Teología Sistemática V

Luis Ospina

Tarea II

1. ¿Por qué la Iglesia primitiva es considerada norma y fundamento de la Iglesia de todos

los tiempos?

Las comunidades que constituían la Iglesia primitiva, durante los 4 primeros siglos, se
comportaban como dice los hechos de los apóstoles “miren como se aman, esos son
cristiano”, ese comportamiento tan solidario surgió de poner en práctica los consejos
evangélicos de Jesús: “amaras a tu prójimo como a ti mismo”, “presta si alguien lo
necesita”, “si quieres ser perfecto vende todo dalo a los pobres y sígueme”…….
Ocurrió que por observar estos consejos los ricos vendieron todo y lo regalaron,
esperando la inmediata venida de Jesús, pero al no haber industrias ni comercio
entonces se presento la gran hambruna en Jerusalén, hasta San Pablo se vio obligado a
mendigar en el Imperio para recoger dinero en pro de los habitantes de Jerusalén, y
recibió apoyo de Efeso, Esmirna, Antioquia,…
Lo que identifico a la Iglesia primitiva fue la solidaridad.

2. Mencione cinco padres de la Iglesia, y escriba una de sus enseñanzas sobre la Iglesia.

2.1 Policarpo utilizó la Epístola de Clemente cuando escribió a los Filipenses. En su carta,
Clemente no se menciona a sí mismo por su nombre. El que envía la carta es: "La Iglesia de
Dios que mora en Roma.”. Noción de la Iglesia. Es de interés el concepto de Iglesia
que revela esta carta. Según el autor, “…la Iglesia existió antes de la creación del sol
y de la luna. Pero era invisible, espiritual y estéril. Ahora ha tomado carne: es el
cuerpo de Cristo, su esposa, y nosotros le hemos sido entregados como hijos…”

2.2 SAN CLEMENTE ROMANO, tercer sucesor de San Pedro, escribió hacia el año 96 una carta a la
Iglesia de Corinto, agitada por el cisma. Es una exhortación serena y vigorosa a la paz y a la
concordia, a la sumisión a la jerarquía y, al mismo tiempo, un documento de la caridad que une a
las Iglesias, de la constitución jerárquica de la Iglesia (obispos, presbíteros, diáconos), y un
índice de la autoridad de la Iglesia de Roma.

2.3 SAN IGNACIO DE ANTIOQUÍA, martirizado en Roma hacia el año 110, había escrito siete
cartas a distintas Iglesias de Asia y a la Iglesia de Roma. Estas cartas, eco de un alma
apasionada por Cristo y sedienta del martirio, son quizá el documento más precioso de la antigua
literatura cristiana. «Contienen —dice San Policarpo— la fe y la paciencia y toda edificación que
se apoye en Nuestro Señor.» Nos suministran una referencia completa acerca de la creencia y de
la vida de la Iglesia en los primeros años del siglo II, ya sobre la fe en Cristo, en su doble
naturaleza, en su nacimiento virginal, ya sobre la Iglesia y su jerarquía (episcopado monárquico),
sobre el bautismo y la Eucaristía, sobre la tradición y la autoridad de la Escritura, sobre la
reacción ante las herejías nacientes, finalmente, sobre la Iglesia romana.
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