Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
https://youtu.be/OXFD54iuQwg
La mediación forma parte desde hace muchos años de la práctica habitual de las
relaciones laborales. Es además un instrumento muy utilizado por los
negociadores laborales pues la mediación está muy próxima a la negociación en la
medida en que los protagonistas de los conflictos no pierden el control, ni sobre el
proceso, ni sobre el eventual acuerdo que se alcance. Si tuviéramos que acoger
una definición de la mediación esta estaría muy próxima a la de Kressel y Pruitt
(1985), que definían la mediación como la intervención de una tercera parte
neutral que sirve de ayuda a que dos o más disputantes alcancen un acuerdo en
el curso de una negociación. La mediación ayuda a las partes a alcanzar un
acuerdo pero no las suple, sino que las acompaña en el proceso que podrá
desembocar, en su caso, en un acuerdo. A lo largo del artículo iremos
desgranando los elementos que caracterizan la mediación laboral:
El carácter de representantes de terceros de los protagonistas de
la mediación y el efecto que tienen el proceso de mediación
La importancia de la comunicación y la
voluntad de resolver el conflicto
El segundo elemento que caracteriza al procedimiento de mediación
laboral es la comunicación entre los diferentes actores que participan en
el proceso y que abarca las relaciones entre los protagonistas de la
mediación: a la comunicación entre estos entre sí cuando existen varias
representaciones, y a la comunicación del mediador con los mismas. La
comunicación es la esencia de la negociación y dentro de ella el
conocimiento sobre las posiciones e intereses de las partes que
mantienen la controversia es un elemento decisivo para poder
desarrollar con efectividad un proceso de mediación. La experiencia de
los procedimientos nos muestra que en unos casos es la propia falta de
comunicación entre las partes la que dificulta la resolución del conflicto.
En otros, las dificultades de comunicación se deben a que las partes
expresan con lenguajes diferentes los eventuales puntos de acuerdo. Es
decir, a veces las partes que mantienen la controversia están diciendo lo
mismo con lenguajes diferentes, consistiendo el trabajo del mediador en
descifrar las necesidades de ambas y buscar los puntos que pueden
permitir construir un acuerdo.