siembra para el maíz de riego en la Mixteca Baja es el que va


del 5 al 25 de enero. Si no se respeta este periodo, se pueden tener algunos
problemas como mayor incidencia de plagas del follaje.

Método de siembra

Para la modalidad de maíz de temporal, la siembra deberá realizarse de preferencia


con máquina sembradora (neumática o de precisión). El equipo se debe calibrar
para que deposite 4 g/m, en surcos separados a 80 cm, con lo que se logrará
una densidad de población de 50,000 plantas por ha. También puede utilizarse
la sembradora tradicional. Cuando no se disponga de este equipo, la siembra
podrá realizarse a chorrillo ralo, al depositar en el fondo del surco cuatro granos por
1 m lineal.

En el caso del maíz de punta de riego y del maíz de riego, independientemente


de cualquier sistema de labranza (mínima o cero), tendrá que sembrarse con
una máquina sembradora de precisión, calibrada para depositar 5 g/m en surcos
separados a 80 cm, con lo que se lograrán 62,500 plantas por ha. Debe tenerse
el especial cuidado de elegir el plato adecuado con base en el tipo de grano a
sembrar y calibrar la sembradora antes de iniciar la siembra. Se debe considerar
que la densidad de población es un aspecto determinante para alcanzar las
metas de rendimiento esperado y que no se podrá corregir una vez que haya
emergido el cultivo.

Fertilización

En plantaciones de maíz de temporal, la fórmula de fertilización química a usarse


es de 90 kg de N y de 46 de P por ha, lo que supone todo el P y la mitad de N
a la siembra. La fórmula anterior se obtiene al usar 2 bultos de fosfato diamónico
(18-46-00) más 2.5 bultos de sulfato de amonio en la siembra. Durante la primera

88
labor o cuando el cultivo tenga una altura aproximada de 1.5 m se aplicarán 2
bultos de urea. Se debe considerar que la disponibilidad de humedad en el suelo,
debida a la precipitación, influirá directamente en la eficiencia del fertilizante.
Esto implica que, si las condiciones de lluvia son normales, se deberá aplicar
la cantidad de fertilizante que se menciona en este apartado; pero si existen
problemas de sequía, no se aplicarán las cantidades antes recomendadas, ya que
se pueden tener efectos negativos por el fertilizante al no existir la humedad
necesaria en el suelo para su aprovechamiento.

Para la modalidad de maíz de punta de riego en la Mixteca Alta, la fórmula de


fertilización química recomendada es de 180 kg de N y 80 de P por ha, lo que supone
aplicar la mitad del N y todo el P al momento de efectuar la siembra; el resto
de N aplíquese en la primera labor. Si la siembra se hace a “chorrillo”, el
fertilizante deberá aplicarse en banda. Se aclara al productor que el fertilizante
no debe quedar en contacto con la semilla, ni con la planta para evitar daños.
La anterior dosis se obtiene al mezclar los siguientes fertilizantes: en la siembra
aplicar 3.5 bultos de fosfato diamónico (18–46–0), más 6 bultos de sulfato
de amonio. A los 60 días después de la siembra, se podrán aplicar 4 bultos de
urea por ha. Sin embargo, se debe considerar que, en esta aplicación, la planta
debe de estar en la etapa de la octava hoja verdadera.

Tanto para la modalidad de maíz de punta de riego y maíz de riego en la


Mixteca Baja, la fórmula de fertilización química recomendada es de 160 kg de
N y 80 de P por ha, para lo que se sugiere aplicar la mitad de N y todo el P al
momento de efectuar la siembra. En la primera labor debe aplicarse un cuarto
más de N y, durante el estado de “banderilla”, deberá emplearse el resto del
N (un cuarto). La fórmula se logra con 3.5 bultos de fosfato diamónico
(18-46-00) más 2 bultos de urea por ha. Durante la primera labor del cultivo, se
aplicarán 2 bultos de urea, y durante el estado de banderilla, se aplicarán 1.5
bultos más de urea por ha. El fertilizante no debe quedar en contacto con la
semilla ni con la planta para evitar daños por deshidratación.

También existen otras alternativas de fertilización biológica, como el uso


de micorrizas de diferentes géneros. Estos productos no dañan al ambiente y
ayudan a la planta a lograr un mejor desarrollo radicular, para que las raíces
puedan explorar mejor el suelo en búsqueda de agua y nutrientes, ya que el
hongo vive en simbiosis con las raíces de las plantas. Se recomienda utilizar
1 kg de micorriza mezclado con la semilla. El procedimiento consiste en

89
verter la micorriza sobre un recipiente y agregar un gel (pegamento), o en su
defecto utilizar agua con azúcar, para mezclar de manera homogénea y obtener
una pasta. Posteriormente, la pasta se mezcla en una cubeta con la semilla
hasta lograr que toda la semilla quede perfectamente cubierta con la mezcla. El
procedimiento tiene que hacerse a la sombra y poner a secar la semilla durante
unas dos horas para después proceder a la siembra.

Control de malezas

El cultivo de maíz de temporal debe permanecer libre de malas hierbas los


primeros 40 días después de la siembra, ya que estas compiten por luz, agua y
nutrimentos. Su control puede hacerse en forma mecánica o mediante el uso
de herbicidas.

Cuando el control se haga en forma mecánica, se recomienda realizar dos


escardas que pueden hacerse con tracción animal. La primera, aproximadamente
a los 30 días de la siembra, labor que coincide con el momento para realizar
la segunda aplicación del fertilizante. Mientras que la segunda labor puede
realizarse 15 días después de la primera.

Para el control químico de malezas existen varios productos en el mercado,


pero se puede usar Gesaprim (Atrazina) calibre 90, aplicado en preemergencia
en dosis de 1.5 kilogramos por hectárea (kg/ha) y disuelto en 200 litros (l)
de agua. Este producto —que controla malezas de hoja angosta como zacates
y algunas de hoja ancha— se puede mezclar con Hierbester (2 4 D Amina)
en dosis de 1.0 litro por hectárea (l/ha), para lograr un mejor control de las
malezas. El herbicida Marvel (Atrazina + dicamba) también puede aplicarse
en postemergencia al cultivo y a la maleza en dosis de 1.5 l/ha, para controlar
malezas de hoja ancha, entre ellas el “chayotillo” y “quiebraplato”. Cuando
se apliquen cualquiera de estos productos y para lograr un control eficiente de
las malezas, debe existir suficiente humedad en el suelo, utilizar agua limpia y
evitarse fuertes corrientes de aire.

Como se mencionó anteriormente para la producción de maíz con labranza


cero o labranza mínima, el terreno debe de cumplir con ciertos requisitos y
uno de ellos es estar libre de malezas perennes como el zacate Johnson y el
zacate chino. Cuando estas plantas aparezcan, deberán eliminarse con un
herbicida no selectivo como Glifosato (Coloso, Faena), a una dosis de 3 l/ha, que se

90
complementará con sulfato de amonio, a razón de 1% (15 g por bomba de 15
l de agua). Debe tenerse especial cuidado con estos herbicidas, ya que no son
selectivos a maíz. Es decir, estos herbicidas deberán aplicarse en preemergencia
(antes de que germine la planta de maíz). Cuando se quiere prevenir infestaciones
para el siguiente ciclo de cultivo, se puede aplicar Glifosato cuando el maíz esté
cerca del periodo de madurez fisiológica.

También pueden utilizarse productos pre emergentes a las malezas y al


cultivo como Harnex, en dosis de 2 l/ha. Este producto es un sellador que
evitará la emergencia de malezas y, para que funcione, deben existir buenas
condiciones de humedad en el suelo o en su defecto aplicar un riego de auxilio.

A continuación, se describe la tecnología recomendada para cada uno de los


casos más comunes de malezas.

Malezas de hoja ancha y angosta (avena) en preemergencia al maíz. Aplicar


la mezcla de Gramoxone + Gesaprim calibre 90 + Hierbamina, a una dosis de
1.5 l + 1.5 kg + 1.5 l respectivamente por ha; el Gramoxone y la Hierbamina
matarán a las malezas por germinar.

Malezas de hoja ancha y pastos anuales en preemergencia al maíz. Cuando


se tenga el conocimiento de que el terreno se infesta con malezas de hoja ancha
y zacates como el cola de zorra, pata de gallo o el espinudo, se puede aplicar
en preemergencia al maíz y a la maleza el herbicida Harnex Extra en dosis de
2.5 l/ha. Debido a que el mantillo restringe la actividad de los herbicidas,
estos productos se deben de aplicar preferentemente sobre suelo húmedo. Si
se cuenta con riego por aspersión, los herbicidas se pueden aplicar en “seco” e
incorporarse con la lluvia de la aspersión.

En el caso de que el cultivo se encuentre establecido y se presenten malezas,


se sugiere atender las siguientes recomendaciones en cualquiera de los
siguientes casos,

Malezas de hoja ancha. Se puede utilizar el herbicida Marvel (Atrazina + Dicamba),


a una dosis de 2.0 l/ha, sustancia que también es muy efectiva para el control
de chayotillo.

91
Avena silvestre. Se recomienda aplicar el herbicida Gesagard, en dosis de
2.0 l/ha, siempre y cuando esta maleza no tenga más de 10 cm de altura. La
aplicación de este herbicida se deberá dirigir hacia la planta y no al cultivo.

Pastos anuales. La mejor opción es el herbicida Gramoxil (desecante), a una


dosis de 2.0 l/ha. Es importante aclarar que este producto se aplicará cuando
el maíz tenga una altura superior a 80 cm y que se debe utilizar una campana
protectora para no dañar a las hojas superiores de la planta. También se
deberá tener cuidado de que, al momento de la aplicación, no existan fuertes
corrientes de aire.

Generalmente la mayor presencia de malezas se presenta en los primeros


40 días después de la emergencia del maíz. En estas condiciones se pueden
tener disminuciones en el rendimiento del grano, superior a 30%, si no se les
controla oportunamente.

Tanto para el maíz de punta de riego como para el de riego en la Mixteca


Baja, existen varios métodos de control de malezas que pueden ser mecánico,
químico e integrado. El método a elegir estará en función de la población, las
especies y la época en que se presentan las malezas. Mediante dos labores de
cultivo se puede tener buen control de la maleza, al realizarlas con oportunidad.
Para el caso del control químico, el producto a seleccionar dependerá de la
especie que exista en el terreno.

En terrenos donde las principales malezas son de hoja ancha, se puede utilizar
Gesaprim calibre 90 (Atrazina), en dosis de 1.5 l/ha, en aplicación total y, en
1.0 l/ha, en aplicación en banda. Este producto se aplica en preemergencia a
la maleza y al maíz. Si se tienen problemas de hoja ancha y zacates anuales,
se puede usar Gesaprim combi (Atrazina y Terbutina) en preemergencia a la
maleza y al maíz, en dosis de 4.0 l/ha, en aplicación total y, 1.75 l/ha, en
aplicación en banda. Cuando existan problemas de malezas de hoja ancha anual
perenne como correhuela, puede usarse Marvel (Dicamba + Atrazina)
en postemergencia a la maleza y al maíz, en dosis de 1.0 l/ha, en aplicación
total, y de 0.5 l/ha, en aplicación en banda. Para la aplicación de cualquiera de
estos productos, el suelo debe tener humedad adecuada.

92
Control de plagas

Tabla 3. Principales plagas que atacan al maíz en la Mixteca Alta, dosis


por ha y época de aplicación

Plaga Producto comercial Dosis /ha Época de aplicación

0.5 l/20 kg
Semevín antes de la siembra
de semilla
Gallina ciega
0.5 l/20 kg de
Furadán 300 TS  
semilla

Gusano cogollero seleccionar un


0.75 l
Diabróticas o Sevín 5% producto y aplicar
0.25 l
doradilla y larvas G. Karate Ambush cuando se tenga 10%
0.5 l
de dípteros de plantas dañadas

Gorgojos y Malathión 4% al momento de


2 kg/t de grano
palomillas Deodorizado almacenar

uso de silos
metálicos, un
  método inocuo  
porque no se usan
productos químicos

Tabla 4. Principales plagas que atacan al maíz en la Mixteca Baja, dosis


por ha y época de aplicación

Plaga Producto comercial Dosis/ha Época de aplicación

1 l/25 kg de
Gallina ciega *Furadan 300 TS tratamiento a la semilla
semilla

Diabróticas 1 l/25 kg de
Furadan 300 TS tratamiento a la semilla
(larvas) semilla

seleccionar un producto
Karate zeon Lorsban 0.5 l
Gusano y aplicar cuando se
3% G Dipterex 12 kg
cogollero tenga 10% de
2.5% G 15 kg
plantas dañadas

Continúa Tabla 4...

93
Continúa Tabla 4...
Plaga Producto comercial Dosis/ha Época de aplicación

Diabróticas Sevín 80 PH 1.5 kg


cuando se observen
o doradilla Malathión 1000E 1l
adultos en las hojas
(adulto) Folidol M 50 1l

al apreciar daños en
Gusano
el cultivo y cuando
barrenador del Ambush 0.5 l
se observen plantas
tallo
deformes en las hojas
*Este producto se deberá aplicar a la semilla, al disolverse en un poco de agua para
lograr una buena mezcla.

Control de enfermedades

En la región Mixteca, las enfermedades que se presentan son tizón de la hoja


(Helminthosporium turcicum), roya de la hoja (Puccinia sp.) y pudrición de
la mazorca (Diplodia); sin embargo, las variedades recomendadas no sufren
daños económicamente considerables por estas enfermedades.

Cosecha

En variedades de porte alto y además en lugares donde se tienen problemas con


vientos y lluvias extemporáneas, se debe efectuar la dobla de la planta cuando
el grano alcance su madurez fisiológica. Esta práctica reduce las pérdidas del
rendimiento de grano por acame, pudrición de la mazorca, infestación de
gorgojos, ataque de pájaros y también acelera el secado del grano y del follaje
para la cosecha.

La cosecha debe efectuarse cuando el maíz alcance su madurez fisiológica,


para así evitar daños al grano por plagas y condiciones ambientales desfavorables.

El grano de maíz debe almacenarse completamente seco en lugares bien


ventilados y debe evitarse el contacto con el suelo para prevenir daños por plagas
y enfermedades. Además, se recomienda usar un método de conservación de grano
para autoconsumo, que consiste en un tambor metálico cerrado herméticamente,
al que se deberá aplicar una pastilla de fosfuro de aluminio —conocida
comercialmente con el nombre de Delicias o Cobra— por cada 200 kg de
grano almacenado.

94
Para mayor información dirigirse con el autor:
MC. Leodegario Osorio Alcalá
osorio.leodegario@inifap.gob.mx
01-800-088-22-22 ext. 86201
Centro de Investigación Regional Pacífico Sur
Campo Experimental Valles Centrales de Oaxaca
Melchor Ocampo No 7, Santo Domingo Barrio Bajo, Etla, Oaxaca.

95
MAÍZ PARA LOS VALLES CENTRALES DE OAXACA

Introducción

El Distrito de Desarrollo Rural Valles Centrales abarca los distritos políticos


de Etla, Centro, Tlacolula, Zaachila, Zimatlán, Ocotlán, Ejutla, Miahuatlán y
Sola de Vega. En esta región, cada año se cultivan alrededor de 100 mil ha de maíz
de temporal con un rendimiento promedio de 800 kg/ha. En estas siembras
temporaleras predomina la raza bolita de maíz, la cual tiene características de
gran importancia para la agricultura local: tolerancia a sequías, ciclo precoz,
buena cobertura de mazorca, buena calidad de grano para la elaboración
de diferentes tipos de tortillas, tamales, nicuatole (gelatina de maíz) y tejate
(bebida refrescante). Además de que el rastrojo tiene gran importancia por su
uso forrajero, así como el totomoxtle para la elaboración de artesanías.

El bajo rendimiento regional que se tiene, se debe a la escasa e irregular


distribución de la lluvia, bajo uso de insumos, baja fertilidad de los suelos y
poca difusión de la tecnología disponible.

La región también dispone de una superficie con posibilidades de riego,


ya que anualmente se cosechan 4,960 ha de maíz de punta de riego y 700 ha de
riego, con rendimientos promedio de 2.7 toneladas por hectárea (t/ha). Este bajo
rendimiento se debe a la utilización de criollos en las zonas de alto potencial,
bajo uso de insumos (como fertilizantes químicos y orgánicos), deficiente
manejo del agua de riego, baja densidad de población e inadecuadas fechas
de siembra para los materiales mejorados.

96
Con la utilización de la tecnología generada para la región se puede duplicar
la producción actual de maíz. Esta tecnología es factible de utilizarse en terrenos
con disponibilidad de riego, preferentemente en superficie plana, profunda,
de pH entre 6 y 7 y sin pedregosidad. Todas las áreas con posibilidades de
riego, localizadas en las márgenes de los ríos Atoyac y Salado, son buenas para
producir altos rendimientos con la tecnología indicada.

Con el propósito de contribuir a mejorar la productividad del maíz y estimular


la seguridad alimentaria en la región de los Valles Centrales, a continuación se
exponen los principales componentes tecnológicos generados para que sean
usados por los productores maiceros en las áreas de temporal.

Zona de influencia: Valles Centrales

Preparación del terreno

Subsoleo. Con el objeto de romper las capas de arado que se forman por el paso
frecuente de maquinaria, se realiza un subsoleo a una profundidad de 40
a 50 centímetros (cm). Con esta práctica, las raíces de la planta de maíz no
tendrán restricciones para crecer, tendrán mayor superficie de exploración y
mayores posibilidades de disponibilidad de agua y nutrimentos.

Barbecho. Se realiza tan pronto se levanta la cosecha del cultivo anterior, lo


que evita el endurecimiento del suelo, además de que ayuda a descomponer
e incorporar los restos de la cosecha y a exponer a las plagas a la acción del
ambiente y de sus depredadores. Los suelos usados para maíz deben barbecharse
de 25 a 30 cm de profundidad con maquinaria agrícola.

Rastreo. Se hace para desmenuzar los terrones dejados por el barbecho, lo


cual favorecerá la captación del agua de lluvia y la emergencia de las plántulas
después de la siembra. En las modalidades de producción de maíz donde se
hace uso del agua de riego, los terrenos requerirán nivelación.

Surcado. Esta actividad deberá hacerse a una profundidad de 20 cm. En labores


con yunta, la separación entre surcos debe ser de 65 a 70 cm; mientras que en
labores con tractor, se debe surcar a 80 cm.

97
Variedades

Para la región de los Valles Centrales de Oaxaca, en altitudes de 1,300


a 1,800 metros sobre el nivel del mar (msnm), se tienen dos variedades de
polinización libre ya registradas ante el Servicio Nacional de Inspección
y Certificación de Semillas (SNICS). A continuación, se describen sus
características principales.

V-233. Tiene excelente adaptación para condiciones de temporal de los Valles


Centrales de Oaxaca, excelente rendimiento, tolerancia a sequía y bajo Nitrógeno
(N). La variedad V-233 produce un promedio de rendimiento de 3.3 t/ha en
condiciones de temporal, bajo manejo de los productores, y en condiciones de riego
puede rendir 5 t/ha. Asimismo, esta variedad tiene buenas características para la
industria de la tortilla y la de harinas nixtamalizadas, así como para el uso
tradicional en la elaboración de tlayudas.

VC-42. Se trata de un maíz de polinización libre, de grano azul y dentado, con


mazorca de 12 a 14 cm de largo, 12 hileras de grano y un rendimiento de 2.5
a 4 t/ha dependiendo del manejo y de la lluvia durante el ciclo de cultivo. Se
recomienda para los Valles Centrales de Oaxaca y zonas similares. Se adapta
muy bien a los climas cálidos y semicálidos, a niveles de entre 1,200 y 1,900 msnm,
y aunque muestra una mejor respuesta en suelos fértiles y profundos, fue
seleccionado para la producción en laderas y suelos delgados en siembras
de temporal. Es un material precoz, con porte de planta bajo y poco follaje, por
lo que es cultivado principalmente para la obtención de grano, de modo que los
esquilmos se pueden aprovechar como fuente de forraje

Época de siembra

La época de siembra para maíz de temporal dependerá de la ocurrencia de las


lluvias y de la condición de suelo del agricultor. Si la temporada de lluvias ha
iniciado, se pueden realizar siembras tempranas en los meses de abril o mayo,
en los terrenos de lomerío que son los primeros en llegar a capacidad de campo.

El mes de junio es la época más recomendable para la siembra del maíz,


puesto que ya hay cierta formalidad en el establecimiento de las lluvias, por lo
que pueden usarse todos los materiales listados. Para siembras tardías, hasta la
primera quincena del mes de julio, es preferible sembrar las variedades precoces
de maíces de color como la VC-42 (azul).

98
Método de siembra

Se aconseja en siembras de maíz de temporal, con yunta y en surcos de


65 a 70 cm de ancho, que se depositen en forma “mateada” dos semillas
cada 50 cm. Para siembras mecanizadas en surcos de 70 cm de ancho,
se recomienda depositar cuatro semillas por 1 metro (m) lineal. Con estas
indicaciones, la densidad real esperada es de 50 a 55 mil plantas por ha.

Fertilización

Para maíz de temporal se recomienda la fórmula 92-46-00 de Nitrógeno,


Fósforo y Potasio (N, P y K), aplicada en forma fraccionada como sigue: 46-46-00 en
la siembra y 46-00 en el primer cultivo o “deshierbo”. Si la siembra es mateada,
el fertilizador deberá hacer la aplicación adelante de los sembradores.

Para mantener la productividad de los suelos, además de la fertilización


química, se recomienda la aplicación anual de estiércol, al menos 5 t/ha, para
complementar los requerimientos nutrimentales de las plantas y ayudar a mejorar
la estructura del suelo. Este tipo de fertilización se sugiere aplicarlo en
toda la región, pero es indispensable en las zonas secas de Ejutla, Tlacolula
y Miahuatlán. Sin embargo, la distribución del estiércol bovino en el terreno
debe hacerse previo al barbecho de los suelos.

Para el caso del maíz de punta de riego, si el cultivo anterior fue una leguminosa
(frijol, garbanzo, alfalfa) o alguna hortaliza, se recomienda aplicar la fórmula 115-
46-00 de N,P,K, al usar 250 kg/ha de urea, mezclado con 100 kg de superfosfato
de calcio triple. Se recomienda aplicar la mitad del N y todo el P al momento de la
siembra, en tanto que el N restante en el deshierbo. Cuando el cultivo anterior
fue maíz, se recomienda aplicar la dosis 138-69-00, al aplicar la fórmula 46-69 en
la siembra y la 92-00 en el deshierbo. Las cantidades equivalentes de producto
comercial son dos bultos de urea y tres bultos de superfosfato triple en la
siembra y cuatro bultos de urea en el deshierbo.

Control de malezas

El maíz bajo cualquier modalidad de producción, pero sobre todo cuando se


maneja riego, debe permanecer libre de malas hierbas los primeros 40 días
después de la siembra, ya que éstas compiten por luz, agua y nutrimentos del

99
suelo. Su control puede hacerse mediante la aplicación de herbicidas, como
los siguientes productos: Atrazina, a una dosis de 1500 gramos (g) de i.a por ha,
si en el terreno sólo existen malezas de hoja ancha; Atrazina + Terbutrina, a razón
de 1,500 g de i.a por ha si existe la presencia de malezas de hoja ancha y angosta.
Los dos herbicidas mencionados se aplican en preemergencia (antes de que
nazcan las malezas y el maíz), disueltos en 300 litros (l) de agua. Para tener una
buena aplicación del herbicida, se deberá usar una boquilla tipo teejet 8004,
lo cual arrojará el líquido en forma uniforme sobre la superficie del terreno. El
deshierbo y la orejera complementan la eliminación de la maleza.

Control de plagas

Para plagas del suelo tales como gallina ciega y gusano de alambre, se puede usar
Basudín 4% a razón de 40 kilogramos por hectárea (kg/ha), cuya aplicación
se ejecuta al momento de realizar la siembra. No obstante, lo más recomendable
para controlar plagas de la raíz es tratar la semilla con algún producto químico como
Furadán 300 TS, Germate Plus o Interfurán. Asimismo, para eliminar al
gusano cogollero, usar Carbaril granulado, a razón de 500 g de i.a por ha. En este
caso, el plaguicida se debe aplicar al cogollo cuando las plantas presentan
10% de daño. Para evitar pérdidas por gorgojos y palomillas, se recomienda
desgranar el maíz y almacenarlo en tambos o silos metálicos. Si el maíz está limpio
y seco al guardarlo, no es necesario aplicar ningún insecticida.

Cosecha

Se debe recolectar el maíz oportunamente cuando la mazorca alcance su


madurez para evitar daños al grano por plagas y condiciones climáticas adversas
como lluvias extemporáneas. En aras de evitar pérdidas por gorgojos y
palomillas, se recomienda desgranar el maíz y almacenarlo en tambos o
silos metálicos.

Para mayor información dirigirse con el autor:


MC. Flavio Aragón Cuevas
aragon.flavio@inifap.gob.mx
01-800-088-22-22 ext. 86209
Centro de Investigación Regional Pacífico Sur
Campo Experimental Valles Centrales de Oaxaca
Melchor Ocampo No 7, Santo Domingo Barrio Bajo, Etla, Oaxaca.

100
SORGO

Introducción

En México, el sorgo es el segundo cultivo anual más importante después del


maíz. Este producto ocupa 13.5% de la superficie sembrada y aporta 6.7%
del valor de la producción de cultivos anuales. Los estados que aportan el mayor
volumen de producción son Tamaulipas (32.4%), Guanajuato (24.6%),
Michoacán (13%), Sinaloa (7.9%) y Jalisco (7.1%). En este sentido, es necesario
reducir las importaciones que han crecido en los últimos años —3 a 4 millones
de toneladas (t)—. A pesar del incremento de los volúmenes de producción, no
se ha podido satisfacer las necesidades del consumo nacional.

En el estado de Oaxaca, el cultivo de sorgo comenzó en la región del Istmo


de Tehuantepec en 1967 y, a partir de entonces, la superficie sembrada se ha
incrementado. De tal manera que, en el año de 2009, se sembraron poco más
de 20 mil hectáreas (ha), de las cuales aproximadamente 80 % se cultiva en
condiciones de temporal. En promedio, el rendimiento promedio es de 2.5
toneladas por hectárea (t/ha). En condiciones de riego, el rendimiento medio
es de 4 t/ha. A continuación, se describe la tecnología sugerida.

Preparación del terreno

Desvare
Esta labor se realiza con el propósito de destruir el rastrojo donde se encuentran
las plagas y organismos causantes de enfermedades. De esta forma se facilita

101
la incorporación y descomposición de los residuos de la cosecha, por lo que la
época más oportuna para efectuar esta práctica es inmediatamente después de
la cosecha del cultivo anterior.

Barbecho

Esta actividad debe efectuarse después del desvare, principalmente en el


mes de noviembre y principios de diciembre, en siembras de temporal, y de
abril a mayo, en las siembras de riego. De preferencia, se recomienda utilizar
maquinaria agrícola para lograr una mayor profundidad de alrededor de
30 centímetros (cm). Su función es la incorporación de los residuos de cosecha
y de malas hierbas, favorecer la infiltración y captura del agua de lluvia, así
como voltear la tierra y exponer las plagas y patógenos para su destrucción por
los rayos solares y temperaturas adversas.

Rastreo

En ocasiones será necesario un primer paso de rastra después del desvare para
despedazar los restos del rastrojo y permitir que el arado trabaje adecuadamente.

Después del barbecho, se recomienda rastrear en forma cruzada las veces que
sean necesarias para desmenuzar los terrones y eliminar las malas hierbas
que hayan emergido, de esta manera se tendrá una mejor cama de siembra,
donde la semilla germinará bien y se tendrá una buena población de plantas
por ha.

Nivelación

Terminado el rastreo, se sugiere nivelar el terreno lo mejor posible mediante


una niveladora o, en su defecto, emparejarlo con un pedazo de riel o un tablón
de madera pesada. Esta labor evitará encharcamientos en caso de lluvias
intensas y facilitará el manejo del agua en caso de siembras de riego.

Variedades

Entre otros factores que intervienen para que se obtenga una buena producción
en campo se encuentra el uso de semillas de híbridos y variedades de sorgo
con muy buena adaptación a la región y, por lo tanto, deberá expresarse su
máximo potencial de rendimiento.

102
El material genético que se recomienda, tanto para la región del Istmo como
para la Mixteca Baja de Oaxaca, es resultado de evaluaciones efectuadas por
el INIFAP en condiciones de temporal y riego (Tabla 1 y 2). Los híbridos más
tardíos deberán sembrarse al principio de la época de siembra recomendada,
en tanto que los precoces al final del periodo.

Tabla1. Híbridos de sorgo recomendados para la región del Istmo de


Tehuantepec, Oaxaca.
Altura de planta
Híbrido Ciclo vegetativo Tipo de panoja
(cm)

Ámbar intermedio-tardío semicompacta 130-140

DKS 74 intermedio-tardío semiabierta 130-140

DKS 43 intermedio semiabierta 130-140

Pioneer 83G15 intermedio semiabierta 110-120

Anzu 4300 intermedio semicompacta 100-110

Anzu 4540
intermedio semiabierta 100-110
(blanco)

Anzu 4555 intermedio semiabierta 140-150

Garst 5515 intermedio semiabierta 130-140

Mezquite intermedio semiabierta 140-150

Big 766 intermedio semicompacta 120-130

El camino 745 intermedio semiabierta 120-130

El camino 619 precoz semiabierta 100-110

Wersten precoz semicompacta 120-130

103
Tabla 2. Híbridos de sorgo recomendados para la región de la Mixteca
Baja, en condiciones de temporal y riego
Altura de planta
Híbrido Ciclo vegetativo Tipo de panoja
(cm)
Ámbar intermedio-tardío semicompacta 130-140
DKS 74 intermedio-tardío semiabierta 130-140
DKS 43 intermedio semiabierta 130-140
Pioneer 83G15 intermedio semiabierta 110-120
Anzu 4300 intermedio semicompacta 100-110
Anzu 4540
intermedio semiabierta 100-110
(blanco)
Big 766 intermedio semicompacta 120-130
El camino 745 intermedio semiabierta 120-130
Mezquite intermedio semiabierta 140-150
Blanco Istmeño intermedio semicompacta 120-130
El camino 619 precoz semiabierta 100-110
*Variedad de polinización libre, que puede utilizarse para siembra posteriores

Época de siembra

En la región del Istmo de Tehuantepec, el periodo de siembra recomendado


para condiciones de temporal abarca desde el establecimiento de las lluvias
hasta el 15 de agosto y, en condiciones de riego, a partir de la autorización de
apertura de las compuertas hasta el 15 de enero.

En la región Mixteca Baja, el periodo de siembra para condiciones de temporal


comienza con el inicio de la temporada de lluvias y termina el 15 de diciembre.

Siembras posteriores a las fechas recomendadas en el temporal corren el


riesgo de ser afectadas por la sequía en la etapa de llenado de grano; mientras
que en riego la afectación puede ser causada por las primeras lluvias del
temporal que coinciden con la cosecha. Además, las siembras tardías en riego
están más expuestas a problemas de plagas debido a las altas temperaturas.

Método y densidad de siembra

La separación entre surcos no debe ser mayor a 60 cm, de esta forma se hace un
uso eficiente del terreno. En la etapa vegetativa (antes de la floración) el cultivo
cubre los espacios libres, con lo que disminuye el crecimiento de malezas y se
conserva más la humedad por efecto del sombreo.

104
Se debe depositar entre 12 y 15 semillas por metro (m), a 5 cm de profundidad.
Con estas recomendaciones, aproximadamente se utilizan de 7 a 9 kilogramos
por hectárea (kg/ha) de semilla, lo que a su vez da lugar a una población de 220
mil a 275 mil plantas por ha.

Fertilización

En la región del Istmo, en suelos arenosos y pobres en materia orgánica, se


recomienda aplicar la dosis 120-60-00 de Nitrógeno, Fósforo y Potasio (N,P,K), en
condiciones de riego, y de 80-60-00, en condiciones de temporal; mientras que
en suelos de vega de río, en riego y temporal, deberán utilizarse las dosis 80-60-00
y 60-40-00, respectivamente.

En la región de la Mixteca Baja, bajo condiciones de riego, se aconseja aplicar


la dosis 100-60-00 y, en condiciones de temporal, se sugiere 80-60-00.

Para fertilizar el cultivo de sorgo, es preferible aplicar todo el P y la mitad


del N en el momento de la siembra (con la sembradora); mientras que el
resto del N, antes del aporque, a “chorillo” a un lado de la planta. Se debe tener
cuidado de que el fertilizante no caiga en las hojas, ya que sufrirán quemaduras,
sobre todo si se hace por las mañanas cuando la planta tiene rocío.

La segunda aplicación de fertilizante nitrogenado debe hacerse cuando exista


buena humedad en el suelo, pues la asimilación del N está relacionada con
esta condición. Si no existe humedad, lo mejor es esperar ya que, en vez de
beneficiar, se pueden ocasionar daños a la planta por quemaduras.

Riegos

Si la siembra en condiciones de riego se realiza en seco, se deberá aplicar un


riego de germinación al procurarse que el agua se filtre por trasporo hasta la
semilla. En caso de suelos con problemas de encostramiento, se aplica otro riego
ligero para ablandar la costra que se ha formado por defloculación del suelo y la
acción secante del viento, con lo que se permite la libre emergencia de las plantas.

El número de riegos a aplicar varía conforme al tipo de suelo, de las condiciones


climáticas y del ciclo vegetativo de la variedad. Sin embargo, se debe mantener
buena humedad en el suelo, especial mente durante la etapa de floración y
llenado de grano.

105
Control de malezas

Tabla 3. Herbicidas, dosis, forma de aplicación y tipo de malezas a


controlar en el cultivo de sorgo, en las regiones del Istmo de Tehuantepec
y Mixteca Baja de Oaxaca
Nombre
comercial/ Forma de Mezcla que
Dosis /ha Observaciones
ingrediente aplicación controla
activo
hoja ancha
y algunas
gramíneas antes dosis más baja
Gesaprim
preemergencia de que emerjan para suelos
calibre 90
1.5-3 kg y y después de arenosos y más
(Atrazina
postemergencia nacidas, pero alta para suelos
88.2%)
antes de que arcillosos
alcancen 5 cm
de altura
aplicar ya sea
antes de la
hoja ancha y
siembra o una
Gramoxone 1.5-2.5 angosta anuales
preemergencia vez concluida,
(paraquat 25%) litros (l) presentes en
pero que el
el terreno
cultivo aún no
haya emergido
Gesaprim dosis más baja
hoja ancha y
combi 500 FW para suelos
principalmente
(Atrazina 21% 2.0-3.0 l preemergencia livianos y dosis
pastos antes de
más terbutrina más alta para
que emerjan
21.9%) suelos pesados
hoja ancha con
es selectivo
Hierbamina menos de 5 cm
a sorgo y la
(Ácido, 2 4-D 1.0 a 2.0 l postemergencia de altura y el
aplicación puede
49.4%) sorgo de 15 a
ser total
25 cm
Marvel por su
(Dicamba hoja ancha con selectividad
11.45% más 1.5 a 2.0 l postemergencia altura de 5 a al cultivo, la
atrazina 10 cm aplicación puede
22.23%) ser total

Continúa Tabla 3...

106
Continúa Tabla 3...
Nombre
comercial/ Forma de Mezcla que
Dosis /ha Observaciones
ingrediente aplicación controla
activo

dirigir la
aspersión a la
Peak
40 g postemergencia hoja ancha maleza con
(Prosulfuron)
menos de 10 cm
de altura

cobertura total
Banvel
de 10 a 30 cm
(Dicamba 1.5-2.0 l postemergencia hoja ancha
de altura del
57.21%)
cultivo

Plagas y su control

El sorgo, como otros cultivos puede ser afectado, tanto en la etapa vegetativa
(antes de la floración y llenado de grano) por insectos plaga. Estos pueden
dañar a las raíces (plagas del suelo), como la gallina ciega (Phyllophaga spp.)
y el gusano de alambre (Melanotus spp.), o bien a la parte aérea, como el
gusano cogollero (Spodoptera frugiperda), la mosquita de la panoja (Contarinia
sorghicola), el pulgón amarillo (Melanaphis sacchari), los pulgones del cogollo
(Rhopalosiphum maidis) y el barrenador del tallo (Diatraea spp).

Pulgón amarillo

Mención especial merece el pulgón amarillo del sorgo (Melanaphis sacchari),


considerado una de las plagas más dañinas para el cultivo del grano, debido a
que llegó a México en el año 2013 y ha ocasionado graves daños a la producción
de este cultivo en varios estados del país. (Rodríguez y Castillo, 2015).

El pulgón amarillo es un insecto pequeño que se encuentra principalmente


en el envés o debajo de las hojas del sorgo. Cuando recién llega al cultivo,
se pueden encontrar pequeños grupos de adultos, que son las ninfas, de tamaño
más pequeño y de color verde pálido a amarillo, más dispersas por las hojas.

En poco tiempo, los pulgones tanto adultos como ninfas pueden cubrir toda la
cara inferior de la hoja, al aparecer también adultos con alas que posteriormente
se dispersan por toda la parcela.

107
En infestaciones altas se puede localizar también en la panoja. Cada pulgón
puede producir hasta 80 pulgones en dos a tres semanas. Una parte de estos pulgones
desarrollan alas y se dispersan a través de las corrientes de viento, lo cual
les permite invadir nuevas zonas de cultivo.

El pulgón se alimenta de la savia que la planta necesita para crecer, desarrollarse


y formar los granos. La pérdida de savia por la alimentación del pulgón en las hojas
reduce la absorción de nutrimentos que pueden ser utilizados para mantener
sana a la planta y el llenado de grano.

Las infestaciones severas de pulgón causan que las hojas se cubran con una
sustancia pegajosa y brillante (mielecilla), la cual está compuesta por azúcares
de la planta y agua. La mielecilla es soluble en agua y puede ser lavada por
la lluvia o por riego de aspersión. Sin embargo, en la mayoría de los casos, la
mielecilla favorece el crecimiento de un hongo llamado fumagina, de color
negro, que cubre la superficie de la hoja y provoca que se seque y muera
rápidamente, lo cual afecta la formación de los granos de la panoja (Gobierno
del estado de Guanajuato, 2016).

El estrés en la planta puede causar que la panoja no emerja o que resulte un


pobre llenado de grano y obtener reducciones en el rendimiento hasta de 100%.

El pulgón amarillo no se reproduce en cultivos como el trigo y la cebada. En


la labranza convencional se sugiere que se eliminen los residuos de la cosecha
después de realizada.

Tabla 4. Principales plagas que afectan al cultivo del sorgo, producto


comercial, dosis por ha y época de aplicación
Producto Dosis por
Plaga Época de aplicación
comercial ha
se sugieren cuando se
Furadán
hayan observado daños
5G ultra 20 a 25 kg
en el cultivo anterior. Se
Counter CF 7 a 10 kg
Gallina ciega aplican mezclados con el
15G Lorsban 15 a 25 kg
(Phyllophaga ssp.) y fertilizante en el momento
5G
gusano de alambre de la siembra.
(Melanotus spp.) 125 a 150 se emplea como
mililitros tratamiento a la semilla,
Forcé 20CS
(ml)/100 kg con el cuidado de que la
de semilla distribución sea uniforme

Continúa Tabla 4...

108
Continúa Tabla 4...
Producto Dosis por
Plaga Época de aplicación
comercial ha
aplicar directo al cogollo
Karate de la planta, al encontrar
250 a 350 ml
Dragocrón más de 20 plantas dañadas
0.75 l
Ambush 34 de 100 muestreadas.
Gusano cogollero 300 a 500 ml
Lorsban 480 Preferentemente al
(Spodoptera frugiperda) 0.75 a 1.0 l
CE atardecer y utilizar mínimo
200 l/ha de agua
utilizarlo cuando la planta
Sevin 5G 6 a 10 kg
haya formado el cogollo
Sevin 80%
P.H 1.5 kg aplicar cualquiera de estos
Mosquita de la panoja Lorsban 0.50 a productos al encontrar una
(Contarinia sorghicola) 480 E 0.75 l o más moscas en cada 10
Basudin 600 1.0 l panojas observadas
CE
Karate 250 a 350 ml cuando se encuentren 20
Pulgón del cogollo
Folidol 1.5 l plantas infectadas de 100
(Rhopalosiphummaidis)
Foley 1.5 l muestreadas
se recomienda cuando se
Barrenador del tallo encuentren 20 plantas
Ambush 34 300 a 500 ml
(Diatraea spp.) infectadas de 100
muestreadas
Pulgón amarillo aplicar a los primeros
Imidacloprid 300 g i.a/ha
(Melanaphis sacchari) síntomas de la plaga.

Enfermedades

A la fecha no se han presentado enfermedades de importancia económica en la


región sorguera del Istmo de Tehuantepec.

Cosecha

Después de la floración, el grano empieza a formarse como una esfera verde


claro, casi de color crema. Al cabo de 10 días, se incrementa su tamaño y
adquiere un tono verde más obscuro. Se requiere alrededor de 30 días para que
los granos alcancen su máximo peso seco, es decir su madurez fisiológica.
De manera práctica, esta etapa se identifica en campo cuando el grano se puede
cosechar sin “chuparse”.

Después de que el grano cambia de verde a su color de madurez, se debe


muestrear para programar la cosecha. Esta práctica se realiza cuando los granos

109
se sueltan con facilidad al oprimir la panoja de abajo hacia arriba y al
morderlos se sienten duros y “truenan” al quebrarse. En este punto el producto
tiene de 14 a 16% de humedad aproximadamente.

Para mayor información dirigirse con el autor:


Dr. José Rafael Contreras Hinojosa
contreras.jose@inifap.gob.mx
01-800-088-22-22 ext. 86210
Centro de Investigación Regional Pacífico Sur
Campo Experimental Valles Centrales de Oaxaca
Melchor Ocampo No 7, Santo Domingo Barrio Bajo, Etla, Oaxaca

110
TRIGO

Introducción

En el estado de Oaxaca, la zona productora de trigo se ubica en la región Mixteca


Alta, principalmente en los distritos políticos de Nochixtlán, Teposcolula y
Coixtlahuaca. Las siembras se realizan básicamente en condiciones de temporal.

Los factores que limitan la producción de este grano en orden de importancia


son: 1) escasa e irregular distribución de la lluvia (sequía) durante el ciclo del
cultivo; 2) presencia de enfermedades como roya de la hoja (Puccinia recondita), roya
amarilla (Puccinia striiformis) y manchas foliares (Pynenophora triticirepentis).
El problema con estos patógenos se ha incrementado notablemente en los
últimos años y ha ocasionado pérdidas en el rendimiento de grano hasta de
80% en variedades susceptibles. Por esta razón, la siembra de materiales resistentes
es una opción tecnológica de importancia para los productores de trigo.

A continuación, se presentan las recomendaciones generadas por el INIFAP


para trigo de temporal, específicamente en los componentes tecnológicos de
variedades mejoradas, métodos de control de enfermedades, fechas de siembra,
dosis de fertilización y control de plagas y malezas. Con estas prácticas, si son
aplicadas correctamente, se espera incrementar hasta en 100% el rendimiento
promedio de los productores.

111
Manejo previo del terreno

La rotación de cultivos es una práctica que mejora la fertilidad y sanidad del


suelo, por lo tanto un prerrequisito básico es que el cultivo deberá establecerse
de preferencia en terrenos cuyo cultivo anterior haya sido frijol, maíz o
la asociación maíz/frijol. De esta manera se trata de evitar en lo posible el
monocultivo, porque tiene como consecuencia disminuciones en el rendimiento e
incremento en la incidencia de plagas del suelo y enfermedades como
P. triticirepentis y fusariosis que invernan en los residuos del cultivo anterior.

Preparación del terreno

Para romper el “piso de arado” (formación de capas duras por el uso de


maquinaria), se debe realizar un subsoleo. Esta práctica también ayudará a
almacenar el agua de lluvia que se presente previo a la siembra y consecuentemente
se tendrá un mejor desarrollo del cultivo. Posteriormente se debe realizar un paso
de rastra, de preferencia en sentido perpendicular al subsoleo, para desmenuzar
los terrones que se forman. Con estas prácticas se evita el barbecho del suelo, el
cuál es más costoso e implica el uso de mayor cantidad de combustibles fósiles.

Variedades

Las variedades sugeridas para condiciones de temporal fueron seleccionadas


por su ciclo vegetativo, tolerancia a enfermedades, potencial de rendimiento y
calidad industrial.

Tabla 1. Rendimiento de grano, variables agronómicas y componentes


de rendimiento de las variedades de trigo que se recomiendan para las
siembras de temporal en la Mixteca Alta de Oaxaca
Peso de
Número de
Rendimiento Días a Días a 1,000
Variedad granos por
de grano (t/ha) espiga madurez granos
espiga
(g)

Don Carlos
3.0 56 98 47.0 45.3
M-2015

Altiplano
2.9 61.7 115 36.8 41.4
F-2007

Continúa Tabla 1...

112
Continúa Tabla 1...
Peso de
Número de
Rendimiento Días a Días a 1,000
Variedad granos por
de grano (t/ha) espiga madurez granos
espiga
(g)
Tlaxcala
3.2 58 105 37.6 42.0
F-2000
Rebeca
2.5 63.7 117 35 39.3
F-2000

Don Carlos F-2007. Es una variedad de ciclo precoz, con alto potencial de
rendimiento, que rinde en promedio 3.0 t/ha, pero bajo buenas condiciones
de precipitación y manejo, ha rendido en parcelas de productores hasta 4.5 t/ha.
Entre sus principales ventajas destaca su precocidad y tolerancia a la sequía, además
de que es resistente a enfermedades, es de porte alto, con gran cantidad de granos por
espiga, con alto peso específico del grano. La calidad de harina es excelente para
la elaboración de pan de mesa.

Altiplano F-2007. Variedad de ciclo intermedio-tardío, apta para ambientes con


buena precipitación —350 a 450 milímetros (mm) durante el ciclo del
cultivo—, es de porte alto con buen tipo agronómico, tolerante a enfermedades
y se recomienda su siembra durante la segunda quincena del mes de junio. En
promedio rinde 3.0 t/ha, pero cuando las condiciones son favorables puede
obtener 3.5 t/ha. Se destaca por tener una espiga grande, con unos 41 granos
en promedio, y por aportar gluten fuerte que produce excelente calidad de
harina para la industria de la panificación.

Tlaxcala F-2000. Semilla de gluten fuerte, de grano rojo, tolerante a la sequía,


de ciclo intermedio, que rinde en promedio 3.2 t/ha. Cuando las condiciones son
favorables, este grano obtiene 3.5 toneladas. Se recomienda en aquellas zonas
donde la precipitación es escasa (300 a 350 mm durante el ciclo del cultivo),
además de que se destaca porque es tolerante a las plagas roya de la hoja y
roya amarilla. Pero cuando las precipitaciones sean abundantes (más de 400 mm
durante el desarrollo del cultivo) será necesario aplicar fungicidas para prevenir daños
con las enfermedades.

Rebeca F-2000. Es una variedad de ciclo intermedio-tardío, que se recomienda


en ambientes con precipitaciones que oscilen entre 350 y 450 mm durante el ciclo
del cultivo. Se sugiere sembrarla sólo durante la segunda quincena de junio para
evitar daños por bajas temperaturas o por la falta de humedad durante el llenado

113
de grano. Con abundante precipitación (más de 450 mm durante el ciclo del
cultivo), será necesario aplicar fungicidas para evitar daños por enfermedades.
Bajo buen manejo agronómico y condiciones climáticas favorables, este cultivo
puede rendir en promedio 3.0 t/ha, aunque se han obtenido hasta 4 t/ha en parcelas
de productores. Su grano es blanco, ventaja que le permite ser una variedad
muy buscada para la elaboración de tortillas en el mercado regional, además de
que es de gluten fuerte apta para la panificación.

Fecha de siembra

Las variedades Rebeca F-2000 y Altiplano F-2007 deben sembrarse del 15


al 30 de junio. Siembras posteriores tienen el riesgo de ser afectadas por las bajas
temperaturas que ocurran después del 15 de octubre, y causar problemas cuando el
grano se encuentre en estado lechoso-masoso, o que por la falta de humedad se
afecte el adecuado llenado del grano.

Las variedades Don Carlos M - 2105 y Tlaxcala F-2000 podrán sembrarse


desde el 15 de junio al 15 de julio. Su menor ciclo vegetativo les permite tener
un periodo de siembra más amplio y mejor aprovechamiento de la lluvia.

Método y densidad de siembra

El mejor método de siembra consiste en utilizar una sembradora de granos


finos, debido a que deposita la semilla y el fertilizante al mismo tiempo y lo cubre.
Con este método se pueden utilizar 100 kilogramos por hectárea (kg/ha). Una
ventaja importante de este sistema es la distribución uniforme del fertilizante,
el cual queda a un costado de la semilla, por lo que el vigor de la planta en las
primeras etapas de desarrollo es muy alto. Otro aspecto de gran importancia
es que se aprovecha de manera más eficiente la humedad del suelo, ya que con
los discos “compactadores” de la sembradora se comprime la tierra y se evita
que exista pérdida de humedad por aireación, así como un mayor porcentaje
de germinación respecto del sistema tradicional (tapa de la semilla con rastra).

En caso de no disponer del equipo adecuado, la siembra se realizará al voleo,


la distribución de la semilla y el fertilizante se realizará manualmente. Debe
tenerse especial cuidado que exista buena distribución de los insumos, de lo
contrario habrá problemas con la germinación. Con este método de siembra se
utilizan entre 120 y 140 kg/ha de semilla, la mayor densidad será cuando el
terreno está mal preparado o cuando son siembras tardías.

114
Fertilización

Las siguientes dosis de fertilización fueron obtenidas de acuerdo con la rotación


de cultivo en que se incluye al trigo de temporal, así como de la disponibilidad de
humedad. Además se trata de las dosis que permiten obtener mayor margen
de utilidades al productor.

Tabla 2. Dosis de fertilización por ha en función del cultivo anterior


Cultivo anterior N (kg/ha) P 2O5 (kg/ha)

trigo o alpiste 80 60

frijol 60 30

maíz o asociación MF 70 30

Las anteriores dosis de fertilización se obtienen al mezclar las siguientes


fuentes, que son las más recomendadas conforme al tipo de suelos que existen
en la región.

Tabla 3. Cantidades de fertilizante químico y época de aplicación para las


diferentes dosis de fertilización
Fosfato monoamónico Sulfato de amonio Urea
Dosis
(kg/ ha) (kg/ha) (kg/ha)
80-60-00 115.3 en la siembra 133 en la siembra 87 en amacollo

60-30-00 57.7 en la siembra 115.4 en la siembra 65.2 en amacollo

70-30-00 57.7 en la siembra 140 en la siembra 76 en amacollo

Aplique todo el fertilizante fosfatado y la mitad de nitrogenado en la siembra


(fosfato monoamónico + sulfato de amonio). El resto del Nitrógeno (N) —
urea— debe aplicarse durante el pleno estado de amacollamiento del cultivo,
que ocurre entre 40 y 45 días después de la siembra. Esta práctica se recomienda
hacerla cuando el suelo está húmedo para que el fertilizante sea aprovechado
por la planta, de lo contrario se pueden ocasionar quemaduras al cultivo.

Existen otras alternativas de fertilización bilógica, entre las que destacan el


uso de micorrizas como Glomus intraradices. Estos organismos viven en el suelo
y pueden vivir en simbiosis con las raíces de las plantas, por lo que favorecen un
mayor crecimiento de las mismas para tener una mayor área de exploración por

115
agua y nutrientes, además de que son un complemento de la fertilización
química, no un sustituto.

El procedimiento consiste en mezclar 2 kg de Micorriza para tratar 100 kg de


semilla, para lo cual se vierte sobre un espacio la semilla; posteriormente, en un
recipiente seco, se vierte la micorriza y se agrega un material adherente (gel) o agua
azucarada, de tal manera que se mezcla el material. Después de lo anterior,
se procede a distribuir la Micorriza sobre la semilla y se mezcla perfectamente.
Este proceso se hace bajo la sombra y se pone a secar. Una vez seca la semilla,
se procede a su siembra.

Control de malezas

El cultivo debe permanecer libre de malezas al menos 70 días después de la siembra,


debido a que compiten por agua, luz y nutrientes, lo que ocasiona importantes
pérdidas en el rendimiento de grano.

Para controlar un complejo de malezas de hoja ancha como acahual liso,


rasposo, mostaza, challotillo, tié, etcétera, se puede usar el herbicida
Amber 75 GS (Triasulfuron), que es sistémico —derivado del grupo sulfonil-
urea—, de aplicación post-emergente, selectivo y que está formulado por
gránulos solubles en agua. Además, el herbicida está envasado en pequeñas
bolsas hidrosolubles que contienen 15 g de producto para tratar 1 ha. Otro herbicida
recomendado es Peak (Prosulfurón) en dosis de 75 mililitros por hectárea (ml/ha).
Estos productos deberán aplicarse de preferencia cuando la maleza tenga una
altura de hasta 10 cm. Se recomienda mezclar el herbicida con un adherente
para lograr un control más eficiente, sobre todo cuando las malezas están
más desarrolladas.

Para el control de malezas de hoja ancha, existen otros productos derivados de


2-4-D, como Cuproamina, Cuproester o Esterón, de los cuales se recomienda
utilizar 1.5 litros por hectárea (l/ha), aplicados de 22 a 35 días después de
nacido el trigo.

Para controlar la avena silvestre (avena fatua), se puede aplicar el herbicida


Topik en dosis de 0.75 l/ha cuando la planta tenga de cuatro a seis hojas.

Si en el cultivo existen malezas de hoja ancha y de hoja angosta, se pueden


utilizar las siguientes mezclas: Amber, en dosis de 15 g + Tópik 0.75 l/ha;
o en su defecto Peak 20 g + Tópik 0.75 l/ha.

116
Es importante considerar que, para aplicar cualquier herbicida, deben existir
buenas condiciones de humedad en el suelo, de lo contrario no se logrará
controlar las malezas o se podrán ocasionar daños al cultivo. De igual
forma, las aplicaciones no deben realizarse si existen fuertes corrientes de aire,
en estos casos el producto puede ocasionar daños a otros cultivos cercanos.

Los herbicidas no deben aplicarse si el cultivo se encuentra en estado de


floración, para evitar quemadura del follaje.

Control de plagas

Las plagas más comunes que afectan al cultivo en condiciones de temporal


son la gallina ciega, chapulines y pulgonees. Su control se logra aplicando los
siguientes productos.

Tabla 4. Plagas, productos comerciales, dosis y época de


aplicación para su control

Producto
Plaga Dosis/ha Época de aplicación
comercial

gallina ciega
mezclado con el fertilizante y
gusano de Granudín
20 kg aplicado al momento de la siembra
alambre (Diazinón 4 %)
con sembradora.
Diabrótica

plagas
del follaje Karate Zeon cuando se observen en las orillas
(chapulines, (Lambda 0.25 L del terreno la presencia
gusano cyalotrina) de chapulines
soldado)

Pirimor
1 sobre
(Pirimicarb)
pulgones del cuando se observen las primeras
follaje y plantas con colonias de pulgones
del cogollo en el cogollo de las hojas
Folimat
0.5 L
(Ometoato)

Prevención y control de enfermedades

Las enfermedades ocasionan importantes pérdidas en el rendimiento de

117
grano en las siembras de temporal, principalmente la roya amarilla (Puccinia
striiformis), la roya de la hoja (Puccinia triticina Eriks) y manchas foliares
(Pyrenophora tritici repentis).

Las enfermedades más destructivas son las royas, ya que estos patógenos
ocasionan mayores pérdidas en el rendimiento de grano cuando los productores siembran
variedades susceptibles. El desarrollo de las enfermedades se presenta cuando
existe la presencia de alta humedad relativa (> 80%), aunado a abundante
precipitación. Los mayores efectos sobre el rendimiento de grano se presentan
cuando el patógeno se afecta a la planta desde las etapas tempranas (amacollo).

Las manchas foliares constituyen un serio problema cuando las condiciones


ambientales son favorables (abundante precipitación) y los daños son
más severos cuando se practica el sistema de labranza de conservación. Este
patógeno sobrevive de un ciclo para otro en los residuos de cosecha. La rotación
de cultivos es una estrategia para disminuir la incidencia y los daños en trigo.

El mejor método de control es el uso de variedades tolerantes, con genes de


resistencia que les permiten desarrollarse y producir grano adecuadamente aun
con la presencia del patógeno. Es decir, estos organismos no ocasionan daños
de importancia económica.

Las variedades que se recomiendan en este paquete tecnológico son los


materiales con mayor grado de tolerancia y que han sido seleccionadas en la
región después de haberse evaluado en diversos ambientes de producción. Sin
embargo, si el productor siembra variedades susceptibles como Nana F-2007,
Pavón F-76, Temporalera M-87, Arandas F-90 y Rebeca F-2000, entre otras,
deberá utilizar fungicidas.

Tabla 5. Productos recomendados para el control de enfermedades en trigo

Enfermedad Producto comercial y dosis Época de aplicación

en variedades susceptibles, desde


Titl (Propiconazole) 0.5 l/ha
el estado de encañe, según las
Roya de la hoja Folicur (Cyproconazole) 0.3
condiciones ambientales. Otra
y amarilla l/ha Quilt (Azoxystrobin +
aplicación puede hacerse
Propiconazole) 0.5 l/ha
en embuche

Continúa Tabla 5...

118
Continúa Tabla 5...
Enfermedad Producto comercial y dosis Época de aplicación

Manchas Folicur 0.3 l/ha


inicio de espigamiento
foliares Quilt 0.5 l/ha

Dividend (Difenoconazol)
tratamiento a la semilla
Vitavax
Fusarioisis
aplicación foliar durante
Sportak (Procloraz)
la floración

La aplicación de los fungicidas debe realizarse durante la etapa fenológica


de “embuche” e inicio de espigamiento y que puede ser combinada con algún
fertilizante foliar. El fungicida deberá utilizarse cuando inicie el proceso
de infección en el cultivo, para lo cual habrá que revisar periódicamente e
identificar con oportunidad el momento en que se presente la infección para
iniciar el método de control. Es frecuente que algunos productores hagan
las aplicaciones cuando el desarrollo de la enfermedad está muy avanzado,
en estos casos el control será deficiente y el efecto del patógeno sobre el
rendimiento será mayor.

Cosecha

La cosecha deberá realizarse en forma mecánica, cuando el cultivo esté totalmente


seco y el grano contenga de 12% a 13% de humedad, lo cual ocurre cuando
al morder un grano éste se quiebre fácilmente. Es importante que se revise
la velocidad del cilindro de la maquinaria antes de iniciar la cosecha, con el
propósito de evitar daños mecánicos al grano. El grano limpio y sin impurezas
debe ser almacenado en lugares frescos, secos y ventilados.

Para mayor información dirigirse con el autor:


MC. Leodegario Osorio Alcalá
osorio.leodegario@inifap.gob.mx
01-800-088-22-22 ext. 86201
Centro de Investigación Regional Pacífico Sur
Campo Experimental Valles Centrales de Oaxaca
Melchor Ocampo No 7, Santo Domingo Barrio Bajo, Etla, Oaxaca.

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Abreviaturas y simbología

cm centímetro
CO 2
dióxido de carbono
ha hectáreas
g gramos
g/l gramos por litro
g/lb gramos por libra
I.A./ha ingrediente activo por hectárea
kg kilogramo
kg/ha kilogramos por hectárea
l/ha litros de agua por hectárea
m metros
ml mililitros
ml/ha mililitros por hectárea
msnm metros sobre el nivel del mar
mm milímetros
mm/ha milímetros por hectárea
ppm partes por millón
in² pulgada cuadrada
t toneladas
t/ha toneladas por hectárea

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ACTUALIZACIÓN Y MEJORAMIENTO DE LAS
AGENDAS TÉCNICAS AGRÍCOLAS

Mapas de potencial productivo


para el estado de Oaxaca

Los mapas de distribución potencial de los cultivos del estado corresponden a las zonas
con características socioeconómicas homogéneas para la actividad agropecuaria,
forestal, acuícola y agroindustrial bajo condiciones de riego, drenaje, de temporal y
de acuacultura, definidas por la SAGARPA como Distritos de Desarrollo Rural (DDR).

Los cultivos se eligieron según su importancia productiva a nivel estatal, de


acuerdo con las publicaciones “Monitor Agroeconómico” de la Subsecretaría
de Fomento a los Agronegocios de la SAGARPA, y del “Potencial productivo de
especies agrícolas de importancia socioeconómica en México” de la
SAGARPA-INIFAP.

Para el estado de Oaxaca se realizaron 51 mapas considerando los cultivos


de alfalfa, caña de azúcar, frijol, limón, maíz, mango, pasto orchard y sorgo.
Dichos cultivos se presentaron, en su mayoría, en los 7 DDR del estado.

Esta información se complementa con mapas estatales de edafología, uso de


suelo y vegetación, población, precipitación anual y temperatura media anual.

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AGRADECIMIENTOS

El INIFAP extiende un reconocimiento a sus investigadores y directivos,


quienes, con su trabajo y experiencia, hicieron posible la realización de generar
una Agenda Técnica para cada entidad federativa de México:

COORDINACIÓN GENERAL DE LA OBRA

M.C. Georgel Moctezuma López

M.C. Antonio González Hernández

Dr. Martín Enrique Romero Sánchez

Dr. Ramiro Pérez Miranda

Dr. Carlos Román Castillo Martínez

COMPILADORES

Dr. Morales Guerra Mariano

M.C. Aragón Cuevas Flavio

Dr. Contreras Hinojosa José Rafael

M.C. Espinosa Paz Horacio

M.C. López López Porfirio Simón

M.C. Osorio Alcalá Leodegario

M.C. Ovando Cruz Manuel Enrique

M.C. Rodríguez Hernández Filemón Rafael

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