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Librar el Camino: Relatos sobre Antropología y Alteridad

Article · March 2008

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Analia Garcia
Massachusetts Institute of Technology
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Analía García y Sebastián Valverde | Librar el Camino...

Miguel Alberto Bartolomé de campo en Argentina, Paraguay y


México, el autor recurre a la memoria
Librar el Camino. Relatos sobre para dar cuenta del proceso de construc-
Antropología y Alteridad ción que ha seguido a lo largo de su carre-
ra, y que se refleja coherentemente en sus
Primera Edición en Argentina: Ediciones producciones teóricas. En este sentido, la
Antropofagia, Buenos Aires, 2007. apelación de la memoria es selectiva en
Primera edición: Instituto Nacional de tanto sirve al proceso de construcción de
Antropología e Historia, Conaculta, México 2002.
las problemáticas a las que Bartolomé ha
dedicado su vida. Por esto es que no es
Más allá de las modas intelectuales, la una biografía ya que hay relatos de otros
antropología requiere como toda discipli- procesos de la vida del autor excluidos de
na enmarcada en el campo de las ciencias la obra, de manera que una multiplicidad
sociales, cumplir con determinados pará- de experiencias etnográficas que no son
metros teórico-metodológicos que le sir- relatadas en este libro.
van de fundamento. Sobre todo, como es Dentro de las seis situaciones etno-
el caso del autor que nos convoca en este gráficas descriptas - Mapuche, Ayoreo,
Librar el Camino, estos parámetros se Guaraní, Chatinos, Chinantecos y
fundamentan en el compromiso intelec- Mayas-, su primer experiencia resulta
tual que establecemos con los sujetos que clave ya que le permite descubrir que tras
son materia del quehacer etnográfico. Sin la aparente carencia y necesidad del pue-
embargo, la particularidad de nuestra blo mapuche, se escondía un complejo
experiencia en el trabajo de campo la universo simbólico, “Mi solidaridad se
reconocemos como única e irrepetible, dirigía a sus ausencias y no a sus entonces
no sólo porque en el transcurso de la his- –para mí- desconocidas presencias cultura-
toria los grupos sociales se modifican, les.” (2007:29). De esta forma, el trato
sino también porque nuestra propia distante de los miembros de la
experiencia en el campo se funda en nues- Gendarmería Nacional sobre la pobla-
tra vivencia personal. En este sentido, hay ción indígena, o el encuentro con mapu-
un “más allá” del método que en la etno- ches presos por embriagarse tras haber
grafía no puede sistematizarse ni transmi- sido engañados en una venta de lana, le
tirse en forma ordenada a través de un permite reconocer que el orden social que
manual. Ese “más allá” es la práctica del intenta percibir se encuentra en un pro-
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Reseñas y Resúmenes

oficio antropológico que Bartolomé nos ceso de dramática alteración.


muestra a través de este libro. Librar el De la misma manera, en su experien-
camino es la construcción de retratos cia con los ayoreo del chaco paraguayo,
etnográficos derivados de la vivencia Bartolomé introduce la problemática
antropológica del autor, a partir de la cual sobre la que se funda su compromiso con
se apela a la memoria personal para dejar los pueblos que estudia al tiempo que
traslucir el sendero transitado en la bús- reconoce el velo de la teoría de la época:
queda de comprensión de diferentes rea-
lidades tal como afirma: “(…) quiero “En aquellos años nuestra forma-
hablar de los otros a través mío, y no de mí ción profesional estaba orientada
a través de los otros” (2007:20). por una mezcla de culturalismo y
El título no podía resultar más ade- rudimentaria fenomenología, ava-
cuado, ya que a través de su experiencia
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lados por una institucionalidad cial que apela a diferentes significados: los
autoritaria y jerárquica. Para esta vecinos mestizos, el distante grupo seño-
tradición local un ensayo que anali- rial autodenominado la casta divina y la
zara el conflicto interétnico involu- presencia negada de los mayas circuns-
crado en la situación de contacto, criptos al mundo rural. Sobre este tras-
escapaba a los límites de lo que se fondo social es posible reconocer las con-
consideraba científico.” (2007: 62). secuencias de una expansión turística que
permite contrastar el tradicional centro
Aquí es posible poner en relieve parte de culto de Tulum y su posterior transfor-
de la significación del libro, en la medida mación en un centro atractivo a la
en que permite reconocer cómo, en el demanda turística, e incluso el mundo de
transcurso de la experiencia etnográfica, oposiciones regidos en la construcción de
las relaciones interétnicas se irán convir- Cancún:
tiendo el eje central de su trabajo profe-
sional. La experiencia narrada bajo la “Visitamos el centro de convencio-
forma de un libro de memorias permite nes de Cancún: es un enorme edifi-
dibujar el camino que el autor fue trazan- cio cuyo interior refleja todo lo que
do y las reflexiones críticas que las teorías el mal gusto y el dinero pueden com-
de la época lo enfrentaron con la necesi- prar. (…) En el suelo está arrodilla-
dad de abordar la problemática de la alte- do un hombre cuyo rostro se refleja
ridad en el contexto de un mundo desi- en la pulida pared de mármol
gual. Esta situación queda representada negro, su perfil de nariz aguileña y
en el encuentro que tiene años después frente oblicua parece reproducir las
del trabajo de campo realizado con los figuras de las zonas arqueológicas.
avá, cuando en una visita a su provincia Es el limpiador de los refulgentes
natal, encuentra sedentarizado al linaje pisos.” (2007:130)
que lo había adoptado en las selvas para-
guayas; o cuando bajo el lema “todos Vale decir entonces que Bartolomé
somos mexicanos”, mestizos y chinante- no elije el atajo reduccionista de exotizar
cos son englobados bajo una categoría la diferencia cultural y definir a los pue-
homogeneizadora que despoja a los pue- blos indígenas a partir de caracteres cla-
blos indígenas de representatividad polí- ramente reconocibles en tanto que aje-
tica frente a la construcción de una repre- nos a la cultura occidental. Por el contra-
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Reseñas y Resúmenes

sa. En ese caso, nada más significativo rio, la construcción de la diferencia per-
que el ingeniero, director del proyecto de mite poner en relieve dos cuestiones fun-
la obra, que agradece en nombre de los damentales. La primera de ellas es que
paisanos chinantecos la construcción de los sujetos a los que dedica su vida no son
la represa que, en el futuro próximo, ter- objetos pasivos de las relaciones de domina-
minó por inundar sus poblados. ción impuestas, sino que su universo cul-
En este sentido, una sensación acaba- tural permite poner en acción sus propios
da de la distancia social y la desigualdad marcos significativos para crear respuestas
es la referida a su experiencia en la ante las situaciones de desigualdad a las
Península de Yucatán, representada ésta que se ven sometidos. En este tenor, rela-
como un mundo aparte del resto de ta cómo los mapuche cruzan la
México, signada por una filiación provin- Cordillera de los Andes para los prepara-
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tivos del Nguillatum violando las fronte- cotidianas, lo que hace a estas imágenes
ras internacionales entre Chile y increíblemente reales, contundentes y
Argentina; el intercambio de personas más gráficas que cualquier concepto.
practicado entre los ayoreo en las misio- Pero a la vez estas reflexiones que en
nes que permitían adentrarse en la selva los diferentes capítulos se van delineando,
para continuar con sus prácticas tradicio- invitan también a una reflexión respecto
nales; la memoria chinanteca que retiene de su propia constitución como sujeto.
a los nahuales que sobreviven a los cam- Esto nos permite comprender que la alte-
bios impuestos, la ideología milenarista y ridad no nos escapa, ni nos es extraña,
mesiánica del pueblo maya que los man- sino que es la resultante de procesos que
tiene alerta para la guerra; y el manteni- nos involucran también como antropólo-
miento de un complejo espiral de violen- gos. En este sentido, Bartolomé traza
cia chatina como mecanismo liberador también un cruce con su propia historia
de tensiones internas y externas. personal en tanto que originario de la
La segunda consiste en el supremo res- provincia de Misiones. En sus fantasías
peto hacia estos pueblos sobre el que el de niño, esta provincia no sólo limitaba
autor construye la alteridad y compromete con Brasil y Paraguay sino también con
su trabajo. Tanto es así que reconoce que Argentina. La anécdota no es menor
no todo en la experiencia etnográfica es cuando construye su relación tanto con el
parte constitutiva de la información que mundo de la urbanidad porteña como
el antropólogo requiere para validar su con los pueblos indígenas; su familiari-
discurso. Por esta razón, cuando los avá dad con los trabajadores rurales como
de la selva paraguaya le otorgan un nom- con la lengua guaraní frente a la supuesta
bre propio en su idioma, y en tanto que homogeneidad argentina de inmigrantes
sus nombres eran reservados al conoci- “occidentales y cristianos”.
miento de los cohñone –genérico del De la misma forma, su autoadscrip-
blanco-, Bartolomé decide guardar reser- ción y la adscripción por parte de otros
va también respecto del suyo. En definiti- como argentino-mexicano –argenmex- lo
va, el respeto por sus “compañeros del convierte en un miembro de una catego-
alma” es de modo insoslayable la figura ría comparable a una minoría étnica - en
siempre presente en la problematización el mundo mexicano, que por una parte
de la alteridad. sincretiza diferentes vertientes regionales,
Este compromiso con los pueblos que y por otra le permite recurrir instrumen-
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Reseñas y Resúmenes

el autor manifiesta a lo largo de los dife- talmente a los polos de sentido que dicha
rentes relatos, junto con el estilo narrati- identidad sincretiza. La voluntad de resal-
vo que antes señalábamos de un libro de tar su propia alteridad en un libro de
memorias, es uno de los aspectos que memorias no se realiza sobre pretensiones
hacen a la obra sumamente atrapante y autoreferenciales sino más bien para
conmovedora. Este compromiso se evi- notar que cuando la subjetividad se con-
dencia al introducirnos en la cotidianei- juga con la objetividad es posible cons-
dad de los otros, y en definitiva en la pro- truir una etnografía en la que “la buscada
pia, imbricada en la de los pueblos con objetividad científica no se transforme en
los cuales ha convivido. Esto le posibilita un disfraz” (2007:21).
reflexionar acerca de diversas categorías A partir de esta reflexión sobre el pro-
antropológicas a partir de situaciones pio lugar del antropólogo es que nos lleva
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permanentemente a pensar en la propia necesidad de Bartolomé de registrar y


otredad. Por esto es que Miguel contribu- reflecionar sobre la subjetividad del
ye a través de los diferentes relatos a pen- antropólogo le permite ubicarse como un
sar en la alteridad no como algo exótico puente en dichas relaciones frente a la
en sí mismo, tal como buena parte de la frialdad del método objetivo.
antropología se dedicó a efectuar (en Por esta razón, y quizás por su propia
especial la fenomenológica dominante en historia de vida guiada por el hecho de ser
aquellos tiempos). Por el contrario, la lec- extranjero en distintos universos identita-
tura de Librar el camino invita a pensar rios, Bartolomé guarda cuidado respecto
esta alteridad como es resultante de una de la reproducción del etnocentrismo en
situación que afecta de una u otra mane- el quehacer antropológico. En este senti-
ra a la humanidad toda. do, cabe distinguir como interlocutor
Por esto es que la configuración de válido a la antropología latinoamericana
un mapa interétnico también lo involu- y su condición pseudo-occidental frente a
cra de modo que, al ir desandando imá- colegas metropolitanos. En su experien-
genes y estereotipos, va situando la cia por Yucatán, el autor reconoce el
complejidad de las relaciones interétni- empeño institucional y profesional por la
cas, y rol del antropólogo en el marco búsqueda de las claves para entender el
de procesos que también lo involucran: prestigioso pasado maya, mientras “igno-
ran que sus claves se encuentran en los
“En esas épocas fui huinka, caraí, mayas actuales” (2007:122). De aquí tam-
cohñone, tsa ju, dzul y ne´pi, térmi- bién deriva el compromiso y el respeto
nos con que cada una de esas cultu- por la diversidad:
ras designa a los miembros del grupo
“blanco” genérico al cual yo podía “Muchas de las sagradas profecías y
ser adscripto. Así cada vez se me mensajes que los macehualob aún
adjudicó una condición étnica que consideran secretas, circulan ahora
no creía poseer, pero que para los en libros y ensayos realizados por
nativos estaba siempre presente”. varios antropólogos. Hemos violado
(2007:23) una intimidad sacralizada sin más
motivación que una legitimación
De esta forma, cuando camina por la profesional, que por otra parte pocos
plaza en Ojitlán comprende que ni toman en cuenta. Los libros acadé-
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Reseñas y Resúmenes

siquiera su familia chinanteca podría micos al respecto son de circulación


reconocerlo en el espacio público domi- limitada y la mayoría de ellos están
nado por la hostilidad de la denominada escritos en inglés”. (2007:123)
“gente de razón”, mundo que los indíge-
nas no controlaban y representa las ten- En definitiva, Bartolomé nos invita,
siones y conflictos que los envolvían. Si con un humor y una ironía que no le
hay algo que queda claro en el planteo del resta dramatismo a los sucesos, a recono-
libro es que el problema de la identidad y cernos los unos a los otros a través de la
de la alteridad no se ubica en espacios desigualdad que históricamente fue sig-
geográficos determinados sino en mun- nando nuestros vínculos sociales. La tarea
dos construidos a través de las relaciones que el autor ha emprendido a lo largo de
interculturales. Al mismo tiempo, la su vida no puede ser mejor definida como
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aquella experiencia totalizadora que en impartirá a jóvenes españoles sobre estas


principio refiere a la violencia chatina y mismas cuestiones: las relativas a la alte-
su espiral de asesinatos y venganzas, pero ridad, a nuestra alteridad, a aquella nos
que también refiere a los “caminos” que humaniza y que nos permite pensar en el
uno toma, los que tienen muchos de azar horizonte de las posibilidades de su acep-
pero también mucho de elección, tal tación y de la potencialidad que conlleva
como señala en el siguiente pasaje: hacia adelante:

“El título de este libro, Librar el “…es solo mi responsabilidad


camino, refiere no sólo al nombre de haber asumido una constante rela-
uno de los relatos sino al contenido ción existencial e intelectual con
que otorga a esa frase la cultura sociedades en las cuales no he naci-
chatina de Oaxaca. Para ellos una do y a las cuales tampoco pertenez-
persona ha “librado el camino” co, pero quisiera que no fuera tan
cuando alguna emoción totalizado- difícil transmitir el hecho de que
ra la hace involucrarse de manera están vivos y presentes, que también
definitiva en uno de los posibles sen- son parte del futuro y no sólo de un
deros de la vida. Con frecuencia pasado al que ya no importa, ni
“libran su camino” a partir de la interesa, recordar.” (2007:153)
violencia y la venganza, no es mi
caso, pero creo haber tomado un Para finalizar, el gran mérito es el
camino que excluyó otros posibles” clima de optimismo que el autor logra
(2007:23). trasmitir en los diferentes relatos, quizás,
porque a pesar del dramatismo que les ha
En el “librar” el camino con los pue- tocado vivir a los pueblos indígenas, en el
blos indígenas de América Latina, sus período transcurrido desde los relatos de
pasos parecen enterrarse de modo con- Miguel, hasta la actualidad han a su
movedor en el espiral de formas con que manera “librado su camino”. Por esto, esta
los pueblos indígenas, cada cual a su obra se constituye como una lectura
modo, han ido librando su propio cami- insoslayable que, en los tiempos que
no: “Mi testimonio no es tan importante. corren, nos permite, de un modo suma-
Cuando quieren ser escuchados ellos hablan mente esperanzador, reflexionar sobre
por sí mismos.” (2007:154) nuestra labor como antropólogos y nues-
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Por eso no puede ser más adecuada la tro compromiso con la diversidad que
imagen que dibuja hacia el final del signa nuestra propia identidad y autore-
libro, viajando en el subterráneo madri- conocimiento.
lense y reflexionando sobre la diversidad
que registra en los rostros de los viajan- Analía García* y Sebastián Valverde**
tes, mientras va de camino a clases que

* Licenciada en Ciencias Antropológicas. Becaria Doctoral, CONICET. Instituto de Ciencias Antropológicas,


Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires.
E-mail: analiagarcia9@fibertel.com.ar
** Doctor en Ciencias Antropológicas. Becario Posdoctoral CONICET. Instituto de Ciencias Antropológicas.
Facultad de Filosofía y Letras. Universidad de Buenos Aires.
E-mail:svalverde@filo.uba.ar

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