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Universidad Pontificia Bolivariana

Epistemología de la Pedagogía
Juan Camilo Arismendy Acevedo
El Silencio como Espacio Pedagógico.
La finalidad de este escrito es demostrar que los maestros deben aprender a escuchar callando.
Esta tesis será defendida por medio de dos argumentos; primero, de esta manera se puede crear un
diálogo entre el alumno y el saber; segundo, en el silencio del maestro se refuerza lo aprendido, ya que
de esta manera se permite que el alumno adopte una actitud activa frente al conocimiento. Para el
desenvolvimiento de esta tesis se utilizara únicamente el escrito de Plutarco, Sobre Cómo se Debe
Escuchar.
Los maestros deben aprender a escuchar callando, de esta manera se puede crear un diálogo
entre el alumno y el saber. Plutarco en su texto Sobre Cómo se Debe Escuchar el valor de la escucha
como práctica formativa y filosófica, que busca transformar al individuo en un catador de palabras, es
decir, formar un sujeto capaz de encontrar en los discursos lo más noble que alimente su espíritu.
Afirma el autor: “para la virtud la única entrada posible son los oídos de los jóvenes” (169). Es decir, la
escucha se considera una actitud pedagógica del joven, en la que está constantemente buscando lo
mejor para sí. No obstante, el maestro también debe adoptar una actitud de escucha, pero esta debe ser
una escucha silenciosa o callada, ya que en el silencio del maestro permite que el discípulo entable el
dialogo tanto con él como con la sabiduría y la ciencia. Aunque suene extraño la mayor pedagogía del
maestro es el silencio, porque en la silenciosa escucha el alumno digiere lo aprendido y puede
interrogar tanto este conocimiento como al maestro. Una pedagogía que no permita la silenciosa
escucha se convierte en una mera saturación de información. Argumenta Plutarco: “Es necesario
también, después de quitar a los discursos filosóficos la fama del que los expone, examinar los por sí
mismos” (175). Con esto Plutarco quiere afirmar que si el maestro no entra en un silencio de sí, o de
cualquier dato superfluo el alumno no puede desarrollar la escucha necesaria para una actitud crítica
del conocimiento. En otras palabras, el escuchar callado del maestro es un momento pedagógico en el
que se forja el escuchar crítico del joven alumno.
En el silencio del maestro se refuerza lo aprendido, ya que de esta manera se permite que el
alumno adopte una actitud activa frente al conocimiento. El estudiante puede adoptar dos aptitudes
frente al conocimiento, una actitud pasiva o una actitud inquisitiva que solo se desarrolla cuando el
maestro entra en una actitud de silencio frente al saber el alumno. Afirma el autor: “recordando lo
dicho ahora, practicar la propia inventiva juntamente con el aprendizaje, para conseguir una formación
que no sea sofística ni histórica, sino profundamente adquirida y filosófica, sabiendo que el saber
escuchar es el principio de saber vivir bien” (194). Esto significa que el joven que quiere ser un amante
de la sabiduría –philosophos– debe ser inquisitivo con cualquier cosa que se le enseña, de lo contrario
es un mero amante de las opiniones –philo-doxo–. Pero, cabe remarcar, que solo se va a desarrollar esta
cualidad cuando el estudiante en el escuchar silencioso del maestro entra en un examen de lo conocido.
Solo aquel estudiante que escucha y encuentra un espacio formativo en el silencio del maestro puede
ser un catador del saber.
Conclusión: He intentado demostrar en este texto que los maestros deben aprender a escuchar
callando, a partir de dos argumentos; primero, de esta manera se puede crear un diálogo entre el
alumno y el saber; segundo, en el silencio del maestro se refuerza lo aprendido, ya que de esta manera
se permite que el alumno adopte una actitud activa frente al conocimiento. Se concluye que el escuchar
callado, o silencioso, del maestro es un espacio pedagógico en que el alumno puede desarrollar un
dialogo con el maestro para encontrar nuevas perspectivas en el saber, pero lo más importante es que
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Epistemología de la Pedagogía
Juan Camilo Arismendy Acevedo
este silencio tiene la potencialidad de forjar en el alumno una actitud crítica y selectiva frente a lo
estudiando.

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