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Matemáticas II

NOMBRE DEL ALUMNO: ____________________________________________________________________________


GRUPO: _____________________________ FECHA:
__________________________________________________
No. DE ACIERTOS: _____________________________ CALIFICACIÓN: __________________________________

INDICACIONES:

LEE EL SIGUIENTE TEXTO Y CONTESTA LO QUE SE TE PIDE:


EL AMOR

En cierto libro de matemática, un cociente se enamoró de una incógnita. Él (cociente), producto de una familia de
importantísimos polinomios. Ella, una simple incógnita, de mezquina ecuación literal ¡oh! ¡Qué tremenda desigualdad!
Pero como todos saben, el amor no tiene límites y va del más infinito al menos infinito. Embargado, el cociente la
contempló desde el vértice hasta la base, bajo todos los ángulos, agudos y obtusos. Era linda, una figura impar que se
evidenciaba por: mirada romboidal, boca trapezoidal y senos esféricos en un cuerpo cilíndrico de líneas sinusoidales.
¿Quién eres? preguntó el cociente con una mirada radical. Soy la raíz cuadrada de la suma de los cuadrados de los
catetos. Pero puedes llamarme hipotenusa - contestó ella con expresión algebraica de quien ama. Él hizo de su vida una
paralela a la de ella, hasta que se encontraron en el infinito. Y se amaron hasta el cuadrado de la velocidad de la luz,
dejando al sabor del momento y de la pasión, rectas y curvas en los jardines de la cuarta dimensión. Él la amaba y el
recíproco era verdadero. Se adoraban con las mismas razones y proporciones en un intervalo abierto de la vida. Luego
de tres cuadrantes, resolvieron casarse. Trazaron planes para el futuro y todos le desearon felicidad integral. Los
padrinos fueron el vector y la bisectriz. Todo marchaba sobre ejes. El amor crecía en progresión geométrica. Cuando ella
estaba en sus coordenadas positivas, concibió un par: al varón, en homenaje al padrino lo bautizaron versos; la niña, una
linda abscisa. Ella fue objeto de dos operaciones. Eran felices, hasta que un día todo se volvió una constante. Fue así
que apareció otro. Sí, otro. El máximo común divisor, un frecuentador de círculos viciosos. Lo mínimo que el máximo
ofreció fue de una magnitud absoluta. Ella se sintió impropia, pero amaba al máximo. Al saber de esta regla de tres, el
cociente la llamó fracción ordinaria. Sintiéndose un denominador común, resolvió aplicar la solución trivial: un punto de
discontinuidad en sus vidas. Cuando los dos amantes estaban en coloquio, él, en términos menores y ella en
combinación lineal, llegó el cociente y en un giro sin límites disparó su 45. Ella pasó al espacio imaginativo y él fue a
pasar a un intervalo cerrado, donde la luz solar se veía a través de pequeñas mallas cuadradas.

Autor anónimo

Elabora una reseña de 10 renglones del texto anterior (valor


SUBRRAYA LA RESPUESTA CORRECTA CON TINTA NEGRA
REALIZA LOS CALCULOS CORRESPONDIENTES EN HOJA BLANCA

REALIZA LAS SIGUIENTES OPERACIONES 2.- ¿Qué conjunto de valores sí pueden obtenerse con la
1- de la siguiente ecuación encuentra los valores de Y y expresión x² – 3x si los valores de X= (-4,-3,-2,-1, 0, 1, 2,
elabora la gráfica en hojas cuadriculadas usando colores 3,4)?

A) [2, 0, – 2, – 4]
y= 3x B) [4, 0, – 2, – 2]
x Y C) [– 2, 0, 4, 10]
-3 D) [– 2, 0, – 2, – 8]
-2
-1
3.- de la siguiente ecuación encuentra los valores de Y y
0
1 elabora la gráfica en hojas milimétricas usando colores
2
y=0.5x
3
x Y
-3
Encierra la gráfica o graficas que representen una
-2
función.
-1
0
1
2
3
Realiza las siguientes derivadas

Calcula el lado faltante por medio del teorema de


Pitágoras

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