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ENSAYO CASO DE “LOS EXPLORADORES DE LAS CAVERNAS”.

Este famoso caso del escritor Lon Fuller, relata la historia de un grupo de cinco
exploradores los cuales quedan atrapados en el interior de una caverna. Éstos
habían llevado pocas provisiones a la expedición, y la caverna carecía de
presencia animal y vegetal que les permitiera subsistir. Tras un mes de esfuerzos
por parte de las fuerzas de rescate, finalmente se logró remover los escombros
que habían sellado el acceso a dicha caverna. Una vez que los exploradores
fueron rescatados, se supo que uno de ellos había sido asesinado y comido por
sus compañeros.
Este ensayo representa la investigación que hicieron los cinco ministros
integrantes de la Suprema Corte al conocer el caso para poder determinar la
inocencia o culpabilidad| de los acusados. Lo curioso de este caso es que cada
uno de los ministros personifica a una de las distintas perspectivas acerca de lo
que es el derecho, cuestión que repercute en la opinión sobre si los acusados son
o no culpables y, en consecuencia, si deben o no ser ejecutados como culpables
por el delito de homicidio.

Los acusados estaban llamados a responder por cargo de homicidio. El tribunal


del Condado de Stowfteld los declaró culpables y fueron condenados a morir en la
horca. Los antes acusados tomaron la decisión de apelar su condena ante esta
Corte.

A continuación, se comentará brevemente los puntos de vistas de los diferentes


ministros expuestos según sus criterios, acerca de las pruebas presentadas, estos
son el ministro Truepenny, Foster, Tatting, Keen y Handy. El presidente y ministro
el caso expuso su punto de vista el cual expreso lo siguiente; En este inusual caso
el jurado y el juez siguieron un camino que, aparte de ser justo y atinado, era el
único camino que les quedaba abierto con arreglo a las disposiciones legales, el
cual expresa “Quienquiera privare intencionalmente de la vida a otro será
castigado con la muerte”. Esta ley no permite excepción alguna aplicable a este
caso, no importa que los hechos sucedisos no tocara una fibra sensible de los
sentimientos por el apego a la vida de los sobrevivientes y conociendo de cerca la
trágica situación en que se hallaron estos hombres. En casos como el presente la
clemencia ejecutiva aparece admirablemente adecuada para mitigar los rigores de
la ley, Truepenny insita a sus colegas que sigan el ejemplo del jurado y del juez
inferior haciéndonos solidarios con la petición que ellos han dirigido al jefe del
Poder Ejecutivo. Todo hace suponer que estas peticiones de clemencias serán
tomadas favorablemente para ellos, como provienen, de personas que han
estudiado el caso y tenida oportunidad de compenetrarse cabalmente con todas
sus circunstancias. Es altamente improbable que el Poder Ejecutivo pudiera
denegar esas peticiones, sin darle al asunto una consideración por lo menos tan
amplia como la que recibió en la instancia inferior, cuyas audiencias duraron tres
meses. Se puede asumir que alguna forma de clemencia se acordará a estos
acusados. Si esta ocurre, se hará justicia, sin menoscabo de la letra ni del espíritu
de nuestra ley sin ofrecer estímulo a su trasgresión. Por otra parte, el Ministro
Fuller, argumenta su punto basado en; la enfática respuesta, el cual acepta sin
reserva la premisa que esta Corte se halla obligada por las leyes de
Commonwealth y que ejerce sus poderes en subordinación a la voluntad
debidamente expresada de la Cámara de Representantes. La línea de
razonamiento que se aplican, no plantea el problema de la fidelidad a las
disposiciones legisladas, si bien puede quizás llega a plantear el problema de la
distinción entre la fidelidad inteligente y la no inteligente. Ningún superior desea un
criado que carezca de la capacidad de leer entre líneas. Por cierto, se tiene el
derecho de esperar por lo menos el mismo quántum de inteligencia por parte de
los magistrados. La corrección de obvios errores u omisiones legislativas no
significa suplantar la voluntad del legislador, sino hacerla efectiva. Por esto se
determina que cualquiera sea el punto de vista desde el cual se encare este caso,
los acusados son inocentes de haber asesinado a su colega y compañero de
excursión, y que la sentencia debe ser revocada.

Conociendo los puntos de vista de los antes mencionados Ministros, se plante el


punto de un tercer ministro, defendiendo firmemente sus valores éticos al tratar de
seguir lo establecido en la ley y , da a este caso lo mejor de sus capacidades
intelectuales. Por un lado, el punto de vista de mi ministro Foster, expresa que sus
argumentos no son intelectualmente sólidos y se aproximan a meras
racionalizaciones. Por otra parte, cuando se confirma el fallo recurrido, es absurdo
pensar en condenar a muerte a estos hombres cuando sus vidas han sido
salvadas al costo de las vidas de diez hombres que solo trataban de ayudarlos a
encontrar. La decisión de señor Fiscal ha creído adecuado acusar por asesinato.
Si se tuviera una disposición en nuestras leyes declarando un crimen el comer la
carne humana, ello hubiera constituido una acusación más apropiada. A falta de
otro cargo ajustado a los hechos de este caso me parece que hubiera sido más
prudente no iniciar proceso. No obstante, y por desgracia, estos hombres han sido
acusados y sentenciados, y a raíz de ello nos vemos envueltos en este
desgraciado asunto. 18 Como he sido totalmente incapaz de resolver las dudas
que me acosan respecto de la solución legal de este asunto. Keen , destaco que
los casos rigurosos quizá tengan inclusive un cierto valor moral al hacer ver al
pueblo su propia responsabilidad frente a la ley, que en última instancia es su
propia creación. Y al recordarles que no existe principio de gracia personal que
pueda enmendar las equivocaciones de sus representantes. En tal sentido los
principios expuestos no sólo son los más sanos en el momento actual, sino que se
pudiera haber tenido un mejor sistema jurídico, si esos principios se hubieran
observado desde un principio. Estas observaciones finales se hallan, ciertamente,
fuera de los deberes cuyo cumplimiento, los cuales imponen a este caso, pero se
incluyen aquí; ya que los demás comisionados no advierten suficientemente los
peligros implícitos en las concepciones sobre la magistratura por las que aboga el
Foster. El tomo posición que en el sentido de que la sentencia condenatoria debe
ser confirmada. Por último, pero no menos importante se tienen el punto de vista
del Handy, el cual apoya mucho la postura de Foster, su principal fundamento
es “los hombres son gobernados por hombres” es decir, que todo hombre es
capaz de pensar y sobre todo razonar, con esto se deduce a que los exploradores
anticiparon un convenio el cual fue aceptado y celebrado por todos.

En una opinión personal, me permito considerar que el tipo legal de homicidio que
se analizó y aplico, así como también sirvió de fundamento al juez a-quo para
condenar a la horca a cuatro personas, las cuales tuvieron la mala fortuna de
sufrir una verdadera pesadilla en un accidente que casi les costó la vida, es
insuficiente para resolver de manera literal el caso que nos ocupa sino que es
menester interpretarlo a la luz de los hechos que han quedado acreditados y darle
un sentido a la norma que llevo a dictar una sentencia justa. En efecto, el precepto
legal que nos ocupa es aplicable únicamente a casos que desgraciadamente nos
toca presenciar a diario, en que voluntariamente se priva de la vida a personas de
nuestra sociedad con las agravantes que establece la legislación penal; aquí debe
aplicarse la ley en todo su rigor en los términos que señala Keen, con su ejercicio
silogístico, subsumiendo el caso bajo la norma abstracta. Sin embargo, se debe
dejar claro que el papel del poder judicial ya no estriba en obedecer fielmente el
designio del legislador, sino que habrá ocasiones en que se convierten en
creadores de normas más justas que las que aparecen en nuestros códigos.
Estamos en presencia de un caso excepcional que debemos resolver con base en
el sentido común y con la madurez de criterio que nos ha dado la experiencia, es
por esto que lo antes expresado nos invita a reflexionar acerca de la aplicación de
las leyes, y al estudio cuidadoso de los casos, ya que por más directo o fácil que
estos parezcan, se debe manejar y conocer en profundidad de los mismos para
tomar una decisión que respete las leyes previamente establecidas así como
también se respeten los valores del ser humano.

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