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Aborto Final1
Aborto Final1
I. INTRODUCCIÓN
El aborto es una tema muy problemático en el mundo puesto que existen posiciones
encontradas en cuanto a su legalidad y criminalidad. En Bolivia es un problema que
cobra la vida de miles de mujeres y somete a centenas a sufrir consecuencias a largo
y corto plazo en su salud. Actualmente el aborto es penado en Bolivia, sólo en el
marco de algunas excepciones las mujeres pueden solicitar la práctica del aborto
mediante requerimiento judicial.
El aborto es una problemática social pues son diversos factores sociales, económicos,
culturales, biológicos, psicológicos los que entretejen su compleja realidad. Debido a
esto el presente trabajo intenta ser una recopilación de información que abarque todos
los puntos anteriormente mencionados porque sólo así se puede tener una idea clara
de qué es el aborto, sus características y consecuencias.
1
La cuarta parte está dedicada a la exposición del marco jurídico, tomando en cuenta la
legislación internacional, nacional, los aspectos más importantes de la sentencia
constitucional 006/2014 y legislación comparada. Además de presentar datos
referentes a los puntos expuestos en la legislación.
Para finalizar la quinta y sexta parte del trabajo la hemos destinado a las conclusiones
de la investigación y las recomendaciones respecto a la temática.
II. OBJETIVOS
1. OBJETIVO GENERAL
Dar a conocer qué es al aborto, su historia, conceptos, datos estadísticos,
características sociales y el marco jurídico que lo legisla en Bolivia para entender
la situación actual de este tema en nuestro país.
2. OBJETIVOS ESPECÍFICOS
Explicar las características del aborto a través de la historia universal y la historia
boliviana.
Fundamentar de forma teórica el aborto a través de una investigación rigurosa
con datos estadísticos a nivel nacional e internacional y establecer los factores
que convierten al aborto en una problemática social
Establecer en detalle el marco jurídico que regula el tema del aborto en Bolivia.
2
En la Antigua Grecia, Aristóteles, en principio se opuso a la autorización del aborto,
pero su “política” destacó que cuando es excesivo el número de ciudadanos se puede
autorizar el aborto, antes de la animación fetal en las mujeres embarazadas. Aristóteles
sostenía que el feto se convierte en 'humano' a los 40 días de su concepción si es
masculino y a los 90 si es femenino y recomendaba el aborto para limitar el tamaño de
la familia. La decisión era dejada a la madre, salvo de que se tratara de cuestiones de
Estado…”1
Platón también aconsejó el aborto para evitar la superpoblación. Además sostenía que
en una república ideal, los hombres y las mujeres que hubiesen superado
respectivamente a los 55 y 40 años podían tener relaciones sexuales libres, con la
condición de no procrear hijos. Resulta necesario por tanto el haber debido recurrir a
las prácticas abortivas y al infanticidio.
En el mundo romano, se da una fluctuación sobre las actitudes acerca del aborto.
Aunque el derecho no reconocía como persona al nasciturus, sí se le reconocía los
derechos de herencia.
3
Durante algún tiempo se permitió como derivado de derecho patrimonial sobre los hijos,
pero será a partir del siglo II cuando se generalice la prohibición con los emperadores
séptimo severo, y antonino caracalla.
La Ley Cornelia, promulgada por Sila en el año 81.a.c., prohibía las prácticas abortivas.
Santo Tomás y San Agustín afirmaban que el embrión no tenía alma hasta que asumía
forma humana. Sin embargo, más allá del problema de la animación del feto, la Iglesia
Católica ha afirmado desde sus inicios (y hasta la fecha) que debe ser considerado
como persona.
4
El derecho canónico establecía la distinción entre el corpus formatum (que podía recibir
el alma, convirtiéndose en feto animado) y el corpus informatum (que no había llegado
a ese estado). Retomando la definición de Aristóteles, el feto se volvía humano
después de 40 días de la concepción, en los varones, y de 80 días, en las mujeres. Sin
embargo, el aborto y el infanticidio eran medios comunes para limitar la población.
El cristianismo consideró el aborto como pecado capital al estimar que la vida humana,
desde la concepción, era obra de Dios y que, por ende, debía atribuírsele un alma
inmortal, no estando sujeta a los hombres la decisión sobre la continuidad de la vida del
ser creado.
Actualmente, las normas del moderno Código del Derecho Canónico sancionará en
sus cánones 871 y 1398 con la excomunión a todos aquellos que cooperen a la
realización del aborto, incluyendo a la madre que causare su propio aborto o
consistiere que otro se lo provoque.
5
supone fue promulgado en latín durante el reinado común de Egipcia y Witiza, en el
libro VI se destacan las acusaciones contra el aborto, haciéndose referencia a las
hierbas que lo causan.
En la legislación del Fuero Real, publicado por Alonso X el Sabio, hacia el año 1265,
se reprimía el aborto como delito (libro IV) y en Soria se aplicaban penas agravadas a
los delitos cometidos contra mujeres embarazadas.
A partir del siglo XVII muchos países del mundo promulgaron leyes que convertían el
aborto en ilegal.
Las primeras visiones conjuntas de la medicina legal como especialidad nace con la
obra de Mateo Orfilia, profesor de la Universidad de París, con su Tratado de Medicina
Legal (1813), pero fundamentalmente con la obra de cinco tomos de Mendez (1819),
que era profesor en Gotinga, médico legista, donde se hacían referencias científicas al
aborto.
En Francia, el juez Spical (1882); fue el primer jurista que proclamó la doctrina de la
impunidad del aborto como delito. Eugenio Cuello Calón sostiene que no debe
eliminarse la pena en el delito del aborto, pero si atenuarla, castigar al “abortero”
profesional conforme a la personalidad del delincuente y atenuar la pena en casos de
aborto honoris
6
de embarazo y ampliar las circunstancias en que se permite practicarlo, gracias sobre
todo a la revolución sexual y a las luchas feministas de esos años.
Los países europeos más católicos (Italia, España, Portugal e Irlanda) fueron más
recalcitrantes al legalizarlo, mientras que los países escandinavos y anglosajones
fueron más sensibles hacia el derecho a decidir de las mujeres.
La primera legalización, del mundo tuvo lugar en la Unión Soviética en 1920, tras ella
se van sucediendo en cascada otros países de régimen comunista: 1956: Polonia,
Hungría y Bulgaria; 1957: Checoslovaquia.
5. El aborto en Bolivia
El aborto provocado suele ser aceptado como un mal necesario: especialmente ante el
abandono del hombre, co-responsable del embarazo; si se trata de una relación sexual
forzada -también del cónyugue-; si es para ocultar el adulterio. Y esto a pesar de que
puede haber repercusiones graves, relacionadas con fenómenos naturales,
principalmente la granizada. Esta calamidad, sin embargo, no llega por el hecho del
aborto provocado, sino, por no haber bautizado al feto antes de enterrarlo, lo cual
puede tratarse también de un aborto no intencional (fracaso o malparto). Por tanto,
desde la visión aymara, el problema del aborto, no se halla en su práctica per se, sino
7
más bien, en no efectuar el ritual, el “pago” o “despacho”, consistente en el bautizo y
entierro del feto hallado, realizado por un yatiri, que permita restablecer el equilibrio con
la naturaleza para que no se produzcan nuevas calamidades. Es decir, el castigo no
reside en la posible sanción moral por haber recurrido a esta práctica (ser excomulgado
o ir al infierno), sino, en el perjuicio que genera para la sobrevivencia de la comunidad
aquí y ahora.2
Por otro lado en lo que respecta a la legislación jurídica del aborto en Bolivia, desde la
época de la Independencia, hasta el 2 de abril de 1831 en que se pone en vigor el
Código Penal Santa Cruz, nuestra legislación se regía a las antiguas leyes de España
con muy pocas modificaciones, y con penas rigurosas ya que las mencionadas
disposiciones no eran más que una copia del ordenamiento legal español de 1822.
Hacia 1834, el código penal trata el tema del aborto en las últimas disposiciones del
Título I, Capítulo I, del libro Tercero, que se refiere al homicidio; el Art. 516 estipula
tentativa de aborto sin consentimiento de la mujer tipifica y sanciona este delito
efectivamente consumado; este sancionándola con dos a cuatro años de reclusión. La
tentativa con el consentimiento de la mujer tipifica y sanciona este delito efectivamente
consumado; este mismo Art. se refiere al aborto, sancionando al médico, boticario,
comadrón o matrona que proporciona medios para el aborto y lo sanciona con una
pena de 2 a 4 años de obras públicas si no se produce el aborto y con 4 a 8 años si se
consuma, además de la inhabilitación permanente para ejercer la profesión.
2
Datos extraídos de Colectivo Rebeldía. Aunque no quiera ver el aborto existe.
8
El código de aquella época no menciona otros aspectos como el aborto terapeútico,
eugenésico, impune o culposo.
El proyecto oficial, del Código Penal del Dr. Manuel López Rey Arroyo de 1943, sirvió
de inspiración al proyecto de 1963, que con algunas modificaciones fue promulgado por
D. L. Nº 1048 de 2 de abril de 1973.
Estudia el tema del aborto en el Título V, delitos contra la Seguridad, Salud e Integridad
de la comunidad, Capítulo III, que corresponde a los delitos contra la integridad de la
comunidad.
El primer Art. que trata sobre el aborto es el 385, sancionando de 2 a 10 años al aborto
no consentido por la mujer. El artículo 386 estipula que la mujer que causare su aborto
o lo consintiere, incurrirá en arresto de tres meses a 3 años, en el parágrafo dos del
mismo artículo, señala además que si la mujer fuere de buena fama anterior se la
sancionará con arresto de un mes y un día a un año, o de prestación de trabajos de
tres meses y un día a seis meses.
Este proyecto se refiere al aborto ocasional. En su Artículo 387 señala que el aborto
ocasional es aquel que se provoca sin pretenderlo y le fija una sanción leve de un mes
y un día a un año de arresto o prestación de trabajo de un mes y un día a tres meses.
En su artículo 388 se refiere a los abortos legales o con la autorización del juez
eximiendo de pena en tres casos:
2º Cuando el aborto fuera exigido por peligrar la vida de la madre y siempre que
concurrieren los siguientes requisitos:
9
3º Si uno de los padres fuera idiota o imbécil o notoriamente demente, siempre que:
2. Concepto
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después de esta fecha y hasta las 28 semanas de embarazo se llama parto inmaduro y
parto prematuro si tiene más de 28 semanas que hay un aborto completo cuando se
expulsa el feto, la placenta y las membranas.”5
Existen además una serie de definiciones que consideramos no son las más
convenientes, pues presentan juicios de valor morales, por lo que no se tratan de
conceptos objetivos, sino más bien resultado de la subjetividad e ideología del que
establece el concepto. Hay que tomar en cuenta que las puntualizaciones del término
más bien deben depender de la causa del aborto y no de las percepciones personales
sobre el tema.
Tomando en cuenta la etimología de la palabra aborto y los conceptos que nos brindan
El Diccionario de la Real Academia Española, podemos decir que se entiende por
aborto a: La interrupción y finalización prematura del embarazo, de forma espontánea
(natural) o inducida (voluntaria), cuando el tiempo de gestación no supera las 28
semanas.
5
SOLER, Sebastián, Derecho Penal Argentino, Tomo IV, Buenos Aires, ED. Tipográfica, 1951. Pág. 110.
11
En cuanto al concepto jurídico, el jurista español, Eugenio Cuello Calón, al hacer un
profundo análisis del delito de aborto señala que éste consiste en la “expulsión
prematura violenta provocada del feto, o en su destrucción en el vientre materno 6
3. Elementos típicos del aborto
Bien jurídico protegido: La vida humana dependiente.
Objeto jurídico: La vida del feto o producto de la concepción.ç
Objeto material: El feto, producto de la concepción a través de todas las fases de
desarrollo.
Sujeto activo: En general cualquier persona puede ser sujeto activo de la práctica
del aborto; pero la calidad de sujeto activo tiene gran importancia para diferenciar
los diferentes tipos de aborto y su régimen de penalidad.
Conducta: El aborto sólo puede cometerse por acción; no se puede cometer
aborto por omisión.
Momento consumativo: Lo decisivo para que el aborto se produzca es la muerte
del feto, sea dentro o fuera del útero materno, siempre que en este caso la muerte
sea consecuencia de la interrupción de la gravidez.
Medios: En cuanto a los medios para la perpetrar el aborto, al igual que en el
homicidio, no hay ninguna limitación.
Hay algunos que podrían llamarse específicos para producir el aborto, pero hay
otros medios genéricos, como los golpes que son asimismo idóneos.
Sujeto pasivo: Se debe determinar quién es el titular del bien jurídico protegido. El
sujeto pasivo es el feto, el Código Civil le reconocen derechos al que está por nacer
en todo lo que le beneficie.
Conducta: El aborto sólo puede cometerse por acción, no se puede cometer
aborto por omisión dado que en nuestra legislación se deben seguir los verbos
rectores y el Código Penal señala, “el que causare”. Que implica una actividad, así
como el consentimiento que debe ser expreso.
Momento consumativo: Lo decisivo para que el aborto se produzca es la muerte
del feto, sea dentro o fuera del útero materno, siempre que en este caso la muerte
sea consecuencia de la interrupción de la gravidez.
6
CUELLO CALÓN, Eugenio, Derecho Penal, Tomo II, 14º Edición, Barcelona, Ed. Bosch, Pág. 330.
12
Medios: En cuanto a los medios para la perpetrar el aborto, al igual que en el
homicidio, no hay ninguna limitación.
Hay algunos que podrían llamarse específicos para producir el aborto, pero hay
otros medios genéricos, como los golpes que son asimismo idóneos.
4. Tipos de aborto
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Aborto Ampollar: Es una variedad del aborto Tubario que se produce en la
ampolla del oviducto.
Aborto Frustrado: Es la retención del huevo muerto en el útero, por más de dos
meses.
Aborto Inevitable: Aquel en el que hay ruptura de las membranas o se produce la
muerte del embrión.
Aborto Séptico: Se desarrolla cuando el contenido del útero ha quedado infectado
antes, durante o después del aborto.
Aborto Inducido: Es la interrupción activa del desarrollo vital del embrión o feto
para su posterior eliminación, con o sin asistencia médica y en cualquier
circunstancia social o legal. Existen distintas legislaciones sobre este tipo de
aborto, completamente legal en algunos países, donde se reduce
considerablemente las cifras de muertes a causa del aborto ya que es regulado y
en algunos casos gratuito, legal solo en situaciones condicionadas y con un
permiso judicial en casos de violación o cuando pone en riesgo la salud de la mujer
gestante, los procesos para conseguir la autorización judicial suelen ser morosos
(existen casos donde la mujer espera tanto para esta autorización que el periodo
“seguro” para realizar un aborto pasa, incrementando los riesgos para la mujer), y
por ultimo completamente ilegal es castigado severamente.
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Aborto espontáneo: El aborto espontáneo o aborto natural es aquel que no es
provocado intencionalmente, la mayoría de las veces por causas naturales.
Podemos subdividir al aborto espontaneo en; Aborto Temprano (se produce hasta
la semana 12 de gestación, en la mayoría de los casos la mujer no se percata de
que estaba embarazada); Aborto Tardío (entre la semana 12 y 20 de gestación, se
presenta con contracciones vilentas y hemorragia); Aborto Completo (cuando se ha
eliminado todo el contenido del útero); Aborto Incompleto (cuando no se a
eliminado todo el contenido del útero, requiere asistencia médica pronta).
Las causa más frecuentes son: alteraciones cromosómicas, factores anatómicos en
la mujer gestante, enfermedades sistemáticas, enfermedades infecciones, sucesos
traumáticos y factores emocionales.
Los signos que se presentan antes del aborto inducido pueden ser percibidos por la
mujer gestante: sangrado vaginal acompañado de expulsión de coágulos, dolor
abdominal , similar a los cólicos menstruales, y ausencia de signos en el feto.
El aborto espontaneo se puede prevenir con atención medica constante (existen
signos médicos que indican riesgo de aborto), es importante que la mujer gestante
tome los cuidados necesarios.
Aborto Sufrido: Es aquél que se manifiesta cuando la mujer es víctima del acto,
ya que la conducta del sujeto activo perjudica tanto a la vida del feto como a la
mujer. Podríamos entender que este tipo de aborto será una especial del aborto sin
consentimiento regulado en el art. 263-1 del nuestro Código Penal.
Aborto consensual: Se da cuando la mujer acepta la actividad abortiva
contribuyendo en la medida de sus posibilidades fisiológicas a facilitar la expulsión
del feto.
En nuestro país, entenderíamos que este tipo de aborto está regulado en el art.
263- 3 del Código Penal, que regula el aborto con consentimiento.
Aborto Culposo: Conlleva implícita la imprudencia, negligencia o impericia. Es
decir, nada impide la admisión culposa del delito de aborto.
Este tipo de aborto se encuentra regulado en nuestra legislación en el art. 268 del
Código Penal.
15
Aborto Ético: Este tipo de aborto que debe ser tratado de manera muy particular,
ya que es uno de los casos en los que el juez deberá autorizar un aborto, vale decir
la intención es autorizar el aborto para que la realice un profesional dentro de un
plazo prudente para que la vida de la madre no corra peligro.
El art. 266 del Código Penal, señala: Cuando el aborto hubiere sido consecuencia
de un delito de violación, rapto no seguido de matrimonio, estupro o incesto, no se
aplicara sanción alguna, siempre que la acción penal hubiere sido iniciada. 7
Aborto Honoris Causa: Es una clasificación típica de las legislaciones
latinoamericanas. Se realiza con la intención de salvar u ocultar la deshonra de la
mujer.
Este delito está tipificado en el art. 265 de nuestro Código Penal. El aborto para
ocultar la deshonra, plantea si dicha honra puede ser salvada aun contra la
voluntad de la mujer embarazada.
Aborto preterintencional: Es aquel que se da cuando se ocasiona la muerte no
querida del feto por el empleo de violencia sobre la mujer.
Al señalarse que la muerte del feto no es querida, se entiende que es un delito
culposo, este delito está tipificado en el art. 267 del Código Penal.
Aborto social: Es aquel realizado por razones de pobreza y aún de miseria en los
hogares en los que el nacimiento de los hijos constituye un grave problema
económico.
Aborto terapéutico: Es el que es justificado con razones médicas:
Para salvar la vida de la madre, cuando la continuación del embarazo o el parto
significan un riesgo grave para su vida;
Para salvar la salud física o mental de la madre, cuando estas están
amenazadas por el embarazo o por el parto;
Para evitar el nacimiento de un niño con una enfermedad congénita o genética
grave que es fatal o que le condena a padecimientos o discapacidades muy
graves, o
Para reducir el número de fetos en embarazos múltiples hasta un número que
haga el riesgo aceptable.
7
Estado Plurinacional de Bolivia, Código Penal, Artículo 266.
16
Aborto electivo: Cuando el embarazo es el resultado de un delito de naturaleza
sexual (violación) o de la aplicación de una técnica de reproducción asistida no
consentida por la madre.
También se incluyen, como razones: la minoría de edad de la madre, la
incapacidad para cuidar a un hijo por razones económicas o sociales y el deseo de
ocultar el estigma que representa en ciertos contextos sociales un embarazo fuera
del matrimonio.
Aborto Habitual: Cuando se producen tres o más abortos espontáneos
consecutivos, debidos a enfermedades, alteraciones hormonales, incompatibilidad
de la sangre entre madre y feto, problemas al útero u otras causas
Aborto Eugenésico: Es la destrucción del feto para el mejoramiento de la raza. A
él se oponen la moral y la Iglesia, pues la vida siempre debe respetarse ya que la
vida humana es un don de Dios.
Suicidio Aborto: El suicidio de la mujer embarazada plantea problemas diversos,
según si el intento de quitarse la vida resulte o no fallido, todo ello frente a la
muerte del feto. Si la suicida logra su propósito, el asunto se suscita y en ello radica
su interés práctico, frente a un concurso eventual de otras personas. Pero si el
suicidio se frustra, será la mujer responsable de aborto consumado. Etcheberry
sostiene la impunibilidad de la mujer embarazada que intenta suicidarse,
argumentando que debe tratarse de dar muerte al feto como tal. La vida en germen
es todavía parte integrante de la vida de la madre, la tutela penal de la madre
abarca también la del fruto.
5. Métodos de aborto
Los métodos de aborto más adecuados difieren según la duración del embarazo.
17
Para establecer los diferentes métodos de aborto que existen los hemos separado en
tres grupos: El aborto médico, el aborto quirúrgico y el aborto natural, que detallamos a
continuación.
La OMS señala que existen otros agentes que se pueden utilizar para estimular las
contracciones uterinas e inducir el aborto después de las 12 semanas (solución salina
8
Fármaco citotóxico utilizado para tratar ciertos tipos de cáncer, la artritis reumatoide, la psoriasis y otras
afecciones
9
Fármaco citotóxico para tratar ciertos tipos de cáncer, artirtis reumatoide, psoriasis y otras afecciones). Panel Toxicológico de
la OMS se manifestó en contra del uso de metotrexato para inducir el aborto sobre la base de las preocupaciones relacionadas
con la teratogenicidad en caso de que el aborto no se complete con éxito. Se han informado defectos en los miembros y
anomalías en el cráneo y el rostro en los embarazos que continuaron tras un intento fallido de inducir un aborto con
metotrexato
18
hipertónica, ourea hiperosmolar, lactado de etacridina, oxitocina ) pero los datos sobre
su seguridad son limitados, pues los métodos y vías de administración son invasivos y
menos seguros. (OMS, 2012:46)
Es importante mencionar que no todas las mujeres son candidatas para este tipo de
procedimiento, se debe realizar un examen para tener la certeza de que la mujer no
sufra de anemia, este procedimiento debe ser realizado siempre bajo estricta
supervisión médica por si se presentan complicaciones.
MÉTODO QUIRÚRGICO
TIEMPO DE
MÉTODO EFICACIA PROCEDIMIENTO RIESGOS
GESTACIÓN
9 semanas Aspiración de Índice de aborto Evacuación del Infección
vacío manual completo entre el contenido uterino a pélvica, hemorragia
95% y 100%. través de una cánula excesiva, lesión del
0.1% de mujeres plástica o de metal cuello del
sufre unida a una fuente de útero, evacuación
complicaciones vacío. El vacío se crea incompleta,
utilizando un aspirador perforación del
plástico de 60 ml útero,
sostenido y activado con complicaciones con
la mano (también la anestesia y
llamado jeringa). continuación
Lleva entre 3 y 10 del embarazo
minutos y puede
realizarse de manera
ambulatoria, utilizando
analgésicos o anestesia
local.
30 minutos de
recuperación en el
hospital si se utilizó
anestesia local.
Máximo 12 a Dilatación y Método obsoleto Dilatar el cuello uterino Hemorragia
14 semanas curetaje de aborto con dilatadores excesiva, lesión del
cortante (DyC) quirúrgico y debe mecánicos o agentes cuello del
reemplazarse por farmacológicos y usar úter
la n aspiración de curetas de metal filosas
vacío o por los para raspar las paredes
métodos médicos. del útero
0.3% de mujeres
sufre
complicaciones
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Aspiración de Índice de aborto Evacuación del Infección
vacío manual completo entre el contenido uterino a pélvica, hemorragia
o eléctrica 95% y 100%. través de una cánula excesiva, lesión del
0.1% de mujeres plástica o de metal cuello del
sufre unida a una fuente de útero, evacuación
complicaciones vacío. La aspiración de incompleta,
vacío eléctrica (AVE) perforación del
utiliza una bomba de útero,
vacío eléctrica. Con la complicaciones con
aspiración de vacío la anestesia y
manual (AVM), el vacío continuación
se crea utilizando un del embarazo
aspirador plástico de 60
ml sostenido y activado
con la mano (también
llamado jeringa).
Lleva entre 3 y 10
minutos y puede
realizarse de manera
ambulatoria, utilizando
analgésicos o anestesia
local.
20
Como ya mencionamos, el aborto siempre estuvo presente en todas las sociedades,
una de las expresiones más claras es el aborto usando plantas medicinales o también
llamado aborto natural o casero.
Consideramos importante mencionar que las hierbas abortivas pueden ser toxicas si
son utilizadas de manera negligente (falta de información), los aceites esenciales de
estas plantas suelen ser dañinos para el cuerpo ante un uso prolongado (no se
recomienda su uso diario), no se debe ingerir ni introducir en el cuerpo sin supervisión
de un experto.
21
Existe una gran variedad de plantas y hierbas, ya sea solas o combinadas producen la
expulsión del embrión. Estas son las hierbas abortivas que se utilizan más a menudo y
con los resultados deseados en un periodo de embarazo de hasta 4-5 semanas pero
no más de 6. Entre los remedios caseros para abortar son las primeras en la lista pero
también se está utilizando la vitamina C (el Ácido Ascórbico es considerada una de las
posibilidades menos toxicas y más efectivas en los abortos caseros principalmente
antes de la quinta semana de embarazo).
22
manera negligente y sin información, las infusiones de ruda están indicadas para
producir un aborto, se debe consumir diariamente unas dosis (se recomienda
acompañarlo con chocolate), provoca violentas contracciones y posterior
eliminación del producto, su consumo en exceso puede provocar fallas renales.
El aborto es una realidad concreta que ha estado presente en todas las sociedades
desde hace tiempos inmemoriales, a la luz o a la oscuridad sea penalizado o no, tema
principal de acalorados debates que han dividido al mundo en dos posturas: Los que
están a favor de la legalización del aborto y los que están en contra de la legalización
del aborto.
Es importante señalar que vivimos en una sociedad llena de prejuicios, de doble moral,
donde la desinformación reina.
El aborto es una realidad ineludible para la sociedad. Ya sea que el aborto se de con
mayores restricciones legales, disponible a requerimiento, o legal, la probabilidad de
que una mujer tenga un embarazo no deseado y que intente un aborto inducido es
prácticamente la misma. (OMS, 2012: 17).
En promedio todas las mujeres abortan al menos dos veces en el transcurso de sus
vidas y a pesar de que se dispone de intervenciones seguras, simples y eficaces
basadas en la evidencia y recomendados por Organismos Internacionales, cada año se
registran casi 22 millones de abortos inseguros, que siguen contribuyendo de forma
23
relevante a la carga mundial de mortalidad y morbilidad maternas. (Centro de prensa
OMS: 2016)
Además de las consideraciones médicas sobre la realidad del aborto, debemos tomar
en cuenta también, que un aborto peligroso e inseguro se da por una serie de
determinantes sociales, económicas y jurídicas; por ejemplo el contexto jurídico, la
disponibilidad de servicios de abortos sin riesgos, el nivel de estigmatización de las
sociedad hacia el aborto, el grado de acceso de la mujer a información aborto, la
situación socioeconómica.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) cada año, se estima que quedan
embarazadas 208 millones de mujeres. Entre ellas, el 59% (123 millones) tienen un
embarazo planificado (o deseado) que culmina con un nacimiento con vida, un aborto
espontáneo o una muerte fetal intrauterina. El 41% restante (85 millones) de los
embarazos es no deseado. (OMS, 2012: 20)
La OMS calcula que cada año se realizan unos 22 millones de abortos peligrosos en
todo el mundo, casi todos ellos en países en desarrollo. De los cuales 47.000 provocan
defunciones y más de 5 millones conllevan complicaciones.
Debido a la ilegalidad y penalización del aborto las mujeres que deciden practicarse
uno no tienen otra opción de someterse a un aborto peligroso e inseguro. Como
24
señalamos anteriormente de los 22 millones de abortos peligrosos en el mundo
anuales, 47.000 provocan la muerte de la mujer que se somete al procedimiento.
10
Datos extraídos de OMS 2012
25
International – Bolivia indica que 80 mil las mujeres que abortamos cada año, dato
que sigue siendo conservador si tomamos en cuenta la ley de la estadística que nos
dice que hay que multiplicar cada caso por diez para tener una cifra más ajustada a la
realidad. Entonces estaríamos hablando de que, al día, aproximadamente 219 mujeres
se enfrentan con un aborto clandestino en Bolivia. Las ciudades con altos índices de
abortos inseguros son El Alto, Santa Cruz y Cochabamba.
Los datos también nos muestran que no existe una clasificación específica para las
mujeres que abortan; todas ellas, independientemente de sus condiciones económicas,
sociales, culturales, religiosas, estado civil, educación, etc., pueden tomar esa decisión.
Así, el 84% que acudieron a un centro de salud por complicaciones debido a un aborto
están casadas o en unión, y el 71% ya tiene hijos(as) (Datos IPAS Bolivia).
aborto incompleto: Cuando no se retiran o se expulsan del útero todos los tejidos
embrionarios.
26
Hemorragias: Sangrado abundante durante o después del procedimiento
quirúrgico o médico.
Infecciones que si no son tratadas a tiempo y correctamente sufren
complicaciones de alto riesgo.
Perforación uterina: Cuando durante el procedimiento de un aborto quirúrgico
algún objeto afilado atraviesa el útero.
Daños en el tracto genital y órganos internos: Debidos a la introducción de
objetos peligrosos tales como varillas, agujas de tejer o vidrio roto en la vagina o
el ano se provocan daños que provocan infecciones o hemorragias de alto
riesgo.
La barrera entre riesgo mínimo y riego mayor está marcada por la legalidad o la
ilegalidad de la práctica del aborto en un determinado país, puesto que, como señala
la OMS, el contexto jurídico y el nivel de seguridad están estrechamente enlazados.
27
Sin embargo es necesario aclarar que si bien aborto ilegal no es sinónimo de aborto
peligroso, los datos estadísticos sobre mortandad y complicaciones de rego mayor a
causa de abortos en lugares donde el ilegal es alarmante mayor a la de países donde
es legal.
Los lugares donde la ley permite el aborto lo hace para salvar la vida de la mujer,
preservando su salud física y mental. La OMS (2012) señala que en los países donde
la legislación permite realizar un aborto según indicaciones amplias, la incidencia y
complicaciones de un aborto inseguro en general son menores que en los lugares
donde el aborto legal está más restringido.
En los países con leyes de aborto permisivas, principalmente, los países desarrollados,
no aumentan las tasas de aborto, mientras que en los países con leyes de aborto muy
restrictivas, principalmente los países en desarrollo, existen altas tasas de aborto
inseguro. De todos los abortos inseguros realizados en el año 2003, el 97% ocurrió en
países en desarrollo con leyes de aborto restrictivas. (Datos Colectivo Rebeldía, Sucre)
Prácticamente en todos los países desarrollados, los abortos sin riesgos se ofrecen en
forma legal a requerimiento o sobre una amplia base social y económica, y es posible
disponer y acceder fácilmente a los servicios en general. En los países donde el aborto
inducido legal está sumamente restringido la tasa de abortos peligrosos es más alta.
Incluso en lugares como Bolivia donde la práctica del aborto es legal en algunas
excepciones, las mujeres que deciden hacerse un aborto enfrentan varios obstáculos
además de la legislación restrictiva, entre ellos la OMS señala:
28
o suministro de información engañosa
o autorización de terceros
o pruebas médicas innecesarias que retrasan la atención.
Tipificar como delito una conducta es sancionar una acción por la legislación penal,
usualmente con penas de cárcel. En este caso específico significa que las mujeres que
consienten un aborto y el personal de salud que se los realiza, deban enfrentar un
proceso judicial.
Es usual que en ciertos países, especialmente en América Latina, como en Bolivia, la
despenalización del aborto se permita en ciertas causales, es decir, por causas que se
consideran una excepción al delito del aborto, por ejemplo cuando el embarazo pone
en riesgo la salud o la vida de la mujer, cuando el embarazo es resultado de alguna
forma de violencia sexual, cuando el feto tiene alguna malformación que no le permitirá
sobrevivir más allá del parto o cuando la mujer se encuentra en condiciones de
pobreza.
Que el aborto esté penalizado no impide que suceda, lo que sí logra es empujar a las
mujeres que lo buscan a la clandestinidad, exponiéndolas a múltiples peligros para su
salud, su integridad física y hasta su vida.
29
deseado y también recibirán orientación y métodos para no tener que recurrir
nuevamente a abortos. Además se puede controlar la prestación de este servicio en
forma segura. Lo que permite que las mujeres puedan denunciar casos de negligencia
y maltrato cuando acudan a estos servicios, cosa que ahora no pueden hacer. Y al
mismo tiempo ee podrán contar con datos sobre la cantidad de mujeres que abortan en
el país, para plantear otras políticas de salud que ayuden a dar respuesta a este
problema.
Existen centros médicos o clínicas (en la mayoría de casos clandestinas), que ofrecen
el servicio de aborto quirúrgico. Según una investigación que realizo el periódico EL
DEBER en Santa Cruz (29 julio 2013), logro constatar que existen clínicas instaladas
en mercados o consultorios que ofrecen el servicio de aborto quirúrgico o con
fármacos dependiendo del tiempo de gestación, cobran desde Bs 1.000 hasta $us
2.000, este monto asegura seguridad médica, higiene, comodidad y absoluta reserva ,
este es un monto elevado al que pocas mujeres pueden acceder, las mujeres que no
cuentan con los recursos para este servicio se ven obligadas acudir a clínicas o
centros médicos clandestinos, instalados en precarias condiciones, consultorios
30
improvisados, médicos de dudosa formación, donde que no existe la mínima condición
sanitaria ni de seguridad y trato digno a las mujeres.
Por ultimo debemos mencionar la venta de hierbas e infusiones abortivas, que a pesar
de ser naturales muchas veces son toxicas para el organismo y en muchos casos los
conocimientos que se tienen de estas plantas e infusiones son solo anécdotas
compartidas y no tienen un estudio científico, al ser consumidas en grandes
cantidades tienen efectos dañinos para la salud, por ejemplo: la infusión de ruda; esta
planta provoca contracciones y la posterior eliminación del feto o embrión, pero a su
vez al ser consumida provoca daños renales irremediables para la mujer, es mucho
mas fácil y económico conseguirlas pero al igual que los otros métodos puede fracasar
y pone en riesgo la salud.
En Bolivia han existido denuncias de maltrato hacia mujeres que acceden a estos
centros, siendo juzgadas por haberse embarazado, por su edad, aspecto físico,
sexualidad. Incluso han existido casos graves de violencia sexual de las que han sido
víctimas por parte del personal que las atiende. Situaciones que al estar en la completa
31
clandestinidad la mujer no tiene ninguna opción de denunciar para hacer respetar sus
derechos fundamentales como persona y como mujer.
Como señala la OMS es difícil medir la muerte y las discapacidades relacionadas con
el aborto inseguro. Debido a que estas muertes o complicaciones se producen tras un
procedimiento clandestino o ilegal.
Dentro de todo el círculo de violencia de género en sus distintas formas que afectan al
área emocional, psicológica, moral y física de las mujeres, el aborto, desde el momento
de decidir si se lo realiza o no, el procedimiento y los efectos en su salud y efectos
jurídicos que pueden provocarse por la penalización que existe en nuestro país, se
convierte en una forma de violencia de género ya que además de ser una experiencia
exclusiva de mujeres, representa la invasión de su cuerpo y la penalización de sus
decisiones.
32
En 2014 hubo el caso de mujeres detenidas durante más de ocho horas por estar en
una clínica donde se practican abortos, pero no hubo ninguna acusación formal por el
Ministerio Público y fueron liberadas. Hasta ahora no conocemos casos de mujeres con
sentencia emitida por un juez por este motivo. (Cuerpa Autónoma, 2015: 58)
El aborto sin riesgos se ha vuelto en el privilegio de los ricos, que mejor ejemplo que la
investigación que realizo el periódico EL DEBER en la ciudad de Santa Cruz (29 julio
2013), logro constatar que existen clínicas instaladas en mercados o consultorios que
ofrecen el servicio de aborto quirúrgico o con fármacos dependiendo del tiempo de
gestación, cobran desde Bs 1.000 hasta $us 2.000, este monto asegura seguridad
médica, higiene, comodidad y absoluta reserva.
Como se muestra las mujeres de escasos recursos no tienen otra opción que
someterse a un aborto peligroso pero menos costoso, acudiendo a proveedores
inseguros, en caso de tener alguna complicación posterior deben someterse a nuestro
deficiente sistema de salud público, que aparte de estar muy limitado esta saturado,
esto una vez más se traduce en la muerte de una mujer de escasos recursos que no
pudo acceder a un aborto seguro.
Entonces basados en este concepto sobre la educación sexual podemos decir que los
componentes más importantes de una buena educación sexual son la información
33
correcta y adecuada sobre el cuerpo y la sexualidad, esta información nos permite el
desarrollo de habilidades tales como el pensamiento crítico, métodos de comunicación
y negociación, amor propio y respeto por los demás y por último, alientan el respeto a
sí mismo y una actitud no pre juzgante ni discriminante.
34
Sin embargo, Bolivia tiene el segundo índice más alto de mortalidad materna en la
región con 229 muertes/100,000 niños/as nacidos vivos; 627 mujeres mueren al año
por complicaciones del embarazo, parto y puerperio; el aborto inseguro es la tercera
causa de mortalidad materna (9,1%). Además una de las tasas de incidencia y
mortalidad más altas del mundo: según estimaciones de la OMS, entre 4 y 5 mujeres
mueren al día por Cáncer de Cuello Uterino. El CACU es una de las enfermedades
más frecuentes en las mujeres de 35 a 64 años de edad.
Sólo el 12,5% de adolescentes y jóvenes con vida sexual activa utilizan algún método
anticonceptivo. Hace énfasis que 3 de cada 4 embarazos de mujeres entre 15 y 19
años no son planificados y el 17% de los mismos son producto del delito de violación.
Las políticas de adopción en Bolivia son bastante restrictivas, es por ello, que más que
adopciones lo que se tienen son centros de acogida ya saturados y en los que no se
35
tiene la capacidad de acoger a niños ya convertidos en adolescentes, expulsándolos al
cumplir una determinada edad, a la sociedad, sin brindarle los medios ni recursos para
que puedan valerse por sí mismos. (Datos IPAS)
Estas mismas mujeres pobres al enfrentarse a un embarazo no deseado son las que
a pesar de la ilegalidad del aborto recurrirán a el, como único medio de solución en la
clandestinidad poniendo en riesgo su salud a corto y largo plazo y en riesgo de muerte
en las peores circunstancias.
Es muy importante que las mujeres estén informadas acerca de lo que significa un
embarazo, para que una vez embarazadas accedan al servicio de salud
correspondiente y en caso de someterse a un aborto tener en cuenta que es
información imprescindible el tiempo de embarazo y las complicaciones que existen
cuando se somete al procedimiento en la clandestinidad.
36
El sistema de salud que debería ser encargado de dar una detallada información de
los métodos anticonceptivos, pero limitan su tarea a la distribución de preservativos, no
informan sobre los otros métodos anticonceptivos como ser: DIU (dispositivo
intrauterino), el uso del implante hormonal, consumo de pastillas anticonceptivas.
Cuando una mujer acude a un centro de salud público en busca de un método
anticonceptivo, se enfrenta a un congestionado sistema de salud (donde no se dan los
métodos anticonceptivos todos los días), la atención es demasiado limitada, y los
profesionales de salud no despejan todas las dudas que una persona puede tener.
37
Se denomina “embarazo adolescente” al que ocurre durante la adolescencia de la
madre; también se suele designar como “embarazo precoz”, ya que se presenta antes
de que la madre haya alcanzado la suficiente madurez emocional para asumir la
compleja tarea de la maternidad. La OMS lo considera embarazo de riesgo, por ser la
causa principal de mortalidad de jóvenes, ya sea por complicaciones del parto o debido
a abortos practicados en condiciones de inseguridad.
Desde un punto de vista médico preventivo, se puede afirmar que el inicio precoz de
las relaciones sexuales sin utilización de métodos anticonceptivos es un factor
importante. Desde la perspectiva familiar, se puede señalar que la desintegración
familiar, la poca comunicación con los padres, la falta de enseñanza acerca de los
riesgos son otras tantas variables que intervienen en su producción. También debieran
remarcarse, como causas importantes del embarazo adolescente y sus consecuencias
negativas, al contexto de pobreza y la falta de oportunidades vitales.
38
pero también a acciones de apoyo por parte del Estado para mejorar la calidad de vida
de las jóvenes embarazadas.
Por otra parte, una ley no impone ya que la misma constitución señala el respeto a la
libertad individual de sus ciudadanos, por tanto el Estado Laico es base fundamental de
una democracia real porque protege y garantiza el ejercicio de los derechos
ciudadanos plenos, donde la despenalización del aborto o criminalización del mismo no
debe responder a imposiciones morales o religiosas. Ya que enfrentamientos
ideológicamente conservadores no reparan los embarazos no deseados y abortos, y al
contrario sólo provocan la criminalización legal y social a las mujeres que recurren a
centros clandestinos e inseguros, creándoles miedos y culpas por sus decisiones
(Brañez, 2015)
39
7. El aborto como problema de salud pública
Durante mucho tiempo ha existido un consenso acerca del impacto del aborto inseguro
sobre la salud pública. La cantidad de declaraciones y resoluciones firmadas por los
países dan cuenta de que el aborto inseguro es una causa importante de mortalidad
materna, que puede, y debe, prevenirse mediante la educación sexual, la planificación
familiar y la atención posterior al aborto en todos los casos. En consecuencia, la
justificación lógica desde el punto de vista de la salud pública para evitar el aborto
inseguro es clara e inequívoca (OMS, 2012: 19)
40
La misma institución para acelerar el avance hacia los objetivos y las metas de la
Asamblea Mundial de la Salud observa que “…cuando el aborto es realizado por
personal debidamente capacitado en condiciones médicas modernas, es sumamente
raro que se produzcan complicaciones y el riesgo de muerte es insignificante” y que
todo centro y profesional médico debe brindar una atención inmediata a la mujer que lo
precise.
Por lo que concluimos que las medidas para fortalecer las políticas y los servicios
relacionados con el aborto deben tener como base las necesidades sanitarias y los
derechos humanos de las mujeres y una comprensión rigurosa del sistema de
prestación de servicios y un contexto social, cultural, político y económico más amplio.
Planteando una atención de buena calidad, siguiendo las recomendaciones de
Organismos Internacionales de salud y derechos humanos, y con personal capacitado
que tome en cuenta el factor fundamental que es el tiempo de embarazo y si se trata de
un embarazo intrauterino. Aquellos centros que no tengan personal ni equipamiento
adecuado para inducir el aborto deben contar con la posibilidad de derivar a la mujer a
un centro apto y cercano. También el personal en los centros médicos deben tener la
capacidad de dar información pertinente y adecuada sobre los métodos y los
procedimientos que se utilizaran para atender a la mujer, asegurarse de su estabilidad y
de anticoncepción que se le puede brindar tras el procedimiento. Toda atención debe
darse a la mujer independientemente de su edad, raza, clase, o sus circunstancias que
la llevan a tomar la decisión de abortar.
Para lo anterior debe tomarse en cuenta que las normas de las Naciones Unidas piden
a todos los países que proporcionen tratamiento inmediato y sin reserva a toda persona
que solicite atención médica de emergencia. (Ganatra, 2014: 19)
41
significan someterse a un aborto inseguro debido a la clandestinidad en la que se les
realizan los abortos.
En esta parte trataremos el aborto como problema económico desde una perspectiva
de problema económico para el Estado, ya que los casos de complicaciones
posteriores al procedimiento del aborto médico, quirúrgico o con plantas abortivas, sea
en el marco de las excepciones legales o la ilegalidad (clandestinidad), recaen en la
salud pública.
Según estimaciones de la OMS en 2006 se gastaron $680 millones para tratar graves
consecuencias de abortos peligrosos. Asimismo, se precisaran otros $370 millones
para satisfacer plenamente las necesidades de tratamiento de complicaciones
derivadas de abortos peligrosos. (OMS: 2016)
Mantener leyes muy restrictivas sobre el aborto que penalizan a las mujeres, va en
contra de las protecciones de los derechos humanos de los tratados regionales e
internacionales firmados por Bolivia, entre ellos la Convención sobre la Eliminación de
Todas las Formas de Discriminación Contra la Mujer (CEDAW); la Convención
Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia Contra la Mujer; el
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y el Pacto Internacional de
Derechos Económicos, Sociales y Culturales.
42
políticas públicas, han recomendado reiterativamente al Estado boliviano la revisión de
la legislación restrictiva respecto de la criminalización del aborto, añadiendo que siendo
la tercera causa de muerte de mujeres en edad reproductiva (9,1%) por complicaciones
de abortos realizados en condiciones de riesgo, inseguro e insalubres, especialmente
de mujeres pobres y adolescentes, es necesario considerarlo como un problema de
salud pública y por lo tanto permitir la interrupción legal del embarazo en condiciones
seguras.
11
Datos extraídos de Kane, Guillian 2015
12
Anand Grover, Relator Especial sobre el Derecho a la Salud del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones
Unidas.
43
obtener servicios de salud de calidad para tratar las complicaciones derivadas del
aborto, incluidos los practicados en condiciones peligrosas y los abortos espontáneos.
Esa atención debe ser incondicional, aun cuando el aborto conlleve sanciones penales,
no deberá depender de la posterior cooperación de la mujer en el enjuiciamiento penal,
y en ningún caso podrá utilizarse como prueba contra ella ni contra quienes hayan
practicado el aborto. La legislación no debe obligar al personal sanitario a denunciar a
las autoridades policiales o judiciales a las mujeres que hayan recibido atención
relacionada con el aborto.”
Entre sus conclusiones: “Despenalizar el aborto y derogar las leyes conexas, como las
relativas a la facilitación del aborto.”
44
Derecho a la igualdad y no discriminación. Todas las personas tienen el mismo
derecho a obtener el más alto nivel posible de atención médica e igualdad ante la ley y
ante los tribunales y las cortes de justicia. (Guillian, 2015: 13)
45
profesionales de la salud nieguen atención a las mujeres con complicaciones de
abortos inseguros con el propósito de obtener una confesión para imponer castigo
penal.
Los resultados de la investigación en Bolivia, que mostraron casos de mujeres que
fueron arrestadas en el hospital mientras recibían atención médica o fueron esposadas
a las camas hospitalarias, son claros ejemplos de violación del derecho a vivir libre de
tortura o trato degradante. (Guillian, 2015: 13)
Art. 4º (Derecho a la vida) “Toda persona tiene derecho a la vida. Este derecho estará
protegido por la ley y, en general, a partir del momento de la concepción. Nadie será
privado de la vida arbitrariamente”.
De acuerdo a este precepto que fue ratificado por el Estado Boliviano se prohíbe el
aborto y protege la vida desde la concepción sin dejar lugar a ninguna duda. Y por lo
46
tanto la privación de este derecho debería ser regulado por la ley que es lo que se
recomienda.
Art. 6: “El derecho a la vida es inherente a la persona humana. Este derecho estará
protegido por la Ley. Nadie podrá ser privado de la vida arbitrariamente.”
2. Legislación Nacional
2.1. Constitución Política del Estado
Art. 13. Los derechos reconocidos por esta constitución son inviolables, universales,
interdependientes, indivisibles y progresivos. El Estado tiene el deber de promoverslos,
protegerlos y respetarlos.
Art. 15.
Art. 410. II “…..El boque de constitucionalidad está integrado por los Tratados y
Convenios internacionales en materia de Derechos Humanos y las normas de derecho
Comunitario, ratificados por el país….” Los mismos que regulan el derecho a la vida.
Art. 1º. II establece: “Al que está por nacer se lo considera nacido para todo lo que
pudiera favorecerle, y para ser tenido como persona basta nacer con vida.”
47
Art. 6. (Protección de la vida) La protección a la vida y a la integridad física de las
personas se ejerce conforme a las normas establecidas en el Código presente y las
demás leyes pertinentes.
Art. 263. (Aborto) “El que causaré la muerte de un feto en el seno materno o provocare
su expulsión prematura será sancionado:
48
Art. 264 (aborto seguido de lesión o muerte) “Cuando el aborto con el consentimiento
de la mujer fuere seguido de lesión, la pena será de privación de libertad de 1 a 4 años;
y si sobreviniere la muerte, la sanción será agravada en una mitad.
Art. 265 (Aborto honoris causa) “Si el delito fuere cometido para salvar el honor de la
mujer, sea por ella misma o por terceros, con consentimiento de aquella, se impondrá la
reclusión de seis (6) meses a dos (2) años, agravándose la sanción en un tercio, si
sobreviniere la muerte”.
Art. 266 (Aborto impune) “Cuando el aborto hubiere sido consecuencia de un delito de
violación, rapto no seguido de matrimonio, estupro o incesto, no se aplicará sanción
alguna, siempre que la acción penal hubiere sido iniciada. Tampoco será punible si el
aborto hubiese sido practicado con el fin de evitar un peligro para la vida y la salud de la
madre y si este peligro no podía ser evitado por otros medios.
En ambos casos, el aborto deberá ser practicado por un médico, con el consentimiento
de la mujer y autorización judicial en su caso.
Art. 267 (Aborto forzado) Quien mediante violencia física, psicológica o sexual contra
la mujer le causare un aborto, será sancionado con reclusión de cuatro (4) a ocho (8)
años.
Art. 268 (Aborto culposo) El que por culpa causare un aborto, incurrirá en prestación
de trabajo hasta un (1) año.
Art. 269 (Práctica habitual del aborto) El que se dedicare habitualmente a la práctica
del aborto, incurrirá en privación de libertad de uno (1) a seis (6) años.
49
Sucre, 5 de febrero de 2014
SALA PLENA
Magistrado Relator: Efren Choque Capuma
Acción de inconstitucionalidad abstracta
Expediente: 00320-2012-01- AIA
Departamento: La Paz
50
El art. 263 del CP, refiere que el que causare la muerte de un feto en el seno materno
o provocare su expulsión prematura, será sancionado con privación de libertad, de dos
a seis años, si el aborto fuere practicado sin el consentimiento de la mujer o si ésta
fuere menor de dieciséis años, de uno a tres años, si fuere practicado con el
consentimiento de la mujer y, con reclusión de uno a tres años, a la mujer que hubiere
prestado su consentimiento. La tentativa de la mujer, no es punible.
Dicha norma establece una presunción dolosa en la realización del aborto,
sancionando a la mujer que en pleno ejercicio de sus derechos reproductivos,
consagrados por el art. 66 de la CPE, decide realizar la interrupción voluntaria de su
embarazo en condiciones de seguridad y antes de las doce semanas de embarazo. La
sanción se aplica por el sólo hecho de realizar la interrupción voluntaria del
embarazo, obligando de esta manera a las mujeres bolivianas a tener que recurrir
a abortos realizados en condiciones de insalubridad y clandestinidad.
Al estar vigente el citado art. 66 de la Norma Suprema, la mujer adquiere el pleno
derecho a decidir la interrupción voluntaria del embarazo, por lo que las
condiciones sanitarias y de establecimientos de salud en que el mismo debe ocurrir
deberán ser regulados por los organismos pertinentes en el ámbito de la salud pública;
bajo este criterio también quedan al margen de la Constitución los arts.
ART. 264 (aborto seguido de lesión o muerte) y 265 (aborto honoris causa), ambos del
CP; toda vez, que los mismos parten del desconocimiento de la mujer en su
derecho a la interrupción voluntaria del embarazo, debiendo ambas instituciones
ser reguladas en el ámbito de la salud pública y no del derecho penal; por lo que los
artículos citados vulneran los arts. 8.II, 14.I y II, 15.I, II y III, 35.I, 66 y 109.I de la CPE.
La penalización del aborto, en ese contexto, tiene una directa incidencia en el legítimo
derecho a la salud de las mujeres, debiendo tenerse presente que la CEDAW ha
recomendado revisar la legislación que penaliza el aborto, fundado en la preocupación
de la elevada tasa de mortalidad materna por abortos ilegales; por su parte el Comité
de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de Naciones Unidas recomendó a
Bolivia la adopción de medidas necesarias, incluyendo medidas legislativas para
afrontar el problema de la mortalidad de mujeres a causa de abortos clandestinos (E/C
12BOL/CO/2,2008).
Asimismo, la Conferencia Internacional de las Naciones Unidas sobre población y
Desarrollo realizada en El Cairo en 1994, se acordó “mejorar la salud y el bienestar de
la mujer” y “reducir considerablemente el número de muertes y la morbilidad causados
51
por abortos realizados en malas condiciones”.
El art. 266 del CP, refiere que cuando el aborto hubiere sido consecuencia de un delito
de violación, rapto no seguido de matrimonio, estupro o incesto, no se aplicará sanción
alguna, siempre que la acción penal hubiere sido iniciada. Lo dicho contempla la
necesidad que la acción penal haya sido iniciada por los delitos detallados,
hecho inconstitucional, puesto que para que la persecución penal del Estado se
active, basta la sola denuncia de los delitos mencionados, no siendo necesario el
inicio de una acción formal a través de la presentación de una querella; asimismo,
en ningún caso los delitos deben estar comprobados, puesto que ello implicaría
esperar la conclusión de los procedimientos penales, por lo que para la
realización del aborto en ese marco deberá interpretarse que basta con la sola
denuncia de la víctima de esos delitos o de cualquier persona a su nombre.
El citado artículo señala igualmente que será punible si el aborto hubiere sido
practicado con el fin de evitar un peligro para la vida o la salud de la madre y si este
peligro no podía ser evitado por otros medios. Al respecto, esta norma deberá
interpretarse en el sentido que la determinación del peligro para la vida o salud física
o psicológica de la madre debe ser de exclusiva responsabilidad de los
prestadores de salud bajo cuyo cuidado se encuentre la mujer.
En cuanto al párrafo tercero del mencionado artículo, relativo a que en ambos (aborto a
consecuencia de un delito o practicado con el fin de evitar un peligro para la vida o la
salud de la madre), el aborto debe ser practicado por un médico, con el consentimiento
de la mujer y autorización judicial en su caso; dicha norma debe interpretarse en el
sentido que la autorización judicial sólo será necesaria en caso de incapacidad de la
propia mujer y ante la ausencia de un representante legal o persona bajo cuya esfera o
cuidado se encuentre y que pueda dar su consentimiento, máxime si nuestra
legislación no contempla que la autoridad jurisdiccional está llamada a otorgar
autorización y, menos, haya un procedimiento sumarísimo para tal objeto. En mérito a
lo anteriormente desarrollado, el art. 266 del CP, es contrario a los arts. 8.II, 14.I y II,
15.I, II y III, 35.I, 66 y 109.I de la CPE.
El art. 269 del CP, prevé que el que se dedicare habitualmente a la práctica de aborto,
incurrirá en privación de libertad de uno a seis años, previsión que sanciona a
profesionales de la salud que prestan servicios requeridos por mujeres que
ejercen plenamente sus derechos reproductivos, obligándolas a practicarse
abortos en condiciones de clandestinidad e insalubridad; por lo tanto, la práctica
52
habitual del aborto, entendido como la interrupción voluntaria del embarazo no es un
delito, por lo que debe ser regulado por las autoridades pertinentes en el ámbito de la
salud pública. Por lo previamente referido, este artículo vulnera lo establecido por los
arts. 8.II, 14.I y II, 15. I. II y III, 35.I, 66, 109.I de la CPE.
53
comisión de un hecho delictivo, que desde ningún punto de vista puede ser
justificación para la despenalización del aborto. Al efecto, la acción interpuesta en el
presente caso, contrario a demandar la inconstitucionalidad de una norma del sistema jurídico
vigente, pretende exigir un derecho a la interrupción voluntaria del embarazo, no siendo esta
la vía pertinente para hacer valer tal pretensión.
Es necesario hacer notar que la accionante solamente incluye nominalmente la impugnación
de los arts. 264 y 265 del CP, por lo que no hubo la debida fundamentación respecto a estos
dos artículos del mencionado Código.
Sobre el aborto impune previsto en el art. 266 del CP, es necesario aclarar que dentro de los
delitos contra la libertad sexual, como ser la violación, rapto, estupro o incesto, según el art. 19
del CPP, se constituye en delitos de acción pública a instancia de parte, siendo esta
concordante con el art. 17 del mismo cuerpo legal, que establece: “Cuando el ejercicio de la
acción penal pública requiera de instancia de parte, la Fiscalía la ejercerá una vez que ella se
produzca, sin perjuicio de realizar los actos imprescindibles para conservar los elementos de
prueba, siempre que no afecten el interés de la víctima. Se entenderá que la instancia se ha
producido cuando se formule la denuncia del hecho”.
De la norma anteriormente citada, queda desvirtuado lo alegado por la accionante, sobre
la necesidad de que la víctima requiera presentar querella para iniciar la acción penal,
bastando sólo su denuncia para que la Fiscalía prosiga con la acción, incluso en
ausencia de la misma, siendo concordante esta interpretación con lo establecido por el art.
11 del indicado cuerpo legal, que claramente establece que el titular de la acción penal es el
Fiscal, quien debe continuar con el proceso hasta su conclusión.
En cuanto a la falta de necesidad de intervención judicial o autorización para el aborto, el
legislador efectúa esta previsión, en mérito a que el Juez y el Ministerio Público en
representación del Estado y de la víctima, mencionan que se hace imprescindible la
autorización judicial; toda vez que, la concepción en estos casos se produce a causa de un
delito, en consecuencia, es precisamente la autoridad judicial la que debe valorar y analizar la
autorización de la interrupción del embarazo.
En consecuencia es el Estado (por medio de la autoridad judicial) y no los particulares quienes
deben determinar la interrupción del embarazo producto de la agresión a la víctima, por lo que
no existe vulneración a los derechos de ésta, otorgándole en todo caso una tutela judicial
efectiva de acuerdo al art. 115 de la CPE.
Respecto al art. 266 del CP, en el mismo no se establece un tipo penal, sino una excusa
legal absolutoria; es decir, una causal de exclusión de la responsabilidad penal; que
54
para que sea válida y eficaz dentro de un proceso penal, se necesita la autorización de la
autoridad judicial, caso contrario podría imponerse al autor una pena privativa de libertad.
En lo que concierne al art. 269 del CP, como se ha advertido previamente en el art. 66 de la
CPE, si bien se establecen los derechos sexuales y reproductivos, no implica desde
ningún punto de vista un derecho al aborto, ya que se debe aclarar que el Estado
Plurinacional de Bolivia tiene como uno de sus pilares fundamentales el respeto a la
vida.
El derecho a la vida no solamente se encuentra reconocido en la Constitución Política
del Estado, sino también en los tratados y convenios sobre derechos humanos, los
cuales forman parte del bloque de constitucionalidad, tal es así que la Declaración
Universal de Derechos Humanos, instrumento que también componen al referido bloque, en
su art. 3 determina que todo individuo tiene el derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad
de su persona; mientras que en su art. 30 prohíbe a los Estados a adoptar medidas que
atenten contra el derecho a la vida; en el mismo sentido de protección a este derecho se
manifiesta dentro del su preámbulo de la Declaración Americana de los Derechos del Hombre
y del Ciudadano, en el que se establece que todo ser humano tiene derecho a la vida.
La Convención Americana sobre Derechos Humanos, más conocido como el Pacto de San
José de Costa Rica, ratificada por la Ley 1430 de 11 de marzo de 1993, en su art. 4 establece
que toda persona tiene derecho a la vida y que este derecho estará protegido por la Ley y en
general, a partir del momento de la concepción, por lo que nadie puede ser privado de la vida
arbitrariamente; criterio que es compartido por nuestra legislación, concretamente dentro del
Código Civil, en su art. 1 que establece que al que está por nacer se lo considera nacido para
todo lo que pudiera favorecerle, y para ser tenido como persona basta nacer con vida; en el
mismo sentido se encuentra el Código Niño, Niña y Adolescente en su art. 2 en el que se
declara como sujeto de protección al niño o niña, o todo ser humano considerado como tal a
partir de su concepción.
II.CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo
siguiente:
ARTÍCULO 263.- (Aborto). El que causare la muerte de un feto en el seno materno o
provocare su expulsión prematura, será sancionado:
55
1) Con privación de libertad de dos (2) a seis (6) años, si el aborto fuere practicado sin el
consentimiento de la mujer o si ésta fuere menor de diez y seis años (16).
2) Con privación de libertad de uno (1) a tres (3) años, si fuere practicado con el
consentimiento de la mujer.
3) Con reclusión de uno (1) a tres (3) años, a la mujer que hubiere prestado su
consentimiento. La tentativa de la mujer, no es punible.
ARTÍCULO 264.- (Aborto seguido de lesión o muerte). Cuando el aborto con el consentimiento
de la mujer fuere seguido de lesión, la pena será de privación de libertad de uno (1) a cuatro
(4) años; y si sobreviniere la muerte, la sanción será agravada en una mitad.
Cuando del aborto no consentido resultare una lesión, se impondrá al autor la pena de
privación de libertad de uno (1) a siete (7) años; si ocurriere la muerte, se aplicará la de
privación de libertad de dos (2) a nueve (9) años.
ARTÍCULO 265.- (Aborto honoris causa). Si el delito fuere cometido para salvar el honor de la
mujer, sea por ella misma o por terceros, con consentimiento de aquella, se impondrá
reclusión de seis (6) meses a dos (2) años, agravándose la sanción en un tercio, si
sobreviniere la muerte.
ARTÍCULO 266.- (Aborto impune). Cuando el aborto hubiere sido consecuencia de un delito
de violación, rapto no seguido de matrimonio, estupro o incesto, no se aplicará sanción
alguna, siempre que la acción penal hubiere sido iniciada.
Tampoco será punible si el aborto hubiere sido practicado con el fin de evitar un peligro para la
vida o la salud de la madre y si este peligro no podía ser evitado por otros medios.
En ambos casos, el aborto deberá ser practicado por un médico, con el consentimiento de la
mujer y autorización judicial en su caso. (…)
ARTÍCULO 269.- (Práctica habitual de aborto). El que se dedicare habitualmente a la práctica
de aborto, incurrirá en privación de libertad de uno (1) a seis (6) años.
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III.7. Los principios limitadores del poder punitivo del Estado
Como anota Emiliano Borja, el “Estado democrático debe guardar un cuidadoso equilibrio
entre protección de las libertades fundamentales del ciudadano, por supuesto también a través
de la legislación penal y la propia limitación de su poder punitivo hasta el límite de lo
estrictamente necesario para preservar la pacífica convivencia…Esto significa que el Estado
no puede catalogar como delito todo aquello que le moleste y que le incomode. No
puede sancionar bajo pena meros criterios morales, o la disidencia política, o la
diferente forma de entender el mundo, la diversidad cultural o el concreto modo de ser
del individuo. Pues si la pena es el instrumento represivo del Estado, que más
intensamente ataca a los derechos y bienes del individuo, el recurso a la sanción debe
estar legitimado…”
Conforme a ello, el derecho penal no debe convertirse en un instrumento para sancionar
criterios morales, como tampoco debe ser un medio de control ni de criminalización a
un determinado grupo social o a un género que por sus necesidades en el ámbito de
sus derechos a la salud, sexuales y reproductivos, acuden a determinadas prácticas
para la defensa de esos derechos.
Ahora bien, de acuerdo al principio de intervención mínima, el derecho penal solo debe
intervenir en los casos de ataques muy graves a los bienes jurídicos más importantes. En
otras palabras, en virtud a este principio, las sanciones penales deben ser las indispensables,
en beneficio de otras sanciones o incluso la tolerancia de los ilícitos más leves. Tiene como
principales manifestaciones, bien la descriminalización de conductas tipificadas cuya
significación social haya cambiado con el paso del tiempo, bien la sustitución de las
penas tradicionales por otras menos perjudiciales para el condenado o más acordes
con las finalidades que la Constitución atribuye a aquélla.
III.8. Análisis sobre la constitucionalidad de normas impugnadas
III.8.4. Delitos contra los deberes de asistencia familiar: abandono de mujer embarazada
El artículo 250 del CP, sobre el “abandono de la mujer embarazada” establece que: “El que
fuera de matrimonio hubiere embarazado a una mujer y la abandonare sin prestarle la
asistencia necesaria, será sancionado con reclusión de seis (6) meses a tres (3) años” y en un
segundo párrafo, que “La pena será de privación de libertad de uno (1) a cinco (5) años, si a
consecuencia del abandono la mujer cometiere un delito de aborto, infanticidio, exposición o
abandono del recién nacido, o se suicidare”.
La accionante alega que dicha norma es contraria a la Constitución Política del Estado, por
cuanto el tipo penaliza únicamente la conducta de abandono de la mujer que no contrajo
57
matrimonio, estableciendo una discriminación contra la mujer que estando casada y
embarazada es abandonada por su marido.
De la lectura del ambos tipos, en primer lugar cabe señalar que, de acuerdo al art. 250 del CP,
el abandono de mujer embarazada se sanciona con la pena de reclusión de seis meses a tres
años; en tanto que la sanción para el Abandono de Familia es de seis meses a dos años o
multa de cien a cuatrocientos días; consiguientemente, es evidente que existiría un reproche
penal menor a quien estando casado abandona a la mujer, aunque, la diferencia con relación
al texto de la norma no es menor; en el caso en el que de manera explícita se impone una
mayor sanción es para el caso en el que la mujer fuera de matrimonio se encuentra
embarazada.
En el marco del principio de “igualdad”, que comprende no solo como un valor aplicable en la
relación entre mujeres y hombres, sino también se puede ampliar a la “igualación” y
“restitución” de derechos entre las propias mujeres, debido a la desigualdad económica y
social que las diferencia. En este marco la norma penal debe garantizar la misma protección
del abandono de mujer embarazada sea dentro o fuera del matrimonio. En este sentido
corresponde declarar la constitucionalidad condicionada de dicha norma, siempre y cuando se
entienda que la misma incluye al abandono de la mujer embarazada dentro del matrimonio.
En segundo lugar, es preciso señalar que el artículo objeto de análisis configura el delito sobre
la base de la noción de “…abandono sin brindar asistencia…”, al respecto, este artículo debe
ser comprendido en función del bien jurídico que protege; es decir, el deber de asistencia
familiar, en el caso de una mujer en estado de gestación, este deber no precisa ser
comprendido como la obligación que tiene el progenitor de permanecer físicamente en el
mismo domicilio que la madre gestante, sino como la acción u omisión tendiente al desamparo
de ésta, pues el estado gestacional importa una serie de requerimientos materiales, en los
cuales no resultaría aceptable que el progenitor huya a su obligación de brindar apoyo en
todas sus dimensiones, situación que no involucra una obligación de que el progenitor se
quede en el mismo espacio físico, pues ello limitaría los derechos de éste de residir en el
domicilio o en el lugar que este elija en atención del ejercicio de su derecho a la libertad de
circulación vinculado con el libre desarrollo de su personalidad garantizados por el arts. 7 de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos y 21.7 de la CPE, lo contrario significaría
una intromisión en la vida privada de las personas inaceptable constitucionalmente. Asimismo,
58
se debe establecer que limitando el derecho de circulación o libre tránsito del progenitor no se
garantiza la necesaria asistencia ni el cumplimiento de los deberes de asistencia que requiere
una mujer en estado de gravidez, en ese ámbito corresponde condicionar la constitucionalidad
del art. 250 al eventual estado de desamparo en el que se dejare a la mujer en estado de
gestación y no al cambio de domicilio o a la libre elección del progenitor de no cohabitar con la
mujer en estado de gestación.
El art. 263 del CP, sobre el “aborto” establece que el que causare la muerte de un feto en el
seno materno o provocare su expulsión prematura, será sancionado: 1) Con privación de
libertad de dos (2) a seis (6) años, si el aborto fuere practicado sin el consentimiento de la
mujer o si ésta fuere menor de diez y seis años (16), 2) Con privación de libertad de uno (1) a
tres (3) años, si fuere practicado con el consentimiento de la mujer, 3) Con reclusión de uno
(1) a tres (3) años, a la mujer que hubiere prestado su consentimiento. Añade que la tentativa
de la mujer, no es punible.
La accionante aduce que el artículo en cuestión establece una “presunción dolosa” en la
realización del aborto y sanciona a la mujer “…que en pleno ejercicio de sus derechos
reproductivos, consagrados por el artículo 66 constitucional, decide realizar la interrupción
voluntaria de su embarazo en condiciones de seguridad y antes de las doce semanas de
embarazo (…) obligando de esta forma a las mujeres bolivianas a tener que recurrir a abortos
realizados en condiciones de insalubridad y clandestinidad”.
La accionante plantea la despenalización del aborto, sustentando su pretensión en el art. 66
de la CPE; en virtud del cual “…la mujer adquiere el pleno derecho a decidir la interrupción
voluntaria del embarazo” planteando al mismo tiempo que los organismos de la salud pública
“…regulen las condiciones sanitarias y los establecimientos de salud” en los que el aborto
debe ocurrir, fundando además su posición, en la incidencia que tendría la penalización del
aborto sobre el derecho a la salud de las mujeres, ante el elevado índice de mortalidad
materna derivada de las complicaciones obstétricas de los abortos en condiciones inseguras,
apoyando su posición en informes estadísticos de diferentes organismos internacionales.
Por su parte el titular del Órgano emisor de la norma impugnada establece una presunción
dolosa en la realización del aborto, ya que los tipos penales únicamente describen una
conducta supuesta, como el caso de todos los tipos penales, atribuyéndole una sanción
privativa de libertad y, sobre el ejercicio de sus derechos reproductivos, éste permitiría a la
59
mujer, abortar en condiciones de seguridad y antes de las doce semanas de embarazo,
extremos que no se hallan regulados en norma alguna; por lo que, si bien es cierto que la
Norma Suprema garantiza los derechos sexuales y reproductivos de todas las
ciudadanas y todos los ciudadanos, el art. 66 de la CPE, no establece el derecho
reproductivo como el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo; por lo cual, el
ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos no implican el derecho al aborto.
Para analizar este tema, y en el marco del pluralismo jurídico, es necesario partir tanto de la
cosmovisión de los pueblos indígena originario campesinos respecto a la vida y su grado de
protección, así como la protección constitucional de la que goza dicho derecho y su
consideración por el derecho internacional.
Al respecto, cuando se efectuó la descripción de la diversidad de visiones sobre la “vida”,
“muerte” y el “aborto”, haciendo énfasis en la construcción de pautas de interpretación plural,
que tome en cuenta las concepciones y vivencias de las naciones y pueblos indígena
originario campesinos; en este sentido, se pudo analizar que el aborto es una situación que
deviene desde la colonia y que esta vinculado con el sometimiento y exclusión histórica al que
ha sido sometida las naciones y pueblos indígenas, en especial las mujeres indígenas, que
realizaban “abortos masivos” frente a las violaciones y ultrajes que sufrían, esta realidad se
extiende a la República y consiguientemente a la actualidad convirtiéndose en una
problemática social que al mismo tiempo afecta los derechos de las mujeres. En este sentido
corresponde ponderar si la penalización del aborto constituye una medida idónea y necesaria
para precautelar la vida y restituir el equilibrio y armonía que sustenta el nuevo paradigma del
“vivir bien” (suma qamaña).
En este sentido, desde la cosmovisión indígena originaria campesina, la vida se genera
desde el principio de la dualidad, vitalidad, energía y movimiento en el cosmos; desde
esta lógica, la vida no es aislada del cosmos, es creación misma de la pacha; por tanto, el
principio de “vitalidad” implica la perpetuidad constante de la vida “sin inicio ni fin”. De ahí que
se rescata el carácter integral y la visión de “totalidad” respecto a la “vida” en un sentido
amplio. A partir del cual no se concibe a la vida integralmente, ligada al conjunto de la
comunidad humana y la naturaleza, en este sentido cuando se protege la vida de un ser
en proceso de gestación, no puede ser tratado en forma desligada de la “vida” de la
madre o mujer que a su vez es parte de la comunidad.
60
En este mismo sentido, es preciso desarrollar el “derecho a la vida” desde el derecho
internacional de los derechos humanos. De la revisión del Pacto Internacional de Derechos
Civiles y Políticos ratificado por Ley 2119 de 11 de septiembre de 2000, en su art. 6 señala
que el derecho a la vida es inherente a la persona humana. Este derecho esta protegido por
ley.
Por su parte la Convención Americana sobre Derechos Humanos, ratificada por nuestro
Estado mediante la Ley 1430 de 11 de febrero de 1993, establece en su art. 4.I que: “Toda
persona tiene derecho a que se respete su vida. Este derecho estará protegido por la ley, y en
general, a partir del momento de la concepción…”.
Respecto a la citada disposición, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, se ha
referido sobre los alcances de los derechos a la vida, en el caso 2141 Baby Boy Vs. Estados
Unidos de América, oportunidad en la que afirmó sobre la base de los antecedentes
legislativos de la Declaración Americana de Derechos y Deberes del Hombre así como de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos, que no era posible interpretar que tales
instrumentos conferían un derecho absoluto a la vida desde la concepción (Resolución 23/81).
Al respecto, cabe recordar que la Comisión de Derechos, Deberes y Garantías de la
Asamblea Constituyente debatió dos propuestas referidas al tema, la que reconocía la
vida desde la concepción y la que no especificaba el momento desde el cual se
consideraría dicho derecho, propuesta que resulto incorporándose en la ley
fundamental vigente.
En ese marco de análisis, conviene también recordar que uno de los elementos fundantes del
Estado boliviano conforme al art. 1 de la CPE, es el de la “pluralidad” en lo político,
económico, jurídico, cultural y lingüístico, y que en virtud al principio de dignidad alcanza a los
pensamientos, opiniones, creencias religiosas y/o espirituales, cosmovisiones de forma que
cada uno de ellos esté protegido por la Constitución Política del Estado; sin embargo, no es
posible que este Tribunal a través de acciones constitucionales imponga un determinado tipo
de moralidad o una concepción de lo bueno o lo malo, constituyéndose ello en un asunto a ser
resuelto en el fuero interno de cada persona pero que no puede imponerse por el Estado y sus
Órganos.
Efectuadas dichas precisiones debe hacerse notar que el art. 263 del CP, entiende que el
bien jurídico protegido en el delito de aborto es el derecho a la vida del feto, por ello
61
sostiene que: “El que causare la muerte de un feto en el seno materno o provocare su
expulsión…”, punto sobre el que no cabe mayor debate.
En efecto, nuestra Ley Fundamental en su art. 15 establece que: “Toda persona tiene derecho
a la vida…”, es en este marco que debe ser interpretado el art. 1.II del Código Civil (CC),
cuando al desarrollar dicha temática sostiene que: “Al que está por nacer se lo considera
nacido para todo lo que pudiera favorecerle, y para ser tenido como persona basta nacer con
vida”; es decir, un feto tiene reconocido un derecho a la vida o al menos en la
potencialidad de ser perfeccionada con el nacimiento, pese a ello tiene una valoración
menor que el reconocido a una persona nacida viva, es así que, por ejemplo, el art. 141.I
de la CPE, establece que: “La nacionalidad boliviana se adquiere por nacimiento o por
naturalización” de forma que los concebidos no nacidos en el Estado Plurinacional de
Bolivia todavía no son considerados como nacionales, lo que se denota en la
realización del censo en la cual no son contabilizados.
En este marco, este Tribunal considera que la vida y todo lo que potencialmente pueda
generarla se encuentra protegida por nuestra Ley Fundamental; así, el Preámbulo de la
Constitución Política del Estado establece que: “Poblamos esta sagrada Madre Tierra con
rostros diferentes, y comprendimos desde entonces la pluralidad vigente de todas las cosas y
nuestra diversidad como seres y culturas” (el resaltado es nuestro), mientras que el art. 33 de
la CPE, establece que: “Las personas tienen derecho a un medio ambiente saludable,
protegido y equilibrado. El ejercicio de este derecho debe permitir a los individuos y
colectividades de las presentes y futuras generaciones, además de otros seres vivos,
desarrollarse de manera normal y permanente” (negrillas añadidas), de donde se extrae que la
protección de la vida se extiende incluso a aquella que no sea considerada humana como por
ejemplo la vida animal y vegetal.
Respecto al ser humano, la protección a la vida es gradual y se va incrementado desde
la conjugación primaria del óvulo y espermatozoide denominado huevo o cigoto hasta
el nacimiento; es decir, que mientras más se aproxime a una célula su protección jurídica
disminuye pero de ninguna manera desaparece y en la medida en la que se desarrolle y se
vaya asemejando a un ser humano la protección jurídica paulatinamente se va incrementando;
vale decir, que un feto goza de la protección que emana de la Constitución Política del
Estado y las leyes aunque en menor proporción que la que se otorga a la persona
62
nacida.
Así y respecto a la valoración social del embrión implantado que da lugar a la protección
jurídica puede observarse lo siguiente:
El aborto tiene una pena inferior al homicidio; lo que conlleva a que, el art. 266 del CP,
admite el aborto cuando “…hubiere sido practicado con el fin de evitar un peligro para la vida o
la salud de la madre…”; es decir, se da prevalencia a la vida de la madre que ya generó
relaciones intersubjetivas y de afectividad sobre la vida del nasciturus lo que ya devela
una existencia en nuestro ordenamiento jurídico de una despenalización parcial.
En general, la protección del embrión implantado se la efectúa a través de la madre gestante
mediante la inamovilidad laboral desde el embarazo y en atención a la protección incremental
de forma posterior mediante subsidios; sin embargo, en ciertas circunstancias su protección
jurídica puede colisionar con el derecho de la mujer a disponer de su propio cuerpo conforme
sostiene la accionante; empero, este Tribunal entiende que nuestra Constitución Política del
Estado no cobija un supuesto derecho al aborto ni este puede instaurarse como un método de
salud reproductiva.
En efecto un embrión implantado no puede considerarse como propiedad de la mujer y por
tanto no es de libre disposición -no se vende, no tiene precio- debido a que:
· Tiene la potencialidad de generar una persona y por tanto cuenta con protección
constitucional autónoma a la protección de los derechos de la mujer lo que posibilita y
obliga a su ponderación.
· Un embarazo per se y siempre y cuando sea fruto de una decisión libre no implica una
amenaza al derecho a la salud de la mujer y tampoco puede equipararse a una enfermedad ni
a una amenaza a la integridad personal o trato cruel, inhumano o degradante. Ahora bien, este
Tribunal es consciente que la educación sexual sigue siendo un tabú en nuestro país, por ello
corresponde exhortar a las autoridades respectivas se asuman políticas públicas que
coadyuven a la educación sexual como parte de una posible solución al problema integral.
De lo expuesto este Tribunal Constitucional Plurinacional concluye que un aborto incondicional
y en todas las etapas de desarrollo del embrión no es constitucionalmente admisible y que el
generar una política de protección constitucional al derecho a la vida del embrión implantado
es una causa suficiente para que el Órgano Legislativo pueda utilizar todo tipo de políticas
públicas necesarias para su protección lo que alcanza de manera obligatoria al derecho
63
penal en las fases más avanzadas del desarrollo del embrión aspecto que provoca la
declaratoria de constitucionalidad del art. 263 del CP, en los términos expuestos
precedentemente.
Respecto al aborto seguido de lesión o muerte, el art. 264 del CP, dispone que cuando el
aborto con el consentimiento de la mujer fuere seguido de lesión, la pena será de privación de
libertad de uno a cuatro años; y si sobreviniere la muerte será agravada en una mitad y que,
cuando del aborto no consentido resultare una lesión, se impondrá al autor la pena de
privación de libertad de uno a siete años; si ocurriere la muerte, se aplicará la privación de
libertad de dos a nueve años.
Por su parte el art. 265 del citado Código, señala que si el delito fuere cometido para salvar el
honor de la mujer, sea por ella misma o por terceros, con consentimiento de aquélla, se
impondrá reclusión de seis meses a dos años, agravándose la sanción en un tercio, si
sobreviniere la muerte.
Al respecto, la accionante se limita a señalar que ambas normas relativas al aborto seguido de
lesión o muerte y aborto honoris causa, parten del desconocimiento de la mujer en su derecho
a la interrupción voluntaria del embarazo, debiendo ambas instituciones ser reguladas en el
ámbito de la salud pública y no del derecho penal. El titular del Órgano emisor de la norma,
hace notar que la accionante solamente incluye nominalmente la impugnación de los artículos
mencionados; por lo que, no hubo la debida fundamentación, lo que es evidente; en
consecuencia, al no existir cargos de constitucionalidad a los arts. 264 y 265 del CP,
corresponde declarar la improcedencia de la acción interpuesta a dichas normas por falta de
carga argumentativa.
III.8.8.Aborto impune
El art. 266 del CP, también cuestionado, determina que cuando el aborto hubiere sido
consecuencia de un delito de violación, rapto no seguido de matrimonio, estupro o incesto, no
se aplicará sanción alguna, siempre que la acción penal hubiere sido iniciada. Punto seguido
prevé que tampoco será punible si el aborto hubiere sido practicado con el fin de evitar un
peligro para la vida o la salud de la madre y si este peligro no podía ser evitado por otros
medios, para finalmente señalar que en ambos casos, el aborto deberá ser practicado por un
médico, con el consentimiento de la mujer y autorización judicial en su caso.
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Para analizar este tema, es preciso remitirnos al Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos y al Comité de Derechos Humanos; estableciendo, a los Estados que tienen la
obligación positiva de garantizar a las mujeres víctimas de violación, incesto o prácticas
análogas y en particular a las niñas y adolescentes, que enfrenten embarazos no deseados, el
acceso a servicios de salud sexual y reproductiva en virtud a los derechos a la vida, la salud,
la integridad personal, social y sexual, la autonomía reproductiva, el libre desarrollo de la
personalidad de la mujer, así como el principio de dignidad humana.
El Estado parte debe garantizar que las mujeres víctimas de una violación que decidan
interrumpir voluntariamente su embarazo tengan acceso a servicios de aborto seguros
y eliminar cualquier impedimento innecesario a los mismos. El Comité se remite al
contenido de las recomendaciones dirigidas al Estado parte por el Comité para la Eliminación
de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW/C/BOL/CO/4, párrs. 42 y 43). El Comité contra la
Tortura insta al Estado parte a evaluar los efectos de la legislación vigente, muy restrictiva en
materia de aborto, sobre la salud de las mujeres.
En ese sentido, el Comentario 28 del Comité de Derechos Humanos a tiempo de manifestar
que los Estados partes deberán presentar informes sobre el derecho a la vida, señaló que: “…
deberán proporcionar información sobre las medidas que hubiesen adoptado para
ayudar a la mujer a prevenir embarazos no deseados y para que no tengan que recurrir
a abortos clandestinos que pongan en peligro su vida”.
Asimismo, el mismo Comité ha manifestado su preocupación respecto a las leyes restrictivas
que penalizan el aborto instando a los Estados ha permitirlo en casos en los que, sean
resultado de una violación o incesto y señalando que los límites al acceso a los abortos
legales resultan violación a los tratados internacionales de derechos humanos.
En cuanto a jurisprudencia comparada, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos en el caso
Aydin c/ Turquía dispuso que en tanto se ha establecido que la violación constituye una forma
de tortura en sí misma, la cual ocasiona dolor y sufrimiento severos, no existe duda acerca de
la necesidad de proveer servicios de aborto como parte de las obligaciones de protección a las
víctimas de violencia sexual y de similar forma en el caso MC c/ Bulgaria que las demoras
injustificadas o las barreras procesales para acceder a la justicia o a los servicios médicos
constituyen una violación al Convenio Europeo de Derechos Humanos.
Al respecto, en las últimas recomendaciones del Comité contra la Tortura (CAT/C/BOL/CO/2),
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de 14 de junio de 2013, se observó con preocupación que el Código Penal en su art. 266
(aborto impune) impone la obligación de obtener una autorización judicial a las mujeres
víctimas de una violación que deciden interrumpir su embarazo. Dicho requisito, según las
informaciones recibidas por este Comité sobre objeción de conciencia en la judicatura, supone
en muchos casos un obstáculo insalvable para las mujeres en esta situación que se ven
forzadas a recurrir a abortos clandestinos, con los consiguientes riesgos para su salud (arts. 2
y 16).
Por otro lado, desde la concepción indígena originaria campesina, bajo el principio del “Qhapaj
ñan”, camino de vida noble esta íntimamente relacionada con el “thaki” que significa camino,
es el rumbo y el destino por donde deben recorrer cada uno de los elementos del cosmos, es
también el camino de la naturaleza humana, camino que es perfectible, como todo elemento
de la naturaleza esta sometido a que unas veces puedes salirse del camino cíclico que es
posible restituirse nuevamente al thaki y continúan la vida. La gran virtud de todo ello se
remedia con la vuelta al camino noble u órbita por donde nuevamente se vuelve la vida el
equilibrio y la armonía y así la pacha es infinita, la naturaleza humana es réplica de la
naturaleza cósmica; por lo que, el aborto de forma natural es concebida desde tiempos
inmemoriales como una parte de la naturaleza y en las condiciones actuales de la sociedad
moderna el aborto es semejante a las condiciones adecuadas de una tierra fértil, cuando una
mujer no ha logrado generar condiciones internas y externas para reproducir la vida, en ello
será posible concebir el aborto como una forma de aborto permisible, para ello es importante
que la comunidad la sociedad conozca y está a su vez se restituya en estas condiciones el
aborto seguro, conforme se desarrolló en el Fundamento Jurídico III.5. de la presente
Sentencia Constitucional Plurinacional.
En virtud a lo expuesto, se considera que la frase “siempre que la acción penal hubiere sido
iniciada” del primer párrafo del art. 266 del CP, así como la frase “autorización judicial en su
caso” contenidas en el último párrafo de la citada norma, constituyen disposiciones
incompatibles con los derechos a la integridad física, psicológica y sexual, a no ser
torturada, ni sufrir tratos crueles, inhumanos, degradantes o humillantes, a la salud
física y a la dignidad en sus componentes al libre desarrollo de la personalidad y autonomía
de las mujeres, consagrados en los arts. 15, 18 y 22 de la CPE.
Al respecto, se deja claramente establecido además, que a efectos de la vigencia y eficacia de
66
esta previsión normativa desde y conforme a la Norma Suprema, la misma deberá ser
interpretada en sentido de que no será exigible la presentación de una querella, ni la
existencia de imputación y acusación formal y menos sentencia. Será suficiente que la
mujer que acuda a un centro público o privado de salud a efecto de practicarse un
aborto -por ser la gestación producto de la comisión de un delito-, comunique esa situación a
la autoridad competente pública y de ese modo el médico profesional que realizará el aborto
tendrá constancia expresa que justificará la realización del aborto.
De esta forma se evitará que frente a una eventual dilación en los procedimientos judiciales,
se puedan poner en riesgo la protección de los derechos de la mujer embarazada a su libertad
o dignidad y resulte tardía o innecesaria.
Sobre la frase: “…rapto no seguido de matrimonio…”, es una figura íntimamente vinculada al
art. 317 del CP, que señalaba que: “No habrá lugar a sanción, cuando los imputados, en los
casos respectivos, no teniendo impedimento alguno, contrajeran matrimonio con las víctimas,
siempre que existiera libre consentimiento, antes de la sentencia que cause ejecutoria” norma
que fue derogada por la Ley 348, Integral para Garantizar a las Mujeres una Vida Libre de
Violencia en la Disposición abrogatoria y derogatoria Primera que sostiene: “Se derogan los
Artículos 308 Ter (Violación en Estado de Inconsciencia), 314 (Rapto Impropio), 315 (Con Mira
Matrimonial), 316 (Atenuación), y 317 (Disposición Común), del Código Penal”; por
consiguiente, la condición de que el rapto no hubiera sido seguido de matrimonio no debe ser
mantenida en el Código Penal al haber sido expulsado el art. 317 del Código Penal, norma
penal que era el sustento de la condición contenida en el art. 266 del CP.
En consecuencia, es preciso aclarar que el rapto no seguido de matrimonio, no se constituye
ya en un presupuesto para determinar el aborto impune, por cuanto -se reitera- el art. 317 del
CP, que era el sustento de dicha frase, ha sido expulsado del ordenamiento jurídico por la Ley
348.
En ese orden, la norma impugnada es constitucional en tanto se supriman las frases “…
siempre que la acción penal hubiere sido iniciada” y “…y autorización judicial en su caso”, en
los marcos de interpretación establecidos en el presente acápite. En ese sentido la
interrupción del embarazo, debe estar sujeta únicamente al consentimiento de la mujer
y que necesariamente debe ser asumido por un médico que efectuara el aborto, para
garantizar la vida de la mujer en los casos que corresponda.
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III.8.9. Sanción a la práctica habitual de aborto
El art. 269 del CP, refiere, el que se dedicare habitualmente a la práctica de aborto, incurrirá
en privación de libertad de uno (1) a seis (6) años.
La accionante sostiene que la norma aludida resulta contraria a la Constitución Política del
Estado porque sanciona a profesionales de la salud que prestan servicios requeridos por
mujeres que ejercen plenamente sus derechos reproductivos, obligándolas a practicarse
abortos en condiciones de clandestinidad e insalubridad.
El titular del Órgano emisor de la norma una vez más refiere que el art. 66 de la CPE, no
implica desde ningún punto de vista un derecho al aborto, ya que se debe aclarar que el
Estado Plurinacional de Bolivia tiene como uno de sus pilares fundamentales el respeto a la
vida.
El derecho a la vida se encuentra reconocido en la Constitución Política del Estado así como
en los instrumentos internacionales; por lo que, como se ha examinado anteriormente, al
haber el legislador previsto que el aborto no ha incurrido en el establecimiento de una figura
penal contraria a la Constitución, de ahí que, en ese mismo contexto, es que el legislador
sanciona al que practica el aborto con o sin consentimiento de la mujer.
En ese orden no es evidente que la norma esté dirigida a sancionar en exclusiva a los
profesionales médicos, sino a cualquiera que incurra en el delito mencionado, cuanto más si
se la hace de manera recurrente y peor si, de no haber causas de inimputabilidad, se
comprobare que una dedicación continua e ilícita dedicada a la práctica del aborto, lo que
indica que la norma es constitucional; sin embargo, en el marco de los fundamentos expuestos
en este fallo, debe interpretarse el art. 269 del CP, en sentido que la práctica habitual del
aborto está referida a la causación de la muerte de un feto en el seno materno o la
provocación de su expulsión, cuando dichas acciones son efectuadas fuera de los supuestos
desarrollados legalmente, previstos en el art. 266 del CP, precedentemente analizado.
III.8.10.Juicio de constitucionalidad de los arts. 315 y 317 del CP
“ARTÍCULO 315.- (Con mira matrimonial). El que con violencia, amenazas o engaños
substrajere o retuviere a una persona con el fin de contraer matrimonio, será sancionado con
reclusión de tres (3) a diez y ocho (18) meses”.
“ARTÍCULO 317.- (Disposición común). No habrá lugar a sanción cuando los imputados, en
los casos respectivos, no teniendo impedimento alguno contrajeran matrimonio con las
víctimas siempre que existiera consentimiento, antes de la sentencia que cause ejecutoria”.
Es necesario señalar que los arts. 315 y 317 del CP han sido expulsados del ordenamiento
68
jurídico, en virtud a lo previsto en la PRIMERA de las Disposiciones abrogatorias y
derogatorias de la Ley Integral para Garantizar a las Mujeres una Vida Libre de Violencia, que
establece:
“PRIMERA. Se derogan los Artículos 308 Ter (Violación en Estado de Inconsciencia), 314
(Rapto Impropio), 315 (Con Mira Matrimonial), 316 (Atenuación), y 317 (Disposición Común),
del Código Penal”
En consecuencia, al haber sido derogadas ambas normas a través de una Ley posterior,
sancionada y promulgada cuando la presente acción abstracta de inconstitucionalidad se
encontraba siendo analizada por este Tribunal, no es posible efectuar el juicio de
constitucionalidad; pues, de conformidad a la jurisprudencia constitucional vigente, la
condición para el análisis de fondo de las normas consideradas inconstitucionales es
que las mismas se encuentren vigentes, lo que no acontece en el caso analizado; toda vez
que, se reitera, la Ley Integral para Garantizar a las Mujeres una Vida Libre de Violencia,
derogó los arts. 315 y 317 del CP; consiguiente, corresponde declarar la improcedencia de la
acción de inconstitucionalidad con relación a dichas disposiciones legales por los motivos
antes explicados.
POR TANTO
La Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional; en virtud a la autoridad que le
confieren la Constitución Política del Estado Plurinacional y el art. 12.1 de la Ley del Tribunal
Constitucional Plurinacional, resuelve:
3. Legislación Comparada
Argentina: Desde 1920 el código penal permite interrupciones voluntarias del
embarazo en caso de peligro para la vida o salud de la madre o si el embarazo
proviene de una violación. Hasta el pasado marzo, las embarazadas por una
violación o con alguna discapacidad mental o las menores de edad debían pedir
permiso a la justicia, pero desde entonces la Corte Suprema determinó que no era
necesario el trámite.
Brasil.13 El Código Penal vigente regula el aborto dentro de su Capítulo relativo a
delitos contra la vida. Reconoce dos figuras de aborto lícito: cuando el embarazo es
13
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resultado de violación sexual o cuando implica grave riesgo para la vida de la
gestante (artículo 128 incisos I y II)
El aborto es ilegal es castigado con por lo menos 4 años de prisión para el médico;
la pena es mayor si no se obtuvo el consentimiento, si la mujer sufre daños o
muere, o si la mujer es menor de 14 años de edad. La mujer sufre la prisión
durante por lo menos 4 años; la pena es de 6 a 24 meses de cárcel si el aborto se
provocó para evitar la pérdida del honor.
México: cada Estado cuenta con su Código Penal y todos permiten el aborto en
caso de violación. En 2007 la Asamblea de la capital aprobó que las mujeres
puedan abortar en cualquier supuesto hasta la duodécima semana de gestación y
puedan acceder al servicio gratuito en hospitales de la secretaría de Salud.
Colombia: En Colombia el Congreso se ha mostrado dividido frente a la sentencia
de la Corte Suprema que en 2006 declaró no punibles los abortos, en caso de que
el embarazo sea por violación, que el feto presente malformaciones o que la vida
de la embarazada o del feto corran peligro. Los opositores de la interrupción del
embarazo en el Legislativo promueven actualmente una campaña de recolección
de firmas para que por medio de referendo los colombianos decidan si la práctica
debe ser penalizada, mientras, los defensores del aborto buscan que la
Constitución lo reconozca como un derecho en casos autorizados.
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Paraguay, Perú, Venezuela y Ecuador: En estos países el aborto es ilegal a
excepción de casos en los que el embarazo ponga en peligro la vida o la salud de
la mujer, mientras que en otras situaciones la ley castiga con prisión tanto a las
mujeres como a los médicos que incurran en esta práctica.
El Salvador, Haití, Honduras, Nicaragua y República Dominicana: En estos
países el veto al aborto es total.
España.14: La Ley permite el aborto para salvar la vida de la mujer, para preservar
la salud física, para preservar la salud mental, por violación o incesto, y por daño
fetal. El aborto debe ser practicado por o bajo la supervisión de un médico en un
centro o establecimiento de salud aprobado, público o privado, siempre y cuando la
mujer dé su expreso consentimiento y una de las indicaciones legales del aborto se
haya cumplido. Un especialista calificado, aparte del médico que realiza o
supervisa el aborto, debe certificar que el aborto es necesario para evitar un riesgo
serio para la salud física o mental de la mujer embarazada. Si el embarazo es el
resultado de una violación, la violación debe ser reportada primero a la policía y el
aborto debe ser realizado durante las primeras 12 semanas del embarazo. En caso
de daño fetal dos especialistas de un centro de salud aprobado, aparte del médico
que realiza o supervisa el aborto, debe certificar que el feto, si es llevado a término,
sufriría severos defectos físicos o mentales. El aborto en ese caso debe ser
realizado durante las primeras 22 semanas del embarazo. En el caso de una
emergencia que implique riesgo para la vida de la madre, el aborto puede ser
practicado sin la opinión expresa del médico y sin el consentimiento de la mujer.
Todos los abortos deben ser declarados a las autoridades sanitarias nacionales.
Francia: Desde este año (2016) se declaró el acceso al aborto libre y gratuito para
todas las que lo necesiten accediendo a centros médicos y pastillas abortivas. El
año 1975 se aprobó el aborto, pero solo hasta la décima semana de gestación y sin
la cobertura pública de los procedimientos como ecografías.
14
Datos extraídos de http://www.20minutos.es/noticia/1620644/0/aborto-america/latina-panoramica/
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Bolivia se ubica entre las legislaciones restrictivas, porque su orden jurídico protege el
derecho a la vida, pero de igual manera permite el aborto en casos especiales que se
encuentran especificadas en el código penal boliviano.
Las únicas maneras en las que el sistema judicial permite el aborto con una orden
judicial o siempre que la acción penal hubiere sido iniciada no impondrá sanción
penal.
Muy a pesar de que el aborto sea penalizado por la ley y sea un delito tipificado en la
legislación boliviana, este es practicado de manera continua y permanente significando
una problemática social y un problema de salud pública como vimos anteriormente.
La OMS considera el embarazo como una condición de las mujer y no del embrión o
feto; así las mujer embarazada debe estar protegida por el Estado y la sociedad. En
Bolivia, los artículos 11, 45 y 66 de la Constitución Política del Estado reconocen
los derechos sexuales y reproductivos, la igualdad, la equidad y no discriminación a las
mujeres de todas las edades, lo que incluye el acceso a la seguridad social en las
etapas pre y posnatal en caso de embarazo.
Contradicciones legales:
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El problema es que el aborto no es reconocido como un derecho sexual y reproductivo,
sino como un delito “contra la vida, la integridad y la dignidad del ser humano (del
feto)” como señala el Título VIII del Código Penal de Bolivia. Este Código como vimos
anteriormente contiene 12 artículos que sancionan el aborto, tanto a la mujer que se lo
practica como a la persona que lo asiste.
En Bolivia, el aborto llega a tener una pena intermedia entre el delito de asesinato (30
años de cárcel) y el infanticidio (hasta tres años de cárcel): el aborto como agravantes
puede tener entre 3 a 8 años de privación de libertad para la mujer y quien la asista.
73
violencia física por parte del hombre (esposo) "sin intención de causarlo" existe una
pena para él de tres meses que podría alargarse a tres años de cárcel (art. 267).
Reducción de la vigencia del derecho a la salud:
Se puede condenar a la mujer a la cárcel aún si resulta herida o con secuelas
frente a un aborto, con penas de 1 a 4 años (art. 264). El art. 268 acepta la fi gura
del "aborto culposo": la mujer sigue siendo autora de un crimen pero se inculpa y
demuestra que no ha sido una muerte con intención, sino resultado de la
negligencia o el descuido.
74
Entre el 2006 y el 2012, 71 casos de abortos ilegales se presentaron en La Paz y 61
casos se presentaron en Santa Cruz. Es importante mencionar que la población de La
Paz es considerablemente más grande que la de Santa Cruz. Para la mayoría delas
mujeres, después que se denunciaron sus abortos ilegales, sus casos fueron
abandonados porque no hubo seguimiento por parte del acusador o porque ni la
policía ni el sistema judicial tomaron acción
Las mujeres que son enjuiciadas por abortos se enfrentan a prejuicio y negligencia en
el sistema penal de justicia. La aplicación de la ley es selectiva y discriminatoria, con la
tendencia de que las mujeres más pobres que usan los servicios de salud pública
tienen el mayor peso y riesgo de enjuiciamiento. Estas mujeres marginadas son
despojadas de su debido proceso y garantías y protecciones judiciales. Se enfrentan a
detención preventiva arbitraria, fuertes multas, estigma y condena pública,
simplemente por necesitar un servicio básico de salud
Como mínimo, los gobiernos deben tomar medidas inmediatas para garantizar que
toda mujer y todo profesional de la salud que sea acusado o sea objeto de una
investigación por aborto reciba todas las protecciones procesales, de conformidad con
el derecho al debido proceso.
Las leyes que rigen las áreas tales como negligencia médica, fraude, servicios de
salud, las profesiones médicas y agresión pueden y deben emplearse para sancionar
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debidamente a las personas que realizan abortos sin las habilidades necesarias. No se
debe penalizar el aborto para asegurar que el procedimiento se realice de manera
segura cuando una mujer decide interrumpir su embarazo.(Kane, 2015)
II. CONCLUSIONES
Mediante la elaboración del trabajo pudimos identificar que el tema del aborto es
amplio y que existe mucha información, tanto general y específica. Por lo que su
sistematización y argumentación ha sido un trabajo más complicado del que habíamos
planeado, en cuento a la demanda de tiempo para su elaboración.
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Los abortos, en su mayoría, fueron practicados a mujeres jóvenes y adolescentes de Santa Cruz, La Paz, Tarija y
Sucre.
16
Datos extraídos de Cuerpa Autónoma (2015)
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Hemos hecho todo lo posible para que toda la información utilizada en este trabajo
provenga de fuentes oficiales, como la normativa boliviana, los datos de Instituto
Nacional de Estadísticas (INE) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), además
de instituciones de investigación y proyectos serios como IPAS Bolivia, centro Integral
de Desarrollo para La Mujer (CIDEM), Católicas por el Derecho a Decidir (CDC), la
Campaña 28 de septiembre, entre otros. Al mismo tiempo hemos hecho uso de
material autónomo elaborado por grupos de mujeres, notas de prensa y páginas web
oficiales e centros o grupos que hacen referencia al tema.
Como vimos el aborto es una práctica que ha existido siempre en el viejo y nuevo
mundo, con distintas concepciones y particularidades las mujeres han abortado a lo
largo de la historia y su práctica ha sido aceptada o negada legalmente. Siendo esta
parte de sus vidas también prohibida y regulada como muchas otras dependiendo el
contexto en el que se desarrollaron.
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mortalidad y morbilidad causan sobre todo en mujeres de escasos recursos y
adolescentes. Existiendo muchos factores sociales más que contribuyen a la que el
aborto sea una problemática social como las altas cifras que en si misma existen sobre
el aborto, el aumento que provoca las muertes por abortos en la mortalidad de mujeres
y mortalidad materna, la moribilidad en mujeres riesgosas, a largo y corto plazo, la
ilegalidad y penalidad del aborto, el aborto clandestino como negocio ilegal, el aborto
como violencia de género, los embarazos no deseados en adolescentes, el aborto
seguro como un privilegio de clase, la falta de educación sexual y reproductiva, la
limitación al acceso de métodos anticonceptivos eficaces, los principios religiosos y
morales arraigados en la sociedad que condenan esta práctica sin tomar en cuenta
que Bolivia es un estado laico, con pluralismo de creencias y que la moral no es un
argumento válido frente a la realidad que afrontan millones de mujeres en el mundo.
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Este punto de vista se ve apoyado por expertos jurídicos, expertos en derechos
humanos y profesionales médicos, quienes reconocen que la penalización del aborto
no resulta en menos abortos sino que tiene considerables consecuencias médicas,
sociales y penales, que en su mayoría son mujeres pobres y adolescentes.
Los formuladores de políticas deben entender que el aborto siempre será necesario:
anualmente unos millones de usuarias de anticonceptivos en el mundo tienen un
embarazo no planeado mientras usan anticonceptivos (Organización Mundial de la
Salud 2012). El embarazo no deseado y el aborto son experiencias normales para las
mujeres durante su vida reproductiva y, aun así, el aborto es uno de los pocos
procedimientos médicos que es penalizado. Lo más indignante es que las leyes que
penalizan el aborto discriminan a las mujeres, ya que solo las mujeres pueden quedar
embarazadas.
III. RECOMENDACIONES
Para proteger y defender plenamente los derechos de las mujeres, el gobierno
debe eliminar las sanciones penales contra el aborto, educar al sector judicial y
el sector salud sobre los derechos sexuales y reproductivos, y eliminar las
barreras al acceso a servicios de aborto seguro y legal.
No se debe penalizar el aborto, para asegurar que el procedimiento se realice de
manera segura cuando una mujer decide interrumpir su embarazo.
El gobierno debe respetar los acuerdos que tiene con organismos
internacionales referentes a salud, derechos humanos, derechos sexuales y
reproductivos, violencia contra la mujer.
El gobierno no debe tomar el tema de la penalización del aborto como una
política de acuerdo con instituciones como la iglesia católica y otras que tienen
algún tipo de poder económico- social y cuya ideología es conservadora.
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El gobierno debe tomar medidas inmediatas para garantizar que toda mujer y
todo profesional de la salud que sea acusado o sea objeto de una investigación
por aborto reciba todas las protecciones procesales, de conformidad con el
derecho al debido proceso.
El gobierno debe asegurar que existan procesos adecuados y eficaces para
ofrecer acceso a servicios de aborto a todas las mujeres en edad reproductiva
cuando esté permitido por la ley y a servicios de atención postaborto sin
discriminación.
El gobierno debe proteger el derecho a la privacidad y confidencialidad de las
mujeres que buscan atención postaborto. Deben formular normas y políticas
para guiar a las y los profesionales de la salud en cuanto a la importancia de
mantener la confidencialidad de cada paciente y proteger sus expedientes
médicos.
Las leyes que rigen las áreas tales como negligencia médica, fraude, servicios
de salud, las profesiones médicas y agresión pueden y deben emplearse para
sancionar debidamente a las personas que realizan abortos sin las habilidades
necesarias.
La sociedad no debe condenar con argumentos religioso moralistas a las
mujeres que deciden someterse a un aborto.
IV. BIBLIOGRAFÍA
Normas
80
Sentencia Constitucional 026/2014
Bibliografía
BRAÑEZ, Patricia
COLECTIVO REBELDÍA
81
GRACIA, Diego
MIZRAHI, LILIANA
82
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http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs388/es/
PABÓN, Ximena
Webgrafía
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https://www.facebook.com/campana28bolivia/?fref=ts
V. ANEXOS
84