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Licenciatura en Teoría e Historia del Arte

Museología
Profesora: Carmen Menares
Alumno: Cristian Calderón

2) Immanuel Kant y Friedrich Schiller, Reflexiones estéticas al albor del nacimiento


de una disciplina.

Durante el decurso del convulsionado siglo XVIII, en el cual fueron apreciables


considerables cambios revolucionarios en la mayoría de los ámbitos de la vida diaria de
las naciones europeas, y especialmente en las artes, en donde se inauguró el pensamiento
estético moderno con pensadores como Alexander Gottlieb Baumgarten (†1762) y
Gotthold Ephraim Lessing (†1781), quienes con sus obras dieron nacimiento a la
disciplina estética. En este contexto previo se enmarcan los autores Immanuel Kant y
Friedrich Schiller, quienes tuvieron una visión de la estética más cercana a la filosofía, en
donde se plantea el problema sobre lo bello como un método para ordenar, segmentar y
entender a cabalidad las conductas humanas, como en el caso del pensador prusiano en su
obras Lo bello y lo sublime (1764), o como un modelo a seguir para reestructurar la
sensibilidad como un valor primordial en la formación de las próximas generaciones,
como es en el caso del poeta alemán en su obra Cartas sobre la educación estética.
(1795).

Un punto de unión, pero a su vez de divergencia, en ambos proyectos es la noción


que se tiene sobre la importancia de lo bello y lo sublime, puesto que se torna primordial
en el entendimiento de los alcances reales que pueden tener estos planteamientos. En el
caso de Immanuel Kant, estos conceptos se aprecian como una contradicción de opuestos,
en donde lo sublime vendría a configurarse como una suerte de sensación de grandeza
inconmensurable que excede la capacidad de limitación, que se asocia principalmente a
una total y absoluta libertad, la que se manifestaría en el comportamiento humano como
un sentimiento de melancolía devenido de la conmoción que genera al entendimiento
estos fenómenos. A su vez lo sublime se subdivide en dos categorías, lo terrorífico, que
estaría estrechamente relacionado con lo violento o perjudicial que estas manifestaciones
puedan ser, por lo que devienen en una segunda instancia en una forma más ligada a el
respeto y nobleza conseguidos luego del entendimiento racional de estos fenómenos en su
inconmensurabilidad.

Por contraposición, lo bello en el pensamiento de Kant, se estructura en torno a


las expresiones más complacientes que puede recibir el ser humano, con una inclinación
marcada a la limitación formal de las cosas, lo cual en el comportamiento humanos se
podría ver efectivamente reflejado en conductas como la amabilidad y el buen gusto,
acercando sus análisis sobre lo bello a un gusto por las formas, por el decoro y el general
por las costumbres sociales refinadas elevadas.

Frente a estos planteamientos, y con posterioridad a la publicación de la obra de


Kant, tenemos lo postulado por Friedrich Schiller, quién tiene postura divergente tanto
del rol de la estética , más allá de un mero artefacto sistematizador, así como de las
nociones básicas que componen el pensamiento sobre lo bello y lo sublime. Es de esta
manera que dentro de su proyecto estético, era necesario en cierta medida la unión de
estas dos categorías antes divididas, en una sola, la cual permitiría conseguir la entrada en
un estado estético. De esta manera lo sublime se asocia directamente al mundo sensorial,
a las sensaciones como tales; frente a lo cual lo bello se ordena bajo los preceptos de lo
formal, emparentándose con la racionalidad del hombre. Es por esto que es tan
interesante la unión de estos preceptos en el pensamiento de Schiller, puesto que plantea
una reconciliación de la división entre racionalidad y sensibilidad, planteada tan
tajantemente dentro de la filosofía kantiana; y es en esta superación de las
contradicciones es donde pone la piedra fundacional del proyecto educativo/estético.

Jean-Louis Déotte, Ruinas y aparatos, maneras de organizar las


reminiscencias del pasado.

El filosofo francés Jean-Louis Déotte, en su ya mundialmente conocido libro


Catástrofe y olvido: las ruinas, Europa, el museo (1994), nos presenta en primera
instancia un breve y conciso análisis sobre las diversas variantes que adquiere la
organización museal en las diversas naciones europeas, haciendo un especial énfasis en
las propuestas Francesa, Alemana e Inglesa, a las cuales caracteriza como un proyecto
Político como en el caso francés, en donde la línea curatorial busca generar unos nuevos
valores desde la cultura hacia la política, , un proyecto etnográfico como lo es en caso
alemán, en donde se intenta generar una línea interpretativa que permita rastrear la
identidad común del pueblo alemán, entendido como un artefacto que busca crear
sentidos en el seno de la cultura; y un compendio de colecciones privadas pertenecientes
a los diversos gabinetes de curiosidades que fueron donados al British Musseum, como
sucede en el caso británico.

Para la división de estas propuestas museales, es sumamente importante el


concepto de ruina, no entendido en un sentido peyorativo de la palabra, de arruinar algo
en forma de dejarlo inútil , si no que en un sentido mucho más abierto, en donde la ruina
es entendida como una suerte de vestigio presencial de culturas pasadas y de ritos
pasados, de esta manera el objeto adquiere una suerte de marcado carácter histórico, en
donde una vez liberado de su sentido originario, se inserta en la institución museal,
prestándose para las construcciones de un sentido nuevo, en un nuevo espacio que niega
su sentido anterior, dotándolo de una nueva posibilidad de significancia, que ya no reside
en su valor cultual o en el valor devocional que pudo haber tenido este objeto en sus
inicios, cargándolo de una nueva vida en un nuevo espacio con un nuevo significado.

El desarrollo de esta idea no hubiese sido posible dentro de la obra de Jean-Louis


Déotte, si no fuese por su amplia influencia de la teoría psicoanalítica del eminente
psicólogo austriaco Sigmund Freud, quién propone distintas maneras de olvido que se
hacen patentes en las diversas maneras de creación de discurso museal. Es de esta manera
que se proponen las categorías del olvido activo y olvido pasivo, en las cuales se
muestran las distintas maneras que tienen las distintas culturas de hacerse cargo de su
pasado histórico, de esta manera el olvido activo se configura como un espacio en donde
se integra el objeto de lo olvidado , con la descontextualización de su destino, que
permite en cierta medida un distanciamiento del espectador con el significado originario
del objeto dando paso a una construcción de carácter universal , público y colectivo. En
contraposición a esto existen las diversas variantes del olvido pasivo, en donde se reitera
el destino de las obras en su minuto de creación; lo cual conlleva un clara afinidad del
espectador con una reiteración mimética del significado primigenio , lo cual conlleva una
clara fijación de la significancia de sus contextos de fabricación, con el fin de articular
una narrativa única que hile todos estos significados, coartando de esta manera la
subjetividad del individuo de poder interpretar a su modo los objetos.

Es así como los principios freudianos de la repetición, rememoración y re-


elaboración se ven claramente puestos en acción dentro de las grandes propuestas
museales de las naciones europeas, en la cual el enfoque del olvido activo, el que re-
elabora constantemente su pasado como método para superarlo, corresponde al caso
francés , y con especial vinculo con la fundación del museo del Louvre. En consonante
contraposición tenemos el caso alemán, en el cual sus postulados se vinculan a las
variantes del olvido pasivo, en donde gracias a la inherente narrativa que posee , se
mantiene estático en una visión estática del pasado.

3) Museo Quai Branly y el cuerpo repartido, generando narrativas de un corpus


disgregado

A manos de un modernista diseño arquitectónico de Jean Nouvel , se emplaza en


el clásico distrito VII de la urbe parisina, el museo de Quai Branly, el cual fue fundado
por el ex presidente Jacques Chirac, bajo la premisa de ofrecer a las diversas colecciones
de arte no europeo que se encontraban en manos del pueblo francés, este espacio se les
ofreció a modo de liberarlas de su condición de registro netamente histórico y de estudio
para darles una nueva vida publica, abiertas al espectador en un espacio donde no se
organizan ni estructuran bajo unos parámetros euro centristas, donde teóricamente se les
da libertad al espectador de hilar narrativa a su antojo estas piezas, gracias principalmente
al hecho de que estas obras no están organizadas con un criterio geográfico y/o netamente
cultural. Esto puede ser entendido en cierta maneta como una suerte de olvido activo, en
los términos mencionados en la anterior respuesta.

Pero , esta re-elaboración del sentido de estas piezas nos permite profundizar aun
más en la aparente función del museo como creador de una historia “humana”, liberando
a las piezas de sus condiciones culturales especificas. Pero , es posible construir la
historia total de la humanidad, cuando el corpus para construir esta historia son tan solo
vestigios de las culturas a las cuales fueron negadas la posibilidad de hilar su propia
historia? En este sentido, personalmente creo que no es posible, puesto que por mas bien
intencionadas e interesantes que hayan sido las propuestas planteadas en la fundación de
este museo, no pueden subsanar la catástrofe que fue el proceso de ruinificación de las
culturas dominadas por el siempre mal ponderado colonialismo francés a través del
mundo, es por esto que con esta re-elaboración, pensando que se esta subsanando una
necesidad real de generar un relato que sea extensivo a los estados primigenios de la
humanidad y a sus formas de artes libres de canon europeo, se en cierta manera la
identidad francesa rehabilitando con su pasado colonizador al no hacer visible el pecado
capital que une el origen de todas estas obras, que es el saqueo de las conquistas ultramar
de las naciones europeas. De esta manera es posible entender este esfuerzo más que como
una suerte de olvido activo (como ellos intentan hacer representar), se configura mas
claramente como una forma de olvido pasivo, en donde se reitera hasta el cansancio el
hecho de que estas piezas pertenecen a la historia de otros pueblos, y que fueron
saqueadas.

Es de esta manera que considero en primera instancia, que mucho más justo sería
para la humanidad, mas que generar un relato integrador único que hable sobre todos
nuestros orígenes, darle la oportunidad a las pueblos y naciones que fueron saqueadas por
el poder colonial de poder hilar sus propias narrativas, de generar la historia que les fue
negada por los intereses imperiales que reinaron durante el decurso de siglos en el
continente europeo. Para cerrar me gustaría plantear una duda respecto a la nobleza de las
distintas maneras de olvido, un olvido pasivo puede volverse un olvido activo? Por
supuesto que si, pero siempre y cuando esto sea logrado a través del replanteamiento de
la significancia de los objetos; pero un olvido activo no puede convertirse en un olvido
pasivo, cuando hay fines poco loables o nobles que inciden en esto, puesto que el robo y
el saqueo permanecen en la historia del objeto, de esta manera re-estructurar los sentidos
de estos objetos no sería más que un simple ejercicio de blanqueo de imagen, un esfuerzo
por intentar olvidar el pasado colonizador cuando esta aún tan presente tanto en la
materialidad de los objetos como en las relaciones culturales que se establece con ellos, y
entre ellos, sobre todo cuando se los pone en patente dialogo con obras que culturalmente
responden a otros fondos, siendo el único hilo conductor real el saqueo que todas estas
culturas sufrieron.
Bibliografía Leida pero no consultada

Déotte, Jean-Louis. Catástrofe y olvido. Primera parte: políticas de la ruina. En:


Las ruinas, Europa, El Museo: Cuarto Propio, 1998.
Huizinga, Johan: Homo Ludens. Alianza Editorial, 2002. Introducción.
Schiller, Friedrich: La educación estética del hombre. Buenos Aires : Editorial
Espasa-Calpe, 1943.
Feijó, Jaime: Reflexión estética y autonomía del arte. En: Schiller, Friederich:
Kallias. Anthropos Editorial. Barcelona.
Freud, Sigmund,Más allá del principio del placer. En Oobras completas tomo 3,
CX. Editorial Ateneo, 2003.
Kant, Imanuel:Observaciones sobre el sentimiento de lo bello y lo sublime.
Madrid : Fondo de Cultura Económica, 2005. Introducción.

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