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El término “empresa inteligente” surge en un momento donde el sentido

de competencia se basa en la velocidad de transmisión de la información.


Una empresa inteligente es aquella que constantemente hace modificaciones en
su forma de operar tanto interna como externamente, con base en los
conocimientos ya adquiridos y las demandas del entorno.
Para poder operar bajo el esquema de empresa inteligente es importante que
todos sus miembros tengan muy claras la misión y visión, y ser capaces de
adecuarla a un trabajo en equipo con una comunicación adecuada y creativa
entre todos los componentes de la organización así como de los actores con que
ésta se relaciona.
Se trata de una capacidad absoluta de adaptación, donde el avance tecnológico,
la información y el capital humano son los pilares de las actividades laborales y el
desarrollo de liderazgo.

Una organización aprende cuando traduce las enseñanzas obtenidas de su


pasado en normas que orientan su conducta.

Caso práctico de EF: Superar los desafíos del cambio


organizacional

Education First es el mayor proveedor de


programas educativos del mundo. Trabajamos
desde hace 50 años en la formación de idiomas,
completamente enfocados en asegurar a nuestros
clientes el mayor retorno de su inversión. “Como
empresa privada, necesitábamos algo más que un
proveedor y EF se convirtió justo en el socio que
buscábamos. ¡Recibimos tanto apoyo con nuestro programa de formación y
desarrollo que se convirtieron en parte de nuestro equipo! No tengo otro
proveedor con el que trabajo de la misma manera”.

Diversey, Inc. es un proveedor de soluciones inteligentes y sustentables para


productos de limpieza e higiene. Con sede en Carolina del Norte, EE. UU.,
Diversey trabaja a nivel internacional y cuenta con 9.000 empleados en todo
el mundo. Hoy ya es una compañía independiente pero la organización ha
pasado por muchas fases de transformación en los últimos años ya que han
pasado por varias formas de propiedad. La última adquisición se realizó en
2017, cuando Bain Capital Private Equity compró la división Diversey Care
para ser administrada como una empresa independiente.
Tuvimos la oportunidad de entrevistar a Melissa Narron, Directora de
Proyectos de Recursos Humanos, y a Deanne Kissinger, Directora de
Talento de Diversey, para descubrir cómo gestionaron una iniciativa de
formación y desarrollo: la formación corporativa en idiomas, durante la
transición.

Fuera lo viejo, bienvenido lo nuevo

Cuando Bain Capital compró Diversey, los presupuestos eran ajustados. Era
necesario implementar un presupuesto desde cero para reconocer lo que era
esencial para el negocio. Los presupuestos de formación y desarrollo
estaban centralizados en lugar de localizados, como había ocurrido antes de
la adquisición. “Esto era completamente nuevo para nosotros, ya que
anteriormente no podíamos saber cuánto se estaba invirtiendo en formación
y desarrollo a nivel mundial”. “Una vez que nos separamos como una
empresa independiente, tuvimos que consolidar todos los presupuestos en
uno solo para poder ver lo que estaba sucediendo a nivel mundial. Esto
representó un cambio de mentalidad importante, ya que tuvimos que
entender las necesidades de negocio, reconocer quién necesitaba formación
y determinar qué era lo más importante para cada función y departamento.
Necesitábamos ver la foto completa”.

Identificando las necesidades del negocio

Después de revisar el gasto global en formación en idiomas, quedó claro


para el equipo global que la formación en inglés era una gran inversión en
todo el mundo y que la organización se beneficiaría de un nuevo enfoque.
Diversey tenía muchos proveedores diferentes para los programas de
formación en idiomas en diferentes regiones, lo que significaba que no había
coherencia en la calidad, el coste, la facturación o el seguimiento del ROI de
los programas. Además, los directores de recursos humanos no pudieron
identificar qué miembros del personal requerían formación en idiomas y, a
menudo, ofrecían formación como un beneficio en lugar de considerarla
como una inversión estratégica. Había una necesidad urgente de definir las
necesidades del negocio y comunicarlo a toda la organización.

“Muchos de nuestros equipos aceptaron la idea de que la formación en


inglés no era simplemente un beneficio social, pero realmente no entendían
que lo identificáramos como una necesidad empresarial. Por ejemplo, si un
empleado recibe ocasionalmente un correo electrónico en inglés, el
responsable de recursos humanos vería una necesidad empresarial ahí,
independientemente de la frecuencia con la que esta persona necesite
hablar o usar el inglés. Por tanto, existían maneras para hacer que nuestros
empleados comprendieran que si alguien recibe correos electrónicos en
inglés con frecuencia o tiene interacciones cara a cara en inglés, esto lo
consideramos una necesidad empresarial”.

Al definir a la audiencia para la formación en idiomas, priorizaron a los


empleados en puestos de trabajo con contacto directo con el cliente,
seguidos por los empleados en funciones globales que debían comunicarse
internacionalmente en inglés. “Nos fijamos en los equipos locales de servicio
de atención al cliente de todo el mundo e identificamos quiénes se
encontraban en el nivel en el que, por protocolo, podrían tener que atender
una llamada en inglés y, por consiguiente, requeriría formación en dicho
idioma. En lugar de formar a un grupo de 20, lo reducimos a 3 “.

Elegir al proveedor adecuado

Como empresa de capital privado, Diversey considera varias opciones cada


vez que busca un proveedor en el mercado. Queríamos saber más sobre su
proceso para elegir al proveedor de formación lingüística adecuado.

Como la mayoría de otras compañías, buscaban una estructura de costes


simple que tuviera sentido. “Fue un proceso largo, pero llegamos allí.
Investigamos a los principales proveedores de formación, y hubo un par de
cosas que realmente nos gustaron de EF. El coste era un aspecto muy
importante para nosotros, ya que los presupuestos eran
ajustados. Trabajando con EF, logramos reducir los costos en un 70%
anual. ¡Es una gran victoria poder decir que hemos logrado consolidar
nuestros proveedores y ahora podemos hacer un seguimiento de nuestros
costes! ”

“El hecho de que EF lleve en el mercado más de 50 años, y no haya tenido


problemas para trabajar con nuestro complejo entorno con diferentes
idiomas y ubicaciones, es algo que realmente marcó la diferencia. Además,
nos encantó trabajar con el equipo de EF. Como compañía independiente,
realmente necesitábamos un socio que nos brindara apoyo constante, en
lugar de solo escuchar frases del tipo: “Aquí está nuestro sistema, descífrelo
usted mismo.”

“Hemos trabajado muy alineados y nos comunicamos tan a menudo con EF


que hasta un compañero me preguntó dónde se sentaba el Responsable de
Gestión de Clientes de EF ¡porque todo el mundo pensaba que trabajaba
para Diversey!”
Conseguir la participación de los centros locales

Como cada equipo regional había gestionado previamente los proyectos de


formación y desarrollo a su manera, era esencial que el equipo central
explicara por qué ciertos programas de formación se estaban eliminando o
modificando. La manera de fusionar todos los programas de formación en
idiomas en un solo proveedor de formación global fue sólida. Diversey pudo
proporcionar datos e información que los mercados locales no tenían
anteriormente.

La realización de una evaluación de competencias estándar para toda la


organización permitió a los responsables de formación seleccionar a los
estudiantes adecuados para inscribirse en el programa, y por otra parte,
el sistema de reportes de EF permite realizar un seguimiento único del
progreso del alumno y ayuda a medir el retorno de la inversión a escala
global.

“Poder conocer el nivel en el que las personas comienzan la formación y el


nivel que deben alcanzar al final del programa, fue increíblemente
beneficioso para nosotros”.

Los empleados en ciertas regiones se resistían inicialmente a un curso de


formación de idiomas online porque estaban acostumbrados a realizar
cursos presenciales en varias escuelas y universidades. Sin embargo, la
falta de flexibilidad en términos de tiempo y de ubicación de las clases
implicaba en muchas ocasiones lecciones perdidas. El cambio al nuevo
programa de formación online permitió a los alumnos estudiar donde
querían y a su propio ritmo. Sin alterar sus horarios de trabajo o sus vidas
personales.

“Llevamos un tiempo utilizando un Programa de formación en idiomas con


EF para más de 350 estudiantes. Podemos afirmar que nuestros empleados
están comprometidos con su formación online más que nunca. Sinceramente
creo que están aprendiendo y desarrollándose y su percepción de la
formación online ha cambiado por completo. Esto es importante porque esta
percepción es una realidad para la mayoría de nuestros empleados”.
https://www.altonivel.com.mx/liderazgo/management/que-es-una-empresa-inteligente/

https://www.ef.com.mx/blog/corporate/caso-practico-cambio-organizacional/

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