Comunicación Organizacional II

Caviedes Delgado Mario Alfredo

Gómez Ortega Ángela Karina

Universidad Mariana

Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales

Programa de Comunicación Social

San Juan de Pasto

2020
UN BUEN LÍDER
Roland Barthes fue uno de los escritores y filósofos que más aportó al campo de la
semiología, siendo capaz incluso de cambiar la visión por completo sobre como
leer un texto, ensayo, libro… los cuales, afirmaba en muchas ocasiones, si no
inspiraban a crear una vez comprendida y finalizada la lectura, no fueron útiles. A
continuación, se plasma esa idea que surge inmediatamente al finalizar la lectura
del texto “Comunicación y liderazgo: sin comunicación no hay lider”
Marcelino Garay Madariaga
El liderazgo y la comunicación inebitablemente van siempre de la mano, pues un
lider que no domine el arte de comunicar desde todos los aspectos posibles no
debe considerarse buen lÍder, es más, ni siquiera lo es, pues para ser un
excelente guía se necesita comprender con exactitud el “Cómo” entender lo que
sucede desde que surge una idea hasta que esta se transmite de la forma más
adecuada posible, dependiendo siempre del contexto y sentir de cada grupo social
al que va dirigido, de esta forma la comunicación se convierte en una herramienta
que explica significados y a la vez los construye.
Es muy importante para un lÍder saber identificar las emociones propias y actuar
en consecuencia con ellas dentro de un grupo social, comprendiendo antes las
emociones que se gestan en el ambiente para poder gestionarlas y guiarlas hacia
una misma visión grupal, lo cual genera mayor empatía y pertenencia con el
grupo. Es por ello que un buen lider comunica desde todos los aspectos posibles,
desde gestos, palabras, miradas… a traves de todos los sentidos.
En la lectura antes mencionada cita que los conceptos que se tienen de un lÍder
son: Honesto, progresista, inspirador y competente. Aunque estas sean las
características que la mayoría afirma tiene un lider, es posible que debido a este
pensar generalizado hayan existido tantos líderes que llevaron a grupos sociales e
incluso a naciones enteras a la perdición. Es pertinente recordar que un lÍder
domina el arte de la comunicación en todos sus ámbitos, generando un “status”
mental superior al de muchos individuos que lo rodean, por lo cual, teniendo la
capacidad de dominar cualquier situación en la que se involucre la comunicación.
Esta capacidad puede ser usada para hacer el bien o hacer el mal, aunque siendo
carácterísticas subjetivas, es posible ocultarlas para encajar en una moral que se
generaliza y poco a poco manipularla desde dentro.
Uno de los ejemplos claros de estas afirmaciones son los líderes que como Hitler
no fueron honestos, no fueron progresistas (pero hicieron ver que sí lo eran,
cambiando la visión de la sociedad imponiendo la suya) y aunque logran ser
competentes e inspiradores, lo hacen manipulando las mentes, por lo tanto,
llevado esto a una organización donde la comunicación es el pilar más fuerte,
significa que todos sin excepción deben entenderla como tal para realizar
procesos conscientes tanto interior como exteriormente, dirigiendo a todo
colaborador hacia el liderazgo idependientemente de la profesión que ejerzan,
formándolos como artistas de la comunicación.