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CASO PRACTICO

LA TRADICIÓN EMPRESARIAL

En 1998, María la jefa del hogar Romero, decidió incursionar en los negocios, la experiencia no era algo
aislada, un familiar se dedicaba desde hace algunos años a generar empresa, propietario de una pequeña
industria, siempre inculcaba en a esta familia la idea de formar negocios, de ser independiente de manejar
el propio dinero y desterrar la idea de depender económicamente de alguien.

María, que manejaba todo el hogar, no lo pensó más, armada de todo el empuje posible, solicitó un crédito
bancario de US$ 45,000, pidió apoyo económico al resto de su familia e incursionó en su propio negocio.

Enterada del creciente negocio agrícola exportador de la región Lambayeque, María, decidió convertirse
en una empresaria agrícola, eligió tierras en La Viña - Jayanca, un valle de la provincia de Lambayeque
en la costa norte peruana, compró 25 hectáreas e instaló 5 hectáreas de fríjol de palo y pallar baby. Para
ello recurrió a toda la formalidad posible, obtuvo su registro tributario o número RUC, saco sus facturas y
boletas para poder vender el producto, algo que no es muy usual en productores agrícolas, pero María
tenía en mente vender su propio producto hacia empresas orientadas al mercado exportador. De modo
que la formalidad la consideraba necesaria y útil para los fines del negocio, inclusive decidió que sus
actividades serían la comercialización y producción e todo tipo de productos agrícolas.

Pero la voluntad no lo es todo, pronto María empezó a encontrar diversos problemas que atentaban contra
la marcha óptima del cultivo, la mala infraestructura de los canales de regadío, el robo de agua, la ausencia
de fuentes cercanas de agua, los bajos precios del producto, lo alejado del lugar hacía difícil el control.

Bajo estas condiciones se hacía difícil la producción agrícola, de modo que obtenida la primera cosecha
de menestras, María abandonó la actividad, prácticamente cerró el negocio y decidió dedicarse a otras
labores que significaban menos riesgos. Había pasado un año y los éxitos no se presentaron, María vendió
toda su cosecha a un exportador, pero la rentabilidad no fue la pensada, de modo que sus sueños
empresariales quedaron por el momento cerrados.
SOLUCION

1.- Identificar el problema

Podemos observar que la voluntad no lo es todo para emprender un negocio, debemos ser
personas preparadas para así tomar riesgos en nuevos proyectos, también se observa que María
se precipito al iniciar su negocio debido a que no había realizado un buen estudio de mercado, de
igual manera desconocía de las actividades de producción agrícola, eso provoco problemas del
mal manejo y desaprovechamiento de las hectáreas de cultivo, no tenía variedad de cultivo, mala
infraestructura de los canales de regadío, el robo de agua, la ausencia de fuentes cercanas de
agua, los bajos precios del producto, lo alejado del lugar hacia difícil el control todo ello trajo lugar
a que no se supiese tomar medidas o estrategias de solución que mejora posicionamiento en el
mercado y en efecto se viese truncado su proyecto.

2.- Alternativas de solución:

• Realizar un estudio de mercado que permita determinar cuáles eran las necesidades y
deseos que requiere el mercado y consumidor para que su nuevo proyecto pueda obtener
rentabilidad y estabilidad.
• Aprovechamiento de sus hectáreas de cultivo para poder utilizar adecuadamente las 20
hectáreas sobrantes a diversos tipos de cultivo, para que así tuviese variedad en sus
cosechas.
• Realizar un FODA que le permita examinar cuáles son sus fortalezas, oportunidades,
debilidades y amenazas para así pueda tomar medidas con respecto a su proyecto.
• Conseguir un local más cercano a los clientes para que tenga más facilidades de consumir,
poniendo precios iguales que el de la competencia o menos para conseguir clientes, pero
no lo mínimo ya que eso le genero le genero muchas pérdidas.
• Debió pedir a sus familiares orientación y capacitación, haciéndola ver que los problemas si
se pueden solucionar, pidiendo apoyo para sacar adelante a la empresa.
3.- Decisión final

Debemos tener en cuenta la siguiente frase: “arriesgar para ganar”, para lograr lo que queremos,
ya que asi podemos encontrar los problemas que presenta la empresa y poder solucionarlo sin
cometer los mismos errores. Trabajariamos con justicia, para impactar a los clientes, de igual
manera invertir bien en nuestros bienes muebles e inmuebles, tener un lugar mas centrico donde
se faciliten a los cliente poder consumir, si observamos problemas en nuestra empresa,
inmediatamente tenemos que solucionarlo, sin medir los riesgos mas no darnos por vencidos y no
cerrar el negocio, sino sacar a la empresa adelante a pesar de los problemas, asi nuestra marca
sera reconocida.

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