Informe de lectura correspondiente a la Exposición del sábado 07 de marzo Disney Amador M. | 100497425
La Corte Interamericana de Derechos Humanos (en lo adelante Corte IDH o la Corte), en
fecha 08 de marzo del año 2018, declaró internacionalmente responsable al Estado de Chile por no garantizar el derecho a la salud sin discriminación al sr. Poblete Vilches, mediante la atención especial por su condición de adulto mayor, lo que se tradujo en su muerte, vulnerando así los artículos 26, 1.1 y 4 de la Convención Interamericana de los Derechos Humanos. Además de vulnerar el derecho a obtener el consentimiento informado por sustitución y el acceso a la información en materia de salud, contemplados en los artículos 26, 7, 13 y 11, y relacionados con el artículo 1.1 de la Convención, en perjuicio del señor Poblete Vilches y sus familiares. En ese mismo sentido, la Corte determinó que se vulneraron los derechos al acceso a la justicia e integridad personal, en perjuicio de los familiares del señor Poblete Vilches, contemplados en los artículos 8, 25 y 5, respectivamente. Los hechos que dan surgimiento al caso relatan dos ingresos al Hospital Público Sótero del Río; el primer ingreso se registró el 17 de enero del año 2001, el señor Poblete Vilches presentaba una insuficiencia respiratoria grave y duró cuatro días ingresado en la unidad de cuidados intensivos médicos, luego fue transferido a la unidad de cuidados intensivos quirúrgica donde en su primer día se le realizó un procedimiento mientras estuvo inconsciente y sin haber obtenido el consentimiento de los familiares. El día 2 de febrero del mismo año, fue dado de alta sin prescripciones de ningún tipo, además, los familiares tuvieron que gestionar un servicio de ambulancia, pues el hospital no disponía de ello en el momento. El segundo ingreso se produjo el 5 de febrero del 2001, el paciente fue ingresado en una unidad de cuidados intermedia pese a que su ficha médica indicaba que debía ser en una sala de cuidados intensivos, además de que su atención requería de ciertas asistencias, como un respirador, que no les fueron suministradas, lo que llevó a que el dos días después falleciera. Los familiares presentaron una primera querella criminal en 2001 y una segunda en 2005. El Estado chileno reconoció parcialmente su responsabilidad internacional: reconoció su responsabilidad por el incumplimiento de los artículos 4 y 5 de la Convención, en relación con los artículos 1.1 y 2, en perjuicio del señor Poblete Vilches y sus familiares, también consideraron que hubo violación a los artículos 5, 7 y 11, en perjuicio del Señor Poblete Vilches, pero no de sus familiares. Finalmente, el Estado no reconoció la responsabilidad por violación a los artículos 4 y 26, ni el incumplimiento de las obligaciones estipuladas en los artículos 8 y 25 de la Convención Americana. La Corte IDH introdujo su línea argumentativa recordando la sentencia Lagos del Campo vs. Perú, aclarando que en ella se concreta una sanción a la norma y afirmando su competencia para conocer este tipo de controversias, además, agregó que por medio de la interdependencia entre los derechos civiles y políticos y los económicos, sociales, culturales y ambientales, se deben entender estos derechos integralmente como Derechos Humanos. También estableció que el derecho a la salud es fundamental e indispensable para el ejercicio de los demás derechos, por lo cual, la salud no debe ser entendida solo como la ausencia de enfermedades o afecciones, sino como un estado completo de bienestar físico, mental y social, derivado de un estilo de vida que permita alcanzar a las personas un balance integral. La Corte estableció que, para los efectos de las prestaciones médicas de urgencias, los Estados deben garantizar los estándares de calidad, accesibilidad, disponibilidad y aceptabilidad. Respecto al derecho a la salud, la corte determinó que hubo diversas omisiones relacionadas a los estándares anteriormente mencionados, pues el paciente requería de una atención de calidad que el sistema de salud no proveyó, lo que se tradujo en una discriminación por su condición de adulto mayor, por ello, la Corte determinó que ante la falta de garantías a los estándares y al otorgamiento de medidas básicas, el Estado incumplió con las obligaciones de carácter inmediato que contempla el art. 26 de la Convención. En cuanto al derecho a la vida, la Corte esbozó que las negligencias presentadas durante su segundo ingreso redujeron las posibilidades de recuperación y sobrevivencia del paciente, por lo que su muerte resulta imputable al Estado. Sobre el derecho a la integridad personal, la Corte argumentó que las diversas situaciones en las que imperó la negligencia dieron como resultado un sufrimiento mayor al señor Poblete Vilches, lo que constituyó una vulneración al art. 5 de la Convención. Sobre el derecho del consentimiento informado y el derecho a la información, la Corte IDH determinó que el estado incumplió con su deber de obtener el consentimiento de los familiares ante el procedimiento quirúrgico, violando así los arts. 26, 13, 7 y 11 de la Convención Americana. Respecto al derecho al acceso a la justicia la Corte dijo que los retrasos y omisiones en la investigación penal dejaron en evidencia que las autoridades estatales no actuaron con la debida diligencia ni con arreglo a las obligaciones de investigar y de cumplir con una tutela judicial efectiva dentro de un plazo razonable, en función de garantizar el esclarecimiento de los hechos y determinación de las respectivas responsabilidades, incumpliendo con los artículos 8.1, 25.1 y 1.1 de la Convención. Por último, sobre el derecho a la integridad personal de la familia, la Corte estimó que ciertas afecciones que repercutieron en el seno de la familia y en el desarrollo de sus planes de vida, estuvieron relacionadas con la atención brindada al señor Poblete Vilches y con los procedimientos judiciales que resultaron poco efectivos en el esclarecimiento de los hechos, lo que claramente resultaba en una vulneración al art. 5.1 de la Convención.