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Transculturacion Narrativa en Los Cuentos de Carme PDF
Transculturacion Narrativa en Los Cuentos de Carme PDF
—Señor por amor de Dios deme Las palabras presentadas son apenas un
algo de lo que lleva en sus al- ejemplo escueto, pues Cuentos de mi tía
forjas; mi hijo está llorando de Panchita está basado en regionalismos
necesidad. y formas dialectales. Estoy de acuerdo
—¡Que coma rayos, que coma cen- con Cantillano cuando afirma: «[Lyra]
tellas ese lloretas! (Lyra, 126) usó la lengua campesina y coloquial
para narrar sus cuentos cuya fuente
La falta de solidaridad es repetida por en realidad fue el pueblo mismo»
el segundo hijo, quien además halla a (Cantillano, 2006, p. 125).
su hermano «que lo entotorotó a que
se quedara jugando su dinero» (Lyra, Aunado al uso de las palabras, me
127). El adjetivo lloretas y el verbo parece muy importante considerar
entotorotar son usados frecuentemente también la ruptura de estereotipos
en los cuentos de nuestra autora. que la autora presenta, pues, por un
Lloretas significa ‘llorón sin fuerzas’, lado, el príncipe no solo regala el ali-
mientras que entotorotar tiene dos mento, lo prepara (tal acto echa por
acepciones, despertar deseo sexual o tierra el comportamiento «noble» de
simplemente despertar entusiasmo o un príncipe, que pocas veces se ve en
inquietud (Ferrero, 2002). un cuento sirviendo y acunando a un
niño), y, por otro, llama mayormente
La otra característica es la presencia la atención la afirmación de que haya
de figuras divinas. En el caso del sido la reina, y no los sirvientes, quien
cuento citado el héroe (quien es el haya amasado el pan. La reina enton-
hijo menor) es premiado debido al ces es como cualquier mujer dedicada
apoyo ofrecido a los desposeídos. a los menesteres del hogar. He aquí,
pues, otro punto de diferenciación de
Preguntó por qué lloraba el mu-
chachito y la mujer le contestó la literatura infantil costarricense.
que de hambre. Entonces el prín-
Por lo anterior, se puede decir que
cipe bajó de su caballo y buscó lo
mejor que había en sus alforjas
sí hay un modelo narrativo infantil,
y se lo dio a la pordiosera. En este como producto de la intersec-
su tacita de plata vació la leche ción entre expresiones narrativas y
que traía en una botella, con sus culturales. Es así que entra en juego
por ello ahora con más elementos se Un hecho que no podemos pasar
puede reafirmar que estamos ante por alto, a propósito de la condescen-
cuentos maravillosos costarricenses dencia y el rescate, es que la literatura
que propalan un ethos y por ello una infantil, así como la producida por
identidad particular en un periodo Lyra, ha estado sometida –a su vez–
particular: la década de 1920. a otros discursos de autoridad que
determinan si es visible o no, si es
¿Literatura popular infantil? difundida o no –en la misma Amé-
rica Latina–. Afirmo esto porque es
¿Quién decide qué es lo popular? El sumamente evidente que los cuentos
lugar de enunciación es la clave para maravillosos conocidos, por ejemplo
entender cómo y cuándo han sido en México, son aquellos de los her-
construidas las definiciones para tal manos Grimm o de Perrault. Son
concepto. Geneviève Bollème afirma: cuentos que se toman como las ver-
«Si el pueblo entra en una literatura siones originales, olvidando que se
o en la escritura, nunca será más que trata también de versiones nacidas de
en virtud de una autorización, de una los campesinos europeos; su origen
condescendencia» (1990, p. 203). Pue- entonces, es también popular.
do estar de acuerdo con cierta dinámi-
ca de «autorización» dada al interior En el caso de Lyra sus cuentos son es-
de los grupos letrados o de aquellos critos desde la periferia; cuyo signifi-
que nombran para sí su propia expe- cante y significado surgen a partir –en
riencia de lo (o en lo) popular. Empe- este caso sí– de la condescendencia del
ro, en el caso de Lyra, creo que más canon literario para dejarla entrever;
que una actitud de condescendencia, afortunadamente tal escollo ha sido
el rescate de lo popular mediante sus sorteado por varios autores. Al respec-
cuentos fue parte de un proyecto peda- to, Nelly Richard «advierte (…) cómo
gógico y literario no aburguesado. He la copia, que presenta simulaciones ya
dicho que bregaba para ofrecerles a los contenidas en la firma colonial, puede
niños historias propias de su tierra, y ir desviando el código europeo –tras
no «baratijas literarias», como ella las la fingida obediencia hacia él–, basta
llamaba. No se trató en su caso de la enunciación de mensajes alternati-
asumir una posición diletante ni una vos» (Mateo, 1992, p. 45).
escritura «elevada», pero sí de compro- Lyra logró enunciar mediante su
meterse con la actividad letrada desde producción literaria tales mensajes
su posición de maestra. alternativos, por ello en el principio
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